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  • Buen sistema inmunitario – métodos de prevención

    Buen sistema inmunitario – métodos de prevención

    Los libros de especialidad explican que existen dos líneas de defensa: la inmunidad innata, que incluye barreras físicas como la piel y las membranas mucosas, y la inmunidad adaptativa, formada por células y proteínas especializadas que atacan la causa específica de la infección. Según los expertos, para mantener un buen sistema inmune es esencial llevar un estilo de vida sano, basado en calidad nutricional, ejercicio físico y una hidratación adecuada.

    Las personas que tienen un sistema inmune fuerte enferman con menos frecuencia y se curan más rápido, y son capaces de hacer frente al estrés con más facilidad. En el otro extremo, una inmunidad deficiente crea muchos problemas al organismo, que tiene que defenderse, incluso en caso de enfermedad. Maria Marcvart, médico especialista en medicina interna y ozonoterapia, ha hablado sobre estos temas en Radio Rumanía y ha destacado la importancia de una buena inmunidad como medida preventiva.

    En los últimos años se ha demostrado muy claramente que la carencia de vitamina D provoca una disminución de la inmunidad, afirma la doctora Maria Marcvart.

    «¿Qué podemos hacer? Tomar las vitaminas D y la vitamina C. Las tomo yo misma y se las recomiendo también a los pacientes. Por supuesto que lo ideal es dosificar la vitamina D. La tendencia general, incluso en Italia, en las zonas rurales, es que la gente tiene carencia de vitamina D. En los últimos años se ha demostrado muy claramente que la deficiencia de vitamina D conduce a una disminución de la inmunidad. La inmunidad deficiente significa que no estamos protegidos contra los resfriados, las enfermedades infecciosas graves o contra el cáncer, una enfermedad en la que el organismo debe defenderse. Producimos células cancerosas desde los primeros días de vida, cada segundo, cada minuto, nace una célula atípica. Si nuestros linfocitos, que son los francotiradores, están bien, y además son lo suficientemente numerosos y armados, entonces todo va bien, si no, no».

    ¿Cómo podemos cuidar a estos «francotiradores»? La dieta sería lo más práctico, explica la doctora Maria Marcvart.

    «Una dieta sana significa proteínas de buena calidad, más glúcidos procedentes de frutas y carbohidratos o sea preparados con harina lo más complejos posible. Y, por supuesto, todo lo que nos aporten la fruta y la verdura. No olvidemos que debemos comer al menos una ensalada al día o al menos un tentempié de fruta al día. Los lácteos los pondría al final de la lista. No debemos olvidar que somos la única especie que come queso y lácteos en la edad adulta. Así que, los podemos comer de vez en cuando, sin exagerar. Tenemos que entender que nos mantienen en un estado de inflamación crónica, que se nota en la lengua saburral y las membranas mucosas que reaccionan muy fácilmente a los virus. ¿Sabía que la obesidad también se considera con estado inflamatorio general? La depresión también está relacionada con un estado inflamatorio general. Y hay  muchas más cosas, la inflamación hoy en día significa mucho más que hacerse daño en la mano, estar hinchado, rojo o dolerte algo».

    La hidratación también desempeña un papel importante y, como forma de tratamiento, la doctora Maria Marcvart recomienda la ozonoterapia, la administración de ozono médico en el organismo para el tratamiento de diferentes enfermedades. Se puede administrar de diversas formas e introduce ozono en el organismo, aumentando el nivel de oxígeno en los tejidos. El ozono actúa bien directamente, sobre todo en el caso de los virus, de las bacterias, de los parásitos o mediante una muy buena oxigenación de los tejidos enfermos, o bien indirectamente, estimulando al organismo para que ponga en marcha sus propios mecanismos de defensa y reparación en el caso de varias enfermedades, ha explicado Maria Marcvart.

