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  • Vacaciones de invierno en Buzău

    Vacaciones de invierno en Buzău

    Los lugareños la nombran con orgullo la pequeña Rumanía, debido a la diversidad de formas de relieve que se encuentran aquí. Es una zona pintoresca, pero también llena de leyendas que recuerdan a tiempos pasados. Además, las atracciones naturales son únicas y nos propusimos descubrirlas con la ayuda de Ruxandra Cernat, guía turística. La primera parada, los Volcanes de Barro.

    «Son un fenómeno raro, porque la lava es fría y negra. Incluso tuvimos turistas que lo probaron por sí mismos, literalmente, metiendo el dedo en esta lava negra y se sorprendieron de que estuviera fría. La forma es la de un cono volcánico. Es un fenómeno natural propio de esta zona de Buzău. Las emanaciones de gas de las profundidades de la tierra empujan el agua subterránea a la superficie, y estas, almacenando arcilla de las rocas que encuentran en el camino, dan lugar a volcanes de barro. Son las zonas llamadas Pâclele Mari, Pâclele Mici y Fierbătoarea, donde el agua realmente burbujea. Es bueno que esta tierra de Buzău, que fue declarada Patrimonio de la UNESCO en 2022, también sea muy accesible por la carretera nacional con un coche alquilado desde Bucarest, si no hay un coche personal de un amigo. Bucarest es obviamente un centro importante, que tiene el Aeropuerto Internacional Henri Coandă, por lo que es fácil llegar desde cualquier rincón del mundo».

    En la zona montañosa del distrito de Buzău, también hay algunas cascadas muy hermosas. Entre ellas, la cascada de Cașoca fascina a los turistas independientemente de la temporada.

    «Una de las cascadas más hermosas de todos los Cárpatos rumanos, la cascada de Cașoca también aparece bajo el nombre de Pruncea en algunos documentos. Las aguas se hunden en una cuenca profunda desde una altura de ocho metros y hay un umbral vertical de areniscas de Tarcău. El lugar tiene un encanto especial en cualquier época del año. Es fácilmente accesible porque el camino ha sido asfaltado, y para los turistas también hay un punto de atracción con puestos de venta de productos tradicionales de la zona, mermeladas y jarabes naturales, cremas con valor cosmético así como terapéutico. También hay una carpa donde se puede practicar el tiro, y el lugar es muy querido no solo por los fotógrafos, sino también por las parejas jóvenes que quieren tomar fotos allí con recuerdos de la boda».

    Muy cerca de la cascada de Cașoca se encuentra el lago y la presa de Siriu, con un mirador absolutamente fantástico, como nos cuenta la guía turística Ruxandra Cernat.

    «Es la segunda presa de Rumanía y está construida íntegramente con materiales naturales que se encuentran en esta zona. La construcción duró casi 20 años. La carretera nacional también se desvió un poco y los asentamientos de la zona se reubicaron, pero este proyecto pretendía proporcionar, en la práctica, la fuente de agua para las localidades situadas río abajo. Los viaductos y la carretera sinuosa construida son de una belleza extraordinaria. La presa tiene 122 metros de altura y 570 metros de largo, y el lago se extiende a lo largo de 11,5 kilómetros. No se recomienda nadar en él, porque tiene una profundidad de 120 metros».     

    Y del agua, pasamos al fuego:

    «También desde las profundidades de esta tierra, las emanaciones de gas producen, esta vez, cuando entran en contacto con el aire, cuando salen a la superficie, llamas que arden todo el tiempo. Quizás más espectaculares por la noche, son, de hecho, gases encendidos por los rayos del sol. Estas llamas se pueden ver brotar del suelo y se elevan en el viento. A veces son más altas, otras veces, apenas parpadean: depende de la presión de los gases en el interior y también del clima. Probablemente en una temporada muy lluviosa se pueden extinguir temporalmente, pero en un período corto de lluvias se puede ver como el agua burbujea en aquellos lugares donde los gases salen a la superficie. Toda el área donde ocurre este fenómeno tiene una superficie de 25 metros cuadrados».

    También en el distrito de Buzău se encuentra un museo único en Rumanía. El Museo del Ámbar de Colți está dedicado a la resina de 40 a 60 millones de años de antigüedad. No se lo puede perder ningún turista que llegue a la zona, dice Ruxandra Cernat, guía turística.

