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  • En Sibiu, en el tren mocănița

    En Sibiu, en el tren mocănița

    Hoy nos vamos a Transilvania y nos detenemos en el distrito de Sibiu. Haremos un viaje en mocănița, un ferrocarril estrecho, cuidado por voluntarios, que une el núcleo turístico de Sibiu con las comunidades rurales del valle del Hârtibaciu (Valea Hârtibaciului). Nos adentraremos en una reserva natural, abundantemente salpicada de fauna y flora especiales, en un apacible paisaje rural, dominado desde lejos por las crestas nevadas de los Cárpatos. La línea de ferrocarril estrecha que hace la conexión entre Sibiu, Agnita y Sighişoara está clasificada como monumento histórico.

    De los 64 kilómetros de red ferroviaria de mocaniţa del valle del Hârtibaciu, los siete kilómetros entre las estaciones de Hosman y Cornățel han sido restaurados hasta ahora por voluntarios. Aquí, explica Mihai Blotor, presidente de la Asociación de Amigos del Mocănița, circulan regularmente locomotoras diésel y, ocasionalmente, locomotoras de vapor.

    «Los billetes se pueden comprar en la página web sibiuagnitarailway.com. De hecho, ahí es donde se hace la reserva, porque recibirán el billete al subir al tren, siendo un billete de cartón, como los de antes, que no se pueden enviar por correo electrónico. Ahora también se pueden sacar billetes directamente en la estación. Desde la estación, nos dirigimos al valle del Hârtibaciu, tras salir del pueblo de Cornățel. En la primera parte de la ruta, vamos paralelos a la carretera. Nos saludará gente en coche, algunos incluso tocando la bocina. Después, la carretera gira y vamos por el centro del valle, por colinas llenas de bosques de robles, entre establos de ovejas, con los Cárpatos siempre a nuestra derecha».

    El valle del Hârtibaciu sigue siendo una de las zonas más pintorescas y menos exploradas del distrito de Sibiu. También se le llama, con razón, el Valle Verde. Tras cruzar dos puentes, se llega a una zona verdaderamente salvaje, según afirma Mihai Blotor.

    «Allí normalmente vemos ciervos y jabalíes. Me han dicho que también hay osos, pero aún no los he visto desde el tren. Atravesamos una zona natural protegida para las aves, la segunda más grande de Rumanía después del delta del Danubio, una zona Natura 2000 (n. ed. zona de conservación medioambiental protegida por la UE). Solemos ver cigüeñas, garcetas, garzas reales, águilas pomeranas y muchas otras aves pequeñas. Tenemos carteles informativos en los vagones del tren mocăniţa. A continuación, llegamos a la estación de Hosman. La estación en sí está a un kilómetro del pueblo, pero ofrece una vista muy bonita del pueblo a la derecha. Podemos ver la iglesia fortificada, construida sobre una colina en medio del pueblo, y las montañas Făgăraș, generalmente nevadas, al fondo. Es una imagen que promociona Transilvania o incluso Rumanía en carteles internacionales. Así reconocerá el pueblo de Hosman. La iglesia se puede visitar con guías especializados. Los niños tampoco se aburrirán. Hay una búsqueda del tesoro para niños. También hay un antiguo molino en el pueblo. Es un molino con una máquina que aún funciona con aceite, como lo hacían los molinos en el los años 1900. El valle del Hârtibaciu está lleno de iglesias fortificadas. Aquí había muchos sajones de Transilvania, y cada comunidad tenía su propia iglesia, todas distintas, con sus murallas defensivas alrededor. Por ejemplo, Alțâna y Nocrich serían las más cercanas a la estación final del tren mocăniţa».

    El acontecimiento más destacado y conocido del valle del Hârtibaciu se celebra precisamente en Hosman, en la estación final del tren mocăniţa. Es el festival de música Holzstock, que suele celebrarse en julio o agosto de cada año. Entonces, este tren efectúa viajes especiales para los participantes en ese festival. Pero no es el único evento, según afirma Mihai Blotor, presidente de la Asociación de Amigos del Mocănița.

