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  • Mecanismo de crecimiento para la República de Moldavia

    Mecanismo de crecimiento para la República de Moldavia

    Los analistas y responsables políticos occidentales coinciden en que la República de Moldavia (exsoviética, de mayoría rumanohablante) es el más frágil de los vecinos de Ucrania, invadida por tropas rusas. Sin embargo, la presidenta prooccidental Maia Sandu y el Gobierno dirigido por Dorin Recean están consiguiendo mantener el país a flote y perseveran en el nada fácil camino de la integración europea, objetivo que, tras un referéndum celebrado el año pasado, se incluyó en la Constitución. La República de Moldavia, objetivo de una guerra híbrida orquestada por Moscú y aderezada con una intensa propaganda mentirosa, sometida a repetidos intentos de desestabilización política, anfitriona, aunque sea temporalmente, de numerosos refugiados ucranianos, a los que tiene que proporcionar condiciones de vida, no habría podido resistir estos tres últimos años sin el apoyo constante de la vecina Rumanía y de Occidente en general.

    Las comisiones especializadas del Parlamento Europeo aprobaron el jueves el informe legislativo del europarlamentario rumano Siegfried Mureșan (PPE-PNL, cogobernante en Bucarest) sobre los casi 2.000 millones de euros del Mecanismo de Crecimiento para la República de Moldavia, que pide aumentar la prefinanciación del 7% del importe total propuesto por la Comisión Europea al 20%.

    Según Mureșan, «es importante que estos fondos lleguen a la República de Moldavia lo antes posible para financiar carreteras, hospitales, puentes y modernizar la administración pública. Son medidas que elevan el nivel de vida de la población y aceleran la integración europea. Son medidas que también ayudarán a la República de Moldavia a superar la crisis económica y energética provocada por el nuevo chantaje de la Federación Rusa al suministro de gas.»

    «La Unión Europea sólo puede ser segura y estable si la República de Moldavia es también segura, estable e independiente energéticamente. Por eso nuestro objetivo, el objetivo de la Unión Europea, es ayudar a la República de Moldavia a modernizarse, desarrollarse y librarse de su dependencia energética de Rusia»,  añadió el eurodiputado rumano.

    «Del importe total de 1.920 millones de euros, 420 millones se destinarán al componente de subvención para la República de Moldavia, mientras que los 1.500 millones restantes son préstamos garantizados con el apoyo de la Unión Europea», explicó Dan Barna, europarlamentario de la USR (en la oposición en Bucarest) y ponente de RENEW en este expediente.

    La votación en el Parlamento Europeo allana el camino para el llamado procedimiento de diálogo a tres bandas entre la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo, que decidirá la forma final de la legislación sobre el apoyo a Chişinău. Está previsto que los diálogos a tres bandas comiencen en febrero, y la votación final podría tener lugar en la legislatura de la UE en marzo.

  • Nueva legislatura en Bruselas

    Nueva legislatura en Bruselas

    Los resultados mostraron que los partidos centristas conservan una mayoría clara en el Parlamento Europeo: el Partido Popular Europeo sigue siendo el grupo más numeroso en la legislatura, con un aumento significativo en comparación con las elecciones anteriores; la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas ocupó el segundo lugar, perdiendo algunos lugares, y el grupo Renew se mantuvo en tercer lugar, a pesar de la caída en el número de votos recibidos.

    Los dos grupos políticos de extrema derecha, el Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) y el Grupo de Identidad y Democracia (ID), obtuvieron juntos 14 escaños más que antes, pero aun así es demasiado poco para incluirlos en la cocina política del Parlamento, según los analistas. Los dos grupos ocupan el cuarto y el quinto lugar en escaños en esta legislatura y obtuvieron por debajo de las expectativas previstas antes de los comicios. Los Verdes cayeron del cuarto al sexto lugar, y el grupo de Izquierda ocupa el séptimo lugar, con menos escaños que en el pasado. Los parlamentarios de partidos no afiliados o independientes suman casi 100 escaños.

    Si nos fijamos en el equilibrio de fuerzas, con más de 400 escaños obtenidos por las tres principales fuerzas políticas, el equilibrio de poder en el Parlamento Europeo parece prácticamente inalterado. Sin embargo, lo que ha causado malestar en la clase política y ha generado fuertes reacciones han sido los importantes avances de la extrema derecha en países como Francia o Alemania, donde, según los analistas, la insatisfacción con la gestión de la pandemia y las tensiones geopolíticas han contribuido a este resultado.

