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  • Novedades en la agricultura de Rumanía

    Novedades en la agricultura de Rumanía



    En la reciente rectificación presupuestaria, el Ministerio rumano de Agricultura ha recibido 640 millones de lei (aproximadamente 145 millones de euros) para pagar compensaciones a los granjeros cuyos cultivos se vieron afectados en verano por la sequía. “El dinero se distribuirá a los granjeros inmediatamente después de recibir las solicitudes de las personas afectadas, cuando tengamos el acuerdo escrito de la Comisión Europea respecto a nuestra notificación, ha afirmado el ministro de Agricultura, Daniel Constantin. El mandatario ha añadido que el pago se iniciará a principios o a mediados del mes de diciembre, inmediatamente después de recibir la respuesta de la Comisión Europea. Daniel Constantin ha declarado que la superficie de los terrenos agrícolas afectados por la sequía alcanza 1,6 millones de hectáreas. “Habrá aproximadamente 173.500 beneficiarios de las compensaciones, según las evaluaciones que hemos recibido por parte de las direcciones agrícolas de los distritos y de las instituciones que funcionan bajo la subordinación de las prefecturas. Quisiera subrayar que 165.000 de los beneficiarios son personas físicas, ha afirmado el ministro de Agricultura. El mandatario ha mencionado también las categorías de cultivos para los que se ofrecerán compensaciones: maíz en grano, girasol, soja, patatas, caña, legumbres, plantas forrajeras, pasto y prado. Por otro lado, los granjeros que forman cooperativas podrían tener más facilidades, ha anunciado el ministro de Agricultura. El mandatario ha precisado que los beneficios de las asociaciones de granjeros están en un proyecto de ley que se está debatiendo en el Ministerio de Hacienda. Entre otros, los granjeros podrían recibir reducciones e incluso se podrían eliminar algunos impuestos, según ha afirmado Daniel Constantin:




    “Existen 800.000 granjeros que reciben pagos europeos de la Agencia de Pagos e Intervenciones en Agricultura y que pagan el impuesto implícito, teórico, según el ingreso, y tal vez lo más importante es eliminar el impuesto sobre la propiedad para los bienes incluidos en aquella cooperativa: el terreno, los animales, las granjas y las máquinas empleadas en la actividad común. Pero el gran cambio que deseamos traer a través de este proyecto de ley se refiere al hecho de que deseamos que aquellos que entren en la cooperativa sigan teniendo la posibilidad de ser propietarios tanto de los bienes, como de lo que producen en común, a través de aquella cooperativa. Pero, al mismo tiempo, será obligatorio vender como mínimo un 50% de los productos que se obtienen en común a través de la cooperativa, para que cumplan también con el objetivo de su creación.



    Cabe destacar que la suma total del Programa Nacional de Desarrollo Rural 2014-2020 será de 9.500 millones de euros. He aquí la declaración de Daniel Constantin:




    Por supuesto que los grandes granjeros están interesados en mejorar su explotación. El Programa Nacional de Desarrollo Rural transmite a los granjeros que tienen la posibilidad de integrar su producción, de crear grupos de productores o cooperativas de producción modernas, para que puedan desarrollar su producción, crear una producción con valor añadido. Pero, esta vez, se superará la fase de los últimos 25 años, cuando intentamos convencer a los granjeros de crear cooperativas, y los vamos a estimular de manera muy sencilla: concediendo más fondos no reembolsables. Las personas que desean obtener fondos como grupo de productores o como cooperativa reciben un 20% más de fondos no reembolsables. Además, estamos intentando solucionar un asunto que hemos notado en el Programa Nacional de Desarrollo Rural: la falta de concesión de préstamos, la escasa posibilidad de garantizar un préstamo cuando tiene que asegurar la cofinanciación para los fondos europeos. Y hemos debatido este asunto con los bancos, ya han presentado unos paquetes, pero estamos esperando concretar los paquetes de incentivos para obtener préstamos y para solucionar también este problema.



