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  • La miscelánea: Rumanía entre 1989 y el presente

    La miscelánea: Rumanía entre 1989 y el presente

    La Revolución rumana de 1989 comenzó en una ciudad industrial del oeste de Rumanía: Timișoara. Era el 16 de diciembre, y la chispa que encendió la protesta fue el intento del régimen de Ceaușescu de desalojar a los manifestantes húngaros que apoyaban al pastor László Tőkés, un líder religioso reformista que había sido expulsado de su parroquia por sus opiniones contra el régimen. La represión violenta contra Tőkés desató una protesta masiva. Sin embargo, no fue solo la lucha por los derechos religiosos lo que motivó a las personas en Timișoara. Era la pobreza, el control absoluto del Estado, y la brutalidad del régimen de Ceaușescu.  En cuestión de días, la ola de protestas se extendió por todo el país, desde el oeste en Timișoara hasta la capital, Bucarest. Una de las escenas más impactantes se dio en Bucarest, el 21 de diciembre, cuando Ceaușescu apareció en el balcón del Palacio del Pueblo, buscando reafirmar su poder. El dictador, rodeado de cientos de miles de personas que supuestamente lo aclamaban, pronunció un discurso que fue interrumpido por los abucheos de la multitud. Fue el momento en que la farsa del régimen comunista quedó expuesta ante los ojos del mundo. Y algo increíble ocurrió: los asistentes comenzaron a gritar “¡Nosotros queremos libertad!” y “¡Abajo Ceaușescu!” en una rebelión que Ceaușescu no pudo controlar.

    En la noche del 21 al 22 de diciembre, Ceaușescu huyó con su esposa, Elena, en un helicóptero desde Bucarest, pero no llegaron lejos. El pueblo rumano, ya enardecido, tomó las calles. La noticia de su huida se expandió rápidamente, y el ejército, que antes había sido leal al régimen, se unió a los manifestantes. Al final de esa jornada, Ceaușescu y su esposa fueron capturados por las fuerzas revolucionaria. El 25 de diciembre de 1989, apenas unos días después de la caída de Ceaușescu, ambos fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento. En ese momento, Rumanía rompía definitivamente con décadas de dictadura comunista. Pero la historia no acaba ahí. A pesar de la caída del dictador, el país seguía enfrentando una transformación profunda, marcada por la transición hacia un sistema democrático, que sería igualmente complejo y conflictivo.

    Hoy, Rumanía es una nación que mira hacia el futuro, pero siempre recuerda esos días de diciembre de 1989, que marcaron el final de una era. Las calles de Timișoara, Bucarest y otras ciudades rumanas siguen siendo testigos de ese valor, ese coraje de un pueblo que finalmente dijo “basta”. Y aunque los ecos de la Revolución de 1989 resuenan hasta hoy, con todo lo que ocurrió en aquellos días, debemos recordar que no fue solo un cambio de liderazgo, sino un cambio profundo de sistema, de mentalidad y de esperanza. Un capítulo fundamental en la historia de Europa, que nos recuerda la importancia de la libertad, la dignidad y la lucha contra la opresión.

    Tras la Revolución de 1989, Rumanía experimentó una serie de transformaciones profundas en varios aspectos: políticos, económicos y sociales. Tras la caída de Ceaușescu, Rumanía abandonó el régimen comunista y comenzó su transición hacia una democracia. El país adoptó un sistema multipartidista y celebró sus primeras elecciones libres en mayo de 1990, que fueron ganadas por el Frente de Salvación Nacional (FSN), liderado por Ion Iliescu, quien fue presidente hasta 1996. A lo largo de la década de 1990, Rumanía luchó por establecer un sistema político estable y una nueva cultura democrática, pero la transición fue difícil debido a la corrupción y a las tensiones entre antiguos comunistas y nuevos líderes.

    Uno de los cambios más significativos fue la integración de Rumanía a organizaciones internacionales clave. En 2004, Rumanía se unió a la OTAN, lo que marcó un paso importante en su alineamiento con el mundo occidental. Sin embargo, el logro más significativo llegó en 2007, cuando Rumanía se unió a la Unión Europea (UE). Esto representó un cambio radical, ya que el país pasó de estar aislado bajo el régimen comunista a ser parte de una de las principales organizaciones políticas y económicas del mundo. La adhesión a la UE trajo consigo reformas significativas en el sistema legal, el mercado laboral y las infraestructuras, además de importantes inversiones extranjeras.

