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  • La miscelánea: La conexión entre el Mărțișor y los rituales de protección en las tradiciones rumanas

    La miscelánea: La conexión entre el Mărțișor y los rituales de protección en las tradiciones rumanas

    ¿Sabían que este pequeño amuleto no solo celebra el cambio de estación, sino que también tiene una profunda relación con la protección, la buena suerte y la salud de quienes lo llevan? Antes de entrar en los rituales de protección, es importante entender el origen del Mărțișor. Esta tradición se remonta a tiempos antiguos, antes de la cristianización de la región de los Balcanes, y está relacionada con la celebración del final del invierno y la llegada de la primavera. Tradicionalmente, el Mărțișor se presenta como un hilo rojo y blanco que simboliza la dualidad de la vida: el blanco representa la pureza y la salud, mientras que el rojo está asociado con la fuerza y la vitalidad. En la antigüedad, los habitantes de la región creían que el Mărțișor, al ser llevado en la ropa o colgado en la casa, protegía contra las fuerzas malignas y atraía la suerte. Esta creencia está profundamente arraigada en la relación entre los humanos y la naturaleza, y cómo los cambios estacionales influencian la salud y el bienestar.

    En muchas comunidades rumanas, el Mărțișor no solo es un símbolo de bienvenida a la primavera, sino que también juega un papel crucial como amuleto protector. Las personas lo colocan en sus casas, en las puertas o lo llevan colgado en el pecho durante el mes de marzo, como una forma de alejar las malas energías y evitar enfermedades. Este ritual tiene raíces en la creencia de que los primeros días de marzo son particularmente poderosos para la protección contra las malas influencias. Una tradición comúnmente asociada al Mărțișor es que, al regalarlo, se desea salud, prosperidad y buena suerte para la persona a quien se le entrega. Además, durante este mes, es común realizar ciertos rituales de purificación, como el “spălarea cu apă rece” (lavarse con agua fría), que se creía que ayudaba a limpiar el cuerpo de energías negativas y revitalizaba al portador. Algunos rumanos creen que al llevar el Mărțișor colgado cerca de su cuerpo, están “invocando” la protección de fuerzas invisibles, como las de la naturaleza, las divinidades protectoras o incluso sus propios antepasados. Esta creencia tiene sus raíces en el hecho de que, en la antigüedad, los cambios de estación, como la llegada de la primavera, eran momentos de transición y vulnerabilidad, y la protección se volvía especialmente importante. Por eso, el Mărțișor no solo es un símbolo de renovación, sino también de defensa contra las adversidades. El ritual del Mărțișor es acompañado de pequeños rezos o plegarias de protección, donde se pide por la salud y el bienestar del portador durante todo el año. A menudo se dice que el poder protector del Mărțișor se extiende a todo lo que esté relacionado con el bienestar personal: las casas, las cosechas, las relaciones familiares y las comunidades en general.

    El 1 de marzo, cuando se celebra el inicio oficial de la primavera, los rumanos se encuentran con amigos y familiares para intercambiar Mărțișoare. Este acto, aunque sencillo, es profundamente simbólico: se le desea al otro salud, prosperidad y protección durante todo el año. Es común que los jóvenes regalen Mărțișoare a sus seres queridos, como una forma de honrar la tradición y fortalecer los vínculos afectivos.

    En algunas zonas de Rumanía, es habitual también que el Mărțișor se cuelgue en los árboles frutales o en las ventanas, con la esperanza de que proteja a las cosechas del mal tiempo y atraiga buena fortuna. Esta conexión entre lo personal y lo colectivo muestra la importancia de la comunidad y la naturaleza en la vida de los rumanos. La fiesta del Mărțișor es también un momento de alegría compartida. A pesar de que el clima en Rumania aún puede ser frío en marzo, la sensación de renovación, esperanza y protección llena el aire. Los rumanos, especialmente en las zonas rurales, se preparan para esta celebración con entusiasmo. La tradición se mantiene viva en la práctica cotidiana, pero también se respira un sentido de nostalgia y amor por las tradiciones ancestrales que conectan a cada persona con su tierra, sus raíces y su cultura.

    Otro aspecto interesante de esta tradición es la relación entre el Mărțișor y las figuras protectoras de la mitología rumana. En el folclore, existen numerosos personajes que son considerados protectores de la vida y de la naturaleza, como la “Baba Dochia”, seres que guardan el equilibrio entre las estaciones y cuidan del bienestar de la gente. La creencia popular sostiene que el Mărțișor ayuda a invocar la protección de estos seres míticos. Por ejemplo, la historia de Baba Dochia está vinculada a la llegada de la primavera. Según la leyenda, Baba Dochia representa el invierno, y su transformación en una figura anciana simboliza la lucha entre el frío y la calidez, el invierno y la primavera. El Mărțișor se asocia con este cambio estacional y se considera un medio para equilibrar las energías que estas figuras representan.

