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  • La miscelánea: “Babele de Martie”, un ritual mágico en Rumanía para la llegada de la primavera

    La miscelánea: “Babele de Martie”, un ritual mágico en Rumanía para la llegada de la primavera

    La tradición de Babele tiene lugar en los primeros días de marzo, cuando en Rumanía se celebra una serie de días que marcan la transición entre el invierno y la primavera. Babele se refiere a un fenómeno que ocurre entre el 1 y el 9 de marzo, en el que cada día de este período se asocia con una “baba” o “anciana”, que, según la tradición, simboliza los diferentes estados del clima. De acuerdo con la leyenda, cada uno de estos días refleja un comportamiento meteorológico impredecible, y se cree que la forma en que el clima se comporta durante estos días predice el clima del resto del año. Así, por ejemplo, si un día de Babele es soleado y cálido, se espera una primavera y verano agradables. Si, por el contrario, el día es frío o lluvioso, eso podría presagiar un año de clima inestable.  En la mitología rumana, las “babe” o “ancianas” son consideradas figuras sabias, pero también impredecibles. Se cree que representan las estaciones del año, las cuales, como ellas, pueden ser tanto benévolas como severas.

    La tradición de Babele tiene sus raíces en las antiguas creencias paganas, en las que las personas veneraban las fuerzas de la naturaleza y buscaban interpretarlas como signos divinos. Los rumanos tienen una profunda conexión con la naturaleza y, a lo largo de la historia, se ha considerado que los días de Babele son una especie de prueba o advertencia para las personas. Se cree que si una persona desea conocer el clima que le espera en los próximos meses, debe observar atentamente los primeros días de marzo. Si el clima durante esos días es favorable, puede esperar un año próspero, mientras que un clima frío o tormentoso puede ser un indicio de dificultades en el futuro cercano. Además, Babele se asocian con el concepto de “renovación”. Al igual que las estaciones cambian, las personas también tienen la oportunidad de renovarse y transformarse, algo que refleja la sabiduría popular y las creencias rumanas sobre el ciclo de la vida.

    Numerosas tradiciones, supersticiones y creencias populares están vinculadas a este periodo. En estos primeros días de primavera, todas las mujeres eligen una anciana para saber cómo les irá el alma y la fortuna hasta la llegada de las ancianas del año siguiente. Se sabe desde la antigüedad que estos días de las Babe muestran el estado de ánimo de la gente a lo largo del año.  Asimismo, estos días tenían y siguen teniendo un significado especial en la formación de los valores familiares tradicionales y, además, era un «dador de esperanza» para la vida eterna. También de la tradición popular se desprende que la leyenda de Babele está asociada a Baba Dochia, responsable de la llegada del invierno, que, desde el 1 de marzo hasta el 9 del mismo mes, comienza a desprenderse de sus abrigos, señal de que el tiempo se va haciendo más cálido. Las leyendas sobre Baba Dochia son numerosas. Una de ellas la describe como una anciana que tenía una nuera, a la que acosaba siempre que tenía ocasión. Una vez, el 1 de marzo, la manda a lavar la lana, pero no una lana cualquiera, sino lana negra para hacerla blanca. Un ángel ayuda a la nuera. Le da una flor blanca y le dice que lave la lana con ella. Baba Dochia decide ir con las ovejas a las montañas, convencida de que había llegado la primavera porque había visto a su nuera con la flor en la mano. Se pone 9 abrigos de piel y se lleva a las ovejas a la montaña. Allí hace demasiado calor o demasiado frío, llueve y las ovejas se mojan. Se quita un abrigo cada vez, y cuando se queda en camisa, llega la escarcha y la congela. Dios la convirtió en una roca con las ovejas, para que la recordaran.

    En las familias tradicionales, cuando las personalidades femeninas se encontraban, a menudo ocurría que estas entraran en conflicto. Así, «Baba» simbolizaba no a una anciana fea y mezquina, sino a una mujer que se ganaba su propia autoridad. Dado que los primeros días de marzo siempre han presentado una mayor inestabilidad atmosférica, la asociación de cada mujer con uno de los nueve días se percibía anteriormente como una forma de empoderarla y educarla hacia el autocontrol y la conciencia de sus propios deberes dentro de la familia. Cada uno de los nueve días, en función del tiempo, revelaba el carácter, las cualidades y los defectos de cada mujer. Pero más allá de este juego que forma parte del periodo festivo de fechas fijas, del 1 al 9 de marzo, la tradición de Babele, simbolizada también por Baba Dochia, no es más que la última batalla entre el invierno y la primavera. Tras su muerte, los días comienzan a alargarse y triunfa el buen tiempo.

    La baba se elige en función del cumpleaños de la persona. Si el día está comprendido entre el 1 y el 9 de cualquier mes, la baba también será ese día, por ejemplo, si alguien nace el 6 de agosto, su baba será el 6 de marzo. Si la fecha de nacimiento se compone de dos dígitos, la elección de la fecha de nacimiento es la siguiente: si alguien nace el 28 de mayo, la fecha de nacimiento se calcula como 2+8=10, 1+0= 1 por lo que la fecha de nacimiento será el 1 de marzo. Así, los días luminosos y soleados traen la felicidad, la buena suerte y la abundancia, mientras que el tiempo frío, lluvioso y nevado significa lágrimas, penas, pobreza, insatisfacción.

    Las tradiciones relacionadas con estos días difieren de una zona a otra. Mientras que en Muntenia hay 12 viejas, y no 9 como en el resto del país, en Maramureș es costumbre llamar a las puertas en los primeros días de marzo, para que el invierno abandone la casa y deje paso a una estación con temperaturas más suaves, y en la región de Ardeal a las viejas se las llama Vântoase por el caprichoso clima.

