Tag: Familia

  • Apoyo a los rumanos con pensiones bajas

    Apoyo a los rumanos con pensiones bajas

    El ejecutivo de Bucarest ha aprobado un decreto ley sobre la ayuda financiera a los jubilados durante este año. La medida beneficia a los rumanos afiliados al sistema público de pensiones y al sistema estatal de pensiones militares cuyos ingresos sean inferiores o iguales a 2574 leus (unos 515 euros). Esta cantidad equivale al salario mínimo neto y es una medida de protección social, según las autoridades.

    El Consejo Económico y Social, cuyo dictamen es consultivo, considera que la medida tendrá un impacto positivo en los pensionistas públicos, pero sería justo aplicarla a quienes tengan ingresos de hasta 2806 leus (unos 560 euros), que es la pensión media en enero de 2025.

    Sin embargo, el primer ministro Marcel Ciolacu rechazó esta hipótesis, alegando que los recursos presupuestarios actuales no permiten esta medida. Cerca de 2,7 millones de pensionistas rumanos tienen ingresos inferiores o iguales a esta cantidad, y más de 86.000 de ellos viven en el extranjero, según el Ministerio de Trabajo, Familia, Juventud y Solidaridad Social.

    El importe será concedido por el Gobierno en dos plazos iguales de 400 leus (unos 80 euros) en abril y diciembre, a través de los centros de pensiones territoriales o sectoriales. La ayuda económica no se tendrá en cuenta a la hora de establecer el límite máximo para la aprobación del Programa de compensación del 90% del precio de referencia de los medicamentos, ni para la renta mínima de inserción, ni para la concesión de entradas para tratamientos balnearios, a través del sistema organizado y administrado por el Instituto Nacional de la Seguridad Social.

    La medida se viene anunciando desde principios de año, cuando el Gobierno no ajustó las pensiones a la inflación debido al abultado déficit presupuestario. Para compensar esta realidad, el gobierno ha estudiado la posibilidad de ofrecer otro tipo de ayuda financiera a los pensionistas.

    Por otra parte, la actualización de todas las pensiones con la inflación, que el primer ministro Ciolacu dijo inicialmente que podría hacerse en septiembre, no se incluyó en el presupuesto de 2025, según declaró el ministro de Hacienda, Tanczos Barna. La razón es el gran déficit presupuestario del año pasado y las restricciones de este año. En 2024, Rumanía tuvo un elevado déficit del 8,6% del producto interior bruto, y para 2025, el Gobierno se ha fijado un objetivo del 7%.

    En Rumanía, el número de pensionistas disminuyó en casi 32.000 personas en febrero con respecto al mes anterior, según la Seguridad Social. El mes pasado había unos 4,6 millones de pensionistas. En el mismo periodo, la pensión media fue de unos 2700 leus (unos 540 euros). Del total de pensionistas, casi 570.000 eran personas que habían trabajado en la agricultura, y la pensión media en este caso es de 667 leus (unos 130 euros). Según las estadísticas oficiales, el número de jubilados por vejez es de 3,7 millones de personas, de las cuales casi dos tercios son mujeres.

    Versión en español: Antonio Madrid

  • Desde Rumanía hacia el mundo: ¡Celebramos la Nochevieja!

    Desde Rumanía hacia el mundo: ¡Celebramos la Nochevieja!

    Celebramos la Nochevieja y cada zona de nuestro país tiene platos específicos para la mesa festiva, pero la carne de cerdo es el elemento común de las tradicionales mesas rumanas. De hecho, en Rumanía, matar el cerdo es un ritual que se mantiene desde la antigüedad y se transmite de generación en generación.
    Las tradiciones culinarias rumanas son un elemento esencial del patrimonio cultural del país, estando estrechamente vinculadas a su historia, valores y creencias. Durante las Fiestas de invierno, todas las familias se reúnen alrededor de la mesa para disfrutar de platos tradicionales, que no sólo son deliciosos sino también llenos de simbolismo. La mayoría de los rumanos respetan estas tradiciones, lo que demuestra lo profundamente arraigadas que están en la cultura rumana.
    Las delicias tradicionales rumanas que enriquecen la mesa de Navidad y Año Nuevo son muy diversas. Cada plato tiene su propia historia, que refleja las costumbres y tradiciones locales.
    Los platos más importantes presentes en las mesas de fiesta de los rumanos son: aperitivos, sarmale, embutidos (piftia), ensalada boeuf, salchichas caseras y postres.

     

     

    Con diferencia, el plato tradicional más famoso en la mesa navideña y de Año Nuevo es el sarmale en todas las zonas del país. Al mismo tiempo, con motivo de la Natividad de Dios, en las mesas de los rumanos se pueden encontrar cerdo asado, salchichas y ensalada boeuf.
    Como en todas partes del país, en Moldavia los sarmales también ocupan un lugar de honor en la mesa navideña. También son indispensables en esta zona la piftia (frialdad), los embutidos de cerdo, las carnes ahumadas, los caltabos y el vino tinto. Algo más específico de la zona son los prjoales, una especie de albóndigas que los moldavos sirven con orgullo a sus invitados en Navidad.

    Entre todos los postres modernos, el cozonac sigue siendo una tradición en las mesas navideñas rumanas. Este postre tradicional es una especie de pan dulce con nueces, cacao, pasas o delicia turca, que se prepara en los hogares rumanos con mucho cariño y paciencia. El cozonac se puede acompañar con una copa de vino caliente, creando así una combinación perfecta de sabores. ¡Ni hablar del inconfundible aroma del bollo recién salido del horno!
    Una de las supersticiones más famosas dice que la primera persona que cruce el umbral de la casa el primer día del Año Nuevo influirá en el año que acaba de comenzar. Se dice que si la primera persona en entrar a la casa es un hombre, entonces tendrás un año de suerte, pero si la mujer entra primero a la casa, el Año Nuevo será de mala suerte. Otra superstición de Nochevieja es que tanto el último día del año como el primer día del Año Nuevo es recomendable no gastar ni tirar nada fuera de casa, ni siquiera la basura, porque con ella tirarás lejos tu y suerte en la casa. Se dice que en Año Nuevo no es bueno tener deudas. De lo contrario, seguirás endeudado durante todo el año. La superstición de Año Nuevo dice que en Nochevieja es bueno tener dinero en el bolsillo, así atraerás la suerte a tu lado. La superstición dice que quien duerme la noche de Año Nuevo tendrá sueño todo el año. Otra superstición de Nochevieja es que no es bueno comer aves de corral en Nochevieja, ya que trae mala suerte. El primer día del Año Nuevo no lave ni barra, porque estas cosas pueden empobrecer la casa.
    El 2025 nos espera con nuevos comienzos y nuevas oportunidades.
    No hay nada más valioso que la amistad. ¡Os deseamos un 2025 lleno de nuevas experiencias, amor y éxito!

  • La miscelánea: Fiestas y tradiciones de Navidad y Año Nuevo en Rumanía

    La miscelánea: Fiestas y tradiciones de Navidad y Año Nuevo en Rumanía

    En Rumanía, la Navidad tiene un fuerte componente religioso, ya que la mayoría de la población sigue el cristianismo ortodoxo. La Nochebuena se celebra con una profunda solemnidad, marcada por la misa de medianoche. Las iglesias ortodoxas se llenan de fieles que asisten a los servicios especiales para conmemorar el nacimiento de Jesucristo. Una de las costumbres que podemos destacar es que en la víspera de Navidad, las familias rumanas suelen ayunar. El 24 de diciembre, el ayuno se rompe con una cena tradicional que incluye una variedad de platos sabrosos, como sarmale (hojas de repollo rellenas de carne y arroz) y cozonac (un pastel tradicional con nueces y cacao). En algunas zonas rurales de Rumanía, la Nochebuena no solo es una celebración religiosa, sino también un momento para honrar a los ancestros. Algunas personas creen que en esta noche, los espíritus de los seres queridos ya fallecidos regresan para visitar a sus familias.

