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  • Desde Rumanía hacia el mundo: ¡Celebramos la Nochevieja!

    Desde Rumanía hacia el mundo: ¡Celebramos la Nochevieja!

    Celebramos la Nochevieja y cada zona de nuestro país tiene platos específicos para la mesa festiva, pero la carne de cerdo es el elemento común de las tradicionales mesas rumanas. De hecho, en Rumanía, matar el cerdo es un ritual que se mantiene desde la antigüedad y se transmite de generación en generación.
    Las tradiciones culinarias rumanas son un elemento esencial del patrimonio cultural del país, estando estrechamente vinculadas a su historia, valores y creencias. Durante las Fiestas de invierno, todas las familias se reúnen alrededor de la mesa para disfrutar de platos tradicionales, que no sólo son deliciosos sino también llenos de simbolismo. La mayoría de los rumanos respetan estas tradiciones, lo que demuestra lo profundamente arraigadas que están en la cultura rumana.
    Las delicias tradicionales rumanas que enriquecen la mesa de Navidad y Año Nuevo son muy diversas. Cada plato tiene su propia historia, que refleja las costumbres y tradiciones locales.
    Los platos más importantes presentes en las mesas de fiesta de los rumanos son: aperitivos, sarmale, embutidos (piftia), ensalada boeuf, salchichas caseras y postres.

     

     

    Con diferencia, el plato tradicional más famoso en la mesa navideña y de Año Nuevo es el sarmale en todas las zonas del país. Al mismo tiempo, con motivo de la Natividad de Dios, en las mesas de los rumanos se pueden encontrar cerdo asado, salchichas y ensalada boeuf.
    Como en todas partes del país, en Moldavia los sarmales también ocupan un lugar de honor en la mesa navideña. También son indispensables en esta zona la piftia (frialdad), los embutidos de cerdo, las carnes ahumadas, los caltabos y el vino tinto. Algo más específico de la zona son los prjoales, una especie de albóndigas que los moldavos sirven con orgullo a sus invitados en Navidad.

    Entre todos los postres modernos, el cozonac sigue siendo una tradición en las mesas navideñas rumanas. Este postre tradicional es una especie de pan dulce con nueces, cacao, pasas o delicia turca, que se prepara en los hogares rumanos con mucho cariño y paciencia. El cozonac se puede acompañar con una copa de vino caliente, creando así una combinación perfecta de sabores. ¡Ni hablar del inconfundible aroma del bollo recién salido del horno!
    Una de las supersticiones más famosas dice que la primera persona que cruce el umbral de la casa el primer día del Año Nuevo influirá en el año que acaba de comenzar. Se dice que si la primera persona en entrar a la casa es un hombre, entonces tendrás un año de suerte, pero si la mujer entra primero a la casa, el Año Nuevo será de mala suerte. Otra superstición de Nochevieja es que tanto el último día del año como el primer día del Año Nuevo es recomendable no gastar ni tirar nada fuera de casa, ni siquiera la basura, porque con ella tirarás lejos tu y suerte en la casa. Se dice que en Año Nuevo no es bueno tener deudas. De lo contrario, seguirás endeudado durante todo el año. La superstición de Año Nuevo dice que en Nochevieja es bueno tener dinero en el bolsillo, así atraerás la suerte a tu lado. La superstición dice que quien duerme la noche de Año Nuevo tendrá sueño todo el año. Otra superstición de Nochevieja es que no es bueno comer aves de corral en Nochevieja, ya que trae mala suerte. El primer día del Año Nuevo no lave ni barra, porque estas cosas pueden empobrecer la casa.
    El 2025 nos espera con nuevos comienzos y nuevas oportunidades.
    No hay nada más valioso que la amistad. ¡Os deseamos un 2025 lleno de nuevas experiencias, amor y éxito!

  • 065 Rumaniando en la Radio

    065 Rumaniando en la Radio

    En el programa de hoy hablamos sobre la región de Transilvania, una importante región histórica de Rumanía, y luego nos centramos en la magnífica ciudad de Cluj-Napoca.

     

  • Fiestas de invierno en el Banato de Montaña

    Fiestas de invierno en el Banato de Montaña

    Dan Mirea, gerente del Centro de Creación y Promoción de la Cultura Tradicional de Caraș Severin, afirma que el Banato de Montaña (Banatul Montan en rumano) puede ser el destino perfecto para quienes buscan un lugar donde pasar las vacaciones de invierno.