    «Tenemos festivos locales en todos los pueblos. Cada pueblo organiza un desfile folclórico. Además, hay algunos acontecimientos que los lugareños pasamos por alto, pero que parecen ser muy populares, sobre todo entre los turistas extranjeros: las ferias de ganado, que se celebran todos los meses en otro pueblo del valle. A los extranjeros les encanta ver los animales, las herramientas y los arneses de los caballos y de los carruajes, por ejemplo, que para ellos están en un museo, pero con nosotros tienen la oportunidad de verlos en la vida real».

    Si quieren disfrutar de un paseo en el tren mocăniţa realmente especial por el valle del Hârtibaciu, sería mejor viajar durante el periodo en el que se organiza el evento Días del Mocăniţa.

    «Este es nuestro mayor evento, iniciado en 2015. Fue nuestra razón para traer una locomotora de vapor, porque normalmente funcionábamos con diésel. Lo hemos perpetuado, aunque ahora también funcionamos con vapor en otras épocas del año. Los Días del Mocăniţa sigue siendo nuestro mayor evento y el más popular, porque además del viaje en tren, tenemos todo tipo de actividades, incluso para niños. Para los adultos, preparamos actuaciones folclóricas. También tuvimos una piscina hinchable porque en algún momento hacía mucho calor fuera. El evento Días del Mocăniţa se celebra todos los años en septiembre, el último fin de semana de las vacaciones escolares. Este año volverá a celebrarse. Circularemos con la locomotora de vapor y cinco vagones de pasajeros. Habrá viajes de ida y vuelta unas cinco veces al día por la gloriosa naturaleza de principios de otoño en el valle del Hârtibaciu, cuando cambian los colores y creo que es la época más bonita del año. En los Días del Mocăniţa del año pasado incluso hubo gente de Sudáfrica que no sabía nada de este evento, pero que estaba recorriendo la zona en bicicleta. Vieron un tren en la estación y pararon para cogerlo. Dijeron que había sido, hasta el momento, la mejor aventura de todo su viaje de este a oeste de Rumanía en bicicleta, porque además fue tan inesperada. Ni siquiera nos promocionamos mucho, somos una especie de tesoro oculto de Transilvania. Mucha gente nos descubre por casualidad, y eso hace que la experiencia sea aún más agradable».

    Mihai Blotor, presidente de la Asociación de Amigos del Mocănița, nos ha contado que el mayor proyecto es el de ampliar la ruta, para que los turistas puedan llegar al mayor número posible de comunidades locales, fomentando así su desarrollo sostenible. Además, las comunidades han participado y siguen participando en la configuración de un producto turístico completo. El año pasado, el precio de la entrada incluía una visita guiada al pueblo de Hosman y a sus monumentos, y visitas a los productores de queso locales. Este año se está preparando un paquete integrado con la granja-escuela de Cornățel, donde los niños pueden aprender mucho sobre todos los animales que hay en un patio del pueblo o dar un paseo en poni.

    El tren mocănița del valle del Hârtibaciu es el único de este tipo funcional en Rumanía gestionado íntegramente por voluntarios. La temporada de 2024 comenzará a principios de abril.

    Versión en español: Monica Tarău

  • La miscelánea: Rutas en bici por Rumanía

    La miscelánea: Rutas en bici por Rumanía

    Según las estadísticas, el sector da empleo a más de un millón de personas y ha experimentado un crecimiento espectacular de cerca del 450% en los últimos cinco años.

    Últimamente, la bicicleta se ha hecho más popular, convirtiéndose en una opción cada vez más atractiva independientemente de la edad o el estatus social. La pandemia de coronavirus y el riesgo de su propagación en el transporte público no hicieron sino acelerar la transición a este medio de transporte alternativo y la nueva tendencia es sin duda beneficiosa tanto para nuestra salud como para la protección del planeta.

    Según los últimos datos analizados, Bucarest cuenta con unos 56 kilómetros de carriles bici, pero en más de la mitad, es decir 31 km, no se puede circular de manera segura ya que el nivel de calidad difiere de una vía a otra. A pesar de esto, los estudios demuestran que tres de cada diez rumanos ya poseen una bicicleta y en ciudades casi atascadas por el tráfico, cada vez más rumanos optan por desplazarse, incluso al trabajo, sobre dos ruedas en lugar de cuatro. Es verdad que algunos países y ciudades de Europa son muy amigos de los ciclistas, como es el caso de Países Bajos. Sin embargo, el número de personas que nunca van en bicicleta sigue siendo sorprendentemente alto. En 2019, solo el 8 % de los ciudadanos de la UE utilizó a diario una bicicleta o un patinete personal, incluidas las versiones eléctricas. Los Países Bajos y los países nórdicos encabezan la lista de países amigos de los ciclistas. Estos países también tienen el mayor número de bicicletas de propiedad personal, según muestran los datos de un Eurobarómetro citado por Euronews.