    Una de las tradiciones más queridas durante la Navidad es el canto de villancicos, conocidos como “colinde” en rumano. Desde temprano en la mañana del 24 de diciembre, los niños y jóvenes salen de casa en casa, cantando canciones tradicionales que celebran el nacimiento de Cristo. A cambio, reciben dulces, dinero o incluso pequeños regalos. Esta tradición simboliza la llegada de la luz y la alegría en la oscuridad del invierno. Los cantantes de villancicos no solo cantan, sino que también llevan consigo farolitos y en algunos casos, estrellas hechas a mano, que representan el estrella de Belén. En muchas familias rumanas, la Nochebuena es una ocasión para compartir una cena que varía según la región, pero siempre tiene ciertos ingredientes comunes. Platos como el sarmale, la polenta (mămăligă), y salchichas caseras son populares. Además, no puede faltar el cozonac, un pastel tradicional que se prepara con una masa suave rellena de nueces, pasas y cacao. La preparación de la comida en Rumanía no es solo una cuestión culinaria, sino también un acto simbólico. Las familias se reúnen para compartir y celebrar la unidad familiar. Una tradición rumanas muy única es el sacrificio del cerdo, conocido como el “Ignat”. Este evento ocurre generalmente el 20 de diciembre, antes de la Navidad. Aunque este acto ya no es tan común en las ciudades, en las zonas rurales sigue siendo una tradición importante. El cerdo se utiliza para hacer diversos productos típicos, como embutidos y carnes curadas, que se consumirán en la celebración de la Navidad.

    Como en muchos otros países, en Rumanía existen leyendas y personajes mitológicos que enriquecen la celebración de la Navidad. Uno de los más conocidos es Moș Crăciun, que es muy similar a Santa Claus en otros países. Moș Crăciun o Papa Noel trae regalos a los niños, pero se dice que llega en un carruaje tirado por renos. Sin embargo, en algunas regiones de Rumanía, se cree que Moș Crăciun es acompañado por otros personajes, como Moș Nicolae, que llega el 6 de diciembre para dejar regalos a los niños que se han comportado bien durante el año. Moș Nicolae trae pequeños regalos a los niños y deja dulces en los zapatos de los niños bien comportados, mientras que los que no lo están reciben un palo de madera como recordatorio.

    En cuanto a las decoraciones, los rumanos solemos tener un árbol de Navidad en casa, como en muchas otras partes del mundo. Sin embargo, lo que lo hace especial en Rumanía es que muchas familias optan por adornos hechos a mano, como figuras de madera tallada, tejidos tradicionales y bordados que reflejan el arte popular rumano. Además, las iglesias y los hogares se llenan de velas que simbolizan la luz que trae el nacimiento de Cristo.

    El 25 de diciembre, día de Navidad, es una fiesta tranquila y familiar. La gente va a misa, comparte con su familia y disfruta de las comidas preparadas con antelación. Una costumbre muy especial en algunas regiones es el desfile de los “ursi”: personas disfrazadas de osos que salen a las calles para espantar los malos espíritus y traer buena suerte para el año que comienza. También es típico que el 28 de diciembre se celebren los Días de los Inocentes, una tradición que recuerda el sufrimiento de los niños durante el reinado de Herodes. En algunas regiones, las familias realizan juegos y actividades especiales.

    El Año Nuevo en Rumanía es tan importante como la Navidad, con una serie de costumbres que celebran el fin de un ciclo y el comienzo de uno nuevo. Aunque el 31 de diciembre se marca con fiestas, bailes y celebraciones, también hay muchas tradiciones que varían según la región. Una de las tradiciones más populares es la de “Plugușorul”, que es un canto tradicional de Año Nuevo. Los niños, al igual que en Navidad, van de casa en casa cantando canciones, pero en este caso, los villancicos de Año Nuevo son más alegres y festivos, pidiendo buena suerte y prosperidad para el año venidero.

    En las grandes ciudades, como Bucarest, el 31 de diciembre se celebra con grandes fuegos artificiales y eventos públicos. Las personas se reúnen en plazas y parques, disfrutando de conciertos, música y celebraciones hasta la medianoche, cuando brindan con champán para recibir el nuevo año. La gente canta, baila y celebra con alegría, deseando a los demás salud, felicidad y prosperidad para el nuevo ciclo. En algunas zonas rurales, la gente tiene la costumbre de romper platos en la puerta de la casa para alejar los malos espíritus y comenzar el año con buena suerte. También se realizan rituales de limpieza del hogar, que simbolizan dejar atrás lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo. Como hemos visto, la Navidad y el Año Nuevo en Rumanía son una mezcla fascinante de tradiciones religiosas y populares. Las celebraciones rumanas están llenas de rituales que unen a las familias, las comunidades y los pueblos. Desde el canto de los villancicos hasta las festividades de Año Nuevo, Rumanía celebra estas fechas con un espíritu cálido y alegre.

    ¡Les deseo a todos un Año Nuevo lleno de bendiciones y buena suerte!

     

  • Sabores de Navidad en Rumanía, un festín de tradiciones y delicias

    Sabores de Navidad en Rumanía, un festín de tradiciones y delicias

    La Navidad en Rumanía es un momento especial para compartir en familia, y como en muchas otras culturas, la comida juega un papel crucial en estas celebraciones. Durante estas fiestas, las mesas se llenan de platos tradicionales que reflejan la diversidad de la cocina rumana, con influencias de Europa del Este, pero también con toques únicos que hacen de cada comida una experiencia inolvidable. Los rumanos consideran la comida no solo como sustento, sino como una forma de conectarse con sus raíces y tradiciones.

    Comenzamos nuestra jornada culinaria con uno de los platos más representativos: sarmale. Las sarmale son hojas de col rellenas de carne de cerdo y arroz, y a menudo se cocinan con especias como el eneldo. Este plato se sirve en grandes cantidades y, según la región, puede acompañarse de crema agria y polenta. Es un plato que se comparte en familia y se sirve durante toda la Navidad. Otro plato importante es el piftie, una especie de gelatina hecha de carne de cerdo o de res. Es muy popular en las mesas navideñas y se prepara cocinando lentamente las partes menos comunes del cerdo, como los huesos o las patas, para obtener un caldo espeso y gelatinoso. Se sirve frío y, a menudo, se adorna con ajo y hierbas. En muchos hogares rumanos, el piftie es un plato de bienvenida durante las reuniones festivas. Y cómo olvidar el lebăr: un embutido que se elabora con hígado de cerdo, arroz y especias, todo cocido en una tripa de cerdo. Aunque en algunas regiones de Rumanía se sirve durante todo el año, es especialmente popular en Navidad.

    Los acompañamientos también son esenciales en una comida navideña rumana. Uno de los favoritos es la polenta o mămăligă, una masa a base de maíz que se sirve como acompañante de la carne. Su sabor suave complementa perfectamente los platos más fuertes y se sirve tanto caliente como fría. Otro acompañante importante son las jumări, que son trozos de grasa de cerdo frita. Aunque puede sonar simple, su sabor es absolutamente delicioso y es un aperitivo que se disfruta mucho antes o después de la comida principal. Las jumări también se usan en muchos platos tradicionales rumanos, como el sarmale o en ensaladas. El caltaboș es otro embutido típico que no falta en las celebraciones. Este plato consiste en una especie de morcilla o embutido, hecho con carne de cerdo, arroz y especias, todo cocido dentro de una tripa. Se sirve como aperitivo o acompañamiento y tiene un sabor muy característico que forma parte de la identidad culinaria rumana. No podemos olvidarnos de los cârnați o chorizos, que en Rumanía se preparan de manera especial durante la Navidad. A menudo, los rumanos preparan diferentes tipos de chorizos caseros, a veces ahumados, que se cocinan en la parrilla o se sirven fritos. Los cârnați son parte de las tradiciones de Navidad y, como los demás platos, se disfrutan en grandes cantidades durante las festividades.

    Ahora pasemos a lo más dulce de la Navidad rumana: los postres. Uno de los más queridos es el cozonac, un pan dulce relleno de nueces, cacao, pasas y, a veces, frutas confitadas. Se prepara en grandes cantidades y se hornea con cariño, ya que es un plato que requiere tiempo y paciencia. El cozonac se sirve en rebanadas finas y es el acompañante perfecto para una taza de té o café. Otro dulce muy popular es el colaci, una especie de pan trenzado que se elabora con una masa similar a la del cozonac, pero con una textura más densa. Se sirve en la víspera de Navidad y es símbolo de buena suerte y prosperidad para el nuevo año. Como pueden ver, la Navidad en Rumanía no es solo una festividad religiosa, sino también un festín de sabores, texturas y aromas. Los platos tradicionales no solo nutren el cuerpo, sino también el alma, y son una forma de mantener viva la cultura y las tradiciones del país.