    «Hay grandes ciudades en Rumanía que se han dado cuenta de que las celebraciones navideñas tienen que parecerse a las europeas. Lo que está ocurriendo en Craiova, Sibiu y otras grandes ciudades es una prueba de que estamos intentando alinearnos con lo que significa el turismo cultural o el turismo religioso, porque estas celebraciones unen a las familias y a la gente. En el Banato de Montaña tenemos las montañas del Banato, que están rodeadas de complejos turísticos. Me referiré a la localidad de Semenic y, en particular, a la localidad de Văliug, que se ha reinventado en los últimos diez años. Allí tenemos más de 30 casas de huéspedes. Los turistas frecuentan estas localidades desde hace varios años. Actualmente, en la localidad de Văliug, los hoteles están ocupados al 100% debido a las pistas. En la localidad de Văliug hay una de las mejores pistas del oeste de Rumanía y hay muchísimos turistas. Si en los últimos años había turistas de Rumanía, desde hace dos o tres años, hay turistas del extranjero que vienen por esta pista de esquí».

    Se han invertido fondos europeos en la zona, y ahora incluso hay una amplia oferta para quienes quieran pasar las vacaciones de Navidad. Dan Mirea, gerente del Centro de Creación y Promoción de la Cultura Tradicional Caraș Severin, nos cuenta que los hoteles están al completo. Pero también se han hecho inversiones en el macizo de Muntele Mic.

    «Ha habido muchas conversaciones sobre la pista de allí. Ahora, esta pista también está en proceso de modernización. Las dos pistas, tanto la del monte Semenic como la del monte Mic, despertarán sin duda, en un futuro próximo, el interés de los amantes de los deportes de invierno. Desde hace tres años, he decidido celebrar la Nochevieja en Văliug, en lo alto de las montañas, porque en esos lugares se respira un ambiente maravilloso, muy difícil de describir. Hay algunos pueblos muy especiales. Por ejemplo, el famoso Gărâna, que es marca nacional por el Festival Internacional de Jazz. Allí hay más de 30 casas de huéspedes. Gărâna es un pueblo de origen alemán, que se ha desarrollado mucho en los últimos años, y en los dos últimos años he pasado la Nochevieja, las vacaciones de Navidad en Gărâna, en los albergues de allí y en las pistas de esquí. Hace dos años, de hecho, pasé la Nochevieja en la pista de esquí».

    «El Banato es lo más importante», dice Dan Mirea, de quien nos enteramos de que las autoridades locales se están tomando en serio su misión de promoción turística. El Consejo Destrital de  Caraș-Severin ha creado un equipo que se encargará estrictamente de la promoción y de atraer turistas a la zona.

    «Creo que esta expresión nos obliga a volver a presentar no sólo a los turistas, sino también a los que pasan por el Banato de Montaña, el esplendor de antaño. Tenemos la cualidad de ser muy buenos anfitriones y contamos con muchos atractivos. No solo está el monte de Semenic,  sino que también están las Gargantas del Danubio en el Banato de Montaña, que se ha desarrollado mucho. Si en invierno las principales atracciones son las estaciones de montaña, en verano todas las ciudades de las Gargantas del Danubio, hasta el punto en que se cruza con el distrito de Mehedinți, están ocupadas al 100% por turistas, y la mayoría son extranjeros. Existe esa zona bendecida por Dios, donde el Danubio fluye por el Banato a través de las montañas que lo conducen al mar. Yo diría que es muy extraño que hayan venido muchos turistas de mucho más lejos de Europa. Por supuesto, también tenemos un núcleo de rumanos que regresan a casa. El Banato es el distrito con el mayor número de alemanes étnicos, con húngaros étnicos, con gente que vive en el extranjero desde antes de 1989, algunos de ellos regresan e invierten en el Banato».

    Muchos turistas se detienen en las Gargantas del Danubio para admirar la talla en piedra de Decébalo, el rey dacio. Mide 55 metros de alto y 25 de ancho. Para que se haga una idea del tamaño de la estatua, sólo es seis metros más baja que la Estatua de la Libertad de Nueva York, ocho metros más alta que el monumento a Jesús de Río y diez metros más alta que el coloso de Rodas. Es la escultura de piedra más alta de Europa. Y muy cerca de la famosa estatua de Decébalo se encuentra el balneario de Băile Herculane, explica Dan Mirea, gerente del Centro de Creación y Promoción de la Cultura Tradicional de Caraș-Severin.

