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  • La miscelánea: Fiestas y tradiciones de Navidad y Año Nuevo en Rumanía

    La miscelánea: Fiestas y tradiciones de Navidad y Año Nuevo en Rumanía

    En Rumanía, la Navidad tiene un fuerte componente religioso, ya que la mayoría de la población sigue el cristianismo ortodoxo. La Nochebuena se celebra con una profunda solemnidad, marcada por la misa de medianoche. Las iglesias ortodoxas se llenan de fieles que asisten a los servicios especiales para conmemorar el nacimiento de Jesucristo. Una de las costumbres que podemos destacar es que en la víspera de Navidad, las familias rumanas suelen ayunar. El 24 de diciembre, el ayuno se rompe con una cena tradicional que incluye una variedad de platos sabrosos, como sarmale (hojas de repollo rellenas de carne y arroz) y cozonac (un pastel tradicional con nueces y cacao). En algunas zonas rurales de Rumanía, la Nochebuena no solo es una celebración religiosa, sino también un momento para honrar a los ancestros. Algunas personas creen que en esta noche, los espíritus de los seres queridos ya fallecidos regresan para visitar a sus familias.

    Una de las tradiciones más queridas durante la Navidad es el canto de villancicos, conocidos como “colinde” en rumano. Desde temprano en la mañana del 24 de diciembre, los niños y jóvenes salen de casa en casa, cantando canciones tradicionales que celebran el nacimiento de Cristo. A cambio, reciben dulces, dinero o incluso pequeños regalos. Esta tradición simboliza la llegada de la luz y la alegría en la oscuridad del invierno. Los cantantes de villancicos no solo cantan, sino que también llevan consigo farolitos y en algunos casos, estrellas hechas a mano, que representan el estrella de Belén. En muchas familias rumanas, la Nochebuena es una ocasión para compartir una cena que varía según la región, pero siempre tiene ciertos ingredientes comunes. Platos como el sarmale, la polenta (mămăligă), y salchichas caseras son populares. Además, no puede faltar el cozonac, un pastel tradicional que se prepara con una masa suave rellena de nueces, pasas y cacao. La preparación de la comida en Rumanía no es solo una cuestión culinaria, sino también un acto simbólico. Las familias se reúnen para compartir y celebrar la unidad familiar. Una tradición rumanas muy única es el sacrificio del cerdo, conocido como el “Ignat”. Este evento ocurre generalmente el 20 de diciembre, antes de la Navidad. Aunque este acto ya no es tan común en las ciudades, en las zonas rurales sigue siendo una tradición importante. El cerdo se utiliza para hacer diversos productos típicos, como embutidos y carnes curadas, que se consumirán en la celebración de la Navidad.

    Como en muchos otros países, en Rumanía existen leyendas y personajes mitológicos que enriquecen la celebración de la Navidad. Uno de los más conocidos es Moș Crăciun, que es muy similar a Santa Claus en otros países. Moș Crăciun o Papa Noel trae regalos a los niños, pero se dice que llega en un carruaje tirado por renos. Sin embargo, en algunas regiones de Rumanía, se cree que Moș Crăciun es acompañado por otros personajes, como Moș Nicolae, que llega el 6 de diciembre para dejar regalos a los niños que se han comportado bien durante el año. Moș Nicolae trae pequeños regalos a los niños y deja dulces en los zapatos de los niños bien comportados, mientras que los que no lo están reciben un palo de madera como recordatorio.

    En cuanto a las decoraciones, los rumanos solemos tener un árbol de Navidad en casa, como en muchas otras partes del mundo. Sin embargo, lo que lo hace especial en Rumanía es que muchas familias optan por adornos hechos a mano, como figuras de madera tallada, tejidos tradicionales y bordados que reflejan el arte popular rumano. Además, las iglesias y los hogares se llenan de velas que simbolizan la luz que trae el nacimiento de Cristo.

    El 25 de diciembre, día de Navidad, es una fiesta tranquila y familiar. La gente va a misa, comparte con su familia y disfruta de las comidas preparadas con antelación. Una costumbre muy especial en algunas regiones es el desfile de los “ursi”: personas disfrazadas de osos que salen a las calles para espantar los malos espíritus y traer buena suerte para el año que comienza. También es típico que el 28 de diciembre se celebren los Días de los Inocentes, una tradición que recuerda el sufrimiento de los niños durante el reinado de Herodes. En algunas regiones, las familias realizan juegos y actividades especiales.