    El ciclismo es una de las actividades recreativas más agradables. Nos ayuda tanto a mejorar la salud como a relajarnos. Una de las mejores formas de recargar las pilas al final de la semana es una excursión en bicicleta por la naturaleza. Afortunadamente, en Rumanía no faltan rutas ciclistas de distintos grados de dificultad, que atraviesan hermosas regiones y pasan por importantes lugares de interés. Rumanía se enorgullece de una gran cantidad de monumentos para visitar en cualquier estación, paisajes pintorescos y senderos de montaña perfectos para pasear.

    Ya que un paseo en bicicleta sólo puede traernos beneficios, tanto física como mentalmente, les propongo tres rutas en bicicleta por Rumanía. Para ver paisajes increíbles y vistas encantadoras no tienen por qué pasarse horas en un coche en el tráfico. Pueden disfrutar del aire fresco del exterior y de los paisajes pintorescos de nuestro país montando en su bicicleta favorita siempre que tengan tiempo y ganas.

    Les invito a escuchar el programa completo para descubrir tres rutas en bici maravillosas de Rumanía haciendo  clic en el boton rojo Play.

     

  • Vacaciones de Semana Santa en Maramures y Bucovina

    Vacaciones de Semana Santa en Maramures y Bucovina

    Las vacaciones de Semana Santa son la mejor oportunidad para conocer de cerca el pueblo rumano. Hay dos zonas donde esta fiesta atrae a más turistas: Bucovina y Maramureș. Las pensiones turísticas ya han preparado programas especiales para sus huéspedes. Además de un menú de platos tradicionales y una presentación de las tradiciones, también se invita a los turistas a moverse, ya que ambas zonas ofrecen rutas de senderismo para toda la familia.

    Edit Pop, gerente de destino de Eco Maramureș, nos invita a los pueblos de Valea Marei y Valea Cosăului. Todos ellos llenos de tradiciones y, por supuesto, con muchas casas de huéspedes que esperan a sus turistas ahora, en vísperas de la Semana Santa:

     

    “Para Semana Santa, en general, la oferta es para una estancia de unas cuatro noches y cinco días, con media pensión y una comida festiva de Pascua y un programa con muchas actividades, algo diferente cada día. El descubrimiento de Maramureș comienza precisamente en el auténtico pueblo, donde los turistas, los visitantes pueden descubrir la tradición, la parte culinaria, que es ancestral y con recetas de antaño. Es comida sana y muy abundante, pero por supuesto también tienen que experimentar la naturaleza, hacer senderismo. Tenemos rutas de senderismo para los más experimentados con rutas más largas, pero también rutas más cortas que exploran los alrededores del pueblo, para turistas mayores, familias con niños pequeños que quieran hacer senderismo en un entorno precioso, pero un poco menos agotador”.

     

    Pero, ¿cómo es una estancia de Semana Santa?

     

    “Se espera que los turistas lleguen el jueves o el Viernes Santo. El Viernes Santo se tiñen los huevos. Aquí todo se hace de forma natural. Vamos al jardín, recogemos las hojas más bonitas y aspectuosas, luego se atan bien a los huevos y se hierven bien en cáscaras de cebolla. El sábado de Pascua los turistas pueden participar en la preparación de los platos. El plato principal, o estrella, por así decirlo, es el relleno del cordero y la preparación de las cestas de platos que se bendecirán el día de Pascua. También se celebran actos durante este periodo. Por ejemplo, en Breb, en la víspera de la Pascua se celebra una feria en el pueblo. Se ofrece a los turistas artesanía y productos locales bajo el lema “En Breb hacemos el bien y nos sentimos bien”. En todos los pueblos se invita a los turistas a asistir a la misa de medianoche. Los que no quieran salir de noche pueden ir el día de Pascua a la iglesia para la bendición de los platos y luego a una comida festiva. El día de Pascua hay varias actividades para los turistas: un programa artístico y paseos en carreta por el pueblo y sus alrededores, y sesiones fotográficas. Los turistas pueden vestirse con trajes tradicionales y hacerse fotos, ya que todos podemos estar en Internet. Luego, por la noche, organizamos una hoguera y contaremos muchas historias”.

