El Gobierno de Rumanía ha adoptado esta estrategia para los próximos 10 años, hasta 2035, con la perspectiva de aquí a 2050. Es el primer documento programático de este tipo que aprueba el Ejecutivo en los últimos 17 años.
«Nos encontramos en una nueva coyuntura crítica, ante grandes fluctuaciones del mercado, crisis geopolíticas y de seguridad, y dificultades económicas. Nuestra respuesta es ambiciosa: utilizar nuestros propios recursos y reducir las importaciones, realizar inversiones masivas en las capacidades de producción de energía y en la red de transporte y distribución, producir localmente equipos, digitalizar y adoptar tecnologías de vanguardia, todo ello al servicio de un sector energético que proporcione energía segura, barata y limpia», subrayó el ministro de Energía, Sebastian Burduja.
Ha llegado el momento de convertir nuestros recursos e inteligencia en fuerza económica, seguridad y competitividad. Rumanía está construyendo un futuro en el que ningún rumano sufrirá pobreza energética y en el que ninguna empresa tendrá que echar el cierre debido a los altos costes de la energía, afirmó Burduja.
La Estrategia Energética Nacional establece orientaciones claras para el desarrollo del sector: seguridad energética, energía limpia, eficiencia energética, accesibilidad y competitividad económica, mercados eficientes, innovación y digitalización.
El Ministerio de Energía de Bucarest destaca que estos objetivos se rigen por principios claros, como priorizar la seguridad del suministro, desarrollar la economía circular y lograr la neutralidad climática para 2050. Al adoptar esta estrategia, Rumanía demuestra un claro compromiso con un futuro energético seguro, asequible y limpio. El Ministerio señala asimismo que se trata de un paso importante para transformar el sector energético en un pilar del desarrollo económico y un factor de estabilidad regional.
Según el documento, Rumanía se compromete a proteger las infraestructuras críticas, a reducir la dependencia de las importaciones utilizando sus propios recursos y a digitalizar el sector. Al mismo tiempo, la seguridad energética de Rumanía incluye el apoyo a la República de Moldavia.
Otro objetivo de la estrategia es garantizar los precios más bajos posibles para los consumidores, tanto domésticos como industriales, para evitar la pobreza energética y apoyar la competitividad económica.
Rumanía sigue siendo un líder europeo en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, al tiempo que mantiene un equilibrio entre seguridad, asequibilidad y transición ecológica, subrayan los responsables energéticos. Afirman aasimismo que Rumanía se enfrenta a presiones globales y regionales, incluidas las fluctuaciones del mercado, el cambio climático y los efectos de la guerra en Ucrania, y que la estrategia ofrece soluciones a través de la inversión en tecnologías modernas, la consolidación de la cadena de suministro, la digitalización y la innovación.
Versión en español: Victoria Sepciu