    Desde el piftie hasta el cozonac, cada bocado cuenta una historia y cada plato es una muestra de hospitalidad y amor familiar. Si alguna vez tienen la oportunidad de visitar Rumanía en Navidad, no olviden probar estas delicias. ¡Les aseguro que será una experiencia inolvidable! Y para aquellos que ya disfrutan de estas tradiciones, que este año la Navidad sea aún más sabrosa y llena de momentos especiales. ¡Gracias por acompañarnos en esta emisión! ¡Les deseamos una Feliz Navidad llena de alegría, amor y, por supuesto, buena comida!

     

     

     

  • Víspera de Navidad: villancicos y Papá Noel

    Víspera de Navidad: villancicos y Papá Noel

    En Rumanía, cuando decimos vacaciones de invierno, pensamos que todo se va a poner blanco como la nieve y los villancicos complementarán el ambiente de alegría y emoción que uno no puede esperar para oír y recibir.
    Estas canciones muy hermosas, los villancicos, tienen el propósito de anunciar el Nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo .

    Desde la víspera de Navidad hasta la Epifanía, en las calles resuena la voz de los cantantes de villancicos vestidos con trajes tradicionales propios de cada región del país.

    Las Fiestas y costumbres populares, agrupadas en torno al solsticio de invierno (diciembre 20 a enero 7), se denominan genéricamente vacaciones de invierno. Costumbres populares y días festivos que ocurren dentro de un día o de varios días, durante el día o la noche, dedicados a las divinidades, seres humanos, animales, aves, plantas terrestres y fenómenos cósmicos son conocidos y respetados, en algunas zonas etnográficas hasta hoy en día. Prestadas y asimiladas de la cultura greco-romana y los pueblos orientales, creaciones ancestrales y míticas componen un panteón original rumano.

     

     
    En Rumanía, la fiesta más importante de invierno, la Navidad, trae consigo numerosas tradiciones de una belleza extraordinaria y solemne, entre las cuales – los villancicos.
    Todo el mundo recuerda en este período las vacaciones de invierno, cuando el tiempo se dedica a los seres queridos, las costumbres están en la casa y traen toda alegría y sonrisas en los rostros de todos.
    La Navidad también es llamada la fiesta familiar, siendo la ocasión en que abuelos, padres, hermanos, hijos y nietos se reúnen, se hacen regalos, disfrutan de los momentos pasados juntos alrededor de la mesa festiva, con la convicción de que honrando esta festividad tendrán una año más rico y feliz.

    En nuestro país, el primer árbol de Navidad decorado se encontraba en el palacio de Carlos I, gobernante (10 de mayo de 1866 – 10 de mayo de 1881) y rey (10 de mayo de 1881 – 27 de septiembre de 1914) de Rumanía. En el Palacio Real ubicado en Calea Victoriei, la noche de Navidad, los ilustres invitados que llegaron al palacio decoraron el árbol mientras cantaban villancicos. Actualmente, decorar el árbol de Navidad se ha convertido en una de las tradiciones más queridas tanto en el ámbito urbano como en las zonas rurales.
    El Ignat es la deidad solar que tomó el nombre y la fecha de celebración de San Ignacio Teofanía (20 de diciembre) en el calendario ortodoxo, – amanecer de Ignacio de cerdo para la Navidad. El animal es sacrificado en este día que muere y renace dios. En la antigüedad, el cerdo era un símbolo de la vegetación, primavera, y trasladado sacrificio de invierno.

    A través de los Villancicos enviamos los votos de felicidad, salud, abundancia, el cumplimiento de deseos en el Nuevo año. El villancico es una antigua tradición rumana. Cuando las personas no reciben a los cantantes de villancicos, cierran las puertas y no ofrecen regalos, los efectos mágicos son opuestos, violan las reglas de esta costumbre.

    Se cree que Navidad es un dios solar de origen indoeuropeo de territorios habitados por Geto-dacios, identificado con el dios romano Saturno y el dios de Irán Mitra. Durante más de un milenio, los cristianos celebraban su año nuevo el día de Navidad. Acerca de Mos Craciun o Santa Claus hay muchas leyendas. Las tradiciones contemporáneas de la “Santa” Navidad, sobre Papá Noel “generoso y amable”, “cargado con muchos regalos” son influencias librescas que han impregnado la cultura popular de oeste a este y de ciudad a la aldea.
    El abeto o árbol de Navidad decorado, adorado en el puesto de sustituto del dios que muere y renace a finales de año, cerca del solsticio de invierno, es sinónimo de Navidad. Adornar el árbol y esperar a Mos Craciun o Papá Noel, que en el sureste de Europa, la Navidad viene con muchos regalos, es una tradición que data de la segunda mitad del siglo XIX.
    Estrella
    Desde la Navidad hasta la Epifanía, los niños caminan con la estrella, una vieja costumbre que reúne a todos los pueblos cristianos.
    esto para recordar la estrella que anunció el Nacimiento de Jesús y guió a los Reyes Magos.

    Las canciones sobre estrellas proceden de diferentes fuentes: algunas de la literatura ortodoxa bizantina, otras de la literatura medieval en latín de la Iglesia católica, parte de la literatura calvina y muchas de ellas, incluso de las tradiciones locales. Los niños entran en las casas en víspera de Craciun, cantando versos religiosos sobre el Nacimiento de Jesús.
    Dios se hizo hombre por nosotros para no vernos caídos en el mal y la desgracia, para la salvación de nuestros pecados. La Navidad de Jesucristo es la celebración más grande de la cristianidad.
    Las costumbres rumanas tienen múltiples significados. En la Nochebuena, cantan en primer lugar los niños, símbolo de la pureza, de la limpieza física y moral. Los trajes tienen el mismo propósito – para protegerse de las fuerzas del mal.
    La Navidad se caracteriza por una rica comida. Todo esto está sobre la mesa y es una referencia clara a la comunidad rumana tradicional.
    Lo que más gusta sobre la Navidad en Rumanía es el espíritu navideño que se siente en el aire. Antes de todo se prepara el cozonac, que es un pan dulce con relleno de nueces, pasas o chocolate. Después preparan la comida, que ha de ser especial, ya que toda la familia se reúne de Navidad en las casas. El conocido plato llamado sarmale y los preparados específicos de carne de cerdo, que se mata una semana antes de Navidad, en un ritual muy antiguo, son tradiciones que se han guardado durante siglos en Rumanía.
    La Navidad es un momento de alegría, paz y generosidad.

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Deportes de invierno más populares en Rumanía.

    Desde Rumanía hacia el mundo: Deportes de invierno más populares en Rumanía.

     

     

    El invierno tiene un encanto especial en Rumanía. Las temperaturas específicas del invierno en nuestro país son ideales para practicar deportes como el esquí, el snowboard o el trineo.
    Desde fiestas hasta paseos por pueblos auténticos y platos tradicionales, Rumanía ofrece un paisaje turístico diverso y hermoso para aquellos que quieran explorar la belleza de este período mágico.
    Los deportes de invierno más populares incluyen el esquí alpino, el snowboard, el patinaje, el hockey sobre hielo, el esquí de fondo y el trineo.

    El esquí alpino es sin duda uno de los deportes de invierno más queridos. Cuando bajas a toda velocidad por las laderas nevadas, sientes una libertad que pocas otras actividades te brindan. Cada giro que das, cada decisión rápida pone a prueba tu equilibrio y control. Si no has probado este deporte antes, ¡este invierno es el momento de hacerlo!
    ¿Por qué es tan popular el esquí en Rumanía? Además de la adrenalina, el deporte desarrolla la resistencia física y la coordinación. Es una de las mejores opciones si quieres mantenerte activo y disfrutar del aire fresco de la montaña. Además, las pistas de Rumanía ofrecen senderos para todos los niveles de experiencia, desde principiantes hasta avanzados. ¡Vístete apropiadamente, elige los esquís adecuados y disfruta de uno de los deportes de invierno más populares.

