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  • Desde Rumanía hacia el mundo: Alba Iulia, ciudad de la Gran Unión

    Desde Rumanía hacia el mundo: Alba Iulia, ciudad de la Gran Unión

    Alba Iulia es la ciudad donde se firmó el documento que unió Transilvania con el reino rumano, considerada, desde hace un siglo, la capital simbólica de Rumanía.

    En 2024 es el 106 aniversario de la Gran Unión del 1 de diciembre de 1918. Rumanos de todas las regiones del país estuvieron presentes en Alba Iulia el 1 de diciembre, a pesar de que este año la Fiesta Nacional coincidió con las elecciones parlamentarias.

    La Alba Iulia actual es una ciudad multicultural, cuyo perfil está definido por una mezcla de culturas y por un patrimonio arquitectónico único, que es necesario descubrir y redescubrir, incluso reconstituir desde perspectivas tanto históricas como étnicas, antropológicas y culturales.

    En el Museo de la Unidad Nacional, en el mismo edificio donde tuvo lugar la creación de la Rumanía de hoy, está grabado en piedra, en el frontispicio del arco triunfal de la entrada:

    “En el año del Señor de 1918, el 1 de diciembre, en este lugar se proclamó para siempre e irrevocablemente, por el voto solemne y unánime del pueblo, la unión de Transilvania con toda Daco-Rumania. Que el recuerdo de este gran acto sea eterno”. Los momentos más concurridos para una visita, pero al mismo tiempo los más espectaculares, son la Noche de los Museos y el 1 de diciembre, Día Nacional de Rumanía.

    Alba Iulia, la ciudad-ciudadela donde tuvo lugar este gran acto histórico, la ciudad que mejor enfatiza los ideales de unidad e identidad de los rumanos a lo largo de los tiempos, es un verdadero centro espiritual y cultural de los rumanos de todas partes, con una historia turbulenta que se pierde en la noche de los tiempos.

    Alba Iulia es una de las ciudades más antiguas y hermosas de Rumanía y fue declarada, por ley, promulgada el 27 de diciembre de 2018, “Capital de la Gran Unión”.

    En 1922 se construyó en Alba Iulia la Catedral de la Reunificación de la Nación donde, el 15 de octubre, tuvo lugar la coronación del rey Fernando y la reina María.

    Después de la Primera Guerra Mundial y el colapso del imperio austrohúngaro, las fuerzas políticas de la nación rumana en Transilvania, apoyadas por todo el espíritu rumano, continuaron realizando el ideal de siglos: la unión de Transilvania con Rumania y la La ciudad de Alba Iulia recibió la gran y noble misión de acoger el desarrollo de este gran acto en la vida de la Rumanía moderna.

    El 1 de diciembre de 1918, 1.228 delegados oficiales se agolparon en el edificio, cuyo gran salón se llama ahora Sala Unirii, entonces casino militar, y en la meseta detrás de la fortaleza, el campo de Horea, se reunieron más de 100.000 personas procedentes de todos los rincones de Transilvania, Banat, Crișana y Maramureş, con banderas y corazones llenos de un pensamiento: “queremos la unión de todos los rumanos”.

    Apulum, Bălgard, Alba Iulia, Weissenburg, Gyulafehervar, Alba Carolina, Carlsburg, Karolyfehervar son los nombres con los que Alba Iulia entró en la historia. Las diferencias son sólo de esencia lingüística, dadas por el registro en documentos oficiales o por la pronunciación de los habitantes de origen rumano, húngaro y alemán.

    El Museo de la Unión fue construido entre 1851 y 1853 y es el edificio de estilo romántico más grande de Alba Iulia. El destino estaba bien definido: alojar a los oficiales del ejército de los Habsburgo en la Ciudadela. Los inquilinos fueron reclutados en todos los rincones del Imperio Habsburgo, por lo que se dice que en este pabellón de oficiales se hablaban todas las lenguas de la tierra. Entonces, los lugareños llamaron con razón al edificio “Babilon”. A través de sus gruesos muros, de más de un metro de altura, el edificio con más de 100 habitaciones parece una fortaleza.  “Babilon” sirvió en el ejército incluso después de la unión de 1918, sólo que los soldados ya no tenían un origen multiétnico, sino que eran rumanos. Cambió de destino el 28 de noviembre de 1968, cuando se inauguró aquí el Museo de la Unión Nacional. El acto tuvo lugar en presencia de Nicolae Ceaușescu, que en ese momento ocupaba el cargo más importante del estado, el de secretario general del Partido Comunista Rumano. Se cumplieron 50 años de la unión de Transilvania con Rumania.

    Es uno de los museos más famosos de Rumanía, en términos de patrimonio y reputación científica. Sus colecciones suman alrededor de 200.000 objetos patrimoniales. El museo es el lugar donde se puede retroceder a la prehistoria, permanecer en la época de los dacios y los romanos, recorrer la Edad Media, “participar” en la revuelta de Horea, pero también en las guerras mundiales.  Para despertar su interés, mencionamos sólo algunas de las piezas de resistencia: el cráneo de la Edad del Bronce; el tesoro dacio de Lupu; tres espléndidas estatuillas romanas de mármol descubiertas en las últimas tres décadas y dedicadas a los dioses Liber Pater y Némesis, respectivamente al héroe Hércules; una maqueta del complejo balneario Apulum, premiado internacionalmente y con más de cien años de antigüedad; un bajorrelieve que representa a Rómulo y Remo siendo amamantados por una loba; Silbato, abrigo y bufanda de Avram Iancu.

    La fortificación Alba Iulia es la ciudadela más grande de Rumanía y tiene más de 300 años. Una de las atracciones turísticas más importantes de Alba Iulia, la fortaleza es el lugar donde se puede retroceder en el tiempo, más de dos milenios, entre los restos de tres fortificaciones, de otras tantas épocas diferentes. Es decir, cada ciudadela construida aquí incorporaba la antigua: la Ciudadela Romana, la Ciudadela Medieval y la de Alba Carolina.

  • Oradea, la capital Art Nouveau de Rumanía

    Oradea, la capital Art Nouveau de Rumanía

    Oradea llegó a ocupar el primer puesto en la clasificación de los mejores destinos de Europa, en la categoría de Mejor Destino Art Nouveau.

    En el programa de hoy descubriremos cuáles son los principales monumentos de la capital Art Nouveau de Rumanía, así como algunas de las atracciones de sus alrededores.

    El patrimonio de la ciudad se ha conservado y rehabilitado muy bien, sobre todo en la última década. Así, la ciudad de Oradea es un museo al aire libre que se puede visitar en tres días. Si se dispone de poco tiempo, para ver los edificios y monumentos más representativos, la primera recomendación sería la plaza Unirii, dice Alexandru Chira, director ejecutivo de la Asociación para la Promoción del Turismo en Oradea y la Región.

