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  • La miscelánea: Invierno mágico en Rumanía

    La miscelánea: Invierno mágico en Rumanía

    El invierno en Rumanía es más que solo frío y nieve, es una celebración de la cultura, las costumbres y la belleza natural. En los próximos minutos, vamos a explorar cómo se vive el invierno en distintas regiones de Rumanía, sus tradiciones más queridas y las actividades que no te puedes perder durante esta temporada. Hoy, hablaremos sobre las diferentes formas en que el invierno se manifiesta en el país, desde los valles cubiertos de nieve en los Cárpatos hasta las ciudades llenas de luces y festividades. Además, exploraremos las costumbres que marcan el inicio del año y algunas recomendaciones para disfrutar al máximo de esta estación tan especial.

    Empezamos nuestro recorrido por Muntenia, la región donde se encuentra la capital, Bucarest. Aunque Bucarest no es conocida por tener inviernos excesivamente fríos, el clima puede ser bastante severo en algunas épocas del año, con temperaturas bajo cero y días de nieve. A pesar de la escasez de nieve, la atmósfera navideña en la ciudad es realmente única. Las luces de Navidad cubren las calles, y las plazas se llenan de mercados donde puedes encontrar todo tipo de productos tradicionales, como los cozonaci (pasteles de Navidad) y el vino caliente. Sin embargo, si nos desplazamos un poco hacia las montañas de los Cárpatos, la nieve se convierte en una compañera constante. El Valle de Prahova que incluye destinos como Sinaia o Bușteni, son conocidos por sus hermosos paisajes nevados y sus instalaciones para deportes de invierno. Si nos dirigimos hacia el centro del país, llegamos a Transilvania, conocida por sus paisajes montañosos, castillos medievales y una atmósfera única durante el invierno. En esta región, el frío se siente mucho más intenso y la nieve cubre los valles y bosques, creando un ambiente mágico, casi sacado de un cuento de hadas. Las estaciones de esquí de Poiana Brașov son muy populares entre los turistas, no solo por las excelentes condiciones para practicar deportes de invierno, sino también por la belleza del lugar. Además, las ciudades medievales como Brașov y Sibiu se convierten en centros turísticos durante el invierno, con mercados de Navidad que ofrecen todo tipo de productos artesanales y comida típica. No podemos olvidar el famoso Castillo de Bran, también conocido como el Castillo de Drácula, que en invierno tiene un aire aún más misterioso. Durante esta temporada, muchas personas visitan la región no solo por las actividades al aire libre, sino también por la magia histórica que ofrece.

    En Moldavia, el invierno llega con temperaturas aún más frías y nevadas intensas. Las montañas de la región se cubren de blanco, y los paisajes se vuelven aún más impresionantes. En ciudades como Iași o Suceava, se viven tradiciones muy marcadas en la época navideña, con las calles decoradas de luces y los mercados llenos de productos tradicionales. Una de las particularidades de Moldavia es la importancia de la Navidad y las celebraciones de Año Nuevo. Las familias se reúnen para compartir una comida especial y celebrar en comunidad. Además, Moldavia es famosa por sus tradiciones de villancicos y los rituales que celebran el paso del viejo año.

    Finalmente, en la región de Dobrogea, el invierno es más suave, especialmente en la costa del Mar Negro. Aunque no hay tanta nieve como en las montañas, el clima puede ser ventoso y frío, lo que da un toque especial a la región. Las ciudades costeras como Constanza tienen una atmósfera diferente, pero igualmente acogedora durante las festividades de invierno, con mercados navideños y eventos especiales. Aunque la nieve no es tan frecuente, el invierno en Dobrogea tiene su propio encanto. Imagina pasear por la costa del Mar Negro mientras el viento frío te acaricia la cara y las luces festivas iluminan el puerto.