     

  • La miscelánea: ¡Despierta, rumano! Las historias detrás de los símbolos nacionales

    La miscelánea: ¡Despierta, rumano! Las historias detrás de los símbolos nacionales

    Uno de los momentos clave en la historia de Rumanía fue la Unificación de los Principados Rumanos, evento que tuvo lugar el 24 de enero de 1859. En ese día, Moldavia y Valaquia, dos regiones históricas de Rumanía, se unieron bajo el mismo príncipe, Alexandru Ioan Cuza, en un acto de valentía política que dio inicio a la construcción del moderno Estado rumano. Aunque inicialmente la unión no fue reconocida por todas las potencias europeas, fue el primer paso hacia la consolidación de Rumanía como un estado unificado. Esta unión tuvo una serie de efectos significativos que transformaron el curso de la historia rumana. Primero, la unificación permitió la consolidación del Estado rumano moderno. Segundo, la unión promovió importantes reformas sociales, políticas y económicas. Durante el reinado de Cuza, se implementaron reformas clave, como la abolición de la servidumbre en 1864, la creación de un sistema de educación nacional y una reforma agraria que otorgó tierras a los campesinos. Estas reformas mejoraron las condiciones de vida de muchas personas y ayudaron a sentar las bases del progreso social. Tercero, la unidad política permitió a Rumanía ganar más respaldo internacional en su lucha por la independencia frente a los imperios vecinos, como el Imperio Otomano y el Imperio Austrohúngaro. La unión de los principados también simbolizó la fortaleza de la nación rumana y su capacidad para avanzar hacia un futuro mejor.

    En resumen, la Unión no solo unió dos territorios, sino que también representó el nacimiento de un nuevo Estado rumano, con un claro camino hacia la independencia, el progreso y la modernización. Esta unión representó la esperanza y el deseo de libertad y justicia del pueblo rumano. Fue una unión que, además de cambiar el destino político del país, consolidó los ideales que hoy se reflejan en los símbolos nacionales, como la bandera y el himno nacional que exploraremos hoy.

    La bandera nacional de Rumanía es uno de los símbolos más representativos de la unidad de la nación y es tricolor: azul, amarillo y rojo. Cada color tiene un significado profundo relacionado con la historia del país. El azul representa la libertad, la justicia y la lealtad. El amarillo simboliza la riqueza de Rumanía, tanto en recursos naturales como en la vida de su pueblo. El rojo está relacionado con la valentía y el sacrificio de aquellos que lucharon por la independencia y la unión de los principados. La bandera fue adoptada oficialmente en 1866, durante el reinado de Carlos I, pero sus colores ya se utilizaban desde la Revolución de 1848. Es interesante que, durante la Unión de los Principados Rumanos, en 1859, la bandera tricolor se convirtió en un símbolo de la aspiración nacional a la unidad. A lo largo de los años, la bandera ha sido testigo de momentos clave, como la proclamación de la República Socialista de Rumanía en 1948, y su restauración como símbolo de libertad tras la Revolución de 1989. Pasemos ahora a otro de los símbolos fundamentales: el himno nacional de Rumanía, titulado “Deșteaptă-te, române!”, que significa “¡Despierta, rumano!”. Este himno tiene una gran importancia histórica, ya que fue adoptado oficialmente en 1990, después de la Revolución que derrocó al régimen comunista, pero su origen es mucho más antiguo. La letra fue escrita por Andrei Mureșanu en 1848, durante un periodo de agitación política, cuando Rumanía luchaba por la independencia y la justicia social. El poema se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad, un llamado a la unidad y a la valentía del pueblo rumano en momentos difíciles. La música del himno fue compuesta por Anton Pann, un famoso músico y compositor rumano. El himno fue interpretado por primera vez en 1848 en la ciudad de Brașov, durante las revueltas de ese año. A partir de entonces, “Deșteaptă-te, române!” se convirtió en un canto patriótico que reflejaba las aspiraciones del pueblo rumano por la independencia y la unión. A lo largo de los años, el himno ha evolucionado y ha sido adaptado a los tiempos, pero su mensaje sigue siendo el mismo: unidad, libertad y justicia. Cada vez que se escucha, resuena la lucha por un Rumanía unida y libre.

    Mientras que la bandera representaba la fraternidad y la lucha conjunta de los dos principados, el himno fue un llamado a la acción y al despertar nacional, alentando a los rumanos a mantenerse firmes ante los desafíos que enfrentaban. Ambos símbolos fueron testigos y catalizadores de la unión de los principados, ya que proporcionaron una identidad común y un sentimiento de pertenencia a un pueblo que se unía para alcanzar sus metas de independencia y desarrollo. La adopción de la bandera tricolor en 1866, combinada con el himno patriótico “Deșteaptă-te, române!”, reflejaron el deseo de independencia y unidad que motivó el movimiento de unificación.

