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  • La miscelánea: Descubriendo el ecoturismo invernal en Rumanía

    La miscelánea: Descubriendo el ecoturismo invernal en Rumanía

    Empezamos nuestro recorrido en el Delta del Danubio, un lugar que siempre ha sido considerado uno de los destinos más importantes para el ecoturismo. Este increíble ecosistema, que es uno de los más grandes y mejor conservados de Europa, es ideal para aquellos que buscan una experiencia tranquila, rodeados por una naturaleza virgen. En invierno, el delta se cubre con una capa de nieve, transformando el paisaje en una maravilla invernal. Aunque parece una estación tranquila, el invierno en el delta es el momento perfecto para observar aves migratorias y disfrutar de la paz que ofrece este increíble lugar. Ahora nos dirigimos hacia los Cárpatos, una de las regiones montañosas más imponentes de Rumanía. Este lugar es perfecto para el ecoturismo invernal, con sus bosques cubiertos de nieve y sus impresionantes paisajes montañosos. En el Parque Natural Apuseni, por ejemplo, puedes disfrutar de rutas de senderismo de invierno, explorar cuevas misteriosas o ver cascadas congeladas. Lo interesante es que, en los últimos años, se ha fomentado el ecoturismo aquí de forma que los turistas puedan disfrutar de la naturaleza sin causar daño a los ecosistemas frágiles. Los esfuerzos de conservación en esta región están ayudando a mantener intacto este paraíso natural. No podemos olvidarnos de Transilvania, una región famosa no solo por sus castillos y leyendas, sino también por su impresionante naturaleza. Además de ser el hogar de los famosos bosques de los Cárpatos, Transilvania alberga pequeños pueblos donde el ecoturismo es una forma de vida. Aquí, puedes disfrutar de experiencias auténticas, como alojarte en casas rurales sostenibles, aprender sobre la vida tradicional rumana o participar en actividades ecológicas como paseos en bicicleta y senderismo.

    El ecoturismo en Rumanía no solo se trata de disfrutar de paisajes impresionantes, sino también de contribuir a la conservación de estos lugares. El país está implementando una serie de iniciativas para proteger sus recursos naturales y garantizar que el turismo no dañe el medio ambiente. Muchos de los destinos mencionados, como los Cárpatos y el Delta del Danubio, son gestionados de manera responsable, con prácticas ecológicas que minimizan el impacto ambiental. Esto incluye el uso de energías renovables en alojamientos, el reciclaje de residuos y el desarrollo de infraestructuras turísticas que respetan el entorno. Además, existen proyectos que fomentan la educación ecológica entre los turistas, ayudándolos a comprender la importancia de la conservación. Desde guías locales que promueven el turismo respetuoso hasta actividades que permiten a los visitantes participar activamente en la protección de la fauna y flora, el ecoturismo en Rumanía se está convirtiendo cada vez más en una experiencia de aprendizaje sobre cómo convivir con la naturaleza sin dañarla.

    Si estás pensando en viajar a Rumanía para disfrutar de su naturaleza en invierno, aquí tienes algunos consejos para hacerlo de manera responsable. Primero, elige operadores turísticos que estén comprometidos con el ecoturismo y trabajen con las comunidades locales. Esto asegura que el dinero que gastes beneficie a las personas que viven en esas áreas y que se respete el medio ambiente. Además, recuerda siempre respetar las normas de los parques naturales y no dejar residuos. En el ecoturismo, cada pequeño gesto cuenta. También es importante reducir nuestra huella de carbono durante el viaje. Opta por el transporte público o vehículos eléctricos, y si puedes, haz turismo en zonas cercanas para evitar largos trayectos en avión. En cuanto a las actividades, siempre es preferible caminar, andar en bicicleta o utilizar transporte no motorizado, de forma que puedas disfrutar de la naturaleza sin dañarla.

    Ahora, es interesante saber qué opinan los propios rumanos sobre el ecoturismo. En general, los rumanos valoran profundamente su naturaleza, y muchos ven el ecoturismo como una oportunidad de preservar sus paisajes y su biodiversidad, mientras fomentan el desarrollo económico en las zonas rurales. En regiones como Transilvania o el Delta del Danubio, el ecoturismo se ha convertido en una fuente importante de ingresos para las comunidades locales. Sin embargo, también existen preocupaciones sobre los posibles efectos negativos del ecoturismo si no se gestiona adecuadamente. Los rumanos temen que el aumento del turismo pueda poner en peligro los ecosistemas frágiles, como los bosques vírgenes o las especies de fauna autóctona. Por esta razón, muchos abogan por un ecoturismo responsable que no solo preserve la belleza natural del país, sino que también beneficie a las comunidades locales sin comprometer su bienestar. Además, las nuevas generaciones de rumanos están cada vez más interesadas en el ecoturismo como una forma de viajar que respete el medio ambiente. Conscientes de los problemas ambientales globales, como el cambio climático, los jóvenes buscan opciones de turismo que tengan un impacto mínimo en el entorno y que promuevan un desarrollo sostenible.