    Una de las tradiciones más emblemáticas del invierno en Rumanía son los villancicos, denominados en rumano ‘colinde’. Estos cantos se inician generalmente en la víspera de Navidad y continúan hasta Año Nuevo. Los grupos de niños o adultos recorren las casas para cantar villancicos, deseando salud y prosperidad a las familias. Cada región tiene sus propios villancicos, que varían en tono y estilo, pero todos comparten un mensaje de buenos deseos para el próximo año. Además de los villancicos, una de las tradiciones más queridas es el ‘plugusorul’, que se canta en la víspera de Año Nuevo, donde los jóvenes van de casa en casa deseando buena cosecha y suerte para el nuevo año. Los niños y jóvenes visitan las casas para cantar versos que piden prosperidad y buena suerte en el año venidero. Este es un rito muy antiguo que se remonta a las tradiciones agrícolas de Rumanía, donde se celebraba la fertilidad y la abundancia. Por otro lado, la ‘sorcova’ es un ritual realizado en la mañana de Año Nuevo. Los niños llevan una rama decorada, generalmente de una planta llamada sorcova, y la golpean suavemente a los familiares mientras cantan una canción especial que augura salud y éxito para el nuevo año. Por supuesto, no podemos olvidar la gastronomía de invierno en Rumanía. Durante las festividades de Navidad y Año Nuevo, la mesa se llena de platos tradicionales. Los más famosos son los sarmale, que son rollos de col rellenos de carne y arroz, acompañados de polenta. También se sirven piftie (gelatina de cerdo), cozonac (panes dulces rellenos de nueces o cacao) y, por supuesto, los deliciosos mici, unas salchichas a la parrilla muy populares durante las celebraciones. Cada comida en invierno es una oportunidad para compartir con la familia, creando recuerdos que perduran toda la vida.Si te gustan los deportes de invierno, Rumanía es un destino perfecto. Las estaciones de esquí como Poiana Brașov, Sinaia y Predeal ofrecen una amplia gama de actividades para los amantes de la nieve. Además del esquí y el snowboard, también puedes disfrutar de paseos en trineo o de excursiones a pie por la nieve. Si prefieres actividades más tranquilas, el invierno es un momento ideal para el senderismo. Las montañas rumanas ofrecen rutas únicas y espectaculares cubiertas de nieve, donde podrás disfrutar de la paz y belleza natural. Las ciudades como Sibiu, Brașov o Cluj-Napoca también son ideales para disfrutar de las luces de Navidad y de los mercados típicos de invierno.

    Y con eso terminamos nuestro recorrido por el invierno en Rumanía. Esta temporada no solo nos trae paisajes impresionantes, sino también una gran riqueza cultural que se expresa a través de nuestras tradiciones y costumbres. Y con esto llegamos al final de nuestro programa sobre el invierno en Rumanía. Espero que, a través de las historias, las tradiciones y los paisajes que hemos compartido hoy, hayan podido sentir un pedazo de la magia que envuelve este maravilloso país durante los meses fríos del año. Como hemos visto, el invierno en Rumanía no es solo un momento para disfrutar de la nieve y el frío, sino también una oportunidad para sumergirse en la calidez de sus costumbres y la generosidad de la gente. Si alguna vez deciden visitar Rumanía durante el invierno, les aseguro que cada rincón de este país les ofrecerá algo único: desde los castillos medievales de Transilvania cubiertos de nieve hasta las montañas de los Cárpatos llenas de vida y deporte. Y, por supuesto, no olviden la calidez de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, donde las tradiciones rumanas les harán sentir como parte de una gran familia, más allá de cualquier frontera.

     

  • Sabores de Navidad en Rumanía, un festín de tradiciones y delicias

    Sabores de Navidad en Rumanía, un festín de tradiciones y delicias

    La Navidad en Rumanía es un momento especial para compartir en familia, y como en muchas otras culturas, la comida juega un papel crucial en estas celebraciones. Durante estas fiestas, las mesas se llenan de platos tradicionales que reflejan la diversidad de la cocina rumana, con influencias de Europa del Este, pero también con toques únicos que hacen de cada comida una experiencia inolvidable. Los rumanos consideran la comida no solo como sustento, sino como una forma de conectarse con sus raíces y tradiciones.