    Para todos los pueblos, el escudo de armas -el signo heráldico supremo- tiene un significado especial. Sus imágenes evocan la historia del país, a través de la cual pervive la tradición, y su significado despierta el sentimiento nacional. El Escudo de Rumanía simboliza el Estado nacional rumano, soberano, independiente, unitario e indivisible, y está compuesto por dos escudos superpuestos: el escudo grande y el escudo pequeño. El escudo grande, de color azul, tiene un águila dorada con la cabeza hacia la derecha, el pico y las garras rojas, las alas abiertas, sosteniendo en el pico una cruz ortodoxa de oro, en la garra derecha una espada y en la izquierda una maza. En el pecho del águila está el pequeño escudo. Así, estos símbolos acompañaron al pueblo rumano en la construcción de su identidad como nación unificada y en la lucha por sus ideales. En resumen, tanto la bandera como el himno nacional de Rumanía son mucho más que simples símbolos. Son el reflejo de la lucha por la libertad, la unidad y la independencia del pueblo rumano. Estos emblemas acompañan la historia del país, desde su unificación hasta la actualidad, y continúan siendo una fuente de orgullo y pertenencia para los rumanos. El Día Nacional de Rumanía celebrado el 1 de diciembre también es considerado uno de los símbolos nacionales.

    Así, estos símbolos acompañaron al pueblo rumano en la construcción de su identidad como nación unificada y en la lucha por sus ideales. En resumen, tanto la bandera como el escudo y el himno nacional de Rumanía son mucho más que simples símbolos. Son el reflejo de la lucha por la libertad, la unidad y la independencia del pueblo rumano. Estos emblemas acompañan la historia del país, desde su unificación hasta la actualidad, y continúan siendo una fuente de orgullo y pertenencia para los rumanos.

     

  • Celebraciones a la antigua usanza

    Celebraciones a la antigua usanza

    En nuestro país, más de un millón de seguidores de la Iglesia Cristiana Ortodoxa celebran la Navidad a la antigua usanza, especialmente rusos, lipovanos, ucranianos, moldavos y serbios. En varias zonas del país, la Navidad y el Año Nuevo se organizan al estilo antiguo: el 7 de enero y la noche del 13 al 14 del mismo mes, respectivamente.
    Las tradiciones y costumbres observadas en la celebración de la Navidad al estilo antiguo tienen muchas similitudes con las de diciembre. Los creyentes se visten con trajes tradicionales y cantan villancicos. La familia se reúne para la Santa Cena, un momento importante de la celebración.
    Paul Condrat, un lipovano de Jurilovca, nos cuenta sobre las fiestas, ya que son organizadas por la comunidad lipovana:

    «Los lipovanos son étnicamente rusos, pero confesionalmente ortodoxos al estilo antiguo. Se trata de la ortodoxia arcaica y original. La única diferencia con el resto de la Ortodoxia no es solo el calendario, es decir, el juliano o el gregoriano, el nuevo o el viejo. También hay algunas diferencias de culto. Hoy en día, las tradiciones se siguen respetando bastante mucho. Las fiestas son un poco diferentes, la Navidad y el Año Nuevo se celebran más bien en familia, en pequeñas fiestas. La Nochevieja es una velada tranquila, sin fiestas. En vísperas de Navidad, los niños mayores, los jóvenes cantan villancicos. El día de Año Nuevo, el primer día del año, los niños más pequeños suelen cantar villancicos. Hay muchos elementos en común con Plugușorul. Solo hay un villancico, comienza con las palabras: Dios camina por los campos, no es una traducción muy adecuada, es una traducción palabra por palabra, pero marca la transición al Año Nuevo. Desean un nuevo año con buena suerte y nuevas oportunidades».

    Le preguntamos a Paul Condrat si hay platos específicos destinados a traer esta buena suerte, tal como dice en el deseo:

    «No particularmente, pero de alguna manera las palabras de los villancicos también se pueden encontrar en la mesa. Prefiero mencionar un pastel, un postre, en realidad una especie de galletas, con una forma cercana a las nueces (un postre a base de coca que imita la forma de las nueces), pero sin nata. Un rebozado sencillo y delicioso».

    Más allá de la tradición, estas fiestas a la antigua usanza se han convertido en una buena excusa para que los fiesteros de otras religiones continúen con la diversión. ¿Cuáles son las tentaciones preparadas para los turistas? Paul Condrat nos responde:

    «La gastronomía tradicional del pescado local y, por supuesto, con motivo de las vacaciones de invierno, en la oferta de las casas de huéspedes locales, también tenemos platos tradicionales de cerdo: sarmale (rollitos de hojas de col con relleno de carne picada), estofado de cerdo; en cambio, de los platos tradicionales de pescado, la sopa de remolacha de pescado es muy apreciada, no puede faltar en ninguna comida. Y luego están otros platos de pescado, como por ejemplo los bocadillos de pescado, el pescado ahumado, las huevas, varios tipos de pescado marinado o las albóndigas de pescado».

    En la comunidad ucraniana del norte de Rumanía, por ejemplo, las amas de casa preparan los 12 platos de ayuno para la cena de Nochebuena, utilizando champiñones, judías, harina, harina de maíz, patatas y chucrut. Para obtener los 12 platos, se elaboran varios platos con el mismo ingrediente. Un plato específico es un tipo de empanadas hechas con harina blanca, rellenas de mermelada, nueces y chucrut al gusto. La sopa de chucrut y los sarmale rellenos de harina de maíz molida son platos que tampoco faltan en ningún hogar.
    Para los ucranianos en Maramureş, la tradición exige que se coloquen nueve platos en la mesa de Navidad, simbolizando la riqueza del año. La comida más importante es la hrebleanca, un plato hecho de champiñones cocinados con jugo de repollo. Además, el trigo hervido, símbolo de la riqueza, o el pescado no pueden faltar en la mesa. Otra costumbre específica de la zona es que las patas de la mesa se atan con una cadena que permanece así hasta la Epifanía al estilo antiguo, y de esta manera se cree que el bien permanecerá en la casa. Entre los postres navideños tradicionales de los ucranianos, destaca el trigo cocido con nueces o amapola, endulzado con miel, y las rosquillas rellenas de mermelada.
    En cuanto a la comunidad de serbios en el Banato, dan la bienvenida a la Navidad con platos de pescado, cerdo asado y un pastel llamado cesniţa, con muchos frutos secos y miel, para que el próximo año sea dulce y gentil. Antes de hornear este pastel, se colocan dos monedas en su interior, y aquellos que las encuentren tendrán buena suerte durante todo el año.
    Paul Condrat, de Jurilovca, concluye con un deseo:

    «Nuestro deseo de Año Nuevo: ¡un nuevo año con buena suerte y nuevas oportunidades! (en ruso)».

