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  • La miscelánea: Longevity Expo Forum Fest 2024

    La miscelánea: Longevity Expo Forum Fest 2024

    Este año, el foro reunió a expertos de todo el mundo, quienes compartieron sus conocimientos sobre las formas en las que podemos extender la vida de manera saludable. Entre los ponentes destacados estuvo el profesor Vlad Ciurea, un famoso neurocirujano rumano, experto en longevidad y salud cerebral. Ciurea, además de ser un referente en su campo, habló sobre las mejores prácticas para cuidar el cerebro y prevenir enfermedades neurodegenerativas que afectan a muchas personas mayores. El profesor Ciurea también ha promovido la idea de que no solo se trata de vivir más tiempo, sino de vivir plenamente conscientes y mentalmente activos. Además de Ciurea, el foro contó con una impresionante alineación de expertos internacionales en biotecnología, medicina regenerativa y nutrición avanzada. Las charlas abordaron temas como las terapias de rejuvenecimiento celular, el uso de la inteligencia artificial en la salud y cómo las drogas antienvejecimiento están progresando desde el laboratorio hacia el uso clínico. En términos más prácticos, también hubo demostraciones de las últimas tecnologías de monitoreo de la salud, desde dispositivos que pueden analizar nuestra condición física en tiempo real hasta plataformas de salud digital que ayudan a predecir posibles problemas futuros antes de que se manifiesten. Imaginen un futuro donde un reloj inteligente no solo mide tus pasos, sino que te avisa si existe algún riesgo potencial de enfermedad cardíaca en los próximos años.

    El foro no fue solo para profesionales. El evento tuvo entrada gratuita y estuvo abierto a todo el público, desde expertos en salud hasta personas interesadas en mejorar su calidad de vida. Se organizaron talleres interactivos, conferencias de los mejores especialistas y exhibiciones de las últimas tecnologías que prometen mejorar la longevidad. Y es que la longevidad, más que un concepto científico, se ha convertido en una meta para muchas personas, y Rumanía no es la excepción. Pero claro, hablar de longevidad en Rumanía implica observar algunos datos importantes.

    En el país, la expectativa de vida ha aumentado en las últimas décadas, aunque sigue siendo menor que en otros países europeos, alcanzando un promedio de 75 años en 2022. En Rumanía, las personas más longevas se concentran principalmente en áreas rurales, donde las condiciones de vida son más tranquilas y la dieta suele estar basada en alimentos frescos y naturales. Aunque Rumanía no tiene una “zona azul” oficial, donde la longevidad extrema es común, ha habido algunos casos notables de longevidad.

    Uno de los rumanos más longevos registrados fue Dumitru Comănescu, quien llegó a los 111 años. En 2020, se le reconoció como el hombre más longevo del mundo, según el Guinness World Records. Dumitru Comănescu atribuyó su larga vida a una vida activa, trabajando en la agricultura y manteniendo una actitud positiva a lo largo de su vida. En general, las personas longevas en Rumanía destacan por llevar vidas sencillas, mantenerse físicamente activos y consumir una dieta rica en vegetales, frutas, y productos lácteos caseros, lo cual contribuye a su bienestar físico y mental. Sin embargo, los avances en medicina y un mayor enfoque en la prevención de enfermedades crónicas están ayudando a cambiar este panorama. No obstante, no podemos ignorar los desafíos sociales y económicos que aún enfrenta el sistema de salud rumano. Las zonas rurales, en particular, a menudo tienen un acceso limitado a tecnologías avanzadas y tratamientos especializados, lo que crea una brecha de longevidad entre las áreas urbanas y rurales. A pesar de ello, Bucarest está a la vanguardia en la implementación de nuevas tecnologías de salud, con clínicas que ofrecen desde tratamientos antienvejecimiento hasta terapias experimentales de última generación.

    El foro dedicado a la longevidad no solo trató de alargar la vida, sino de asegurar que los años adicionales sean saludables y dignos de vivir. Se presentaron terapias de rejuvenecimiento celular, nutrición avanzada y los beneficios de un estilo de vida proactivo, todos diseñados para mantenernos jóvenes por dentro y por fuera. ¿Qué podemos aprender de todo esto? El Longevity Expo Forum Fest nos mostró que la longevidad no es solo cuestión de genética, sino de cómo vivimos nuestras vidas día a día. La combinación de tecnología, ciencia y buenos hábitos está al alcance de todos, y eventos como este en Bucarest son un faro de esperanza para quienes buscan una vida larga y llena de vitalidad.

