Las autoridades rumanas rechazan categóricamente las acusaciones del Servicio de Inteligencia Exterior ruso según las cuales la Unión Europea chantajeó a Rumanía para bloquear la candidatura del independiente Călin Georgescu en las elecciones presidenciales de mayo. Sin aportar ninguna prueba, el servicio ruso afirma que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, habría pedido a las autoridades de Bucarest que le prohibieran participar en las próximas elecciones, advirtiéndole de que, si no lo hacía, restringiría el acceso de Rumanía a los fondos de la UE.
El mismo tipo de mensaje fue transmitido recientemente por el excandidato independiente en una entrevista con el periodista James Freeman, en la que afirmó que debería organizarse un referéndum sobre la salida de Rumanía de la Unión Europea y de la OTAN. El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rumanía califica de «ridículas y completamente infundadas» las acusaciones del servicio ruso y afirma que forman parte de una campaña híbrida para socavar la democracia y disminuir la confianza en las autoridades: «El conjunto de estas actividades, que incluyen mensajes públicos, campañas de influencia e injerencias en los procesos democráticos, tiene como objetivo socavar la confianza en las autoridades y criticar la pertenencia de Rumanía a la UE y a la OTAN», afirma el Ministerio rumano.
Por su parte, el primer ministro Marcel Ciolacu considera intolerables los comentarios de un servicio secreto ruso sobre las decisiones de las autoridades rumanas. «Rusia no puede decir a las autoridades rumanas a quién investigar y a quién no, Rusia no puede dictar a quién deben elegir los rumanos y no puede ser un modelo de buenas prácticas democráticas», declaró el primer ministro en una red social. Y la presidenta de la USR (centro-derecha), Elena Lasconi, considera que Rusia ha llegado a apoyar «abierta y oficialmente» a Călin Georgescu. Cabe recordar que en diciembre, en la segunda vuelta, Călin Georgescu, que había logrado inesperadamente el primer puesto en las opciones de voto de los rumanos, debía enfrentarse a Elena Lasconi.
Mientras tanto, Georgescu ha sido puesto bajo control judicial durante 60 días y se le ha prohibido salir del país sin autorización de las autoridades judiciales. También se le prohíbe publicar contenidos legionistas, fascistas, antisemitas, racistas o xenófobos en las redes sociales. Los fiscales acusan a Georgescu de organizar un plan para desestabilizar Rumanía con la ayuda de mercenarios dirigidos por Horațiu Potra, después de que el Tribunal Constitucional anulara los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. El Tribunal Constitucional de Rumania alegó injerencias externas y el proceso electoral se reanudará en mayo. Calin Georgescu es el objetivo de dos casos, uno en el que ya ha sido procesado por acciones contra el orden constitucional y otro en el que se ha ordenado la prision preventiva para Horaţiu Potra y sus mercenarios.
Versión en español: Monica Tarău