    En nuestro país el grado de dificultad está regulado de forma diferente a las estaciones de Alemania o Austria:azul para principiantes, roja: pista de dificultad media y negra: pista con dificultad alta.
    Las pistas más famosas de nuestro país son las de Valea Prahovei y Poiana Brașov.
    Poiana Brașov, situada a 14 km de Brașov, es la estación de esquí más moderna y visitada de Rumanía.En Poiana Brașov hay 12 pistas de esquí con un total de 22,4 km.
    Los que no quieran esquiar les esperan en la pista de tubing o en el tobogán. Y aquellos que prefieran admirar el paisaje montañoso desde lo alto pueden montar en telesilla.
    Sinaia es el segundo centro turístico de montaña más grande de Rumanía, cuya zona de esquí incluye 22 km de pistas.

    El trineo es una actividad física que podemos practicar con los niños, si no tenemos experiencia con los esquís o el snowboard. Este deporte permite mantener una postura correcta y entrena mucho los músculos situados en la espalda.Se puede considerar un deporte de equipo cuando el trineo que se utiliza incluye dos o incluso tres asientos. Así, el trineo ofrece bonitos momentos en familia, pero también beneficios para el cuerpo.
    Si tienes pensado salir a montar en trineo con tus hijos este invierno, es importante que sepas que esta actividad sólo está permitida en determinadas pistas de Rumanía:hay pistas para trineos de Valea Prahovei. Las estaciones de Azuga, Bușteni, Sinaia y Predeal están repletas de pistas donde se puede practicar el trineo con total seguridad, para que los más pequeños puedan disfrutar tranquilamente de sus vacaciones de invierno.
    La estación de esquí Transalpina mide unos 80 km de pistas, que también incluyen zonas para trineo o baby ski. Transalpina Ski Resort es un área inaugurada en 2012 y cuenta con las más modernas instalaciones para la práctica de deportes de invierno del país.
    El complejo Straja es un destino de vacaciones ideal para familias con niños pequeños. La pista de esquí para bebés ofrece instalaciones de primer nivel, incluido un carril de escalada de 60 m.

    El snowboard no es sólo un deporte, sino también una forma de vida para quienes aman combinar diversión con desafíos. Si te gustan las actividades que requieren equilibrio y agilidad, te encantará la sensación de un rápido descenso sobre la tabla. El proceso de aprendizaje puede ser un poco más difícil, pero una vez que lo domines, ¡descubrirás el verdadero encanto de este deporte!
    ¿Qué hace que el snowboard sea tan emocionante? La capacidad de personalizar su experiencia. Podrás realizar saltos espectaculares, trucos o bajar tranquilamente por pistas bien acondicionadas. No importa el estilo que elijas, sentirás que la naturaleza se convierte en tu aliada en todo momento. Todo lo que necesitas es una tabla adecuada, botas cómodas y un casco. Por supuesto, tampoco debe faltar ropa gruesa e impermeable.

    Con el tiempo, podrás formar parte de una comunidad amigable donde todos comparten la pasión por las montañas y la nieve.
    Quienes optan por hacer deporte en los meses de invierno también obtienen diversos beneficios tanto a nivel mental como físico.
    He aquí por qué es bueno hacer deporte en invierno:
    La exposición a la luz natural mejora el estado de ánimo. En invierno, existe un mayor riesgo de sufrir los síntomas de la depresión estacional, debido a la falta de vitamina D.
    Mantener un peso óptimo. El esfuerzo físico sostenido durante este tiempo permite quemar mucho más fácilmente las calorías.
    Garantizando un excelente tono muscular. Los deportes de invierno requieren más de ti, en comparación con las actividades físicas que realizas en la estación cálida.
    Estimulación del sistema cardiovascular. No sólo el sistema muscular se beneficia del esfuerzo, sino también el sistema venoso y arterial del cuerpo. Los deportes de invierno son actividades físicas anaeróbicas, que facilitan el transporte óptimo de oxígeno en la sangre,
    Pasar hermosos momentos con los seres queridos. Los deportes de invierno también tienen un importante componente social, ya que te permiten estar con tus familiares, o amigos cercanos, en un entorno ideal para los momentos de vacaciones invernales.

  • La miscelánea: Ayuno de Navidad, un viaje espiritual rumano

    La miscelánea: Ayuno de Navidad, un viaje espiritual rumano

    En Rumanía, el ayuno de Navidad, conocido como “Postul Crăciunului”, es una tradición profundamente enraizada en la religión ortodoxa. Este ayuno comienza el 15 de noviembre y se extiende hasta la víspera de Navidad, el 24 de diciembre. Durante este tiempo, los fieles se abstienen de consumir alimentos de origen animal, como carne, lácteos y huevos, pero también evitan otras indulgencias, como el alcohol o los dulces. La comida que se consume está basada en vegetales, legumbres, pan, frutos secos y aceites vegetales. Este ayuno no es solo una cuestión de dieta. Es, ante todo, una forma de purificación espiritual. A través de esta práctica, los rumanos buscan acercarse a Dios, reforzar su fe y prepararse para la venida del Niño Jesús. Es un acto de reflexión y penitencia, pero también de comunidad, ya que durante este tiempo se comparten comidas sencillas en familia y se participa en rituales religiosos que refuerzan los lazos sociales y familiares. Más allá del aspecto físico, el ayuno tiene un significado muy profundo en la espiritualidad ortodoxa rumana. Es considerado como una forma de arrepentimiento y purificación. Durante este tiempo, las iglesias están llenas de fieles que participan en las misas rezando, buscando reconciliación y fortaleza espiritual. En las comunidades rurales, el ayuno es también una forma de mantener vivas las tradiciones de los antepasados. Las abuelas, por ejemplo, tienen un papel muy importante en enseñar a los más jóvenes cómo respetar las reglas del ayuno, pero también les transmiten historias y leyendas que giran en torno a esta costumbre. En algunas zonas de Rumanía, el ayuno está tan arraigado que se asocia con la preparación para la Navidad no solo en el plano religioso, sino también en el ámbito social. Es el momento de fortalecer los lazos familiares y comunitarios, de ayudar a los más necesitados y de vivir el verdadero espíritu de la Navidad.

    El 24 de diciembre, en la víspera de Navidad, se rompe el ayuno, y la cena es un evento esperado con ansias por todos los miembros de la familia. La mesa de Navidad está llena de manjares tradicionales, como el “sarmale” (rollitos de repollo rellenos), “cozonac” (pan dulce relleno), y los famosos platos con carne que se habían evitado durante las semanas anteriores. Pero no se trata solo de la comida. Es una celebración de la unión familiar y la alegría por el nacimiento de Jesús. En muchos hogares rumanos, después de la misa de Nochebuena, se celebra la “Colinda”, una tradición de villancicos, donde los niños y jóvenes van de casa en casa cantando himnos navideños y recibiendo dulces o dinero a cambio. Es un momento especial para compartir con los demás, para mostrar generosidad y fortalecer el sentido de comunidad, que, como sabemos, es uno de los valores más importantes en la tradición rumana.

    En las grandes ciudades, aunque la tradición del ayuno sigue siendo muy fuerte, se han adaptado nuevas formas de vivir esta práctica. Los jóvenes de las ciudades, por ejemplo, suelen realizar un ayuno más flexible, adaptado a los tiempos modernos. Sin embargo, el ayuno sigue siendo una forma de conexión espiritual y cultural, especialmente para quienes buscan mantener un lazo con su herencia religiosa y cultural. Además, en tiempos recientes, ha habido un creciente interés por las dietas vegetarianas y veganas en todo el mundo, y el ayuno de Navidad en Rumanía coincide con esta tendencia. Esto ha dado lugar a una “revitalización” del ayuno, en el que no solo se ve como una obligación religiosa, sino como una forma de llevar un estilo de vida más saludable y consciente.

    El ayuno de Navidad en Rumanía es mucho más que una simple restricción alimentaria. Es una profunda práctica de purificación espiritual, un acto de solidaridad con los más necesitados, y una tradición que refuerza los lazos familiares y comunitarios. Al final, el verdadero significado del ayuno radica en prepararnos para celebrar con un corazón limpio y dispuesto el nacimiento de Jesús, el centro de la Navidad. Y como en muchas otras partes del mundo, este tiempo es una oportunidad para reflexionar, compartir y disfrutar de la belleza de las tradiciones que nos unen.