    Hoy en día, aunque el Mărțișor sigue siendo un símbolo de protección, su forma ha evolucionado. Si bien en el pasado se usaban hilos rojos y blancos sencillos, ahora los Mărțișoare pueden incluir pequeños adornos, charms o símbolos modernos. Sin embargo, la esencia de protección y deseo de bienestar sigue siendo la misma. En las grandes ciudades, la tradición del Mărțișor se mantiene viva, aunque se ha globalizado en ciertas formas. Ahora, muchas personas compran y venden Mărțișoare no solo como regalos, sino también como parte de la decoración en lugares públicos, lo que también cumple la función de atraer la buena suerte y mantener alejadas las energías negativas. El Mărțișor es mucho más que un simple amuleto o una tradición de bienvenida a la primavera. A través de los siglos, ha servido como un símbolo profundo de protección, esperanza y renovación, anclado en las creencias ancestrales rumanas.

    Desde las leyendas populares hasta los rituales que rodean su uso, el Mărțișor continúa siendo un ejemplo de cómo las tradiciones pueden perdurar y adaptarse, manteniendo su esencia protectora en un mundo que cambia constantemente. Así, el Mărțișor no es solo un regalo que se da o se recibe; es un símbolo cargado de energía protectora, de amor y de esperanza. Para los rumanos, es una tradición que conecta generaciones, que ofrece una forma de renovar y protegerse, y que recuerda a cada uno de nosotros la importancia de mantener viva la conexión con nuestras raíces culturales. A medida que se lleva este pequeño amuleto, los rumanos continúan la tradición de invocar la buena suerte y la protección para ellos y sus seres queridos. Aunque el mundo cambia, las tradiciones como la del Mărțișor siguen siendo una fuente de fuerza y un recordatorio del poder de la naturaleza, la comunidad y el amor.

     

  • Halloween en el castillo de Bran

    Halloween en el castillo de Bran

    La tradicional fiesta de Halloween volverá a organizarse este año en el castillo de Bran. A partir del sábado 2 de noviembre de 2024, los participantes podrán disfrutar de varios actos, especialmente preparados por los organizadores. Además de decoraciones específicas, la visita de este año ofrecerá a los turistas una experiencia sensorial única: música y sonidos de terror, personajes fantásticos, proyecciones especiales y atrezo cinematográfico. Luces difusas y suelos que crujen añadirán encanto al ambiente.

    «Halloween en el castillo de Bran» es ya una tradición, según nos cuenta Alexandru Priscu, director de marketing.

    «Creo que este es el 14º año que se organiza este evento en diferentes formas, a las que, año tras año, hemos aportado algo nuevo. El concepto de este año es más o menos similar al del año pasado. Empezaría por el elemento novedoso de los dos últimos años. El evento se extiende durante todo el fin de semana. Mientras que al principio Halloween se celebraba exclusivamente los sábados, a partir de 2023 incluimos los domingos. Los sábados, la visita comienza a las 9:00 y termina a las 22:00. El Castillo de Bran ofrece una visita especial de Halloween. Es una visita con las persianas bajadas. En realidad, es una visita nocturna que comienza a las 9:00 de la mañana. Las contraventanas del castillo se bajan físicamente y las ventanas que no tienen contraventanas se cubren con una tela opaca. La escenografía del domingo incluye un total de 12 salas transformadas según el tema del evento, siete actores que interactúan con el público y están presentes en todas las plantas del castillo, efectos de sonido, proyecciones».

    La visita especial de Halloween al castillo de Bran finaliza a las 22.00 horas, pero la aventura continúa para quienes hayan conseguido comprar una entrada para la fiesta.

    «Desde las 21:00 hasta las 4:00 de la madrugada, en el Parque Real, tiene lugar la famosa fiesta de Halloween en la carpa de 600 metros cuadrados, a la que cada año acuden 1.000 personas. En este evento, desde hace seis años, tenemos lista de espera, ya que durante todo este periodo se han agotado las entradas. Paralelamente, la Casa de Té de la reina María, desde las 18:30 y las 22:00, dos franjas horarias diferentes, acoge una cena temática de Halloween para 90 clientes por franja horaria. El domingo, de 9:00 a 16:00, siendo las 11:00 la última entrada, hay un Halloween infantil. El escenario no cambia mucho. Es un grupo de actores diferente, disfraces diferentes, con enfoques e interacción adaptados a los más pequeños. Por lo tanto, reducimos ligeramente el volumen y la intensidad de los efectos sonoros, mantenemos la escenografía 100 % igual, sólo que los personajes son mucho más simpáticos».

    En el Castillo de Bran encontrará el único ascensor del mundo que sube a la historia y baja al futuro. Se trata de un ascensor equipado con enormes pantallas LED que ofrecen un espectáculo multimedia de camino al Túnel del Tiempo, bajo el castillo. Tras un descenso de 34 metros por el acantilado, los turistas se encuentran con proyecciones de personalidades históricas como Vlad Tepes, la reina María y la princesa Ileana, que les acompañarán por la galería horizontal. «Halloween en el Castillo de Bran» es un acontecimiento de éxito tanto para adultos como para niños.