    «Muchos edificios históricos de Băile Herculane han sido renovados. Hay proyectos e inversiones europeas en este balneario emblemático, un Karlovy Vary de Rumanía. Este año el Festival Hércules se celebró en el nuevo teatro de verano, completamente renovado, y tuvimos una asistencia constante de más de 3000 personas cada noche, que vinieron de toda Rumanía y del extranjero para ver las bellezas del Banato. Los baños Herculane siguen siendo, con mucho, un reto para las autoridades locales. En un futuro no muy lejano, se verá una transformación radical de Băile Herculane, porque ahora hay allí un alcalde muy hábil, que se ha dado cuenta de que la mayor apuesta que tiene que ganar es devolver la imagen y el brillo de los tiempos de antaño, donde solían veranear la princesa Sisi y la élite del Imperio Austrohúngaro. Hay agua termal, hay establecimientos hoteleros y hoteles de la época austrohúngara que han conservado su notoriedad, está la mansión donde vivió María Teresa y todavía quedan allí los muebles».

    También en el Banato de Montaña se puede visitar un parque de molinos de agua, único en Europa, incluido en el Patrimonio Mundial de la UNESCO y restaurado a principios de la década de 2000 por el Museo Astra de Sibiu, con fondos europeos. Los molinos se encuentran en el pueblo de Eftimie Murgu y siguen en funcionamiento. No menos fascinante es Ineleț, una aldea de montaña a la que sólo se puede acceder por escaleras verticales de madera. El pueblo se ha conservado tal y como era hace cien años, debido al acceso bastante difícil.

    Versión en español: Monica Tarău

  • Declaraciones en el Día Nacional

    Declaraciones en el Día Nacional

    Los rumanos celebraron el Día Nacional el domingo 1 de diciembre, conmemorando el 106º aniversario de la puesta bajo la autoridad de Bucarest de todas las provincias en las que los rumanos son mayoría. Así pues, el 1 de diciembre de 1918 marca el establecimiento del Estado nacional rumano unitario. Al final de la Primera Guerra Mundial, todas las provincias habitadas mayoritariamente por rumanos, que antes habían estado bajo la autoridad de los imperios austrohúngaro y zarista –Transilvania, Banato, Bucovina y Besarabia– pasaron a formar parte del Reino de Rumanía.

    El presidente Klaus Iohannis, que ofreció su última recepción del Día Nacional como jefe de Estado, envió un mensaje de unidad y solidaridad para superar las crisis y avanzar con dignidad. En su opinión, el pueblo rumano es fuerte y apegado a los valores democráticos y seguirá defendiéndolos. Klaus Iohannis instó a los rumanos a mirar hacia atrás con gratitud por los sacrificios y la lucha por la unidad y la soberanía, pero también hacia adelante, hacia el futuro que debe construirse con sabiduría. Klaus Iohannis:

    «El 1 de diciembre de 1918, nuestros antepasados consiguieron hacer realidad su sueño de tener un solo país, logrando la Gran Unión en Alba Iulia. Desde entonces, hemos vivido guerras, dictaduras, revoluciones, graves crisis sanitarias y económicas. Gracias al espíritu de unidad y solidaridad demostrado ante los objetivos comunes, siempre hemos conseguido superar estas crisis, adaptarnos y levantarnos más fuertes que antes».

    Por su parte, el primer ministro Marcel Ciolacu afirmó que la Fiesta Nacional de este año es más importante que nunca, subrayando la necesidad de un Parlamento que «mantenga las cosas bajo control» para no deslizarse «por una pendiente peligrosa. Este 1 de diciembre se trata de elegir entre la estabilidad y el caos, entre el desarrollo y la austeridad», declaró el primer ministro Ciolacu. Según él, es necesario un equilibrio para preservar la orientación proeuropea de Rumanía, para que continúen las inversiones con fondos europeos y para que los ciudadanos conserven sus puestos de trabajo y sus pensiones.

    El presidente del Senado, Nicolae Ciucă, también destacó en un mensaje del Día Nacional el deber de anteponer la estabilidad, el diálogo y el respeto a los ciudadanos, en el contexto del actual periodo marcado por retos y decisiones importantes. «Es un momento en el que recordamos los sacrificios de nuestros antepasados, que sentaron las bases de un Estado unido y soberano, pero también la responsabilidad que tenemos de continuar con este legado», dijo el presidente del Senado, haciendo un llamamiento a la unidad.

