Tag: prorruso

  • El Tribunal Constitucional de Rumanía y las elecciones presidenciales

    El Tribunal Constitucional de Rumanía y las elecciones presidenciales

    Desde la noche del 24 de noviembre del año pasado, cuando una persona prácticamente desconocida ganó por sorpresa la primera vuelta de las elecciones presidenciales y eliminó del juego electoral a políticos de peso, su nombre se ha convertido en el más destacado en la televisión y en los sitios web de noticias. A la pregunta de cómo fue posible esto respondió, de forma no muy convincente según algunos, el Consejo Supremo de Defensa del País, que, resumiendo los datos de los servicios de inteligencia, concluyó que el independiente Călin Georgescu fue el beneficiario de un ataque híbrido por parte de un actor estatal extranjero -léase Rusia- principalmente a través de la amplísima exposición en la plataforma TikTok.

    Tras la primera vuelta, el gran público pudo saber algo del programa de Georgescu y así conoció por fin a un personaje entre extraño y tóxico. Crítico feroz de Occidente, de la pertenencia de Rumanía a la OTAN y a la UE y admirador de la Rusia de Putin, Georgescu promovía un sistema económico autárquico que recordaba al ceausismo tardío y alababa lo que consideraba el excepcionalismo rumano. Y entre sus exponentes más favorecidos se encontraban las principales figuras del fascismo de entreguerras. El 6 de diciembre, el Tribunal Constitucional tomó una decisión sin precedentes en tres décadas y media de democracia: anuló las elecciones presidenciales, alegando que todo el proceso electoral había estado viciado a favor de Georgescu.

    Respaldado por los partidos autodenominados soberanistas, en realidad populistas y ultranacionalistas, que se han unido a él, Georgescu se inscribió el pasado viernes para la próxima carrera presidencial, que tendrá lugar los días 4 y 18 de mayo. El domingo, sin embargo, la Oficina Electoral Central (BEC, por sus siglas en rumano) invalidó su candidatura, citando la decisión que el Tribunal Constitucional de Rumanía tomó en diciembre. Como era de esperar, el Tribunal rechazó el martes por infundado el recurso de Călin Georgescu contra la decisión de la BEC y rechazó su candidatura, sentencia que es firme. Según la BEC, la candidatura de Călin Georgescu no cumple las condiciones de legalidad, ya que al no respetar las normas del procedimiento electoral, ha incumplido la propia obligación de defender la democracia, que se basa en unas elecciones justas, honestas e imparciales.

    Los soberanistas, liderados por la AUR, denunciaron lo que calificaron de decisión abusiva del Tribunal Constitucional. Habiendo empezado prácticamente en TikTok, la meteórica pero muy corta carrera política de Călin Georgescu parece haber terminado en el Tribunal Constitucional de Rumanía. Pero la sobreexposición le ha traído otros problemas. El excandidato fue puesto recientemente bajo control judicial en un caso en el que se enfrenta a graves cargos. El primero de ellos es uno de los delitos más severamente castigados en el Código Penal, a saber, instigar acciones contra el orden constitucional.

    Los otros delitos de los que supuestamente es culpable son comunicar información falsa, hacer declaraciones falsas sobre declaraciones de bienes y fuentes de financiación de campañas electorales, iniciar o crear organizaciones fascistas, racistas, xenófobas o antisemitas y unirse a esos grupos o apoyarlos de cualquier forma, así como promover en público el culto a personas culpables de cometer crímenes de genocidio contra la humanidad y crímenes de guerra. Călin Georgescu niega todas estas acusaciones.

    Versión en español: Monica Tarău

  • República de Moldavia, final crucial

    República de Moldavia, final crucial

    El 3 de noviembre, los moldavos elegirán entre la proeuropea Maia Sandu, que se presenta como su propia sucesora, y el prorruso Alexandr Stoianoglo, respaldado por los socialistas. Sandu, favorita de los cancilleres occidentales, ganó la primera vuelta el 20 de octubre con más del 42% de los votos, mientras que Stoianoglo quedó segundo con el 26%. La mayoría de los analistas ven la votación del domingo como un asunto de todo o nada: la guerra de Rusia contra el régimen de Kiev ha dejado al pequeño Estado entre Ucrania y Rumanía enfrentado a múltiples crisis – energética, económica y, no menos importante, una profunda crisis de seguridad – y no hay tiempo para dar mal pasos si Chisinau realmente desea el desapego definitivo de su pasado de vasallaje hacia Moscú y unirse a la familia europea.