    Comenzamos nuestra jornada culinaria con uno de los platos más representativos: sarmale. Las sarmale son hojas de col rellenas de carne de cerdo y arroz, y a menudo se cocinan con especias como el eneldo. Este plato se sirve en grandes cantidades y, según la región, puede acompañarse de crema agria y polenta. Es un plato que se comparte en familia y se sirve durante toda la Navidad. Otro plato importante es el piftie, una especie de gelatina hecha de carne de cerdo o de res. Es muy popular en las mesas navideñas y se prepara cocinando lentamente las partes menos comunes del cerdo, como los huesos o las patas, para obtener un caldo espeso y gelatinoso. Se sirve frío y, a menudo, se adorna con ajo y hierbas. En muchos hogares rumanos, el piftie es un plato de bienvenida durante las reuniones festivas. Y cómo olvidar el lebăr: un embutido que se elabora con hígado de cerdo, arroz y especias, todo cocido en una tripa de cerdo. Aunque en algunas regiones de Rumanía se sirve durante todo el año, es especialmente popular en Navidad.

    Los acompañamientos también son esenciales en una comida navideña rumana. Uno de los favoritos es la polenta o mămăligă, una masa a base de maíz que se sirve como acompañante de la carne. Su sabor suave complementa perfectamente los platos más fuertes y se sirve tanto caliente como fría. Otro acompañante importante son las jumări, que son trozos de grasa de cerdo frita. Aunque puede sonar simple, su sabor es absolutamente delicioso y es un aperitivo que se disfruta mucho antes o después de la comida principal. Las jumări también se usan en muchos platos tradicionales rumanos, como el sarmale o en ensaladas. El caltaboș es otro embutido típico que no falta en las celebraciones. Este plato consiste en una especie de morcilla o embutido, hecho con carne de cerdo, arroz y especias, todo cocido dentro de una tripa. Se sirve como aperitivo o acompañamiento y tiene un sabor muy característico que forma parte de la identidad culinaria rumana. No podemos olvidarnos de los cârnați o chorizos, que en Rumanía se preparan de manera especial durante la Navidad. A menudo, los rumanos preparan diferentes tipos de chorizos caseros, a veces ahumados, que se cocinan en la parrilla o se sirven fritos. Los cârnați son parte de las tradiciones de Navidad y, como los demás platos, se disfrutan en grandes cantidades durante las festividades.

    Ahora pasemos a lo más dulce de la Navidad rumana: los postres. Uno de los más queridos es el cozonac, un pan dulce relleno de nueces, cacao, pasas y, a veces, frutas confitadas. Se prepara en grandes cantidades y se hornea con cariño, ya que es un plato que requiere tiempo y paciencia. El cozonac se sirve en rebanadas finas y es el acompañante perfecto para una taza de té o café. Otro dulce muy popular es el colaci, una especie de pan trenzado que se elabora con una masa similar a la del cozonac, pero con una textura más densa. Se sirve en la víspera de Navidad y es símbolo de buena suerte y prosperidad para el nuevo año. Como pueden ver, la Navidad en Rumanía no es solo una festividad religiosa, sino también un festín de sabores, texturas y aromas. Los platos tradicionales no solo nutren el cuerpo, sino también el alma, y son una forma de mantener viva la cultura y las tradiciones del país.

    Desde el piftie hasta el cozonac, cada bocado cuenta una historia y cada plato es una muestra de hospitalidad y amor familiar. Si alguna vez tienen la oportunidad de visitar Rumanía en Navidad, no olviden probar estas delicias. ¡Les aseguro que será una experiencia inolvidable! Y para aquellos que ya disfrutan de estas tradiciones, que este año la Navidad sea aún más sabrosa y llena de momentos especiales. ¡Gracias por acompañarnos en esta emisión! ¡Les deseamos una Feliz Navidad llena de alegría, amor y, por supuesto, buena comida!