    Durante la década de 1990 y principios de 2000, Rumanía enfrentó grandes desafíos económicos. El sistema comunista había dejado al país con una economía centralizada y en ruinas, con grandes deudas externas y una infraestructura deteriorada. Las privatizaciones, la liberalización del mercado y las reformas fiscales fueron necesarias para modernizar la economía. Aunque hubo un crecimiento económico sostenido después de la adhesión a la UE, el país también experimentó una gran desigualdad y una brecha entre las áreas urbanas y rurales. A pesar de los avances, la corrupción ha sido un obstáculo importante para el desarrollo económico. La educación y la salud también experimentaron cambios, con un enfoque en modernizar y acercarse a los estándares europeos, aunque los sistemas públicos de salud y educación aún enfrentan dificultades. Hoy en día, Rumanía es un país moderno y miembro de la Unión Europea que continúa luchando con los legados del pasado, pero también aprovechando sus logros. El crecimiento económico ha sido sólido en los últimos años, con un sector tecnológico emergente, un turismo en auge y una creciente clase media. Sin embargo, las tensiones políticas internas, los retos económicos y las preocupaciones sobre la corrupción siguen siendo temas importantes.

    En resumen, después de la Revolución de 1989, Rumanía ha transitado de ser un estado comunista cerrado a una nación democrática y miembro de la UE. Aunque ha experimentado avances importantes, todavía enfrenta desafíos en términos de corrupción, desigualdad y la necesidad de reformar diversas instituciones para asegurar su futuro económico y político.

    Las revoluciones no son solo una cuestión de poder, son también un recordatorio de lo que somos capaces de hacer cuando nos unimos por la justicia.

     

  • Pro Memoria: El periódico La Chispa

    Pro Memoria: El periódico La Chispa

    Una de las fuertes armas de la propaganda del régimen comunista fue la prensa. La libertad de expresión y de prensa es un derecho reconocido en el siglo XVIII, adoptado formalmente como universal en el artículo XI de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. Pero los regímenes totalitarios, comunistas y fascistas han desfigurado este derecho convirtiéndolo en un medio de silencio.

     

    En los regímenes de los partidos comunistas en los países de Europa Central y Oriental, toda la prensa giraba en torno a la ideología. Pero los partidos también tenían sus propios periódicos, sus voces oficiales, a través de los cuales se expresaba la esencia del régimen. En la Unión Soviética había, y sigue existiendo en la Rusia de hoy, el periódico Pravda o Verdad de 1912. En la Bulgaria comunista apareció Rabotnichesko Delo o Actos de los obreros. En Checoslovaquia, el partido se expresaba a través de Rudé Právo o Justicia Roja, que apareció hasta 1995. En la antigua República Democrática Alemana, Neues Deutschland o Nueva Alemania comenzó a publicarse en 1946, y continúa hasta el día de hoy. En la antigua Yugoslavia se publicó Borba o La Lucha, imprimida hasta 2009, pero reapareció episódicamente. En Polonia, Trybuna Ludu o Tribuna del Pueblo se pudo leer entre 1948 y 1990. Y en Hungría, el mercado de la prensa estuvo dominado por Szabad Nép o Gente Libre entre 1942 y 1956, y Népszabadság o Libertad del Pueblo entre 1956 y 1956. En Rumanía, el Partido Comunista Rumano se dirigía a la sociedad a través del periódico La Chispa.

     

    Fundado en 1931, cuando el PCR era un partido ilegal en Rumanía porque luchaba por el desmembramiento del país, La Chispa apareció de vez en cuando hasta 1940. Había tomado su nombre de Iskra o La Chispa, el periódico de Lenin en el exilio, publicado entre 1900 y 1905. La Chispa aparece legalmente por primera vez el 21 de septiembre de 1944, después de que el Ejército Rojo ocupara Bucarest el 30 de agosto e impusiera el régimen comunista en toda Rumanía hasta 1947. El Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana lo entrevistó al crítico de arte Radu Bogdan en 1995. Nacido en 1920, el joven Bogdan era simpatizante comunista y había tenido encuentros esporádicos con los miembros del Partido Comunista Rumano durante los años de la guerra. Se volvió activo inmediatamente después de la invasión soviética y en 1995 recordó frente al micrófono cómo había participado en el restablecimiento del periódico del partido.

