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  • El Partido Comunista Rumano (PCR) y la reforma agraria

    El Partido Comunista Rumano (PCR) y la reforma agraria

    Según las teorías marxistas-leninistas sobre los medios de producción, la propiedad debía ser común, de todos aquellos que los usaban y producían plusvalía. La propiedad privada era demonizada y considerada la fuente de todos los males y la «explotación del ser humano por otro ser humano», como decía la propaganda oficial. Y en las zonas rurales, donde la tierra era el principal medio de producción, hacía falta liquidar la propiedad privada.

    Esto es lo que ocurrió en la Unión Soviética después de 1918 y en todos los países ocupados militarmente por esta después de 1945, aunque la Nueva Política Económica inaugurada por Lenin en 1921 permitió la existencia de una forma de propiedad privada en la agricultura. Tras la muerte de Lenin en 1924, se liquidó la propiedad privada en la agricultura, los antiguos propietarios de clase media, los llamados kulaks, fueron considerados enemigos de clase y deportados a los gulag o campos de concentración.

    La liquidación de la propiedad privada en la agricultura, eufemísticamente llamada reforma agraria, comenzó en Rumania el 6 de marzo de 1945, cuando se estableció el gobierno comunista dirigido por Petru Groza. Ya en enero de 1945, el Frente Democrático Nacional, la alianza de grupos políticos liderada por el Partido Comunista Rumano, alentó a los campesinos a ocupar por la fuerza las zonas con tierra cultivable de más de 50 hectáreas.

    Una de las primeras leyes promovidas por el gobierno de Groza fue la Ley 187 de 23 de marzo de 1945 para la implementación de la reforma agraria. La intención era conceder el derecho de propiedad a los campesinos que no tenían tierra expropiando sin indemnización las propiedades de más de 50 hectáreas. A los propietarios también se les confiscaba la maquinaria agrícola aparte de la tierra cultivable. La medida formaba parte del arsenal de la propaganda comunista que anunciaba la liquidación de la explotación del campesino y debía ser utilizada intensamente en las elecciones del 19 de noviembre de 1946.

    En la práctica, sin embargo, la abolición de la propiedad privada significó el comienzo de toda una serie de graves violaciones de los derechos humanos y brutalidades que llegaron hasta el homicidio. Significó el fomento de las tensiones entre categorías de campesinos y el uso de actos de terror a la población por parte de las bandas armadas del Partido Comunista contra aquellos que se negaban a entregar sus propiedades.

    El ambiente violento e inestable creado por el gobierno fue reconocido más tarde incluso por activistas comunistas como Ion Paicu. En 1971, en una grabación del archivo del Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana, Paicu recordó cómo se llevó a cabo la llamada reforma agraria en la ciudad de Mehedinți, en el suroeste de Rumanía, en la que él había participado personalmente.

    «Tuvimos que hacer serios esfuerzos en la reforma agraria porque ya teníamos suficientes problemas con los antiguos terratenientes que se oponían a la división de la tierra con las armas en la mano. Tuvimos casos como, por ejemplo, Istrătescu de Bâcleş, Bumbaru de Malovăţ, Ionică Ionescu, que incluso disparó a un soviético cuando los ejércitos soviéticos se acercaban. Estos se llevaron su recompensa. Contra esos elementos terratenientes enviamos camaradas, grupos de obreros, que lograron movilizar a la gente porque los campesinos estaban asustados. Quiero demostrar que, sin el apoyo de la clase obrera dirigida por el Partido Comunista Rumano, el campesinado no habría podido vencer la terquedad de los terratenientes, su oposición a la reforma agraria. Quiero subrayar que la clase obrera, dirigida por el Partido Comunista Rumano y teniendo como aliado al campesinado pobre, consiguió derrotar la resistencia de los terratenientes y los kulaks».

    El gobierno del Partido Comunista comenzó con una medida populista sin precedentes. La tierra era un bien preciado en el campo y su redistribución estaba diseñada para atraer la simpatía de aquellos que no eran propietarios de ella. Pero la teoría comunista estaba lejos de alentar o ayudar a la formación de la propiedad privada, sino todo lo contrario.

    Tudor Constantin, activo en el movimiento sindical desde 1947, entrevistado en 2003 por el Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana, contó cómo fue la reforma agraria del partido comunista, a través de la cual se había convertido en propietario de tierras agrícolas cerca de Oltenița, una ciudad situada a 60 kilómetros al sureste de Bucarest.

    «También me dio tierras en 1945. Me dio un terreno por haber participado en la guerra y, después de eso, cuando les quitaron la tierra a todos, dijeron que yo no era de la comuna y me quitaron la tierra como se la quitaron a todos. Apareció una organización que se llamaba el Frente de los Campesinos, había dos o tres que eran comunistas. ¿Qué comunistas? ¡Eran simples campesinos! ¿Qué comunistas, qué sabían ellos del Manifiesto Comunista? Se fueron a repartir las tierras del terrateniente. Y se fueron allí, 30 o 40 personas con estacas. Y las marcaron y dijeron: ¡Mira, esta es tu tierra, esta es tu tierra! Y empezaron a trabajarla hasta la colectivización».

    La reforma agraria del Partido Comunista de 1945 duró hasta 1949. De hecho, no hubo ninguna intención de hacer una reforma real. Después de que el rey Mihai I se viera obligado a abdicar el 30 de diciembre de 1947 y fuera expulsado, el PCR seguía siendo el gobernante absoluto de Rumanía y planeaba la verdadera reforma: obligar a todos los propietarios de tierras cultivables a renunciar a sus propiedades y formar hogares colectivos, dentro del gran proceso de transformación socialista de la agricultura.

