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  • 064 Rumaniando en la Radio

    064 Rumaniando en la Radio

    En el programa de hoy hacemos un breve recorrido histórico por los mercadillos navideños, originarios de Alemania, y visitamos a través de la ondas de la radio tres de los más importantes en Rumanía: los de Craiova, Sibiu y Bucarest

     

     

  • «Am nevoie de tine!» «¡Te necesito!»

    «Am nevoie de tine!» «¡Te necesito!»

    Laura Fincu, estudiante de la Escuela Nacional de Estudios Políticos y Administrativos de Bucarest en la década de 2010, conoció a Sache en circunstancias trágicas: arrojado desde el piso de la residencia de estudiantes donde vivía, Sache, entonces sólo un perrito, resultó gravemente herido y tuvo que permanecer enyesado durante meses, tiempo durante el cual fue atendido por Laura y sus compañeros. Ahora, casi 15 años después, ella recuerda:

    “Lo llevé al dormitorio y Sache se convirtió en el emblema del dormitorio. Después todos lo cuidaron y obviamente tenía más amigos. Allí intentamos cambiar la realidad en el acto y dejar esa casa diferente a como la encontramos. ¡Y lo logré! Inicialmente así comencé, no tenía muchos conocimientos en el campo, estaba estudiando Comunicación y Relaciones Públicas, estaba en un camino diferente en la vida y no sabía exactamente qué hacer con los animales de la calle y comencé cuidándolos, manteniéndolos vivos, alimentándolos, luego esterilizandolos… Y finalmente, cuando salí de la residencia, encontré adopción para 15 cachorros y dejé el lugar completamente vacío de cachorros callejeros.ʺ

    ¡Y no sólo eso! Sache cambió por completo el rumbo de la vida de Laura Fincu. Al finalizar sus estudios, Laura y un colega suyo decidieron abrir un pequeño consultorio veterinario, creyendo, a los veinte años y pico que tenían, que solucionarían el problema de los animales callejeros en Rumanía. Lo que siguió superó sus expectativas: en 2016 nació y se desarrolló la asociación que todavía lleva el nombre de Sache… Sache Vet:

    ʺSiempre fue mucho más que un simple cachorro. Somos personas muy racionales, somos un equipo médico anclado en la realidad, pero Sache creó mucha magia a su alrededor y creo que en realidad el momento más bonito es cuando me di cuenta de que ha coagulado un equipo enorme de personas que se lo ponen todo, su vida y habilidad al servicio eficaz del bien. ¡Y no sólo eso! Salvó a decenas de miles de animales. Es un recordatorio o un símbolo que nos hace despertar por la mañana llenos de motivación. De un veterinario hemos pasado a seis médicos, un equipo médico de 16 personas, 100.000 mascotas esterilizadas en 8 años, miles de animales tratados cada año y, ahora, la construcción de un hospital social ”.

     El 80% de las familias con animales en Rumanía no pueden permitirse el lujo de proporcionar a sus mascotas una atención veterinaria adecuada, y los costes son elevados incluso para las personas con ingresos medios. En cuanto a los animales en la calle, son muy pocos los afortunados que se encuentran con los socorristas, la mayoría de los dramas siguen siendo, a diario, desconocidos. Sin embargo, la Asociación de Veterinarios de Sache atiende de forma gratuita a cualquier animal sin familia o procedente de una familia vulnerable. Y se esfuerza por ampliar su capacidad para ayudar a los amigos de cuatro patas necesitados, construyendo – como acaban de oír – el primer hospital veterinario social de Rumanía.

    Situado en la aldea de Tărtășești, en el distrito de Dâmbovița, el hospital veterinario de Sache, destinado a emergencias graves, ofrecerá asistencia gratuita a los animales callejeros y a los de familias sin medios económicos. Para el resto de clientes, ofrecerá servicios a precios sociales para apoyar el programa gratuito: más del 90% de los beneficios se invertirá en la causa y el resto en mejoras. Laura Fincu:

    ʺTambién hay una categoría de personas que son capaces de ejercer mucha violencia contra los animales y existimos para esos animales, para los más vulnerables, para aquellos que nos necesitan para vivir un día más. Después de 3 años de lucha, sí, ya casi está listo, el hospital está en un 90%, estamos en la etapa interior donde está muy minucioso, pero la satisfacción es cada vez mayor al ver que ha tomado forma y realmente existe un sueño hecho realidad. Nos queda muy poco para dejar ir y empezar a hacer lo que hacemos con más fuerza. Nuestro trabajo se basa en un 90% en cirugía, llevamos 8 años haciendo esterilización gratuita, nos basamos muchísimo en la prevención, consideramos sumamente importante reducir el número de animales callejeros. El hospital tendrá, además de cirugía, laboratorio, radiología, etc., un centro de formación, un centro de formación para veterinarios y estudiantes, porque para nosotros es muy importante compartir lo que sabemos”.

