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  • Cambio en la presidencia de Rumanía

    Cambio en la presidencia de Rumanía

    Klaus Iohannis finalizó el miércoles su segundo y último mandato como presidente de Rumanía, al que tiene derecho según la Constitución. Ilie Bolojan, quien se suspendió de la dirección del Senado y del PNL para volverse, al menos formalmente, políticamente neutral, asumió el cargo de jefe de Estado interino. El Tribunal Constitucional había declarado vacante el cargo de presidente de Rumanía con la dimisión de Iohannis el lunes y había establecido que el jefe del Senado asumiría el cargo interino.

    Ilie Gavrilă Bolojan nació en 1969, en el distrito de Bihor (oeste de Rumanía, en la frontera con Hungría). Estudió mecánica y matemáticas. Se incorporó al PNL en 1993. Está considerado como uno de los mejores especialistas locales en administración pública local. Entre 2008 y 2020 fue alcalde de Oradea, elegido tres veces. Desde 2020 es presidente del Consejo del distrito de Bihor, cargo que ocupó hasta el año pasado, cuando se convirtió en senador. Como interino, Bolojan tendrá poderes limitados: no puede dirigir mensajes al Parlamento sobre los principales temas políticos del país, no puede iniciar el procedimiento de disolución de la Legislatura y no puede convocar un referéndum nacional.

    Miembro de la minoría alemana en Rumanía, ex alcalde de Sibiu (centro), Klaus Werner Iohannis fue elegido presidente por primera vez en 2014 y recibió un segundo mandato cinco años después. El 21 de diciembre de 2024 debía salir, pero su estancia en la presidencia se prolongó luego de que el Tribunal Constitucional anulara todo el proceso electoral para elegir nuevo presidente. Las elecciones presidenciales se reanudarán en mayo; la primera vuelta tendrá lugar el día 4 y la vuelta decisiva el día 18. El balance de los dos mandatos de Iohannis se publicó en el sitio web de la Administración presidencial.

    Según el documento, que tiene más de 1.500 páginas, durante su primer mandato habría apoyado constantemente la necesidad de fortalecer los mecanismos democráticos y combatir la corrupción. Fue él quien inició el proyecto “Rumanía Educada”, que se materializó en su segundo mandato con la promulgación de nuevas leyes en la materia. Según la misma evaluación, en los últimos cinco años, Iohannis tuvo la misión esencial de guiar al país en medio de crisis sin precedentes: la pandemia de COVID-19 y la guerra en la vecina Ucrania.

    Según investigaciones sociológicas, sólo el 5% de los rumanos todavía confía en Iohannis. Tanto los ciudadanos como los periodistas y los analistas afirman que durante su decenio al frente del Estado rumano no tuvo, en realidad, éxitos destacables. También le reprochan su arrogancia, su comodidad, su inclinación a la opulencia, sus innumerables viajes inútiles al extranjero y su escasa capacidad de comunicación. Lejos de los cambios de humor de la prensa local respecto a una figura política a la que glorificaba o demonizaba, el historiador británico Tom Gallagher, un gran experto en Rumanía, apunta que Iohannis era, de hecho, “un jefe de Estado casi inútil”.

     

    (version española: Simona Sarbescu))

     

     

     

     

  • La medicina del futuro en Rumanía

    La medicina del futuro en Rumanía

    Al mismo tiempo, la pandemia ha desencadenado una aceleración masiva en la adopción de herramientas digitales, pero siguen existiendo obstáculos complejos que dificultan alcanzar todo el potencial de los datos sanitarios digitales, dicen los directamente implicados.

    El Espacio Europeo de Datos Sanitarios, un pilar clave de una UE sanitaria fuerte, está diseñado para superar estos obstáculos. Se trata de un marco para el intercambio de datos sanitarios específicos, que establece reglas claras, normas y prácticas comunes, infraestructuras digitales y un marco de gobernanza para el uso de datos sanitarios electrónicos por parte de los pacientes y con fines de investigación, innovación, elaboración de políticas, seguridad de los pacientes, estadísticas o regulación. Cristina Berteanu, doctora en Ciencias Médicas:

    «Es el primer espacio europeo de datos que comienza con la salud y que cambia completamente el paradigma, en el sentido de que el paciente tiene prioridad sobre la propiedad de los datos y puede ponerse en contacto con otros pacientes en los Estados miembros, pero también con los médicos en Rumanía y en todos los Estados miembros. Luego, el acceso a estos datos por los investigadores o a quienes hacen las políticas públicas está muy bien ubicado en un marco legal, que tiene algunas reglas para recibir el acceso a estos datos. Aportará un avance importante en cuanto al descubrimiento de nuevas moléculas, la creación de estrategias y políticas públicas, incluyendo la prevención y la medicina personalizada, porque al tener acceso a datos anónimos, se pueden crear tratamientos dirigidos de forma mucho más precisa y mucho más sencilla. Ya se está trabajando en este espacio europeo de datos, que a partir de 2025 tendrá que ser funcional. Esto implica una digitalización importante de todos los Estados miembros y esperamos que estemos avanzando, dado que 207 hospitales tienen acceso a los fondos del Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia para la digitalización».

