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  • El sector vitivinícola

    El sector vitivinícola



    Según los datos preliminares publicados por la Organización Internacional de la Viña y del Vino, este año la producción de vino de Rumanía ha crecido un 9%, hasta 4,07 millones de hectolitros, frente a 3,75 millones de hectolitros en 2014. Nuestro país ocupa ahora el decimotercer lugar en el ranking de los mayores productores mundiales de vino. Al mismo tiempo, Rumanía figura entre los primeros cinco países de Europa por superficie de viñedo, con sus más de 200.000 hectáreas, y ocupa la sexta posición por la producción. El director ejecutivo de la Organización Nacional Interprofesional de la Viña y del Vino, Emil Dumitru, declaraba lo siguiente para Radio Rumanía:



    “Después de la adhesión de Rumanía a la UE, el sector rumano de la viña y del vino se benefició de muchísimos fondos. Tenemos inversiones en los nuevos viñedos que producen solo vinos de calidad en unas 38.000 hectáreas. Además, tenemos inversiones en las bodegas y eso nos da la confianza de que, a pesar de la sequía, vamos a tener vinos certificados de calidad cada vez mejor. Prácticamente, tendremos una producción de alrededor de 4,5 millones de hectolitros, lo que equivale al promedio de la producción de Rumanía en los últimos años, pero con cada vez más vinos de calidad. Se han realizado inversiones de casi 440 millones de euros en las bodegas que cuentan con las tecnologías más nuevas de fermentación. Tenemos vinos de muy buena calidad que han ganado medallas importantes en las competiciones internacionales de vinos. El sector de la viña y del vino es un sector muy bien organizado y que se enmarca en una tendencia ascendente. Podría ser un ejemplo a seguir para todos los sectores de la agricultura rumana.”




    En los últimos 5 años, la viticultura rumana se ha beneficiado de inversiones de los fondos europeos de más de 200 millones de euros. Prácticamente en este sector, el nivel de absorción de los fondos europeos asignados para el período 2007 — 2013 es de un 100%. Sin embargo, aunque sea un gran productor a nivel europeo e incluso a nivel mundial, Rumanía exporta bastante poco vino, solo por un valor de 19,4 millones de euros en 2014. De nuevo ante nuestros micrófonos, el director Emi Dumitru:



    “No exportamos bastante porque en general los productores de uvas y de vino se han centrado más en las inversiones en la producción y el procesamiento. Ahora hace falta promocionar los productos de calidad. Los vinos rumanos pueden compararse con los de España, Italia o Francia, pero a falta de la visibilidad y de la promoción que requiere fondos sustanciales, no logramos exportar lo suficiente. Estoy convencido de que poco a poco las exportaciones crecerán. Claro que habrá que explicar a los consumidores rumanos que al comprar una botella de vino rumano contribuye al mantenimiento de los puestos de trabajo y de la tradición del sector rumano de la viña y del vino y creo que hacemos esfuerzos por promocionar los vinos rumanos tanto en el extranjero como en el mercado interno.”



    El director ejecutivo de la Organización Nacional Interprofesional de la Viña y del Vino, Emil Dumitru, nos ha hablado también de los destinos de las exportaciones de vino:



    “Claro, exportamos al mercado de China, que es bastante impenetrable para nosotros. Además, exportamos a Corea del Sur, a Japón y a EE. UU. Son mercados de interés para nosotros. Desgraciadamente, poco a poco vamos perdiendo el mercado de Rusia, a causa del embargo. Tal vez el término de “exportación” sea un poco forzoso, yo diría más bien que se trata de un comercio intracomunitario y en este sentido quisiera destacar la oportunidad que deberíamos ofrecer al vino rumano de penetrar más en los países miembros de la UE, donde el vino es considerado un producto alimenticio. Debemos entrar con nuestros productos en las redes de las grandes tiendas de los antiguos estados miembros para mostrar lo específico de la viticultura rumana.”



    A su vez, el inspector de la Oficina Nacional de la Viña y de los Productos Vitivinícolas de Iaşi, Traian Petre, se ha referido al mercado interno del vino:



    “La crisis financiera no se ha acabado para la gran mayoría de los consumidores. Los productores han comenzado a reorientarse. Claro que hay vinos Premium y super Premium, pero la “locomotora” de las ventas son los vinos que tienen un precio asequible para el consumidor, es decir un vino de alta calidad a un precio razonable. Es verdad que se hicieron importaciones masivas de España y Chile, sobre todo de vinos de mesa.”



    La medida de reestructuración o reconversión de los viñedos ha tenido un impacto significativo en el sector de la viña y del vino, según aprecian los productores. Gracias a dicha medida, los productores de Rumanía han logrado reestructurar o modernizar las superficies de viñedo para que respondan a los requisitos actuales del mercado, ya se trate de Merlot o de las variedades rumanas: Fetească Regală o Fetească Albă.



  • Bodegas rumanas

    Bodegas rumanas

    Rumanía está en el quinto lugar en Europa respecto a la superficie de los cultivos de la vid y entre los primeros seis productores de vino en el continente. Feteasca Regală es la variedad que ocupa la mayor superficie, seguida por Merlot y Fetească Albă. Son variedades que se pueden catar durante las visitas turísticas a las bodegas rumanas. Existe incluso un programa tanto para los conocedores, como para las personas que desean catar el vino rumano: la Ruta del vino. Hoy les invitamos a conocer la experiencia de un día, de dos o incluso de una estancia completa con visitas a las bodegas rumanas.