    «Obviamente, los más pequeños, que no tienen acceso a la fiesta, quedan fascinados por los decorados, que son realmente espectaculares. Aquí añadiría otra mención. En los últimos cinco años, hemos encontrado otro proveedor para las decoraciones de Halloween. Es una empresa rumana, son gente con amplitud de miras, de Bucarest, y estamos contentos con la elección. En cuanto a las decoraciones, aunque el Castillo de Bran tiene, como cualquier otra atracción turística, un número extremadamente bajo de visitantes que vuelven año tras año, seguimos ideando nuevos elementos. Empezamos por los más pequeños. Les fascinan las decoraciones, los personajes, la pintura de caras, los caramelos que les dan y todo lo que ocurre. A los adultos, por supuesto, les fascina la fiesta en la carpa. La fiesta en la carpa creo que es el producto más impactante de todo el paquete de Halloween».

    Situado en el centro de Rumanía, entre los montes Bucegi y el macizo de Piatra Craiului, el castillo de Bran es uno de los favoritos de los turistas extranjeros y rumanos. Se trata de una fortaleza medieval, construida en el siglo XIV, en condiciones excepcionales, edificada sobre un acantilado a unos 40 metros sobre el nivel del suelo. El edificio está dispuesto en cuatro niveles, con cuatro torres sin simetría. Este es otro aspecto que la hace única entre las fortalezas rumanas. Además, nos enteramos por Alexandru Priscu, director de marketing, de que está abierto todos los días del año.

    «El castillo de Bran, durante muchos años, fue la única atracción turística, el único museo abierto los siete días de la semana, sin excepción. También abre el día de Navidad y el de Año Nuevo. Sigue funcionando con este programa, lo que significa que las puertas están realmente abiertas al público. Estrictamente para Halloween, creo que la invitación debería incluir una nota especial. Pedimos a quienes vengan ese fin de semana que se disfracen. Disfrazarse no es en absoluto obligatorio, pero sí muy recomendable, y otra nota especial de la visita de Halloween es el privilegio, el segundo este año, de visitar el castillo al anochecer, siendo el primero la Noche Europea de los Museos».

    Con una historia compleja y una arquitectura medieval, el castillo de Bran sigue siendo un símbolo de Rumanía, y una visita por sus salas revela relatos fascinantes de la historia de los rumanos. El monumento histórico también sigue siendo famoso por las leyendas que lo relacionan con el mito de Drácula. Y en la noche de Halloween, el sábado 2 de noviembre, las leyendas cobran vida.

    Versión en español: Monica Tarău

  • Băile Herculane, tesoros secretos

    Băile Herculane, tesoros secretos

    Hoy llegamos a uno de los balnearios más antiguos de Europa, mencionado por primera vez en un documento en torno al año 150. Situado en el suroeste de Rumanía, el balneario de Baile Herculane ofrece una amplia gama de tratamientos. Además de la calidad terapéutica especial de las aguas minerales, el aire fuertemente ionizado equilibra el sistema nervioso y garantiza un sueño reparador. También podrán explorar los alrededores del balneario, que ofrecen numerosas actividades de ocio.

     

    Los descubrimientos arqueológicos realizados en 2016 en Herculane revelaron piscinas utilizadas para bañarse en aguas termales hechas por la civilización romana. Este tipo de construcciones solo se encuentran en el mundo en Asia Menor o en la famosa ciudad antigua de Pompeya. Por lo tanto, es un lugar lleno de historia, pero también de historias y leyendas, afirma Laura Pătru, responsable de relaciones públicas de la Asociación ProTurism Herculane.

    «Está documentado desde el año 153, por lo que ha tenido tiempo de recopilar muchas historias, desde las de las familias nobles romanas que llegaron a Herculane y cuyas huellas aún se pueden ver hoy en día. En el balneario de Herculane aún funcionan baños de la época romana, por lo que estas historias se siguen conservando y son tangibles para quienes visitan el lugar. El balneario también ha pasado por un periodo que llamamos austríaco, en uno de sus momentos de gloria, cuando fue el lugar favorito de muchos miembros de la realeza y aún conserva las huellas de aquellos huéspedes que tuvo a lo largo del tiempo. Los aficionados a la historia pueden venir a ver el cenador de la emperatriz Isabel en Herculane, un lugar que los lugareños construyeron para que la emperatriz Sisi pudiera desayunar allí».

    En el centro antiguo de la localidad, aún se pueden ver los antiguos centros de tratamiento. La estatua de Hércules se alza en medio del callejón que los separa. Pero poca gente sabe que en estos complejos, que rodean la estatua del héroe legendario, funcionaba el primer ascensor hidráulico de Europa, una maravilla tecnológica de la época que apareció a finales de los años 1800. La cabina del ascensor se elevaba gracias a la presión del agua de las fuentes termales. Y las leyendas son tan fascinantes como la historia del lugar.