    ¡Que nos vaya bien a todos, tanto si empezamos el año ahora como si lo hayamos hecho antes!
    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Noticias del día

    Noticias del día

    INFO – PLUS Titulares:

    El Tribunal Constitucional de Rumanía decidió el viernes, por unanimidad de votos, cancelar todo el proceso electoral de las elecciones presidenciales.

    La selección rumana de balonmano femenino derrotó a Suecia, 25-23, el viernes, en el Grupo principal I del Campeonato de Europa EHF EURO 2024, organizado por Austria, Hungría y Suiza.

    Más de 800.000 rumanos han celebrado este viernes su onomástica, la fiesta de San Nicolás, uno de los santos más populares y al que está ligada la tradición de ofrecer regalos.

     

    Después de las noticias, podrán escuchar dos comentarios sobre las implicaciones políticas, geopolíticas y económicas de las elecciones presidenciales ahora canceladas en Rumanía.

     

    Elecciones canceladas – El presidente rumano, Klaus Iohannis, declaró, este viernes, que la decisión del Tribunal Constitucional CCR de anular el resultado de la primera vuelta de las elecciones presidenciales se debe a los materiales analizados en la reunión del CSAT, que muestran que un Estado externo intervino e influyó en el proceso electoral a favor de un candidato. Precisó que seguirá la validación de las elecciones parlamentarias, la convocatoria del nuevo Parlamento, las consultas con los partidos y la formación del nuevo Gobierno que establecerá nuevas fechas para las dos vueltas de las elecciones presidenciales. El jefe de Estado afirmó que permanecerá en el cargo hasta que tome juramento el nuevo presidente de Rumanía. Rumanía es un país seguro y sólido y no está en dificultades, precisó también Klaus Iohannis.

    El Constitucional CCR decidió, por unanimidad de votos, cancelar todo el proceso electoral de las elecciones presidenciales. La decisión se produce después de que el candidato independiente Călin Georgescu ganara inesperadamente la primera vuelta de las elecciones, el 24 de noviembre, y se clasificara para la segunda vuelta, junto con Elena Lasconi (USR). Georgescu fue acusado de verse favorecido por la injerencia rusa en el proceso electoral, principalmente a través de una campaña agresiva y concertada para manipular TiKTok. Al mismo tiempo, fue acusado de simpatizar con los legionarios, prorrusos y de extrema derecha. Las reacciones aparecieron inmediatamente después de esta decisión.

    Hoy es el día en que el Estado rumano pisoteó la democracia, afirmó Elena Lasconi. Por su parte, el primer ministro Marcel Ciolacu declaró que la decisión del CCR es la única solución correcta. El presidente de la AUR, George Simion, señala en su página de Facebook que la cancelación de las elecciones presidenciales es un “golpe de Estado en pleno apogeo”. La dirección del PNL afirmó que respeta la decisión del CCR y apoya la estabilidad del país, el correcto funcionamiento de las instituciones y el respeto a los ciudadanos. Esta decisión no tiene precedentes y las instituciones estatales deben aportar más información sobre el “expediente Georgescu” para recuperar la confianza de los ciudadanos, dijo a su vez el presidente de la UDMR, Kelemen Hunor.

     

    Corrupción – La DIICOT (Fiscalía anti-corrupción) anunció, el viernes, que ha abierto una causa penal real en relación con la campaña de Călin Georgescu en las elecciones presidenciales, por la comisión de delitos de operaciones ilegales con dispositivos o programas informáticos, tentativa de delito de perturbación del sistema, funcionamiento de sistemas informáticos y tentativa de delito de acceso ilícito a un sistema informático. El jueves, el CSAT desclasificó la información recibida del SRI, del SIE y del Ministerio del Interior (MAI) sobre la campaña electoral de Călin Georgescu en las elecciones presidenciales. Así, la información presentada indica que la financiación de la campaña de Călin Georgescu en TikTok ascendió a un millón de euros, que hubo acciones de un ciberactor estatal sobre las infraestructuras TI&C que apoyan el proceso electoral y que Rumanía es un objetivo de las agresivas acciones híbridas rusas. El MAI también dice que algunos de los partidarios de Georgescu, involucrados en la promoción y compra de votos, son exponentes de cultos religiosos, criminales y de extrema derecha, previamente involucrados en la promoción de narrativas prorrusas, antisemitas, anti-OTAN o anti-Ucrania, poniendo como ejemplo al líder de un clan.