    «Hay numerosas afecciones en las que la ozonoterapia es útil porque realmente posee determinadas formas de actuar sobre algunos síntomas claros. Por ejemplo, es un buen antiinflamatorio. La inflamación que tenemos desde dolor de rodilla, de hombro o de espalda hasta intestino irritable es también un tipo de inflamación. El ozono es también un buen desintoxicante, un buen antioxidante. Por ejemplo, la diabetes es una enfermedad que se caracteriza por mucho estrés oxidativo porque estos productos pro-oxidantes no están en equilibrio con nuestros antioxidantes naturales. Aquí el ozono obliga al cuerpo a llevar sus propias batallas. Es muy bueno en casos donde no tenemos suficiente oxigeno para un tejido en particular. Estas enfermedades micro-circulatorias realmente no se pueden curar de otro modo y aquí es donde interviene la ozonoterapia para equilibrar la inmunidad. Es un inmunomodulador, un estimulador de la inmunidad».

    La ozonoterapia se puede aplicar con muy buenos resultados tanto en simples infecciones respiratorias como en complicaciones de la diabetes, artrosis, espondilosis, neuralgias y neuropatías o como tratamiento complementario en enfermedades oncológicas, afirma la doctora Maria Marcvart.

    Versión en español: Monica Tarău

     

  • Frutas de Rumanía: la sandía

    Frutas de Rumanía: la sandía


    ¿Quieres comer algo dulce, pero que no contiene grasa, sodio o calorías? Parece imposible, pero la sandía es la solución perfecta para saciar tu deseo de dulces cada vez que sientas la necesidad de comer algo prohibido.

    Debido a su núcleo delicioso, dulce, aromático y refrescante, la sandía es una fruta que en Rumanía se consume en verano hasta finales de otoño.

    Rumanía, una economía a la que la agricultura aporta el 6-7% del Producto Interno Bruto (PIB) anual, es el tercer mayor productor de sandías en la UE, después de España y Grecia, con una cosecha de unas 476.000 toneladas al año, lo que significa una oferta de 100 millones de melones de agua, dado un peso medio de 4,5 kilos..


    Según datos publicados por Ziarul Financiar, el año pasado el mercado de melones alcanzó unos 32 millones de euros, si tenemos en cuenta un precio medio de 0,3 USD por kilo .

    Comer sandía, indistintamente de la variedad, trae muchos beneficios para nuestra salud: agua, vitaminas para reforzar el sistema inmunológico y reducir la inflamación en el cuerpo.

    Los orígenes de esta fruta se encuentran en Sudáfrica, en las áreas semi-desérticas donde hoy en día hay algunas variedades de sandia salvaje. Para los pueblos indígenas, el núcleo rojo de la sandía, que contiene aproximadamente 95% agua y el resto, azúcares y nutrientes, era un rescate en tiempos de sequía y hambruna.


    Según los especialistas, 100 gramos de sandía contiene 30 calorías , 1 gramo de fibra, 10 gramos de azúcar, 1 g de proteína, vitaminas A, C, E, D, niacina, tiamina, vitamina B6, B12, ácido pantoténico, y varios minerales tales como hierro, calcio, magnesio, potasio, fósforo, selenio, etc.


    Parece que los primeros cultivos se realizaron en el antiguo Egipto, 1500 años antes de Cristo, cuando la sandía se depositaba en forma de ofrendas en las tumbas de los faraones.


    Desde Egipto, los cultivos de sandía se extendieron a Persia, Afganistán, Asia Menor y China. En Europa llegó en el siglo XI después de Cristo, en primer lugar en los países del sur (Grecia, Italia, España).

    La sandía se expandió rápidamente en los países con climas más cálidos (Turquía, Irán, Siria, China, Japón, Estados Unidos, Brasil, etc.)


    En Rumanía encuentra condiciones favorables en el sur de Moldavia (en Galati), en Dobruja y Banato, en la llanura del Danubio, que puede proporcionar un rendimiento muy alto (20-40 toneladas por hectárea).

    Se cultivan tanto variedades tempranas o semitempranas, como tardías, de origen extranjero, como los Early Canada, Sugar Baby, Dr. Mauch, Haleâs Best, y autóctono, (Lovrin 532, de Arad, Buzău, Brăila, Miniş, o Dăbuleni).