    «En el territorio de Rumanía, el ámbar se explotó durante mucho tiempo, aunque ahora ya no hay explotación industrial. Es una joya muy bonita y valiosa, porque en esta resina de varios colores, que van desde un amarillento hasta un marrón rojizo, se pueden ver plantas e insectos que han quedado perfectamente incrustados a lo largo de estas decenas de millones de años. Se dice que cuando llueve mucho, los lugareños todavía pueden encontrar trocitos de ámbar en los lechos de los ríos. El museo nos muestra todas las formas a través de las cuales se explotaba el ámbar en Rumanía, así como raras colecciones de joyas. También hay una sala muy bonita para los apasionados de las rocas minerales y los cristales, una exposición con muestras de esta zona».

    Por último, pero no menos importante, si el clima no es precisamente agradable para nosotros, podemos hacer un recorrido por los monasterios, como nos propone Ruxandra Cernat, guía turística. Los monasterios no eran solo puntos religiosos, también eran puntos de defensa. Por lo tanto, tienen una historia fascinante y rica. El monasterio-fortaleza de Bradu sería la primera propuesta.

    «Se dice que, desde aquí, Mihai Viteazu, el que hizo la primera Unión de los Principados Rumanos en 1600, habría partido hacia las batallas de Şelimbăr. También en esta zona se encuentra el Monasterio de Măgura, atestiguado en el siglo XVI y que tiene una riqueza extraordinaria debido a que los iconos reales están pintados por el gran Gheorghe Tătărăscu, un pintor de renombre para los rumanos, que fue el maestro de Nicolae Grigorescu. Y junto al monasterio, en sus terrenos, se organizó el Campamento de Escultura de Măgura. Lleva el nombre de la localidad de donde se trajo el material para las esculturas. Las esculturas están etiquetadas con códigos QR y se puede ver exactamente quién, cuándo y qué título se les dio. También es un lugar muy bonito donde se puede hacer un picnic porque todo sucede en las colinas de nogales, donde reina el silencio y el canto de los pájaros. En invierno también se puede pasear por allí».

    Buzău también se ha dado a conocer en los últimos años a través de un proyecto llamado Slow Food Buzău, que promueve la gastronomía artesanal y el turismo culinario sostenible en el Geoparque de la UNESCO del distrito de Buzău.

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Turismo ecológico en el delta del Danubio

    Turismo ecológico en el delta del Danubio

    Está considerado un paraíso de la naturaleza y un destino para el turismo sostenible. En este programa descubrimos el ecoturismo respetuoso con el medio ambiente, para que nuestras vacaciones conserven intacta la belleza de la zona.

    El guía de nuestro viaje será Iliuță Goean, que declara ser un turista enamorado del delta del Danubio desde hace 20 años. Dirige su propia agencia desde hace 15 años y ayuda a otros a descubrir, cuidando la naturaleza, las zonas que tanto ama.

    «¡Imaginaos el paraíso! Eso es el delta del Danubio. Es el último lugar salvaje de Europa, el último sitio donde uno puede sentirse realmente en plena naturaleza. Es la zona con mayor biodiversidad de Europa. Tenemos el mayor número de especies de aves, insectos, plantas, peces. Si quieres ver más que en ningún otro lugar de Europa, hay que venir al delta del Danubio, en términos de naturaleza. El turismo ecológico significa un turismo en el que no interfieres con la naturaleza de ninguna manera, dejas la menor huella posible al pasar por la zona y, sobre todo, no la destruyes. Para ello, hay que trabajar mucho en el ámbito de la educación, sobre todo para los jóvenes, porque es ahí donde está el futuro, y debemos enseñarles a hacer ecoturismo».

    Si queremos recorrer el delta sin tener la sensación de haber destruido algo a nuestras espaldas, debemos elegir un programa con embarcaciones de velocidad media o baja, pero no con embarcaciones rápidas, afirma Iliuță Goean. Las embarcaciones rápidas son especialmente perjudiciales para el ecosistema del delta. En cambio, si estás acostumbrado a moverte, puedes elegir un viaje en kayak o canoa.

    «Estas son realmente las formas más ecológicas de explorar el delta del Danubio. Yo no soy de aquí, del delta. Vine hace 20 años para quedarme. Llevaba muchísimos años viniendo, todos los veranos, otoños, a pescar. Pero hace 20 años decidí quedarme aquí y me instalé en Mila 23. Después de alojarme en diferentes lugares del delta, elegí Mila 23 porque me parece el mejor lugar desde el cual explorar el delta. Está en la antigua esquina del brazo Sulina. No está muy afectado por la navegación comercial, como ocurre en los brazos principales del Danubio. Es un lugar tranquilo, hermoso y, sobre todo, con una cocina tradicional excepcional. Aquí también se ha abierto recientemente el Museo Ivan Patzaichin. Ahora es un punto de referencia en el delta del Danubio. La Asociación Ivan Patzaichin también ha conseguido, después de muchos años, establecer una ruta en barca de remos y muy pronto lanzará una aplicación que se puede utilizar para explorar el delta del Danubio. Para los que les apetezca una lancha motora, hay programas los lunes, jueves y domingos. Recogemos a la gente en Tulcea y la llevamos a la Mila 23. Sabemos exactamente cómo hacer nuestras actividades. Trabajamos con alojamientos locales, administrados por lugareños, que saben cocinar la comida a la manera en la que se hace aquí en el delta».