     

    «¿Cómo empezó La Chispa? Fueron cinco los encargados por el partido de poner en marcha la primera edición. Matei Socor estaba a la cabeza de los cinco: estaban Pavel Chirtoacă, el ingeniero Salomón, Radu Mănescu y Iosif Ardelean, que más tarde trabajaría en la censura. Así que con estos cinco empezamos, el ingeniero Salomón teniendo tareas administrativas. En ese momento, en mi cabeza rondaba la idea de que quería ser periodista, pero no sabía cómo empezar. Al enterarme de que Radu Mănescu iba a fundar un periódico, me presenté y le pregunté si podía unirme, porque quería hacer periodismo. Así que me invitaron a sentarme y hacer trabajo voluntario. Era el llamado período romántico, el de los ideales. Les puedo decir que hice una corrección. Mirel Ilieşiu era un compañero mío y además director. Así que puse un pie allí desde la primera edición del periódico La Chispa».

     

    En las páginas de los periódicos, los intelectuales comunistas idealistas, los oportunistas más antiguos o los más nuevos, se expresaban con extrema violencia contra la democracia. Uno de ellos, Silviu Brucan, que sobrevivió a toda la historia del régimen y también tuvo carrera pública después de 1989, fue uno de los más activos. Radu Bogdan recordó la actividad alerta que tenía la prensa en aquellos años, especialmente la de La Chispa dirigida por el sociólogo Miron Constantinescu.

     

    «Matei Socor estuvo al mando de La Chispa solo un día. Después de eso, Matei fue trasladado a Radio y se convirtió en gerente general. Pocos días después de las primeras ediciones de La Chispa llegó Miron Constantinescu que acabó de salir de la cárcel. A menudo trabajábamos por la noche en La Chispa. Dormí con él los primeros días en el mismo colchón, en el suelo, allí no había camas. La primera redacción del periódico La Chispa funcionaba en el edificio del antiguo periódico La Luz de Pamfil Şeicaru. Yo también era el guardaespaldas de Miron Constantinescu en ese momento, como esos espantapájaros en el campo que no son reales porque yo no iba armado. Pero él iba todos los días a la Confederación General del Trabajo y no quería parecer que caminaba solo por la calle y entonces siempre me llevaba para que le acompañara. Me veía así, bastante fuerte, era alto. No tuve que enfrentarme a ningún ataque. Pero durante unos meses fui como su sombra».

     

    Durante los siguientes 40 años, La Chispa fue lo que fueron sus hermanas, una simple oficina de propaganda que ocultaba las carencias materiales y las violaciones brutales de derechos a las que se enfrentaban los rumanos. A lo largo de los años, importantes nombres de la ciencia y de la cultura rumana han publicado en el periódico, la lista de colaboradores siendo una larga. Para la posteridad, el caso de La Chispa es un ejemplo de cómo la prensa no debe serlo.

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Phoenix, leyenda del rock rumano

    Desde Rumanía hacia el mundo: Phoenix, leyenda del rock rumano

    ¡Hola, amigos oyentes y bienvenidos! a una nueva edición que dedicamos a la legendaria banda rumana Phoenix y su fundador, que nos dejó recientemente, Nicu Covaci.
    En los años 60 eran considerados los Beatles de Rumanía. En los años 70 se convirtieron en “peligro público” y fueron prohibidos por los comunistas. En los años 80 huyeron a Occidente y se convirtieron en leyenda. En los años 90 regresaron a casa y reconquistaron Rumanía. Podrán escuchar en este espacio radial dos de los éxitos más conocidos de la icónica banda rumana: Pasarea de foc (Pájaro de fuego) y Andrii Popa.

    El 12 de noviembre de 2007, los miembros del grupo de rock Phoenix – Ovidiu Lipan “Tăndărică”, Nicu Covaci, Florin Bordeianu, Bogdan Bradu, Josef Kappl, Călin Ionuţ Contraş, Cristian Ovidiu Gram y Manfred Neumann – fueron condecorados en el Palacio Cotroceni, por el presidente Traian Băsescu, con motivo de su 45º aniversario de actividad musical y por su contribución al desarrollo de la música rock en Rumanía.