    Adrian Voican, presidente de la Asociación para la Promoción del Turismo en Prahova, ha afirmado que la ruta del vino es un concepto bonito para vender programas turísticos interesantes:




    “Lo mejor es ir en grupos organizados, acudir a una agencia turística que organiza viajes de este tipo o que ofrece este tipo de experiencias de medio día, de un día o de dos. Por ejemplo, partimos de Bucarest y llegamos a Ploieşti – Valea Călugărească, Urlaţi, Ceptura, Tohani. Nuestra zona se llama Dealu Mare, la patria de los vinos rojos rumanos. Por el camino, hay también atractivos turísticos. Por ejemplo, la mansión de Bellu o el Museo de la Bodega 1777, el monasterio Vărbila y el monasterio Jercălăi. Pero los principales atractivos serán las bodegas: la bodega Basilescu, la mansión de Urlăţeanu, los dominios de Dealu Mare, las bodegas Rotenberg, la bodega Budureasca y otros. Hay bastantes. Existen especialistas enólogos e importantes productores de vinos. La variedad de Feteasca neagră es la reina de los vinos rojos en Prahova. Se producen también el Merlot y el Cabernet, numerosas variedades de vinos, y también vinos blancos y claretes. Todas las variedades se realizan de manera especial.”




    La mansión de Bellu perteneció a la familia noble con el mismo nombre y fue donada al Estado rumano en 1926. Actualmente museo, la mansión alberga objetos de arte plástica y decorativa, etnografía, iconos y armas de los siglos XVIII-XIX. El monasterio Vărbila y el monasterio Jercălăi se construyeron hace más de dos siglos y tienen una arquitectura interesante. La arquitectura del monasterio Vărbila es típica del sur, de Valaquia , mientras que el monasterio Jercălăi tiene una torre alta, de madera, y la arquitectura típica de los monasterios de Transilvania. Es decir que vale la pena hacer un descanso aquí. Pero ¿quién abrió las bodegas?




    “Son aficionados que dejaron sus exitosos negocios en otros países para venir a Rumanía. Por ejemplo, en una de las bodegas de nuestro distrito, hay un especialista en informática que ha venido de Estados Unidos para construir en Ceptura una bodega atípica, sin tecnología, en la que todo se produce de manera natural, como hace 100 años, empleando la gravitación, sin técnicas mecánicas. Los programas no son para el turismo de masas. Normalmente hay grupos pequeños, que vienen con sus propios coches o incluso en bicicleta. Las colinas son muy bonitas. En verano, en primavera, en otoño, la sensación es extraordinaria. El cicloturismo es muy apreciado. Si mezclamos el turismo gastronómico y enológico con el cicloturismo, se puede obtener un resultado inédito e inolvidable. En otoño es muy bonito. Los turistas no se quedan en una sala para escuchar las historias del vino, sino que pueden visitar la viña y ver cómo se produce el vino. También es bonito en primavera, cuando la naturaleza vuelve a nacer.”




    La ruta de los vinos es un concepto conocido por por el turismo extranjero, ha destacado Adrian Voican, presidente de la Asociación para la Promoción del Turismo Prahova:




    “Probablemente los más conocidos son los vinos de Alsacia y la ruta del vino de Alsacia. En la zona de Colmar, Estrasburgo, hay colinas extraordinarias, y el clima se parece al de aquí. Les gusta lo auténtico, de aquí, la naturaleza, el verde, el aire y, por supuesto, el vino. Tenemos muy buenos enólogos, que han producido en los últimos años unos vinos rumanos especiales. Si entramos en las bodegas y vemos cuánta atención se presta a los laboratorios de análisis, nos damos cuenta de que las cosas se toman muy en serio. El vino no es sólo sabroso, popular. Es un vino noble, creado de manera científica. En Rumanía, la ruta del vino es un tema de gran interés y les aseguramos que tanto nosotros, los especialistas, como los que no son especialistas, tendrán una experiencia agradable.”




    George Ţigănuş es el administrador de una bodega de Urecheşti, que se ha promovido en el mercado de especialidad como la bodega con los mejores vinos en la zona de Vrancea:




    “Nuestra bodega fue creada en 2004 y tiene una capacidad de 250.000 litros de vino. Tenemos ocho variedades de vino: Merlot, Muscat Otonel, Cabernet Sauvignon, Fetească Regală, Riesling y Şarbă. Tenemos también una sala de catas en Urecheşti, un restaurante y un lugar de ocio. Los turistas nos pueden visitar cada día de la semana. Se pueden alojar varias noches en esta zona. Hay también fiestas típicas de Vrancea, con bailes y varias actividades enoturísticas: catas y presentaciones de vinos, visitas a los viñedos. Quien nos visita y conoce nuestros productos, el lugar en el que estamos, las costumbres, se da cuenta de que todo lo que tenemos es auténtico. Tenemos unos antiguos barriles de vino inmensos, donde los turistas pueden denscansar e incluso comer. Tenemos una terraza donde se organizan actividades para los niños y para las personas que desean relajarse. Tenemos también jardín propio. Nos rodea la viña.”



    En Urecheşti la gente ha empezado ya a poner los encurtidos en la mesa junto a los platos típicos. Según la temporada en la que decidan viajar, indiferentemente de la zona, pueden participar en varios festivales con espectáculos de música folclórica y demostraciones de artesanía.