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  • La miscelánea: ¿Cuánto reciclamos en Rumanía?

    La miscelánea: ¿Cuánto reciclamos en Rumanía?

    Para que todos los esfuerzos respaldados por los países europeos se consideren un éxito, los ciudadanos son los principales peones que deben cumplir las normas impuestas por las autoridades. Dependiendo de su acceso a la información y de su grado de exposición a las acciones inteligentes, las personas han desarrollado diferentes comportamientos de reciclaje. La importancia que la gente concede a este ámbito varía de un Estado a otro.

    En 2022, al igual que en 2021, los rumanos ocuparon el último lugar de la Unión Europea en cuanto a la producción y reciclaje de residuos municipales, según los datos publicados en febrero por Eurostat. Así, en 2022, una persona de la Unión Europea produjo 513 kg de residuos municipales, 19 kg o un 4% menos que en 2021 (532 kg), pero 46 kg más que en 1995 (467 kg).

    La cantidad de residuos municipales varía mucho entre los Estados miembros de la UE. En 2022, los “campeones” en la producción de residuos municipales en la UE fueron los austriacos (827 kilogramos por persona) y los daneses (787 kilogramos). En el polo opuesto se encuentran los rumanos, que en 2022 produjeron “sólo” 301 kilogramos de residuos municipales per cápita, lo que supone un ligero descenso respecto a los 302 kilogramos de residuos municipales per cápita en 2021. Sólo el 11% de los residuos se recicla, el resto acaba en el vertedero.

    Rumanía fue condenada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea a pagar una multa de 1,5 millones de euros por no cerrar 31 vertederos que no cumplían las normas. Hasta la fecha, Rumanía ha cerrado y rehabilitado 92 vertederos. De un distrito a otro, de un sector a otro, tenemos diferentes soluciones de reciclaje. En Bucarest, por ejemplo, en la mayoría de los sectores la basura va directamente al vertedero, aunque una gran parte podría reciclarse. Se estima que cada año se generan 11.200 millones de toneladas de residuos sólidos en todo el mundo. A día de hoy, solo se recicla el 9 % del plástico producido, mientras que el 12 % se incinera y el 79 % restante se acumula en vertederos, basureros o directamente se vierte en el medio ambiente.

    Para facilitar el reciclaje, Rumanía implementó el 30 de noviembre de 2023 un sistema de garantía y devolución. En virtud de este, los consumidores pagan una garantía de 50 bani (10 céntimos de euro) cuando compren una bebida en un envase de vidrio, plástico o metal no rellenable y recuperarán la garantía cuando devuelvan el envase. Con la implementación del Sistema de Garantía de Devolución, Rumanía da un paso adelante en la consecución de los objetivos medioambientales fijados por la Unión Europea. Dado que nuestro país se encuentra a la cola de la clasificación de la Unión Europea en cuanto a tasa de recogida selectiva de residuos, con la alarmante cifra de sólo el 13%, la implementación del SGD es una medida esencial para mejorar esta situación y proteger el medio ambiente para las generaciones futuras. En cifras, el objetivo del Sistema de Garantía de Devolución es reciclar unos 7.000 millones de envases de bebidas al año. No debería ser difícil: al parecer, 6 de cada 10 rumanos están dispuestos a recuperar la garantía que pagaron con cada bebida que compraron al devolver sus envases de plástico.

    Los rumanos afirman que quieren reciclar pero encuentran obstáculos. Según una encuesta realizada por Recolamp en toda Rumanía, se ha identificado una serie de características nacionales de los ciudadanos rumanos. Más de la mitad de los encuestados, el 58%, opta por informarse sobre las últimas noticias y acciones de reciclaje a través de Internet. Internet se considera un buen lugar para estar al día de lo que ocurre en el ámbito del reciclaje, mientras que en el polo opuesto están las personas cercanas (familia o amigos). El factor más importante para los hogares que reciclan residuos es la proximidad de los centros de recogida. Más de la mitad de los encuestados sería más responsable de los residuos que genera si tuviera un centro de recogida cerca de su casa. Así pues, podemos deducir que la intención de recoger selectivamente los residuos existe a escala nacional, pero las personas que viven a una distancia significativa de los centros de recogida tienen un índice de participación menor. Rumanía también está a la cola en este aspecto, ya que se encuentra entre los 18 países con un alto riesgo de no alcanzar el objetivo del 55% de preparación para la reutilización y el reciclaje de los residuos municipales para 2025. Además, nuestro país también forma parte del grupo de 10 países en riesgo de no alcanzar el objetivo del 65% de reciclaje de residuos de envases, también para 2025, según una evaluación de la Agencia Europea de Medio Ambiente. Además, algunos países siguen depositando en vertederos la mayor parte de sus residuos municipales y es probable que no alcancen el objetivo de vertido para 2035″, señala el comunicado de prensa de la Comisión Europea.

    Reciclar reduce la cantidad de desechos que acaban en los vertederos, sin duda una gran fuente de contaminación ambiental donde se emiten gases de efecto invernadero, como el metano, que contribuyen al calentamiento global. Además, los desechos pueden filtrarse en el suelo y en las aguas subterráneas, lo que puede contaminar los suministros de agua potable y afectar negativamente a la salud pública.

     

  • La Ley sobre la Industria de Cero Emisiones

    La Ley sobre la Industria de Cero Emisiones

    El Consejo y el Parlamento Europeo aprueban la forma final de la ley de industria de cero emisiones, que ofrece ventajas para las inversiones en tecnologías limpias. Entre ellas se encuentran los métodos de captura de dióxido de carbono, y las empresas del sector de la producción de petróleo y gas, incluidas las rumanas, tienen obligaciones, pero también oportunidades de inversión.