     

    Maramureș es una zona donde la ganadería es una actividad básica y el heno es necesario para estos animales en invierno. De ahí nace el paisaje específico de Maramures, con sus prados llenos de campos de heno que todavía se siegan a mano. Poco a poco, toda la zona se está transformando. Cada vez se utilizan más máquinas segadoras en las llanuras para facilitar el trabajo. Sin embargo, la belleza, la fragancia y la historia de la siega auténtica es la que se hace con la guadaña, dice Edit Pop, gerente de destinos de Eco Maramureș, de quien también nos hemos enterado de algunos paquetes turísticos interesantes:

     

    “También tenemos algunos paquetes, algunos programas ya pensados en forma de cuentos: La Historia del Heno, La Historia de la Madera, La Historia de la Lana, y en dos días los turistas pueden experimentar toda la conexión con la naturaleza de estas historias. La Historia de la Madera, por ejemplo, comienza en el bosque. El primer día es una excursión por un bosque virgen, descubriendo todas las especies que viven en él. El segundo día, descubrimos la vida de la madera en el pueblo después de bajar del bosque. Veremos la madera transformada en todo lo que significa la civilización de la madera en Maramures: puertas de madera tallada, casas, hogares de madera, herramientas de madera, instalaciones de técnica popular. Hay toda una historia por contar y vivir en Maramureș”.

     

    También en el norte de Rumanía, esta vez en Bucovina, nos invita a celebrar la  Pascua Maricica Cazimirciuc, gerente del destino turístico Tara Dornelor.

     

    “Es una fiesta que recuerda la tradición, la fe, el amor y que inspira a pensar en las cosas realmente importantes, en la familia, en aquellos que se fueron por todo el mundo y que piensan en nosotros con amor y añoranza. Y hablando de tradición, hace poco se celebró en Ciocănești la 19ª edición de la Fiesta Nacional de los Huevos Pintados, con una impresionante exposición de huevos pintados, una exposición de cestas de Pascua, programas folclóricos, exposiciones de pintura y un simposio sobre el tema del huevo pintado. Se trata de un acontecimiento único en el país, que pone de relieve esta hermosa tradición de la zona y al mismo tiempo da a conocer al mundo el museo-comunidad al aire libre de Ciocănești, con cientos de casas pintadas por fuera, con motivos inspirados en las camisas folclóricas.”

     

    En Bucovina, la relajación se combina con la aventura en la naturaleza y, no menos importante, con la gastronomía local:

     

    “Bucovina se apoda y merece el título de la Tierra de la Nata, gracias al especial sabor y calidad de la leche, que se debe a la flora local. Sabemos muy bien que sólo aquí se elaboran los famosos quesos frescos y madurados. La oferta se complementa con el movimiento al aire libre por las rutas de senderismo, en bicicleta. Hay numerosos senderos trazados por todo el destino. Tenemos más de 420 km de rutas de senderismo, más de 180 rutas ciclistas. En estos paseos podemos admirar paisajes absolutamente fabulosos e interactuar con los lugareños, podemos visitar el Centro de Visitantes, por ejemplo, del Parque Nacional de Călimani. También recomendamos una visita al Casino Băilor de Vatra Dornei, recientemente reabierto tras una pausa de 35 años. Estos son solo algunos de los objetivos que invitamos a todos a descubrir en el destino”.

     

    Por si hemos despertado su interés, visitando las páginas web de los dos destinos turísticos encontrarán información completa, experiencias y ofertas de paquetes y servicios. En www.ecomaramureș.com y www.țaradornelor.ro  también encontrarán un calendario de eventos que tienen lugar a lo largo del año.