    El concepto de ecoturismo surgió en los años 80, cuando la gente comenzó a tomar conciencia de los efectos negativos del turismo masivo sobre el medio ambiente. El término fue acuñado por el ecólogo Héctor Ceballos-Lascuráin en 1983. La idea central del ecoturismo es promover una forma de turismo que sea responsable, sostenible y que fomente la conservación de los recursos naturales, respetando las culturas locales y beneficiando a las comunidades receptoras. Este concepto se fue consolidando durante las décadas siguientes, con un énfasis creciente en el equilibrio entre la actividad turística y la preservación ambiental. Hoy en día, el ecoturismo es una de las formas más populares y aceptadas de viajar de manera sostenible. En Rumanía, el ecoturismo ha ganado mucha relevancia en los últimos años, y existen varias asociaciones y organizaciones dedicadas a promover esta forma de turismo. Rumanía está emergiendo como un destino clave para el ecoturismo en Europa, gracias a su biodiversidad y sus áreas naturales protegidas. Con el apoyo de diversas asociaciones y proyectos de conservación, el ecoturismo en el país está creciendo de manera responsable, promoviendo el turismo sostenible y contribuyendo a la conservación del medio ambiente. Estos proyectos no solo están ayudando a preservar la naturaleza, sino que también brindan beneficios económicos a las comunidades locales, creando un modelo de turismo que respeta tanto a la naturaleza como a las personas.

    En resumen, el ecoturismo en Rumanía es una excelente forma de disfrutar de sus paisajes impresionantes mientras se contribuye a la conservación de la naturaleza. Desde el Delta del Danubio hasta los Cárpatos, cada rincón del país ofrece una experiencia única, donde el respeto por el medio ambiente es clave. Si estás buscando una manera de viajar de forma más sostenible, Rumanía te espera con los brazos abiertos para vivir aventuras inolvidables y responsables.

     

  • Historias del estanque

    Historias del estanque

    El pueblo está situado en una antigua zona de inundación del Danubio, actualmente tierra agrícola. Y por haber crecido allí, Dana Pârvulescu, coordinadora del proyecto Glosario. Residencia. Arte y antropología, cuenta la historia de esta investigación llevada a cabo a lo largo de dos años:

    «Es el espacio donde crecí y al que quise volver de una manera que pudiera entender lo que le pasó en los últimos años, en los últimos 20-30 años, cuando los cambios marcaron de alguna forma la vida de los habitantes, pero también todo tipo de cambios que ha habido en los últimos años. Estamos hablando de ecología, de migración y así por el estilo. Hablamos, por tanto, de un espacio situado en algún lugar de la zona del norte de Dobrogea. Luncavița se encuentra entre Galați y Tulcea, después de cruzar el Danubio en Galați. Este espacio era un espacio lacustre, lo llamamos la zona de inundación del Danubio porque cuando llegaba el agua en primavera, el agua realmente alcanzaba las puertas del pueblo y de las casas. Esta zona de inundación desapareció en 1987, en un proceso de modernización y con la presa del Danubio. Mi infancia transcurrió prácticamente mucho en este espacio que era un estanque, un bosque de sauces con mucha agua, con nenúfares, con juncos, era efectivamente un universo lacustre».

    También nos cuenta nuestra interlocutora sobre una realidad que hoy es difícil de imaginar por parte de quienes ven este espacio de 10 km entre el pueblo y el Danubio:

    «Estos cambios fueron graduales. Inicialmente, la tierra era muy fértil junto a la presa. La gente tenía tierra en el estanque y plantaba tomates, pimientos, verduras, girasoles, todas las plantas necesarias para vivir y las cosechas eran muy ricas. Mientras tanto, las cosas han cambiado. Todavía tenemos algunos canales que aseguran el riego de ese espacio. En este momento se siembra trigo, cereales. Estamos hablando de un espacio agrícola bajo control humano, que se está explotando en este ámbito de la agricultura».