     

     

     

  • 063 Rumaniando en la radio

    063 Rumaniando en la radio

    Iniciamos nuestra incursión por la región del Altiplano, una de las más largas de las 7 regiones incluidas en la Via Transilvanica, con objetivos tan interesantes como la ciudad de Bistrita y el Paso Tihuta, entre otros. Hoy tenemos etapa doble entre las localidades de Poiana Negri, Lunca Ilvei y Piatra Fantanele.

     

     

  • La miscelánea: Día de los Difuntos en Rumanía – misticismo y tradiciones

    La miscelánea: Día de los Difuntos en Rumanía – misticismo y tradiciones

    Comenzamos recordando que, alrededor del mundo, muchas culturas tienen sus propias formas de rendir homenaje a los difuntos. Sin embargo, en Rumanía, estas tradiciones tienen un matiz único, una mezcla fascinante de costumbres cristianas ortodoxas y antiguos ritos precristianos. Rumanía es predominantemente ortodoxa, y la Iglesia juega un papel esencial en estas celebraciones. Una de las tradiciones más significativas es la de los “Moșii de toamnă”, o “Abuelos de otoño”. Se trata de una serie de sábados dedicados a recordar a los antepasados, donde las familias acuden a las iglesias y cementerios para realizar ofrendas y oraciones. Pero, ¿en qué consisten estas ofrendas? Las familias preparan comidas tradicionales como la colivă, un postre hecho de trigo cocido, miel y nueces, que simboliza la resurrección y la vida eterna. También ofrecen pan, vino y frutas, que son bendecidos por el sacerdote antes de ser distribuidos entre los asistentes y, simbólicamente, compartidos con los difuntos.

    En los días previos, es común ver a las familias en los mercados comprando flores y velas. La luz juega un papel fundamental en estas tradiciones. Se encienden velas en las tumbas y en las ventanas de las casas para iluminar el camino de las almas que regresan a visitar a sus seres queridos. Es una forma de guiar y honrar a aquellos que ya no están en el mundo de los vivos. Pero las tradiciones rumanas van más allá de lo visible.

    Existen numerosas leyendas y mitos que enriquecen esta celebración. Se dice que durante este período, el velo entre los mundos es más delgado, permitiendo que los espíritus transiten libremente. Aquí es donde aparecen figuras como el “vâlva”, espíritus protectores de la naturaleza y los hogares, que pueden ser benevolentes o traviesos. Y, por supuesto, no podemos hablar de Rumanía sin mencionar su conexión con las leyendas de vampiros y la figura de Drácula. Aunque el conde Drácula es una creación literaria, está inspirado en el personaje histórico de Vlad Țepeș, también conocido como Vlad el Empalador. Si bien estas historias son más propias del folclore y el turismo, reflejan ese halo de misterio que envuelve a las tradiciones rumanas sobre la vida y la muerte.

    A continuación exploraremos las tradiciones únicas del Día de los Difuntos en diferentes regiones de Rumanía. Cada zona tiene costumbres específicas que reflejan la rica herencia cultural de nuestro país. Desde los habitantes de Oltenia, en el sur del país, hasta los transilvanos del centro, cada comunidad mantiene vivas las memorias de sus seres queridos de una manera especial. En Oltenia, el Día de los Difuntos es una celebración de carácter profundamente espiritual. La gente suele ir al cementerio unos días antes del día dedicado a los muertos para limpiar las tumbas y adornarlas con flores, especialmente crisantemos, que simbolizan la memoria. En la noche anterior al Día de los Difuntos, es costumbre que las familias preparen una mesa con platos tradicionales, como sarmale, coliva y cozonaci.  Un aspecto interesante es que, en algunas localidades, se organizan procesiones en el cementerio, donde se cantan himnos religiosos y se encienden velas, creando un ambiente solemne y lleno de respeto.

