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  • Rumanía mi casa: El salvado como suplemento

    Rumanía mi casa: El salvado como suplemento

    ¿Sabían que el salvado puede ser un superalimento? Aprovechando de todo su potencial, el salvado se puede utilizar para curar patologías como la obesidad, la diabetes o el cáncer, a través del efecto sinérgico entre fibras y compuestos bioactivos, antioxidantes. Este es el tema de la investigación iniciada como tesis doctoral por Lavinia Mureșan, jefa de investigación de la Facultad de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de USAMV Cluj-Napoca.

     

    Lavinia Mureșan forma parte del equipo de investigación de la Facultad de Ciencia y Tecnología de los Alimentos USAMV Cluj-Napoca, dentro del Instituto de Ciencias de la Vida (USAMV Cluj), un equipo dirigido por el profesor doctor Dan Vodnar y que recibió el premio Gheorghe Ionescu-Şișești – Campo científico de las biotecnologías, otorgado en la Gala de Investigación de Rumanía – edición 2024, por el carácter innovador de la investigación, a nivel nacional e internacional.

     

    Lavinia Mureșan enseña química de alimentos y biotecnologías especiales y nos cuenta:

     

    «Mi tesis doctoral se centra en las biotecnologías alimentarias y, especialmente, en el tratamiento térmico y la fermentación en sustrato sólido con el fin de aumentar la biodisponibilidad de diferentes compuestos fenólicos en los subproductos de cereales. Este fue básicamente el tema con el que comencé como estudiante de doctorado y que resultó ser bastante versátil en términos de continuidad, teniendo en cuenta el proyecto de investigación que prácticamente precedió a este tema de investigación y que se llama Fortificación in situ de productos de cereales con vitamina B12 mediante fermentaciones en sustrato sólido».

     

     ¿Qué significa esta información para nosotros, que no somos especialistas? ¿Qué son realmente el salvado de trigo y avena? Lavinia Mureșan, jefa de investigación de la Facultad de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la USAMV Cluj-Napoca nos habla:

     

    «Estos subproductos de cereales se refieren estrictamente al trigo y al salvado de avena. Eso es lo que nosotros explotamos. Prácticamente incluyen todo el espectro de vitaminas y minerales que se encuentran en el grano de trigo, respectivamente compuestos fenólicos. El interior del grano de trigo se utiliza prácticamente solo como fuente de almidón. Todo lo que significa minerales, vitaminas, compuestos fenólicos se encuentra en esta capa exterior que en realidad es salvado, esta capa bastante gruesa y quebradiza que, por supuesto, impone dificultades desde el punto de vista tecnológico. Es por ello que se elimina cuando está prácticamente procesado para obtener harina. Pero en realidad hay todo este espectro de microelementos y compuestos bioactivos allí. Los compuestos fenólicos, además de ser reconocidos en los últimos 5 años como una importante fuente de alimento para los microorganismos, una fuente de prebióticos, tienen una extraordinaria actividad antioxidante en el cuerpo humano. . Su problema y lo que comprobamos en la tesis doctoral es la baja disponibilidad. Cuando ingerimos este salvado, no disfrutamos realmente del efecto antioxidante de estos compuestos fenólicos. ¿Por qué? Porque están unidos bioquímicamente en una matriz compleja, en una fibra compleja. Y la solución que encontramos fue utilizar diferentes microorganismos que son seguros para el consumo, como las levaduras que se utilizan en diferentes industrias, como la industria de la panadería, la industria cervecera, que son capaces de producir enzimas que cortan estos enlaces y, antes de que se ingiera este salvado, liberar estos compuestos antioxidantes,  de modo que cuando comemos, sabemos que están libres en términos de enlaces químicos y pueden entrar directamente en el intestino, respectivamente en el torrente sanguíneo».

     

    Aunque la investigación es exitosa, el producto aún no está en el mercado. Lavinia Mureșan regresa con detalles:

     

    «En cuanto al salvado, la atención se centró en las fibras. Son una gran fuente de fibra. Así es. Y debido a la conformación del grano de trigo, al ser toda la cantidad de fibra localizada en estos salvados, prácticamente consigue aportar estos efectos en diferentes patologías, pero es un efecto sinérgico. No se trata solo de estos compuestos antioxidantes, se trata de la sinergia entre los compuestos antioxidantes y la fibra. Y toda la literatura que estudia los efectos sobre la salud, sobre todo en la práctica en el campo de la medicina, ha demostrado este efecto anticancerígeno, efecto contra la obesidad, la diabetes y hay algunos más que se han demostrado y hemos escrito una revisión sobre este tema».

     

    Este proceso de fermentación del salvado se llevaría a cabo a escala industrial, de modo que el producto que llega a los consumidores tiene toda la riqueza potencial, que además es el inicio de su uso como suplemento.

