Después de haber puesto a prueba su movilidad y resistencia tras una serie de problemas de salud en los últimos meses, el Papa Francisco llegó a Venecia el domingo en su primer viaje de este año. Es la primera visita del Papa a la ciudad desde su elección en 2013 y también la primera vez que un pontífice acude a la Bienal de Venecia, una prestigiosa exposición de arte patrocinada por numerosos países. Entre ellos, Rumanía, cuyo proyecto se exhibe en el Pabellón Nacional en los Giardini della Biennale y en la Nueva Galería del Instituto Rumano de Cultura e Investigación Humanística de Venecia. Así, el Papa Francisco les devolvió la visita que varios artistas le hicieron el pasado mes de junio en la Capilla Sixtina. El encuentro en Venecia fue para el pontífice una nueva oportunidad para reiterar que «el mundo necesita artistas» y que los artistas tienen el deber de establecer verdaderas «fortalezas para evadir», de resonancia bíblica, para «liberar al mundo de antinomias sin sentido y ahora vacías», detrás de las cuales siempre está «el rechazo al otro».
«Confieso que, a su lado, no me siento extranjero, me siento como en casa. Creo que, en realidad, esto es válido para todo ser humano porque el arte es realmente una fortaleza para evadir, una entidad que no se somete al régimen de violencia y discriminación para crear expresiones humana capaces de reconocer, incluir, proteger y abrazar a todos. Todos, empezando por los últimos», dijo Papa Francisco durante el encuentro en la iglesia de Santa María Magdalena, la capilla de la prisión de Giudecca, donde se encontró con las internas de la cárcel de mujeres.
La Bienal de Arte de Venecia, que tiene lugar entre el 20 de abril y el 24 de noviembre de este año, ha llegado a su 60ª edición y presenta creaciones firmadas por nueve artistas contemporáneos. El proyecto que representa a Rumanía es What work is/Qué es trabajar. La exposición, comisariada por Ciprian Mureșan y cuyo artista principal es Șerban Savu explora la complejidad de la relación entre el trabajo y el ocio. El tema de la Bienal de este año, Strangers everywhere/Extranjeros por todas partes, tiene mucho que ver con el trabajo de Savu, explorando los sentimientos de desorientación y dislocación: sus obras ponen de relieve las dificultades de trabajar en el extranjero y su impacto sobre el sentido de pertenencia e identidad. La siguiente etapa de la breve visita del Papa a Venecia tuvo lugar en la plaza de la Basílica della Salute donde se dirigió a los jóvenes.
«Vivimos inmersos en productos hechos por el hombre que nos hacen perder el asombro ante la belleza que nos rodea. Pero la creación nos invita a ser creadores de belleza, a hacer algo que antes no existía. La vida exige ser regalada, no manejada. Salgamos del mundo hipnótico de las redes sociales que anestesian nuestra alma», instó el Papa Francisco. Luego, en la tradicional oración dominical durante la ceremonia en la Plaza de San Marcos frente a más de 10 500 fieles, el Papa volvió a hacer un llamamiento a la paz y, hablando del impacto del exceso de turismo en el medio ambiente, instó a que «cuidáramos de nuestro hogar común».
Versión en español: Mihaela Stoian