    El Año Nuevo en Rumanía es tan importante como la Navidad, con una serie de costumbres que celebran el fin de un ciclo y el comienzo de uno nuevo. Aunque el 31 de diciembre se marca con fiestas, bailes y celebraciones, también hay muchas tradiciones que varían según la región. Una de las tradiciones más populares es la de “Plugușorul”, que es un canto tradicional de Año Nuevo. Los niños, al igual que en Navidad, van de casa en casa cantando canciones, pero en este caso, los villancicos de Año Nuevo son más alegres y festivos, pidiendo buena suerte y prosperidad para el año venidero.

    En las grandes ciudades, como Bucarest, el 31 de diciembre se celebra con grandes fuegos artificiales y eventos públicos. Las personas se reúnen en plazas y parques, disfrutando de conciertos, música y celebraciones hasta la medianoche, cuando brindan con champán para recibir el nuevo año. La gente canta, baila y celebra con alegría, deseando a los demás salud, felicidad y prosperidad para el nuevo ciclo. En algunas zonas rurales, la gente tiene la costumbre de romper platos en la puerta de la casa para alejar los malos espíritus y comenzar el año con buena suerte. También se realizan rituales de limpieza del hogar, que simbolizan dejar atrás lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo. Como hemos visto, la Navidad y el Año Nuevo en Rumanía son una mezcla fascinante de tradiciones religiosas y populares. Las celebraciones rumanas están llenas de rituales que unen a las familias, las comunidades y los pueblos. Desde el canto de los villancicos hasta las festividades de Año Nuevo, Rumanía celebra estas fechas con un espíritu cálido y alegre.

    ¡Les deseo a todos un Año Nuevo lleno de bendiciones y buena suerte!

     

  • El árbol de Navidad en Rumanía, magia y tradición en cada rama

    El árbol de Navidad en Rumanía, magia y tradición en cada rama

    El árbol de Navidad es, sin duda, uno de los símbolos más reconocidos de esta festividad. Aunque hoy lo encontramos en casi todas las casas del mundo, su origen se remonta a Europa, en particular a Alemania, en el siglo XVI. Se dice que las primeras decoraciones de árboles de Navidad eran simplemente manzanas, nueces y velas, colocadas en los árboles como símbolos de la vida y la luz. Con el tiempo, la tradición se fue extendiendo a otros países de Europa, y llegó incluso a las Américas. La costumbre de poner un árbol adornado en casa se convirtió en una tradición que, hoy en día, vemos en casi todos los hogares del mundo. Pero cada país le ha dado su toque único, sus propios adornos, y su forma de celebrarlo. Y en Rumania, el árbol de Navidad también tiene un significado muy especial.

    En nuestro país, la Navidad se celebra con una gran devoción, y el árbol de Navidad juega un papel central en las festividades. Como en otros países europeos, las familias rumanas decoran sus casas con un árbol. Le ponen bolas, luces brillantes y figuras de madera pintadas a mano que representan símbolos de la naturaleza y la vida campestre. En muchas zonas, también se colocan dulces, galletas y velas en el árbol, creando una atmósfera cálida y acogedora. Además, las velas o luces tienen un significado muy profundo. La luz representa la llegada del Salvador, la esperanza y el renacimiento, algo muy importante en la tradición cristiana rumana. Las luces del árbol de Navidad iluminan no solo el hogar, sino también los corazones de aquellos que celebran. La tradición también incluye colocar una estrella en la punta del árbol, que representa la estrella de Belén, guiando a los Reyes Magos hacia el niño Jesús. En las zonas rurales de Rumanía, la Navidad tiene un sabor aún más especial, y el árbol de Navidad no solo es decorado con esmero, sino que también tiene un vínculo profundo con las costumbres y creencias locales. Una de las tradiciones más interesantes es el proceso de elegir y cortar el árbol. Muchas familias rumanas aún van al bosque a cortar su propio árbol, lo que simboliza una conexión con la naturaleza y con la tierra. En algunos casos, las familias prefieren los árboles de pino o abeto, árboles que en la tradición rumana también tienen un valor simbólico como emblemas de la vida y la regeneración.

