Manteniendo apenas una llama en una pequeña antorcha diseñada para llegar hasta el Estadio de Francia, portada por el fenómeno de la natación francesa Léon Marchand, el único atleta que ha ganado cuatro medallas de oro en los Juegos Olímpicos de París, el hogar donde ardía el fuego sagrado desde hacía más de dos semanas se apagó el domingo por la noche, marcando el final de esta 33ª edición.
Al término de esta edición, Rumanía ganó nueve medallas, tres de oro, cuatro de plata y dos de bronce. El oro fue para el nadador David Popovici en los 200 metros libres, los remeros Andrei Cornea y Marian Enache en doble scull masculino y el equipo femenino de ocho más uno (Maria Magdalena Rusu, Roxana Anghel, Ancuța Bodnar, Maria Lehaci, Adriana Adam, Amalia Bereș, Ioana Vrînceanu, Simona Radiș, Victoria Ștefania Petreanu).
Las medallas de plata las ganaron Ancuța Bodnar y Simona Radiș en doble scull femenino, Ioana Vrînceanu y Roxana Anghel en dos sin timonel femenino, Gianina van Groningen y Ionela Cozmiuc en doble scull femenino categoría ligera, así como la levantadora de pesas Mihaela Valentina Cambei, en la categoría de hasta 49 kg.
El bronce fue para David Popovici en los 100 metros libres y Ana Bărbosu en suelo. En cuanto al medallero, Rumanía se sitúa este año por delante de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 y Río 2016 –donde solo ganó cuatro medallas en cada uno– y por delante de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, cuando ganó siete medallas, pero por debajo de los Juegos Olímpicos de Sídney 2000, cuando los atletas rumanos regresaron con 26 medallas.
En París, Rumanía terminó en la posición 23ª de entre los 206 países en el medallero. Estados Unidos fue primero, con 40 medallas de oro, 44 de plata y 42 de bronce; China fue segunda, con 40 medallas de oro, 27 de plata y 24 de bronce; y Japón fue tercera, con 20 medallas de oro, 12 de plata y 13 de bronce. Francia, anfitriona de los Juegos Olímpicos, terminó 5ª con 16 medallas de oro, 26 de plata y 22 de bronce.
En la ceremonia de clausura, más de 80 mil espectadores celebraron el deporte y a los atletas que compitieron. Los atletas participantes, los más meritorios con medallas al cuello, entraron en el estadio sin seguir el orden alfabético de la ceremonia de apertura. Se organizó un original y grandioso espectáculo de luz y color, con decorado y vestuario de ciencia ficción y fuegos artificiales.
Cerca de 300 bailarines, actores y músicos interpretaron el papel de extraterrestres descendidos del espacio exterior para recrear las Olimpiadas perdidas y levantar los cinco círculos encadenados. En la ceremonia de clausura también se entregaron el testigo y la bandera olímpica al próximo país anfitrión –dentro de cuatro años, los Juegos Olímpicos de Verano se celebrarán en Estados Unidos– y un espectáculo de Hollywood de 15 minutos puso el broche final a la actuación de los artistas franceses. Tras realizar un espectacular salto desde lo alto del estadio, el actor Tom Cruise asumió una nueva «misión imposible»: llevar la bandera olímpica hasta Los Ángeles.
Versión en español: Antonio Madrid