     

    Deportes – La selección rumana de balonmano femenino derrotó a Suecia, 25-23, el viernes, en el Grupo I del Campeonato de Europa – EHF EURO 2024, organizado por Austria, Hungría y Suiza. Tras este resultado, Rumanía se sitúa en la cuarta posición del grupo, con dos puntos. El jueves, las rumanas fueron derrotados, 30-25, por las vigentes campeonas mundiales Francia. Jugarán en el grupo con Hungría y Polonia. Rumanía participó 14 veces en el Campeonato de Europa femenino, obteniendo sólo una medalla, la de bronce, en 2010. En categoría masculina, el campeón rumano, el Dinamo Bucarest, fue derrotado, también el jueves, en casa, por el equipo francés Paris Saint-Germain, con marcador de 40-33, en el Grupo A de la Liga de Campeones. El Dinamo sufrió su tercera derrota consecutiva en el grupo. Los rumanos disputarán el próximo partido contra el líder del grupo, el Veszprem, de Hungría, el 13 de febrero de 2025.

     

    Fiesta de San Nicolás – Este viernes, los cristianos celebraron a San Nicolás, uno de los santos más populares, al que está ligada la tradición de dar regalos. Fue obispo a principios del siglo IV en Mira, la actual ciudad de Demre en Turquía. Era muy generoso y ayudaba discretamente a los necesitados. Lo hizo de tal manera que quien la recibió no supo de dónde venía la ayuda. De ahí la tradición de que los niños esperen que el santo, popularmente llamado Moş Nicolae, deje regalos en sus botas la mañana del 6 de diciembre. Más de 800.000 rumanos celebran su día de santo en San Nicolás.

  • La civilización de la madera en Rumanía

    La civilización de la madera en Rumanía

    Los habitantes de Maramureș siempre han sido fieles a la madera, a la que han dado las formas más diversas, desde la mesa en la que comían hasta el techo que les cubría y las iglesias en las que rendían culto. Y los turistas siempre se detienen y maravillan ante la belleza de las antiguas casas, puertas e iglesias. Se pueden ver accediendo a una ruta cultural-turística dedicada, «La civilización de la madera en Rumanía», de la que nos habla Edit Pop, gerente del destino ecoturístico Eco Maramureș.

    «Los vastos bosques de la Maramureș histórica proporcionaron la materia prima para los asentamientos humanos, a partir de la cual se construyeron las casas y dependencias, así como las puertas talladas de Maramureș y las vallas tejidas. Así nació la historia de la civilización de la madera, que continúa hasta nuestros días en Maramureș, aunque, por supuesto, a otra escala. Desde el punto de vista turístico, las iglesias de madera de los siglos XVI-XVIII, que son monumentos históricos y de las que hay una en cada pueblo del destino Eco Maramureș, son las que más atraen hoy a los amantes de la cultura. La ruta ¨Civilización de la Madera¨ nació en 2021 como una herramienta para promover el turismo cultural. Propusimos una ruta en el destino Eco Maramureș, pero esta ruta, al mes siguiente, tras su certificación, se incluyó en una ruta cultural mucho más amplia la civilización de la madera en Rumanía, junto con la civilización de la madera en Bucovina y el cofre del tesoro del distrito de Neamț».

    Conocer Maramureș empieza justo en el pueblo auténtico, donde los turistas pueden descubrir la tradición, pero también la vertiente culinaria, ancestral, con recetas procedentes de los ancianos. La ruta «La civilización de la madera en Rumanía» también comienza desde allí, en el destino ecoturístico Eco Maramureș.

    «Esta ruta hace un recorrido por los pueblos más representativos y con las vistas de madera más representativas de nuestro destino. Nuestra ruta parte de Budești, pero se puede hacer como un circuito y se puede empezar desde cualquiera de las otras aldeas. En Budești, proponemos visitar las iglesias de madera de Josani, que es monumento de la UNESCO, y la de Susani, que es monumento histórico. Después, la ruta continúa hasta el pueblo de Vecini, en Sârbi, donde los turistas pueden visitar las instalaciones de técnica folclórica que también están hechas de madera. Estas instalaciones funcionan con el agua del río Cosău y todavía hoy sirven a las necesidades de la aldea. Encontraremos el molino utilizado para lavar los pesados paños de lana, el molino de rueda horizontal para moler el grano, el batán utilizado para los paños de lana y las instalaciones que producen el tan famoso licor de Maramureș, la horinca. Sin estas instalaciones de técnica folclórica, el popular traje de invierno de Maramureș prácticamente no podría continuar. En los pueblos, cuando los turistas lleguen a Eco Maramureș, verán a mucha gente vestida de invierno con trajes típicos de lana».

    La aldea de Breb, en Maramureş, también incluida en nuestra ruta, fue seleccionada en noviembre en el programa «Upgrade» del concurso «Best Tourism Villages 2024». El programa, dirigido por la Organización Mundial del Turismo, es un esfuerzo global para destacar pueblos de todo el mundo donde el turismo es una herramienta para preservar el patrimonio cultural, celebrar la diversidad y proteger la biodiversidad. El pueblo de Breb es famoso por sus casas tradicionales de madera, algunas de ellas centenarias. Aquí se pueden ver puertas de Maramureş talladas a mano, vallas de mimbre, tejados de tejas puntiagudas y una notable atención al detalle, todo ello en el tradicional estilo de Maramureş. Nuestro viaje continúa, con Edit Pop, gerente del destino ecoturístico Eco Maramureș.

    «Sigue Călinești con otras dos iglesias de madera, la iglesia de Căeni y la iglesia de Susani, y luego vamos al famoso Breb, un pueblo que ha construido su fama sobre la tradición y la cultura. Aquí podemos visitar la antigua iglesia y un montón de hogares campesinos, tradicionales, de madera. Aquí veremos muchas casas. Además, también podemos visitar a los artesanos, los que mantienen la tradición y la cultura de la madera. Todavía hay muchos artesanos en los pueblos de Eco Maramureș. Luego el último destino, la última localidad, Desești, donde visitamos la iglesia monumento de la UNESCO».