    ¿Qué mensaje envían los votantes a la Comisión Europea? ¿Es un voto sancionador de algunos países occidentales? Sorin Ioniţă, presidente de Expert Forum:

    «Ha habido muchos cambios en las sociedades occidentales en las últimas décadas, desde la globalización, el aumento de la inmigración, se ha hablado mucho sobre el cambio climático, los cambios en las tecnologías y la gente está estresada, quiere un pequeño descanso de este ritmo tan rápido de cambio, quiere un poco de tiempo para asimilar y digerir todo este cambio y, básicamente, votan con fuerzas populistas, de un tipo u otro, que les dicen: ¡Vamos a ser como antes, vamos a parar el cambio!, lo que obviamente no va a suceder. No hemos visto grandes sorpresas en comparación con lo que decían las encuestas, y estos extremistas de derecha están muy bien divididos en dos grandes campos: algunos son pro-Kremlin, por así decirlo, y otros son pro-occidentales, pro-atlánticos. Y aquí está la gran diferencia, por ejemplo, entre Giorgia Meloni y los polacos, por un lado, que nunca jugarán con Rusia, y los alemanes de la Alternativa para Alemania (AfD), que tienen un perfil preocupantemente alto, quizás incluso el partido de Marine Le Pen en Francia, pero ella también se ha moderado».

    Hablando a su vez sobre la extrema derecha europea, el profesor Ștefan Popescu, analista y comentarista de política exterior, cree que su ascenso continuará:

    «Estamos en un período de crisis, crisis sucesivas, que no se han resuelto. La crisis económica tras la pandemia de COVID-19, la crisis económica provocada por la guerra en Ucrania, la competencia con China y Estados Unidos, que lleva a una erosión de la economía europea, la presión migratoria, las cuestiones de seguridad, los ecos de la guerra en Oriente Medio, todo esto no hará más que crear un ambiente de incertidumbre, que proporcionará un terreno fértil para estos movimientos».

    El profesor de ciencias políticas, Andrei Țăranu, invitado a Radio Rumanía, habla sobre el contexto de las elecciones, sobre los principales temas que preocupan a los ciudadanos europeos:

    «Europa occidental está muy interesada y tiene el problema relacionado con la guerra en Ucrania y el problema de la paz y todo lo relacionado con una nueva política de armamento de la Unión, sobre la posibilidad de construir un ejército europeo, (…) mientras que en Europa del Este los problemas económicos son los más graves. La mayoría de los europeos del Este están interesados en una posible crisis a nivel de la UE, desde los países bálticos hasta Grecia. El problema de los procedentes del sur del continente (Grecia, Italia y España, exceptuando Portugal) sigue siendo la migración procedente del norte de África y Oriente Medio, mientras que los problemas de los países escandinavos siguen siendo más bien el cambio climático. Los de Occidente tienen este problema relacionado con una reconstrucción europea, una revisión de los tratados, para que haya una mayor implicación de la Unión, de la burocracia europea en la existencia y en la vida de los ciudadanos europeos, mientras que los del Este desconfían bastante, digamos, de una mayor implicación política de la Unión Europea, incluso en cuestiones de justicia, derechos humanos y así por el estilo».

    ¿Cuáles deberían ser las prioridades de la nueva Comisión? De nuevo, el profesor Ştefan Popescu:

    «Las prioridades serán muy importantes y, yo diría, esenciales, como nunca antes, para el rumbo de la UE. En primer lugar, esta Comisión todavía tendrá que seguir gestionando la guerra en Ucrania, cómo seguirá prestando ayuda la Unión a Ucrania, especialmente si el 5 de noviembre se anuncia que tendremos un cambio de equipo en la Casa Blanca a partir del 21 de enero. Luego, la gestión de la situación posconflicto, porque esta guerra no durará otros cinco años, aunque dure un año más».

    Por ello, la expansión a los Balcanes Occidentales, a Ucrania y a la República de Moldavia, como vemos, depende de varios factores, pero esta ampliación requerirá una reforma sustancial del proceso de toma de decisiones a nivel europeo, concluye Ștefan Popescu.

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Negociaciones para los altos cargos de la UE

    Negociaciones para los altos cargos de la UE

    Reunidos informalmente esta semana por primera vez desde las elecciones al Parlamento Europeo del 6 al 9 de junio, los jefes de Estado y de Gobierno europeos debatieron en Bruselas el reparto de los más altos cargos de la UE. Más concretamente, las discusiones se centraron en las propuestas del Consejo Europeo para tres de los cuatro puestos principales de la UE: presidente de la Comisión, presidente del Consejo y jefe de la diplomacia.

     

    Los futuros titulares son nombrados por el Consejo y también deben ser votados por el Parlamento. Las negociaciones también deben tener en cuenta la configuración de la mayoría parlamentaria resultante de las elecciones, así como la necesidad de equilibrio entre los países occidentales y orientales.

     

    La actual jefa del Ejecutivo de la UE, Ursula von der Leyen, es la que tiene más posibilidades de convertirse en presidenta de la Comisión. El contexto político europeo tras la elección de la nueva legislatura está dominado por el Partido Popular Europeo (PPE), que agrupa a los partidos de 13 de los 27 líderes, además de la Unión Democrática Cristiana de la que procede von der Leyen.

