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  • Oficina 2.0. Cómo han cambiado las condiciones de trabajo en la era pospandémica.

    Oficina 2.0. Cómo han cambiado las condiciones de trabajo en la era pospandémica.

    Si el empleador lo decidiera, más del 82 % de los empleados no se opondrían a trabajar exclusivamente desde la oficina, aunque admiten que no sería muy cómodo. Estos son los resultados de una encuesta publicada recientemente por un promotor inmobiliario rumano. En 2024 continuará la tendencia de volver a trabajar desde la oficina, algo que se hizo evidente el año pasado. Según los resultados de este sondeo nacional realizado a 1168 encuestados, los empleados afirman que se adaptarían muy rápidamente a este tipo de trabajo.

    Los encuestados también afirman que el retorno al trabajo presencial permite separar mejor la vida personal de la profesional (45 %). El 53 % de los participantes considera que la interacción con los compañeros es una razón muy importante para el regreso al trabajo presencial. Además, si su empleador les exigiera trabajar desde la oficina, menos del 18 % de los empleados empezaría a buscar otro trabajo a distancia o híbrido u optaría por dejar su trabajo actual.

    Andra Pintican, fundadora de una escuela de recursos humanos y activa defensora de la salud mental en el trabajo, no cree en los métodos exclusivos:

     

    «Personalmente, no creo en los métodos universales. Lo que funciona en una institución puede ser malo para otra. En cuanto al regreso al trabajo presencial, creo que sigue siendo un tema delicado para muchos de nosotros. En el mercado laboral hay perspectivas diferentes sobre cómo trabajar. He hablado con personas de organizaciones en las que los propios empleados han propuesto regresar al trabajo presencial, pero también hay instituciones en las que, después de que se impulsara el retorno al trabajo desde la oficina, hubo dimisiones y la moral del equipo bajó mucho. Yo creo que la pregunta real no es “¿Prefieren los empleados el trabajo a distancia o el presencial?” sino “¿Cuáles son las necesidades reales de nuestros equipos?”. Además, a veces puede ocurrir que nuestros empleados estén tan desconectados de sus necesidades debido a la dinámica de vida que llevan que ni siquiera saben cuáles son sus necesidades. Así que a lo mejor tenemos que hacer un análisis de necesidades que los empleados no han identificado hasta ahora».

     

    Algunos expertos afirman que la tendencia a regresar al trabajo presencial también está en alza porque los espacios de trabajo tienen mejor aspecto y las condiciones laborales han mejorado. Sin embargo, estos cambios no son uniformes. Es posible que debido a la pandemia la velocidad con la que nos adaptamos haya aumentado. Andra Pintican explica:

     

    «Si mañana volviéramos a entrar en confinamiento, reanudaríamos con rapidez el trabajo a distancia porque ya tenemos experiencia de la pandemia de COVID-19. Y el hecho de que Rumanía cuenta con una infraestructura de Internet muy buena nos ha permitido ser muy eficientes también trabajando desde casa. Lo más probable es que en una situación similar empezaríamos de cero y quizá lo hiciéramos mejor que la última vez».

     

    Los cambios en el entorno laboral tras la pandemia no son uniformes: casi el 60 % de los encuestados afirma que su oficina no ha cambiado en los últimos 4 años, más del 11 % afirma que el espacio de trabajo es ahora más pequeño y casi el 8 % se queja de que dispone de menos facilidades que antes de la pandemia, según la fuente. Además, más del 71 % de los encuestados afirma que su centro de trabajo no se ha trasladado en los últimos cuatro años y solo el 13 % aprecia que ahora trabaja en un espacio nuevo más grande y mejor equipado. Casi el 27 % considera que su espacio de trabajo actual no es lo suficientemente amplio para las necesidades del equipo y más del 33 % dice que tiene muy pocas facilidades y servicios.

    En los últimos años, muchos hemos sido testigos de los traslados del centro de trabajo donde desarrollábamos nuestra actividad. La preferencia de los empresarios por edificios sostenibles, con bajos costes de mantenimiento y consumo adaptable, ha sido relevante en los últimos tiempos. A pesar de su glamour, las zonas históricas de las ciudades, antaño favoritas de las empresas, han sido sustituidas por otras menos propicias para la ubicación, pero más atractivas en cuanto a condiciones. Estas nuevas oficinas compiten entre sí con arquitecturas y diseños innovadores, pero ¿es esto realmente lo que necesitan los empleados en primer lugar? Andra Pintican:

     