    Existe la tentación de buscar el propio alojamiento antes de venir al delta del Danubio, y luego buscar traslados y excursiones. Sin duda, el resultado no será el adecuado, dice Iliuță Goean.

    «Mucha gente se imagina que cuando llega al centro del delta se encuentra con una avalancha de guías y barcas esperando para llevarlos a algún sitio. No es así en absoluto, porque los alojamientos suelen ser pequeños y toda la logística se adapta a la casa. Así que, si tienes tu alojamiento en algún sitio y no consigues las excursiones en barco, te quedarás fuera. Por eso, siempre recomiendo a la gente que compre un paquete completo, porque así uno puede estudiar qué tipo de barca te van a llevar. Si se trata de aquella embarcación cubierta con plásticos desde la que no se ve absolutamente nada, es algo que hay que evitar a toda costa. Recomiendo encarecidamente las embarcaciones abiertas desde las que se puede vivir una experiencia auténtica. Puedes ver, puedes oír. Hay cientos de especies de pájaros cantando, sobre todo en primavera, que es una pena no oír. Y, sobre todo, se perderá el espectáculo de las aves en vuelo. La mitad de las aves que verá estarán en vuelo. En un barco cerrado, te privarás de esa experiencia».

    El delta del Danubio es el destino perfecto en Rumanía para observar algunas especies singulares de aves. La observación de aves es una actividad recreativa, para conocer el entorno, observar las condiciones favorables para la existencia de las aves y otros animales salvajes. Durante esta actividad, no se recomienda acercarse demasiado a los nidos, para no molestar a las aves y no asustarlas. La fotografía se realiza sin flash y la comunicación entre los turistas es tranquila, para que todos disfruten: tanto los turistas amantes de la naturaleza como las aves, que tienen que poder seguir con su rutina diaria.

    «Los programas de observación de aves cuestan desde 1500 leus por persona para cuatro días y tres noches, incluidos dos traslados. El primer y el último día son traslados con paradas para observar aves, y dos días completos de actividades. Se incluyen programas de iniciación para niños. Hay muchas familias que quieren educar a sus hijos y llevarlos a este tipo de ecoturismo. Vienen con ellos a una excursión introductoria de observación de aves. Son guías entregados, gente con muchas ganas de enseñar a los niños el arte de observar aves, de explicarles qué son las aves. A los niños les fascina esta información y lo que descubren y crean un hermoso camino en la vida a través de estos programas».

    Los fotógrafos o los aficionados a las aves pueden venir en cualquier época del año. En cambio, los que quieran descubrir la naturaleza y relajarse pueden venir de abril a octubre. Durante el resto del año, las temperaturas no son muy propicias, dice Iliuță Goean, guía turístico y propietario de una agencia de viajes en el delta del Danubio.

    «A finales de otoño vienen los pescadores, en invierno los fotógrafos y los observadores de aves, porque hay especies de aves que solo hibernan en Rumanía. Solo se pueden ver en invierno, no en verano. Pero venir con tu hijo de vacaciones al delta en invierno, si no tienes estas aficiones, no es muy cómodo. Recomiendo encarecidamente que vengáis a ver el delta del Danubio, a descubrirlo. Hay que estar muy atentos al comprar un paquete turístico. Hay que elegir bien los barcos para vivir una experiencia maravillosa y para recomendar cariñosamente a otros que repitan lo que vosotros habéis experimentado. Podréis disfrutar de la naturaleza, la gastronomía, la tranquilidad, todo lo que no suele encontrar en otros lugares. Si os gustan los pájaros, hay que venir del 15 de abril al 15 de junio; si queréis que haga calor y que puedan bañarse e ir al mar, hay que venir a Sulina en verano. Si os gustan los pájaros, septiembre-octubre es también una época muy buena».

    Así pues, la temporada de vacaciones en el delta del Danubio comienza en abril y se prolonga hasta octubre. El calendario de eventos es amplio e incluye el Festival Internacional de Cine Independiente ANONIMUL, Tulcea Fest, los Días de la ciudad de Sulina, la Fiesta de la Aldea Mila 23, la Fiesta de la Sopa de Pescado de Crişan, el Maratón del delta del Danubio en Sulina. Todos tienen lugar durante la temporada de verano.

    Versión en español: Monica Tarău