El déficit de la balanza comercial de Rumanía en los nueve primeros meses de este año aumentó un 15% en comparación con el mismo periodo del año anterior, totalizando unos 23.500 millones de euros, según los datos publicados el lunes por el Instituto Nacional de Estadística. Las exportaciones durante el periodo ascendieron a más de 69.000 millones de euros, un 1,4% menos. Las importaciones ascendieron a casi 93.000 millones de euros, un 2,3% más.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en los nueve primeros meses de este año, las cuotas importantes en la estructura de exportaciones e importaciones corresponden a los grupos de productos: maquinaria y material de transporte (casi el 47% en el caso de las exportaciones y más del 36% en el de las importaciones) y otros productos manufacturados.
El valor del comercio intracomunitario de mercancías superó los 50.000 millones de euros en envíos y fue superior a 67.000 millones en importaciones. El valor del comercio extracomunitario superó los 19.000 millones de euros en exportaciones y los 25.000 millones en importaciones.
También el lunes, el Banco Nacional de Rumanía elevó su previsión de inflación para finales de año al 4,9%, frente al 4% de agosto. Básicamente volvió a las previsiones del informe trimestral sobre la inflación publicado en mayo. El gobernador del BNR, Mugur Isărescu, subrayó que el banco central basa sus previsiones únicamente en datos fiables y que la forma en que se lleve a cabo la corrección fiscal-presupuestaria para reducir los déficits también influirá en la evolución real de la inflación. Afirmó que esperaba un programa de corrección macroeconómica coherente con un fuerte apoyo político.
«Esto es más o menos lo que estamos esperando. Un programa creíble del nuevo gobierno de corrección macroeconómica, que sea apoyado políticamente, aceptado socialmente y con efecto macroeconómico, para que podamos volver al buen camino. Podemos concebir, quiero decir nosotros los rumanos, un programa de ajuste gradual, del 0,7 por año, sensiblemente inferior al crecimiento económico, que pensamos en un 2% por año, que se puede combinar con evitar una caída del nivel de vida, pero no con aumentos del 16% de los ingresos brutos o netos o reales, eso no se puede hacer».
El Banco Nacional prevé que la inflación no se sitúe por debajo del 3,5% anual hasta 2026. Mugur Isărescu subrayó que la evolución de los precios está marcada por una serie de riesgos e incertidumbres. Estos se refieren tanto a la política fiscal y a los aumentos salariales, como a factores externos, como la evolución de las economías europeas con las que Rumanía mantiene la mayor parte de sus relaciones comerciales, la dinámica de los precios del petróleo en el contexto del aumento de las tensiones geopolíticas y la forma en que evolucionarán los conflictos en Ucrania y Oriente Medio. En su último informe de Perspectivas de la Economía Mundial, publicado recientemente, el Fondo Monetario Internacional ha revisado a la baja sus previsiones para la economía rumana este año hasta el 1,9%, desde el 2,8% de abril.
Versión en español: Antonio Madrid