    Según el Instituto Nacional de Estadística, la producción de leche en los primeros ocho meses del año fue un 8% más baja que en el mismo período del año pasado. En cambio, las importaciones aumentaron un 4,4%. La sequía y la eliminación de las cuotas de leche en la Unión Europea también ha afectado la situación, ha afirmado el presidente de la Asociación de Ganaderos “La nueva granja. Cornel Costeliuc ha explicado para Radio Rumanía que, aunque el apoyo financiero es importante para las asociaciones de ganaderos, los pequeños granjeros, que muchas veces no entienden la legislación de especialidad, se muestran todavía muy reservados ante la idea de formar asociaciones:




    “Falta la asesoría presentada para los campesinos. Nos gustaría que la Dirección Agrícola esté más implicada. Faltan las Cámaras Agrícolas en el medio rural. Para que el campesino, el granjero, entienda cuáles son las ventajas de una asociación, de una cooperativa. Desde hace mucho tiempo no hemos conseguido tener una Cámara Agrícola fuerte, que pueda ofrecer asesoría, que pueda aconsejar al campesino, al granjero, sobre lo que tiene que hacer mañana.





    Cornel Costeliuc ha afirmado también que ha bajado el número de animales porque ha subido el precio del forraje, y también porque los procesadores ofrecen la mitad del precio necesario para atenuar los gastos, mientras que la leche y los productos lácteos de importación son más baratos.




  • Las semillas híbridas frente las semillas tradicionales

    Las semillas híbridas frente las semillas tradicionales



    Los tipos tradicionales de legumbres son una importante fuente de ingresos para aquellos que desean volver a traer al mercado el sabor de las legumbres de antaño. Como a los mercados vienen cada vez menos campesinos con legumbres sabrosas, numerosos horticultores están intentando encontrar y multiplicar las antiguas semillas procedentes de los ancianos que viven en las aldeas de Rumanía. Y esto porque la mayoría de los horticultores han sustituido las semillas rumanas por híbridos mucho más productivos. La nostalgia por el aroma de las legumbres de antaño es el motivo de la creación de la Asociación EcoRuralis de Cluj, que se dedica desde hace unos años a salvar los tipos rumanos de legumbres, cada vez menos frecuentes. Los miembros de la asociación recogen los tipos locales de semillas de los campesinos y de los jardineros, los multiplican para ofrecerlos de forma gratuita a las personas que desean cultivarlos. Vali Cucu es uno de los miembros de la asociación que mantiene la tradición de las antiguas semillas. Desde hace más de 30 años, en un terreno de 500 metros cuadrados, cultiva semillas de legumbres procedentes de todo el mundo:



    “Empecé a recoger tipos de legumbres cuando vi que en el mercado aparecían cada vez más legumbres sin sabor. Los he recogido de los ancianos, de los conocidos, los he multiplicado cada año para ofrecerlos después a las personas que están creando cultivos, y también los vendo para mantener el cultivo. El año pasado tuve 80 tipos, aproximadamente 50 tipos de tomates. No todos proceden de Rumanía. Las personas de las que proceden los cultivaban desde hacía muchos años, yo los he recogido y los he nombrado de otra forma. Los tomates gigantes que tengo proceden de un ingeniero de esta zona. Hace 35 años me dio unas semillas, y los tomates son muy grandes y muy sabrosos. Estoy buscando tipos de semillas en todo el mundo. He conseguido encontrar también semillas de tipo Poma, un tipo muy sabroso creado en 1937 en Italia. Tengo también un tipo de semillas rusas recibidas de una anciana de la República de Moldavia.”



    A Vali Cuculo buscan numerosos granjeros y jardineros, sobre todo jóvenes, para que les venda semillas. Son también más baratas frente a los híbridos de los que no se recogen semillas y, por lo tanto, cada año los campesinos tienen que comprar semillas de las grandes corporaciones. Los horticultores rumanos venden un sobre con semillas por 10 lei, mientras que el sobre con 100 semillas híbridas alcanza 180 lei. Nuevamente ante el micrófono Vali Cucu:



    “Me alegra el hecho de que cada vez más personas estén acudiendo a los antiguos tipos de semillas, y estén listos para renunciar a los híbridos. Muchos jóvenes se dedican a esto. Anualmente, en Grecia se organiza una feria destinada al intercambio de semillas, en la primera semana después de las Pascuas. Viene gente de toda Europa, pero también de la India e intercambiamos semillas. Las traigo a casa, veo si se adaptan aquí, si tienen sabor y después intento producir semillas de ese tipo. Anualmente produzco entre 100 y 300 sobres de cada tipo, los envío a los compañeros de la Asociación EcoRuralis, los ofrezco a aquellos que no tengan, y vendo parte de ellas. Ya en febrero o marzo se terminan.”