    Para obtener información detallada sobre los objetivos de esta ruta, Edit Pop, gestora del destino ecoturístico Eco Maramureș, recomienda visitar el sitio web ecomaramures.com.

    «Tenemos una página web muy bien organizada y con mucha información. El destino Eco Maramureș tiene muchas atracciones culturales que ofrecer. Toda la información está disponible allí y, cuando los turistas planean sus vacaciones, es bueno dedicarles un poco más de tiempo. Esta ruta cultural, de la que vengo hablando, se puede recorrer de forma escolar, muy apretada, en ocho horas. Sin embargo, yo recomendaría destinar tiempo a una visita más pausada, de varios días, porque realmente el destino tiene mucho que contar».

    Así que unas vacaciones en Maramureș son en realidad un viaje continuo y complejo. Cada vez más turistas se han enterado de esta experiencia única.

    «Cada vez vienen más turistas extranjeros, sobre todo después de la pandemia. Tuvimos un periodo bastante duro en cuanto a llegadas, pero ahora las cosas se están estabilizando. Hay incluso más turistas extranjeros que en 2019. Están fascinados, simplemente cautivados por esta vida de pueblo, porque las aldeas de Eco Maramures no están preparadas para el turismo artificial. Allí, la vida se desarrolla a su propio ritmo, la gente cuida de sus animales, cuida de sus hogares, y el turista, en el momento en que se adentra en estas aldeas y las recorre a pie, de forma más lenta, tiene una sensación de integración. Encuentra algo que se perdió hace mucho tiempo fuera de Rumanía y de las zonas rurales. Así que existe este ambiente auténtico y real que experimentan y encuentran».

    El destino Eco Maramureș está certificado desde 2014 y forma parte de una red de destinos de ecoturismo a nivel nacional. Desde su fundación, se intenta convertir el ecoturismo en un motor de desarrollo local para las comunidades. El objetivo es que cada campesino encuentre un lugar propio, donde su familia pueda prosperar y prácticamente aportar valor y nuevas experiencias que los turistas puedan vivir en Rumanía.

    Versión en español: Monica Tarău

  • 053 Rumaniando en la Radio

    053 Rumaniando en la Radio

    En el programa de hoy visitamos ese tipo de museos que se dedican a informar sobre aspectos de la cultura y la historia locales, así como de las tradiciones, las costumbres, las casas y las herramientas campesinas que se vienen empleando desde tiempos inmemoriales en la Rumanía rural.

    En total hemos elegido siete museos etnográficos distribuidos por la geografía de Rumanía que nos van a llevar hasta las localidades de Cluj-Napoca, Sighetu Marmatiei, Sibiu, Vanatori, Timisoara, Golesti y Suceava.

     

     

  • El mărţişor. Tradición, arte o producto para vender

    El mărţişor. Tradición, arte o producto para vender

    Hace mucho tiempo que los jóvenes se atan a la muñeca un hilo trenzado rojo y blanco en señal de amor. Paulatinamente, al hilo trenzado se le han añadido colgantes de gran variedad de diseños. Desde 2017, la tradición del mărţişor está inscrita en la Lista del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO tras la presentación de un expediente multinacional por Rumanía, la República de Moldavia, Bulgaria y Macedonia del Norte, países donde existe esta antigua celebración.

    A finales de febrero y principios de marzo, en las zonas de compras más populares de las principales ciudades de Rumanía, los fabricantes de mărțișoare tienen la oportunidad de vender sus productos que se ofrecen a las señoras y señoritas al comienzo de la primavera.
    Un año más, el Museo Campesino Rumano de Bucarest organizó la Feria del Mărţişor. Hablamos con varios creadores y comerciantes de mărțișoare sobre este tema con el fin de descubrir si el mărțișor sigue siendo una tradición o es una costumbre y un producto para vender. Teodore Adrian Negoiță de Bârlogeni, distrito de Mehedinți, participó en la feria de la capital y nos contó:

    «Traje mărțișoare con forma de cucharas miniatura, adornadas con motivos folclóricos rumanos y una palabra rumana porque me parece muy bonito utilizar nuestro idioma antes que otros idiomas que hablamos. Quise que el mărțișor fuera un recuerdo con motivos tradicionales y una palabra rumana. Otro motivo que utilizamos para la feria de este año es el zapato campesino miniatura, también con una palabra rumana y varias formas de atarlas. Están hechos a mano y al final se meten en un sobre para regalar. El tercer modelo que preparamos son las cruces con mensajes que explican el nombre de la cruz y su historia. Es básicamente una iniciación al arte tradicional rumano y a la vida de la aldea».

    Teodore Adrian Negoiță nos habló de cómo asume el papel de guardián de la tradición:

    «La preservación de la tradición depende de nosotros, así que cada uno debe hacer lo que le corresponde y volver a los orígenes. Por ejemplo, mis mărțișoare no tienen ningún sistema de cierre porque así es como se hacía antes. Lo dicen incluso los clientes mayores: “¡mi abuela lo hacía así! Cosido a la ropa o atado a la muñeca. Estos son los tradicionales”».

    Panaitescu Ioana, representante de la marca Pasărea Măiastră Design, nos habló de la diversificación de los modelos:

    «He venido a la feria para exponer mis piezas, la nueva colección que está inspirada principalmente en la cultura japonesa. Tenemos broches inspirados en las muñecas tradicionales japonesas, llamadas Kokeshi. Las originales son de madera, pero las nuestras son de porcelana pintadas a mano con detalles de oro y platino y cocidas a 1220 grados. El proceso es complejo y dura unas dos semanas. Es una tradición japonesa combinada con la rumana. También es una fuente de ingresos».

