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  • Los rumanos y la dirección Oeste

    Los rumanos y la dirección Oeste

    Aunque Rumanía atraviesa un periodo de descontentos y frustración social profundos, esto no tiene nada que ver con el apego de los ciudadanos a la OTAN y a la Unión Europea. Una encuesta del INSCOP publicada el martes muestra que el 90% de los rumanos rechaza la idea de abandonar la OTAN, un nivel récord de apoyo a la Organización del Atlántico Norte. Según la encuesta, basada en datos recogidos a finales del año pasado, en los últimos tres años ha aumentado un 10% la adhesión de los rumanos a la dirección Oeste en términos de alianzas políticas y militares. Pero más de la mitad se siente expuesta a la desinformación y a las noticias falsas a través de los canales de televisión y las redes sociales. Al mismo tiempo, más de tres cuartas partes afirman que su comportamiento de voto en las últimas elecciones se vio afectado por este fenómeno.

    Refiriéndose a las cifras de la encuesta, el director del INSCOP, Remus Ștefureac, cree que lo que está ocurriendo ahora en Rumanía «no tiene nada que ver con un declive de la adhesión de los rumanos al mundo euroatlántico, sino más bien con problemas internos, problemas económicos y sociales, problemas relacionados con la falta de confianza en la clase política, la falta de integridad, la falta de profesionalidad, la sensación de que el juego está amañado para que gane un bando». Según él, estas «son cuestiones internas que forman parte de nuestro debate interno, no son temas que tengan que ver con cómo se relacionan los rumanos con el mundo euroatlántico».

    La encuesta también muestra que la pertenencia de Rumanía a la Unión Europea es vista como una ventaja por sus implicaciones en la vida económica y social, familiar y personal por casi tres cuartas partes de los encuestados. Hace tres años, sólo el 55% de los rumanos creía esto. Al mismo tiempo, el 88% piensa que Rumanía debe permanecer en la UE, mientras que el 78% cree que el futuro económico del país depende de la pertenencia al bloque comunitario. Hace tres años, una cuarta parte de la población decía que a Rumanía le iría mejor saliendo de la UE. Ahora, más de la mitad de los rumanos cree que el país debe anteponer los intereses nacionales, aunque ello suponga incumplir las normas de la UE.

    El sondeo también indica que más de la mitad de los rumanos cree que las autoridades actúan más en interés de otros países, que la economía está controlada por extranjeros, que el Estado ayuda más a las multinacionales que a las empresas rumanas o que existe una complicidad de los países más ricos para mantener a Rumanía en la pobreza. Al mismo tiempo, más del 60% de los rumanos piensa que son vistos como ciudadanos inferiores en Europa, pero considera que Rumanía es culturalmente superior a los países occidentales. Por último, concluye la investigación, el 69% de los encuestados votaría a un partido nacionalista o a un candidato nacionalista en las elecciones presidenciales. La encuesta se considera una de las más relevantes publicadas por el INSCOP en los últimos años, ya que proporciona una clara comprensión del descontento social y de los factores que influyen en las percepciones de los rumanos en el actual contexto geopolítico.

     

  • Campañas electorales en Rumanía

    Campañas electorales en Rumanía

    La campaña electoral para las elecciones parlamentarias de Rumanía comenzó la semana pasada, en la medianoche del jueves, y terminará el 30 de noviembre. Durante este periodo, los partidos, alianzas o independientes que compiten por un escaño en la nueva legislatura bicameral del país deben convencer a los votantes para que depositen su voto el 1 de diciembre.

    Actualmente hay 330 representantes en la Cámara de Diputados y 136 en el Senado. Y se prevé que en los próximos cuatro años el número de escaños a cubrir en la legislatura se mantenga en 466. En el país, la votación para las elecciones parlamentarias tendrá lugar el mismo Día Nacional, entre las 07:00 y las 21:00 horas. Se puede emitir en el colegio electoral donde el votante esté inscrito en las listas permanentes. Si hay votantes en la cola o en el recinto cuando se cierran las urnas, el presidente del colegio electoral puede ordenar que se prolongue la votación hasta las 23:59, momento en que el sistema se cerrará automáticamente.

    Los ciudadanos rumanos que viven o residen en el extranjero pueden votar por correspondencia, si han elegido esta opción, o en cualquier colegio electoral organizado en el extranjero. Para más detalles, el presidente de la Autoridad Electoral Permanente, Toni Greblă, nos explica:

    «Se han habilitado 950 colegios electorales para que los rumanos residentes fuera de Rumanía puedan ejercer su derecho al voto. Para los extranjeros, el periodo de votación es más largo, es decir, el sábado y el domingo, desde las 7:00 hasta las 21:00 horas, con la misma posibilidad que el domingo, repito, solo el domingo, si todavía hay ciudadanos dentro del colegio electoral, podrán ejercer su derecho al voto hasta las 23:59 horas, hora local».

