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  • La miscelánea: Un recorrido por la diversidad musical rumana

    La miscelánea: Un recorrido por la diversidad musical rumana

    Hoy vamos a sumergirnos en los géneros más representativos de la música tradicional rumana, como el doina, el hora o el manele. También veremos cómo Rumanía, ubicada en una encrucijada de culturas, ha recibido influencias de los Balcanes, Europa Central y el Imperio Otomano, creando una mezcla única y rica que continúa inspirando a músicos contemporáneos.

    Comenzamos con uno de los géneros más emblemáticos de la música rumana: el doina. Es una música melancólica y melódica que expresa sentimientos profundos, como la tristeza, la nostalgia y el amor. Tradicionalmente, se interpreta en solitario, con instrumentos como el violín, el címbalo o la flauta, y sus letras suelen ser improvisadas, lo que da a cada interpretación un carácter único. El doina tiene sus raíces en las tradiciones pastorales de Rumanía, y se encuentra en diversas variantes en todo el país. Si bien se escucha principalmente en el campo, ha influido en muchos géneros de música rumana moderna y ha sido interpretado por artistas contemporáneos, fusionándose incluso con el jazz y la música clásica.

    Otro género fundamental de la música tradicional rumana es la hora, una danza popular que se baila en círculo, acompañada de música alegre y rítmica. Es un elemento central en las festividades y celebraciones rumanas, como bodas y fiestas de pueblo. El ritmo constante y el uso de instrumentos de percusión como el tambor y el cimbalom dan a la hora su energía inconfundible. Aunque la hora tiene una fuerte conexión con la vida rural, es también común verla en las ciudades, especialmente durante las celebraciones. Además, la hora rumana tiene muchas variaciones regionales, lo que la convierte en una de las tradiciones más diversificadas en cuanto a ritmo y estilo.

    El manele es uno de los géneros más conocidos y a veces controvertidos en Rumanía. Es una música popular moderna que surgió a fines del siglo XX, fusionando influencias tradicionales rumanas con sonidos balcánicos, turcos y árabes. Aunque a menudo se asocia con la música de fiesta, el manele tiene sus raíces en las comunidades gitanas de Rumanía y refleja su propio estilo y forma de vida. Aunque muchos lo consideran una música de celebraciones y fiestas, también tiene un trasfondo emocional, con letras que a menudo abordan temas de amor, desamor, y vida cotidiana. A pesar de las críticas que ha recibido, el manele sigue siendo muy popular en Rumanía y en la diáspora rumana.

    Rumanía, debido a su ubicación geográfica, ha sido influenciada por muchas culturas a lo largo de los siglos, y una de las más notables ha sido la de los Balcanes. La música rumana comparte muchas características con las músicas de Bulgaria, Serbia y Grecia. Los ritmos complejos y las melodías que parecen ‘fluir’ de una forma libre son una influencia directa de las músicas balcánicas. El uso de instrumentos como el címbalo, el violín y la tambura (una especie de laúd) son ejemplos de cómo las influencias balcánicas han dejado su huella en la música rumana. Además, la forma de interpretar las melodías y el uso del doina tienen paralelismos con las tradiciones musicales balcánicas.

    Otra influencia importante en la música tradicional rumana proviene del Imperio Otomano, que dominó gran parte de Rumanía durante siglos. Esta influencia se puede escuchar especialmente en la música de las regiones de Dobrogea y de las áreas cercanas al Danubio. Instrumentos como el nai (flauta turca) o el darbuka (un tipo de tambor) son muy comunes en la música tradicional rumana, y los ritmos de la música manele a menudo recuerdan a los de la música tradicional turca. La fusión de estos estilos contribuyó al desarrollo de géneros musicales rumanos como el manele. No podemos hablar de la música tradicional rumana sin mencionar la influencia de las comunidades gitanas. Los gitanos rumanos han jugado un papel crucial en la evolución de la música popular del país, especialmente en el género del manele. Su habilidad para tocar instrumentos de cuerda como el violín y la guitarra, junto con su dominio del ritmo, ha enriquecido la música rumana. La música gitana rinde homenaje a las tradiciones de la improvisación y la pasión emocional, características que podemos escuchar en muchos estilos musicales rumanos tradicionales.