    En tiempos pasados, los rumanos esperaban al 24 de diciembre para decorar su árbol, pero en la actualidad es muy común que las familias lo hagan mucho antes. Especialmente en las ciudades, muchos rumanos colocan el árbol a principios de diciembre, a veces el 1 de diciembre, Día Nacional de Rumanía, marcando oficialmente el inicio de la temporada navideña. Esta anticipación tiene que ver con el deseo de prolongar la celebración y de llenar la casa de espíritu navideño durante todo el mes de diciembre. Aunque algunas familias mantienen la costumbre de esperar hasta Nochebuena, la decoración temprana es ahora una tendencia más común, especialmente en las ciudades. La Nochebuena, el 24 de diciembre, es el momento en que las familias rumanas suelen reunirse para cenar juntos, y es entonces cuando el árbol, lleno de luces y adornos, se convierte en el centro de la celebración, rodeado de risas, villancicos y el espíritu navideño.

    Las costumbres navideñas en Rumanía son muchas y muy diversas. Uno de los momentos más esperados es la llegada de los niños a las casas para cantar los tradicionales villancicos. Los niños van de puerta en puerta, llevando alegría y esperanza a cada hogar, mientras cantan canciones llenas de significado religioso y cultural. La  Nochebuena es tan importante que en algunas regiones, el “Moș Crăciun” (Papá Noel) llega no solo con regalos, sino también con historias y leyendas tradicionales sobre la Navidad. Aunque la tradición de Moș Crăciun ha evolucionado con el tiempo, en algunas partes de Rumanía, especialmente en las zonas más rurales, se cree que Moș Crăciun coloca los adornos en el árbol durante la noche del 24 de diciembre, antes de que los niños se despierten para encontrar los regalos.

    Sin embargo, en muchas casas urbanas, el árbol ya está completamente decorado mucho antes de la Nochebuena. En estos hogares, Moș Crăciun suele dejar los regalos bajo el árbol, en lugar de adornarlo, lo que refleja el enfoque más moderno de las festividades. Así, el árbol de Navidad en Rumanía sigue siendo un símbolo de unión, esperanza y luz, y su significado ha perdurado a lo largo de los siglos. Si bien las costumbres han evolucionado, la esencia de la Navidad rumana sigue intacta. Ya sea decorado a principios de diciembre o en la víspera de Navidad, el árbol sigue siendo un emblema de lo más querido de la temporada: la familia, la generosidad y la alegría compartida.

    Desde RRI, les deseamos una Feliz Navidad llena de paz, luz y momentos especiales. Que el espíritu del árbol de Navidad ilumine sus hogares, como ilumina el corazón de cada rumano durante estas fiestas.

  • El árbol de Navidad, entre tradición y modernidad

    El árbol de Navidad, entre tradición y modernidad

    Apenas ocho meses después de la llegada a Rumanía del príncipe prusiano de Hohenzollern-Sigmaringen, el palacio real de Bucarest acogió, en diciembre de 1866, el primer árbol de Navidad de Rumanía, decorado con espectaculares adornos traídos de la patria del soberano.

    La costumbre de decorar el árbol de Navidad en la fiesta de la Natividad, una costumbre germánica importada a Rumanía a través de la Casa Real, se popularizó y extendió por todo el país, primero entre la élite urbana y luego en los pueblos.

    Pero, ¿por qué abeto y no otro árbol? Fue en virtud de que para los rumanos ya tenía significados mucho más antiguos, como lo explica la Prof.ª Doina Ișfănoni, etnóloga renombrada de Rumanía:

    «Cabe recordar que para los rumanos el abeto es el árbol sagrado. Es el árbol de la vida que conecta el cielo y la tierra. Es el árbol que, desde el nacimiento hasta la muerte, acompaña la vida humana y que se adorna de diferentes maneras según las etapas de la vida. Al nacer, se elige un abeto pequeño que se deja en el bosque o se traslada más cerca de casa. El árbol es una especie de barómetro del desarrollo del niño. A medida que el abeto crece, también lo hace el niño que mantendrá siempre una relación especial con el árbol. Luego está el árbol de la boda, adornado con papeles de colores, cintas y campanitas. Lo mismo ocurre con el árbol funerario. En el caso de los jóvenes solteros, se adorna con borlas negras, un pañuelo y una campanilla. Por lo tanto, para los rumanos, el árbol de Navidad tiene una connotación muy compleja».