     Como la demanda es muy alta, el concepto de medicina veterinaria social es más que necesario – dice Laura Fincu:

    ʺTambién somos una empresa social, también somos una ONG, para nosotros era muy importante llevar este concepto a la medicina veterinaria. Es muy necesario, la demanda es enorme. Animamos a cada vez a más veterinarios a que intenten trabajar de esta manera, porque es increíblemente gratificante, y les aseguramos que habrá muchas más personas que se unirán a su esfuerzo de las que pueden imaginar”.

    Porque estas historias no tratan sólo de los que se quedan sin palabras, sino también, quizás en primer lugar, de las personas: de la misericordia, la compasión, la empatía, la responsabilidad, la humanidad… Piensa en lo que es estar solo, sin poder hablar y sin poder decir algo y nadie que le diga que duele! ¡Imagínate lo que es amar y no poder ayudar, cuando ves sufrir! – nos dice Sache Vet.

     

    (versión española: Simona Sarbescu)

  • La miscelánea: Dâmbovița Delivery 2024 – arte, naturaleza y comunidad

    La miscelánea: Dâmbovița Delivery 2024 – arte, naturaleza y comunidad

     

    A lo largo de la historia, los ríos han sido esenciales para el desarrollo de las comunidades, pero en el contexto de la modernización, el río Dâmbovița ha perdido esta relación vital con los habitantes de la capital. El evento Dâmbovița Delivery pretende revivir esta asociación natural, transformando el río de un simple canal en un corredor verde-azul y un lugar de encuentro para los habitantes de Bucarest. Con esta iniciativa, los organizadores pretenden construir un espacio público vibrante que fomente la socialización, el recreo y la educación en un espíritu de sostenibilidad.

    Tener un río que atraviesa la ciudad es un privilegio para sus habitantes, y las grandes ciudades del mundo explotan este recurso para ofrecer a las personas espacios de recreación y esparcimiento, de actividades educativas y deportivas, de descanso y socialización.

    El evento de este año incluyó una serie de actividades interactivas destinadas a reforzar la relación entre los habitantes de Bucarest y el medio ambiente, haciendo hincapié en la necesidad de implicar a la comunidad y concienciarla sobre las prácticas sostenibles. Entre las sesiones dirigidas al público en general figuraron actividades en el agua, los participantes pudieron descubrir el río desde una nueva perspectiva, tanto si optaron por los paseos en canoa Patzaichin como si decidieron probar el kayak o el stand up paddleboard. Muchos participantes expresaron su interés en la sostenibilidad y en las iniciativas comunitarias:  se organizaron talleres ecológicos para niños, talleres de reciclaje y restauración creativa, ferias comunitarias para donar o intercambiar plantas y talleres de medición de la calidad del aire mediante sensores portátiles. Además, el Pabellón del Departamento de Sostenibilidad estuvo abierto durante todo el evento para ofrecer información y concursos temáticos. Diálogo sobre el Agua fue otra actividad del acontecimiento. Se celebraron debates con expertos en diversos campos sobre temas de interés público, como la sostenibilidad urbana, la ecología y el papel de los ríos en la transformación de las ciudades.

    Tampoco faltó el arte urbano: actividades como grafitis, plantillas de asfalto, visitas guiadas de arte callejero o búsquedas del tesoro para descubrir los entresijos del arte urbano. Los  amantes del movimiento pudieron participar en talleres de crossfit y calisthenics, yoga, QiGond y danza.

    Asimismo, Dâmbovița Delivery 2024 pretendió llevar el arte al corazón de la ciudad mediante una serie de exposiciones e instalaciones artísticas en las calles y a orillas del río. Estas obras, diseñadas por artistas locales, aportaron una estética urbana a la vez que sirvieron de puntos de reflexión sobre la relación entre la ciudad y la naturaleza.

    El fin de semana de Dâmbovița Delivery concluyó con proyecciones de películas al aire libre que abordaron temas relacionados con el agua, el medio ambiente y la sostenibilidad en un formato educativo, incluido el documental «IVAN – El hombre con raíces en el agua». El proyecto estuvo coorganizado y se llevó a cabo con el apoyo de la Secretaría General del Gobierno, a través del Departamento de Desarrollo Sostenible, creado en 2017 para aplicar las disposiciones europeas y de las Naciones Unidas en materia de desarrollo. En este sentido, el Departamento coordina a nivel nacional las actividades de implementación derivadas del conjunto de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODD de la Agenda 2030.

    El evento es una iniciativa destinada a transformar el río Dâmbovița y sus espacios adyacentes en un espacio público vibrante para las comunidades. A través de esta acción, se pretende crear una conexión más estrecha entre los habitantes de Bucarest y su río, aprovechando su potencial como zona de recreo, deporte, cultura y socialización. El potencial del río Dâmbovița está lejos de ser verdaderamente explotado por la gente de Bucarest.

