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  • La miscelánea: La conexión entre el Mărțișor y los rituales de protección en las tradiciones rumanas

    La miscelánea: La conexión entre el Mărțișor y los rituales de protección en las tradiciones rumanas

    ¿Sabían que este pequeño amuleto no solo celebra el cambio de estación, sino que también tiene una profunda relación con la protección, la buena suerte y la salud de quienes lo llevan? Antes de entrar en los rituales de protección, es importante entender el origen del Mărțișor. Esta tradición se remonta a tiempos antiguos, antes de la cristianización de la región de los Balcanes, y está relacionada con la celebración del final del invierno y la llegada de la primavera. Tradicionalmente, el Mărțișor se presenta como un hilo rojo y blanco que simboliza la dualidad de la vida: el blanco representa la pureza y la salud, mientras que el rojo está asociado con la fuerza y la vitalidad. En la antigüedad, los habitantes de la región creían que el Mărțișor, al ser llevado en la ropa o colgado en la casa, protegía contra las fuerzas malignas y atraía la suerte. Esta creencia está profundamente arraigada en la relación entre los humanos y la naturaleza, y cómo los cambios estacionales influencian la salud y el bienestar.

    En muchas comunidades rumanas, el Mărțișor no solo es un símbolo de bienvenida a la primavera, sino que también juega un papel crucial como amuleto protector. Las personas lo colocan en sus casas, en las puertas o lo llevan colgado en el pecho durante el mes de marzo, como una forma de alejar las malas energías y evitar enfermedades. Este ritual tiene raíces en la creencia de que los primeros días de marzo son particularmente poderosos para la protección contra las malas influencias. Una tradición comúnmente asociada al Mărțișor es que, al regalarlo, se desea salud, prosperidad y buena suerte para la persona a quien se le entrega. Además, durante este mes, es común realizar ciertos rituales de purificación, como el “spălarea cu apă rece” (lavarse con agua fría), que se creía que ayudaba a limpiar el cuerpo de energías negativas y revitalizaba al portador. Algunos rumanos creen que al llevar el Mărțișor colgado cerca de su cuerpo, están “invocando” la protección de fuerzas invisibles, como las de la naturaleza, las divinidades protectoras o incluso sus propios antepasados. Esta creencia tiene sus raíces en el hecho de que, en la antigüedad, los cambios de estación, como la llegada de la primavera, eran momentos de transición y vulnerabilidad, y la protección se volvía especialmente importante. Por eso, el Mărțișor no solo es un símbolo de renovación, sino también de defensa contra las adversidades. El ritual del Mărțișor es acompañado de pequeños rezos o plegarias de protección, donde se pide por la salud y el bienestar del portador durante todo el año. A menudo se dice que el poder protector del Mărțișor se extiende a todo lo que esté relacionado con el bienestar personal: las casas, las cosechas, las relaciones familiares y las comunidades en general.

    El 1 de marzo, cuando se celebra el inicio oficial de la primavera, los rumanos se encuentran con amigos y familiares para intercambiar Mărțișoare. Este acto, aunque sencillo, es profundamente simbólico: se le desea al otro salud, prosperidad y protección durante todo el año. Es común que los jóvenes regalen Mărțișoare a sus seres queridos, como una forma de honrar la tradición y fortalecer los vínculos afectivos.

    En algunas zonas de Rumanía, es habitual también que el Mărțișor se cuelgue en los árboles frutales o en las ventanas, con la esperanza de que proteja a las cosechas del mal tiempo y atraiga buena fortuna. Esta conexión entre lo personal y lo colectivo muestra la importancia de la comunidad y la naturaleza en la vida de los rumanos. La fiesta del Mărțișor es también un momento de alegría compartida. A pesar de que el clima en Rumania aún puede ser frío en marzo, la sensación de renovación, esperanza y protección llena el aire. Los rumanos, especialmente en las zonas rurales, se preparan para esta celebración con entusiasmo. La tradición se mantiene viva en la práctica cotidiana, pero también se respira un sentido de nostalgia y amor por las tradiciones ancestrales que conectan a cada persona con su tierra, sus raíces y su cultura.