    También habrá 950 colegios electorales en la diáspora para las elecciones presidenciales, cuya primera vuelta tendrá lugar el 24 de noviembre, seguida de la segunda el 8 de diciembre. Este calendario electoral hace que actualmente se solapen las dos campañas electorales al Parlamento y al más alto cargo del Estado, con lo que el espacio público se ve invadido casi hasta desbordarse por la política y la politiquería.

    La campaña para la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que comenzó el 24 de octubre, concluirá el 23 de noviembre por la mañana. Hasta entonces, los 14 por Rumanía (10 candidatos presentados por partidos políticos y 4 independientes) intentan maximizar sus posibilidades de pasar a la segunda vuelta.

    Cuando concluya el 8 de diciembre, tras tres domingos consecutivos de llamadas a las urnas, los rumanos podrán por fin respirar aliviados: 2024 habrá sido, después de dos décadas, el año de las elecciones de todo tipo, ya que, en verano, Rumanía celebró también elecciones locales y al Parlamento Europeo.

    Versión en español: Antonio Madrid

  • Las relaciones de Rumanía con el Vaticano

    Las relaciones de Rumanía con el Vaticano

    La coexistencia multiconfesional de los cristianos está atestiguada desde la Edad Media, las fuentes registran información sobre la presencia de minorías junto a la mayoría: católicos junto a ortodoxos, reformados y evangélicos junto a católicos y ortodoxos, greco-católicos y católicos romanos junto a reformados y ortodoxos, neoprotestantes y otras confesiones.

    La presencia católica más antigua en el espacio rumano se encuentra en el territorio transilvano, concretamente en la archidiócesis de Alba Iulia, que data del siglo XI. En la catedral católica romana de Alba Iulia está enterrado el voivoda de Transilvania y regente de Hungría Iancu de Hunedoara, padre del rey húngaro Matei Corvin, de religión católica y de origen rumano, que murió de peste en 1456.

    La temprana presencia católica en el espacio rumano se debe a los reinos de Hungría y Polonia. Los obispados católicos en las laderas oriental y meridional de los Cárpatos eran el de Siret, en el norte, fundado en el siglo XIII, el de Milcov, a la vuelta de los Cárpatos, también en el siglo XIII, y el de Severin, en el encuentro de los Cárpatos con el Danubio, en el siglo XIV. Hasta la aparición del Imperio Otomano en el sudeste de Europa a finales del siglo XIV, católicos y ortodoxos, aunque a menudo divididos por ideas políticas, formaban parte del mismo mundo cristiano. Las Cruzadas Tardías fueron alianzas entre reyes y príncipes católicos y ortodoxos, y en las coaliciones antiotomanas de los siglos XVII y XVIII se agruparon ejércitos de todas las confesiones cristianas.

    A medida que la influencia otomana al norte del Danubio disminuye a partir del siglo XVIII y las ideas occidentales de modernización llegan a los principados de Moldavia y Valaquia, también lo hace la presencia católica. Los dos primeros reyes de Rumanía de la dinastía Hohenzollern-Sigmaringen, Carlos I y Fernando I, bajo los cuales se formó y amplió el estado rumano moderno, eran de confesión católica.

    En 1883, el Papa León XIII fundó la archidiócesis católica de Bucarest. Y la carta apostólica Praecipuum munus de 27 de abril de 1883, por la que la Santa Sede elevó el vicariato apostólico de Valaquia al rango de arzobispado, fue un reconocimiento de la importancia del Estado rumano, que se convirtió en reino en 1881.

    Al final de la Primera Guerra Mundial, Rumanía y el Vaticano formalizan relaciones bilaterales. Si la presencia católica en Rumanía había sido la base histórica sobre la que se asentaron las relaciones entre los dos Estados, en 1920 se abrieron embajadas. En 1927, el concordato firmado por las dos partes garantizó la práctica del culto católico en Rumanía. El concordato preveía, entre otras cosas, el reconocimiento de la personalidad jurídica de la Iglesia católica en Rumania, los líderes religiosos debían ser ciudadanos rumanos, la Iglesia podía abrir escuelas, hospitales, orfanatos y otras instituciones sociales y educativas.

    Al final de la Segunda Guerra Mundial, derrotada y ocupada por el ejército soviético, Rumanía fue completamente subyugada por el nuevo régimen comunista. La política antioccidental del régimen prosoviético de Bucarest alcanzó sus formas más duras, en relación con el Vaticano significó la denuncia del concordato de 1927, el 17 de julio de 1948. La ruptura unilateral de las relaciones diplomáticas con el Vaticano significó la disolución de las iglesias católicas en Rumania y la persecución de los creyentes.

