Tag: tropas

  • Consultas políticas para la seguridad de Rumanía

    Consultas políticas para la seguridad de Rumanía

    El presidente en funciones, Ilie Bolojan, mantuvo consultas con representantes de los partidos parlamentarios para definir la postura de Rumanía en el Consejo Europeo extraordinario del 6 de marzo, cumbre de la que se esperan decisiones importantes en materia de seguridad europea. Tanto los partidos gobernantes como los de la oposición rechazaron el escenario de que Bucarest envíe tropas de paz a la vecina Ucrania.

    El PSD, en cogobierno, no está de acuerdo con que Rumanía envíe tropas y es partidario de destinar fondos adicionales a la defensa, en forma de inversiones en la industria armamentística nacional. En un comunicado, el líder del partido y primer ministro, Marcel Ciolacu, propone excluir el gasto de defensa del cálculo del déficit presupuestario. El PNL también apoya el aumento de las inversiones en defensa, pero afirma, en un comunicado, que en el contexto de las negociaciones diplomáticas sobre el alto el fuego, el tema de la participación con fuerzas de paz es prematuro. La UDMR, socio en el Gobierno, también quiere que Rumanía invierta en capacidades militares modernas.

    El presidente Kelemen Hunor también dice que no está de acuerdo con el envío de soldados rumanos a Ucrania. Kelemen Hunor:

    “Es necesario garantizar la seguridad, incluso mediante el apoyo logístico y de infraestructura que Estados Unidos y Rumanía pueden ofrecer a Ucrania, a los países de la Unión Europea y a todos aquellos que deseen participar más activamente, pero sin tropas, en Ucrania”.

    Desde la oposición, AUR también se opone al envío de tropas al país vecino. El líder del grupo, George Simion:

     “La única solución en este momento es un alto el fuego, respetando los acuerdos internacionales y las garantías de seguridad que deben ofrecerse a Rumanía y a todos los países de la región”.

    También en la oposición, USR cree que Rumanía necesita invertir más en defensa y enfatiza la necesidad de un plan claro para participar en la reconstrucción de Ucrania. Incluso los soberanistas de SOS Rumanía no quieren tropas rumanas en Ucrania y se posicionan en contra de la continuación de la guerra. Mientras tanto, el Senado de Bucarest aprobó, como órgano de decisión, un proyecto de ley que permite el derribo de drones que entren ilegalmente en el espacio aéreo rumano y otro que regula el modo en que se llevan a cabo las misiones militares en Rumanía en tiempos de paz.

    Una de las medidas permite, por un período limitado, transferir la autoridad de algunas estructuras del Ejército rumano a un comandante de las fuerzas militares aliadas que participan en esas misiones. En este contexto, cabe mencionar también que Estados Unidos anuncia una nueva inversión en la base de Deveselu, en el sur de Rumanía, que alberga elementos del escudo antimisiles. En una primera fase, el Pentágono publicó un anuncio de intención de licitación para establecer enlaces especiales de telecomunicaciones entre el escudo antimisiles de Deveselu y otras bases estadounidenses en Europa, especialmente en Italia y Alemania.

     

    (versión española: Simona Sarbescu)

  • Prisioneros soviéticos en Rumanía

    Prisioneros soviéticos en Rumanía

    Un año antes, en junio de 1940, tras dos ultimátum al gobierno rumano para que cediera, había ocupado Besarabia y el norte de Bucovina, territorios rumanos al este y al norte. Como en toda guerra, tras las operaciones militares también resultaron prisioneros.

    El ejército rumano capturó a 91 060 soldados soviéticos entre el 22 de junio de 1941 y el 23 de agosto de 1944. De ellos, el 90%, es decir, 82 057 personas, fueron enviadas a 12 campos de Rumanía. Según el diccionario compilado por los historiadores Alesandru Duțu, Florica Dobre y Leonida Loghin, titulado El ejército rumano en la Segunda Guerra Mundial, de los internados en los campos, 13 682 que eran de origen rumano de Besarabia y el norte de Bucovina fueron liberados. Otros 5223 murieron y 3331 lograron escapar.