    Otro aspecto interesante de esta tradición es la relación entre el Mărțișor y las figuras protectoras de la mitología rumana. En el folclore, existen numerosos personajes que son considerados protectores de la vida y de la naturaleza, como la “Baba Dochia”, seres que guardan el equilibrio entre las estaciones y cuidan del bienestar de la gente. La creencia popular sostiene que el Mărțișor ayuda a invocar la protección de estos seres míticos. Por ejemplo, la historia de Baba Dochia está vinculada a la llegada de la primavera. Según la leyenda, Baba Dochia representa el invierno, y su transformación en una figura anciana simboliza la lucha entre el frío y la calidez, el invierno y la primavera. El Mărțișor se asocia con este cambio estacional y se considera un medio para equilibrar las energías que estas figuras representan.

    Hoy en día, aunque el Mărțișor sigue siendo un símbolo de protección, su forma ha evolucionado. Si bien en el pasado se usaban hilos rojos y blancos sencillos, ahora los Mărțișoare pueden incluir pequeños adornos, charms o símbolos modernos. Sin embargo, la esencia de protección y deseo de bienestar sigue siendo la misma. En las grandes ciudades, la tradición del Mărțișor se mantiene viva, aunque se ha globalizado en ciertas formas. Ahora, muchas personas compran y venden Mărțișoare no solo como regalos, sino también como parte de la decoración en lugares públicos, lo que también cumple la función de atraer la buena suerte y mantener alejadas las energías negativas. El Mărțișor es mucho más que un simple amuleto o una tradición de bienvenida a la primavera. A través de los siglos, ha servido como un símbolo profundo de protección, esperanza y renovación, anclado en las creencias ancestrales rumanas.

    Desde las leyendas populares hasta los rituales que rodean su uso, el Mărțișor continúa siendo un ejemplo de cómo las tradiciones pueden perdurar y adaptarse, manteniendo su esencia protectora en un mundo que cambia constantemente. Así, el Mărțișor no es solo un regalo que se da o se recibe; es un símbolo cargado de energía protectora, de amor y de esperanza. Para los rumanos, es una tradición que conecta generaciones, que ofrece una forma de renovar y protegerse, y que recuerda a cada uno de nosotros la importancia de mantener viva la conexión con nuestras raíces culturales. A medida que se lleva este pequeño amuleto, los rumanos continúan la tradición de invocar la buena suerte y la protección para ellos y sus seres queridos. Aunque el mundo cambia, las tradiciones como la del Mărțișor siguen siendo una fuente de fuerza y un recordatorio del poder de la naturaleza, la comunidad y el amor.

     

  • El rumano Radu Jude, premiado de nuevo en la Berlinale

    El rumano Radu Jude, premiado de nuevo en la Berlinale

    La 75ª edición del Festival Internacional de Cine de Berlín, primera gran cita del año en el mundo del séptimo arte, alcanzó el sábado su punto culminante con la entrega de los trofeos por parte del jurado presidido por el cineasta estadounidense Todd Haynes, figura destacada del cine norteamericano.

    Un total de 19 películas compitieron en el certamen principal, entre las que se encontraba una rumana. El cineasta Radu Jude, ganador de un Oso de Oro en 2021 por su comedia negra Babardeala cu bucluc sau porno balamuc, podría haber hecho doblete con la película de este año: Kontinental ’25.

    El sábado, sin embargo, Radu Jude fue galardonado con el no menos meritorio Oso de Plata al mejor guion. Kontinental ’25 es un nuevo fresco político sobre la sociedad contemporánea y el capitalismo, que explora temas de actualidad como la crisis inmobiliaria, la economía postsocialista, el nacionalismo y el impacto del lenguaje en el estatus social.

    La película se basa en un artículo de periódico sobre una agente judicial que se siente culpable por desalojar a un vagabundo de un sótano que había ocupado. Poco después de enterarse de que va a ser desahuciado, el hombre se suicida, desencadenando la crisis moral de la protagonista.

    Rodada en apenas diez días con un teléfono inteligente, la película Kontinental ’25 se situó entre las favoritas de un grupo internacional de críticos reunidos por la revista especializada Screen en Berlín.