    «La plaza Unirii de Oradea es el centro arquitectónico y cultural de la ciudad, con el edificio Art Nouveau más representativo e imponente, el Palacio del Águila Negra. Es un edificio impresionante que posee un pasaje construido según el modelo de las Galerías Vittorio Emanuele de Italia. En la plaza Unirii el turista puede visitar la Iglesia de la Luna, que toma su nombre del mecanismo que muestra las fases de la luna. Es un mecanismo con más de tres siglos de antigüedad y perfectamente funcional. También en la zona de la plaza Unirii, recomiendo la calle peatonal Vasile Alecsandri, con muchos edificios Art Nouveau. El más importante es Casa Deutsch, una antigua cristalería. Además, en la calle peatonal Vasile Alecsandri los turistas pueden disfrutar de una plétora de restaurantes y cafés. A continuación, en la plaza Ferdinand encontramos una serie de edificios de gran importancia para este movimiento artístico. A la intersección  de la calle Casa Poynár y la peatonal calle de la República hay tres palacios de gran importancia que se han convertido en el lugar más Instagrammable de la zona. Se trata del Palacio Apolo, el Palacio Moskovitz Miksa y el Palacio Stern, de estilo Art Nouveau y Secesión, pero con enfoques completamente diferentes tanto en el color como en los elementos arquitectónicos».

    En Oradea se encuentra también el único museo Art Nouveau de Rumanía, la Casa Darvas-La Roche.

     «La Casa Darvas-La Roche ha sido renovada recientemente. Se inauguró en plena pandemia, en el verano de 2021, y es uno de los monumentos más visitados de Oradea. Es un buen ejemplo para entender el estilo de vida de la época: muebles, elementos arquitectónicos, herrajes, puertas originales y una impresionante serie de vidrieras. La Casa Darvas-La Roche puede visitarse durante todo el año y, a partir del mes de mayo, también el jardín de la casa está abierto a los visitantes. Oradea cuenta asimismo con muchos museos atípicos: el Templo de los Francmasones, la Sinagoga de Sión, edificio que la comunidad judía cedió al Ayuntamiento y que acoge conciertos y eventos, el Museo de Historia Judía y el Museo Țării Crișului, un gigantesco edificio que alberga colecciones de muebles, cuadros, tejidos y valiosos trajes nacionales. Otro lugar ineludible en la lista de mis recomendaciones es el Complejo de la Diócesis Católica Romana».

    El complejo del Obispado Católico Romano es uno de los edificios barrocos más representativos de Rumanía. Ha sido completamente restaurado por la Diócesis Católica Romana y en la primera planta se pueden visitar las habitaciones de los antiguos obispos, convertidas en espacios expositivos. La segunda planta es un espacio que acoge regularmente exposiciones de arte contemporáneo, escultura y pintura. En los jardines del palacio se encuentra la imponente basílica católica romana, donde, si hay suerte, los turistas también pueden escuchar un concierto de órgano. El órgano se reconstruyó por completo hace un año y es una importantísima pieza del patrimonio que la emperatriz María Teresa donó cuando se consagró la basílica.

    Alexandru Chira, director ejecutivo de la Asociación para la Promoción del Turismo en Oradea y en la Región, recomienda combinar el descubrimiento del patrimonio arquitectónico con una visita al mayor parque acuático de la zona.

    «Si visitan la ciudad en verano, deben saber que hay seis hectáreas al aire libre con diversas piscinas e instalaciones que pueden ofrecerles un abanico de posibilidades para relajarse. En el interior hay piscinas que se pueden utilizar en la estación fría, saunas, baños de vapor, etc. Además de Aqua Parc, existen muchos centros de bienestar y recuperación tanto en la zona de Oradea como en la de Baile Felix. A quienes dispongan de más tiempo, les recomiendo hacer un viaje de una hora en coche, descubrirán lugares maravillosos en cualquier estación. La zona ofrece múltiples posibilidades para los amantes de la espeleología, el senderismo o el ciclismo. Me gustaría hacer recomendaciones también en el ámbito gastronómico. En la zona de Bihor, en la comuna de Colești, hay un restaurante muy popular entre los amantes de la auténtica comida regional. En otra zona, en la comuna de Briheni, un grupo de pasteleros siguen preparando la famosa tarta de Briheni según la receta original. En Șinteu la comunidad eslovaca ha construido un impresionante complejo donde se puede degustar la cocina eslovaca».

    La agenda cultural de la ciudad también es rica. Del 14 al 16 de junio se celebrará la tercera edición del Festival Sonidos de Oradea, con la participación de la famosa soprano Angela Gheorghiu. Otro acontecimiento importante es el Festival Medieval la Fortaleza de Oradea, del 6 al 8 de julio. Más de 400 invitados de distintos países europeos reproducirán el estilo de vida medieval de los siglos XIII-XV. A continuación, el FestiFall celebrará el aniversario de la ciudad del 11 al 13 de octubre. Encontrarán más detalles en el sitio web visite visitoradea.com.

    Al mismo tiempo, el programa «Oradea con amor» continúa también este año. Los turistas que permanezcan dos noches consecutivas en Oradea recibirán acceso gratuito a todas las atracciones turísticas de la ciudad y transporte gratuito durante 24 horas en la red de transporte público. Además, a partir del 15 de junio, se organizan visitas guiadas gratuitas en rumano, húngaro e inglés los viernes por la noche, sábados y domingos por la mañana, que parten de la plaza Unirii.

    Versión en español: Victoria Sepciu

  • Desde Rumanía hacia el mundo: El Casino de Constanza.

    Desde Rumanía hacia el mundo: El Casino de Constanza.

     

     

    Hoy descubrimos juntos uno de los objetivos turísticos más visitados de la ciudad de Constanza, en el sudeste de Rumanía, mayor puerto al mar Negro.
    El Casino de Constanza es el edificio Art Nouveau más grande de Rumanía, siendo este el estilo arquitectónico preferido para los casinos de la época conocida como la Belle Epoque. Sin embargo, la innovación no fue muy bien recibida por los lugareños, muchos funcionarios y periodistas de la época criticaron la construcción, que compararon con una tumba, por los detalles tallados en la fachada.