    A estos múltiples significados conferidos al abeto se añaden los cristianos, ya que los rumanos lo transformaron en el elemento central de la celebración de la Natividad. Sus connotaciones cristianas se ven reforzadas por la elección de adornos específicos. Doina Ișfănoni los enumera:

     

    «Las velas o las lucecitas que se ponen en el árbol de Navidad remiten al simbolismo de la vela, que es el sustituto de Jesús. La cera es el cuerpo y la llama es su espíritu. Además, las manzanas que se le añadían eran algo más que simples adornos. Se preferían las manzanas rojas para que fueran lo más visibles posible, pero también porque hacen referencia al pecado original de Eva al comer la manzana y a la expulsión de Adán y Eva del paraíso. Igualmente se colocan nueces en el árbol. Las nueces están envueltas en papel de aluminio para darle más brillo. La nuez está relacionada incluso con las tradiciones del solsticio de invierno y el cristianismo. La nuez es el fruto que resiste el paso del tiempo y es expresión de fecundidad y riqueza. Además, por llevar el signo de la cruz en su interior, es un complemento más que aumenta el simbolismo del árbol de Navidad como celebración del nacimiento del Salvador. El grano de nuez, por su forma, también se asemeja al cerebro y simboliza la iluminación. Las festividades invernales y especialmente la Navidad, a través del nacimiento del Salvador, nos brinda la oportunidad de renacer. Es el momento en que las tres hermanas – Esperanza, Amor y Fe – nos proporcionan fuerzas y energías suplementarias. El árbol de Navidad está coronado con el ángel o la estrella que guió a los Reyes Magos hasta Belén, donde nació el Salvador en el pesebre».

    Por desgracia, afirma la Prof.ª Doina Ișfănoni, hoy en día muchas personas desconocen las múltiples connotaciones del árbol de Navidad, que deja así de ser un símbolo y se convierte en un mero adorno.

     

    «Si preguntamos a la gente qué significa el árbol de Navidad, recibiremos respuestas muy diferentes y comprobaremos que nadie se refiere al árbol cósmico, ni hablará de sus ornamentos como mezcla sincrética de cristianismo y precristianismo. Por lo tanto, es el deber de los especialistas resemantizarlos, devolverles toda esta riqueza semántica y destacar que cada gesto tiene un significado, un valor y una motivación; todo tiene un sentido».

     

    En cuanto al árbol de plástico, que algunos tienden a sustituir al natural …

     

    «Sustituir el árbol vivo por uno de plástico, para mí es una blasfemia, porque así no se trae la vida a la casa. Eso no tiene ningún valor. Esta es mi opinión. En general, en lo que respecta a la tradición, los especialistas intentamos, en la medida de lo posible, devolverle a la gente el valor y la importancia de la tradición y de los gestos».

     

    El árbol de Navidad reúne a la familia y a los seres queridos en torno a él donde se ofrecen y reciben regalos. Luego se sientan a la mesa repleta de platos selectos, algunos especialmente preparados para esta época del año. No sin antes dar la bienvenida a los cantantes de villancicos, que proclaman el nacimiento de Jesús.

    Al menos en la Rumanía rural, en la fiesta de la Natividad aún se conservan antiguas tradiciones. De hecho, se las honra. Por eso, según la Prof.ª Doina Ișfănoni, Rumanía sigue siendo uno de los países más privilegiados del sudeste de Europa dado que, en nuestro país, la Navidad sigue siendo el paso hacia lo sagrado que comienza la víspera del 25 de diciembre y termina el 6 de enero, fiesta del Bautismo del Señor.

     

    Versión en español: Victoria Sepciu

  • Víspera de Navidad: villancicos y Papá Noel

    Víspera de Navidad: villancicos y Papá Noel

    En Rumanía, cuando decimos vacaciones de invierno, pensamos que todo se va a poner blanco como la nieve y los villancicos complementarán el ambiente de alegría y emoción que uno no puede esperar para oír y recibir.
    Estas canciones muy hermosas, los villancicos, tienen el propósito de anunciar el Nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo .

    Desde la víspera de Navidad hasta la Epifanía, en las calles resuena la voz de los cantantes de villancicos vestidos con trajes tradicionales propios de cada región del país.