    Un aspecto interesante presentado durante el acontecimiento de la capital fue el proyecto El mapa de la longevidad en Rumanía, que revela la situación de la esperanza de vida y los factores que influyen en la longevidad dentro del país, basándose en análisis demográficos y datos de salud pública. Este mapa interactivo ofrece una visión detallada de cómo aspectos como la nutrición, el acceso a la atención médica, los hábitos de vida y las condiciones socioeconómicas impactan la esperanza de vida de los rumanos. El proyecto se enfoca en identificar las zonas de longevidad dentro del país, comparándolas con las conocidas “zonas azules” del mundo, donde las personas tienden a vivir más tiempo. Estas áreas son analizadas en términos de biomarcadores de salud, calidad de vida y acceso a tratamientos innovadores. Asimismo, el mapa también destaca regiones con desafíos de salud más pronunciados, lo que ayuda a guiar futuras políticas de salud pública. El objetivo del Mapa de la longevidad es ofrecer una herramienta que permita entender mejor los factores que promueven una vida más larga y saludable, para poder aplicar estrategias efectivas tanto a nivel local como nacional.

    Según datos de la Organización Mundial de la Salud, la esperanza de vida promedio global se ha elevado de 64 años en 1990 a casi 73 años en 2021, con países desarrollados alcanzando cifras aún más altas. Entre los países con mayor longevidad destacan Japón y las naciones de Europa Occidental. En Japón, por ejemplo, la expectativa de vida supera los 84 años, siendo uno de los países líderes en longevidad. Otro país a mencionar es España, que ha logrado posicionarse entre los primeros lugares en términos de longevidad, con una expectativa de vida promedio de 83 años. Parte de este éxito se atribuye a la famosa dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, aceite de oliva y pescado, además de un sistema de salud público accesible para todos. Por otro lado, Singapur también es un ejemplo de longevidad en Asia, con una expectativa de vida de 83,6 años. Este pequeño país ha invertido fuertemente en tecnología médica y bienestar social, lo que lo ha posicionado como uno de los más longevos de la región. En contraste, las naciones en desarrollo, particularmente en regiones como África subsahariana, enfrentan grandes desafíos. Aunque ha habido mejoras en las últimas décadas, la esperanza de vida en algunos de estos países se encuentra todavía por debajo de los 60 años, debido a factores como el acceso limitado a la atención médica, la malnutrición y enfermedades endémicas como el VIH y la malaria.

     

  • La miscelánea: El fenómeno NEET o NiNis en Rumanía

    La miscelánea: El fenómeno NEET o NiNis en Rumanía

    La definición es un poco diferente en Rumanía. En concreto, la categoría de NEET o ninis incluye a los que tienen entre 15 y 29 años. Además, debido a la forma en que funciona la legislación del desempleo, en Rumanía no se trata únicamente de los desempleados.

    La Comisión Europea ha publicado a principios del pasado mes de mayo un informe especial para siete países a los que les detecta falta de convergencia social con la media de la Unión, es decir, debilidades en los indicadores relacionados con el empleo, los ingresos per cápita, la educación y la pobreza. Rumanía es uno de los Estados analizados, junto con Bulgaria, Estonia, Hungría, Italia, Lituania y España, y varias de las principales debilidades giran en torno al mercado laboral.  A escala nacional, a finales de marzo de este año, el desempleo en Rumanía era del 3%, con 236.700 parados, según EURES. Tras la crisis económica de 2008-2013, estos jóvenes ninis, que tienen dificultades para pasar de la escuela al trabajo, se convirtieron en uno de los grupos más vulnerables. A menudo tienen un bajo nivel educativo, dificultades familiares y problemas físico-emocionales. Esta exclusión social puede tener graves consecuencias para las personas, la sociedad y la economía.