    «Soy un guionista mediocre, así que recibir este premio me parece muy divertido», bromeó el director rumano en el escenario de la Berlinale, en la ceremonia de entrega del Oso de Plata. Dio las gracias a su equipo y dijo que este premio demuestra que hay mucho talento en Rumanía y que espera que llegue más dinero al sector cultural, porque talento hay de sobra.

    Radu Jude ha dedicado el Oso de Plata de Kontinental 25 al legado del director español Luis Buñuel (1900-1983), asociado al movimiento surrealista, cuyo 125 cumpleaños se celebró el mismo día de la ceremonia de entrega.

    Kontinental 25 está protagonizada por Eszter Tompa, Gabriel Spahiu, Adonis Tanța, Oana Mardare y Șerban Pavlu. La película está interpretada en rumano, húngaro y alemán y subtitulada en inglés y alemán. Recordemos también que, en la Berlinale de 2015, la película Aferim! le valió a Radu Jude el Oso de Plata al mejor director.

    Versión en español: Antonio Madrid

  • La miscelánea: Rumanía, tu pasaporte al conocimiento – becas y oportunidades de estudio para estudiantes internacionales

    La miscelánea: Rumanía, tu pasaporte al conocimiento – becas y oportunidades de estudio para estudiantes internacionales

    Rumanía no solo es famosa por sus castillos de ensueño y sus leyendas, como la de Drácula! También es un país que ofrece excelentes oportunidades educativas para jóvenes de todo el mundo. ¿Se imaginan estudiando en una universidad europea, conociendo otra cultura, y todo mientras exploran los Cárpatos o las costas del mar Negro? Rumanía, un país con una rica herencia cultural, una creciente economía y una red de universidades de calidad, ofrece una variedad de programas de intercambio y becas educativas para estudiantes y jóvenes de todo el mundo. Estos programas permiten a los participantes explorar su cultura, mejorar sus habilidades académicas y profesionales, y contribuir a proyectos en áreas diversas.

    Empecemos con el Programa Erasmus+, uno de los más conocidos. Seguro muchos de ustedes han oído hablar de él.  Erasmus+ es uno de los programas educativos más exitosos de la Unión Europea, y Rumanía ha sido parte activa desde que se incorporó a la UE en 2007. Miles de estudiantes rumanos han utilizado este programa para estudiar y realizar prácticas en el extranjero, así como para enriquecer su formación académica y cultural. El programa Erasmus+ no solo beneficia a los estudiantes rumanos que estudian en el extranjero, sino que también impacta de manera positiva a las universidades en Rumanía, que reciben cada año a miles de estudiantes extranjeros. Esto contribuye a crear un ambiente académico más internacional y diverso, lo que mejora la calidad de la educación y fomenta el intercambio cultural. Las universidades más reconocidas de Rumanía, como la Universidad de Bucarest o la Universidad Babeș-Bolyai en Cluj-Napoca participan activamente en este programa. Puedes estudiar desde ciencias exactas hasta humanidades o ingeniería. Y lo mejor: el programa cubre la matrícula, alojamiento y te da un apoyo financiero para que no tengas que preocuparte por nada. Erasmus+ es el programa de la UE para la educación, la formación, la juventud y el deporte en Europa. Con un presupuesto estimado de 26 200 millones de euros, el programa casi duplica la financiación asignada a su predecesor (2014-2020). El programa para 2021-2027 hace especial hincapié en la inclusión social, la transición ecológica y digital y el fomento de la participación de los jóvenes en la vida democrática. Apoya las prioridades y actividades definidas en el Espacio Europeo de Educación, el Plan de Acción para la Alfabetización Digital y la Agenda Europea de Capacidades. El programa también apoya el Pilar Europeo de Derechos Sociales, aplica la Estrategia de la UE para la Juventud 2019-2027 y desarrolla la dimensión europea en el deporte. La duración es de un semestre o año académico. El programa «Erasmus» fue creado originalmente por la Unión Europea en 1987. Su objetivo era fomentar una cooperación más estrecha entre universidades e instituciones de enseñanza superior de toda Europa. Se trataba de crear un sistema organizado e integrado de intercambio transfronterizo de estudiantes. Con el tiempo, el programa se ha ampliado en amplitud y profundidad y ahora se conoce como «Erasmus+». Su forma ampliada es un amplio marco general que combina los diferentes programas de la UE para la cooperación transnacional y la movilidad en la educación, la formación, la juventud y el deporte en Europa. Cada vez más, también mira más allá de Europa. Desde el inicio del programa, más de 15 millones de personas han participado en Erasmus+, gracias al entusiasta aprovechamiento de las oportunidades por parte de personal, estudiantes, jóvenes y alumnos de todas las edades. En resumen, el programa Erasmus+ ha transformado la vida de miles de estudiantes rumanos y extranjeros, dándoles acceso a una experiencia educativa internacional, que les permite desarrollarse personal y profesionalmente. Al mismo tiempo, Rumanía se ha convertido en un destino atractivo para estudiantes de toda Europa, gracias a la calidad de su educación y su vibrante vida cultural.