    Las Fiestas y costumbres populares, agrupadas en torno al solsticio de invierno (diciembre 20 a enero 7), se denominan genéricamente vacaciones de invierno. Costumbres populares y días festivos que ocurren dentro de un día o de varios días, durante el día o la noche, dedicados a las divinidades, seres humanos, animales, aves, plantas terrestres y fenómenos cósmicos son conocidos y respetados, en algunas zonas etnográficas hasta hoy en día. Prestadas y asimiladas de la cultura greco-romana y los pueblos orientales, creaciones ancestrales y míticas componen un panteón original rumano.

     

     
    En Rumanía, la fiesta más importante de invierno, la Navidad, trae consigo numerosas tradiciones de una belleza extraordinaria y solemne, entre las cuales – los villancicos.
    Todo el mundo recuerda en este período las vacaciones de invierno, cuando el tiempo se dedica a los seres queridos, las costumbres están en la casa y traen toda alegría y sonrisas en los rostros de todos.
    La Navidad también es llamada la fiesta familiar, siendo la ocasión en que abuelos, padres, hermanos, hijos y nietos se reúnen, se hacen regalos, disfrutan de los momentos pasados juntos alrededor de la mesa festiva, con la convicción de que honrando esta festividad tendrán una año más rico y feliz.

    En nuestro país, el primer árbol de Navidad decorado se encontraba en el palacio de Carlos I, gobernante (10 de mayo de 1866 – 10 de mayo de 1881) y rey (10 de mayo de 1881 – 27 de septiembre de 1914) de Rumanía. En el Palacio Real ubicado en Calea Victoriei, la noche de Navidad, los ilustres invitados que llegaron al palacio decoraron el árbol mientras cantaban villancicos. Actualmente, decorar el árbol de Navidad se ha convertido en una de las tradiciones más queridas tanto en el ámbito urbano como en las zonas rurales.
    El Ignat es la deidad solar que tomó el nombre y la fecha de celebración de San Ignacio Teofanía (20 de diciembre) en el calendario ortodoxo, – amanecer de Ignacio de cerdo para la Navidad. El animal es sacrificado en este día que muere y renace dios. En la antigüedad, el cerdo era un símbolo de la vegetación, primavera, y trasladado sacrificio de invierno.

    A través de los Villancicos enviamos los votos de felicidad, salud, abundancia, el cumplimiento de deseos en el Nuevo año. El villancico es una antigua tradición rumana. Cuando las personas no reciben a los cantantes de villancicos, cierran las puertas y no ofrecen regalos, los efectos mágicos son opuestos, violan las reglas de esta costumbre.

    Se cree que Navidad es un dios solar de origen indoeuropeo de territorios habitados por Geto-dacios, identificado con el dios romano Saturno y el dios de Irán Mitra. Durante más de un milenio, los cristianos celebraban su año nuevo el día de Navidad. Acerca de Mos Craciun o Santa Claus hay muchas leyendas. Las tradiciones contemporáneas de la “Santa” Navidad, sobre Papá Noel “generoso y amable”, “cargado con muchos regalos” son influencias librescas que han impregnado la cultura popular de oeste a este y de ciudad a la aldea.
    El abeto o árbol de Navidad decorado, adorado en el puesto de sustituto del dios que muere y renace a finales de año, cerca del solsticio de invierno, es sinónimo de Navidad. Adornar el árbol y esperar a Mos Craciun o Papá Noel, que en el sureste de Europa, la Navidad viene con muchos regalos, es una tradición que data de la segunda mitad del siglo XIX.
    Estrella
    Desde la Navidad hasta la Epifanía, los niños caminan con la estrella, una vieja costumbre que reúne a todos los pueblos cristianos.
    esto para recordar la estrella que anunció el Nacimiento de Jesús y guió a los Reyes Magos.

    Las canciones sobre estrellas proceden de diferentes fuentes: algunas de la literatura ortodoxa bizantina, otras de la literatura medieval en latín de la Iglesia católica, parte de la literatura calvina y muchas de ellas, incluso de las tradiciones locales. Los niños entran en las casas en víspera de Craciun, cantando versos religiosos sobre el Nacimiento de Jesús.
    Dios se hizo hombre por nosotros para no vernos caídos en el mal y la desgracia, para la salvación de nuestros pecados. La Navidad de Jesucristo es la celebración más grande de la cristianidad.
    Las costumbres rumanas tienen múltiples significados. En la Nochebuena, cantan en primer lugar los niños, símbolo de la pureza, de la limpieza física y moral. Los trajes tienen el mismo propósito – para protegerse de las fuerzas del mal.
    La Navidad se caracteriza por una rica comida. Todo esto está sobre la mesa y es una referencia clara a la comunidad rumana tradicional.
    Lo que más gusta sobre la Navidad en Rumanía es el espíritu navideño que se siente en el aire. Antes de todo se prepara el cozonac, que es un pan dulce con relleno de nueces, pasas o chocolate. Después preparan la comida, que ha de ser especial, ya que toda la familia se reúne de Navidad en las casas. El conocido plato llamado sarmale y los preparados específicos de carne de cerdo, que se mata una semana antes de Navidad, en un ritual muy antiguo, son tradiciones que se han guardado durante siglos en Rumanía.
    La Navidad es un momento de alegría, paz y generosidad.