    «Hay muchas leyendas, porque la naturaleza en Herculane es espectacular y, por supuesto, en primer lugar está relacionada con la leyenda de Hércules, el fundador del balneario. A partir de ahí, muchas historias se ramifican en la tradición local. Los turistas pueden visitar la Cueva de los Forajidos (Grota Haiducilor), un lugar donde dicen que se escondían tesoros, o pueden ver la Cueva de Vapor (Grota cu Aburi), donde dicen que el mismísimo Burebista, rey de los geto-dacios, venía a hablar con los dioses. Así que en lo que respecta a historia y leyendas, el balneario de Baile Herculane es muy rico. Ante todo, Herculane es un espectáculo de la naturaleza, tanto por sus paisajes como por sus recursos, por lo que puede ser fácilmente una experiencia completa de vacaciones, sobre todo porque es un excelente campamento base para muchas atracciones de los alrededores».

    En Baile Herculane también se encuentra el edificio de un casino. Fue construido entre 1862 y 1864 por el mismo arquitecto vienés que diseñó los planes iniciales del castillo de Peleș: Wilhelm von Doderer. Lugar de encuentro y diversión para la realeza y la nobleza de la época, el Casino de Herculane no solo fue el primer casino de esta parte del continente, sino también uno de los más queridos por la aristocracia de la época. El lugar donde se perdieron y se ganaron fortunas para las cortes de Europa, un lugar animado de carruajes, gemas y vestidos de época. Otro vestigio famoso de la ciudad es la estación de ferrocarril del balneario, considerada la más bella de Rumanía y una de las más románticas de Europa. Es la copia de uno de los castillos de caza de la emperatriz Teresa cerca de Viena. Desde aquí, hay siete kilómetros hasta el centro del balneario, donde los turistas pueden disfrutar de las aguas curativas, explica Laura Pătru, responsable de relaciones públicas de la Asociación ProTurism Herculane.

    «Hay 16 manantiales, cada uno con su particularidad, así que se puede tratar una gran variedad de enfermedades, desde reumatismo a enfermedades neurológicas y dermatológicas. Es una serie bastante amplia. Al mismo tiempo, las unidades de alojamiento en Băile Herculane siguen muy bien todas las tendencias europeas en materia de spa, y esta tendencia dice que hay que combinar de alguna manera estas terapias acuáticas con terapias de relajación. Encontrarán en las unidades de alojamiento en Herculane masajes que incluyen agua termal, que no son exactamente el tratamiento que conocemos de nuestros abuelos, en la forma en que se percibía, pero, sin embargo, disfrutamos del poder del agua de una manera más moderna, que nos relaja. Por supuesto, intentamos llevar la naturaleza del lugar lo más adentro posible, para que el producto terapéutico en Herculane sea típico de ese lugar. Encontrará en nuestras ofertas masajes con combinaciones de aceites de hierbas locales o masajes con miel de productores locales, porque la experiencia debe ser auténtica y típica de este lugar. Los centros de tratamiento en el balneario están bastante bien desarrolladas, también tienen segmento de balneología y segmento spa. Las terapias son muy variadas, hay terapeutas locales e internacionales».

    Si explora también los alrededores, en la zona del balneario, en la estación cálida verá muchísimas mariposas. Aquí hay más de 1500 especies. Esto se debe a las propiedades especiales del aire de la zona, que hacen de Herculane el hogar del 45 % de las especies de mariposas de Rumanía y el único lugar del mundo donde se pueden encontrar algunas especies de mariposas. También en los alrededores podrán explorar las Calderas del Danubio (Cazanele Dunării), un lugar realmente espectacular, afirma Laura Pătru, responsable de relaciones públicas de la Asociación ProTurism de Herculane.

    «Allí está también el busto de Decébalo tallado en la roca, que es la mayor escultura de montaña de Europa. Se puede pasear en barca o en barco, y es una zona muy relajante con un paisaje espectacular. Desde Herculane se puede llegar al pueblo de Ineleț en bastante poco tiempo. Solo se accede a él por una escalera vertical de madera a lo largo de una cascada. La dificultad de acceder a esta aldea ha hecho que la tradición y el tiempo se detengan. Como la tecnología aún no ha penetrado en esta aldea tan alta en las montañas, los visitantes pueden ver el Banato de montaña de hace 100 años, con su gente y sus tradiciones».

    He aquí algunas razones para visitar el balneario de Băile Herculane, un lugar donde el poder curativo de las aguas no ha decepcionado desde hace 2000 años.

    Versión en español: Monica Tarău

  • El castillo de Corvin, leyenda viva de Transilvania

    El castillo de Corvin, leyenda viva de Transilvania

    El castillo de Corvin es el monumento de arquitectura gótica, civil y militar mejor conservado del centro y sureste de Europa. Situado en el oeste de Rumanía, el imponente edificio es una de las principales atracciones turísticas de la zona.