    Además de que los pacientes puedan acceder y compartir estos datos más fácilmente, manteniendo un mayor control sobre ellos, el trabajo de los profesionales de la salud será más fácil y eficaz: gracias a una mejor interoperabilidad, podrán acceder al historial médico del paciente, enriqueciendo así la base de información relevante para las decisiones de tratamiento y diagnóstico, incluso cuando los datos del paciente se encuentren en otro país de la Unión Europea.

    Por otra parte, al apoyar el intercambio de datos entre los proveedores de servicios sanitarios dentro de los países y a través de las fronteras, los proveedores de asistencia médica evitarán la duplicación de pruebas, con efectos positivos para los pacientes y los costos de estos servicios. Los investigadores tendrán acceso a mayores cantidades de datos representativos y de alta calidad y podrán acceder a los datos de una manera más eficiente y menos costosa a través de un organismo de acceso a los datos que garantice la confidencialidad de los datos de los pacientes.

    Los reguladores y los responsables políticos también tendrán un acceso más fácil a los datos sanitarios para elaborar políticas más eficaces y mejorar el funcionamiento de los sistemas sanitarios basados en datos concretos. Esto, dice Bruselas, conducirá a un mejor acceso a la atención médica, menores costos, mayor eficiencia, fortalecimiento de la investigación y la innovación, y mejores sistemas de salud.

    La historia clínica electrónica del paciente, los hospitales inteligentes, el concepto de Big Data y el uso de la inteligencia artificial forman parte de la medicina del futuro. Y algunos de ellos ya están en Rumanía. El primer hospital inteligente de Rumanía, un proyecto piloto que ayudará a digitalizar todo el sistema sanitario, estará en Târgu Mureș (centro). ¿En qué consiste un hospital inteligente?

    «La aplicación de la historia clínica electrónica, la telemedicina, la ciberseguridad, el uso de robots en cirugía. También, el uso de la realidad virtual para la formación del personal médico, médicos, el concepto de Big Data y el desarrollo de algoritmos de inteligencia artificial para utilizar este concepto de la mejor manera posible en diversas áreas de prevención, estrategia sanitaria, obteniendo calidad, precisión y rapidez con la que se dan resultados», afirma Cristina Berteanu.

    En Rumanía, la presencia de la tecnología revolucionaria y la inteligencia artificial se notan en muchos campos, empezando por la radiología, la imagen, la radioterapia, la recopilación de datos y las nuevas tecnologías que ya se utilizan en la medicina rumana ayudan a diagnosticar enfermedades anticipadamente, administrar un tratamiento personalizado y descubrir el carácter molecular de los tumores, especialmente cuando hablamos de cáncer,  afirma la doctora Cristina Berteanu.

    Versión en español: Mihaela Stoian

     

     

     

  • Oficina 2.0. Cómo han cambiado las condiciones de trabajo en la era pospandémica.

    Oficina 2.0. Cómo han cambiado las condiciones de trabajo en la era pospandémica.

    Si el empleador lo decidiera, más del 82 % de los empleados no se opondrían a trabajar exclusivamente desde la oficina, aunque admiten que no sería muy cómodo. Estos son los resultados de una encuesta publicada recientemente por un promotor inmobiliario rumano. En 2024 continuará la tendencia de volver a trabajar desde la oficina, algo que se hizo evidente el año pasado. Según los resultados de este sondeo nacional realizado a 1168 encuestados, los empleados afirman que se adaptarían muy rápidamente a este tipo de trabajo.

    Los encuestados también afirman que el retorno al trabajo presencial permite separar mejor la vida personal de la profesional (45 %). El 53 % de los participantes considera que la interacción con los compañeros es una razón muy importante para el regreso al trabajo presencial. Además, si su empleador les exigiera trabajar desde la oficina, menos del 18 % de los empleados empezaría a buscar otro trabajo a distancia o híbrido u optaría por dejar su trabajo actual.