    Mientras que los extranjeros escapaban solo con expulsiones, los ciudadanos rumanos engrosaban las filas de los presos políticos. La Madre Clara, cuyo nombre secular era Catherine Laszlo, entró en el monasterio a la edad de 13 años y fue condenada a 15 años de prisión, de los cuales cumplió 14. En 2003, contó al Centro de Historia Oral de la Radio Rumana cómo fue testigo, como administradora del edificio de la Nunciatura Apostólica en Bucarest, de su evacuación inmediatamente después de la decisión de las autoridades rumanas de romper los lazos con la Santa Sede.

    «Su Excelencia O’Hara, regente del nuncio, fue convocado al Ministerio de Asuntos Exteriores y se le informó que él y sus colaboradores debían abandonar el país en un plazo de 48 horas, pero que tenía derecho a entregar la custodia del edificio a una embajada de su elección. Debido a que la embajada suiza era neutral, eligió este país. O’Hara fue acusado de espionaje, de ser un espía del Papa. A las 48 horas tuvo que irse. Y era costumbre cuando una embajada salía para tener una cena de despedida con los otros embajadores que aún existían en el país. Era la cena, y a las 12 en punto, cuando terminó, sellaron todo el edificio, solo quedaba una puerta en el sótano para las hermanas, para nosotras que vivíamos allí, y había una casa más pequeña en el patio donde vivían tres monjes. Salimos con velas encendidas hacia la puerta principal, salieron todos los diplomáticos y allí se entregó la llave de la embajada suiza».

    Inexistentes entre 1948 y 1989, las relaciones de Rumanía con el Vaticano se restablecieron el último día de 1989, el 31 de diciembre, nueve días después del colapso de la dictadura comunista el 22 de diciembre. Y estas se han ido desarrollando, hasta el punto de que la primera visita de un Papa a un país ortodoxo tuvo lugar hace 25 años, en 1999, cuando Juan Pablo II visitó Rumanía.

     

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • La reunión de la diplomacia rumana

    La reunión de la diplomacia rumana

    A punto de concluir su mandato presidencial de 10 años, Klaus Iohannis participó, por última vez, en la reunión con los jefes de misiones, oficinas consulares y directores del Instituto Cultural Rumano con motivo de la Reunión Anual de la Diplomacia Rumana. Según el jefe de Estado, Rumanía se ha convertido, en la última década, en un actor regional, europeo e internacional creíble, implicado y respetado, un verdadero proveedor de estabilidad y seguridad. Dijo a los diplomáticos rumanos que los principales objetivos de la política exterior siguen siendo la consolidación del papel y la influencia en la Unión Europea y en la Alianza del Atlántico Norte, la profundización de la asociación estratégica con Estados Unidos y la diversificación del diálogo bilateral con socios de todos los continentes. El presidente dijo que sigue siendo un firme partidario del proceso de ampliación de la Unión Europea y subrayó que Rumanía sigue comprometida a apoyar el camino europeo de Ucrania y de la República de Moldavia. Recordó que Bucarest apoyó firmemente la histórica decisión sobre la apertura de las negociaciones de adhesión a la Unión Europea con los dos Estados vecinos, adoptada en la reunión del Consejo Europeo del 14 y 15 de diciembre del año pasado. En cuanto a Ucrania, desde el primer día de la guerra, Rumanía se ha solidarizado plenamente y ha adoptado amplias medidas multidimensionales en su apoyo, subrayó Iohannis.

    En el plano de la seguridad y la defensa, como Estado miembro de la OTAN, Rumanía tiene un papel constructivo y un factor de equilibrio, al ser un proveedor de seguridad y estabilidad, considera el líder de Bucarest. En su opinión, Rumanía se beneficia actualmente del más alto grado de defensa y protección de toda su historia. En cuanto a la Asociación Estratégica con Estados Unidos, como pilar esencial de la política exterior de Rumania, Iohannis declaró que se ha hecho más sólida y ha adquirido más sustancia.

    Por otro lado, el jefe de Estado mencionó que en los diez años de mandato se ha prestado especial atención al fortalecimiento de las alianzas estratégicas bilaterales y las relaciones con Estados con los que compartimos valores e intereses comunes, como Alemania, Francia, España, Italia y Polonia. La adhesión a Schengen, un tema recurrente y un objetivo que aún no se ha alcanzado plenamente, también se mencionó en la reunión de diplomáticos rumanos de este año. El presidente afirmó que la adhesión de Rumanía al espacio Schengen con fronteras aéreas y marítimas constituye un hito importante y subrayó que la supresión de los controles en las fronteras terrestres sigue siendo un objetivo prioritario.

    Estoy convencido de que lograremos completar este esfuerzo colectivo en beneficio no solo de los ciudadanos rumanos, sino de una Unión más próspera y libre de obstáculos artificiales, señaló el jefe de Estado. Otro objetivo importante de la política exterior es la adhesión del país a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Instó a incrementar el esfuerzo interinstitucional para que este proceso concluya con éxito en el menor tiempo posible.

     

    Versión en español: Mihaela Stoian