    Aunque la fecha límite original para la finalización de los trabajos de restauración iniciados en 2020 era 2022, la rehabilitación del Casino aún no está completa. Cuando todo esté listo, el magnífico edificio se convertirá en un importante centro cultural. Acogerá conciertos, exposiciones, conferencias y otros eventos diversos, en una sala de fiestas con 150 asientos y en un centro multifuncional con 200 plazas.
    La restauración del Casino en el paseo marítimo de Constanza representó un gran desafío, con una inversión equivalente a más de 100 millones de lei. Lo más importante es que quienes trabajaron duro lograron darle a este suntuoso edificio la belleza de otra época.
    El primer Casino de Constanța se construyó sobre el acantilado en 1880 y era una construcción de madera. Debido a esto, no duró mucho, siendo destruido por una tormenta en 1891. El actual Casino fue diseñado por el arquitecto Daniel Renard, a petición del rey Carlos I e inaugurado en 1910, en presencia del futuro rey Fernando.

    El imponente edificio modernista situado frente al mar en Constanza pronto recuperará su encanto. En la primera semana de agosto, se retiraron los andamios de la fachada del casino y el progreso ahora es visible para que todos lo vean.
    El casino de Constanza funcionó ininterrumpidamente durante 38 años, convirtiéndose en poco tiempo en el edificio emblemático de la ciudad y también en el casino más grande del país, señala Discover Dobrogea. Durante las dos guerras mundiales, el edificio se convirtió en hospital de campaña para la atención de heridos y sufrió graves daños por los bombardeos, tanto en 1916 como en 1941, cuando fue ocupado por las tropas nazis.
    Incluso durante el período comunista, el Casino de Constanza no corrió una suerte muy feliz. Las autoridades decidieron restaurarlo, convertirlo en una casa de cultura, y como mano de obra para este proyecto utilizaron presos políticos traídos de la prisión de Poarta Albă. Algunos de ellos escondieron notas en las paredes con mensajes indicando sus nombres y la sentencia que recibieron. Estos impresionantes testimonios fueron descubiertos recientemente, durante los actuales trabajos de restauración.

    Tras la caída del régimen comunista, el Casino de Constanza fue cerrado y abandonado por las autoridades, hasta que se encontraron soluciones y fondos suficientes para su completa restauración, y el proyecto no se lanzó hasta 2020, después de muchos aplazamientos.
    Durante los trabajos de restauración, los expertos descubrieron una nota escondida en la pared en los años 50 por un preso político que trabajó en la renovación de este edificio durante la represión comunista.

    El mensaje es un fragmento de la historia de un período de persecución y sufrimiento: “Querido amigo que encontrarás estas líneas, ¡Dios te bendiga! Estoy aquí como preso político desde 1951, trabajando como albañil y carpintero. Me condenaron a 9 años y, desde 1949, mi vida está en manos de Dios, porque no seré libre pronto”.
    Este emotivo mensaje fue escrito en 1952, en alemán, por un albañil originario de Sibiu. Lo llevaron a trabajar junto con un grupo de reclusos, renovando el edificio del Casino en Constanza.
    El billete estaba escondido en las paredes de ladrillo que sostienen una de las ventanas con vistas al mar del restaurante y fue descubierto por expertos en restauración de interiores.
    También aquí, hace tres años, se encontró una nota firmada por 15 prisioneros, un testimonio durante la persecución comunista.
    “El patrimonio del museo se ha enriquecido con este artefacto que revela un impactante testimonio sobre las condiciones de vida y trabajo de los presos políticos utilizados en las obras del Casino”.
    Más allá de su impresionante apariencia, el Casino de Constanța esconde aspectos menos conocidos, que sin duda aumentarían su encanto si fueran más publicitados. Así, el edificio es el único en el mundo que cuenta con tres cimientos diferentes.
    La primera fundación fue diseñada por el arquitecto Daniel Renard, luego el nuevo alcalde de la ciudad eligió al arquitecto Petre Antonescu para continuar las obras. Se le ocurrió una visión diferente de la construcción y realizó una base diferente. Un nuevo cambio de régimen político hizo regresar al alcalde liberal que apoyaba a Daniel Renard, de modo que retomó su proyecto y, descontento con los cambios introducidos por Antonescu, pidió la realización de otra fundación, la tercera.

    Otro detalle interesante está relacionado con la ubicación del Casino. Fue construido sobre un terreno que originalmente se encontraba bajo las aguas del mar. Prácticamente todo el paseo marítimo fue ajardinado hacia 1910, mediante obras de gran envergadura que implicaron un levantamiento del terreno.
    La restauración del Casino en el paseo marítimo de Constanza representó un gran desafío, con una inversión equivalente a más de 100 millones de lei. Lo más importante es que quienes trabajaron duro lograron darle a este suntuoso edificio la belleza de otra época.
    Desde museos, mezquitas, sitios históricos y pequeñas reservas naturales hasta los conocidos y queridos espectáculos del Delfinario, no le faltarán atracciones turísticas en Constanza.
    Dé un paseo al atardecer por el paseo marítimo del Casino con el sonido de las olas de fondo, deténgase para disfrutar de una abundante comida en uno de los restaurantes de mariscos del puerto de Tomis o explore las historias de la ciudad, inscritas en el edificio de mosaico romano, el faro genovés y las paredes de los antiguos edificios de la plaza Ovidiu. Sean cuales sean tus preferencias, podrás elegir entre multitud de atracciones turísticas y lugares para visitar en Constanza.

  • Monumentos rumanos restaurados de Besarabia

    Monumentos rumanos restaurados de Besarabia

    La ocupación rusa de Besarabia significó, especialmente después de 1830, una política de fomento de la influencia rusa en una zona de conflicto con el Imperio Otomano. En junio de 1940, tras el acuerdo entre Hitler y Stalin en el verano de 1939, la Unión Soviética se anexionó Besarabia. En 1941, Rumania la liberó y en 1944 la vida de los habitantes de Besarabia volvió a su curso natural. Pero al final de la Segunda Guerra Mundial, a partir de 1944, la Unión Soviética volvió a ocupar Besarabia, así como toda Europa Central y Oriental, e impuso regímenes a imagen y semejanza del suyo.

    Entre 1945 y 1989, la brutalidad soviética se extendió a los habitantes de Besarabia, adoptando todas las formas imaginables: deportaciones a campos y encarcelamientos, desplazamientos de población, educación estalinista, otras violaciones sistemáticas de los derechos humanos y las libertades fundamentales. El amplio proceso de sovietización significó la creación del nuevo hombre soviético a través de la amnesia, es decir, olvidando los propios orígenes y borrando la memoria de los eventos pasados.

    Rumanía fue el principal enemigo utilizado en el proceso de sovietización de Besarabia. La frase «fascistas rumanos» estaba presente en cualquier referencia a la zona al oeste del Prut. Entre las primeras víctimas de la sovietización se encuentran los monumentos del foro público que expresaban la voluntad y los sentimientos de la población de Besarabia, que representaban la adhesión de la mayoría de los rumanos de Besarabia a su identidad y pertenencia a la ciudadanía del Reino de la Gran Rumanía. Las estatuas y símbolos de personalidades de la historia y la cultura rumanas fueron demolidos, destruidos y reemplazados por estatuas y símbolos del ocupante soviético. Los monumentos soviéticos expresaban fuerza y agresividad en el más alto grado, al igual que algunos monumentos representados por tanques con cañones apuntando hacia el oeste, hacia Rumania.