    Rumanía es el campeón de la Unión Europea en número de jóvenes que ni estudian ni trabajan. Los datos del Instituto Europeo de Estadística Eurostat muestran que el 19,8% de los jóvenes rumanos de entre 15 y 29 años no tenía empleo en 2022. Esta cifra casi duplica la media europea (11,7%). El segundo país con más desempleo es Italia (19 %) y el tercero, Grecia (15,4 %). En el otro extremo del espectro, la mayoría de los jóvenes de los Países Bajos y Suecia trabaja o estudia. En consecuencia, las cifras de ninis oscilan entre casi el 5% en los Países Bajos y más del 19% en Rumanía.

    Si observamos cómo han evolucionado las cosas a este respecto en el periodo 2012-2022, vemos que en muchos países se ha reducido considerablemente la proporción de jóvenes que ni trabajan ni estudian. Los mayores avances se han producido en países como Irlanda, donde se registra una reducción de alrededor del 13%, Grecia con un descenso de más del 11%, pero también Bulgaria, donde el número de jóvenes sin ocupación ha caído en 10 años casi un 10%. Sin embargo, hay dos países europeos en los que la proporción aumentó en 2012-2022. Austria, donde se observa un aumento del 0,9%, y Rumanía, con un incremento del 0,5%.

    Un fenómeno interesante es que Rumanía se encuentra en una fase de emancipación, en la que ya no se está dispuesto a hacer cosas que se hacían antes. Los jóvenes, en lugar de trabajar en la hostelería, por ejemplo siendo camareros, o trabajar en otros campos que no les parecen sofisticados, prefieren no trabajar. Quieren ser millonarios y empresarios de la noche a la mañana. Los psicólogos explican que los jóvenes de hoy se dividen en dos grandes categorías: los que están interesados en una carrera profesional y los que aún no han encontrado trabajo o evitan encontrarlo. Hay una dicotomía muy marcada entre los jóvenes que están muy comprometidos, son muy decididos y tienen metas, quieren una carrera profesional, y otros a los que les cuesta mucho adaptarse al entorno real. Estos últimos tienen expectativas poco realistas, algunos de ellos. Esperan que el salario sea muy alto y que el horario sea siempre flexible. Son exigencias poco realistas para la experiencia que tienen y los conocimientos que poseen, así que no encuentran trabajo. En algún momento abandonan y se quedan sin trabajo.

    Por otra parte, también existe la categoría de jóvenes acostumbrados a recibir apoyo, que saben que sus padres les proporcionan comodidad económica y aplazan todo lo posible el momento de empezar a trabajar por su cuenta. Estamos hablando de jóvenes que posponen el empleo durante mucho tiempo, las razones son o bien la falta de interés y la creencia de que sus padres son los responsables de mantenerlos, o bien son aquellos que están muy ansiosos, muy temerosos y sienten que no son lo suficientemente buenos, que no encontrarán trabajo. Siempre están anticipando cosas negativas, y eso les mantiene en un estado constante de expectación, por lo que tardan mucho en involucrarse profesionalmente.

    Los psicólogos creen que las redes sociales y la vida de los famosos en Internet pueden tener un gran impacto en los jóvenes. Viendo el éxito de ciertas personalidades de las redes sociales, los jóvenes podrían pensar que solo tienen que esperar la idea o el momento adecuados y su éxito podría estar garantizado. Las redes sociales pueden tener un mayor impacto para quienes han vivido más en el mundo virtual, tienen algunos modelos de éxito en este ámbito y se comparan todo el tiempo. Al haber tomado como modelos a personas de éxito en Internet, quieren algo parecido.

    Más del 60% de los jóvenes de entre 15 y 24 años de todo el mundo (830 millones de personas) carecerán de las competencias necesarias para el mercado laboral en 2030, incluidas las necesarias para la transición a la economía verde, según un informe de PwC, UNICEF y Generation Unlimited. Según el informe, titulado “Why the world needs to upskill young people to enable the net zero transition”, entre las principales razones para ello figuran la falta de una estrategia de educación y formación para el mercado laboral, basada en la colaboración entre gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales, y el acceso limitado o nulo a Internet.

    Según datos de la Organización Mundial del Trabajo (OIT), el número de jóvenes de todo el mundo que no tienen empleo, ni estudian, ni reciben formación alcanza actualmente su nivel más alto desde 2005, y la pandemia ha agravado aún más la crisis de la educación y la formación.