    Cuando Nicu Covaci celebró su 70 cumpleaños, el 19 de abril de 2017, en Arenele Romane de Bucarest, tuvo lugar el espectáculo-concierto “Phoenix 55 & Friends Rock Edition”, que marcó los 55 años de existencia de la banda Phoenix.
    Nicu Covaci es también autor de los libros “Phoenix: ¡Pero yo, un pájaro! y “Fénix”. El Juicio de los Sabios” en 2014, en Editorial Integral.

    Nicu Covaci murió el viernes 2 de agosto de 2024, a la edad de 76 años.
    En los años 60, junto con Kamocsa Camo Bela, creó un grupo de guitarristas llamado The Saints, y en 1964 el nombre del grupo cambió a Phoenix. Pero los miembros fundadores de la banda Phoenix fueron Nicu Covaci y Moni Bordeianu.
    Comenzaron a cantar en residencias de estudiantes y clubes de Timisoara canciones del repertorio de bandas famosas de la época, entre ellas The Beatles, The Rolling Stones, The Monkees o The Animals.

    Poco a poco, la banda de Nicu Covaci empezó a ser invitada a Bucarest, en programas de televisión, haciéndose conocida en todo el país. Después del primer concierto en Bucarest, en 1965, el grupo Phoenix fue invitado a grabar en el estudio de la radio nacional.
    También en ese año se grabaron las canciones “Sé que me amas si tu”, las obras folklóricas “Dunăre, Dunăre” y “Bun e vinul ghiurghiuliu”. Los miembros de la banda comenzaron a colaborar con el letrista Victor Cârcu, quien escribió las letras de los primeros éxitos de la banda:
    En diciembre de 1967, Phoenix realizó la primera gira a gran escala, por varias ciudades, finalizando con dos conciertos en Timisoara. En el Festival Nacional de Arte Estudiantil de Iasi, en abril de 1968, Phoenix ganó el “Gran Premio” y premios especiales de interpretación y composición.

    La banda Phoenix participa en el festival nacional estudiantil de Bucarest donde presentan la ópera rock “Omul -36:80” y reciben, en la primera edición del Festival Club A, el premio a la creatividad y la originalidad. Ese mismo año, el director Manole Marcus pidió a la banda que escribiera la música para la película “The Canary and the Blizzard”, donde hay una secuencia en la que aparecen los miembros de la banda.
    Siguieron muchas giras por el país para Nicu Covaci y su banda. Después de la emigración de Moni Bordeianu, Nicu Covaci incorporó a otros miembros a la banda y canciones como “Dorința”, “Remember”, “Never”, “Ochi de tigan” aparecieron en el repertorio de la banda.

    Phoenix participó en la segunda edición del Festival Club A en 1971, donde ganó varios premios de interpretación individual. Ese mismo año se unió a la banda Mircea Baniciu (como solista). También en 1971 apareció el disco “Los que nos dieron nombres”.

    La banda Phoenix representó a Rumanía en el Festival “Lira de aur”, en mayo de 1973, en Bratislava (Checoslovaquia) y luego en el Festival del Disco, en octubre de 1973, en Sopot, Polonia.

    El 19 de noviembre de 1973 tuvo lugar el concierto Sphinx + Phoenix en el Palatului Hall. Phoenix presentó, por primera vez en Bucarest, las canciones Mica ţiganiada y Andrii Popa, Strunga y la canción que dio título al nuevo disco Mugur de fluier.
    Nicu Covaci decidió abandonar el país
    También en ese período, un nuevo miembro de la banda se convierte en el baterista Ovidiu Lipan “Tăndărică”. Cabe recordar también que la banda Phoenix fue prohibida en 1974.
    Instalado en Alemania, Nicu Covaci y los miembros de la banda (menos Mircea Baniciu) estuvieron activos bajo los nombres Mad House y Transsylvania Phoenix.

    Cuando Nicu Covaci regresó al país

    En 1990, el primer encuentro de Nicu Covaci con el público rumano tuvo lugar después de una larga ausencia del país, en el festival celebrado en el Palacio de los Niños de Bucarest. Aquí cantó sólo junto con Mircea Baniciu algunas canciones conocidas del grupo Phoenix. Ese mismo año, la banda actúa en París y prepara la primera gira por Rumanía, con grabaciones en la fórmula Covaci, Baniciu, Kappl y Lipan.

