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  • El Plan Z

    El Plan Z

    Ocupados después de 1945 y con regímenes de partidos comunistas impuestos, los países de Europa Central y Oriental prácticamente no tenían estrategias de defensa nacional y estaban a merced de la Unión Soviética. Esta no dudó en ocupar Hungría en 1956 y Checoslovaquia en 1968 y en destituir a las direcciones reformistas de allí. Amenazada por la agresión soviética, Rumanía, que había condenado la invasión de Checoslovaquia, trató de idear un plan para protegerse. Después de 1968, el líder rumano Nicolae Ceausescu ideó la doctrina militar de una «guerra de todo el pueblo» para defenderse.

     

    El general Neagu Cosma trabajó en las estructuras de inteligencia antes de 1989. Entrevistado en 2002 por el Centro de Historia Oral de la Radiotelevisión Rumana, dio detalles sobre lo que en la prensa posterior a 1989 se denominó Plan Z. Cosma afirmó que el plan fue concebido originalmente según la lógica de cualquier estrategia nacional de seguridad:

    «Se ha discutido mucho sobre el despliegue del Estado, el mando de las operaciones militares y el comandante supremo. Algunos dicen que, por cobardía, Ceaușescu quería huir a toda costa y creó una estructura especial para que él y su familia pudieran apartarse del invasor y salvar el pellejo. Quiero responderle con datos concretos que la evacuación de Ceaușescu también formaba parte de la regla de la guerra, él era el comandante supremo del ejército. En cualquier ejército y en cualquier país, el comandante y el mando deben tener un lugar de repliegue, si aquí ya no sirve, tengo otro en reserva y así sucesivamente».

    Llamado Rovine IS 70, el Plan Z fue diseñado para garantizar la existencia del Estado rumano en circunstancias extremas. Neagu Cosma:

    «El plan recibió el nombre en clave de Rovine IS 70, y después de diciembre del 89 la prensa lo llamó Plan Z. El plan Rovine IS 70 estipulaba que debía aplicarse en el momento en que, como resultado de un acto de agresión dirigido contra el Estado rumano, existiera un peligro inminente de ocupación temporal de la capital y de una parte del territorio. Esto habría hecho difícil o incluso imposible dirigir la lucha de resistencia de todo el pueblo desde el mismo cuartel general donde se encontraba el mando. El plan establecía cómo sacar al jefe del edificio del Comité Central (C.C.), y he aquí cómo Nicolae Ceaușescu iba a ser sacado de la sede del C.C. a través del túnel que conectaba este edificio con el antiguo Palacio Real, situado al otro lado de la calle».

    El plan preveía, entre otras cosas, en caso de invasión y ocupación soviética, guerras de guerrillas, sabotaje, la retirada del ejército a la frontera con Yugoslavia y la puesta a salvo de Ceaușescu y de la dirección del ejército. Estructurado en 8 puntos, fue mejorado a lo largo de los años. Neagu Cosma:

    «Los medios de comunicación por radio y el canal de televisión ya funcionaban, estaban operativos. Los equipos de desvío también estaban listos para actuar, algunos ya estaban desplegados sobre el terreno. En cuanto a la defensa del cuartel general y del comandante supremo, se tomaron las siguientes medidas. Uno: sacar a Ceaușescu de la sede del C.C. del Partido Comunista Rumano en caso de que fuera rodeado. Ese era un primer punto del plan, cómo sacarlo de la sede del C.C. Dos: construir un pequeño dosímetro en el Instituto de Física Atómica de Măgurele para controlar la radiación nuclear. Tres: estudiar las carreteras al sur de los Cárpatos meridionales para utilizarlas en caso de una retirada precipitada. Cuatro: había que hacer la misma operación para todos los cruces hacia los Cárpatos. Cinco: establecer la ubicación de las instituciones, los mandos y las rutas hacia cada nuevo asentamiento. Seis: crear comisiones mixtas formadas por el ministro de Transportes, el jefe de la sección organizativa del C.C. del Partido Comunista Rumano, especialistas en Transportes que estudiarían y presentarían propuestas para la fluidificación del tráfico ferroviario y por carretera de Bucarest a Timisoara. Siete: los documentos de los archivos de la Securitate se microfilmaron, eran fáciles de transportar y ocultar para no caer en manos de los invasores. Ocho: el cambio de cifrado del Estado».

    Pero la creciente impopularidad del régimen, la dureza de los dirigentes y el cinismo del matrimonio Ceausescu hicieron que el Plan Z se personalizara y perdiera su finalidad. En 1989, el plan de resistencia nacional, que incluía la protección de Ceaușescu, fue inútil. Le preguntamos a Neagu Cosma por qué el Plan Z no funcionó en 1989:

    «No funcionó porque no hubo gente para aplicarlo. Entonces, en 1968, había gente y lo aplicó hasta el sacrificio. Ahora no había nadie dispuesto a aplicar el plan, ni siquiera uno, porque todo el mundo estaba harto. Entre los oficiales de la guardia hubo no sé cuántos intentos al menos teóricos de aniquilar a los Ceausescu. Ellos estaban allí, veían lo que pasaba. Por eso el Plan Z, o como se llamara al final, nunca se llevó a cabo. Nadie quiso implementarlo».

    El abandono del Plan Z y del matrimonio Ceaușescu en diciembre de 1989 fue el primer gran paso para salvar a Rumanía. Y la seguridad del Estado volvió a ser la que debería haber sido en un clima normal y libre.

