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  • Desde Rumanía hacia el mundo: Rumanía y sus aguas minerales

    Desde Rumanía hacia el mundo: Rumanía y sus aguas minerales

    Rumanía tiene más de un tercio de los manantiales minerales y termales de Europa y es famosa por su enorme potencial para el turismo balneario. Por cierto, esta es una de las formas de turismo más antiguas y conocidas de nuestro país. Desde la antigüedad, estos recursos han sido utilizados para tratamientos médicos, relajación y ocio, ofreciendo una alternativa natural para la prevención y tratamiento de muchos problemas de salud..

    Dado el contexto geopolítico, el agua es considerada un recurso estratégico.

    En Rumanía, más del 70% de los consumidores prefieren agua con dióxido de carbono, según datos de la Asociación de Productores de Agua Mineral de Rumanía (APEMIN). Los nutricionistas afirman que las aguas minerales carbonatadas generalmente tienen una mayor concentración de residuos secos y compuestos químicos (calcio, sodio) y no son recomendadas para personas que padecen problemas renales o hipertensión.

    Herculane es el balneario más antiguo de Rumanía reconocido por sus manantiales termales naturales y aguas terapéuticas. Băile Herculane es una ciudad situada en el pintoresco paisaje de los Cárpatos, siendo un destino popular debido a las propiedades beneficiosas de sus aguas ricas en minerales. Miles de turistas de todas partes vienen aquí cada año para tratar enfermedades del aparato locomotor, nerviosas, respiratorias e incluso intoxicaciones por metales pesados.

     

    Nuestro país cuenta con manantiales que representan el 40% de la reserva total de agua mineral natural de Europa, y su calidad superior y especial contenido mineral sitúan a nuestro país en el primer lugar del mundo.

    Las aguas minerales representan una ventaja competitiva de Rumanía.

    En el top de las aguas minerales carbonatadas más saludables de Rumanía se encuentra Keia (enriquecida con dióxido de carbono) con una concentración de 124 mg/l de residuo seco (según el boletín de análisis LAREX de abril de 2004), seguida por Azuga con 155 mg/l de concentración de residuo seco y Apa Craiului con 196 mg/l.

    El año pasado, las cinco marcas de agua mineral embotellada más vendidas tuvieron una cuota de mercado acumulada del 78,7% en valor, en un mercado de 3.200 millones de lei, según la empresa de investigación  Market Vektor.

    El mercado está dominado por las marcas rumanas y aunque parece un mercado asentado, la competencia es muy alta. Borsec, AQUA Carpatica y las marcas HBC Rumania, Izvorul Alb y Dorna, luchan desde hace muchos años por la posición de liderazgo. De hecho, Jean Valvis afirmó recientemente que AQUA Carpatica es líder del mercado en el segmento de agua sin gas. El empresario firmó un acuerdo con el gigante americano Pepsi para la venta de una participación minoritaria del 20% en  AQUA Carpatica.

     

    Las estimaciones de ZF muestran que el año pasado el mercado creció un 17% en valor, un avance debido también al aumento general de los precios, considerando la evolución de la inflación. El mercado del agua mineral tiene tradición: las importaciones representan menos del 5% de las ventas, según los últimos datos.

    Las últimas transacciones en el mercado se producen en un contexto en el que el consumo de agua mineral embotellada en Rumanía es la mitad que en los países de Europa occidental.

    La Dra. Lygia Alexandrescu, presidenta de la Sociedad Rumana de Educación Nutricional en Rumanía (SREN), afirma que los manantiales de agua mineral en Rumania son más saludables que la gran mayoría de los de Europa, según wall-street.ro. Sin embargo, los compradores deben tener mucho cuidado y leer los datos escritos en la etiqueta del producto, siendo la cantidad de residuo seco del agua una de las composiciones químicas más importantes a las que deben prestar atención.

    “Hay que leer atentamente la etiqueta de los alimentos. No nos fijaremos en las calorías, porque no es necesario, pero sí en la carga de sales”, dicen los médicos.

    La cantidad de residuos secos que se muestran en las aguas planas/carbonatadas en Rumanía representa en realidad la totalidad de las sales en un determinado tipo de agua, y se calcula cuando el producto se calienta a una temperatura de 180 grados centígrados y se determina la cantidad de impurezas que quedarán. Si se superan los 500 mg/l, aumenta considerablemente el riesgo de que este compuesto químico se deposite en determinadas zonas del cuerpo generando cálculos renales/biliares.