  • 064 Rumaniando en la Radio

    064 Rumaniando en la Radio

    En el programa de hoy hacemos un breve recorrido histórico por los mercadillos navideños, originarios de Alemania, y visitamos a través de la ondas de la radio tres de los más importantes en Rumanía: los de Craiova, Sibiu y Bucarest

     

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Tradiciones navideñas en el Museo de la Aldea

    Desde Rumanía hacia el mundo: Tradiciones navideñas en el Museo de la Aldea

    La cultura rumana se caracteriza por la autenticidad de las tradiciones y costumbres propias de cada zona geográfica. Especialmente en los pueblos, estas tradiciones se conservan y se respetan, representando la fuente de nuestra riqueza espiritual.
    De hecho, en Rumanía, las fiestas de invierno comienzan con el Día de San Andrés, el 30 de noviembre, considerado el protector de la nación rumana.
    San Andrés desempeñó un papel decisivo en la cristianización del pueblo rumano los geto-dacios y terminó en la cruz crucificado en forma de X.
    Otras fiestas notables de este período incluyen San Nicolás el 6 de diciembre, Nochebuena el 24 de diciembre, Navidad el 25 de diciembre, Año Nuevo el 31 de diciembre, San Basilio el 1 de enero, Epifanía el 6 de enero y San Juan Bautista el 7 de enero.
    Las tradiciones y costumbres invernales rumanas incluyen dar regalos a los niños la noche de San Nicolás y Mos Craciun, Papá Noel, matar el cerdo el 20 de diciembre, decorar el árbol de Navidad, cantar villancicos en Nochebuena, y muchas otras costumbres bonitas.
    “Con siglos de antigüedad, los villancicos representan los sentimientos profundos del pueblo, pasando la prueba del tiempo y conmoviendo el alma de quienes los escuchan. Los villancicos traen esperanza para el próximo año, cuyo período culmina con el Nacimiento del Salvador Jesucristo, a través del cual la alegría entró en el mundo.

    Este año, los días 14 y 15 de diciembre tendrá lugar la fiesta de tradiciones y costumbres “Florile Dalbe”, evento anual organizado en el Museo Nacional de la Aldea “Dimitrie Gusti” con el objetivo de presentar las tradiciones navideñas y de Año Nuevo.
    El Museo de la Aldea “Dimitrie Gusti” es la atracción turística más visitada de Bucarest y la tercera del país, después de los castillos de Peleş y Bran.
    “Tendrán la oportunidad de admirar a los grupos de villancicos que recorrerán las callejuelas del museo en un desfile que saldrá desde la entrada de Kiseleff nº 28”, informó la institución museística.
    El museo de la aldea es un “viaje en el tiempo”, un alegato por la autenticidad de la cultura y la civilización del pueblo rumano, del modo de vida tradicional, del sentido artístico y del espíritu inventivo del campesino rumano, pero, igualmente, es uno de los centros más activos y fascinantes de investigación, restauración y conservación del patrimonio cultural nacional.
    Durante los dos días del evento también se realizará una feria de artesanos populares con objetos elaborados por ellos, productos sabrosos y aromáticos de la gastronomía tradicional, así como productos orgánicos. “Se pueden degustar mermeladas y sorbetes, pan de jengibre y pasteles, vino, miel y cozonac”, dijo la fuente citada.