    Pero desde 1991, el año del colapso de la Unión Soviética, un verdadero Imperio del Mal como lo llamó el presidente estadounidense Ronald Reagan, la República de Moldavia se ha vuelto independiente. Desde entonces, los habitantes de Besarabia han estado buscando sus orígenes y tratando de volver a las formas de identidad de sus padres y abuelos.

    Una de las medidas adoptadas en este sentido es la eliminación de los monumentos soviéticos y la reubicación de los monumentos de la época en que Besarabia formaba parte de Rumania. En Bucarest se inauguró una exposición de 28 monumentos rumanos restaurados de soberanos, héroes, soldados y clérigos rumanos, pero también de personalidades culturales contemporáneas como los cantantes Doina e Ion Aldea Teodorovici. La exposición también contó con la presencia de Iuliana Gorea-Costin, embajadora de la República de Moldavia en Bucarest.

    «A la izquierda del Prut, la guerra entre la luz y la oscuridad es bastante intensa y se está librando una batalla permanente para afirmar nuestra identidad. Es una batalla por la historia, por la lengua y la literatura rumanas. Ha estado de pie, más de una vez, en la plaza de la Gran Asamblea Nacional, incluso durante meses. Al estar en la encrucijada de civilizaciones, necesitamos conocernos mejor, los que estamos dentro de la misma nación. Y al mismo tiempo, debemos unir nuestros esfuerzos para que las personas sabias sobrevivan en este espacio».

    En el período transcurrido desde 1991, las organizaciones cívicas de la República de Moldavia han emprendido acciones para reubicar los monumentos rumanos originales y los monumentos que informarían a la opinión pública sobre las atrocidades cometidas durante la barbarie soviética.

    Por ejemplo, un monumento reubicado y consagrado en 2016, una copia del período de entreguerras, es el Monumento de los Tres Mártires en la capital de Chisináu. Está dedicado a luchadores por la idea nacional como el sacerdote y escritor Alexei Mateevici (1888-1917), el abogado, periodista y cantante Simion Murafa (1887-1917) y el ingeniero topográfico Andrei Hodorogea (1878-1917). Los tres murieron en el terrible año de 1917, Mateevici, de 29 años, afectado por el tifus exantemático, y los amigos Murafa, de 30 años, y Hodorogea, de 39, asesinados por una banda de criminales bolcheviques.

    Después de la guerra, Pantelimon Halippa, político de Besarabia, creó un comité para erigir monumentos para todos los combatientes unionistas, entre los que se encontraban los tres. En 1923, se inauguró el monumento a Mateevici, Murafa y Hodorogea por iniciativa de la Sociedad Las Tumbas de los Héroes Caídos en la Guerra, en presencia del general francés Henri Berthelot. El monumento era una losa de piedra, colocada en posición vertical, en la que estaban enterrados los rostros en bajorrelieve de bronce de los tres héroes. En el pedestal, frente a los bajorrelieves, había un águila de bronce y debajo se colocó la inscripción Apóstoles de Besarabia, Mártires de la Santa Causa Nacional. El monumento, de tres metros de altura, estaba coronado con el escudo de armas de Rumanía, entre una rama de roble y una rama de laurel, realizada en bronce. Este medía 4,35 metros de largo y 1,92 metros de ancho.

    En vísperas de la anexión de Besarabia en junio de 1940, el ejército rumano desmanteló los bajorrelieves de Alexei Mateevici y Simon Murafa y los envió a Bucarest. En 1962, el resto del monumento y el campanario situado frente a la catedral de la Natividad del Señor, donde se encontraba, fueron volados por el ejército soviético.

     

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • La miscelánea: Dos nuevos objetivos culturales rumanos en el Patrimonio Mundial de la UNESCO

    La miscelánea: Dos nuevos objetivos culturales rumanos en el Patrimonio Mundial de la UNESCO

    El conjunto monumental «Calea Eroilor», realizado por Constantin Brâncuși en Targu Jiu, y las Fronteras del Imperio Romano – Dacia fueron aceptados para su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO el sábado 27 de julio, en la 46ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial, celebrada en Nueva Delhi (India).

    El conjunto monumental, construido entre 1937 y 1938 para conmemorar el sacrificio supremo de los rumanos – soldados, policías y ciudadanos – que murieron defendiendo la ciudad de Targu Jiu durante la Primera Guerra Mundial, representa un punto de inflexión en la historia de la escultura monumental y el arte público. Es la creación fundamental y la única obra pública a gran escala del escultor rumano Constantin Brâncuși que, en lugar de situar el monumento en la ciudad, «colocó la ciudad como elemento funcional en el centro del monumento».

    Tal como atestiguó el propio Constantin Brâncuși, el objetivo se compone de elementos arquitectónicos de valor simbólico: «un callejón, que partiendo del terraplén del río Jiu, que es el lugar de evocación de los actos de valor de los habitantes de Gorj, pasaría bajo un portal, que en el futuro marcaría también la entrada al jardín público, para que, continuando hacia la iglesia que se está renovando, terminara este camino, que llevará incluso el nombre de Camino de los Héroes, en el monumento de gratitud, encarnado por una columna de unos 29 metros de altura, que se eleva sin fin, como debe ser nuestra gratitud, indica la página web www.centrulbrancusi.ro. El Centro de Investigación, Documentación y Promoción ”Constantin Brâncuși” también señala que los expertos definen el conjunto como «la única escultura de los tiempos modernos que puede compararse con los grandes monumentos de Egipto, Grecia o el Renacimiento, combinando escultura, arquitectura y paisaje.

    El Conjunto Monumental realizado por Constantin Brâncuși en Târgu Jiu es una obra excepcional, fusión de escultura monumental abstracta, paisajismo, ingeniería e instalación urbana que ofrece una experiencia conmemorativa secuencial a escala urbana, con una fuerte carga simbólica y marcando una expresión artística de gran fuerza y pureza en múltiples niveles: artístico, simbólico y espiritual. La combinación del concepto artístico, la excepcional calidad de la ejecución y la realización ingenieril de la Columna sin fin, en particular, contribuyen a la realización de una de las esculturas públicas monumentales más importantes del siglo XX, menciona el proyecto de decisión, basado en la recomendación del Comité Nacional Rumano  ICOMOS.