     

    La Ley de Industria de Cero Emisiones proporciona incentivos para todas las inversiones en tecnologías limpias y, al mismo tiempo, quiere reducir el uso y la dependencia de la UE de los combustibles fósiles. A través de este documento, la Unión propone que para 2030 al menos el 40 % de la producción de tecnologías limpias que necesita se realice en el territorio de la Unión. Una de las ventajas que ofrece a la industria de este tipo es la simplificación de la legislación para inversiones y el acortamiento de los plazos para la obtención de aprobaciones o autorizaciones.

     

    Por otro lado, los Estados miembros podrán otorgar planes de financiamiento preferencial para inversiones en tecnologías limpias y mejor acceso a los mercados. Además, podrán introducir nuevos criterios en las subastas públicas para que se favorezcan las tecnologías limpias. Entre ellas se incluyen la fotovoltaica, la eólica, las bombas de calor, el hidrógeno, la nuclear o la industria de las baterías.

     

    Para reducir las emisiones, la ley también prevé proyectos de almacenamiento de dióxido de carbono, y las empresas europeas que producen petróleo y gas tienen obligaciones muy claras de garantizar estos depósitos para su inyección.

     

    El objetivo es inyectar 50 millones de toneladas de dióxido de carbono en estos depósitos hasta 2030. Y como Rumanía es el segundo productor europeo, las empresas nacionales están obligadas a poner a disposición depósitos para la inyección de nueve millones de metros cúbicos. Las empresas Romgaz y Petrom están descontentas, pero no con esta obligación, sino con el hecho de que se ven obligadas a invertir en inyección antes de encontrar clientes para este servicio.

     

    Según el último Eurobarómetro, los europeos siguen expresando un alto nivel de preocupación por el medio ambiente, al considerarlo una cuestión que les afecta personalmente. Más de las tres cuartas partes de los europeos afirman que las cuestiones medioambientales tienen un impacto directo en su vida diaria y su salud. Además, más de cuatro de cada cinco encuestados coinciden en que la legislación medioambiental de la UE es necesaria para proteger el medio ambiente en su país.

     

    Los ciudadanos también están preocupados por los costes de la contaminación. Las empresas deberían pagar los costes de la limpieza de la contaminación, piensa el 92 % de los europeos, mientras que el 74 % está de acuerdo en que las autoridades públicas deberían pagar los costes. La encuesta también muestra las preocupaciones de los ciudadanos sobre la contaminación y la escasez de agua, su apoyo a la economía circular y la restauración de la naturaleza, y su conciencia sobre el impacto de las sustancias químicas nocivas.

    Versión española: Simona Sarbescu

  • Renove Plus, un presupuesto récord

    Renove Plus, un presupuesto récord

    Rumanía, país aún pobre en comparación con otros Estados miembros de la UE, tiene un parque automovilístico dominado, estadísticamente, por coches viejos y contaminantes, muchos de ellos de segunda mano, traídos de Occidente. Y desde hace años, las autoridades intentan mejorar la situación mediante el llamado programa Rabla, en virtud del cual se incentiva a los conductores con diversas primas para que abandonen sus coches viejos y compren otros nuevos que cumplan las normas medioambientales.

     

    Resulta alentador, por ejemplo, que el nivel de compras de vehículos eléctricos haya aumentado de forma constante. De 39 en 2016 a más de 2400 en 2020. En 2021, más de 10 000, y en 2023, más de 11 000 vehículos. En todos estos años, dicen también las autoridades, se han financiado más de 38 000 coches eléctricos puros.

     

    El Ministerio de Medio Ambiente de Bucarest lanzó el martes el programa Renove Plus 2024 (Rabla Plus 2024), que destina la cifra récord de mil millones de leus (equivalentes a unos 200 millones de euros) a coches eléctricos e híbridos enchufables. Los fondos asignados tanto a personas jurídicas como a instituciones estatales se agotaron en menos de dos horas tras el lanzamiento del programa, según datos analizados por la prensa económica.

     

    El programa Renove de este año fue inaugurado por el ministro de Medio Ambiente, Mircea Fechet, en la fábrica Ford Otosan de Craiova (sur), primer fabricante de vehículos eléctricos de Rumanía. Mircea Fechet:

    «Y ya que hablamos de este presupuesto récord de mil millones de leus, guarda estrecha relación con otra novedad igualmente importante, a saber, el hecho de que aquí en Rumanía, en la planta de Ford, pronto se fabricará el primer coche eléctrico. Es una gran noticia para la calidad del aire en Rumanía y estoy convencido de que es una gran noticia para la economía rumana en general».

    El ministro Fechet también dice estar convencido de que una de las principales razones por las que los rumanos hayan optado por comprar un coche eléctrico es también el hecho de que el Estado les haya concedido bonificaciones. La compañía turca es un inversor estratégico en la región, y una de las plantas más ecológicas de la empresa es la de Craiova, explica, a su vez, el presidente de Ford Otosan Rumanía, Mujdat Tiryaki. Según las estadísticas facilitadas por el fabricante, cada 61 segundos sale un coche de la planta de Craiova, donde se producen más de mil motores al día.

     

    También en Craiova, el presidente de la Administración del Fondo de Medio Ambiente, Laurențiu Neculaescu, mencionó que el programa Renove (Rabla Classic) cumple 20 años de vida. Durante este tiempo, el Ministerio de Medio Ambiente ha conseguido retirar de circulación más de un millón de coches viejos y contaminantes y se han comprado más de 700 000 coches nuevos.

    Versión en español: Antonio Madrid