    Hoy en día, muchos músicos rumanos están llevando la música tradicional a nuevos horizontes, fusionando géneros como el jazz, el rock y la música electrónica con las raíces folklóricas. Bandas como Folk Frate, o el reconocido violonchelista Mihail han encontrado formas innovadoras de combinar lo antiguo con lo moderno, creando sonidos frescos que siguen resonando con las nuevas generaciones. En los últimos años, ha habido un resurgimiento del interés por la música folclórica rumana, con muchos jóvenes que buscan reconectar con sus raíces. Grupos como Subcarpați y Zdob și Zdub han reinterpretado la música tradicional rumana, agregando elementos modernos pero manteniendo la esencia de las tradiciones. Este renacer también se refleja en festivales, como el Festival de la Música Tradicional de Rumanía, que atrae a miles de personas cada año, deseosos de experimentar la autenticidad de la música rumana.

    La música tradicional rumana es un tesoro que ha perdurado a lo largo de los siglos, abrazando influencias externas, pero manteniendo su identidad única. Desde las melodías melancólicas del doina hasta los ritmos contagiosos de la hora y el manele, la música rumana sigue siendo una poderosa expresión de la vida, las emociones y la historia del pueblo rumano.

     

  • La opinión de los rumanos sobre la fusión de las elecciones

    La opinión de los rumanos sobre la fusión de las elecciones

    En tres décadas y media de democracia rumana poscomunista, 2024 es un año muy especial. Es el primero en el que se celebrarán los cuatro tipos de elecciones posibles: europeas, locales, legislativas y presidenciales, estas últimas muy probablemente en dos vueltas. En otras palabras, los electores serán llamados a las urnas cinco veces en el transcurso de unos pocos meses, lo que, según muchos, corre el riesgo de aumentar su aburrimiento político. Por no hablar, dicen las mismas voces, de los altos costes logísticos y de personal de los colegios electorales.

     

    De ahí la idea de combinar algunas de las elecciones: las locales con las parlamentarias europeas, ya previstas para el 9 de junio, o las parlamentarias internas simultáneamente con una de las vueltas de las presidenciales, previstas hacia finales de año. Otros consideran la idea, cuando menos, extraña. Por ejemplo, votar el mismo día para el Parlamento Europeo y para alcalde altera inevitablemente el debate electoral al mezclar el famoso y cada vez más impopular Green Deal promovido en Bruselas con los baches de las calles del municipio.

     

    Sin embargo, el 50 % de los rumanos estaría de acuerdo con una fusión de las elecciones, mientras que un tercio lo considera una mala idea, según un sondeo de CURS publicado el martes. En intención de voto, si las elecciones al Parlamento Europeo se celebrasen el próximo domingo, el PSD (líder en el Gobierno) obtendría el 31 %, seguido del PNL (socio de los socialdemócratas en el Ejecutivo) y el AUR (oposición nacionalista), ambos con el 20 % cada uno. También en la oposición, la alianza «Derecha Unida», formada por USR (en el Parlamento), PMP (fundado por el ex jefe de Estado Traian Băsescu) y Fuerza de Derecha (disidencia liberal liderada por el ex primer ministro Ludovic Orban), obtendría un 13 %, ligeramente por encima de la puntuación política actual de USR.

     

    El partido populista SOS Rumanía, creado por la ruidosa senadora Diana Șoșoacă, expulsada hace tres años de la AUR, y la UDMR, durante mucho tiempo socio menor de varios gobiernos de coalición de derechas e izquierdas en Bucarest, estarían por debajo del umbral electoral del 5 %. Si el PSD y el PNL presentaran listas conjuntas para las elecciones al Parlamento Europeo, obtendrían el 50 % de los votos, según el mismo sondeo CURS, realizado sobre una muestra representativa a escala nacional, con un margen de error del 3 %.

     

    Esta es, como dicen sociólogos y periodistas, la imagen del momento. Pero lo que todas las investigaciones sociológicas demuestran desde hace más de 20 años es que en la clasificación de la confianza de los rumanos, dominada de forma estable por el Ejército, la Iglesia y la Academia, el Parlamento y los partidos políticos siempre ocupan el último lugar.

    Versión en español: Antonio Madrid