    Ruxandra Berde de la marca Zuluf nos dijo:

    «Hacemos mărțișoare y broches durante todo el año y los vendemos en librerías y floristerías. La gente busca objetos bonitos para regalar y estos se pueden utilizar todo el tiempo. La gente se los pone en las mochilas y en la ropa y suelen ser representativos porque son símbolos con los que uno se identifica. Por ejemplo, representan una afición, una pasión o un animal favorito. Es cierto que hemos diversificado los modelos de nuestros mărțișoare, quizá por el deseo de hacer algo un poco más universal y que permanezca más allá del 1º de marzo, porque si sólo hacemos florecitas o mariquitas estos solo se llevan un día y nosotros queremos hacer algo que tenga una finalidad más útil. Se venden muy bien, sobre todo en esta feria, porque es una feria conocida que tiene tradición».

    Răzvan Supureanu, de alelieruldecarte.ro, nos dijo que sus mărțișoare reinterpretados han dado origen a muchos proyectos hermosos:

    «En realidad es el “Taller del Libro” donde realizamos papel hecho a mano, impresión manual, encuadernación, y, en primavera, hace muchos años que creamos el mărțișor cultivable. Es papel reciclado a mano en el que insertamos semillas que se pueden plantar. Se colocan en el suelo, se cubren con una capa muy fina de tierra y se cuidan como cualquier semilla».

    El patrimonio inmaterial incluye tradiciones, expresiones orales, prácticas sociales y rituales. Rumanía cuenta actualmente con varios elementos inscritos en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad: El ritual del Căluş, La doina, La cerámica artesanal de Horezu, Colindat (ronda navideña de grupos de hombres jóvenes), La trashumancia (desplazamiento estacional de rebaños), Tradiciones de cría de los caballos lipizzanos, El arte de la blusa tradicional con bordado en los hombros (altiţă), Prácticas culturales vinculadas al 1º de marzo, La artesanía tradicional de tapices murales, Las danzas de muchachos.

     

    Versión en español: Victoria Sepciu

  • La tradición del «mărțișor»

    La tradición del «mărțișor»

    La llegada de la primavera está marcada en Rumanía por tradiciones y costumbres antiguas, cuidadosamente transmitidas de un año a otro, de generación en generación. Justo el 1 de marzo, la fecha que el calendario señala como primer día de la primavera, los rumanos celebran el Día del Mărțișor.

     

    El mărțișor, una tradición ancestral, fue mencionado por los etnólogos de los primeros años del siglo XX, tanto entre los rumanos como entre los búlgaros y los albaneses de los Balcanes. En Rumanía, en las zonas rurales, el mărțișor se consideraba un símbolo protector contra las enfermedades y la mala suerte. A los niños se les encordelaba una moneda de plata de la mano, con un hilo retorcido de lana o algodón blanco y rojo, a fin de mantener alejadas las enfermedades. Luego, al cabo de 12 días, los pequeños colgaban el mărțișor en un árbol, para que este diera muchos frutos o se lo ponían al ganado, para que estuviera sano. El mărţişor, adoptado por el mundo urbano y convertido en moda, también puede ser de plata u oro y se puede llevar como adorno en la ropa, a la altura del pecho, o como collar.

     

    En 2017, el mărțișor fue incluido por la UNESCO en el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tras la presentación de un expediente multinacional por Rumanía, la República de Moldavia, Bulgaria y Macedonia del Norte.

     

    En Rumanía tienen lugar estos días actos para celebrar esta tradición. En la capital (Bucarest) y en otras ciudades del país hay ferias centradas en el mărțișor. En Bucarest, en la feria «Nos apetece lo rumano – Mărțișor de Bucarest: Sabores y oficios artesanales de Rumanía», se invita a los visitantes a descubrir la autenticidad y la belleza de la artesanía rumana. «Aquí los espera un ambiente lleno de alegría y color, preparado para deleitar sus sentidos y abrir su corazón a las bellezas de la primavera. Los asistentes podrán admirar y adquirir los mărțișoare más bellos y auténticos, hechos a mano por artesanos hábiles, blusas tradicionales rumanas bordadas a mano, confeccionadas con destreza y talento por artesanos populares, así como diversos objetos tallados en madera», afirman los organizadores.

     

    También en Bucarest, el primer día de la primavera trae un mărțișor musical al escenario de la Sala de Conciertos de la Radiodifusión Rumana, donde la Orquesta Nacional de la Radiodifusión interpretará la Sinfonía nº 1, Sinfonía Primavera, de Robert Schumann, bajo la dirección musical del director italiano David Crescenzi.

     

    En el extranjero, el Instituto Cultural Rumano (ICR) celebra esta fiesta con actos de promoción de las tradiciones rumanas dedicadas al comienzo de la primavera, que tienen lugar en Nueva York, Estocolmo, Varsovia, Lisboa, Nicosia, Tel Aviv, Venecia, Madrid, Chisináu, Viena, París, Estambul, Roma y Londres. Para estos días, el ICR ha programado conciertos de música clásica, talleres de elaboración de mărţişoare, veladas de actuación, poesía y fotografía, exposiciones, representaciones teatrales y la proyección de documentales sobre el simbolismo del mărțișor.