    Las becas concedidas por el Gobierno Rumano son una excelente oportunidad para estudiantes internacionales interesados en realizar estudios en Rumania. Estas becas están diseñadas para atraer talento extranjero y fortalecer los lazos académicos y culturales entre Rumania y otros países, en especial aquellos que no son parte de la Unión Europea. Cubren matrícula, alojamiento en residencias universitarias, ¡y hasta un estipendio mensual para gastos de vida! Esto está dirigido a aquellos que quieran hacer un grado, un máster o un doctorado en áreas como ciencias, ingeniería, humanidades o medicina. Así que, si vienes de América Latina o Asia, por ejemplo, esta puede ser tu oportunidad. Muchos estudiantes internacionales han obtenido estas becas y han destacado su experiencia de estudiar en Rumanía como algo muy positivo, tanto en el ámbito académico como en el personal. Los candidatos interesados en el Programa de Becas ofrecidas por el Gobierno rumano pueden acceder a la plataforma en línea para presentar sus solicitudes, bien directamente en https://scholarships.studyinromania.gov.ro/, bien accediendo a la página web Estudiar en Rumanía (www.studyinromania.gov.ro) o a la página web del MAE, sección Becas ofrecidas a ciudadanos extranjeros por el Estado rumano a través del MAE. Las becas del Gobierno rumano son una excelente oportunidad para estudiantes internacionales interesados en avanzar en su formación académica mientras exploran una nueva cultura en el corazón de Europa.

    Otro programa muy interesante es el CEEPUS, que facilita el intercambio de estudiantes y profesores entre universidades de Europa Central y del Este. Rumanía es un participante activo y, si eres de algún país de esta región, ¡podrías beneficiarte de este programa! CEEPUS te permitirá estudiar en áreas como ingeniería, ciencias exactas o humanidades, con todos los gastos cubiertos, ¡incluyendo el alojamiento y la comida! Una gran oportunidad para aquellos que quieren mejorar su formación académica mientras conocen otras culturas europeas. CEEPUS es una red de movilidad universitaria con una larga tradición en Europa Central y Rumanía es miembro de esta red desde 1998. Las becas CEEPUS son concedidas por el país de acogida al nivel nacional establecido por ley. El Ministerio de Educación Nacional, a través de la Oficina Nacional de CEEPUS, concede anualmente 500 meses de becas a estudiantes y profesores que acuden a universidades rumanas para realizar estancias de estudio y docencia.

    Para aquellos interesados en la investigación, la Academia Rumana ofrece becas para estudiantes internacionales que quieran llevar a cabo proyectos en áreas como ciencias naturales, humanidades o innovación tecnológica. Pero eso no es todo, los estudiantes y profesores de EE.UU. también tienen la posibilidad de aplicar a las becas Fulbright para estudiar, investigar o enseñar en Rumanía. Un programa prestigioso que te permitirá hacer contactos importantes y expandir tu carrera académica. Y si tu interés es más social, el Cuerpo Europeo de Solidaridad te permite participar en proyectos de voluntariado en Rumanía. Jóvenes de entre 18 y 30 años pueden trabajar en áreas como educación, medio ambiente o apoyo comunitario, con todos los gastos cubiertos. Tendrás alojamiento, alimentación, seguro médico y un pequeño dinero de bolsillo. Es una excelente forma de hacer amigos, conocer el país y contribuir a la sociedad rumana. Y no nos olvidemos de las escuelas de verano. Universidades como la Universidad de Bucarest y la Universidad de Iași ofrecen cursos intensivos en temas como arqueología, estudios de Europa del Este y lengua rumana. ¡Ideal para estudiantes internacionales que quieran aprender mientras disfrutan de un verano diferente en Rumanía! Además, los estudiantes de países francófonos pueden aplicar a las becas Eugen Ionescu, que cubren estudios de máster o doctorado. Otra gran opción para aquellos que quieren estudiar en francés en un entorno multicultural.