    También el Limes, la frontera del Imperio Romano-Dacio, que incluye 277 sitios en 16 condados, ha sido incluido en el patrimonio internacional. Rumanía presentó el expediente de candidatura de las Fronteras del Imperio Romano – Dacia al Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO en enero de 2023, que ha sido sometido a un año y medio de evaluación para recibir las recomendaciones del ICOMOS. «Parte del sistema defensivo general del Imperio Romano, las Fronteras del Imperio Romano – Dacia son un testimonio excepcional de la máxima extensión del poder del Imperio Romano mediante la consolidación de sus fronteras septentrionales, y son una manifestación física de la política imperial. […] Dan testimonio de la versatilidad y sofisticación con que los romanos se relacionaron con la topografía y el clima locales en el contexto político, militar y social de la época en el norte del Imperio. Con una longitud de más de mil kilómetros, las Fronteras del Imperio Romano – Dacia es el segmento más extenso de las Fronteras del Imperio Romano y comprende tanto sectores terrestres como fluviales, caracterizados por los variados tipos, ubicaciones y densidades de las instalaciones militares distribuidas por todo el territorio», justificó el Comité.

    Las nuevas inscripciones completan la presencia rumana en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, abierta para Rumanía con la inscripción del Delta del Danubio (1991) y continuada con: Pueblos con iglesias fortificadas en Transilvania (1993), Iglesias en Moldavia (1993, 2010), el Monasterio de Hurezi (1993), las Fortalezas dacias en los Montes Orăștiei (1999), el Centro histórico de Sighișoara (1999), las Iglesias de madera de Maramureș (1999), los Bosques seculares y vírgenes de hayas en los Cárpatos y otras regiones de Europa (2017) y el Paisaje cultural minero de Roșia Montană (2021).

  • Desde Rumanía hacia el mundo: ¿Qué ver en Bucarest?

    Desde Rumanía hacia el mundo: ¿Qué ver en Bucarest?

    Es uno de los destinos vacacionales más seguros y accesibles de Europa. Esconde una gran cantidad de lugares llenos de vida y color que están en la lista de las atracciones turísticas más bellas de Rumanía: el Ateneo Rumano, el Museo de la Aldea rumana, el Museo de Historia, los parques Cismigiu y Herastrau, las iglesias, el Museo del Campesino, el Jardin Botánico, los restaurantes con comida tradicional como el Caru´ cu Bere y muchos más, que os invito a descubrir aquí.

    La tradición muestra que la fundación de Bucarest se produjo en tiempos del pastor Bucur (que, según otros investigadores, habría sido pescador o noble), según un registro escrito de 1761 del monje franciscano Blasius Kleiner. A esta tradición se vincula una leyenda que dice que Dâmboviţa, hija de un pobre forestal, conocía todos los secretos, todos los caminos del bosque donde vivía con su padre, y un día, el príncipe de las montañas deambula por allí.Conoce a Dâmboviţa, que le ayuda, pero el príncipe se siente irremediablemente atraído por su belleza y le pide que sea su esposa. Pero Dâmboviţa había prometido su mano a Bucur, el pastor de las cercanías del bosque. Luego, como muestra de agradecimiento por la ayuda recibida, el príncipe le ofreció a la niña un cuchillo y una cuchara de madera que cumplieron cualquier deseo. Llegando a Bucur, Dâmboviţa, clavó el cuchillo en una roca, de donde brotó un manantial de agua, que Dâmboviţa bautizó, y junto con su amante formaron una aldea al borde del bosque, a orillas del manantial.

    Bucarest tiene una individualidad ya bien definida entre las capitales europeas.
    La ciudad está atravesada por dos ríos, Dâmboviţa y Colentina.

    El santo patrón de Bucarest es San Demetrio el Nuevo Basarabov, uno de los principales representantes de la vida cristiana, cuyas reliquias se conservan en la Catedral Patriarcal de Bucarest.

  • La miscelánea: Rutas en bici por Rumanía

    La miscelánea: Rutas en bici por Rumanía

    Según las estadísticas, el sector da empleo a más de un millón de personas y ha experimentado un crecimiento espectacular de cerca del 450% en los últimos cinco años.

    Últimamente, la bicicleta se ha hecho más popular, convirtiéndose en una opción cada vez más atractiva independientemente de la edad o el estatus social. La pandemia de coronavirus y el riesgo de su propagación en el transporte público no hicieron sino acelerar la transición a este medio de transporte alternativo y la nueva tendencia es sin duda beneficiosa tanto para nuestra salud como para la protección del planeta.

    Según los últimos datos analizados, Bucarest cuenta con unos 56 kilómetros de carriles bici, pero en más de la mitad, es decir 31 km, no se puede circular de manera segura ya que el nivel de calidad difiere de una vía a otra. A pesar de esto, los estudios demuestran que tres de cada diez rumanos ya poseen una bicicleta y en ciudades casi atascadas por el tráfico, cada vez más rumanos optan por desplazarse, incluso al trabajo, sobre dos ruedas en lugar de cuatro. Es verdad que algunos países y ciudades de Europa son muy amigos de los ciclistas, como es el caso de Países Bajos. Sin embargo, el número de personas que nunca van en bicicleta sigue siendo sorprendentemente alto. En 2019, solo el 8 % de los ciudadanos de la UE utilizó a diario una bicicleta o un patinete personal, incluidas las versiones eléctricas. Los Países Bajos y los países nórdicos encabezan la lista de países amigos de los ciclistas. Estos países también tienen el mayor número de bicicletas de propiedad personal, según muestran los datos de un Eurobarómetro citado por Euronews.

    El ciclismo es una de las actividades recreativas más agradables. Nos ayuda tanto a mejorar la salud como a relajarnos. Una de las mejores formas de recargar las pilas al final de la semana es una excursión en bicicleta por la naturaleza. Afortunadamente, en Rumanía no faltan rutas ciclistas de distintos grados de dificultad, que atraviesan hermosas regiones y pasan por importantes lugares de interés. Rumanía se enorgullece de una gran cantidad de monumentos para visitar en cualquier estación, paisajes pintorescos y senderos de montaña perfectos para pasear.

    Ya que un paseo en bicicleta sólo puede traernos beneficios, tanto física como mentalmente, les propongo tres rutas en bicicleta por Rumanía. Para ver paisajes increíbles y vistas encantadoras no tienen por qué pasarse horas en un coche en el tráfico. Pueden disfrutar del aire fresco del exterior y de los paisajes pintorescos de nuestro país montando en su bicicleta favorita siempre que tengan tiempo y ganas.

    Les invito a escuchar el programa completo para descubrir tres rutas en bici maravillosas de Rumanía haciendo  clic en el boton rojo Play.