     

    A lo largo de los años, el castillo de Corvin ha entrado en varias listas de monumentos célebres siendo considerado uno de los castillos más bellos del mundo, pero también uno de los más terroríficos. Así, el monumento de Hunedoara tiene distintas facetas que esperan ser descubiertas por los visitantes, afirma Sorin Tincu, director del Museo del castillo de Corvin.

    «La historia del castillo comienza en el siglo XIV y está en estrecha relación con la metalurgia del hierro, metal que ha definido la existencia de esta localidad a lo largo de su historia. De hecho, el nombre alemán de Hunedoara es Eisenmarkt o Feria del Hierro. En el siglo XIV, en el emplazamiento del actual castillo, existía una pequeña fortificación con una única torre defensiva, de forma triangular, fortificación directamente vinculada a la explotación del hierro en la zona de Hunedora, pero también a la existencia de un noble que llegó a poseer el dominio de Hunedora. Esta fortaleza fue regalada en 1409 por el rey de Hungría Segismundo de Luxemburgo a un noble rumano llamado Voicu por los méritos que demostró a su servicio».

    Por el momento, no hay datos que prueben una fase de construcción del actual castillo de Corvin que podamos atribuir a Voicu. Lo que sí es seguro es que su hijo, llamado Ioan de Hunedoara, fue quien inició la construcción de lo que hoy llamamos el castillo de Corvin, explica Sorin Tincu.

    «Este edificio fue construido en dos fases. Ioan de Hunedoara amplió, primero, la fortificación añadiendo siete nuevas torres de defensa. Las torres circulares son inusuales en la arquitectura militar transilvana. Eran muy comunes en la Europa del siglo XV, pero parecen haber llegado a Transilvania con la construcción del castillo de Corvin y la época en que vivió Ioan de Hunedoara. Tras su muerte, la construcción fue continuada por su hijo menor, Mathias Corvin, quien edificó uno de los primeros ejemplos del Renacimiento transilvano. Se trata del cuerpo llamado Logia Mattia. El tercer y último gran constructor del castillo fue Gabriel Bethlen, el príncipe de Transilvania, quien, en el siglo XVII, levantó una serie de edificios tanto militares como civiles».

    La ruta turística, explica Sorin Tincu, director del Museo del castillo de Corvin, conduce al visitante primero al Patio de los Húsares. Para llegar hasta aquí, hay que cruzar el arroyo Zlaști.

    «El cruce del arroyo se realiza sobre un puente que en el pasado tenía un segmento móvil que, en caso de peligro, se elevaba. La ruta continúa hasta la nueva torre de la puerta. Aquí se encuentra el lado oscuro del castillo, con la prisión y el bastión de tortura situados a la izquierda y a la derecha del edificio. Las fuentes históricas también mencionan la existencia de un Pilar de la Infamia en este sector. Desde aquí, el visitante es conducido a la planta baja de la Logia Mattia donde se le ofrece una descripción general del castillo. Después entra en la cocina de la guarnición y luego a una terraza que defiende el puente desde donde se abre una generosa vista del Patio de los Húsares y de los alrededores del castillo».

    Tras visitar estas salas, el visitante desciende por la escalera al patio interior del castillo y llega a la Sala de los Caballeros, una de las estancias más representativas del castillo de Corvin, recientemente restaurada. A continuación, conocerá una de las leyendas del castillo.

    «Tras la Sala de los Caballeros, el visitante del castillo llega a la fuente monumental que tiene una leyenda muy conocida. Reza la leyenda que tres prisioneros turcos excavaron durante 15 años en la piedra caliza dolomítica para llegar a la capa freática y construir el pozo. Sin embargo, al terminar la obra no se les concedió su último deseo de ser liberados y fueron ejecutados. Uno de ellos escribió en los muros del castillo: ”Agua tienes, pero corazón no”. Desde la fuente, el turista puede visitar el lapidario gótico donde se pueden admirar varios componentes góticos que fueron retirados de los muros del castillo durante las restauraciones de los siglos XIX y XX. Siguen la llamada Terraza de Artillería o Bastión de Municiones, otra construcción del siglo XVII y el Hoyo de los Osos. Se trata de un pequeño patio del castillo donde, según la leyenda, se guardaban osos que se alimentaban de los prisioneros traídos al castillo con este propósito».

    A lo largo del año, especialmente en la estación cálida, las visitas al castillo se ven animadas por eventos llenos de color y sonido. En 2024, el calendario de eventos es rico, según informa Sorin Tincu, director del Museo del castillo de Corvin.

