La confianza de los rumanos en las instituciones

El Barómetro de Seguridad de Rumanía, una encuesta representativa a nivel nacional, realizada mediante entrevistas telefónicas a unas 1.000 personas de entre 18 y 65 años, entre el 29 de septiembre y el 10 de octubre de 2022, ofrece una instantánea de la confianza de los ciudadanos en las instituciones nacionales e internacionales.



La jerarquía no ha cambiado mucho, pero incluso las instituciones nacionales que suelen gozar de gran confianza, la Iglesia y el Ejército, tienen actualmente una imagen marcada por las dificultades de los últimos tiempos. Según el Laboratorio de Análisis de la Guerra de la Información y la Comunicación Estratégica (LARICS), en colaboración con el Instituto de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Academia Rumana, las cosas se explican después de dos años de pandemia, un año 2022 marcado por una guerra a gran escala en la región y por aumentos más que significativos del precio de todo tipo de energía.



Este conjunto de crisis ha provocado incluso una disminución de la confianza en la OTAN o en la Unión Europea. Aun así, la población rumana sigue siendo prooccidental y proeuropea: un 68 % de los rumanos son optimistas sobre el futuro de la Unión Europea a corto plazo mientras que un 78 % son optimistas sobre el apoyo de Estados Unidos a Europa del Este y sólo el 10 % cree que la UE debería desaparecer en el futuro.



A pesar de algunas críticas serias a la UE, el 74 % de los rumanos aprecian que están mejor en el bloque que fuera de él. Las críticas que los rumanos dirigen a la UE están relacionadas con la situación inmediata, económica y energética, que atraviesan: existe la percepción de que algunos países miembros se aprovechan económicamente de Rumanía, que las políticas de la UE no siempre se adaptan a Rumanía o que la UE impone demasiadas normas.



También hay una clara actitud crítica hacia las élites locales o nacionales. Los ciudadanos atribuyen la culpa del precio descontrolado de la energía a los gobernantes de Rumanía (cerca del 48 %), a las políticas de la UE (un 28 %) y apenas un tercio a la guerra de Ucrania (cerca del 24 %).



Si Rumanía fuera atacada, el 36 % de los rumanos afirma que participaría en la defensa del país, el 33 % está indeciso y el 29 % intentaría marcharse con sus familias.



La mayoría de los rumanos creen que Rusia es la culpable de la guerra en Ucrania y que el principal obstáculo para la paz es también Rusia. Aunque la culpabilidad de Moscú está clara para la gran mayoría de los rumanos, la mayoría (el 70 %) quiere que la guerra se detenga y sólo el 28 % piensa que debe continuar hasta que Rusia sea derrotada. Aquí es donde entra el miedo a que se amplíe el conflicto y se agrave la crisis económica.



Según el Barómetro de Seguridad de Rumanía, aunque no hay una reorientación estratégica de los rumanos, la idea de que el país debe ser pragmático y centrarse en sus propios intereses es cada vez más clara. Todo ello dentro del marco euroatlántico, pero no fuera de él.



Versión en español: Victoria Sepciu