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Unificación del Partido Comunista Rumano (PCR) con el Partido Socialdemócrata (PSD)

    Unificación del Partido Comunista Rumano (PCR) con el Partido Socialdemócrata (PSD)

    La instauración del régimen comunista en Rumanía el 6 de marzo de 1945 significó la hegemonía del partido comunista no solo en la escena política, sino también en todos los aspectos de la vida de las personas. El régimen comunista produjo la ruptura más brutal de la historia de las sociedades que tuvieron la desgracia histórica de enfrentarse a él. El Partido Comunista Rumano, siguiendo el modelo soviético, actuó con extrema dureza contra todos los demás partidos. Disolvió a los que se le oponían y encarceló a sus dirigentes. A otros los esclavizó y se deshizo brutalmente de ellos cuando ya no le eran útiles. Y a los más afines a sus ideas los absorbió por fusión forzosa, como ocurrió con el Partido Socialdemócrata.

    Fundado en 1893, el Partido Obrero Socialdemócrata de Rumanía fue el primer partido político de los trabajadores rumanos. Su sucesor, el Partido Socialdemócrata Rumano, surgido en 1910 y convertido en Partido Socialista en 1918, siempre ha sido legal y en 1918 apoyó activamente la unión de Transilvania con Rumanía. La escisión se produjo en 1921, cuando los radicales se adhirieron a los principios de la Comintern y se convirtieron en el Partido Comunista Rumano, y los moderados abandonaron y reformaron el partido en 1927, cuando retomó su nombre de Partido Socialdemócrata.

    Durante el periodo de entreguerras, se produjo una escisión total entre el PSD y el PCR, siendo los socialdemócratas los defensores de la democracia y la integridad del Estado rumano frente al terrorismo ejercido por el PCR. Después del 30 de agosto de 1944, cuando el Ejército Rojo entró en Rumanía, el PCR se convirtió en el principal agente de la ocupación e inició la campaña de transformación en comunas que duraría hasta 1947. Y la liquidación de los socialdemócratas formaba parte del plan que iba a seguir, puesto en práctica en febrero de 1948 con un congreso de unificación forzosa de los dos partidos.

    La periodista Elena Gugian se afilió al PSD en 1944, a los 19 años, por convicción. Su padre era obrero y militante del PSD desde 1927. Fue miembro de la organización femenina del partido y ocupó el cargo de secretaria de prensa. Trabajó para la revista Mujer trabajadora, que se publicaba desde 1930.

     

    Entrevistada en el año 2000 por el Centro de Historia Oral de la Radiotelevisión Rumana, Gugian afirmó que la fusión del PSD y el PCR formaba parte de un plan más general urdido en Moscú para destruir el movimiento socialdemócrata en todos los países ocupados por la Unión Soviética:

    «El proceso de unificación comenzó en abril de 1946 con el Partido Socialdemócrata alemán más fuerte de la época, después de que Moscú se hubiera asegurado la parte oriental de Alemania dividiéndola en dos. Inmediatamente procedió a unir el Partido Socialdemócrata de Alemania Oriental con el Partido Comunista. Pasaron dos años después, mientras los comunistas de los demás países preparaban algunos cuadros más, y 1948 fue planeado por Moscú como el año en que desaparecerían todos los partidos socialdemócratas. En febrero de 1948 desapareció el nuestro, en junio de 1948 el húngaro y el checoslovaco, en agosto el búlgaro y en diciembre el polaco. Y con eso, la socialdemocracia murió».

     

    La fusión por absorción fue impuesta por los comunistas sin negociaciones. Elena Gugian recordaba quién era el hombre enviado por los jóvenes comunistas a la reunión con los jóvenes socialdemócratas para anunciar las condiciones de la fusión.

    «En cuanto al proceso de unificación, en nuestro partido empezó primero con la organización juvenil, continuó con la organización femenina y luego con todo el partido. Como periodista, fui testigo de las conversaciones entre las dos organizaciones juveniles sobre la unificación. Las conversaciones se celebraron en la sede de la Unión de Juventudes Socialdemócratas y la persona designada por la organización juvenil comunista para mantener conversaciones con la dirección socialdemócrata no era otra que Nicolae Ceausescu».

     

    Elena Gugian recordaba la desagradable impresión que dejó en ella y en sus camaradas el enviado comunista, futuro tirano de Rumanía después de 1965.

    «Nicolae Ceausescu acudía a cada una de estas reuniones con un texto que se había aprendido de memoria y que escribía de la A a la Z. Luego, naturalmente, había preguntas y aclaraciones. Pero él no respondía a las preguntas, no daba aclaraciones, regresaba de nuevo a ese texto que volvería a decir. Si, en el transcurso del debate, Anton Manea, el secretario general de las Juventudes Socialdemócratas, le interrumpía y le preguntaba si no creía que un determinado asunto podía tratarse de otra manera, Ceausescu se quedaba con su cantinela, taca-taca, el mismo texto que se le había ocurrido. Lo repitió desde el principio, sin omitir ni una coma. Te daban ganas de tirarlo por la ventana o de tirarte tú por la ventana».

     

    Tras la fusión, apareció el Partido Obrero Rumano, el mismo partido que su predecesor, ahora con el nombre cambiado. Constantin Titel-Petrescu y otras figuras destacadas de los socialdemócratas, que se habían opuesto a la colaboración con los comunistas desde 1945, compartirían el destino de los liberales y campesinos y serían encarcelados. Otros miembros, entre ellos Elena Gugian, se negaron a afiliarse al nuevo partido y prefirieron dimitir antes que violar sus principios y valores.

     

    Versión en español: Antonio Madrid