    La magia de las fiestas de invierno comienza con San Nicolás.
    El 6 de diciembre, los rumanos celebran la llegada de Mos Nicolae, una tradición de siglos. Esta festividad representa, cada año, un momento mágico en el que el espíritu de las vacaciones de invierno realmente hace sentir su presencia. Los niños lustran las botas con la esperanza de que, de la noche a la mañana, San Nicolás les traiga dulces y regalos. Los más traviesos encuentran un palo, símbolo de la promesa de ser más obedientes.
    Cuenta la leyenda que San Nicolás ayudó una vez a un grupo de niños pobres llenándoles los zapatos de dulces mediante un milagro. Como muestra de gratitud, la gente entregan regalos y bienes a los menos afortunados durante este período.
    Los preparativos para las fiestas continúa con la decoración del árbol en Nochebuena, una actividad que reúne a toda la familia. El brillo de los globos y el olor del abeto combinan perfectamente con los sabores de los platos tradicionales: sarmale, ensalada boeuf, cozonac y otras delicias típicas para la época de fiesta.
    El 25 de diciembre celebramos el nacimiento de Jesucristo. Los pueblos y las casas de la gente se preparan para las fiestas. Las luces están encendidas y en todas partes se puede sentir el espíritu navideño. En este día, toda la familia, pero especialmente los niños, abren los regalos recibidos de Papá Noel, que se encuentra debajo del árbol bellamente decorado.
    Después de Navidad, los niños continúan la tradición de caminar con la Estrella, cantando villancicos que recuerdan el viaje de los Reyes Magos guiados por la Estrella de Belén. En algunos pueblos, la danza de la cabra y el oso aporta un toque de alegría, ya que es un legado de ceremonias arcaicas.

    Durante los villancicos, se presenta la tradición de los Irozii, jóvenes vestidos de una manera específica que representan una obra popular de tema religioso. La compañía estaba formada por tres príncipes, un ángel y un portero, todos vestidos con trajes nacionales. Los caballeros, con espadas y vainas de madera al cinto, simulan un duelo con Herodes a la entrada de las casas fortificadas.

    A su vez, el arado rumano, tan querido en la infancia, pero cada vez menos visto en la atmósfera urbana de Año Nuevo, tiene profundas raíces en las tradiciones agrarias. Grupos de villancicos tocan campanas y lanzan deseos mágicos de abundancia y fecundidad para el próximo año.
    En los últimos años, tras campañas de investigación y adquisición, el patrimonio del museo de la aldea ha crecido considerablemente; actualmente, la exposición permanente llega a más de 123 complejos distintos, con un total de 363 monumentos, con un patrimonio móvil de más de 50.000 objetos.
    Las fiestas de invierno son más que una época del año; representan un tiempo de reflexión, alegría y conexión emocional con los seres queridos. Desde tradiciones milenarias hasta costumbres contemporáneas, el invierno trae consigo una amplia gama de prácticas culturales que enriquecen nuestra experiencia y nos recuerdan la esencia de la generosidad, la compasión y la esperanza. No importa en qué parte del mundo nos encontremos, las fiestas de invierno nos unen en un espíritu de comunión y bondad, aportando luz y calidez a esta época del año.

  • Noticias del día

    Noticias del día

    INFO – PLUS Titulares:

    El Tribunal Constitucional de Rumanía decidió el viernes, por unanimidad de votos, cancelar todo el proceso electoral de las elecciones presidenciales.

    La selección rumana de balonmano femenino derrotó a Suecia, 25-23, el viernes, en el Grupo principal I del Campeonato de Europa EHF EURO 2024, organizado por Austria, Hungría y Suiza.

    Más de 800.000 rumanos han celebrado este viernes su onomástica, la fiesta de San Nicolás, uno de los santos más populares y al que está ligada la tradición de ofrecer regalos.

     

    Después de las noticias, podrán escuchar dos comentarios sobre las implicaciones políticas, geopolíticas y económicas de las elecciones presidenciales ahora canceladas en Rumanía.

     

    Elecciones canceladas – El presidente rumano, Klaus Iohannis, declaró, este viernes, que la decisión del Tribunal Constitucional CCR de anular el resultado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales se debe a los materiales analizados en la reunión del CSAT, que muestran que un Estado externo intervino e influyó en el proceso electoral a favor de un candidato. Precisó que seguirá la validación de las elecciones parlamentarias, la convocatoria del nuevo Parlamento, las consultas con los partidos y la formación del nuevo Gobierno que establecerá nuevas fechas para las dos vueltas de las elecciones presidenciales. El jefe de Estado afirmó que permanecerá en el cargo hasta que tome juramento el nuevo presidente de Rumanía. Rumanía es un país seguro y sólido y no está en dificultades, precisó también Klaus Iohannis.