    Como pueden ver, Rumanía ofrece un sinfín de oportunidades para estudiantes y jóvenes de todo el mundo. Ya sea que estés buscando una experiencia académica, un intercambio cultural o incluso un voluntariado, ¡Rumanía es el destino ideal para ti!

     

  • Retrospectiva semanal

    Retrospectiva semanal

    Elecciones presidenciales bis

     

    La primera vuelta de las elecciones presidenciales tendrá lugar el 4 de mayo, y la segunda el 18 de mayo, según decidió el jueves el Gobierno de coalición PSD-PNL-UDMR de Bucarest. Los rumanos del país votarán un solo día, mientras que los de la diáspora tendrán tres días, pero el último día, el domingo, los colegios electorales cerrarán a las 21.00 hora rumana, independientemente del huso horario local. La decisión se tomó para no dejar un espacio de tiempo que influyera en el voto cuando éste hubiera cerrado en Rumanía pero siguiera abierto en el extranjero, en los colegios electorales localizados al oeste del país. Las autoridades también han impuesto normas más estrictas para la campaña electoral, especialmente en Internet, con multas de hasta 50.000 leus (unos 10.000 euros) y de hasta el 5% de la facturación para las grandes plataformas online. La decisión gubernamental por la que se fija la fecha de las elecciones presidenciales se publicó en el Boletín Oficial. Representantes de varias organizaciones no gubernamentales afirmaron que era inaceptable adoptar tal acto normativo sin un verdadero debate público y sin un análisis de las cuestiones que afectaron a las elecciones anteriormente anuladas.

    Cabe recordar que tras haber validado la primera vuelta de las elecciones presidenciales el 24 de noviembre, el Tribunal Constitucional de Rumanía anuló el 6 de diciembre las elecciones presidenciales en su conjunto, mientras que la votación para la segunda vuelta ya había comenzado en la diáspora. El Tribunl Constitucional tomó la decisión después de que el Consejo Supremo de Defensa del País publicara un informe en el que denunciaba injerencias externas en el proceso electoral, no confirmadas hasta ahora por las investigaciones judiciales. Decenas de miles de personas salieron el domingo a la calle en todo el país, la mayoría en Bucarest, para exigir la reanudación de la segunda vuelta electoral, que consideran injustificadamente anulada, y la destitución de Klaus Iohannis, que sigue siendo presidente, a pesar de haber completado su segundo y último mandato el 21 de diciembre. 161 parlamentarios de la oposición firmaron a favor de la suspensión del presidente, mientras que el partido AUR ha pedido oficialmente la convocatoria de una sesión extraordinaria del Parlamento, del 20 al 24 de enero, para iniciar el procedimiento de suspensión. Para ello se necesitan los votos de 234 parlamentarios.

     

    Decisiones del BNR

     

    El Banco Nacional mantiene su postura prudente y ha decidido esta semana mantener sin cambios su tipo de interés de política monetaria en el 6,5% anual. El tipo de interés de referencia no se ha modificado desde agosto, en medio de los esfuerzos por frenar la inflación. Según el BNR, en el último trimestre de 2024 subió más de lo previsto, debido a los precios del combustible y la sequía estival. Los expertos se muestran cautos ante un posible recorte de los tipos de interés de la política monetaria este año. Creen que si el entorno económico nacional no mejora tras las elecciones presidenciales, también podría haber presiones sobre el tipo de cambio. Por otra parte, el Gobierno rumano está trabajando en la elaboración del proyecto de presupuesto para 2025. Mantendrá el objetivo de déficit del 7% acordado con la Comisión Europea, pero también un objetivo del 7% del PIB para la inversión.