     

  • Mangalia, destino de vacaciones en la costa rumana

    Mangalia, destino de vacaciones en la costa rumana

    Aquí encontrarán una amplia variedad de hoteles, algunos con todo incluido, podrán hacer excursiones en yate desde el puerto turístico de Mangalia y, por último, pero no por ello menos importante, disfrutarán de una generosa playa. Hoy descubrimos el único balneario de Rumanía con manantiales minerales, sulfurosos y mesotermales.

    Mangalia es una ciudad antigua con mucha historia, según afirma nuestro invitado Dumitru Filip, gerente de la Organización de Gestión del Destino de Mangalia.

    «No la inventamos nosotros, no la inventamos ayer. Fue una fortaleza grecorromana, tiene toda una historia. De hecho, toda esta zona sur, incluida Dobrogea, es un destino lleno de historia. La ciudad, en la actualidad, es elegante, maravillosamente desarrollada y limpia. En la historia contemporánea ha sido la ciudad de los pintores, la ciudad de los escritores, la ciudad identificada con la corona real. El rey Carlos trajo a Mangalia la manada de caballos árabes. También hizo el bosque de Comorova, que es una riqueza natural, un recurso absolutamente espectacular que combina el mar, la ciudad de Mangalia, la meseta y el bosque. La reina María buscó un lugar para construir un castillo y lo puso muy cerca e hizo de Balchik un destino también en el mar Negro. También en Mangalia encontramos el Museo de Historia, el Museo Callatis, donde se exponen destacados elementos de la fortaleza. Es muy interesante. Por no hablar del único papiro de Rumanía, que se encuentra en Mangalia, en Callatis. Así que hay cosas muy interesantes que ver desde este punto de vista».

    Otro punto de referencia del destino de Mangalia es la mezquita de Esmahan Sultan. Situada cerca del puerto turístico, en el casco antiguo de la ciudad, la mezquita y su cementerio ocupan una superficie de unos 5000 metros cuadrados. Los expertos consideran que es uno de los monumentos arquitectónicos más bellos debido a la combinación de los estilos griego y turco, con ligeras influencias moriscas. El pórtico, los pilares y las balaustradas de madera dan un aire especial al edificio, declarado monumento histórico en 2004. Además, para construir la mezquita se utilizó piedra extraída de las murallas de la fortaleza de Callatis. Pero la lista de atracciones continúa, según nos cuenta Dumitru Filip, gerente de la Organización de Gestión del Destino de Mangalia.

    «Tenemos la mezquita turca de 1540, así que está llena de historia. Nuestros compatriotas turcos y tártaros la utilizan todos los días. También tenemos una oferta culinaria muy diversa: turca, tártara, lipovana (etnia de origen ruso). La ciudad es muy colorida en este sentido, con terrazas, con cafés, con construcciones de coleccionista, con mosaicos, por ejemplo. También tiene una estructura contemporánea, hoteles de cinco estrellas, de cuatro estrellas, de tres estrellas, que ofrecen diversos servicios. Tenemos el puerto civil más grande y bonito de Rumanía. El puerto turístico de Mangalia está muy bien equipado, con amarraderos, desde donde se pueden realizar cruceros marítimos, excursiones de pesca, paseos de todo tipo. Vale la pena verlo. Si llega a la costa y no visita el puerto turístico de Mangalia, se ha perdido algo: una imagen, una velada, una actividad, una acción. Se ha perdido algo de sus vacaciones».

    La estación de Mangalia ha cambiado mucho a lo largo de los años y está en continuo cambio también debido a los numerosos proyectos que hay en marcha.

    «Vamos a abrir una piscina semiolímpica en Mangalia. Tenemos actividades como competiciones, campeonatos de boxeo, ciclismo, el rally rumano de Fórmula B se celebra en Mangalia una vez al año. Desde la postura de Organización de Gestión del Destino se nos consulta, sugerimos, proponemos, apoyamos diversos proyectos. Por ejemplo, un proyecto que se está analizando y se está llevando a cabo es “El bosque de Comorova, parque temático público”. Estamos haciendo un parque temático de todo un bosque, respetando todos los criterios de medio ambiente, organización, intervención, biodiversidad. Es un proyecto europeo. Tenemos otro gran y hermoso proyecto, un parque acuático que está en la fase de diseño y aprobación, con financiación asegurada, que probablemente será el mayor de Europa, con unas 2000 plazas de alojamiento. Será en sí mismo un destino en el paisaje de la zona de la Riviera Sur, Mangalia y sus centros turísticos. El proyecto de protección del litoral está a punto de concluir, con la consiguiente ampliación de las zonas de playa. A partir de esta temporada, tendremos zonas de playa tres o cuatro veces mayores que antes».

    El escultor Constantin Brâncuși, que renovó el lenguaje y la visión plástica en la escultura contemporánea, nació en Rumanía, en el distrito de Gorj, pero Dumitru Filip, gerente de la Organización de Gestión del Destino de Mangalia, nos cuenta que este año lo encontramos en Mangalia, a orillas del mar.

    «Intentamos estar abiertos a lo que ocurre a nuestro alrededor y hemos encontrado un equipo de gente muy implicada y enamorada de la historia de Rumanía. El Centro Brâncuși ha hecho un proyecto europeo muy inteligente. Tenemos a Brâncuși en un holograma. Responde al 80 % de las posibles preguntas que te puedas hacer sobre su vida, su obra, la experiencia del artista en París, sus obras, cómo las hizo, qué pasó, a quién estaban dedicadas. Es una experiencia absolutamente sobrecogedora que también es cultural, y educativa, e inspiradora, y novedosa, y veraniega. Tenemos este proyecto para toda la temporada, 60 días cada día en la zona de la “Riviera Sur”, desde Mangalia hasta Olimp».

    Para todos aquellos que quieran planificar sus vacaciones en la costa rumana del mar Negro, la Organización de Gestión del Destino de Mangalia ha creado recientemente un portal de gran ayuda para todos los turistas: visitmangalia.ro.

    «Este año le damos la información al turista. Si quiere venir a Rumanía este año, puede elegir su centro turístico y buscar allí. Si quiere un hotel más cerca del mar, más lejos, de tres estrellas o de cinco. Una vez elegido, puede hacer clic en él, entrar y verlo. Recepción, hotel, habitación, condiciones, otras facilidades que tiene, etc. Por lo tanto, es una aplicación en línea accesible desde cualquier tipo de dispositivo, en cualquier momento, sólo hace falta internet para funcionar. Puedes elegir tus vacaciones desde tu cama como quieras. Todo está absolutamente actualizado, la información es precisa, coherente, con los contactos, por supuesto, de cada lugar».

    El destino turístico «Riviera Sur» cuenta con siete centros turísticos: Mangalia, Saturno, Venus, Cap Aurora, Júpiter, Neptuno y Olimp. La capacidad de alojamiento es de 42 000 plazas en hoteles de dos a cinco estrellas.