  • La miscelánea: Bucarest, la ciudad de las magnolias

    La miscelánea: Bucarest, la ciudad de las magnolias

    En los últimos años, las magnolias se han convertido en un símbolo de la llegada de la primavera entre los habitantes de la capital. Existen unas 70 especies de magnolias y unas 200 subespecies en todo el mundo. En Rumanía hay dos especies de magnolias. Magnolia de Tian He, originaria de China y traída a Rumanía en 1986. Esta especie de magnolia puede admirarse en el Jardín Botánico de Cluj-Napoca, donde se encuentra el ejemplar más grande de Europa y magnolia kobus – magnolia japonesa, que es una especie originaria del este de Asia que se introdujo en Europa en el siglo XIX. Este tipo de magnolia se encuentra en parques y jardines públicos de Rumanía, como el Parque Tineretului de Bucarest y el Parque Dendrológico de Arad.

     

    El magnolio puede vivir hasta 100 años. Cuando los botánicos occidentales del siglo XVIII encontraron por primera vez estos árboles en flor en una isla de las Antillas, les dieron el nombre del botánico francés Pierre Magnol, director del Jardín Botánico Real de Montpellier, Francia, creador del concepto de familias de plantas y el primero en idear un sistema de clasificación natural.

     

    El nombre “magnolia” apareció por primera vez en 1703 en un libro escrito por Charles Plumier, en el que se describía un árbol en flor de la isla de Martinica. Las magnolias tienen una larga historia deleitando a la humanidad con su esplendor y sus insinuaciones simbólicas. Ya en el año 650, los monjes budistas de China hicieron de la magnolia silvestre una deidad de jardín, plantando en su templo una “magnolia denudata” de flores blancas como símbolo de pureza. Menos conocido, sin embargo, es el hecho de que las magnolias se consideran fósiles vivientes, porque habrían existido incluso hace 20 millones de años. Es decir, antes de que existieran las abejas y, por tanto, antes de que existiera la polinización.

     

    En Rumanía, las magnolias llegaron a partir de 1880, siendo la más común la de Campina, en el sur del país. Se dice que fue traída en 1918 por un arquitecto austriaco y plantada en el patio de un industrial de la época.  En la capital, el magnolio más perenne se encuentra en el patio del jardín de infancia nº 133, en el Sector 2. Muchos de los magnolios de Bucarest se plantaron a principios de la década de 1990, cuando los rumanos pudieron por fin disfrutar de la libertad de viajar al extranjero. En los últimos 30 años se han plantado constantemente por el deseo de embellecer la ciudad.

     

    Una de las ideas más maravillosas es el Mapa de las magnolias de Bucarest, una idea de Diana Robu de 2021 que muestra dónde encontrar magnolias en Bucarest. En este mapa encontrarán un “un alfiler” en forma de corazón por cada magnolia que Diana conoció en sus paseos por las calles de la capital. Una de las magnolias más fotografiadas de Bucarest, y probablemente una de las más grandes, se encuentra en la calle Mahatma Gandhi donde los fines de semana la gente hace cola para admirarla. En esta calle, en el número 8, descubrirán una casa toda vestida de magnolios, con un interesante medallón en la fachada, con la inscripción 1932, posiblemente el año de construcción. Constantin Dimopol fue quien construyó la casa, y muy probablemente fue él quien plantó este magnolio, del que se dice que es el más grande de Bucarest.

     

    Otra zona de Bucarest cubierta de magnolias es el barrio de Cotroceni. Aquí podrán disfrutar de las hermosas y frágiles magnolias blancas “Stellata”. En la avenida “Eroii Sanitari” encontrarán una magnolia única en Bucarest, ya que sólo tiene una rama con flores rosas, el resto son blancas. De hecho, la multitud de magnolias en las calles de este barrio se combina a la perfección con el aire bohemio de las casas Art Nouveau o neorrumanas, auténticas joyas arquitectónicas, así como con las elegantes casas de té.

     

    En los meses de primavera, Dristor es uno de los barrios más bonitos de Bucarest, gracias a los colores de las magnolias que adornan esta parte de la ciudad. Un paseo por las calles de Levănțica, Cerceluș y, sobre todo, Diligenței, revelará una imagen idílica de la primavera, con una luz perfecta para las fotografías.

     

    Hace tres años, solo había 20 alfileres en el Mapa de las magnolias de Bucarest. Hoy en día hay más de 1000. Cualquiera puede enviar a Diana nuevas direcciones de magnolias, que se añadirán al mapa con corazones rosas o amarillos, según los colores de las flores de magnolia.