    «Quiero que este día nos reúna, independientemente de nuestras diferencias de opinión, en torno a los valores que nos definen como nación: unidad, solidaridad y fe en un futuro mejor. Rumanía tiene los recursos y el potencial para crecer, pero esto requiere trabajo duro, honestidad y coraje», subrayó Nicolae Ciucă.

  • Feria de Turismo de Rumanía, edición de otoño

    Feria de Turismo de Rumanía, edición de otoño

    Organizada bianualmente, la Feria del Turismo de Rumanía es el acontecimiento nacional dedicado a la industria turística. Año tras año, las asociaciones turísticas y las administraciones públicas locales promocionan las zonas turísticas más bellas de Rumanía. Del 21 al 24 de noviembre, los visitantes tuvieron acceso a una amplia gama de paquetes promocionales, descuentos exclusivos e ideas de vacaciones para todos los gustos y presupuestos.

    El Consejo Distrital de Neamț estuvo presente junto con sus socios, el Ayuntamiento de Târgu Neamț y la Organización de Gestión del Destino de Piatra Neamț «Hai la Piatra». Mona Țigănuș, jefa del servicio de turismo del Consejo Distrital de Neamț.

    «Tenemos mucho interés en promocionar la riqueza de recursos de nuestro distrito en internet, pero también aquí, físicamente, en la Feria de Turismo. Como siempre, proponemos cosas nuevas. Esta vez hemos traído a Bucarest, a Romexpo, la pintoresca e histórica Neamț. Es un tema que propusimos para ser nominado destino del año 2024. Fue muy votado y apreciado por el público. Esta vez, por ejemplo, hemos traído hoy a Romexpo al grupo de costura de Borlești, en el que nuestras compañeras cosen delante de los visitantes, y los visitantes pueden participar en esta actividad si lo desean. Tenemos con nosotros a la artesana folclórica Ionela Lungu, que hace los personajes de Ion Creangă, modelándolos en arcilla, y presenta objetos tradicionales de madera tallada».

    Ionela Lungu, artesana folclórica, siempre dispuesta a hablar de los personajes de Ion Creangă, dice que los turistas se mostraron muy receptivos.

    «Vine con Păcală, con Moș Ion Roată, con las bolas moldeadas en la palma de la mano. Me invitaron a esta feria de turismo para representar al distrito de Neamț como artesana popular. Me di cuenta de que los cuentos también podían actuar como embajadores de la zona de Neamț, porque cualquier transeúnte, no necesariamente rumano, sino incluso extranjeros llegados de las casetas vecinas, de Bulgaria, India, Turquía, se paraban y me preguntaban de qué se trataba, porque eran muy simpáticos. Me gustó su reacción, pero les dije que, en realidad, aunque son personajes de cuentos, porque vivo a dos casas de la casa de Ion Creangă y en cierto modo se parecen a mis padres, en realidad, todos estos personajes somos nosotros, los rumanos. En una época, éramos Dănilă Prepeleac o Tușa Mărioara. Por turnos, todos íbamos pasando por las hazañas que enumeraba el narrador en sus historias».

    Ana Voican se ocupa del turismo activo en Rumanía y de la organización de eventos en este segmento. Aprendemos que Rumanía es un destino muy atractivo en este sentido, gracias a su extraordinaria diversidad geográfica. Además, podemos conocer Rumanía durante todo el año.

    «Siempre que te apetece, hay algo que hacer y elegir. Las zonas a las que puedes ir te ofrecen mucho en ese sentido. En invierno usamos la opción de los deportes de nieve, pero eso no es todo. Hasta que caiga la nieve, podemos optar por ir en bicicleta a Dealul Mare, por ejemplo, cerca de Bucarest, donde podemos visitar bodegas. Podemos elegir una ruta fácil de 20 km con un desnivel de 200 metros, adecuada tanto para adultos como para niños. Visitaremos lugares de interés local, pero también podremos parar en bodegas, catar, disfrutar de brunchs y fiestas con amigos y familiares. A partir del 1 de diciembre se abrirán las pistas, así que empieza el esquí y el snowboard. Podemos dirigirnos a las estaciones del valle de Prahova, pero también a Straja, Paltiniș, donde suelen organizarse fiestas y competiciones muy originales durante toda la temporada de invierno, dirigidas a todos los consumidores de estos deportes. Tenemos tanto fiestas diurnas como nocturnas para los que quieran disfrutar de la vista de las pistas por la noche. En nuestras estaciones de Rumanía, podemos disfrutar tanto de las tradiciones como de la decoración de los árboles de Navidad. Podemos escuchar villancicos, dar la bienvenida a Papá Noel, pero durante el día también podemos hacer senderismo y ver las vistas de la zona».