     

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Cáncer y estilo de vida

    Cáncer y estilo de vida

    Cada vez oímos hablar más de muertes por algún tipo de cáncer que está afectando cada vez más a los jóvenes. Esta tendencia se observa en todo el mundo: un estudio que analiza las estadísticas mundiales y se centra en 29 tipos de cáncer más comunes en personas de entre 14 y 49 años de edad muestra que la incidencia de estos cánceres aumentó en un 79 % entre 1990 y 2019.

    Esta tendencia al alza también se observa en Rumanía. La realidad nacional es cruda: el cáncer es la segunda causa principal de muerte después de las enfermedades cardiovasculares.

    En la Unión Europea, Rumanía ocupa el primer lugar en términos de muertes relacionadas con el cáncer, con un 48 % más de defunciones que la media europea y más de 20 000 muertes prematuras evitables cada año.

    ¿A qué se debe este aumento de la enfermedad entre la población en general y, en particular, entre los jóvenes? Hay muchas causas. Una de ellas es el estilo de vida, incluida la alimentación, tema del que habla el profesor Mircea Beuran, doctor en ciencias médicas, especializado en cirugía oncológica en el Hospital Floreasca de Bucarest:

    «¡Cambios en el estilo de vida! Eso es lo más importante, pero hay estudios oncológicos que indican que los cambios se produjeron lentamente después de la década de 1950, con la industrialización, los cambios en la vida de los países capitalistas, los cambios en los NOx, la dieta, los hábitos, etc. Todo esto, a lo largo del tiempo y sobre un fondo de cambios genéticos inherentes a todos los seres humanos, ha hecho que se desarrolle. Es algo que se está analizando a nivel internacional. El repunte de casos de cáncer en jóvenes va en aumento. Yo les puedo dar una pauta, sin apoyarme en estadísticas nacionales, sino en los registros del Hospital Floreasca y en las reuniones que tenemos los médicos con los pacientes jóvenes. Hemos comprobado que el número de cánceres del tubo digestivo, esófago, estómago, colon, recto, intestino delgado, glándulas anexiales, hígado y páncreas… van en aumento. Cada día, en el quirófano del Hospital Floreasca tratamos dos, tres o cuatro cánceres de este tipo. Su aparición está relacionada con muchos factores: el consumo de bebidas gaseosas, energéticas, alcohol, tabaco, sedentarismo y estrés laboral. Luego está la gente adicta a la exposición a radiación azul, como la del monitor del ordenador, la tableta o el teléfono. Puedo decir que algunos de ellos carecen de sueño, y esto no solo se observa en los adultos jóvenes, sino también en sus hijos».

    Según el profesor Mircea Beuran, el tipo de cáncer más común es el cáncer colorrectal, consecuencia negativa de seguir una dieta inadecuada:

    «Me refiero al hecho de que muchos de los alimentos que comemos proceden de alimentos ultraprocesados. Es el proceso que carga al alimento en cuestión con un sinfín de sustancias nocivas relacionadas con la coloración, la conservación, el olor, etc. Todo esto es un añadido que la química del alimento en cuestión no satisface, por lo que la digestión y la neutralización de toxinas no pueden llevarse a cabo, y estas, al entrar en contacto directo con las células día tras día, producen cambios a nivel celular. Con el tiempo, estos cambios celulares desarrollan tumores cancerosos. Deberíamos comer muchas verduras y frutas y dejar de consumir alimentos industrializados».

    El profesor Mircea Beuran aconseja que tomemos la última comida del día hacia las 19:00 horas. Y, cuando comamos, debemos levantarnos de la mesa antes de haber saciado nuestro apetito, para dar al cuerpo el descanso que necesita para procesar los alimentos. En cuanto a las comidas nocturnas, son todo un calvario.

    En el ámbito médico internacional existe la opinión de que las bebidas alcohólicas deberían llevar una advertencia sobre el riesgo de cáncer, como el tabaco. El profesor Mircea Beuran también comparte esta opinión.

    «El consumo de alcohol, incluso en pequeñas cantidades, está asociado a siete tipos de cáncer. El consumo crónico de alcohol, incluso en pequeñas cantidades, modifica el comportamiento del organismo hacia la obesidad. Y si se combina con el tabaquismo y un estilo de vida sedentario, conduce a cambios muy significativos, empezando por la cavidad oral: cáncer de boca, esófago, faringe, laringe, hígado, colorrectal y de mama en las mujeres. El alcohol aumenta los niveles hormonales, en particular los estrógenos y la insulina. El aumento de los niveles de estrógenos es una de las causas del cáncer de mama y, al ser hormonas, el estrógeno y la insulina hacen que las células se dividan y se multipliquen con más frecuencia, por lo que, en un momento dado, el cuerpo ya no puede controlar esta división y pueden convertirse en tumores cancerosos».

    En otras palabras, debemos prestar atención a la cantidad y a la calidad. Un estilo de vida indeseable puede destruir nuestra salud e incluso nuestra propia vida.

    Versión en español: Victoria Sepciu