    En Transilvania, las costumbres relacionadas con el Día de los Difuntos son igualmente variadas. Aquí, en algunos pueblos, existe la tradición de llenar las tumbas con heno o flores silvestres, simbolizando un lugar de descanso placentero para las almas de los fallecidos. Los transilvanos también tienen una serie de rituales específicos, como encender velas en las tumbas como símbolo de la luz que guía las almas en el más allá. Además, la coliva juega un papel importante, siendo preparada con mucho cuidado. En algunas zonas, hay la costumbre de reunir la coliva en un solo lugar, donde se lleva a cabo un pequeño servicio religioso, y luego se reparte entre los asistentes. Este acto simboliza la comunión entre los vivos y los muertos.

    En Moldavia, región ubicada en el este de Rumanía, el Día de los Difuntos se marca con una serie de costumbres que reflejan el devoto recuerdo hacia los que han partido. Los moldavos suelen recordar a los muertos organizando mesas festivas en las que se sirve coliva, vino y platos tradicionales. Estas comidas se preparan en honor a los que han pasado a la otra vida y son una ocasión para que las familias se reúnan. Otro hábito específico de Moldavia es encender velas no solo en el cementerio, sino también en casa, para crear un ambiente de tranquilidad y llamar a las almas a regresar en medio de la familia. Además, se cree que en la noche anterior al Día de los Difuntos, las almas regresan a casa, por lo que las familias preparan lugares especiales para ellas. Así, observamos que, aunque existen diferencias entre las tradiciones regionales de Rumanía, todas ellas tienen en común un profundo respeto y un amor incondicional por aquellos que nos han dejado. Ya sea en Oltenia, Transilvania o Moldavia, los rumanos mantienen vivas las memorias a través de rituales que refuerzan los lazos familiares y comunitarios.

    El Día de los Difuntos nos recuerda la fragilidad de la vida, pero también la belleza de los recuerdos que guardamos en nuestros corazones.

     

     

  • El día de la blusa tradicional rumana

    El día de la blusa tradicional rumana

    El 24 de junio Rumanía celebra el Día de la ie, la blusa con grandes y coloridos bordados a mano, o simplemente blanca, símbolo de tradiciones ancestrales y parte inestimable de la cultura rumana.

    Originalmente confeccionada con tela de cáñamo tejida en casa durante la guerra, la ie siempre ha sido la pieza central de la indumentaria femenina tradicional rumana. Con el paso del tiempo, empezó a confeccionarse con lino y tela de hilo de seda, para las ie festivas, o con lino y cáñamo con urdimbre de algodón, para las ie cotidianas,  diferenciándose, según las regiones, tanto en los motivos como en las técnicas de decoración, transmitidas de generación en generación.

    Los colores utilizados en las costuras suelen ser en dos o tres tonos, pero también los hay cosidos enteramente con hilo negro, como en las de Marginimea Sibiului. Dependiendo de la especificidad de la zona, se añaden colores pastel, hilos metálicos, flores, mariposas y abalorios, y los motivos utilizados para la decoración incluyen flores, figuras geométricas, animales y elementos cósmicos, todos ellos representados con formas estilizadas.

    La comunidad en línea La Blouse Roumaine propuso en 2012 que el 24 de junio, fiesta del Nacimiento de San Juan Bautista y antigua fiesta del Solsticio de Verano y Día de Sanziene (hadas de verano de la mitología rumana), se convirtiera en un día dedicado a blusa tradicional rumana y se conociera como Día Universal de la ie. Y en junio de 2013 tuvo lugar la primera edición con el lema «El Solsticio de Verano viste al Planeta en ie», que desencadenó un verdadero movimiento cultural y devolvió el protagonismo a la camisa tradicional rumana y a la vestimenta tradicional rumana.

    Este año, el tema del Día Universal de la ie fue «Un nuevo comienzo, dar reconocimiento», y se invitaba a todas las marcas internacionales de moda «a venir a Rumanía, a respetar nuestra cultura y, si quieren inspirarse, a reconocer nuestros orígenes y a implicar creativamente a las personas que, de generación en generación, han creado, enriquecido, preservado y transmitido nuestro yoi tradicional, la camisa y la ropa tradicional», se puede leer en la página de Facebook de La Blouse Roumaine.