    Traducción al español: Gabriela Ristea

  • Leyendas del Mărțișor

    Leyendas del Mărțișor

    En Rumanía, el día 1 de marzo, las chicas y las mujeres reciben los Martisoare, pequeños amuletos que, según la tradición, les traerán felicidad y buena suerte. Pero, en algunas regiones como Bucovina, estos obsequios se regalan a los hombres.


    La primera evidencia de la existencia del Martisor apareció en territorio rumano hace mas de 8 000 años. Los primeros amuletos encontrados fueron pequeñas piedras de río pintadas de blanco y rojo. El color rojo significa sangre, fuego y el sol y fue asignado a las mujeres, a la vida. El blanco, significando la blancura de las nubes y la claridad del agua, se asoció con la sabiduría masculina.


    El nombre de la fiesta Martisor deriva de la palabra rumana martie (marzo). El famoso Martisor, enlazado con una cuerda roja y blanca, se utiliza como amuleto para atraer la buena suerte.


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    Las mujeres y las niñas llevan colgados estos amuletos, al pecho, durante todo el mes de marzo. Se dice que, si te regalan un “martisor en forma de herradura, de trébol y de chico que limpia las chimeneas, vas a tener suerte, amor y prosperidad durante todo el año.


    En la actualidad, no obstante, este talismán es considerado más bien un ornamento y una prueba de amor y de amistad.


    Una de las leyendas mas conocidas del Martisor cuenta cómo el Sol descendió a la Tierra en forma de chica muy bella. Pero un dragón la robó y la encerró en su palacio. Entonces los pájaros dejaron de cantar, los niños se olvidaron del juego y la alegría, y el mundo entero cayó en la tristeza. Viendo lo que pasaba sin el Sol, un joven valiente comenzó el camino hacia el palacio del dragón para liberar la chica. Estuvo buscando el palacio un año entero y cuando lo encontró, llamó al dragón a una lucha justa. El joven derrotó al dragón y así liberando a la hermosa chica, que ascendió al cielo para iluminar de nuevo toda la tierra. Llegó la primavera, la gente recuperó la alegría, pero el joven valiente estaba tumbado y herrido en el palacio del dragón después de las luchas. Su sangre caliente se derramó sobre la nieve hasta que el joven se quedó sin respiración. En los lugares donde la nieve se había derretido, salieron de la tierra las Campanillas del invierno heraldos de la primavera. Se dice que desde entonces, la gente honra la memoria del joven valiente con un hilo y dos flores: una blanca y otra roja. El color rojo simboliza el amor y recuerda la valentía del joven y el blanco es de la flor campanilla de invierno, la primera flor de la primavera.



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    Detrás de esta tradición rumana se encuentra una multitúd de símbolos que se refieren a la transición entre las estaciones y a los rituales que atraen la buena suerte todo el año.



    En el calendario antiguo, el 1 de Marzo marcaba el comienzo de un nuevo año. El Martisor, apareció como un talismán destinado a traer suerte y a acompañar los deseos de amor, salud, felicidad y bienestar. Desde la época romana, la llegada de la primavera era un motivo para honrar al dios Marte, el patrón de la naturaleza y la agricultura.



    En Bucovina, en el norte de Rumanía, se cree que el Martisor es el hilo de los días del año tejido por la vieja Dochia al subir las ovejas a la montaña, que se parece al hilo de la vida humana que representa el destino. El color blanco simboliza el frío del invierno que termina y el rojo, es el calor del verano que pronto vendrá.


    En algunas regiones rumanas, las madres cuelgan un martisor con una moneda de oro o plata de las manos de los niños antes del amanecer del 1 de marzo como protección o amuleto contra las enfermedades. En las comunidades tradicionales de Moldavia, las muchachas regalan con mucha alegría el martisor, el 1 de marzo, a los muchachos de la aldea.



    En Dobruja, los martisoare se llevan hasta la llegada de los pájaros y luego se arrojan al aire para que la felicidad sea grande y alada. Los transilvanos cuelgan el hilo rojo y blanco en las ventanas, las puertas o los cuernos de los animales para protegerse de los malos espíritus.


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    Los Mărţişoare tradicionales se regalan cada vez con menos frecuencia o adquieren nuevas formas, con significados muy diferentes en comparación con lo original.


    Para mucha gente, la costumbre de ofrecer un Mărţişor es un gesto rituálico. Por lo tanto, el amuleto se convierte en una forma de agradecimiento, un modo de transmitir un mensaje, y su antiguo significado es olvidado .


    De hecho, el primer mărţişor fue el hilo rojo y blanco. El hilo es más importante que el amuleto que lo acompaña colgado. Éste es el mărţişor auténtico.


    Los primeros objetos atados con el hilo rojo y blanco fueron las monedas de oro y plata y luego los mărţişoare hechos de madera o cáñamo.


    En la actualidad, el hilo del martisor se pone en varios objetos en forma de animales, flores, letras y otros símbolos de varios significados. En la tradición popular, la buena suerte la traen los mărţişoare en forma de trébol o de deshollinador. El corazón es el símbolo del amor y el ancla, de la fe. Junto con el Martisor se pueden regalar también flores.





    La fiesta del Mărtisor también se celebra en otros países de los Balcanes como la República de Moldavia, Bulgaria, donde se llama Martenitsa y también en zonas de Macedonia y Albania donde viven comunidades rumanas y arrumanas.


    A finales de marzo, el Martisor se colgaba en un árbol, una costumbre que se ha conservado hasta hoy en día. La tradición manda que cuelgues el Martisor después de llevarlo durante un mes en las ramas de un árbol florido, lo que te traerá mucha suerte.