    Alina Roșoiu, directora de proyectos de una plataforma de viajes, presenta algunas ofertas tentadoras para las vacaciones de invierno.

    «Un hotel de tres estrellas en el distrito de Valcea, más concretamente en la zona de los Baños de Olănești, ofrece alojamiento con las tres comidas incluidas, con una fiesta de Nochevieja, con actividades como rutas por la naturaleza y música en directo. Los precios son para todos los bolsillos. Los precios de los paquetes empiezan en 1500 leus (300 euros) para dos personas y dos noches, y aumentan según el número de noches. Pueden subir a 1800 leus (360 euros) o 2000 leus (400 euros) por una habitación doble, con todo incluido. Como novedad, porque la Nochevieja está casi aquí y puede que algunos hayamos hecho otros planes pero queramos probar otra cosa, aquí va otra propuesta. Se organiza una Nochevieja a la antigua usanza con tradiciones serbias en la zona del Danubio, en una pensión de tres estrellas, con hoguera, asador, senderismo por el Ciucaru Mare, actividades como la búsqueda del tesoro. Los precios son a partir de 3900 leus (780 euros) y todo está incluido: alojamiento, comidas y la fiesta, evento con pinchadiscos, bailes y diversos talleres que la unidad de alojamiento organiza para los futuros huéspedes».

    Dan Mirea, director del Centro de Cultura y Arte de Caraș Severin, promovió las tradiciones antiguas y auténticas.

    «A diferencia de las ediciones anteriores, hemos intentado mejorar el programa artístico y no solo eso. Si en las otras ediciones vinimos con un programa artístico diversificado y con la exposición en Herculane, en esta edición de otoño, también trajimos una exposición única en el Banato. Son 17 trajes folclóricos de la zona del Banato de montaña, del museo de Caransebeș, trajes del patrimonio nacional, de más de 100 años. Proceden de todas las zonas folclóricas del Banato. Fueron una atracción para nuestra caseta. Tuvimos muchos visitantes y, además de esta exposición, también trajimos a dos especialistas del museo de Caransebeș para que pudiéramos explicar a quienes quisieran conocer la historia y el valor de las tradiciones del Banato sobre estos trajes».

    Junto con la caseta de la zona Banato de montaña, el balneario de Băile Herculane se promocionó a través de una exposición única. Había postales de más de 100 años de antigüedad, así como antiguos artículos de prensa y carteles sobre el poder curativo de las aguas termales y el aire rico en iones negativos.

    Versión en español: Monica Tarău

  • Los campos de concentración en la región de Bărăgan

    Los campos de concentración en la región de Bărăgan

    Una zona escasamente poblada desde siempre, pero muy fértil desde el punto de vista agrícola, Bărăgan fue un lugar elegido por el régimen comunista para castigar a unas 40 000 personas a las que consideraba enemigos de clase. Todos los testimonios de quienes pasaron varios años de su vida en esta parte oriental de la llanura rumana, algunos de ellos registrados por el Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana, describen las mismas condiciones de vida en la década de 1950.

    En 1951, el régimen comunista comenzó a enviar ciertas categorías de personas a Bărăgan, personas que tenían que ser castigadas por lo que eran: campesinos medios, algunos miembros de las minorías alemana, serbia, húngara, arrumana, y rumanos de Besarabia que habían huido de esta región ocupada por los soviéticos en 1944. Entre ellos se encontraba la alumna Elena Boroș, refugiada de Besarabia con sus padres, en el oeste de Rumanía, en el Banato:

    «Yo estaba en Sânnicolau Mare, en la escuela técnica agrícola, cuando se llevaron a mis padres. Luego, en una noche, no solo en Banato y Mehedinţi, en la misma noche los recogieron a todos. Pero por lo que me contaron mis padres, a las 12 de la noche vino un guardia de seguridad y un miliciano y les dijeron que hicieran las maletas porque tendrían que marcharse. Al día siguiente recibí una llamada telefónica de mi padre y me dijo que volviera a casa urgentemente, en el primer tren, y que no los encontraría en casa, sino en la estación. Cuando llegué a la estación, mis padres ya estaban con su equipaje en el andén esperándome. Después de llegar, nos metieron inmediatamente en el vagón y nos fuimos».