     

    Para seguir al frente del Ejecutivo europeo, Ursula von der Leyen debe contar además con una mayoría cualificada de al menos 15 países, que representen el 65 % de la población de la UE, y después con una mayoría absoluta de 361 diputados en el nuevo Parlamento Europeo, que votará por primera vez en la nueva legislatura el 16 de julio.

     

    Además de la presidencia de la Comisión, los Estados miembros deben decidir quién será el próximo presidente del Consejo Europeo, así como el jefe de la diplomacia europea. Los socialdemócratas, segundo grupo político del Parlamento Europeo, abogan por que el ex primer ministro portugués António Costa suceda al belga Charles Michel. El socialista portugués, de 62 años, se vio obligado a dimitir el pasado noviembre como jefe del gobierno de Lisboa tras ser investigado en su país por tráfico de influencias, pero muchos diplomáticos afirman que esto no es un obstáculo insalvable, ya que las sospechas sobre él parecen estar desvaneciéndose. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, o el ex primer ministro italiano, Enrico Letta, son otros candidatos a presidir el Consejo Europeo.

     

    Un tercer grupo, Renew (Renovar), también es mayoritario en el Parlamento Europeo y probablemente se sienta con derecho a ocupar el puesto de jefe de la diplomacia europea, de ahí el nombre de la primera ministra estonia, Kaja Kallas, o del primer ministro belga, Alexander De Croo, ambos del grupo Renew. Al mismo tiempo, Roberta Metsola, presidenta del Parlamento Europeo a partir de enero de 2022, parece haberse asegurado el cuarto puesto más importante de la UE.

     

    Un elemento que complica las negociaciones es el reparto de funciones entre Europa Occidental y Oriental. Occidente parece tener candidatos en todos los frentes, mientras que Oriente sólo cuenta con Kaja Kallas, la primera ministra estonia. Está previsto que los líderes tomen una decisión formal en una cumbre los días 27 y 28 de junio, en la que también debatirán los objetivos políticos para los próximos cinco años en ámbitos importantes como la defensa y la economía.

    Versión en español: Antonio Madrid

  • Acuerdo sobre la Ley Europea de Libertad de los Medios de Comunicación

    Acuerdo sobre la Ley Europea de Libertad de los Medios de Comunicación

    La futura Ley de Libertad de los Medios de Comunicación obligará por primera vez a los países miembros a garantizar la independencia editorial de la prensa pública mediante una financiación sostenible y previsible, en medio de la preocupación por la politización.

     

    El documento establece un marco legislativo general para todos los Estados miembros, que las legislaciones nacionales deberán respetar. Las nuevas normas también garantizarán el derecho de los ciudadanos a tener acceso a información diversa. La primera obligación de los Estados miembros es garantizar la independencia de las autoridades nacionales de reglamentación de los medios de comunicación, que pueden interferir en la actividad de los periodistas.

     

    La ley también estipula la obligación de que las empresas de medios de comunicación hagan visible su participación accionarial, de modo que el público y otras empresas de medios sepan quién es el financiador y si puede haber un vínculo entre la política editorial y determinados intereses. Por otra parte, los proveedores de servicios públicos de medios de comunicación tendrán que financiarse mediante procedimientos transparentes y objetivos, y los fondos asignados deberán ser sostenibles y previsibles.

     

    De la misma forma, los proveedores de servicios de medios de comunicación estarán obligados a informar sobre los fondos públicos recibidos en concepto de publicidad o en forma de subvenciones, incluidos las procedentes de países no pertenecientes a la UE.

     

    La ley indica que las autoridades tendrán prohibido presionar a los periodistas y editores para que divulguen sus fuentes: no podrán detenerlos, sancionarlos, hacer búsquedas en sus oficinas o instalar programas de vigilancia intrusivos en sus dispositivos electrónicos. El Parlamento Europeo ha añadido importantes salvaguardias para limitar el uso de programas espía. Esto solo será posible para casos específicos y previa autorización judicial para investigar delitos graves sancionados con pena de cárcel. Además, los periodistas tendrán que ser informados de que han sido objeto de vigilancia y podrán objetar ante los tribunales.

     

    Por último, pero no por ello menos importante, los eurodiputados han previsto un mecanismo para evitar que grandes plataformas en línea como Facebook, X (antes Twitter) o Instagram restrinjan o eliminen arbitrariamente contenidos de medios independientes.

     

    La eurodiputada alemana Sabine Verheyen (PPE) afirmó que la libertad de prensa está amenazada a nivel mundial, incluso en Europa, y recordó los asesinatos de periodistas en Malta y Eslovaquia y las amenazas a la libertad de prensa en Hungría. La ley, subrayó, es nuestra respuesta a esta amenaza, protege el doble papel de los medios de comunicación como industria y guardián de la democracia.

     

    Por su parte, la ponente de la comisión de Libertades Civiles, Ramona Strugariu (Renew), señaló que la nueva normativa es una respuesta a quienes quieren convertir los medios de comunicación en sus propias herramientas de propaganda o difundir noticias falsas y desestabilizar nuestras democracias.