    Actualmente, el río representa el espacio sin uso más grande de Bucarest, y junto con los bulevares adyacentes, representa una barrera y un separador entre sectores y barrios.

  • La miscelánea: Bucarest, la ciudad de las magnolias

    La miscelánea: Bucarest, la ciudad de las magnolias

    En los últimos años, las magnolias se han convertido en un símbolo de la llegada de la primavera entre los habitantes de la capital. Existen unas 70 especies de magnolias y unas 200 subespecies en todo el mundo. En Rumanía hay dos especies de magnolias. Magnolia de Tian He, originaria de China y traída a Rumanía en 1986. Esta especie de magnolia puede admirarse en el Jardín Botánico de Cluj-Napoca, donde se encuentra el ejemplar más grande de Europa y magnolia kobus – magnolia japonesa, que es una especie originaria del este de Asia que se introdujo en Europa en el siglo XIX. Este tipo de magnolia se encuentra en parques y jardines públicos de Rumanía, como el Parque Tineretului de Bucarest y el Parque Dendrológico de Arad.

     

    El magnolio puede vivir hasta 100 años. Cuando los botánicos occidentales del siglo XVIII encontraron por primera vez estos árboles en flor en una isla de las Antillas, les dieron el nombre del botánico francés Pierre Magnol, director del Jardín Botánico Real de Montpellier, Francia, creador del concepto de familias de plantas y el primero en idear un sistema de clasificación natural.

     

    El nombre “magnolia” apareció por primera vez en 1703 en un libro escrito por Charles Plumier, en el que se describía un árbol en flor de la isla de Martinica. Las magnolias tienen una larga historia deleitando a la humanidad con su esplendor y sus insinuaciones simbólicas. Ya en el año 650, los monjes budistas de China hicieron de la magnolia silvestre una deidad de jardín, plantando en su templo una “magnolia denudata” de flores blancas como símbolo de pureza. Menos conocido, sin embargo, es el hecho de que las magnolias se consideran fósiles vivientes, porque habrían existido incluso hace 20 millones de años. Es decir, antes de que existieran las abejas y, por tanto, antes de que existiera la polinización.

     

    En Rumanía, las magnolias llegaron a partir de 1880, siendo la más común la de Campina, en el sur del país. Se dice que fue traída en 1918 por un arquitecto austriaco y plantada en el patio de un industrial de la época.  En la capital, el magnolio más perenne se encuentra en el patio del jardín de infancia nº 133, en el Sector 2. Muchos de los magnolios de Bucarest se plantaron a principios de la década de 1990, cuando los rumanos pudieron por fin disfrutar de la libertad de viajar al extranjero. En los últimos 30 años se han plantado constantemente por el deseo de embellecer la ciudad.

     

    Una de las ideas más maravillosas es el Mapa de las magnolias de Bucarest, una idea de Diana Robu de 2021 que muestra dónde encontrar magnolias en Bucarest. En este mapa encontrarán un “un alfiler” en forma de corazón por cada magnolia que Diana conoció en sus paseos por las calles de la capital. Una de las magnolias más fotografiadas de Bucarest, y probablemente una de las más grandes, se encuentra en la calle Mahatma Gandhi donde los fines de semana la gente hace cola para admirarla. En esta calle, en el número 8, descubrirán una casa toda vestida de magnolios, con un interesante medallón en la fachada, con la inscripción 1932, posiblemente el año de construcción. Constantin Dimopol fue quien construyó la casa, y muy probablemente fue él quien plantó este magnolio, del que se dice que es el más grande de Bucarest.

     

    Otra zona de Bucarest cubierta de magnolias es el barrio de Cotroceni. Aquí podrán disfrutar de las hermosas y frágiles magnolias blancas “Stellata”. En la avenida “Eroii Sanitari” encontrarán una magnolia única en Bucarest, ya que sólo tiene una rama con flores rosas, el resto son blancas. De hecho, la multitud de magnolias en las calles de este barrio se combina a la perfección con el aire bohemio de las casas Art Nouveau o neorrumanas, auténticas joyas arquitectónicas, así como con las elegantes casas de té.

     

    En los meses de primavera, Dristor es uno de los barrios más bonitos de Bucarest, gracias a los colores de las magnolias que adornan esta parte de la ciudad. Un paseo por las calles de Levănțica, Cerceluș y, sobre todo, Diligenței, revelará una imagen idílica de la primavera, con una luz perfecta para las fotografías.

     

    Hace tres años, solo había 20 alfileres en el Mapa de las magnolias de Bucarest. Hoy en día hay más de 1000. Cualquiera puede enviar a Diana nuevas direcciones de magnolias, que se añadirán al mapa con corazones rosas o amarillos, según los colores de las flores de magnolia.