    El miedo de la gente era máximo. No sabían adónde los llevaban, vivían aterrorizados ante el espectro de ser devueltos a la Unión Soviética y enviados a Siberia. Elena Boroș recuerda sus primeras impresiones sobre el rumbo que tomaría su vida:

    «Cuando llegué aquí por la mañana, a Nicoleşti-Jianu, el tren se detuvo. Mi padre le preguntó al guardia de seguridad que vio que el tren se había detenido en una vía muerta si no seguíamos adelante. El guardia de seguridad nos dijo que nos quedaríamos allí. Llegaron unos camiones vacíos, le quitaron a cada uno el equipaje que tenían, nos subimos a un camión que nos llevó a Satu Nou (n. red: Aldea Nueva). De hecho, no había una aldea nueva, era un campo baldío. Se trazó el pueblo, con calles y lugares para las casas, donde estaría cada parcela de 2500 metros. Algunos, donde se detuvieron, vieron que el lugar estaba vacío y se sentaron allí. Donde nosotros paramos había trigo sembrado, pero había unas estacas alrededor, y dijimos que nos quedábamos allí. Descargamos y nos quedamos a cielo abierto. Y nos preguntábamos qué íbamos a hacer».

    La primera noche durmieron a cielo abierto, cubiertos con mantas y alfombras. Al día siguiente comenzaron a hacer sus casas, las primeras fueron las chozas. Luego cavaron pozos para obtener agua. Después de una semana, las autoridades llegaron y enviaron a la gente a una granja para trabajar en la cosecha de algodón.

    Vasile Neniță también fue deportado a Bărăgan cuando era niño. Y recordó el desierto en el que había terminado con sus padres y otros afectados por el destino.

    «Hacía mucho calor en Bărăgan. No había agua, solían traernos agua en camiones cisterna desde Borcea y la gente iba a por agua y la bebíamos durante mucho tiempo. Mucha gente se enfermó por esa agua. Lo más doloroso que recuerdo, todavía era un niño de 11 años, fue que en el primer año había un cementerio muy grande. Muchos no sobrevivieron a ese invierno, especialmente los ancianos de Banato. El clima en Banato era templado, había un clima frío. Era un invierno duro y no pudieron resistir. Mucha gente murió. Y esto sucedió en todas partes, y en el resto de los pueblos de Bărăgan, no solo aquí. No había nada en Bărăgan, solo un campo baldío. Se podía ver un árbol a 100-200 metros de distancia. ¡Esto era Bărăgan, hasta donde alcanzaba la vista era un campo! Y cuando llegaron esos vientos y torbellinos, como en la novela Los cardos de Bărăgan, fue aún más».

    Vasile Neniță también recuerda el momento en que la propia Ana Pauker, ministra de Relaciones Exteriores del gobierno comunista, hizo una visita para instar a los deportados a construir viviendas:

    «Llegó en helicóptero y aterrizó allí. Antes vino la milicia y tocó el tambor en el pueblo para que todo el mundo se reuniera en un lugar determinado. No sabíamos para qué, y allí también nos dijeron que teníamos que construir casas. E hicieron equipos de 8-10 personas y se estableció el orden de construcción de las casas. Se hacían de tierra batida, se colocaban tablones y se vertía tierra. Golpeaban con la maza hasta concluir el muro. Y las casas tenían dos habitaciones y una cocina, cubiertas. Nos trajeron la carpintería, el tejado y el junco».

    Después de 4 años de privaciones extremas, en 1955, las autoridades permitieron que los deportados se fueran a donde quisieran. La mayoría de ellos optaron por volver a visitar sus lugares de origen, dejando atrás una experiencia de vida extrema.

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • 028 Rumaniando en la Radio

    028 Rumaniando en la Radio

    En esta ocasión nos vamos a desplazar a la zona occidental del país para descubrir unos lagos muy interesantes allí donde Rumanía comparte sus fronteras con Serbia y Hungría: los lagos de Poiana Marului, Tres Aguas y Ojo del Bey.