    Un pueblo que de alguna manera se ha mantenido al día con la modernidad, lo que ha facilitado la interacción entre artistas, antropólogos y la población local. Dana Pârvulescu:

    «Un experimento tuvo lugar el año pasado, cuando pasaron bastante tiempo juntos en el campo, por un lado, los artistas tratando de documentar lo que hacen los antropólogos y por otro, los antropólogos escribiendo y tomando muchas notas en el campo, que luego tuvieron que juntar. También se publicaron dos artículos en este sentido en la plataforma Explorador. Se trata de un ejercicio de trabajo interdisciplinario entre artistas y antropólogos. Se influyen unos a otros. Si a simple vista pudiera parecer que su trabajo no interfiere mucho, este año podría decir que las cosas han cambiado. Es cierto que algunos de ellos se conocían de antemano y eso, obviamente, ayuda, otros ya sabían el espacio donde iban a ir a investigar. Y fue entonces cuando intenté adaptarme a un espacio nuevo y a personas nuevas. Creo mucho en la interdisciplinariedad y los resultados de trabajar juntos son completamente diferentes. De hecho, esto es lo que se puede ver en la exposición de este año: Glosario. Residencia».

     

    El resultado de la residencia en Luncaviţa fue la exposición Aquí hubo una vez agua, que se llevó a cabo en forma de laboratorio, para lo cual los participantes continuaron recogiendo los materiales recolectados en la exposición y colocándolos en los paneles, mencionó Dana Pârvulescu:

    «Básicamente, en el espacio donde nos alojó, montamos un mapa que hacía referencia a la antigua zona de inundación en el que los antropólogos insertaron textos de las entrevistas que tuvieron con los habitantes. Mapeamos y añadimos en el mapa los lugares que se veían de cierta manera hace 30 o 40 años. Por ejemplo, aquí estaba la casa donde se capturaba el pescado y desde donde seguía su camino. Realmente hay un local que el año pasado dijo por donde ahora pasa el coche, antes pasaba la carreta y uno de los artistas presentes en la exposición del año pasado dibujó las huellas de unos caballos que hacían esta referencia a los caballos que avanzaban por el muelle y ahora ya no se ven estos caballos. Este año, uno de los antropólogos constata la desaparición de los animales de carga y su sustitución por triciclos eléctricos para los desplazamientos o por maquinaria agrícola. Hay un péndulo entre lo que pasó el año pasado y este año. Así que, si el año pasado marcamos este mapa, que era el elemento central de la exposición y que este año, con la ayuda de la escuela del pueblo, conseguimos colocarlo en la escuela para que sirviera de material didáctico a los niños de allí, el Glosario es un poco más específico este año. El año pasado hicimos una serie de talleres con los niños de la residencia y los niños utilizaron este término de estanque. Y luego, cuando les pregunté si sabían que había agua aquí, por qué ellos creen que se llama estanque, no supieron cómo responder. Habían adoptado esta palabra sin entender su significado completo. Hacían referencia a esa tierra árida cuando hablaban del estanque. Esta fue también la razón por la que llevamos el mapa a la escuela».

    La exposición la podrán ver hasta el 22 de octubre, en el Museo Nacional del Campesino Rumano en Bucarest, en la Sala del Acuario, pero la investigación continúa y quién sabe qué más destacará.

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Rumanía mi casa: ¿Qué es la eco-sensorialidad y qué pretende?

    Rumanía mi casa: ¿Qué es la eco-sensorialidad y qué pretende?

    La primavera es la época de la regeneración, del renacer de la naturaleza, por lo que no es de extrañar que un grupo de artistas y creadores multidisciplinares, junto con un grupo de estudiantes, crearan el evento La eco-sensorialidad. Caminos para las comunidades del futuro, con el fin de construir juntos comunidades alternativas del futuro.

    El evento tuvo lugar, alternadamente, en Petroșani y Bucarest. En Petrosani, en la antigua sede de la asociación Urban Lab, los presentes tuvieron la oportunidad de formar parte activa de la experiencia inmersiva de la instalación ecosensorial que mueve todos los sentidos, participar en momentos de actuación y explorar el universo visual del planeta a través de la realidad virtual. Dentro de la instalación se pudieron ver los trabajos del equipo de robótica del Valle de Jiu, un equipo de jóvenes premiados a nivel nacional e internacional por sus contribuciones en el campo de la robótica.

     

    Con motivo del proyecto, también hubo una conferencia apoyada por las tres asociaciones implicadas, la Asociación Macaia (a través de Plastic Art Performance Collective), Urban Lab y Creatorium (Noruega). Bajo el título Reconectando con la Naturaleza | Å gjenopprette kontakten med naturen, el tema se abordó desde múltiples perspectivas, a nivel local y europeo. Se debatió sobre la protección del medio ambiente y la importancia de la participación activa de las comunidades, así como sobre el papel de la cultura y el activismo para revalorizar un espacio, ya sea rural o urbano.