    En este momento es cada vez más difícil encontrar en el mercado productos agrícolas procedentes de los campesinos, obtenidos de las semillas que se guardan de una generación a otra y se cultivan en un sistema tradicional. El profesor Aurel Maxim, especialista en la conservación de la agrobiodiversidad en la Universidad de Ciencias Agrícolas y Medicina Veterinaria de Cluj, opina que las casas de huéspedes agroturísticas podrían convertirse en mercados locales para los agricultores que usan semillas tradicionales, porque los extranjeros desean consumir productos naturales. He aquí la declaración de Aurel Maxim:



    “En Rumanía aún existen varios tipos de plantas tradicionales de cultivo, pero que están en gran peligro porque sus propietarios son ancianos. Y, si mueren ellos, estos tipos también dejan de existir. La gente podría convertir las semillas en un negocio si se valoran a través de productos culinarios tradicionales. Por supuesto, algunos de ellos se pueden consumir frescos, por ejemplo los tomates procedentes del jardín, que son muy sabrosos frente a los de los supermercados. Es una oportunidad, porque la gente se está acercando a los productos tradicionales, que son productos ecológicos mucho más sanos.”



    En Rumanía han quedado pocas instituciones públicas que producen semillas de legumbres rumanas. Por ejemplo, el banco de genes de Suceava almacena desde hace 40 años semillas tradicionales ofreciéndolas gratuitamente a los granjeros para volver a introducirlas en el cultivo. Mientras que en Rumanía más del 90% de las plántulas proceden de las semillas híbridas producidas fuera del país, los especialistas aconsejan a los campesinos que conserven los tipos autóctonos e intercambien semillas. Aurel Maxim afirma que no hay interés por investigar y hacer el inventario de los tipos tradicionales, porque las grandes corporaciones están intentando monopolizar la producción de semillas y nadie está luchando para proteger el patrimonio de las semillas tradicionales:



    “Cabe destacar la competencia que existe entre los pequeños productores o granjeros y las grandes corporaciones que hay en la agricultura. En los últimos 20 años, las corporaciones agrícolas químicas también se han dedicado a la actividad de producir y vender las semillas, y entonces están haciendo todo lo posible para eliminar a los pequeños productores. El Ministerio de Agricultura podría valorar las oportunidades que algunas directivas europeas, algunos tratados internacionales están ofreciendo y conceder más importancia a estas variedades locales. Pero nosotros preferimos la agricultura de grandes dimensiones, la agricultura industrial. Y las corporaciones son las que mejor trabajan en esto. Es decir que es también un problema de mentalidad, que es un poco anticuada frente a lo que está pasando ahora en el Occidente. El Occidente ha vuelto a descubrir el valor de estas variedades. Pero allí también existe una lucha entre las corporaciones y los pequeños granjeros, pero ellos están mejor organizados. Por ejemplo, en Francia existen varias confederaciones de campesinos con una fuerza extraordinaria y pueden influir en la decisión de las autoridades. Imagínense que los extranjeros que vienen y compran decenan de miles de hectáreas de tierra no están interesados en nuestras variedades locales. Desean hacer industria en la agricultura, no les interesa el paisaje, la contaminación de las aguas, de la tierra, sino sólo el beneficio…”


    Es decir que el mercado de las semillas está abierto para cualquier tipo de cultivo. Aquellos que deseen obtener producciones récord pueden acudir a los híbridos. En cambio, la mayoría de los consumidores prefieren las semillas tradicionales, obtenidas a través de la polinización libre, sin la intervención del ser humano, que producen frutas sabrosas y con muchas vitaminas.