    El ayuno es una práctica espiritual y cultural presente en muchas partes del mundo, y cada región o comunidad lo vive de manera única, influenciada por tradiciones religiosas, costumbres sociales y la relación con la comida. Esta práctica sirve como un medio de purificación, reflexión, acercamiento a lo divino y un esfuerzo por encontrar el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Aunque las reglas y las tradiciones varían según la religión y la región, la idea central de sacrificio y reflexión está presente en muchas culturas a lo largo del mundo.

     

  • Las preocupaciones de los rumanos

    Las preocupaciones de los rumanos

    Los rumanos y los austriacos son los más satisfechos con su vida de los habitantes de Europa Central y Oriental, pero los primeros están bastante más preocupados por el aumento de la pobreza, la posible escasez de alimentos o agua durante períodos más largos o el aumento de las diferencias económicas entre las personas. Esta es una de las conclusiones de un estudio sobre la calidad de vida en 2024 realizado por Kantar Rumanía. El estudio revela el grado de satisfacción de los habitantes de Europa Central y Oriental con su vida en general y en distintos aspectos: familia, carrera profesional, vida social, ingresos o vida política. La encuesta también analiza las amenazas actuales que percibe la gente, así como las actitudes hacia el equilibrio entre la vida laboral y familiar o un estilo de vida más saludable. Dicho esto, la mayoría de los habitantes de Europa Central y Oriental están satisfechos con su vida, y los rumanos superan el nivel medio de satisfacción de la región. Sin embargo, aunque los rumanos están satisfechos con la situación económica de su familia, también están bastante insatisfechos con su vida profesional y social.

    En la República Checa, Eslovaquia y Hungría el nivel de preocupación es aún mayor, mientras que Ucrania se enfrenta a una enorme incertidumbre existencial. Carmen Pătrașcu, directora general de Kantar Rumanía, señala que otros estudios muestran que los rumanos se encuentran entre los europeos más satisfechos con su vida. «El alto nivel de satisfacción con la vida familiar declarado por los rumanos también en nuestro estudio puede apuntar a la familia como factor compensatorio de sus diversas preocupaciones. La familia proporciona un fuerte apoyo emocional y social que puede mitigar los efectos negativos de la incertidumbre económica», afirmó Carmen Pătrașcu.

    Explicó que estos resultados también pueden ser un signo de realismo o cautela: los rumanos pueden estar satisfechos con su situación actual, pero temen por el futuro debido a la incertidumbre y a la percepción de vulnerabilidad ante los cambios económicos, y muchos de ellos aún recuerdan bastante bien la crisis económica y financiera de 2010.

    En cuanto a la satisfacción con la vida familiar, los rumanos están bastante cerca del nivel de Austria, pero más lejos en lo que respecta a la vida profesional, pero sobre todo a la vida social. «Vemos, por tanto, una brecha mayor que en Austria entre la satisfacción de los rumanos con la vida familiar y su vida profesional y social. Aparte de los ucranianos, los eslovacos y los húngaros presentan el nivel más bajo de satisfacción en las tres dimensiones», añaden los autores del estudio.

    Según la investigación, toda la región está decepcionada con el sistema político. Sólo 1 de cada 5 personas de Europa Central y Oriental está satisfecha con la dirección de la democracia en su país, la forma en que se gobierna y los representantes en la escena política. En Rumanía, sólo 1 de cada 10 personas está satisfecha con la forma en que están representadas a nivel político (presidente, Gobierno, Parlamento).

     

     

     

     

     

  • La miscelánea: Día de los Difuntos en Rumanía – misticismo y tradiciones

    La miscelánea: Día de los Difuntos en Rumanía – misticismo y tradiciones

    Comenzamos recordando que, alrededor del mundo, muchas culturas tienen sus propias formas de rendir homenaje a los difuntos. Sin embargo, en Rumanía, estas tradiciones tienen un matiz único, una mezcla fascinante de costumbres cristianas ortodoxas y antiguos ritos precristianos. Rumanía es predominantemente ortodoxa, y la Iglesia juega un papel esencial en estas celebraciones. Una de las tradiciones más significativas es la de los “Moșii de toamnă”, o “Abuelos de otoño”. Se trata de una serie de sábados dedicados a recordar a los antepasados, donde las familias acuden a las iglesias y cementerios para realizar ofrendas y oraciones. Pero, ¿en qué consisten estas ofrendas? Las familias preparan comidas tradicionales como la colivă, un postre hecho de trigo cocido, miel y nueces, que simboliza la resurrección y la vida eterna. También ofrecen pan, vino y frutas, que son bendecidos por el sacerdote antes de ser distribuidos entre los asistentes y, simbólicamente, compartidos con los difuntos.

    En los días previos, es común ver a las familias en los mercados comprando flores y velas. La luz juega un papel fundamental en estas tradiciones. Se encienden velas en las tumbas y en las ventanas de las casas para iluminar el camino de las almas que regresan a visitar a sus seres queridos. Es una forma de guiar y honrar a aquellos que ya no están en el mundo de los vivos. Pero las tradiciones rumanas van más allá de lo visible.

    Existen numerosas leyendas y mitos que enriquecen esta celebración. Se dice que durante este período, el velo entre los mundos es más delgado, permitiendo que los espíritus transiten libremente. Aquí es donde aparecen figuras como el “vâlva”, espíritus protectores de la naturaleza y los hogares, que pueden ser benevolentes o traviesos. Y, por supuesto, no podemos hablar de Rumanía sin mencionar su conexión con las leyendas de vampiros y la figura de Drácula. Aunque el conde Drácula es una creación literaria, está inspirado en el personaje histórico de Vlad Țepeș, también conocido como Vlad el Empalador. Si bien estas historias son más propias del folclore y el turismo, reflejan ese halo de misterio que envuelve a las tradiciones rumanas sobre la vida y la muerte.

    A continuación exploraremos las tradiciones únicas del Día de los Difuntos en diferentes regiones de Rumanía. Cada zona tiene costumbres específicas que reflejan la rica herencia cultural de nuestro país. Desde los habitantes de Oltenia, en el sur del país, hasta los transilvanos del centro, cada comunidad mantiene vivas las memorias de sus seres queridos de una manera especial. En Oltenia, el Día de los Difuntos es una celebración de carácter profundamente espiritual. La gente suele ir al cementerio unos días antes del día dedicado a los muertos para limpiar las tumbas y adornarlas con flores, especialmente crisantemos, que simbolizan la memoria. En la noche anterior al Día de los Difuntos, es costumbre que las familias preparen una mesa con platos tradicionales, como sarmale, coliva y cozonaci.  Un aspecto interesante es que, en algunas localidades, se organizan procesiones en el cementerio, donde se cantan himnos religiosos y se encienden velas, creando un ambiente solemne y lleno de respeto.

    En Transilvania, las costumbres relacionadas con el Día de los Difuntos son igualmente variadas. Aquí, en algunos pueblos, existe la tradición de llenar las tumbas con heno o flores silvestres, simbolizando un lugar de descanso placentero para las almas de los fallecidos. Los transilvanos también tienen una serie de rituales específicos, como encender velas en las tumbas como símbolo de la luz que guía las almas en el más allá. Además, la coliva juega un papel importante, siendo preparada con mucho cuidado. En algunas zonas, hay la costumbre de reunir la coliva en un solo lugar, donde se lleva a cabo un pequeño servicio religioso, y luego se reparte entre los asistentes. Este acto simboliza la comunión entre los vivos y los muertos.

    En Moldavia, región ubicada en el este de Rumanía, el Día de los Difuntos se marca con una serie de costumbres que reflejan el devoto recuerdo hacia los que han partido. Los moldavos suelen recordar a los muertos organizando mesas festivas en las que se sirve coliva, vino y platos tradicionales. Estas comidas se preparan en honor a los que han pasado a la otra vida y son una ocasión para que las familias se reúnan. Otro hábito específico de Moldavia es encender velas no solo en el cementerio, sino también en casa, para crear un ambiente de tranquilidad y llamar a las almas a regresar en medio de la familia. Además, se cree que en la noche anterior al Día de los Difuntos, las almas regresan a casa, por lo que las familias preparan lugares especiales para ellas. Así, observamos que, aunque existen diferencias entre las tradiciones regionales de Rumanía, todas ellas tienen en común un profundo respeto y un amor incondicional por aquellos que nos han dejado. Ya sea en Oltenia, Transilvania o Moldavia, los rumanos mantienen vivas las memorias a través de rituales que refuerzan los lazos familiares y comunitarios.