    El 23 de agosto de 1944, Rumanía abandonó la alianza con Alemania y todavía había 59 856 prisioneros soviéticos en su territorio, de los cuales 2794 oficiales y 57 062 suboficiales y soldados. Étnicamente, 25 533 eran ucranianos, 17 833 rusos, 2497 calmucos, 2039 uzbekos, 1917 turcos, 1588 cosacos, 1501 armenios, 1600 georgianos, 601 tártaros, 293 judíos, 252 polacos, 186 búlgaros, 150 osetios, 117 azerbaiyanos y varias docenas de otras etnias en menor número.

    Los documentos muestran que los prisioneros soviéticos en Rumanía fueron tratados de acuerdo con la legislación internacional vigente. Al comienzo de la guerra, las condiciones eran precarias, lo que causó la mayoría de las muertes. Pero mejoraron rápidamente, y los informes de las comisiones de control del ejército rumano registraron progresos. Encarcelaron a los prisioneros soviéticos en campos, se les proporcionó alojamiento, comida, higiene y atención médica, se les interrogó y se les dio la oportunidad de trabajar.

     

    El coronel Anton Dumitrescu participó en el acto del 23 de agosto de 1944, siendo él y cuatro suboficiales los que arrestaron al mariscal Ion Antonescu y al viceprimer ministro Mihai Antonescu. En una entrevista de 1974 en el archivo del Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana, recordó cómo, antes del arresto de Antonescu, le habían enviado a recopilar información sobre el centro de prisioneros soviéticos en Slobozia. Los servicios de inteligencia rumanos se habían enterado de que los alemanes lo estaban preparando como un lugar para iniciar operaciones contra el ejército rumano en caso de fracaso.

    «En Slobozia había un gran centro para prisioneros rusos. Los alemanes habían guarnecido todo el campo con tropas de Vlásov. Estas eran los rusos que, dirigidos por el general Vlásov, habían hecho un pacto con los alemanes. Y vestidos con uniformes alemanes, luchaban contra los rusos. O, por la información que teníamos, los alemanes querían estar seguros en ese centro por si nos pasaba algo para que los rusos de Vlásov hicieran un pacto con los rusos y lucharan contra nosotros. Había tenido contacto con las tropas de Vlásov en el Cáucaso cuando, de hecho, no sabían cómo rendirse porque los soviéticos los habrían matado. Estaban muy decididos a luchar. Toda la zona estaba llena de refugiados de Moldavia y Besarabia y no vi a ningún Vlásov».

    El ingeniero Miron Tașcă trabajó en la fábrica franco-rumana de Brăila, que tenía una producción mixta, civil y militar. En 1995, Tașcă se acordó de los prisioneros soviéticos que habían trabajado en la fábrica de Brăila y de lo que les ocurrió tras la entrada de los soviéticos en Rumanía.

    «Durante la guerra, también trabajamos en la fábrica de Brăila con varios prisioneros. Los trataban muy bien y no trabajaban en máquinas, hacían trabajos manuales, descargaban y cargaban materiales y limpiaban. Los soviéticos liberaron a estos prisioneros y los llevaron a Rusia. En el momento en que se los llevaron, también supieron que tenían que irse. Uno de ellos, que me dijo que era uzbeko, me dijo que no quería volver a la URSS. Me pidió que hiciera todo lo posible para mantenerlo allí, era un chico trabajador, callado y tranquilo. Por supuesto, esto no fue posible. Los prisioneros fueron investigados, numerados, completamente controlados, y luego se fue, el pobre hombre. Pero fue él quien no quiso volver en absoluto. Probablemente otros que pensaban lo mismo tampoco lo querían. Probablemente no sabían lo que les esperaba entonces, pero este hombre dijo desde el principio que no quería volver».

    Cristinel Dumitrescu, alumno en la escuela militar durante la guerra, dijo en 1998 que antes de ver a los soldados soviéticos después de 1944, los había visto como prisioneros.

    «Había visto rusos antes, eran prisioneros. Había entre 10 y 20 prisioneros rusos en nuestro país que trabajaban libremente. Se alojaban en el puesto de gendarmes y se ocupaban de limpiar las carreteras, las zanjas, paraban en casas particulares y trabajaban allí, conseguían comida y demás. Después del 23 de agosto de 1944, los primeros en huir fueron estos rusos, pero no hacia el Este, sino hacia el Oeste. Porque sabían lo que venía».

