Tag: control judicial

  • Caso de traición en Rumanía

    Caso de traición en Rumanía

    El jueves por la mañana, los fiscales de la Dirección de Investigación de la Delincuencia Organizada y el Terrorismo (DIICOT) anunciaron que seis personas habían sido detenidas, acusadas de traición tras haber negociado supuestamente con agentes rusos para sacar a Rumanía de la OTAN. Poco a poco, a lo largo del día, la información se fue aclarando. Los individuos en cuestión estaban agrupados en el llamado «Comando Vlad Țepeș », entre cuyos dirigentes figuraba Radu Theodoru, un general de división retirado de 101 años y veterano de guerra. El objetivo de los miembros de la organización era, según precisa la DIICOT «socavar la soberanía y la independencia del Estado rumano, así como el debilitamiento político y la capacidad de defensa del país» mediante «acciones continuadas, conscientes, públicas o conspirativas»ʺ.

    Organizados según el modelo de una estructura de tipo militar, con escalones de liderazgo y personal ejecutivo, los miembros del grupo «Vlad Țepeș» presuntamente reclutaban seguidores y publicaban vídeos en línea. Según los fiscales, también habrían tomado medidas para derrocar el orden constitucional vigente, abolir los partidos políticos, instalar un nuevo Gobierno formado por miembros de la organización que habrían ocupado cargos ministeriales, destituir a todos los empleados de las instituciones estatales, aprobar una nueva Constitución, cambiar la bandera, el himno e incluso el nombre del país de Rumanía a Getia.  Habrían querido una nueva construcción social basada en principios morales y en un sistema de sabiduría colectiva.

    En enero, dos de los acusados viajaron supuestamente a Moscú, donde se pusieron en contacto con personas dispuestas a apoyar los esfuerzos de la organización por hacerse con el poder del Estado en Rumanía. De hecho, la imputación el jueves por la DIICOT de los seis miembros del Comando «Vlad Țepeș» sospechosos de traición está relacionada, según se dijo en Bucarest, con la expulsión de Rumanía de dos diplomáticos rusos justo el día anterior.

    Más concretamente, las autoridades rumanas decidieron declarar persona non grata al agregado militar, aéreo y naval de la Federación Rusa en Bucarest y a su adjunto, acusados de actividades contrarias a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.

    Según el Servicio Rumano de Inteligencia, los dos diplomáticos rusos llevaron a cabo actividades de recopilación de información en áreas de interés estratégico y apoyaron los esfuerzos anticonstitucionales del grupo «Vlad Țepeș». Moscú prometió una reacción adecuada, considerando la expulsión del agregado militar y de su adjunto como injustificada e inamistosa.

    En cuanto a las autoridades judiciales rumanas, a la luz de todos los hechos denunciados, ordenaron el jueves por la noche la detención preventiva de dos miembros de la organización Comando «Vlad Țepeș», mientras que cuatro miembros fueron puestos bajo control judicial por un periodo de 60 días.

     

  • Reacciones a las declaraciones de un servicio de inteligencia ruso

    Reacciones a las declaraciones de un servicio de inteligencia ruso

    Las autoridades rumanas rechazan categóricamente las acusaciones del Servicio de Inteligencia Exterior ruso según las cuales la Unión Europea chantajeó a Rumanía para bloquear la candidatura del independiente Călin Georgescu en las elecciones presidenciales de mayo. Sin aportar ninguna prueba, el servicio ruso afirma que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habría pedido a las autoridades de Bucarest que le prohibieran participar en las próximas elecciones, advirtiéndole de que, si no lo hacía, restringiría el acceso de Rumanía a los fondos de la UE.

    El mismo tipo de mensaje fue transmitido recientemente por el excandidato independiente en una entrevista con el periodista James Freeman, en la que afirmó que debería organizarse un referéndum sobre la salida de Rumanía de la Unión Europea y de la OTAN. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rumanía califica de «ridículas y completamente infundadas» las acusaciones del servicio ruso y afirma que forman parte de una campaña híbrida para socavar la democracia y disminuir la confianza en las autoridades: «El conjunto de estas actividades, que incluyen mensajes públicos, campañas de influencia e injerencias en los procesos democráticos, tiene como objetivo socavar la confianza en las autoridades y criticar la pertenencia de Rumanía a la UE y a la OTAN», afirma el Ministerio rumano.