    «Dejaré de lado los eventos más pequeños, las inauguraciones mensuales de obras de arte o las inauguraciones de exposiciones itinerantes, que también son muy frecuentes, para destacar los acontecimientos a gran escala de mayo, junio y agosto. Entre ellos está la Feria Europea de los Castillos. Se trata de la Noche de los Museos, que tendrá lugar el 18 de mayo, un evento que reúne a más de 15.000 visitantes en la Corte de Húsares, a veces incluso más de 20.000. Otro acontecimiento igualmente importante es el Festival Medieval que se celebra a finales de agosto y cuyo objetivo es evocar la personalidad de Ioan de Hunedoara. También organizamos una serie de eventos más pequeños como el Día de la Robótica Medieval en el que estudiantes apasionados por la robótica y la historia se reúnen en el Castillo de Corvin en una auténtica competición medieval y moderna a la vez. El fin del año lo celebramos con un concierto de villancicos en la capilla del castillo».

    Más de 20 salas del castillo de Corvin, situado en la ciudad de Hunedoara, han sido renovadas gracias a un proyecto europeo de unos cinco millones de euros. El año pasado el monumento fue visitado por unas 400 000 personas.

    Versión en español: Victoria Sepciu

  • La miscelánea: Las leyendas del Mărțișor, la fiesta de la primavera en Rumanía

    La miscelánea: Las leyendas del Mărțișor, la fiesta de la primavera en Rumanía

    La primavera está por llegar y la primera fiesta tradicional rumana que celebra la llegada de la primavera se llama mărțișor y se festeja cada primero de marzo. Este nombre es un acrónimo derivado de “Marte”, el nombre de la luna que marca el comienzo de la primavera.

    Los calendarios romanos empezaban a principios de marzo. Los países donde vivían los dacios (la actual Rumanía y el norte de Bulgaria) eran famosos por sus duros inviernos. Muchas personas morían de diversas enfermedades durante la estación fría. Para protegerse del espíritu de Zamolxis,  los dacios llevaban un símbolo animal o floral en la ropa los primeros días del Año Nuevo en señal de agradecimiento por seguir vivos. Tallaban en madera o piedra un pequeño símbolo elegido como protector, y luego lo decoraban con un hilo rojo y otro blanco (el rojo simbolizaba la sangre de los que habían muerto en invierno, y el blanco la dureza de la nieve, el frío, el hielo, responsables de la muerte de los seres queridos). Esta tradición se ha conservado bien en los antiguos países dacios, así como entre los rumanos, que celebran el “ mărţişor” todos los años el 1 de marzo.

    El mărțișor está representado físicamente por un pequeño objeto, una especie de amuleto atado con dos hilos trenzados, blanco y rojo, que significan la lucha de la vida sobre la muerte, de la salud contra la enfermedad. Es considerado un talismán que trae suerte, bienestar y aprecio, un símbolo de la primavera, del regreso a la vida de la naturaleza y todo lo que la rodea.

    Se ofrece a todos como signo de amistad, respeto, alegría de vivir, pero también para dar la bienvenida al nacimiento de la primavera. Durante 9 días (hasta la fiesta ortodoxa de los 40 Mártires) el “mărţişor” se puede llevar como adorno en la ropa, a la altura del pecho, o como collar.

    En la edición de hoy  de la Miscelánea también descubriremos dos leyendas de esta fiesta primaveral tan querida por los rumanos.

  • La noche de San Andrés en Rumanía

    La noche de San Andrés en Rumanía

    Se cree que el cristianismo llegó a nuestra región de manos de San Andrés, uno de los doce apostoles, quien llevó a cabo una evangelización en los territorios de Rumanía,Ucrania y la costa oriental delmar Negro. Posiblemente asentó su residencia en la antigua ciudad de Tomis y por esta razón, San Andrés es el patrón de Rumanía (entre otros países), celebrándose su fiesta el día 30 de noviembre, día en que fue martirizado y matado por los romanos.



    En Rumanía, en Dobruja, se encuentra el Monasterio de San Andrés. Situado a 6 km de la localidad Rasova y a 4 km del pueblo Ion Corvin, es uno de los lugares cristianos más importantes de nuestro país. La cueva de San Andrés es considerada el primer lugar de culto cristiano en nuestro país y la puerta de penetración de la fe cristiana en Rumanía.



    Excavada en una colina con la entrada mirando hacia el este, la cueva preserva en su interior un bloque de piedra sobre el que se incidió la cruz. Según las fuentes cristianas, cuando llegó para predicar la tradición cristiana, San Andrés eligió el lugar para la oración en la cueva excavada en el corazón de la colina. La leyenda dice que San Andrés cristianizó la gente de estas tierras en las nueve fuentes de agua cerca de la cueva.


    En los lugares donde se dice que San Andrés había llegado, junto con sus discípulos, en el 50 d. de C., se organizó entre el 1943-1944 un lugar de oración. Profanado durante el comunismo, el monasterio fue restaurado entre 1990 y 1994.


    Las costumbres de la noche de San Andrés, del 29-30 de noviembre, son una mezcla entre la fiesta cristiana y los antiguos rituales de los dacios, el pueblo asignándole a San Andrés características de la divinidad precristiana del lobo.