    La historia de los prisioneros de guerra soviéticos en Rumanía es poco conocida. Es esa historia la que espera pacientemente llegar a la conciencia de la memoria pública.

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Noticias del día

    Noticias del día

    TITULARES:

    • La diplomacia de Bucarest condena la  irresponsable de la situación de seguridad en la región por parte de la Federación Rusa.

     

    • Unos tres millones de niños rumanos en edad preescolar y escolar han comenzado este lunes un nuevo curso escolar.

     

    • Estos días, soldados rumanos y extranjeros participan en maniobras conjuntas cerca de Sfântu Gheorghe (centro del país).

     

     

    DRONES – El primer ministro Marcel Ciolacu ha declarado este lunes en referencia a los drones rusos que entraron en el espacio aéreo nacional que Rumanía reaccionó en tiempo real y supervisó la situación con aviones F16, señalando que los drones no tenían como objetivo el territorio rumano. El sábado por la noche, un dron ruso penetró en el espacio aéreo rumano y se dirigió hacia Ucrania, según informó el Ministerio de Defensa rumano. En respuesta, dos cazas F-16 despegaron urgentemente de una base militar en el sureste del país para vigilar la situación aérea. Al mismo tiempo, el Ministerio informó de que había desplegado equipos terrestres y medios aéreos en la zona de Periprava, en el distrito de Tulcea, donde habían caído piezas de los drones utilizados por Rusia en su ataque contra objetivos portuarios ucranianos cerca de la frontera rumana. Tras el incidente, las autoridades rumanas protestaron contra la nueva violación del espacio aéreo del país y los repetidos ataques contra la población ucraniana y las infraestructuras civiles.

     

    ESCUELA – Las escuelas deben ser absolutamente seguras para los alumnos, los profesores y el resto del personal educativo, ha declarado este lunes el presidente Klaus Iohannis en la ceremonia de apertura del nuevo curso escolar en un colegio de Bucarest. Presente en el acto junto a la ministra de Educación, Ligia Deca, el jefe del Estado ha subrayado que uno de los objetivos prioritarios del proyecto «Rumanía Educada», transpuesto en las leyes de Educación de 2023, era crear un entorno escolar y universitario que no sólo sea propicio para el desarrollo educativo, sino también un espacio en el que todos los implicados se sientan protegidos y respetados. Alrededor de tres millones de niños rumanos en edad preescolar y escolar han comenzado este lunes un nuevo curso escolar. El Gobierno promete que el curso 2024-2025 será el último en el que las escuelas sigan impartiendo clases en tres turnos. Actualmente, sólo hay 19 de estas unidades en Bucarest y el distrito de Ilfov (cerca de Bucarest). Según el Ministerio de Educación, al comienzo del curso escolar, 800 escuelas son reubicadas por motivos de rehabilitación, modernización o construcción, de un total de más de 6000 escuelas en Rumanía.

     

    MANIOBRAS– Del 9 al 13 de septiembre, tropas de las Fuerzas Terrestres de Rumanía realizarán maniobras conjuntas con soldados extranjeros cerca del municipio de Sfântu Gheorghe, en el distrito de Covasna (centro). La dirección del Batallón 22 de Cazadores de Montaña ‘Cireșoaia’ informa que las maniobras tienen como objetivo entrenar a los soldados sobre el terreno en la realización de acciones en el contexto de la OTAN y validar técnicas, tácticas y procedimientos en la ejecución de acciones en terreno montañoso y boscoso. Durante las actividades los militares utilizarán munición de ejercicio. Tanto el año pasado como este año se han realizado en el distrito de Covasna varios ejercicios de entrenamiento, con la participación de tropas terrestres y aéreas de las estructuras militares del Ministerio de Defensa Nacional y de los países de la OTAN.

