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  • Rumanía y las industrias estratégicas

    Rumanía y las industrias estratégicas

    De visita en Rumanía en el marco de una gira europea, el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Stéphane Séjourné, responsable de prosperidad y estrategia industrial, prometió apoyar importantes sectores de la industria nacional, desde la producción de baterías hasta el acero. Anunció que el mes que viene la Comisión Europea publicará un plan estratégico que simplificará el marco normativo para la reindustrialización y abarcará todo el sector de las baterías, incluida la descarbonización y la competitividad de las empresas.

    Junto con el ministro de Economía, Bogdan Ivan, visitaron la fábrica rumana Prime Batteries Technology, que produce baterías de iones de litio de última generación y sistemas personalizados de almacenamiento de energía. El funcionario europeo mantuvo reuniones con las autoridades de Bucarest y también visitó el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Aeroespacial, el principal centro de investigación científica aeroespacial del país. En este contexto, afirmó que Rumanía es uno de los países más industrializados de Europa y que apoyará la continuación de este proceso. «Necesitamos a Rumanía en estos tiempos de incertidumbre económica y de reindustrialización», afirmó.

    Por su parte, el ministro Bogdan Ivan subrayó la importancia de esta visita como claro mensaje de que la Unión apoya a Rumanía para que se convierta en un actor clave de las nuevas industrias. Bogdan Ivan:

    «Cuando hablamos del desarrollo industrial de Europa y de reducir la dependencia de otros continentes, hablamos de maximizar el uso de los recursos que tenemos aquí, y Rumanía tiene enormes recursos de materiales críticos. También tiene una posición geoestratégica extremadamente importante». 

    El ministro añadió que la atención se centrará en proyectos complementarios entre los Estados miembros de la UE, evitando la competencia interna y alineando los objetivos nacionales con la visión europea. Se espera que el valor del mercado mundial de baterías se duplique en los próximos años, impulsado por la creciente demanda de baterías de iones de litio, consideradas las soluciones más eficientes de almacenamiento de energía para los sectores de la automoción y la energía.

    En la actualidad, Europa depende en gran medida de las importaciones de metales raros y produce muchas menos baterías de las que necesita el mercado. Para reducir esta dependencia, la Unión Europea aspira a convertirse en el segundo productor mundial de baterías, después de China.

    En cuanto a la industria siderúrgica rumana, el funcionario de la UE dijo que es un sector clave para las baterías, los automóviles y la energía eólica, y que será un tema prioritario durante su próxima visita a Bucarest.

    Versión en español: Antonio Madrid

  • Plan para la reindustrialización de Rumanía

    Plan para la reindustrialización de Rumanía

    Por primera vez en los últimos 35 años, en Rumanía se ha anunciado un importante plan de reindustrialización del país. Con un valor de 3 mil millones de euros, llega tras décadas en las que el país ha perdido varias ramas industriales y está destinado a apoyar las actividades de producción industrial con componentes que se dirigen tanto a la gran industria, para la renovación tecnológica, como a componentes relacionados con la pequeña industria o la industria manufacturera.

    El viceprimer ministro Marian Neacșu, coordinador de este ambicioso plan, nos habla sobre el contexto y la magnitud de este enfoque.

    «Es un primer paso hacia la revitalización de la industria rumana. Como es sabido, durante y después de la pandemia, la industria rumana, así como la europea y mundial, ha registrado una importante regresión. Después de la pandemia llegó la crisis energética, luego inmediatamente la guerra en Ucrania y, por último, pero no menos importante, la crisis de materias primas esenciales y valiosas. Desde el período de la pandemia hasta ahora no ha dejado de disminuir en porcentaje del PIB y ha tenido un impacto negativo en el crecimiento económico, donde debería tener la contribución más importante. Esta fue una primera señal de alarma. El segundo componente que ha generado dicho planteamiento ha venido determinado por el déficit de la balanza comercial, donde las ramas industriales registran, además de una regresión importante, también un desequilibrio sumamente importante. Les daría solo algunos ejemplos: según el informe del Instituto Nacional de Estadística correspondiente al primer semestre de este año, el grupo de productos químicos y derivados registró un volumen de exportación de 3 mil millones de euros y un volumen de importación de 10.600 millones de euros, por lo que sólo un déficit de unos 7600 millones de euros. En maquinaria y equipo tuvimos exportaciones de 25.260 millones e importaciones de 27.000 millones, y en productos manufacturados y bienes exportaciones de 8600 millones e importaciones de 12.600 millones. Obviamente, los principales objetivos que hemos perseguido han sido revitalizar la industria rumana y situarla en una base eficiente y orientada al crecimiento, y reducir el déficit de la balanza comercial».

    El plan se centrará en tres grandes pilares: apoyo a las inversiones estratégicas en la industria de transformación, ayudas estatales a las grandes empresas que realicen inversiones capaces de reducir las emisiones directas de gases de efecto invernadero, respectivamente el consumo de energía y el apoyo a las empresas productoras de materias primas. Marian Neacșu añade:

    «Sin duda, es un plan ambicioso de medidas el que proponemos. Se circunscribirá a una estrategia en la que se está trabajando en estos momentos, una estrategia general de, llamémosla reindustrialización, aunque pueda parecer un poco demasiado. Este es el primer paso y lo que estamos apuntando particularmente son horizontes a largo plazo, porque generalmente nos enfocamos en objetivos de inversión importantes. Podemos tener los primeros efectos entre 2025 y 2026 y estamos apuntando este conjunto de medidas al menos hasta 2031».

    Invitado a Radio Rumanía, el profesor doctor Mircea Coșea, especialista en macroeconomía, dice que la reindustrialización es algo muy bueno, pero, en su opinión, aún queda cosas por completar:

    «Se hace hincapié en la industria siderúrgica, la industria metalúrgica, la industria química, que son cosas importantes, pero todo lo que significa modernización y revolución industrial muestra que estas fases están anticuadas en Europa. Estas industrias consumen mucha energía y son contaminantes, por mucho que hayan progresado últimamente. Estas industrias se fabrican en otros países, principalmente en los países BRICS, y Rumanía puede importarlas a muy buen precio si las necesita, si tiene los medios para comprarlas. O, ¿con qué deberían comprarlas? Con el mayor valor añadido que podría producir en la tercera o cuarta fase de la revolución industrial. Miren, Hungría también tiene un programa de reindustrialización y apuesta por todo lo que significa tecnología moderna: el mayor centro de investigación científica sobre tecnologías de la información, de Huawei está en Budapest; fabrican baterías eléctricas de última generación, automóviles eléctricos y así por el estilo. Hay que hacer mucho hincapié en la cuarta fase de la revolución industrial. Esto significa que debemos desarrollar, además de este programa de reindustrialización, un programa para volver a lo que fue Investigación y Desarrollo, institutos de investigación, esta industrialización también debe estar correlacionada con la investigación y el desarrollo, no depender solo de la compra de licencias».

    Una opinión que no discrepa de las ambiciones de los gobernadores: «a través de la implementación de la Estrategia Industrial de Rumanía, el objetivo es modernizar la industria del país y aumentar su nivel de competitividad, alineado con los requisitos del futuro, dada la doble transición, verde y digital».

    Versión en español: Mihaela Stoian