    «Seguridad, comodidad y recursos son tres elementos esenciales para trabajar. Sin embargo, son insuficientes en el mundo actual. Queremos empleados de alto rendimiento y, sobre todo, que innoven para poder seguir el ritmo de la feroz competencia del mercado. Pero debemos preguntarnos si el entorno en el que se supone que las personas deben engendrar la innovación está configurado para crear el ambiente adecuado para ello. Más allá de la calidad del espacio de trabajo y de todas las facilidades necesarias para la seguridad y la comodidad, yo hablaría también de creatividad. El diseño no debe centrarse en la opulencia y la imagen de marca del empleador, sino en crear la sensación de inmersión en el espacio de trabajo que lleve fácilmente al empleado al estado de fluidez (flow). Sin embargo, antes de hablar del estado de fluidez sería apropiado reconocer que en Rumanía hay espacios de trabajo donde en invierno los empleados no tienen calefacción, y mucho menos café. Así que podemos empezar por la seguridad y la comodidad, y una vez que nos aseguremos de que las tenemos, podemos seguir adelante y fijarnos también en la calidad de los espacios de trabajo a través del diseño».

     

    Según la perspectiva de Mihaly Csikszentmihalyi, el psicólogo que popularizó el concepto de fluidez, fluir significa estar plenamente comprometido y concentrado en una actividad que nos produce alegría y nos motiva.

    Quizá la emoción de regresar al trabajo presencial también dependa de la edad del empleado, y es obvio que cuanto más joven se es, mayores son las ganas de salir de casa. En cuanto a las personas mayores, las cosas también están divididas. Muchas de ellas prefieren la solución híbrida, pero para otras, trabajar desde la oficina no suena tan mal. Les da energía.

    Versión en español: Victoria Sepciu

     

     

  • Turismo ecológico en el delta del Danubio

    Turismo ecológico en el delta del Danubio

    Está considerado un paraíso de la naturaleza y un destino para el turismo sostenible. En este programa descubrimos el ecoturismo respetuoso con el medio ambiente, para que nuestras vacaciones conserven intacta la belleza de la zona.

    El guía de nuestro viaje será Iliuță Goean, que declara ser un turista enamorado del delta del Danubio desde hace 20 años. Dirige su propia agencia desde hace 15 años y ayuda a otros a descubrir, cuidando la naturaleza, las zonas que tanto ama.

    «¡Imaginaos el paraíso! Eso es el delta del Danubio. Es el último lugar salvaje de Europa, el último sitio donde uno puede sentirse realmente en plena naturaleza. Es la zona con mayor biodiversidad de Europa. Tenemos el mayor número de especies de aves, insectos, plantas, peces. Si quieres ver más que en ningún otro lugar de Europa, hay que venir al delta del Danubio, en términos de naturaleza. El turismo ecológico significa un turismo en el que no interfieres con la naturaleza de ninguna manera, dejas la menor huella posible al pasar por la zona y, sobre todo, no la destruyes. Para ello, hay que trabajar mucho en el ámbito de la educación, sobre todo para los jóvenes, porque es ahí donde está el futuro, y debemos enseñarles a hacer ecoturismo».

    Si queremos recorrer el delta sin tener la sensación de haber destruido algo a nuestras espaldas, debemos elegir un programa con embarcaciones de velocidad media o baja, pero no con embarcaciones rápidas, afirma Iliuță Goean. Las embarcaciones rápidas son especialmente perjudiciales para el ecosistema del delta. En cambio, si estás acostumbrado a moverte, puedes elegir un viaje en kayak o canoa.

    «Estas son realmente las formas más ecológicas de explorar el delta del Danubio. Yo no soy de aquí, del delta. Vine hace 20 años para quedarme. Llevaba muchísimos años viniendo, todos los veranos, otoños, a pescar. Pero hace 20 años decidí quedarme aquí y me instalé en Mila 23. Después de alojarme en diferentes lugares del delta, elegí Mila 23 porque me parece el mejor lugar desde el cual explorar el delta. Está en la antigua esquina del brazo Sulina. No está muy afectado por la navegación comercial, como ocurre en los brazos principales del Danubio. Es un lugar tranquilo, hermoso y, sobre todo, con una cocina tradicional excepcional. Aquí también se ha abierto recientemente el Museo Ivan Patzaichin. Ahora es un punto de referencia en el delta del Danubio. La Asociación Ivan Patzaichin también ha conseguido, después de muchos años, establecer una ruta en barca de remos y muy pronto lanzará una aplicación que se puede utilizar para explorar el delta del Danubio. Para los que les apetezca una lancha motora, hay programas los lunes, jueves y domingos. Recogemos a la gente en Tulcea y la llevamos a la Mila 23. Sabemos exactamente cómo hacer nuestras actividades. Trabajamos con alojamientos locales, administrados por lugareños, que saben cocinar la comida a la manera en la que se hace aquí en el delta».