    Las concentraciones de calcio (Ca+) y sodio (Na+) son otros dos elementos extremadamente importantes cuando se trata de la calidad del agua. Los doctores no recomiendan aguas con un alto contenido de calcio (más de 100 mg/l) a personas que padecen enfermedades renales o de la vesícula biliar, ni aguas con un alto contenido de sodio a quienes padecen enfermedades cardíacas.

    En cuanto a la concentración de magnesio en el agua (Mg+), un agua sin gas/carbonatada con mayor concentración de magnesio es saludable, pero  el nivel máximo de magnesio que debe consumir un adulto diariamente no debe exceder los 400 mg/l.

    El turismo balneario en Rumanía tiene una larga tradición y los primeros documentos que mencionan el uso de baños termales se remontan a la antigüedad, más precisamente a la época de los romanos. Muchas de las fuentes termales y estructuras balneológicas fundadas por los romanos en la costa del mar Negro se conservaron hasta el siglo XX.

    Apodada la “perla de los Cárpatos”, la localidad de Borsec es famosa por sus manantiales minerales, premiados desde el siglo XIX en diversas ferias internacionales. Este balneario fue fundado en 1953 y es considerado uno de los más importantes de Transilvania.

    Cabe señalar que nuestro país tiene uno de los porcentajes más altos del mundo de recursos de agua mineral aun sin explotar.

  • La Ley sobre la Industria de Cero Emisiones

    La Ley sobre la Industria de Cero Emisiones

    El Consejo y el Parlamento Europeo aprueban la forma final de la ley de industria de cero emisiones, que ofrece ventajas para las inversiones en tecnologías limpias. Entre ellas se encuentran los métodos de captura de dióxido de carbono, y las empresas del sector de la producción de petróleo y gas, incluidas las rumanas, tienen obligaciones, pero también oportunidades de inversión.

     

    La Ley de Industria de Cero Emisiones proporciona incentivos para todas las inversiones en tecnologías limpias y, al mismo tiempo, quiere reducir el uso y la dependencia de la UE de los combustibles fósiles. A través de este documento, la Unión propone que para 2030 al menos el 40 % de la producción de tecnologías limpias que necesita se realice en el territorio de la Unión. Una de las ventajas que ofrece a la industria de este tipo es la simplificación de la legislación para inversiones y el acortamiento de los plazos para la obtención de aprobaciones o autorizaciones.

     

    Por otro lado, los Estados miembros podrán otorgar planes de financiamiento preferencial para inversiones en tecnologías limpias y mejor acceso a los mercados. Además, podrán introducir nuevos criterios en las subastas públicas para que se favorezcan las tecnologías limpias. Entre ellas se incluyen la fotovoltaica, la eólica, las bombas de calor, el hidrógeno, la nuclear o la industria de las baterías.

     

    Para reducir las emisiones, la ley también prevé proyectos de almacenamiento de dióxido de carbono, y las empresas europeas que producen petróleo y gas tienen obligaciones muy claras de garantizar estos depósitos para su inyección.

     

    El objetivo es inyectar 50 millones de toneladas de dióxido de carbono en estos depósitos hasta 2030. Y como Rumanía es el segundo productor europeo, las empresas nacionales están obligadas a poner a disposición depósitos para la inyección de nueve millones de metros cúbicos. Las empresas Romgaz y Petrom están descontentas, pero no con esta obligación, sino con el hecho de que se ven obligadas a invertir en inyección antes de encontrar clientes para este servicio.

     

    Según el último Eurobarómetro, los europeos siguen expresando un alto nivel de preocupación por el medio ambiente, al considerarlo una cuestión que les afecta personalmente. Más de las tres cuartas partes de los europeos afirman que las cuestiones medioambientales tienen un impacto directo en su vida diaria y su salud. Además, más de cuatro de cada cinco encuestados coinciden en que la legislación medioambiental de la UE es necesaria para proteger el medio ambiente en su país.

     

    Los ciudadanos también están preocupados por los costes de la contaminación. Las empresas deberían pagar los costes de la limpieza de la contaminación, piensa el 92 % de los europeos, mientras que el 74 % está de acuerdo en que las autoridades públicas deberían pagar los costes. La encuesta también muestra las preocupaciones de los ciudadanos sobre la contaminación y la escasez de agua, su apoyo a la economía circular y la restauración de la naturaleza, y su conciencia sobre el impacto de las sustancias químicas nocivas.

    Versión española: Simona Sarbescu