    El Día de los Difuntos nos recuerda la fragilidad de la vida, pero también la belleza de los recuerdos que guardamos en nuestros corazones.

     

     

  • La miscelánea: Rumanía en otoño – colores, aromas, fiestas

    La miscelánea: Rumanía en otoño – colores, aromas, fiestas

    Desde los vibrantes colores de los bosques de los Cárpatos hasta los mercados llenos de las riquezas de la cosecha, el otoño rumano nos ofrece un espectáculo visual y cultural inolvidable. El otoño convierte a Rumanía en un verdadero cuadro de cuento de hadas. Los paisajes más hermosos pueden admirarse en las regiones montañosas y rurales. Los Cárpatos, cubiertos de bosques mixtos, se vuelven una explosión de colores: rojo, amarillo intenso, naranja y tonos cobrizos. Por ejemplo, los Montes Apuseni o Bușteni son destinos populares para hacer senderismo en esta época del año, cuando los caminos están rodeados de hojas crujientes y los colores del bosque son impresionantes. La tranquilidad de la naturaleza y el aire fresco hacen que el otoño sea ideal para una escapada en plena naturaleza. Además de las montañas, el Delta del Danubio también ofrece un espectáculo único: la vegetación salvaje y las aves migratorias crean un paisaje inolvidable. Las mañanas frescas y la suave luz del sol otoñal hacen que cualquier paseo por la naturaleza sea mágico. El otoño es también la temporada de las cosechas abundantes en Rumanía. Los mercados de todo el país se llenan de verduras y frutas frescas: manzanas, peras, uvas, calabazas y, por supuesto, maíz. La cosecha de otoño es una oportunidad para que las comunidades celebren el trabajo de todo el verano. Un ejemplo de tradición relacionada con esta estación es la vendimia y la producción de vino. Regiones como Prahova, Moldavia o Dobrogea son conocidas por sus extensos viñedos.

    En octubre, se organizan festivales locales dedicados al vino, donde la gente se reúne para cosechar las uvas y celebrar con comida tradicional y danzas populares. Además, el otoño es la temporada en que las familias preparan conservas para el invierno: zacusca, una pasta tradicional de la gastronomía rumana, hecha principalmente de verduras asadas o cocidas, encurtidos y mermeladas. Esta costumbre, transmitida de generación en generación, llena las casas de aromas como los de los pimientos asados o la mermelada recién cocida, trayendo consigo recuerdos de la infancia y de las comidas familiares.

    El otoño también trae una serie de fiestas y eventos tradicionales en Rumanía. San Demetrio (26 de octubre) es una de las fiestas religiosas más importantes de esta estación. Marca el inicio del invierno pastoral y el final de la temporada agrícola. En los pueblos de montaña, los pastores descienden con sus rebaños desde las montañas y se organizan festivales de la trashumancia, una tradición viva en el país. Asimismo, la festividad de San Andrés (30 de noviembre) está rodeada de supersticiones y costumbres. Según la tradición, la noche de San Andrés los espíritus malignos y los strigoi (espíritus vampíricos) aparecen, y para protegerse, la gente unge las puertas y ventanas con ajo. Además, durante esta temporada se celebra el Día Nacional de Rumanía (1 de diciembre), una oportunidad para reflexionar sobre la historia del país y celebrar la unidad de los rumanos con desfiles, conciertos y fuegos artificiales. El otoño no solo es una temporada de cambio natural, sino también un momento para la introspección. Después del ajetreo del verano, la gente tiende a pasar más tiempo en casa, reflexionar y reconectarse consigo misma. La luz suave, los días más cortos y las temperaturas más bajas nos invitan a buscar comodidad y tranquilidad. Los cafés se llenan de personas disfrutando de bebidas calientes como té de frutas o vino caliente, y las tardes pasadas con un buen libro o cerca de la chimenea forman parte del encanto de esta estaci

    Si  pasean por Bucarest en esta época del año, no podrán dejar de notar la agitación y el encanto característico de los mercados de la ciudad. En otoño, estos se convierten en verdaderos puntos de atracción, ofreciéndonos una rica paleta de colores, aromas y tradiciones culinarias. Uno de los mercados más conocidos es Piața Obor, que mantiene su reputación como el corazón del comercio tradicional en Bucarest. Aquí, en cada esquina, pueden encontrar puestos llenos de verduras y frutas frescas, directamente de los productores locales. Manzanas rojas y amarillas, peras jugosas, uvas perfumadas y calabazas de todos los tamaños y formas – todo esto encanta nuestros sentidos e invita a llenar las bolsas de compras. Además de Obor, también Piața Matache o Piața Amzei son lugares que vibran de vida en esta época. Aquí, el otoño trae una variada oferta de productos de temporada: pimientos, berenjenas, pimientos morrones para zacusca, col para encurtir en invierno y, por supuesto, hierbas aromáticas como tomillo o eneldo, que dan sabor a los platos tradicionales. Cada mañana, los mercados de Bucarest están animados por vendedores llenos de energía y clientes que negocian con una sonrisa en el rostro por sus productos favoritos. Los compradores no vienen solo a por verduras y frutas, sino para disfrutar del ambiente auténtico de un mercado rumano, donde los pequeños productores muestran con orgullo los frutos de su trabajo durante el verano. No solo las frutas y verduras son atractivos de los mercados otoñales. En cada paso, se siente el aroma de las castañas asadas, el maíz hervido o las tartas recién salidas del horno, ofrecidas por los pequeños comerciantes. Todo parece recordarte los sabores de la infancia y las comidas en familia. Y no olvidemos el mosto, la bebida preferida de los rumanos en esta época, el jugo fresco de uvas que se obtiene antes de que comience el proceso de fermentación para producir vino. Es una bebida dulce y refrescante, muy popular en las regiones donde se cultivan uvas, especialmente durante la cosecha de la vid. Se consume como bebida, pero también es el primer paso en la elaboración del vino. En muchos mercados de Bucarest, especialmente en Piața Domenii o Piața 1 Mai, puedes encontrar botellas de mosto recién exprimido, un verdadero manjar otoñal. Es ese jugo de uva dulce, ligeramente efervescente, que te hace sentir que el otoño ha llegado plenamente a la ciudad. Además, los mercados otoñales también traen consigo festivales de la cosecha, donde los productores vienen de todas partes del país con sus mejores productos, y los visitantes pueden degustar delicias tradicionales: desde quesos y embutidos hasta dulces tradicionales y conservas. El ambiente siempre es festivo, con música folclórica y buen ánimo.

    Así que, el otoño en los mercados de Bucarest es una verdadera celebración para los sentidos. Ya sea que estén buscando las mejores verduras para hacer conservas o simplemente quieran disfrutar del ambiente auténtico de un mercado rumano, los mercados son el lugar perfecto para sentir la vibración de esta estación. Si aún no han visitado un mercado otoñal, les recomiendo dar un paseo y dejarse llevar por los aromas y colores de esta generosa temporada.

    En conclusión, el otoño en Rumanía es mucho más que una simple estación de transición. Es un tiempo de abundancia, de tradiciones ricas y de reconexión con la naturaleza. Ya sea que hablemos de la belleza de los bosques cobrizos, de los festivales locales o de las costumbres que nos acercan a la familia y los amigos, el otoño es una fuente de inspiración y emoción. Les invito a disfrutar de esta temporada especial, ya sea paseando por un parque o escapando a la naturaleza, o simplemente saboreando una taza de té caliente junto a una ventana abierta hacia el paisaje otoñal.