    El Día Universal de la ie se celebra actualmente en más de 60 países y 130 localidades, con cientos de actos organizados anualmente. La efeméride ha pasado a formar parte del programa de museos e instituciones culturales de Rumanía y del extranjero, siendo señalada tanto por las embajadas como por las misiones diplomáticas rumanas, y desde el 1 de diciembre de 2022, los elementos del «Arte de la camisa bordada: un elemento de identidad cultural en Rumanía y la República de Moldavia» fueron inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

    Este año, por con ocasión del día de la ie, rumanos de todo el mundo han hecho historia en Núremberg: el Centro Cultural Rumano-Moldavo-Alemán “Dumitru Dorin Prunariu” ha conseguido entrar dos veces en el Libro Guinness de los Récords: por haber elaborado la faja más larga en tres meses, que mide 1.667,41 metros, y por haber confeccionado la faja más pesada, con un peso de 70 kilos. La faja rumana se midió recientemente por un comité del Libro Mundial de los Récords, en el que participaron más de mil personas de organizaciones muy diversas, desde Nueva Zelanda hasta Moldavia.

    Versión en español: Antonio Madrid

  • La miscelánea: Rutas en bici por Rumanía

    La miscelánea: Rutas en bici por Rumanía

    Según las estadísticas, el sector da empleo a más de un millón de personas y ha experimentado un crecimiento espectacular de cerca del 450% en los últimos cinco años.

    Últimamente, la bicicleta se ha hecho más popular, convirtiéndose en una opción cada vez más atractiva independientemente de la edad o el estatus social. La pandemia de coronavirus y el riesgo de su propagación en el transporte público no hicieron sino acelerar la transición a este medio de transporte alternativo y la nueva tendencia es sin duda beneficiosa tanto para nuestra salud como para la protección del planeta.

    Según los últimos datos analizados, Bucarest cuenta con unos 56 kilómetros de carriles bici, pero en más de la mitad, es decir 31 km, no se puede circular de manera segura ya que el nivel de calidad difiere de una vía a otra. A pesar de esto, los estudios demuestran que tres de cada diez rumanos ya poseen una bicicleta y en ciudades casi atascadas por el tráfico, cada vez más rumanos optan por desplazarse, incluso al trabajo, sobre dos ruedas en lugar de cuatro. Es verdad que algunos países y ciudades de Europa son muy amigos de los ciclistas, como es el caso de Países Bajos. Sin embargo, el número de personas que nunca van en bicicleta sigue siendo sorprendentemente alto. En 2019, solo el 8 % de los ciudadanos de la UE utilizó a diario una bicicleta o un patinete personal, incluidas las versiones eléctricas. Los Países Bajos y los países nórdicos encabezan la lista de países amigos de los ciclistas. Estos países también tienen el mayor número de bicicletas de propiedad personal, según muestran los datos de un Eurobarómetro citado por Euronews.

    El ciclismo es una de las actividades recreativas más agradables. Nos ayuda tanto a mejorar la salud como a relajarnos. Una de las mejores formas de recargar las pilas al final de la semana es una excursión en bicicleta por la naturaleza. Afortunadamente, en Rumanía no faltan rutas ciclistas de distintos grados de dificultad, que atraviesan hermosas regiones y pasan por importantes lugares de interés. Rumanía se enorgullece de una gran cantidad de monumentos para visitar en cualquier estación, paisajes pintorescos y senderos de montaña perfectos para pasear.

    Ya que un paseo en bicicleta sólo puede traernos beneficios, tanto física como mentalmente, les propongo tres rutas en bicicleta por Rumanía. Para ver paisajes increíbles y vistas encantadoras no tienen por qué pasarse horas en un coche en el tráfico. Pueden disfrutar del aire fresco del exterior y de los paisajes pintorescos de nuestro país montando en su bicicleta favorita siempre que tengan tiempo y ganas.

    Les invito a escuchar el programa completo para descubrir tres rutas en bici maravillosas de Rumanía haciendo  clic en el boton rojo Play.