    Existe la tentación de buscar el propio alojamiento antes de venir al delta del Danubio, y luego buscar traslados y excursiones. Sin duda, el resultado no será el adecuado, dice Iliuță Goean.

    «Mucha gente se imagina que cuando llega al centro del delta se encuentra con una avalancha de guías y barcas esperando para llevarlos a algún sitio. No es así en absoluto, porque los alojamientos suelen ser pequeños y toda la logística se adapta a la casa. Así que, si tienes tu alojamiento en algún sitio y no consigues las excursiones en barco, te quedarás fuera. Por eso, siempre recomiendo a la gente que compre un paquete completo, porque así uno puede estudiar qué tipo de barca te van a llevar. Si se trata de aquella embarcación cubierta con plásticos desde la que no se ve absolutamente nada, es algo que hay que evitar a toda costa. Recomiendo encarecidamente las embarcaciones abiertas desde las que se puede vivir una experiencia auténtica. Puedes ver, puedes oír. Hay cientos de especies de pájaros cantando, sobre todo en primavera, que es una pena no oír. Y, sobre todo, se perderá el espectáculo de las aves en vuelo. La mitad de las aves que verá estarán en vuelo. En un barco cerrado, te privarás de esa experiencia».

    El delta del Danubio es el destino perfecto en Rumanía para observar algunas especies singulares de aves. La observación de aves es una actividad recreativa, para conocer el entorno, observar las condiciones favorables para la existencia de las aves y otros animales salvajes. Durante esta actividad, no se recomienda acercarse demasiado a los nidos, para no molestar a las aves y no asustarlas. La fotografía se realiza sin flash y la comunicación entre los turistas es tranquila, para que todos disfruten: tanto los turistas amantes de la naturaleza como las aves, que tienen que poder seguir con su rutina diaria.

    «Los programas de observación de aves cuestan desde 1500 leus por persona para cuatro días y tres noches, incluidos dos traslados. El primer y el último día son traslados con paradas para observar aves, y dos días completos de actividades. Se incluyen programas de iniciación para niños. Hay muchas familias que quieren educar a sus hijos y llevarlos a este tipo de ecoturismo. Vienen con ellos a una excursión introductoria de observación de aves. Son guías entregados, gente con muchas ganas de enseñar a los niños el arte de observar aves, de explicarles qué son las aves. A los niños les fascina esta información y lo que descubren y crean un hermoso camino en la vida a través de estos programas».

    Los fotógrafos o los aficionados a las aves pueden venir en cualquier época del año. En cambio, los que quieran descubrir la naturaleza y relajarse pueden venir de abril a octubre. Durante el resto del año, las temperaturas no son muy propicias, dice Iliuță Goean, guía turístico y propietario de una agencia de viajes en el delta del Danubio.

    «A finales de otoño vienen los pescadores, en invierno los fotógrafos y los observadores de aves, porque hay especies de aves que solo hibernan en Rumanía. Solo se pueden ver en invierno, no en verano. Pero venir con tu hijo de vacaciones al delta en invierno, si no tienes estas aficiones, no es muy cómodo. Recomiendo encarecidamente que vengáis a ver el delta del Danubio, a descubrirlo. Hay que estar muy atentos al comprar un paquete turístico. Hay que elegir bien los barcos para vivir una experiencia maravillosa y para recomendar cariñosamente a otros que repitan lo que vosotros habéis experimentado. Podréis disfrutar de la naturaleza, la gastronomía, la tranquilidad, todo lo que no suele encontrar en otros lugares. Si os gustan los pájaros, hay que venir del 15 de abril al 15 de junio; si queréis que haga calor y que puedan bañarse e ir al mar, hay que venir a Sulina en verano. Si os gustan los pájaros, septiembre-octubre es también una época muy buena».

    Así pues, la temporada de vacaciones en el delta del Danubio comienza en abril y se prolonga hasta octubre. El calendario de eventos es amplio e incluye el Festival Internacional de Cine Independiente ANONIMUL, Tulcea Fest, los Días de la ciudad de Sulina, la Fiesta de la Aldea Mila 23, la Fiesta de la Sopa de Pescado de Crişan, el Maratón del delta del Danubio en Sulina. Todos tienen lugar durante la temporada de verano.

    Versión en español: Monica Tarău