    Entre los ermitaños de los Cárpatos circula una leyenda según la cual el último sacerdote de Zamolxes había conocido a Jesús y al Apóstol Andrés. Se habla sobre un “misterio de la conversión de los dacios al cristianismo mantenido durante el tiempo y pasando de un monje a otro como expresión de la continuidad de la fe en estas tierras.



    Según las leyendas populares, en la noche de San Andrés, que es la primera noche del nuevo año de los dacios, se abren los cielos, ya que se encuentran lo visible con lo invisible, la luz con la oscuridad, se renueva el tiempo, muere el caos y nace armonía entre el hombre y el universo. Ahora el poder del lobo es más intenso que nunca. Se cree que en esta noche, los espíritus malignos tienen más fuerza que el resto del año y pueden hacer daño a las personas.



    Por lo tanto, debemos tomar medidas de prevención. Se cocinan comidas con calabaza y tortillas de maíz, se pone mucho ajo en las puertas y ventanas y la gente evita salir a las calles, quedándose en casa donde están protegidos por los ajos y la luz de las velas. Los jóvenes organizan una fiesta en la que “vigilan el ajo.







    También se cree que en la noche de San Andrés, se deshacen secretos y se revelan autores de crímenes o robos.


    Se hacen predicciones para el próximo año: si la noche es clara y cálida habrá un invierno suave y si hace frio el invierno será duro. Si las hormigas desaparecen antes del día de San Andrés, es senal de que se acerca el frío.



    En Bucarest, ha empezado la construcción de La Catedral de la Salvación del Pueblo Rumano, que está concebida para ser la iglesia más grande del país y estará dedicada a San Andrés el Apóstol. La nueva catedral será la sede de la Iglesia ortodoxa rumana, en sustitución de la actual Catedral Patriarcal de Bucarest.


    El costo promedio de la inversión asciende a 100.000.000 de euros. La catedral estará ubicada en la avenida de Unirii, junto al Palacio del Parlamento Rumano o Casa del Pueblo, obra faraónica del dictador comunista Nicolae Ceausescu.


    El complejo tendrá también un aparcamiento para 700 vehículos, un helipuerto y espacio suficiente para que 125.000 fieles sigan la liturgia desde el exterior a través de varias pantallas gigantes. A su alrededor, se levantarán también cuatro edificios: la Casa del Apóstol Andrés, con una residencia para peregrinos religiosos, la Casa del Apóstol Pedro, para peregrinos laicos, el Centro Cultural Misionero del Apóstol Pablo y el Centro Social Médico del Apóstol Lucas, destinado a enfermos y ancianos. Con su cúpula a 114 metros de altura, la catedral dominará la capital y se convertirá en el edificio más alto de Rumanía.


    La idea de construir una gran catedral fue propuesta ya poco tiempo después del final de la Primera Guerra Mundial, por el arquitecto Petre Antonescu, quién realizó un primer diseño que contó con el apoyo del Patriarca Miron Cristea. La llegada del comunismo en 1947 frenó el proyecto que sólo resurgió en 1989, poco después de la caída del régimen de Ceausescu, con una propuesta que pretendía levantar una gran catedral en el centro de la Piața Unirii, uno de los principales nudos de comunicación de Bucarest.


    En los siguientes años se debatió mucho sobre el emplazamiento más adecuado para el proyecto e incluso se barajó destruir el Monumento a los Héroes del Comunismo del Parque Carol I, sin embargo, el entonces alcalde de la capital y posteriormente presidente del país, Traian Băsescu, se opuso radicalmente.



    Finalmente se decidió por ubicarla en la Avenida Unirii, junto al Palacio del Parlamento Rumano conocido como la Casa del Pueblo, debido a que quedaban grandes espacios por edificar en el mismo centro de la ciudad. En junio de 2009, la Iglesia ortodoxa rumana anunció de manera oficial que este complejo nacional se iba a levantar precisamente en ese terreno.


    La piedra fundacional fue colocada en febrero de 2011 en una ceremonia religiosa presidida por el Patriarca de la Iglesia ortodoxa rumana, Daniel. La catedral se está construyendo con donativos de los fieles y con el apoyo del Gobierno, en estilo neo-bizantino con elementos neo-rumanos. También el papa Juan Pablo II, durante su visita a Rumanía en 1999 donó 100.000 euros para la construcción de la catedral rumana que estará dedicada a San Andrés, el Apostol del pueblo rumano.

  • Leyendas del Mărțișor

    Leyendas del Mărțișor

    En Rumanía, el día 1 de marzo, las chicas y las mujeres reciben los Martisoare, pequeños amuletos que, según la tradición, les traerán felicidad y buena suerte. Pero, en algunas regiones como Bucovina, estos obsequios se regalan a los hombres.


    La primera evidencia de la existencia del Martisor apareció en territorio rumano hace mas de 8 000 años. Los primeros amuletos encontrados fueron pequeñas piedras de río pintadas de blanco y rojo. El color rojo significa sangre, fuego y el sol y fue asignado a las mujeres, a la vida. El blanco, significando la blancura de las nubes y la claridad del agua, se asoció con la sabiduría masculina.