     

    MEDIDAS – La presencia de las fuerzas del orden ha sido asegurada el primer día de clase en todos los centros educativos de Rumanía, con el fin de mantener un clima de orden y seguridad públicos, ha anunciado la portavoz del Ministerio del Interior, Monica Dajbog. Ha precisado que unos 25.000 empleados del Mnisterio han sido movilizados en todo el país en el marco de las medidas de orden público y seguridad, y que unos 8.000 empleados del Ministerio han sido desplegados en los centros de enseñanza preuniversitaria. La policía de tráfico también intensificó sus actividades en la zona de los centros de enseñanza. Los policías de tráfico actuaron para fluidificar el tráfico y prevenir accidentes, prestando especial atención a las situaciones que pudieran poner en peligro a los niños. Mónica Dajbog afirmó también que las acciones de prevención y lucha contra el tráfico y el consumo de drogas entre los jóvenes siguen siendo prioritarias.

     

    CINE – La película rumana «El año nuevo que nunca fue», dirigida, escrita y producida por Bogdan Muresanu, ha sido galardonada en el Festival Internacional de Cine de Venecia.  El Premio del Jurado de la Federación Internacional de Críticos de Cine y el Premio de la Crítica de Cine Independiente al mejor guion son dos de los reconocimientos para esta película rumana. Boróka Biró, directora de fotografía de la película, también recibió una mención especial. Se trata del primer largometraje de Bogdan Mureșanu y la acción se desarrolla en un único día, la víspera de la Revolución rumana anticomunista de diciembre de 1989.

     

    TENIS – La tenista rumana Irina Begu ha ganado el torneo WTA 125 de Montreux (Suiza), dotado con 115.000 dólares, tras derrotar en la final a la croata Petra Marcinko, por 1-6, 6-3 y 6-0. Irina Begu (34 años, 130 WTA) se impuso tras una hora y 33 minutos de juego. Para ella es el tercer título WTA 125 de su carrera, tras Indian Wells (2020) y Bucarest (2022). Begu ganó 5 títulos individuales WTA y jugó 4 finales, y también ganó 9 títulos de dobles WTA, además de otras 7 finales.

  • Sistema Patriot para Ucrania

    Sistema Patriot para Ucrania

    Rumanía donará a Ucrania un sistema de defensa antiaérea Patriot. La decisión ha sido tomada en la reunión del Consejo Supremo de Defensa del País celebrada el jueves en Bucarest. Los miembros del Consejo han acordado que la donación del sistema Patriot se hará sólo si continúan las negociaciones, especialmente con el socio estratégico estadounidense, con vistas a obtener un sistema similar o equivalente para satisfacer la necesidad de garantizar la protección del espacio aéreo nacional. De hecho, la idea de donar un sistema de este tipo al país vecino surgió el mes pasado después de que el presidente Klaus Iohannis se reuniera con el presidente Joe Biden en la Casa Blanca. En aquel momento, el jefe de Estado dijo que se había pedido a Rumanía que donara dicho sistema. Ahora, tras el anuncio del Consejo Supremo de Defensa del País, la Administración Presidencial ha subrayado en un comunicado que la decisión se basó en una minuciosa evaluación técnica por parte de las autoridades y que se tomaron todas las medidas para eliminar el riesgo de crear vulnerabilidades para Rumanía.

    Así, el Ministerio de Defensa Nacional presentó al Consejo Supremo de Defensa del País un análisis detallado sobre el estado operativo de los cuatro sistemas Patriot de que dispone actualmente el país, la ejecución del programa de dotación con los otros tres sistemas que ha encargado, así como el impacto de una posible transferencia de un sistema, precisa el comunicado.

    El presidente Volodimir Zelenski ha agradecido a Bucarest su decisión de donar a Kiev un sistema de misiles Patriot y ha declarado que aprecia el firme apoyo de Rumanía a Ucrania. La decisión de hoy refuerza no sólo la seguridad de Ucrania, sino de toda la región y de Europa, escribió el presidente ucraniano en un post en una red social. De hecho, Volodimir Zelenski ha pedido al menos siete baterías, pero los países que las poseen aún no se han pronunciado.

    También el jueves, cuando se tomó la decisión de donar los sistemas antiaéreos Patriot a Rumanía, Estados Unidos anunció que suspendía temporalmente las entregas de sistemas antiaéreos Patriot a otros países y que Ucrania tendría ahora prioridad en el suministro. La Casa Blanca citó las insistentes peticiones de Kiev de recibir más baterías Patriot para defender tanto a sus tropas de la primera línea como a sus infraestructuras de los ataques rusos.