     

    Alina Tofan, directora artística del proyecto e intérprete, cuenta por qué decidió establecer el punto central del proyecto en Petroșani, bien como espacio de trabajo efectivo, bien como punto de inspiración en el enfoque artístico del proyecto:

     

    «La minería espacial parece ser una de las tendencias del futuro. Desafortunadamente, tendemos a colonizar el espacio y otros planetas, nuevas formas de vida que buscamos ansiosamente. Mientras tanto, el Valle de Jiu sigue siendo el territorio donde, después de haber sido explotados sus recursos, nada parece haber quedado atrás, excepto innumerables posibilidades para reconectarnos con algo que aún tenemos: la naturaleza. Es por eso que desde hace dos años hemos estado proponiendo proyectos aquí en el Valle de Jiu, esta vez estamos contentos de haber invitado a dos artistas del extranjero, de Noruega, y creo que es una forma en la que realmente redescubrimos la naturaleza, las historias de las personas que están aquí. Y el arte puede abrir mundos, puede traer luz incluso donde ha habido mucho sufrimiento y oscuridad».

     

    Para Vladislav Calestru (Italia/Noruega), creador de experiencias e instalaciones sensoriales, involucrado en el proyecto artístico:

     

    «Este proyecto nos conecta con la comunidad local, el entorno local y el patrimonio de este lugar. Visitar la ciudad de Petrila (Transilvania) fue una experiencia muy emocionante, que me hizo experimentar sensaciones muy fuertes. La historia de la minería me impresionó mucho. Cuando llegué, tenía dudas y preguntas, como cuándo es difícil para un ser integrarse en un sistema local y cuán difícil puede ser esta conexión. Y me hace mucha ilusión formar parte de este proyecto artístico, que combina múltiples medios para recrear diferentes realidades sensoriales. Estamos orgullosos al ver el resultado final y esperamos futuras colaboraciones con Plastic Art Performance Collective y la Asociación Macaia».

     

    La eco-sensorialidad. Caminos para las comunidades del futuro imagina la visión de un planeta no tocado por el hombre y, en consecuencia, no explotado. Un planeta donde las especies vegetales, los minerales y los reinos animales existen, crecen y se desarrollan fuera de las devastadoras consecuencias del calentamiento global y la contaminación.

     

    Dana Codrea, estudiante, miembro del equipo de robótica que participa en el proyecto, nos cuenta:

     

    «El evento presenta la idea de construir juntos comunidades alternativas del futuro. Representa asimismo una iniciativa de combinar la creatividad y la imaginación con diferentes conceptos sobre la conexión entre el hombre y la naturaleza. Para mí, constituye una oportunidad de formar conexiones con nuevas personas y lugares, y para el equipo significa nuevos vínculos con la comunidad y una oportunidad para incluir la tecnología, de maneras inusuales, en el desarrollo de nuestra comunidad».

     

    Jørgen J. Jenssen, formador de talleres ecocomunitarios, creación de instalaciones ecosensoriales, habla de su experiencia en el proyecto:

     

    «La belleza de este proyecto es que puedo ir a lugares donde se pueden hacer proyectos experimentales con tanta facilidad. Tenemos este enfoque transversal donde exploramos el pasado, adentrándonos en los posibles tipos futuros de humanidad y en relación con la naturaleza y cómo nos transforma, cómo somos híbridos. Y el entorno perfecto para explorar cómo las personas podrían transformarse en el futuro es, desde muchas perspectivas, Petroşani, porque está vinculado a la minería. Entonces, ¿qué otro lugar podría ser más adecuado? La gente siempre ha trabajado en la minería, y probablemente vamos a excavar asteroides, el planeta Marte, ir al espacio y seguir minando. Y eso porque necesitamos recursos. Pero, ¿en qué nos convertiremos cuando estemos en el espacio? Esta es la pregunta que estamos explorando».

     

    ¿Podemos redefinir el papel y la posición del hombre en relación con el medio ambiente, otros reinos y especies? ¿Podemos imaginar un mundo en el que la narrativa del hombre en el mundo no dominara, sino que dialogara en armonía con todas las demás percepciones, sentimientos y emociones no humanos? Estas son las preguntas a las que el proyecto intenta responder.

     

    Versión en español: Mihaela Stoian