    El consumo de sandía se debe al contenido elevado de azúcar de la fruta (7-11%), de sustancias pécticas, antocianinas, vitaminas del complejo C, A, y menos de B1, B2, H, PP y minerales (especialmente calcio y potasio fósforo y hierro).



    En nuestro país, las sandías grandes, de entre 2 y 10 kilos (hasta 20 kg), se cosechan en agosto y septiembre, cuando está buena para comer y se pueden almacenar sin degradación de la calidad durante 2 o 3 semanas si se mantienen en la sombra a bajas temperaturas. La dieta con sandía es muy beneficiosa porque esta fruta tiene muchas propiedades terapéuticas: diuréticas, depurativas, laxantes, anti inflamatorias, anti infecciosas y curativas.



    Por ejemplo, los médicos recomiendan el zumo de sandía en la hepatitis crónica.



    La sandía tiene la mayor concentración de licopeno que cualquier otra fruta o verdura fresca. El color rojo del núcleo viene dado por el licopeno y hace que esta fruta sea un aliado en la lucha contra los radicales libres, protegiendo así a los vasos sanguíneos al prevenir el engrosamiento de las paredes arteriales.

    La sandía es la fruta más rica en electrolitos, sodio y sales de potasio que se pierden a través del sudor. La sandía es una excelente fuente de vitamina A, el antioxidante que ayuda a la salud ocular, la vitamina C, que fortalece el sistema inmunológico y la vitamina B6.

    La sandía es rica en vitaminas del complejo B que fortalecen la función del cerebro y ayuda a convertir la proteína en energía celular.



    Los antioxidantes de la sandía ayudan a reducir la gravedad del asma bronquial, del cáncer de colon, los trastornos del corazón, artritis reumatoide y cáncer de próstata.

    Comer sandía reduce el dolor y mejora el tiempo de recuperación muscular después de un esfuerzo durante el ejercicio físico.

    Debido a su contenido de agua y fibra evita el estreñimiento y la sandía ayuda a mantener un sistema digestivo saludable.

    La sandía no tiene ni 1 gramo de grasa, pero ayuda a la producción de energía y protege contra la degeneración celular.


    La sandía contiene citrulina, que se encuentra principalmente en los frutos secos, el aminoácido que va a relajar y dilatar los vasos sanguíneos.

    La sandía es una excelente fuente de nutrientes para la piel. Existen numerosos tratamientos cosméticos a base de melón de agua que hacen la piel suave y brillante, y este efecto se debe a los ricos contenidos del melón de agua.



    En el mundo hay más de 1.200 variedades de sandía, de las cuales unas 300 crecen sólo en los Estados Unidos y México.

    China es el país que produce y exporta la mayor cantidad de sandía en todo el mundo.

    La sandía se cultiva en más de 96 países en todo el mundo.


    La sandía más grande en el mundo fue de 118 kilos y pertenecía a Bill Carson en Tennessee. Este melón ha entrado en la edición de Guinness World Records 1998.


    Los melones de agua tienen diferentes formas, pero la más extraña es, sin duda, la forma cuadrada, hecha por los japoneses. Las sandías se cultivan en formas cuadradas de plástico, por lo que la fruta madura tomará la forma del recipiente en el que creció. Los japoneses creen que la forma cuadrada es ergonómica y ahorra espacio en el frigorífico.


    Los rumanos suelen comer mucha sandía, simple o en ensaladas de fruta frías. Tambien se puede preparar helado natural de sandía, incluso mezclada con otras frutas. Podemos preparar un zumo de sandía, muy rico y refrescante. Independientemente de la receta que utilizamos, el consumo de sandía nos aportará múltiples beneficios para la salud.


    En Rumanía, la sandía récord fue cosechada en 2012 en Dăbuleni, una localidad famosa por los cultivos de sandía . Tenia 22 kilos de peso y se llamaba Talismán.


    Soy Simona y les doy una nueva cita con esta sintonía el proximo martes. Feliz semana!