La invitada a nuestro programa, Carmen, llegó a Bucarest a finales del mes de febrero por la que posiblemente sea la razón más poderosa que existe, el amor, y tras estos meses asegura que la capital rumana ha superado sus expectativas.
Le sorprendieron las áreas verdes y el tráfico, en concreto a esto último aún no se ha acostumbrado. También el carácter latino de los rumanos y sobre todo, la gastronomía. Durante la entrevista nos cuenta qué postre figura ya entre sus preferidos. Asegura que ha tenido una fácil adaptación a la ciudad y concluye afirmando de manera rotunda que Bucarest debe ser visita obligada.
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