    El Constitucional CCR decidió, por unanimidad de votos, cancelar todo el proceso electoral de las elecciones presidenciales. La decisión se produce después de que el candidato independiente Călin Georgescu ganara inesperadamente la primera vuelta de las elecciones, el 24 de noviembre, y se clasificara para la segunda vuelta, junto con Elena Lasconi (USR). Georgescu fue acusado de verse favorecido por la injerencia rusa en el proceso electoral, principalmente a través de una campaña agresiva y concertada para manipular TiKTok. Al mismo tiempo, fue acusado de simpatizar con los legionarios, prorrusos y de extrema derecha. Las reacciones aparecieron inmediatamente después de esta decisión.

    Hoy es el día en que el Estado rumano pisoteó la democracia, afirmó Elena Lasconi. Por su parte, el primer ministro Marcel Ciolacu declaró que la decisión del CCR es la única solución correcta. El presidente de la AUR, George Simion, señala en su página de Facebook que la cancelación de las elecciones presidenciales es un “golpe de Estado en pleno apogeo”. La dirección del PNL afirmó que respeta la decisión del CCR y apoya la estabilidad del país, el correcto funcionamiento de las instituciones y el respeto a los ciudadanos. Esta decisión no tiene precedentes y las instituciones estatales deben aportar más información sobre el “expediente Georgescu” para recuperar la confianza de los ciudadanos, dijo a su vez el presidente de la UDMR, Kelemen Hunor.

     

    Corrupción – La DIICOT (Fiscalía anti-corrupción) anunció, el viernes, que ha abierto una causa penal real en relación con la campaña de Călin Georgescu en las elecciones presidenciales, por la comisión de delitos de operaciones ilegales con dispositivos o programas informáticos, tentativa de delito de perturbación del sistema, funcionamiento de sistemas informáticos y tentativa de delito de acceso ilícito a un sistema informático. El jueves, el CSAT desclasificó la información recibida del SRI, del SIE y del Ministerio del Interior (MAI) sobre la campaña electoral de Călin Georgescu en las elecciones presidenciales. Así, la información presentada indica que la financiación de la campaña de Călin Georgescu en TikTok ascendió a un millón de euros, que hubo acciones de un ciberactor estatal sobre las infraestructuras TI&C que apoyan el proceso electoral y que Rumanía es un objetivo de las agresivas acciones híbridas rusas. El MAI también dice que algunos de los partidarios de Georgescu, involucrados en la promoción y compra de votos, son exponentes de cultos religiosos, criminales y de extrema derecha, previamente involucrados en la promoción de narrativas prorrusas, antisemitas, anti-OTAN o anti-Ucrania, poniendo como ejemplo al líder de un clan.

     

    Deportes – La selección rumana de balonmano femenino derrotó a Suecia, 25-23, el viernes, en el Grupo I del Campeonato de Europa – EHF EURO 2024, organizado por Austria, Hungría y Suiza. Tras este resultado, Rumanía se sitúa en la cuarta posición del grupo, con dos puntos. El jueves, las rumanas fueron derrotados, 30-25, por las vigentes campeonas mundiales Francia. Jugarán en el grupo con Hungría y Polonia. Rumanía participó 14 veces en el Campeonato de Europa femenino, obteniendo sólo una medalla, la de bronce, en 2010. En categoría masculina, el campeón rumano, el Dinamo Bucarest, fue derrotado, también el jueves, en casa, por el equipo francés Paris Saint-Germain, con marcador de 40-33, en el Grupo A de la Liga de Campeones. El Dinamo sufrió su tercera derrota consecutiva en el grupo. Los rumanos disputarán el próximo partido contra el líder del grupo, el Veszprem, de Hungría, el 13 de febrero de 2025.

     

    Fiesta de San Nicolás – Este viernes, los cristianos celebraron a San Nicolás, uno de los santos más populares, al que está ligada la tradición de dar regalos. Fue obispo a principios del siglo IV en Mira, la actual ciudad de Demre en Turquía. Era muy generoso y ayudaba discretamente a los necesitados. Lo hizo de tal manera que quien la recibió no supo de dónde venía la ayuda. De ahí la tradición de que los niños esperen que el santo, popularmente llamado Moş Nicolae, deje regalos en sus botas la mañana del 6 de diciembre. Más de 800.000 rumanos celebran su día de santo en San Nicolás.