     

    Versión en español: Monica Tarău

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Craiova-Festival de Teatro Shakespeare

    Desde Rumanía hacia el mundo: Craiova-Festival de Teatro Shakespeare

     

     
    Situada en el sur de Rumanía, en la orilla izquierda del río Jiu, la ciudad de Craiova está en la llanura de Oltenia, que se extiende entre el Danubio, Olt y la meseta de Getic.
    30 años después de su primera edición, el Festival Internacional Shakespeare trae a Craiova los nombres más importantes del teatro mundial.
    La 14ª edición del Festival Internacional Shakespeare tiene lugar en Craiova del 16 al 26 de mayo de 2024 y está organizada, como cada año, por el Teatro Nacional “Marin Sorescu” de Craiova y la Fundación Shakespeare. En el año en que el Festival Shakespeare celebra sus 30 años de existencia, a los organizadores tradicionales se suma un nuevo socio: la Universidad Nacional de Teatro y Cinematografía “I.L. Caragiale” de Bucarest.
    La ciudad tiene una historia interesante y rica. Su nombre tiene dos orígenes, el primero vinculado a la palabra eslava Krajl, que significa Crai, y Craiova se traduciría como “nación/tierra”. El segundo origen del nombre es de Craiul Iovan, quien gobernó aquí.
    La ciudad tenía, según el censo de 2011, 269.506 habitantes. En Craiova se encuentran las ruinas de Pelendava del período 400-350 a.C.

    En 2024, por primera vez desde la fundación del Festival Internacional de Shakespeare, se organiza una sección dedicada exclusivamente a los futuros artistas de teatro y cineastas: “Festival Fringe de la UNATC – Shakespeare desata a los estudiantes”. Durante 11 días, en 22 espacios alternativos, dispersos por la ciudad, estudiantes de la UNATC darán vida a las creaciones de William Shakespeare y recompondrán el universo del gran dramaturgo en medio de la comunidad.
    Con una merecida notoriedad nacional e internacional, considerado uno de los festivales temáticos más importantes de Europa y entre los festivales de Shakespeare más importantes del mundo, el Festival Internacional de Shakespeare te espera en Craiova, ¡donde las comunidades construyen el festival!

    Fundado en 1994, el Festival Internacional de Shakespeare de Craiova ha traído a Rumanía con el tiempo espectáculos representados por los más grandes directores del teatro mundial, como Peter Brook, Eugenio Barba, Yukio Ninagawa, Robert Wilson, Lev Dodin, Declan Donnellan, Silviu Purcărete, Andrei Şerban, Eimuntas Nekrošius, Michael Pennington, Edward Hall, Richard Schechner, Elizabeth Le Compte, Thomas Ostermeier, Yuriy Butusov, Krzysztof Warlikowski, Oskaras Korsunovas o Robert Lepage.
    Entre el 16 y el 26 de mayo de 2024, se representarán 30 espectáculos de Robert Wilson, Peter Brook, Declan Donnellan, Robert Lepage y otros directores de renombre mundial en siete teatros de Craiova. En unos 30 espacios convencionales y no convencionales, en calles de barrio, plazas y parques, más de 300 eventos -representaciones, conciertos, exposiciones, desfiles, sesiones de comunicación, conferencias, presentaciones de libros, talleres de teatro para estudiantes- se desarrollarán en un viaje a través del espacio y el tiempo, desde el año 1600.
    Las comunidades construyen el festival y encuentran en su espíritu un papel que transmitir como testimonio del poder de este fenómeno. Así como las obras de Shakespeare se dirigen directamente a personas de todo el mundo, independientemente de su edad, nacionalidad o idioma, el Festival Internacional de Shakespeare de Craiova se dirige a todos, desde todos los rincones del país y del mundo”. – Vlad Drăgulescu, presidente del Festival Internacional de Shakespeare, Craiova.

    La edición de este año del Festival Internacional de Shakespeare debutó el jueves 16 de mayo en el Teatro Nacional “Marin Sorescu”, con la representación “La Tempestad”, dirigida por Robert Wilson y presentada por el Teatro Nacional “Ivan Vazov” de Sofía. Bulgaria. Los espectáculos se representarán en el mismo escenario: “Hamlet”, dirigida por Declan Donnellan, producida por el National Craiovean, “Proiectul Furtuna / Tempest project”, dirigida por Peter Brook y Marie-Hélène Estienne, del Théâtre des Bouffes du Nord en París, Francia, / Hamlet, el baile de los melancólicos, un espectáculo flamenco de Sevilla, España, dirigido por Jesús Herrera, y por si fuera poco, el festival finalizará el 26 de mayo con “Hamlet, Príncipe de Dinamarca”, dirigida por Robert Lepage, producida por Ex Machina en Quebec, Canadá.

    Craiova tiene mucho que ofrecer. Cargados de historia y espectaculares, los lugares de interés cultural de Craiova están a la vuelta de la esquina.
    Desde el Parque Nicolae Romanescu, el Museo de Arte, el Jardín Botánico o las Fuentes Antiguas, la ciudad tiene un montón de lugares que merece la pena ver si llegas hasta aquí.
    Centro antiguo de Craiova. Aunque no es muy grande, el casco antiguo de Craiova se encuentra sin duda entre los más espectaculares.
    Los edificios aquí tienen una arquitectura especial y todo el centro histórico fue rehabilitado con fondos europeos. Se limpiaron las fachadas y se puso en marcha la infraestructura viaria.
    El Museo de Arte de Craiova fue fundado en 1908 y se llamó Galería de Arte Alexandru y Aristia Aman. Está ubicado en el Palacio Constantin Mihail, un monumento arquitectónico construido en 1900-1907.
    El edificio sirvió como hogar para el rey Carlos y su familia en 1939. El museo alberga colecciones de pintura universal y rumana, colecciones de iconos y gráficos, así como siete esculturas de Constantin Brâncusi, expuestas en la Galería de Arte Universal, la Galería de Arte Rumano y Gabinete Constantin Brâncusi.
    Parque Nicolae Romanescu
    El parque más grande y famoso de la ciudad, el Parque Nicolae Romanescu, está declarado monumento histórico. Fue diseñado por el arquitecto francés Edouard Redont. La construcción duró de 1901 a 1903.
    La superficie total del parque es de 96 hectáreas y cuenta con una serie de lagos con nenúfares unidos por cascadas o atravesados por pequeños puentes.