    El nombre de la fiesta Martisor deriva de la palabra rumana martie (marzo). El famoso Martisor, enlazado con una cuerda roja y blanca, se utiliza como amuleto para atraer la buena suerte.


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    Las mujeres y las niñas llevan colgados estos amuletos, al pecho, durante todo el mes de marzo. Se dice que, si te regalan un “martisor en forma de herradura, de trébol y de chico que limpia las chimeneas, vas a tener suerte, amor y prosperidad durante todo el año.


    En la actualidad, no obstante, este talismán es considerado más bien un ornamento y una prueba de amor y de amistad.


    Una de las leyendas mas conocidas del Martisor cuenta cómo el Sol descendió a la Tierra en forma de chica muy bella. Pero un dragón la robó y la encerró en su palacio. Entonces los pájaros dejaron de cantar, los niños se olvidaron del juego y la alegría, y el mundo entero cayó en la tristeza. Viendo lo que pasaba sin el Sol, un joven valiente comenzó el camino hacia el palacio del dragón para liberar la chica. Estuvo buscando el palacio un año entero y cuando lo encontró, llamó al dragón a una lucha justa. El joven derrotó al dragón y así liberando a la hermosa chica, que ascendió al cielo para iluminar de nuevo toda la tierra. Llegó la primavera, la gente recuperó la alegría, pero el joven valiente estaba tumbado y herrido en el palacio del dragón después de las luchas. Su sangre caliente se derramó sobre la nieve hasta que el joven se quedó sin respiración. En los lugares donde la nieve se había derretido, salieron de la tierra las Campanillas del invierno heraldos de la primavera. Se dice que desde entonces, la gente honra la memoria del joven valiente con un hilo y dos flores: una blanca y otra roja. El color rojo simboliza el amor y recuerda la valentía del joven y el blanco es de la flor campanilla de invierno, la primera flor de la primavera.



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    Detrás de esta tradición rumana se encuentra una multitúd de símbolos que se refieren a la transición entre las estaciones y a los rituales que atraen la buena suerte todo el año.



    En el calendario antiguo, el 1 de Marzo marcaba el comienzo de un nuevo año. El Martisor, apareció como un talismán destinado a traer suerte y a acompañar los deseos de amor, salud, felicidad y bienestar. Desde la época romana, la llegada de la primavera era un motivo para honrar al dios Marte, el patrón de la naturaleza y la agricultura.



    En Bucovina, en el norte de Rumanía, se cree que el Martisor es el hilo de los días del año tejido por la vieja Dochia al subir las ovejas a la montaña, que se parece al hilo de la vida humana que representa el destino. El color blanco simboliza el frío del invierno que termina y el rojo, es el calor del verano que pronto vendrá.


    En algunas regiones rumanas, las madres cuelgan un martisor con una moneda de oro o plata de las manos de los niños antes del amanecer del 1 de marzo como protección o amuleto contra las enfermedades. En las comunidades tradicionales de Moldavia, las muchachas regalan con mucha alegría el martisor, el 1 de marzo, a los muchachos de la aldea.



    En Dobruja, los martisoare se llevan hasta la llegada de los pájaros y luego se arrojan al aire para que la felicidad sea grande y alada. Los transilvanos cuelgan el hilo rojo y blanco en las ventanas, las puertas o los cuernos de los animales para protegerse de los malos espíritus.


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    Los Mărţişoare tradicionales se regalan cada vez con menos frecuencia o adquieren nuevas formas, con significados muy diferentes en comparación con lo original.


    Para mucha gente, la costumbre de ofrecer un Mărţişor es un gesto rituálico. Por lo tanto, el amuleto se convierte en una forma de agradecimiento, un modo de transmitir un mensaje, y su antiguo significado es olvidado .


    De hecho, el primer mărţişor fue el hilo rojo y blanco. El hilo es más importante que el amuleto que lo acompaña colgado. Éste es el mărţişor auténtico.


    Los primeros objetos atados con el hilo rojo y blanco fueron las monedas de oro y plata y luego los mărţişoare hechos de madera o cáñamo.


    En la actualidad, el hilo del martisor se pone en varios objetos en forma de animales, flores, letras y otros símbolos de varios significados. En la tradición popular, la buena suerte la traen los mărţişoare en forma de trébol o de deshollinador. El corazón es el símbolo del amor y el ancla, de la fe. Junto con el Martisor se pueden regalar también flores.





    La fiesta del Mărtisor también se celebra en otros países de los Balcanes como la República de Moldavia, Bulgaria, donde se llama Martenitsa y también en zonas de Macedonia y Albania donde viven comunidades rumanas y arrumanas.


    A finales de marzo, el Martisor se colgaba en un árbol, una costumbre que se ha conservado hasta hoy en día. La tradición manda que cuelgues el Martisor después de llevarlo durante un mes en las ramas de un árbol florido, lo que te traerá mucha suerte.