     

     

     

  • La miscelánea: De la migración a la integración: la evolución de los rumanos en España

    La miscelánea: De la migración a la integración: la evolución de los rumanos en España

    Los rumanos han desarrollado un afecto especial por España por varias razones, la mayoría relacionadas con experiencias personales y condiciones socioculturales. Desde la década de 1990, muchos rumanos han emigrado a España en busca de mejores oportunidades laborales. España ha ofrecido puestos de trabajo en la agricultura, la construcción, los servicios y otros campos, y los rumanos han sido a menudo bien recibidos por su mano de obra. Esta experiencia económica positiva ha reforzado el sentimiento de afecto por el país. El clima cálido de España y sus hermosas playas son otra de las razones por las que los rumanos adoran el país. Muchos rumanos que viven allí disfrutan del generoso sol y de los paisajes mediterráneos, que contrastan con los inviernos más fríos de Rumanía. Los españoles son conocidos por su carácter cálido y abierto, lo que ha ayudado a muchos rumanos a sentirse bienvenidos e integrados en la sociedad. Existe una similitud cultural entre ambos pueblos en cuanto a valores tradicionales como la importancia de la familia y la hospitalidad. Tanto el rumano como el español pertenecen a la familia de las lenguas romances, lo que facilita el aprendizaje del español a muchos rumanos. Esta proximidad lingüística y cultural ayuda a crear una sensación de familiaridad y cercanía. Los rumanos en España forman una de las mayores comunidades de inmigrantes del país y su integración ha sido relativamente fácil. En muchas ciudades, los rumanos han conseguido crear comunidades sólidas con sus propias iglesias, escuelas y negocios, lo que les hace la vida en España más cómoda y agradable. Integrarse en la sociedad española no siempre ha sido fácil. Muchos rumanos se enfrentaron a la discriminación, las dificultades burocráticas o los retos que plantea el reconocimiento de títulos y cualificaciones profesionales.

    Tras la caída del comunismo en 1989, muchos rumanos empezaron a emigrar de Rumanía en busca de una vida mejor debido a los problemas económicos y la inestabilidad política. Al principio, España era un destino relativamente nuevo para los rumanos, que empezaron a venir sobre todo para trabajos estacionales en la agricultura y la construcción. Las primeras oleadas de rumanos eran principalmente hombres, que más tarde trajeron a sus familias. Durante este periodo, los rumanos se integraron gradualmente en la sociedad española, principalmente en sectores económicos con gran demanda de mano de obra, como la construcción y la agricultura. Muchos rumanos trabajaban inicialmente indocumentados o con contratos temporales.

    Un momento clave para la evolución de la comunidad rumana en España fue 2007, cuando Rumanía ingresó en la Unión Europea. Sin embargo, España impuso una serie de restricciones a los ciudadanos rumanos en el mercado laboral hasta 2011. Hasta entonces, muchos rumanos estaban en España legalmente, pero las restricciones económicas y el acceso limitado al mercado laboral complicaron el proceso de integración. Desde 2002, el número de rumanos en España ha crecido exponencialmente. Mientras que en 1998 había unos 6.000 rumanos en España, en 2006 este número había superado los 400.000. El crecimiento continuó después de 2007, llegando a más de 900.000 rumanos en 2011, según datos oficiales. En la década de 2000, la pujante economía española atrajo a un gran número de inmigrantes, entre ellos rumanos. La mayoría de ellos trabajaron en la construcción, el turismo, los servicios asistenciales y la agricultura, contribuyendo significativamente a la economía española. El periodo de crecimiento económico facilitó la integración de los rumanos, muchos de los cuales consiguieron traer a sus familias y establecerse de forma permanente.

    La crisis financiera golpeó duramente a España y el sector de la construcción, en el que trabajaban muchos rumanos. Durante este periodo, algunos rumanos se vieron obligados a volver a casa o emigrar a otros países europeos, pero la mayoría se quedó en España, adaptándose a las nuevas y difíciles condiciones económicas. Después de 2011, cuando la economía española empezó a recuperarse, la comunidad rumana reforzó su presencia. Los rumanos se adaptaron a diferentes sectores económicos y consiguieron establecer pequeños negocios, así como invertir en la educación de sus hijos, que asisten a colegios españoles. Después de 2011, se levantaron las restricciones del mercado laboral para los ciudadanos rumanos, lo que permitió a los rumanos acceder más fácilmente a empleos legales y estables, contribuyendo a una integración social más rápida y a la mejora de las condiciones económicas de sus familias.

    Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística de España, el número de rumanos residentes en el país ha aumentado de forma constante. Este crecimiento fue más marcado entre 2014-2018, cuando el número de rumanos en España aumentó más del 50%. En los últimos años, el crecimiento ha sido más moderado, pero el número de rumanos en España ha seguido aumentando. Los rumanos son actualmente la segunda comunidad extranjera en España, después de los marroquíes. La mayor concentración de rumanos se da en las comunidades de Madrid, Cataluña y Valencia. Las zonas con mayor concentración de rumanos son Madrid (276.000 rumanos, el 42,5% de todos los rumanos de España), Cataluña, (124.000 rumanos) y la Comunidad Valenciana (104.000 rumanos). Estas regiones han atraído a los inmigrantes por las oportunidades económicas, así como por las comunidades establecidas que ofrecen apoyo y redes de ayuda a los recién llegados.

    Además de su contribución económica, desempeñan un papel activo en la promoción de la cultura y las tradiciones rumanas. Se están organizado eventos culturales, como festivales, conciertos y exposiciones, que no sólo proporcionan un espacio para que los rumanos se expresen, sino que también contribuyen a la diversidad cultural de España. Estos actos son oportunidades para celebrar el patrimonio rumano, pero también para tender puentes entre las comunidades rumana y española. En muchas regiones de España, especialmente en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, se han abierto escuelas y clases de lengua rumana para los hijos de los emigrantes, dándoles la oportunidad de aprender y preservar su lengua materna y su cultura.

    Estas iniciativas son esenciales para mantener los vínculos con Rumanía y garantizar la transmisión de las tradiciones y la identidad cultural rumanas a las nuevas generaciones. La Embajada de Rumanía en España y los consulados en las principales ciudades apoyan activamente a la comunidad rumana, facilitando la integración y prestando apoyo jurídico y administrativo. También existen numerosas asociaciones y organizaciones de rumanos que contribuyen a la preservación de la identidad cultural y a la integración en la sociedad española. Las relaciones entre Rumanía y España se han reforzado a través de intercambios culturales, económicos y políticos, que también benefician a la comunidad rumana. Rumanía y España han firmado numerosos acuerdos bilaterales en diversos ámbitos, como el mercado laboral y la educación.

    La comunidad rumana en España es un ejemplo de éxito de integración en el contexto de un país europeo que ha ofrecido importantes oportunidades económicas y sociales. Además del impacto económico, los rumanos contribuyen a la diversidad cultural y social de España, formando un sólido puente entre ambos países.

     

  • La miscelánea: El fenómeno del abandono escolar en Rumanía

    La miscelánea: El fenómeno del abandono escolar en Rumanía

    El curso escolar tiene una duración de 36 semanas y finaliza el 21 de junio de 2025. Casi 29.000 alumnos de todo el país, que este año debían terminar el octavo grado, abandonaron sus clases. El abandono escolar es un problema importante hoy en día, un fenómeno especialmente común entre los adolescentes, que desgraciadamente afecta a las instituciones educativas, pero también a las familias que se enfrentan a esta forma de desviación.

    La organización Save the Children informa de que, a nivel nacional, más del 15% de los alumnos ni siquiera han llegado al final del 8º curso y hay distritos en los que el porcentaje supera el 25%. Los resultados finales de la Evaluación Nacional de este año muestran que sólo tres de cada cinco niños que ingresaron en la escuela hace nueve años consiguieron obtener medias superiores a 5. Más concretamente, mientras que a nivel nacional, la proporción de alumnos matriculados en la clase preparatoria hace nueve años que no llegaron al final del octavo curso es ligeramente superior al 15%, a nivel territorial se observan discrepancias muy amplias, con algunos distritos en los que este indicador se acerca o supera el umbral de la cuarta parte de los alumnos escolarizados: Giurgiu (27,26%); Călărași (25,9%), Covasna (24,51%). Esta tasa de abandono puede explicarse, por una parte, por el abandono escolar y, por otra, por la emigración.

    La tasa de abandono definitivo de los estudios abarca las edades comprendidas entre los 18 y los 24 años, y la mayoría de ellos tienen el octavo curso como última forma de educación. Un nuevo informe de Monitor Social muestra que Rumanía sigue teniendo una de las tasas de abandono escolar más altas de la Unión Europea. Mientras que en todos los demás países de la UE la tasa de abandono escolar ha disminuido en los últimos años, en Rumanía se ha mantenido constante. Era del 17% en 2013 y del 15,6% en 2022. En comparación, la media de la UE ha caído del 12% al 9%. Más del 15% de los jóvenes de 18 a 24 años no han completado más que el octavo grado y no han continuado su educación. Así pues, de una clase de 25 niños, hay muchas probabilidades de que 4 de ellos abandonen la escuela antes del octavo grado o poco después de terminarlo. En todas las regiones de Rumanía, la tasa de abandono escolar es superior a la media europea, salvo en Bucarest, donde es del 7,9%. Pero hay grandes variaciones: un 11% en la región oeste y hasta un 23% en las regiones sureste y centro.