    Tiene un lago con embarcaciones de recreo y una isla, además de un hipódromo, un velódromo y una extensión de agua de más de 4 hectáreas.
    Ocupa el segundo lugar en Rumanía como superficie después del parque Herăstrău. Además, también cuenta con un anfiteatro para espectáculos al aire libre.
    Oltenia tiene una cocina y una gastronomía exquisitas que están estrechamente relacionadas con la historia de algunos lugares.
    Los habitantes de los pueblos de Oltenia prefieren comer de forma natural, con productos de su propia casa. Así, los lugareños suelen utilizar ortigas, stevia, hojas de cebolla verde y, por supuesto, puerros, para la preparación de los platos. Deliciosas sopas de puerro y stevia con zumo de col o de tomate, guiso o sopas de carne cocidas en cazuela de barro y pan al horno son sólo algunas de las delicias que disfrutarás durante tu visita.
    ¿Cómo es una mesa típica de Oltenia?
    Oltenia ofrece a la gastronomía rumana algunos de los platos tradicionales más famosos. Se trata de las salchichas, la tochitura, la salmuera de pescado, los tomates rellenos, o el pollo – ciulamaua con polenta.
    Los habitantes de Oltenia prefieren la comida abundante, que saciará su apetito y, por supuesto, que resulte muy sabrosa. Y si hay un plato específico de esta región que cumple todos estos criterios es la sopa de calabaza rellena. Como segundo plato, puedes probar los pepinos encurtidos, un plato con un sabor fuerte e inconfundible.
    Por supuesto, al comienzo de la comida, no olvidemos el vino tinto llamado ´´zaibar´´, ¡el licor que hasta Baco prefería!

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Museo del Campesino Rumano

    Desde Rumanía hacia el mundo: Museo del Campesino Rumano

    El Museo del Campesino Rumano tiene una de las colecciones de objetos campesinos más ricas de Rumanía, en su patrimonio hay casi 90.000 piezas, que se dividen en varias colecciones: cerámica, portuaria, textil, objetos de madera, religiosos, costumbristas, etc. Fue establecido desde 1906 y continúa creciendo permanentemente a través de investigaciones de campo realizadas en todas las provincias rumanas.

    En 1996, el Museo del Campesino Rumano recibió la distinción EMYA: “Premio al Museo Europeo del Año”.

     

    El último domingo de Gran Cuaresma se conoce como Florii, Domingo Floriilor o Domingo de Ramos. Con esta ocasión, el Museo Nacional del Campesino Rumano espera que sus visitantes, durante tres días, celebren con los antiguos artesanos, que han demostrado su habilidad a lo largo del tiempo y que continúan la tradición de su oficio: tintoreros, iconógrafos, tejedores, trenzadores, alfareros, costureras, fabricantes de cucharas, peleteros, carpinteros.

    Del viernes 26 de abril al domingo 28 de abril de 2024, de 10 a 18 horas, tendrás la oportunidad de admirar y negociar con un montón de cosas hermosas, cuidadosamente elaboradas y cargadas de signos y significados. Huevos pintados, íconos, objetos de madera, cerámicas, telas, juguetes, adornos y mucho más se presentarán en la Feria que tendrá lugar en el patio del Museo del Campesino Rumano.

    La más importante de las colecciones es la colección de cerámica, que incluye aproximadamente 18.000 piezas. En esta colección se pueden encontrar objetos como: ollas para sardinas, ollas para recoger leche, ollas para hervir magiun, cacerolas o fuentes para asar, moldes para cozonac, jarras de diferentes tamaños para agua. Una segunda colección es la de trajes campesinos. Contiene un número aproximado de 20.000 piezas, entre objetos de todas las zonas del país, de los siglos XIX y XX. Además, el patrimonio del museo incluye una colección de tejidos de interior, la gran mayoría de piezas procedentes de Moldavia y Oltenia.

    La colección de madera, muebles y herrajes cuenta con aproximadamente 8.000 objetos, entre los que se encuentran: herramientas agrícolas, muebles tradicionales, herramientas de la industria nacional e incluso instrumentos musicales. La colección de arte religioso agrupa objetos de arte religioso, como iconos sobre vidrio, iconos sobre madera, aromas de iglesia, xilografías, cruces y crucifijos. Junto a todas estas colecciones, el Archivo de Imágenes del Museo del Campesino Rumano también cuenta con una serie de fotografías antiguas y otros documentos.

    El Museo del Campesino Rumano en Bucarest, en su forma actual, fue creado en 1990. Antes de esta fecha, sin embargo, podemos hablar de otros intentos e inicios. En 1864, Alexandru Ioan Cuza fundó el Museo Nacional de Antigüedades, precursor del actual Museo del Campesino Rumano. El 11 de octubre de 1906 se creó un museo autónomo de arte popular rumano, llamado “Museo de Etnografía, Arte Nacional, Arte Decorativo e Industrial”, con sede en el edificio de la antigua Casa de la Moneda. Alexandru Tzigara-Samurcaş, eminente historiador del arte, fue nombrado director, gracias a quien la institución adquirirá un prestigioso estatus científico y cultural. Posteriormente, en 1912, a raíz del acta firmada por Carol I, se inició la construcción de la actual sede, siendo designado el arquitecto Nicolae Ghica-Budeşti para preparar el proyecto y dirigir las obras.

     

    Después de la Segunda Guerra Mundial, el edificio se transformará, a partir de 1953, en el Museo Lenin-Stalin, entonces del Partido Comunista Rumano. Después de la Revolución de 1989, el 5 de febrero de 1990, el entonces Ministro de Cultura, Andrei Pleșu, nombró al pintor Horia Bernea (hijo del etnógrafo Ernest Bernea) director del restablecido Museo del Campesino Rumano.
    El Museo del Campesino Rumano es un museo nacional de artes y tradiciones populares en Bucarest. Patrocinado por el Ministerio de Cultura, el museo conserva y exhibe numerosas colecciones de objetos y monumentos de la cultura material y espiritual. Todos ellos están ubicados en un edificio-monumento histórico, de estilo neorumano. El Museo Campesino Rumano, Museo Nacional de Artes y Tradiciones, tiene la colección de objetos campesinos más rica de Rumanía.

     

    El edificio del Museo Campesino Rumano, declarado monumento arquitectónico, se encuentra en Piaţa Victoriei en Bucarest, muy cerca del “Museo de Ciencias Naturales Grigore Antipa” y del “Museo de Geología”. El proyecto y la dirección de las obras fueron confiados al arquitecto Nicolae Ghica-Budeşti, destacado representante de la escuela de arquitectura autóctona que, según la opción museológica del etnógrafo y director Alexandru Tzigara-Samurcaş, debía erigir “un palacio del arte terrenal”, dispuestos en forma de recintos de tipo monástico. Después de 29 años, tras interminables interrupciones, se terminará, en 1941, tomando el aspecto del actual monumento arquitectónico, sede del Museo del Campesino Rumano. El edificio fue recientemente renovado y adaptado a las técnicas expositivas modernas.