    Andra Pintican, fundadora de una escuela de recursos humanos y activa defensora de la salud mental en el trabajo, no cree en los métodos exclusivos:

     

    «Personalmente, no creo en los métodos universales. Lo que funciona en una institución puede ser malo para otra. En cuanto al regreso al trabajo presencial, creo que sigue siendo un tema delicado para muchos de nosotros. En el mercado laboral hay perspectivas diferentes sobre cómo trabajar. He hablado con personas de organizaciones en las que los propios empleados han propuesto regresar al trabajo presencial, pero también hay instituciones en las que, después de que se impulsara el retorno al trabajo desde la oficina, hubo dimisiones y la moral del equipo bajó mucho. Yo creo que la pregunta real no es “¿Prefieren los empleados el trabajo a distancia o el presencial?” sino “¿Cuáles son las necesidades reales de nuestros equipos?”. Además, a veces puede ocurrir que nuestros empleados estén tan desconectados de sus necesidades debido a la dinámica de vida que llevan que ni siquiera saben cuáles son sus necesidades. Así que a lo mejor tenemos que hacer un análisis de necesidades que los empleados no han identificado hasta ahora».

     

    Algunos expertos afirman que la tendencia a regresar al trabajo presencial también está en alza porque los espacios de trabajo tienen mejor aspecto y las condiciones laborales han mejorado. Sin embargo, estos cambios no son uniformes. Es posible que debido a la pandemia la velocidad con la que nos adaptamos haya aumentado. Andra Pintican explica:

     

    «Si mañana volviéramos a entrar en confinamiento, reanudaríamos con rapidez el trabajo a distancia porque ya tenemos experiencia de la pandemia de COVID-19. Y el hecho de que Rumanía cuenta con una infraestructura de Internet muy buena nos ha permitido ser muy eficientes también trabajando desde casa. Lo más probable es que en una situación similar empezaríamos de cero y quizá lo hiciéramos mejor que la última vez».

     

    Los cambios en el entorno laboral tras la pandemia no son uniformes: casi el 60 % de los encuestados afirma que su oficina no ha cambiado en los últimos 4 años, más del 11 % afirma que el espacio de trabajo es ahora más pequeño y casi el 8 % se queja de que dispone de menos facilidades que antes de la pandemia, según la fuente. Además, más del 71 % de los encuestados afirma que su centro de trabajo no se ha trasladado en los últimos cuatro años y solo el 13 % aprecia que ahora trabaja en un espacio nuevo más grande y mejor equipado. Casi el 27 % considera que su espacio de trabajo actual no es lo suficientemente amplio para las necesidades del equipo y más del 33 % dice que tiene muy pocas facilidades y servicios.

    En los últimos años, muchos hemos sido testigos de los traslados del centro de trabajo donde desarrollábamos nuestra actividad. La preferencia de los empresarios por edificios sostenibles, con bajos costes de mantenimiento y consumo adaptable, ha sido relevante en los últimos tiempos. A pesar de su glamour, las zonas históricas de las ciudades, antaño favoritas de las empresas, han sido sustituidas por otras menos propicias para la ubicación, pero más atractivas en cuanto a condiciones. Estas nuevas oficinas compiten entre sí con arquitecturas y diseños innovadores, pero ¿es esto realmente lo que necesitan los empleados en primer lugar? Andra Pintican:

     

    «Seguridad, comodidad y recursos son tres elementos esenciales para trabajar. Sin embargo, son insuficientes en el mundo actual. Queremos empleados de alto rendimiento y, sobre todo, que innoven para poder seguir el ritmo de la feroz competencia del mercado. Pero debemos preguntarnos si el entorno en el que se supone que las personas deben engendrar la innovación está configurado para crear el ambiente adecuado para ello. Más allá de la calidad del espacio de trabajo y de todas las facilidades necesarias para la seguridad y la comodidad, yo hablaría también de creatividad. El diseño no debe centrarse en la opulencia y la imagen de marca del empleador, sino en crear la sensación de inmersión en el espacio de trabajo que lleve fácilmente al empleado al estado de fluidez (flow). Sin embargo, antes de hablar del estado de fluidez sería apropiado reconocer que en Rumanía hay espacios de trabajo donde en invierno los empleados no tienen calefacción, y mucho menos café. Así que podemos empezar por la seguridad y la comodidad, y una vez que nos aseguremos de que las tenemos, podemos seguir adelante y fijarnos también en la calidad de los espacios de trabajo a través del diseño».

     

    Según la perspectiva de Mihaly Csikszentmihalyi, el psicólogo que popularizó el concepto de fluidez, fluir significa estar plenamente comprometido y concentrado en una actividad que nos produce alegría y nos motiva.

    Quizá la emoción de regresar al trabajo presencial también dependa de la edad del empleado, y es obvio que cuanto más joven se es, mayores son las ganas de salir de casa. En cuanto a las personas mayores, las cosas también están divididas. Muchas de ellas prefieren la solución híbrida, pero para otras, trabajar desde la oficina no suena tan mal. Les da energía.

    Versión en español: Victoria Sepciu