El Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo de la Microbiología e Inmunología Cantacuzino” fue creado en 1921 para servir la salud púbica con su actividad de investigación y sus productos y servicios.
Antes de 1990, el Instituto Cantacuzino tenía una oferta muy variada de vacunas. Pero ulteriormente la falta de financiación, la mala gestión de recursos y el incumplimiento de las normas impuestas por la Organización Mundial de la Salud hicieron que poco a poco dicho Instituto cesara la producción de casí todas sus vacunas. De forma que uno de los mejores institutos de investigación de Europa, el Insistituto Cantacuzino, viene registrando desde hace años una caída lenta pero sostenida. De los millones de dosis de vacunas que solían producir, los especialistas del Instituto llegaron a realizar en 2010 solo unos cuantos cientos de miles de dosis de vacunas antigripales.
La siutación empeoró en 2014, cunado el Institutul fue afetado por un escándalo sin precedente después de que la Agencia Naiconal del Medicamento prohibiera la venta de las vacunas antigripales producidas por Cantacuzino. Se tomó esta medida después de que los resultados de las pruebas indicaran una concentración muy grande de endotoxinas que podían producir reacciones advesas como fiebre o choque alérgico.. “El Instituto realiza tres tipos de actividades: la producción de vacuans y materiales biológicos, la producción de medios de cultivo, y la producción de reactivos.
Actualmente funciona la parte de investigación financiada solamente a través de becas o subsidios. Se siguen produciendo medios de cultivo y un suplemento alimenticio vegetal llamado SOD”, ha infomado Alexandru Rafila,el presidente de la Sociedad Rumana de Microbiología.
En el intento de recuperarlo, los gobernantes decidieron a finales del año 2014 que pasara del Ministerio de Sanidad al de Educación, decretándose su reorganización y la extinción de sus deudas con la Agencia Tributaria. Se le asignaron también fondos para cubrir sus gastos con los sueldos y asegurar su funcionamiento hasta finales del año 2015. En 2016, otro gobierno, otra visión: el instituto volvió a ser subordinado al Ministerio de Sanidad, y ahora el primer ministro anuncia su decisión de transformar este instituto en unidad militar administrada por el Ministerio de Defensa. Ya que, alega el primer ministro, se trata de un instituto con un papel estratégico para la independencia de Rumanía en el ámbito de la producción de vacunas, se trata de una marca rumana con una historía de casí un siglo y con muchos logros.
