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  • Perspectivas económicas optimistas

    Perspectivas económicas optimistas



    El Banco Mundial ha mejorado el pronóstico de crecimiento económico de Rumanía para este año del 3,2 al 3,9%, y para 2017, del 3,5% al 4,1%, según indica el más reciente informe elaborado por dicha institución sobre la evolución de la economía global, hecho público este miércoles. Así, las perspectivas optimistas del BM han confirmado las estimaciones mejoradas anunciadas a finales del 2015, por la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional, que daban por cierta la evolución positiva de la economía rumana en los últimos años.



    El Ejecutivo comunitario anunciaba en su pronóstico de otoño, un crecimiento anual del PIB de un 4,1% para 2016 y de un 3,6 % para 2017. También lo ha confirmado el FMI, que prevé un aumento económico en un 3,9% para este año, mientras que el Gobierno de Bucarest estima un aumento del PIB en casi un 4%. Respecto al informe del BM, esta institución ha revisado al alza incluso las perspectivas de crecimiento económico para el año pasado, del 3 al 3,6%. Para la zona de Europa y Asia Central, que también incluye a Rumanía, pero no la Eurozona, se estima un ritmo de crecimiento de un 3% para 2016 y de un 3,5% para 2017 y 2018. Bulgaria debería registrar un aumento del PIB en un 2,2% este año y en un 2,7%, para el próximo año. Hungría aumentará en un 2,5%, y un 2,7%, respectivamente, y Polonia en un 3,7% este año y en un 3,9%, el próximo año.



    El BM mantiene sus perspectivas optimistas para la evolución de la economía de Rumanía también en 2018, cuando estima un aumento del PIB en un 4%. Por otro lado, el Banco Mundial advierte que en esta región hay numerosos riesgos, como la posible intensificación de las tensiones geopolíticas, precios reducidos mantenidos para las materias primas, así como el declive de las exportaciones desde los países desarrollados. Según indica dicha institución internacional, la aceleración del ritmo de crecimiento en esta zona depende de la reanudación de las inversiones, que por ahora se han mantenido por debajo del nivel anterior a la crisis. En muchos países las inversiones públicas se han visto afectadas por el espacio fiscal limitado y las inversiones privadas, por el hecho de que las empresas intenten solucionar el problema de las deudas.




    En algunos países miembros de la UE, como Bulgaria y Rumanía, las inversiones han recibido fondos estructurales europeos, pero la capacidad de absorción sigue siendo un problema. Según el Banco Mundial, uno de los factores regionales que podría afectar a Rumanía, y también a Bulgaria, es el descenso del crecimiento económico de Turquía. En el ámbito mundial, según señalan los autores de dicho informe, el crecimiento económico se verá afectado por problemas de las economías emergentes, pero el aumento del PIB debería registra un leve avance, del 2,4% en 2015 al 2,9% este año, según una evolución apoyada por el crecimiento de las economías desarrolladas.




    (traducido por s.sarbescu)



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  • El Banco Mundial y la incorporación al euro

    El Banco Mundial y la incorporación al euro


    El Banco Mundial ha revisado a la baja su pronóstico de crecimiento económico para Rumanía en 2013, del 2,8 al 1,6% pero, según los representantes de esta institución financiera internacional, la cifra concreta podría aumentar si tenemos un año agrícola mejor, si incrementa el nivel de absorción de fondos europeos y si se registra una leve recuperación de la demanda interna. Al mismo tiempo, los representantes del Banco Mundial han destacado los progresos que se han registrado en la estabilización macroeconómica de Rumanía y han transmitido algunas recomendaciones a Bucarest — que continúe las reformas estructurales y que no adopte la moneda euro mientras no se realice una convergencia real con las economías europeas.


    A pesar de los progresos registrados por la economía de Rumanía en cuanto al control de su déficit público, de una buena evolución de las exportaciones e incluso de la inflación, al final del pasado año, todavía queda mucho por hacer para que estos logros sean sostenibles, según declara el director de país para Rumanía y Hungría del Banco Mundial, Francois Rantrua:


    Todavía tenemos muchos problemas y corremos el riesgo de que la gente diga: nuestro déficit público está bien, la inflación igualmente. Así que podemos dejar de un lado las reformas. Espero que esta vez hemos aprendido que las reformas deben continuar. Son muchos los sectores que necesitan reformas. Se necesita tiempo para reformar la administración pública y recuperar la confianza de los inversores, pero es algo obligatorio. No pueden tener crecimiento económico, en este periodo, si no atraen más gente dispuesta a invertir en la energía. Las empresas con capital estatal tampoco pueden hacer frente a la situación en determinados sectores.”


    Según el economista jefe del BNR, Valentin Lazea, debemos distinguir entre los sectores que necesitan inversiones públicas y las que dependen de inversiones privadas:


    Ha llegado la hora para delimitar lo que el estado debe financiar y lo que hace el sector privado y los ejemplos que he puesto aquí se refieren a la energía, donde está claro que el sector nuclear se mantiene en propiedad del estado, donde la zona de las energías alternativas probablemente sea privada o en la agricultura, donde las irrigaciones, el almacenamiento, etc. deben seguir en el sector privado y la zona de la infraestructura, de gas, de gestión de aguas, es posible que se mantenga en propiedad del estado.


    Entre los desafíos que Rumanía está afrontando figuran la estabilización de sus presupuestos de seguros sociales, la reforma del sector de Sanidad, la modernización de las actividades de las compañías con capital estatal, así como aumentar la recaudación a las arcas del Estado.