    Oleksii Arestovich, antiguo asesor del jefe de Estado ucraniano Volodimir Zelenski, advertía recientemente de que la República de Moldavia se vería arrastrada a la guerra si el candidato prorruso ganaba las elecciones presidenciales y, además, que el país podría convertirse en una avanzada rusa para atacar a Ucrania y Rumanía si las elecciones legislativas del año que viene dan como resultado un Gobierno próximo a Rusia. Por ello, instó a los moldavos a votar al candidato proeuropeo.

    El domingo, Maia Sandu se enfrentó a Alexandr Stoianoglo en un debate televisivo, acusándole de ser el hombre de Moscú y de permitir que los oligarcas moldavos huyeran del país mientras él era fiscal general de la República. De hecho, Maia Sandu destituyó a Stoianoglo del cargo. Tras la primera vuelta de las elecciones presidenciales y el referéndum sobre la integración europea, que pasó por poco, contrariamente a las expectativas optimistas, Maia Sandu acusó a grupos criminales de interferir en el proceso electoral, actuando supuestamente junto a fuerzas extranjeras hostiles a los intereses del país. Las elecciones presidenciales y el referéndum estuvieron bien organizados, pero la campaña electoral estuvo marcada por la injerencia extranjera y la desinformación, señala el informe de la OSCE.

    También la misión de observación del Instituto Republicano Internacional, una organización no gubernamental estadounidense, señaló importantes injerencias extranjeras en el proceso electoral, manifestadas a través de la compra de votos, la manipulación masiva, la propaganda y la falsificación. Moscú negó categóricamente cualquier injerencia en las elecciones y el referéndum.

    Para la ronda decisiva de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre, es importante cómo se posicionen los candidatos eliminados tras la primera vuelta. El líder del partido populista Nuestro Partido, Renato Usatii, que quedó tercero, ha anunciado que no apoya a ninguno de los candidatos. Como era de esperar, los prorrusos instaron a sus partidarios a votar contra Maia Sandu, bajo cuyo mandato se concedió a la República de Moldavia el estatus de candidato a la UE y se iniciaron las negociaciones de adhesión.

     

  • Moldavia, entre Occidente y Oriente

    Moldavia, entre Occidente y Oriente

    Los moldavos, que han acudido a las urnas en mayor número que en anteriores elecciones presidenciales, han decidido que el próximo líder de Chisináu se decidirá en una nueva ronda dentro de dos semanas, en la que se enfrentarán la actual mandataria, la prooccidental Maia Sandu, y el candidato Alexandr Stoianoglo, respaldado por el prorruso Partido Socialista.

    En la primera vuelta, la ex economista del Banco Mundial y también primera mujer que accedió al más alto cargo en Chisináu hace cuatro años, obtuvo el 42% de los votos, la mayoría de los 11 candidatos, pero aún insuficiente para asegurar su ya asegurado mandato al frente del país. Un país que, bajo su liderazgo, dio la espalda a Moscú después de que Rusia invadiera la vecina Ucrania y que este año inició formalmente las conversaciones de adhesión a la UE.

    Maia Sandu ha convocado incluso un referéndum sobre la inclusión en la Constitución, por votación popular, de la irreversible vía europea del país, referéndum también previsto ahora para el 20 de octubre, destinado a validar la estrategia para determinar el destino de la antigua república soviética de 2,6 millones de habitantes. ¿Una apuesta fallida? Hasta que llegaron los resultados de la diáspora, sí. Los resultados mostraron una clara superioridad numérica de los contrarios a la integración, lo que llevó a la presidenta Maia Sandu a acusar un fraude sin precedentes, «un ataque sin precedentes a la democracia»:

    «Grupos criminales, junto con fuerzas extranjeras hostiles a nuestros intereses, han atacado a nuestro país con decenas de millones de euros, mentiras y propaganda, con los medios más miserables, para llevar a nuestros ciudadanos y a nuestro país a una zona de incertidumbre».

    En una votación en medio de acusaciones de injerencia rusa rechazadas «categóricamente» por el Kremlin, el 53% de los votantes se mostró contrario a la inclusión del objetivo europeo en la Constitución, según mostraron los resultados tras el recuento de más del 90% de las papeletas.

    Pero el bando proeuropeo tomó la delantera tras el recuento de más del 98% de las opciones, con una ventaja mínima debida muy probablemente a la diáspora, que votó abrumadoramente a favor de la adhesión. El resultado, extremadamente ajustado, sorprende porque los últimos sondeos daban una cómoda victoria al SÍ.

    Sin cuestionar las negociaciones con la Unión de los 27, el ajustado resultado «debilita un poco la imagen proeuropea de la población y del liderazgo de Maia Sandu», señalan los analistas especializados en la antigua zona soviética.

    Versión en español: Antonio Madrid