    También hay que mencionar que el Consejo Supremo de Defensa del País de Bucarest aprobó los objetivos de Rumanía para la cumbre de la OTAN del próximo mes de Washington. A la vez, se analizó el continuo deterioro de la situación de seguridad en la vecindad oriental de Rumanía, debido a la intensificación de las acciones militares de Rusia. Asimismo, en la reunión del Consejo Supremo de Defensa del País, Klaus Iohannis dijo que a finales de la semana pasada había comunicado a los aliados de la OTAN que retiraba su candidatura al puesto de Secretario General de la OTAN. El jefe de Estado pidió a los miembros del Consejo que dieran su opinión sobre la candidatura del primer ministro holandés, Mark Rutte, y éstos se pronunciaron a favor de apoyar al funcionario holandés al frente de la Alianza.

     

     

  • Reunión dedicada a Ucrania, en París

    Reunión dedicada a Ucrania, en París

    La reunión de alto nivel que el presidente de Francia, Emmanuel Macron, organizó en París parecía ser tan solo uno más de los numerosos encuentros celebrados en los dos últimos años y centrados en el apoyo occidental a Ucrania, país que está atravesando un período difícil en la guerra de defensa contra Rusia. Y así lo fue hasta cierto punto.

    El presidente de Rumanía, Klaus Iohannis, también asistió a la reunión y la administración presidencial rumana especificó que los líderes presentes en la capital francesa habían reiterado su enérgica condena a las acciones de Rusia, habían manifestado su apoyo a la soberanía y a la integridad territorial de Ucrania, y habían vuelto a confirmar, igualmente, la necesidad de seguir brindando apoyo militar a Kiev, tanto a nivel europeo como bilateral.

    Nada inusual, pues, en comparación con el ritual típico de las conferencias sobre Ucrania, salvo que, al final de la reunión celebrada en París, el anfitrión Emmanuel Macron declaró que no se debía descartar, en el futuro, el envío de tropas occidentales a Ucrania, sobre el terreno, para que Occidente se asegurara de la derrota de Rusia: «Hoy por hoy, no hay consenso para enviar tropas terrestres de manera oficial, asumida y aprobada. Pero, dentro de la dinámica, no hay que descartar nada. Haremos todo lo necesario para asegurarnos de que Rusia no pueda ganar esta guerra», dijo el jefe del Estado francés.

    Macron se negó a ofrecer más detalles sobre la postura de Francia al respecto, invocando lo que denominó «ambigüedad estratégica» y la asumió. Pero prosiguió: «Muchos de los que hoy dicen “jamás” son los mismos que hace dos años dijeron “jamás tanques, jamás aviones, jamás misiles de largo alcance”. Tengamos la modestia de constatar que llegamos a menudo con un retraso de seis a doce meses. Este ha sido el objetivo de las conversaciones de esta noche: todo es posible, si sirve para alcanzar nuestro objetivo». El presidente francés anunció que los aliados de Ucrania iban a formar una coalición, a fin de suministrar misiles de medio y largo alcance a Ucrania.

    Asustadas, al parecer, por el impacto de las declaraciones de Macron, la OTAN y la Unión Europea se han apresurado a negar cualquier intención de enviar tropas a Ucrania. Los representantes de las principales organizaciones occidentales han manifestado que los ucranianos están recibiendo ayuda militar de estas y de los países miembros, pero no hay planes de enviar tropas al frente ucraniano.

    El canciller alemán, Olaf Scholz, también ha descartado la posibilidad de que los Estados miembros de la UE y de la OTAN envíen tropas terrestres a Ucrania. El alto cargo ha afirmado que Alemania es el país europeo que más apoya a Ucrania y lo seguirá siendo, pero sin convertirse en parte del conflicto, ni directa ni indirectamente. El Gobierno británico, por su parte, ha declarado que no está en sus planes desplegar tropas en Ucrania, salvo un pequeño número de asesores que están allí para apoyar al ejército ucraniano. España, Italia, Polonia, Hungría y la República Checa han descartado cualquier intención de mandar tropas de combate al frente.

    En Moscú, el portavoz de la presidencia ha advertido de que el envío de militares de los Estados miembros de la OTAN a Ucrania supondría un conflicto entre Rusia y la Alianza.

     

    Traducción al español: Gabriela Ristea