    Los datos de Monitor Social muestran que la tasa de abandono escolar está estrechamente relacionada con la tasa de pobreza activa del país, es decir, las personas que tienen un empleo pero no ganan lo suficiente para vivir dignamente. Nuestra tasa de pobreza activa es del 14,5%, una de las más altas de la UE y muy superior a la media europea del 8,5%. Los datos muestran que los chicos tienen más probabilidades de abandonar los estudios (11%) que las chicas (8%), registrándose los porcentajes más altos en Rumanía (15,6%), España (14%), Hungría, Alemania e Italia (12% cada uno). En el otro extremo se sitúan Croacia (2%), Irlanda, Eslovenia y Grecia (4% cada uno), Polonia y Lituania (5% cada uno).

    Una investigación realizada en el Reino Unido muestra que la pandemia de COVID-19 ha exacerbado el absentismo y el abandono escolar debido a las dificultades que los estudiantes experimentaron en la escuela en línea, y muchos desarrollaron ansiedad y problemas emocionales porque perdieron el contacto con sus compañeros tras «desconectarse» de la escuela. Los expertos en educación afirma que la pandemia ha acentuado esta situación en todos los ámbitos, «y la gente tiene cada vez menos tiempo para socializar con quienes le rodean» y acaba pasando cada vez más tiempo en línea.

    Las razones más citadas por estos adolescentes para abandonar la escuela fueron: el desinterés por la escuela tanto personal como familiar, la influencia de su entorno, las dificultades para aprender e integrarse en la comunidad y un comportamiento escolar inadecuado. Algunas tienen que ver con la familia, como no considerar importante la educación o no disponer de recursos económicos, mientras que otras pueden estar relacionadas con la intimidación, el acoso o la ansiedad. Las investigaciones demuestran que ambas tasas -abandono escolar y pobreza laboral- están perfectamente correlacionadas. Los datos de Eurostat revelan que más de la mitad de los jóvenes que abandonan prematuramente los estudios no trabajan ni buscan trabajo, o al menos no lo hacen formalmente y con papeles en regla. Es más, Rumanía también tiene el mayor porcentaje de personas en riesgo de pobreza o exclusión social de la UE (34,5%), según datos de Eurostat. No cabe duda de que el abandono escolar está estrechamente ligado a las actuales condiciones económicas y a la falta de políticas eficaces del Estado rumano para atajar este problema. La insuficiencia de ingresos es uno de los problemas más comunes en Rumanía, se reconoce a nivel poblacional a través de las estadísticas y es un tema muy debatido tanto a nivel nacional como europeo. La pobreza afecta a las personas independientemente de su edad o género, y este problema puede ser intervenido con la ayuda de diferentes programas ofrecidos por el Estado.

    En las zonas rurales, un niño de cada cuatro no va a la escuela y 400.000 niños en edad escolar están fuera del sistema educativo. Por tanto, el abandono escolar es un grave problema social con importantes consecuencias para los jóvenes.

     

  • ¿Cómo se define la familia?

    ¿Cómo se define la familia?


    Varios millones de rumanos han firmado un proyecto de modificación de la Constitución para redefinir la familia basada en la unión libremente consentida entre un hombre y una mujer, no entre los cónyuges, fórmula existente en el presente. La iniciativa pertenece a la Coalición para la Familia y según el presidente del comité de iniciativa constitucional, Mihai Gheorghiu, representa un estreno histórico, nacional y europeo, apoyado tanto por ortodoxos como por católicos y protestantes. “Por primera vez en la historia moderna de Rumanía tres millones de personas han firmado por la revisión de la Constitución. Esta solidaridad humana no podrá ser evitada y el proyecto será debatido, ha declarado Mihai Gheorghiu a la hora de presentar las firmas al Senado. Entre tanto, las cosas han avanzado y la iniciativa ciudadana ha sido aprobada a principios de este mes por la Cámara de los Diputados.


    Dan Barna, diputado de la Unión Salvad Rumanía, partido de oposición que ha dado el mayor número de votos en contra de la iniciativa, ha explicado que respeta el derecho de los ciudadanos a la iniciativa, pero considera que la organización de un referéndum sobre este tema crearía división en la sociedad:



    “¿Acaso la familia tradicional es un valor importante de nuestra sociedad? Claro que sí. ¿Acaso la tolerancia y el respeto de las minorías son valores importantes para nuestra sociedad? Por supuesto que sí. ¡Seamos honestos y mirémonos a los ojos! Este referéndum obliga a los ciudadanos de Rumanía a que comparen los dos valores. Dicho referéndum ahonda una fractura en el marco de nuestra sociedad actual.



    La iniciativa no está dirigida en contra de alguien en particular y no representa un gesto de intolerancia, según ha declarado el senador de la ALDE, Varujan Vosganian:



    “Nunca he pensado que la idea de la maternidad combinada con la idea de la paternidad puedan ser intolerantes. De hecho, ésta es la base de la condición humana y de la tradición de nuestro pueblo. Según la Constitución, cualquier persona puede vivir según sus deseos, aptitudes y afinidades.



    El proyecto es criticado por una parte de la sociedad civil. Uno de los argumentos es que la definición propuesta ya figura en el Código Civil o que podrían aparecer situaciones complicadas en las cuales, por ejemplo, un hombre que se sometió a una operación de reasignación de sexo regresaría a Rumanía para formalizar su relación con un hombre.


    En toda esta ecuación, la intervención de la Iglesia ortodoxa se entiende como un intento de resucitar la confianza de los rumanos en esta institución. Después de que los sacerdotes del país hayan comenzado a recoger firmas para modificar la Constitución, el patriarca Daniel ha explicado la gestión afirmando que la “familia tradicional está en una situación frágil y difícil, porque algunos “consideran su modelo anticuado o caducado, porque “vivimos en un contexto dominado por una mentalidad individualista y duradera, que no intenta santificar la vida mediante el rezo, el nacimiento de niños y su cría en la fe cristiana. Por ello, ha añadido el patriarca, “debemos apoyar el esfuerzo de defender la familia natural, tradicional, universal, y de resistir ante unos nuevos modelos de familia, que consideran que la unión normal entre el hombre y la mujer sería sólo un modelo entre otros. Invitada en la emisora pública de radio, Teodora Rosetti, coordinadora de programas de la asociación ACCEPT, ha explicado cuál es la postura de esta organización que desde hace 20 años representa los derechos de las personas LGBT en Rumanía:



    “Nosotros en la asociación ACCEPT vemos esta gestión como una redundante, que tiene como objetivo la victimización y la estigmatización de las personas LGBT, pero también el de distraer la atención del público de unos problemas extremadamente reales a los que se enfrenta la sociedad y sobre todo la familia en Rumanía. En el momento en que todo el debate público se centra en esta comunidad, en la comunidad de las personas homosexuales, lesbianas, bisexuales, transexuales de Rumanía y estas personas son presentadas como una amenaza, desde nuestro punto de vista ficticia, contra la familia tradicional, contra su bienestar, dirigimos prácticamente el odio latente en la sociedad, de las personas descontentas con varios problemas de su vida diaria contra este grupo minoritario, casi invisible de Rumanía, que tiene muy pocos derechos reconocidos, que tiene grandes problemas en tener la protección de la ley e intentamos llevar el debate muy lejos de los problemas a los que se entrenta la familia de Rumanía.



    Sin negar los problemas presentados por Teodora Rosetti, Cătălin Vasile, representante de la Coalición por la Familia, sostiene que la gestión iniciada por el Parlamento sobre la redefinición de la familia es necesaria para que las cosas se mencionen claramente en la ley fundamental del país: el matrimonio debe seguir siendo un ámbito adecuado para criar a los niños, para su desarrollo, para la educación, entre un hombre y una mujer. Si el Senado también aprueba la propuesta, los rumanos tendrán que votar en un referéndum organizado en como máximo 30 días desde la fecha de la adopción del proyecto.