Los graves incendios de vegetación que han afectado a una amplia zona de Rumanía en los últimos días han causado muertos y heridos. Desde principios de mes se han declarado decenas de voraces incendios, que incluso se han acercado a las viviendas en varias zonas. Las autoridades desplegaron impresionantes equipos de extinción para luchar contra las llamas.
Los bomberos contaron con la ayuda de empleados de otras organizaciones para apagar los incendios, algunos de ellos en zonas de difícil acceso. Participaron en intervenciones a gran escala en decenas de localidades de siete distritos. A ellos se unieron bomberos, socorristas y pilotos de los ministerios de Interior y Defensa.
Los dos helicópteros Black Hawk de la Inspección General de Aviación efectuaron decenas de lanzamientos, arrojando más de 77 toneladas de agua para extinguir los incendios, mientras que otro helicóptero llevó a cabo una misión de reconocimiento. Al mismo tiempo, se desplegó un avión Spartan del Ministerio de Defensa para ayudar a las fuerzas de intervención a apagar los incendios.
Las autoridades hacen un llamamiento a la responsabilidad y piden a la población que deje de quemar vegetación en terrenos agrícolas. Asimismo, las autoridades advierten de que la situación es grave: 650 hectáreas quemadas en enero, otras 4400 hectáreas el mes pasado y 4600 hectáreas quemadas este mes solo en los ocho primeros días. En apenas tres días se han producido más de 300 incendios.
Raed Arafat, jefe del Departamento de Situaciones de Emergencia rumano, afirmó que la culpa de la destrucción se debe a la acción humana. Explicó que los incendios de vegetación no se iniciaron por fenómenos meteorológicos. Raed Arafat:
«Está claro que, en este momento, no podemos achacar estos incendios forestales al aumento de las temperaturas, a los rayos. Solo podemos achacarlos a acciones intencionadas de personas que, o bien se han acostumbrado a hacer esto durante mucho tiempo, o bien algunas personas lo están haciendo intencionadamente con el objetivo de limpiar algunos campos o para prender fuego a una zona donde hay vegetación seca, por lo que consideramos que la mayoría de ellos son el resultado de acciones intencionadas».
Por otra parte, Raed Arafat pidió a las autoridades locales que explicaran a la población los peligros de los incendios de vegetación, incluso con la ayuda de sacerdotes. Prevenirlos no solo protege la naturaleza, sino que contribuye a la seguridad de la comunidad, dijeron las autoridades.
Los bomberos militares recuerdan a los ciudadanos que quemar vegetación seca está prohibido por ley. El incumplimiento de la ley es delito y se castiga con multas de hasta 15.000 leus (unos 3000 euros) para los particulares y de hasta 100.000 leus (unos 20.000 euros) para las personas jurídicas. Además, los agricultores que no cumplan la prohibición de quema pueden perder los pagos directos o anuales a los que tengan derecho. En algunos casos, pueden quedar excluidos de la ayuda financiera durante uno o varios años consecutivos.
Versión en español: Antonio Madrid
