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  • La sequía afecta a Rumanía

    La sequía afecta a Rumanía

    Los dos últimos años de temperaturas récord y precipitaciones insuficientes se han sumado, en el caso de Rumanía, a una sequía crónica, amplificando sus devastadores efectos sobre la vida cotidiana de la población y la economía.

    Todavía hay restricciones del suministro de agua en más de 400 localidades de todo el país. Los más afectados son los distritos orientales de Botoșani, Iași, Vrancea, Neamț y Bacău, pero también hay problemas importantes en distritos del sur como Giurgiu y Gorj.

    Los representantes de Apelor Române, la institución pública encarga de la administración del agua, siguen apelando a la población para que haga un uso racional del agua, dado que el coeficiente de llenado de los 40 depósitos es del 78%.

    En unas 120 localidades del citado distrito de Botoșani, la población tampoco recibe agua por la noche, ya que el consumo es superior al habitual y no se puede acumular un nivel óptimo en los depósitos de almacenamiento. Se aconseja a los usuarios que guarden unas reservas mínimas de agua para el periodo de interrupción.

    En otras partes del distrito sin sistemas centralizados de abastecimiento de agua, los pozos se han secado y la gente dice que tiene que ir a buscar agua a tres o cuatro kilómetros de distancia. Los expertos recomiendan que el agua potable se utilice sólo para beber, y que se empleen alternativas para otras actividades domésticas siempre que sea posible.

    Por otra parte, la prolongada sequía ha causado graves problemas a los cultivos agrícolas.

    En julio de este año, el ministro Florin Barbu informó al comisario Janusz Wojciechowski de que amplias zonas de Rumanía han sido afectadas por la sequía y recientemente pidió a la Comisión Europea que compensara urgentemente a los agricultores que han sufrido daños importantes. Extensas zonas de Rumanía se ven afectadas por la sequía y la pérdida de ingresos de los productores agrícolas pone en peligro la viabilidad económica de las explotaciones y los intereses de seguridad del país, informó Bucarest.

    «Los importantes daños causados por los fenómenos climáticos desfavorables requieren una compensación urgente sobre la base de una medida excepcional que contribuya a resolver los problemas específicos derivados de estos fenómenos», reza la carta enviada a la Comisión Europea por el ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Florin Barbu.

    Según el Ministerio, es urgente reembolsar a los agricultores el presupuesto total estimado de hasta 75,2 millones de euros para los cultivos plantados en otoño de 2023. En cuanto al año en curso, la aguda falta de precipitaciones y las temperaturas más altas de lo normal en la mayor parte del país, incluso particularmente altas en las zonas bajas, han afectado a los cultivos establecidos en primavera, especialmente el maíz y el girasol, en unos dos millones de hectáreas en todo el país, hasta el punto de comprometerlos. Las pérdidas, según el Ministerio de Agricultura, se estiman en más de 200 euros por hectárea.

    Versión en español: Antonio Madrid

  • Grave sequía en Rumanía

    Grave sequía en Rumanía

    La grave sequía que sufre Rumanía ha determinado a las autoridades a tomar medidas en cuanto al suministro de agua: en casi 450 ciudades, pueblos y aldeas, es decir, el 15% de todas las localidades del país, el agua se suministra con restricciones, sólo entre determinadas horas. Entre las localidades afectadas hay seis ciudades: Dorohoi, Targu Neamt, Targu Ocna, Roman, Pașcani, Hârlău y parte del municipio de Iasi, en Moldavia (este del país), donde se encuentra la mayoría de estos problemas. A causa de la sequía, muchos pozos se han secado, los ganaderos afirman que el calor prolongado ha hecho que la hierba se seque y los animales coman menos, y muchos agricultores han perdido sus cosechas, sobre todo donde no es posible el riego.

    En un intento de ayudar a los afectados, el ministro de Agricultura, Florin Barbu, mantuvo el lunes una primera reunión con representantes de los bancos comerciales, a los que pidió soluciones para cubrir los plazos y los tipos de interés de los préstamos a los agricultores que se enfrentan a la sequía. Los agricultores recibirían indemnizaciones entre 200 y 250 euros por hectárea por los cultivos destruidos, ya que casi dos millones de hectáreas de maíz y girasol y 100.000 hectáreas de trigo y colza han sido afectadas hasta ahora. La situación también ha sido confirmada por el sistema de seguimiento de cultivos agrícolas de la UE, MARS, que el lunes rebajó sus estimaciones sobre la producción de cereales del bloque comunitario este año, con las mayores revisiones para el maíz y el girasol, que han sufrido las consecuencias del tiempo seco en países del sureste de Europa. «En amplias zonas del centro-sur y sureste de Europa, los meses de junio y julio fueron excepcionalmente calurosos, con varios días con temperaturas máximas superiores a los 35 grados centígrados, lo que afectó negativamente a los cultivos de verano en floración», señala el más reciente informe mensual de MARS. Según la organización, la falta de precipitaciones en el este de Hungría, el este de Rumanía y Bulgaria ha agravado este impacto negativo.

    Y las noticias de los especialistas rumanos tampoco son buenas para el próximo periodo. En la actualidad, el nivel de llenado de los 40 embalses del país ha caído ligeramente por debajo del 80%, y Apele Române estima que la tendencia a la baja continuará y que a finales de mes el coeficiente de llenado se situará en torno al 77%. La institución señala que, por el momento, las necesidades de agua bruta para los beneficiarios se suministran a partir de fuentes superficiales en un sistema centralizado, pero hace un llamamiento a la población para que haga un uso racional del agua y considere alternativas de almacenamiento y recirculación del agua en las actividades domésticas, siempre que sea posible.

    Para los del sector industrial y agrícola, los expertos han elaborado una guía de ahorro de agua, que puede consultarse en el sitio web de la organización. Por otra parte, el caudal del Danubio a la entrada del país está por debajo de la media plurianual de julio, pero no hay problemas con el suministro a la central nuclear de Cernavodă.