  • Radio NOREA

    Radio NOREA

    Entre 1945 y 1990, el rumano se escuchaba en la radio no solo en Bucarest, sino también en el extranjero. Las emisoras de radio que más lo utilizaban eran las de Europa Occidental y se dirigían a los rumanos para suplir la ausencia de temas de interés en las radios del país. Una emisora que también emitía en rumano era la de NOREA. Una Sociedad Misionera de Radio Cristiana, NOREA es el nombre de la Asociación Evangelista de Radio Nórdica y ha tenido un servicio en rumano desde 1971. Este fue, de hecho, el esfuerzo de un hombre, el pastor Duțu Moscovici, que también era periodista.

     

    Los inicios de Radio NOREA se dan en Noruega, un país con una población mayoritariamente cristiana luterana. El lugar desde el que emitía era Montecarlo, al otro lado de Europa, en el sur. Poco a poco, la emisora de radio de la sociedad se expandió a Dinamarca y allí construyó sus primeros estudios de grabación. En 2000, el Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana grabó una entrevista con Duțu Moscovici en la que recordaba cómo comenzó su carrera como periodista radiofónico.

    «Mi esposa y yo estábamos visitando Lübeck en Alemania, en una iglesia muy famosa. Y mientras estábamos admirando una pintura, alguien se nos acercó y me preguntó si yo era el pastor Moscovici de Rumania. Confirmé, era un ciudadano que conocía, lo conocía más de oídas que personalmente, era un pastor húngaro. En ese momento él estaba haciendo programas para la radio NOREA en húngaro, en Oslo. Le dije que lo pensaría, y después de un tiempo le dije que estaba dispuesto a colaborar para hacer el programa en rumano. Ese fue el comienzo».

    Duțu Moscovici comenzó con grabaciones en el estudio NOREA de Oslo. Los daneses, partidarios del proyecto, construyeron estudios en Dinamarca, y Duțu Moscovici y el servicio rumano se adhirieron al nuevo lugar. El pastor-periodista viajaba una vez al mes desde Hamburgo, donde vivía, a los estudios en Dinamarca y grababa durante un mes. Las cintas grabadas se enviaron por correo a Montecarlo, y las escuchaba desde Hamburgo en el momento de la transmisión para asegurarse de que las grabaciones fueran según lo programado. El programa en rumano de Radio NOREA se emitía una vez a la semana, los viernes, durante 15 minutos. Más tarde, su duración aumentó a 30 minutos, luego hubo dos emisiones diarias de 15 minutos cada una. Finalmente, los programas se emitieron los sábados y los domingos a las 18:30 hora de Rumanía.

     

    Duțu Moscovici recordó la estructura del programa:

    «El texto, palabra por palabra, literalmente, era: Desde Radio Transmondial en Montecarlo escuchen el programa evangélico Radio NOREA en rumano. Seguía una breve secuencia musical-instrumental, la melodía de la canción alemana Fortaleza, fuerte es Dios, que es la melodía tradicional de la Iglesia Luterana en todo el mundo. En primer lugar, había un breve resumen del programa que se iba a realizar. En nuestro programa emitíamos un estudio bíblico, un texto de la Biblia, o transmitíamos la biografía de un misionero. El programa tenía que ser un poco más variado, y sin duda el núcleo del programa era la presentación del texto bíblico. Además, pronunciaba la palabra durante una semana, la palabra de un gran hombre, por ejemplo Blaise Pascal. Luego, a veces, teníamos un invitado en nuestro programa. Tenía, por ejemplo, a los obispos de Oslo, en 30 años hubo varios obispos en Oslo y casi todos fueron nuestros invitados. Hubo un tiempo en el que también estuvo el primer ministro de Noruega, Kjell Magne Bonde».

    También se le preguntó a Duțu Moscovici si tenía total libertad para compilar el resumen:

    «Tenía libertad absoluta. Pero había una condición que teníamos que cumplir, aunque nunca fuimos controlados, y era que no interfiriéramos en asuntos políticos y que no tuviéramos una actitud crítica hacia otras confesiones religiosas. Debíamos ceñirnos exclusivamente a lo que llamamos en lenguaje piadoso la predicación del evangelio. El programa en rumano estaba compuesto por una persona, yo mismo. Sin duda muchos otros colaboraron en el programa, pero en realidad todo estaba en manos de una persona que tenía el poder absoluto. Nadie me dictaba nada, nadie controlaba nada. Era una cuestión de confianza».

    ¿Cómo se comunicaba Radio NOREA con sus oyentes en rumano? Duțu Moscovici:

    «En un momento dado, se planteó la cuestión de las cartas de los oyentes. Hubo un tiempo en que cabía la posibilidad de que las cartas, si se dirigían a la radio NOREA, podían ser detenidas por la censura en Rumanía, y que su autor se metiera en problemas. Teníamos diferentes enfoques. Por ejemplo, de nuestra dirección excluimos la palabra radio, nos quedamos solo con NOREA. Yo decía si quiere escribirnos, puede ponerse en contacto con NOREA, y luego seguía la dirección en Dinamarca».

    Radio NOREA en rumano cumplió una noble misión, la de difundir los principios y los valores cristianos y la esperanza de tiempos mejores. Y para sus oyentes, ese esfuerzo fue muy importante.

    Versión en español: Mihaela Stoian