    El documental “Phoenix. Har/Jar” (2022), producida por la Televisión Rumana a través de la Productora TVR y dirigida por Cornel Mihalache, se estrenó en 2022. La producción reúne a los miembros de la banda del período anterior a su partida en 1977 y marca en 104 minutos el momentos importantes de la convulsa línea temporal de la banda, desde las primeras apariciones en 1962 bajo el nombre de “Sfinții”, hasta ahora, contando, por primera vez, los acontecimientos que vivieron en el país, la relación con la Securitate, los momentos cuándo decidieron huir de Rumanía y cómo lo consiguieron, pero también la vida que llevaron en el extranjero antes y después de la Revolución del 89.

  • Desde Rumanía hacia el mundo: El canal Danubio-mar Negro, 40 años

    Desde Rumanía hacia el mundo: El canal Danubio-mar Negro, 40 años

    Amigos oyentes, os contamos aquí la historia del canal entre el Danubio y el mar Negro,el tercero más largo del mundo, después de los célebres Suez del Egipto y Panamá de América Central, que conecta la localidad de Cernavoda (dónde se encuentra, por otra parte, la única central nuclear del país) con el mar. Su longitud es de 65 kilómetros.
    La idea de construir este canal ya se encuentra mencionada en algunos documentos en la antigüedad, pero se realizó realmente a partir del principio de los años 1950, mientras que Gheorghiu-Dej estaba en el poder. El proyecto se ejecutó en 2 años, muy rápido, pero muy costoso. Era otro de los proyectos legendarios a los que aspiraba Nicolae Ceausescu. Este canal de sobra favoreció el transporte fluvial en la región, puesto que reduce la distancia Cernavoda- Constanza con unos 400 km y evita así las rutas pequeñas del delta.
    La inauguración del Rin-Main, en 1992, hizo posible la interconexion entre cientos de puertos fluviale situados entre el mar del Norte y el mar Negro.
    Los dos sistemas han creado a traves del Danubio una ruta de transporte marítimo de unos 3.500 km de longitud que une Rotterdam con Constanza, atravesando Europa del Noroeste al Sud-Este.
    Durante la dictadura de Nicolae Ceausescu, se empezó la ejecución de otro canal conectando Bucarest con el Danubio. Pero a raíz de la revolución de 1989, los trabajos se abandonaron, mientras que se habían cavado cerca del 70% de la distancia que separaba Bucarest del Danubio.

     

     
    El 26 de mayo de 1984, en Rumanía se inauguraba el canal entre el río Danubio y el mar Negro. El Canal Danubio-Mar Negro del sudeste de Rumanía es, junto con los tres brazos naturales del
    Danubio, Chilia, San Jorge y Sulina, la cuarta desembocadura del río y una excelente vía de tráfico naval.
    Es el tercero más largo del mundo, después de los célebres Suez del Egipto y Panamá de América Central.
    Este canal acorta en 400 kilómetros la ruta de la mercancía desde el Mar Negro hacia el centro de Europa.

    Fue diseñado para funcionar a una capacidad de 80 millones de toneladas al año.
    Para poder construirlo fue necesario excavar unos 300 millones de metros cúbicos de suelo y roca y fueron utilizados más de cuatro millones de metros cúbicos de hormigón y hormigón armado, así como unas 25 toneladas de equipamiento y piezas metálicas….

    El Danubio no sólo es un río internacional y viajero, sino que además recibe distintos nombres en función del país en el que se encuentre: Donau en Alemania, Donava en Eslovenia, Dunav en Croacia.
    El río Danubio nace en la Selva Negra alemana y recorre 2.888 kilómetros hasta llegar al Mar Negro, en Rumanía, donde forma el delta del Danubio. Atraviesa cuatro capitales de países -Viena, Bratislava, Budapest y Belgrado- y su caudal medio en la desembocadura es de 6.500 m3 /segundo.
    La importancia del Danubio se extiende a lo largo de la historia, aunque gran parte de su popularidad se debe al vals ‘Danubio azul’, compuesto por Johann Strauss en el año 1867.