    Por su parte, el primer ministro Marcel Ciolacu considera intolerables los comentarios de un servicio secreto ruso sobre las decisiones de las autoridades rumanas. «Rusia no puede decir a las autoridades rumanas a quién investigar y a quién no, Rusia no puede dictar a quién deben elegir los rumanos y no puede ser un modelo de buenas prácticas democráticas», declaró el primer ministro en una red social. Y la presidenta de la USR (centro-derecha), Elena Lasconi, considera que Rusia ha llegado a apoyar «abierta y oficialmente» a Călin Georgescu. Cabe recordar que en diciembre, en la segunda vuelta, Călin Georgescu, que había logrado inesperadamente el primer puesto en las opciones de voto de los rumanos, debía enfrentarse a Elena Lasconi.

    Mientras tanto, Georgescu ha sido puesto bajo control judicial durante 60 días y se le ha prohibido salir del país sin autorización de las autoridades judiciales. También se le prohíbe publicar contenidos legionistas, fascistas, antisemitas, racistas o xenófobos en las redes sociales. Los fiscales acusan a Georgescu de organizar un plan para desestabilizar Rumanía con la ayuda de mercenarios dirigidos por Horațiu Potra, después de que el Tribunal Constitucional anulara los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El Tribunal Constitucional de Rumania alegó injerencias externas y el proceso electoral se reanudará en mayo. Calin Georgescu es el objetivo de dos casos, uno en el que ya ha sido procesado por acciones contra el orden constitucional y otro en el que se ha ordenado la prision preventiva para Horaţiu Potra y sus mercenarios.

    Versión en español: Monica Tarău

  • Investigación sobre la injerencia electoral

    Investigación sobre la injerencia electoral

    El ex candidato de extrema derecha a la presidencia de Rumanía, Călin Georgescu, fue puesto bajo control judicial durante 60 días, después de que los fiscales lo interrogaran algunas horas este miércoles en la Fiscalía General, adonde fue llevado con una orden de arresto. Se presentaron contra él seis cargos penales, algunos de ellos de carácter continuo. Uno de ellos representa una primicia en Rumanía: instigar acciones contra el orden constitucional, un delito por el que nadie ha sido procesado hasta ahora.

    Los otros cargos son comunicar información falsa; declaraciones falsas sobre declaraciones patrimoniales y fuentes de financiación de la campaña electoral; iniciar o crear organizaciones de carácter fascista, racista, xenófobo y antisemita y unirse a dichos grupos o apoyarlos en cualquier forma, así como promover públicamente el culto a personas culpables de cometer crímenes de genocidio contra la humanidad y crímenes de guerra.

    Călin Georgescu negó haber actuado mal y acusó a las autoridades de un comportamiento que recuerda al pasado comunista de Rumanía. En diciembre pasado, el Tribunal Constitucional anuló las elecciones presidenciales, alegando interferencia extranjera, y el proceso electoral se reanudará en su totalidad. Luego, en la segunda vuelta, Călin Georgescu, que inesperadamente había logrado ubicarse en el primer lugar entre las opciones de voto de los rumanos, debería haberse enfrentado a la presidenta del USR (centroderecha), Elena Lasconi.

    Tras el anuncio de la acusación contra el ex candidato presidencial, los políticos rumanos reafirmaron su confianza en el poder judicial y su independencia. El primer ministro del PSD (socio en el Gobierno junto al PNL y la UDMR), Marcel Ciolacu, destacó sin embargo que, dado el tenso contexto electoral, las instancias judiciales tienen el deber de presentar al público pruebas extremadamente sólidas de esta investigación. El presidente de AUR (soberanista), George Simion, declaró que sigue apoyando la candidatura de Călin Georgescu a la presidencia. Agregó además que está a la espera de pruebas fehacientes sobre el caso en el que ahora está siendo investigado por la Fiscalía.

    Por su parte, la presidenta de la USR, Elena Lasconi, afirmó que sigue confiando en la Justicia y cree que los fiscales están cumpliendo adecuadamente con sus funciones. Por el contrario, la presidenta del Partido de los Jóvenes (soberanista), Ana Maria Gavrilă, recién llegada al Parlamento, acusó a las autoridades de aterrorizar a los partidarios de Călin Georgescu.

    El 4 y el 18 de mayo se celebrarán nuevas elecciones presidenciales en Rumanía. Al salir de la audiencia en la Fiscalía, Călin Georgescu declaró que seguramente se postulará como candidato al cargo más alto del Estado en las próximas elecciones de primavera.

     

    (versión española – Simona Sarbescu)