En un país donde el analfabetismo funcional y el abandono escolar, especialmente en los pueblos y los entornos desfavorecidos, tienden a cronificarse, los resultados de la Evaluación Nacional de los alumnos que han terminado el octavo grado son un indicador relevante de la calidad de la educación. Y los resultados muestran que tres cuartas partes de los alumnos que se presentaron a los exámenes obtuvieron una media superior a 5, obligatoria para acceder al colegio, un porcentaje inferior al de los tres últimos años. Los resultados publicados este miércoles también muestran que los alumnos tuvieron mayores dificultades en matemáticas, donde la proporción de los que obtuvieron puntuaciones superiores o iguales a 5 fue menor que en 2023 y 2022. Casi el 78% de ellos tenían calificaciones superiores a 5 en rumano, pero menos del 69% de ellos tenían calificaciones superiores a 5 en matemáticas. Alrededor de 400 graduados de octavo grado sacaron 10 en lengua rumana y más de 1 000 sacaron la máxima puntuación en matemáticas. Sin embargo, los promedios de 10 fueron solo 65 este año. Sin embargo, los promedios de 10 fueron solo 65 este año.
La ministra de Educación, Ligia Deca, ve la parte buena de todo eso y dice que, aunque menor que en los años anteriores, el número de alumnos con notas superiores a 5 es mayor en comparación con el de la simulación. Los resultados obtenidos por los niños de las zonas rurales siguen siendo malos: este año, el 40% de ellos no logró obtener un promedio de 5 en la Evaluación Nacional. Ligia Deca también habla sobre los intentos de fraude y sus consecuencias.
«Tenemos, como cada año, una serie de apariciones en el espacio público de las asignaturas durante las pruebas, me gustaría destacar, sin embargo, que no aparecen antes de que los alumnos ya estén en las aulas, asegurados. Básicamente, estos casos se identifican, porque tenemos métodos por los cuales aclaramos rápidamente cuál es la fuente de estos sujetos y en todos los casos las comisiones provinciales, junto con la policía, hicieron las comprobaciones necesarias. Las sanciones para los candidatos sorprendidos en esta situación son la eliminación del examen y la no participación en las próximas convocatorias. Para los que están en comisiones y revelan, de una manera u otra, los sujetos, se abren causas penales».
Casi 153 000 candidatos se presentaron en la Evaluación Nacional en cada una de las pruebas de lengua rumana y matemáticas, lo que representa el 95% de los graduados de octavo grado, y más de 8 300 candidatos en su lengua materna. Bucarest y otros cinco condados registraron la mayor participación, más del 98%. Este año, por primera vez, en la Evaluación Nacional, las pruebas se corrigieron íntegramente utilizando la plataforma de evaluación digitalizada. El jueves 4 de julio fue el último día en que los alumnos insatisfechos con las calificaciones obtenidas pudieron presentar recursos.
Versión en español: Mihaela Stoian