     

    De nuevo sobre la Mineriada

     

    El expresidente rumano Ion Iliescu y el exprimer ministro Petre Roman han sido acusados de nuevo esta semana en el caso Mineriada de junio de 1990 por crímenes contra la humanidad, y los fiscales han tenido que empezar de cero después de que las pruebas reunidas fueran anuladas anteriormente en los tribunales. Alegan que, en junio de 1990, los responsables del Estado rumano pusieron en marcha una política de represión contra la población civil de la capital, que se saldó con el asesinato de 4 personas, la violación de 2, daños de la integridad física y/o psíquica de más de 1.300 personas y la persecución de más de 1.200 mediante privación ilegal de libertad. A partir de abril de 1990, tuvo lugar en Bucarest durante varias semanas una manifestación de oposición al poder que acababa de instaurarse tras la revolución anticomunista. Según los fiscales, los días 13, 14 y 15 de junio se llevó a cabo una acción represiva contra los manifestantes, en la que participaron ilegalmente fuerzas del Ministerio del Interior, de Defensa, del Servicio Rumano de Inteligencia, así como más de diez mil mineros y otros trabajadores de varias zonas del país. Los mineros llevados a Bucarest devastaron las sedes de los partidos políticos recién creados o restablecidos tras la Revolución y que estaban en la oposición, los domicilios de los principales líderes políticos de la oposición, las sedes de publicaciones de prensa independiente y de algunas instituciones educativas.

     

    Día de la Cultura Nacional

     

    Cada año, desde 2011, Rumanía celebra el Día de la Cultura Nacional el 15 de enero, día del nacimiento de Mihai Eminescu. Este año se celebra el 175 aniversario del nacimiento del mayor poeta rumano. Dedicado a la cultura, el arte y el esfuerzo académico rumanos, el Día de la Cultura Nacional se celebró con numerosos actos en todas las comunidades habitadas por rumanos dentro y fuera del país. Pero también hubo protestas de miembros de CulturMedia, la Federación de Sindicatos de Cultura y Prensa, que querían llamar la atención sobre la infrafinanciación del sector y las desigualdades salariales que afectan a los empleados de museos, bibliotecas y centros culturales.

     

  • Día de la Cultura Nacional 2025

    Día de la Cultura Nacional 2025

    Cada año, desde 2011, Rumanía celebra el Día de la Cultura Nacional, que marca la fecha de nacimiento del poeta nacional Mihai Eminescu. Este día está dedicado a la cultura, el arte y el esfuerzo académico rumanos, destacando el papel de Mihai Eminescu en la formación de la identidad cultural nacional a través de sus contribuciones a la literatura, el periodismo, la filosofía y el teatro. Este año se celebra el 175 aniversario del nacimiento del mayor poeta rumano. El Día de la Cultura Nacional fue iniciado por el antiguo presidente de la Academia Rumana, Eugen Simion, y fue legislado por el Parlamento rumano en 2010. Adrian Cioroianu, director de la Biblioteca Nacional de Rumanía, cree que este día debería celebrarse todos los días del año, no sólo el 15 de enero. «En mi opinión, es una muy buena idea establecer un Día Nacional de la Cultura, dado que la cultura sigue siendo, en mi opinión, la pieza central de la identidad de cualquier sociedad, incluida la rumana», ha declarado Adrian Cioroianu. Añadió que la mera instauración de un Día Nacional de la Cultura mantiene alerta a los responsables culturales y, en todo el país, se celebran actos, muchos de los cuales tienen mucho éxito y que, en cierto modo, se convierten también en un ejemplo de buenas prácticas.

    En su 15ª edición, el Día de la Cultura Nacional se celebra en todas las comunidades habitadas por rumanos, dentro y fuera del país. Se han programado numerosos actos en Bucarest y en todo el país, como conferencias, debates, conciertos y exposiciones, y muchos museos ofrecen entrada gratuita. Entre los actos organizados en la capital figuran presentaciones de libros, de fotografías, talleres creativos, debates y espectáculos. La Biblioteca Central Universitaria Carol I ha programado una «Velada Eminescu» dedicada al Día Nacional de la Cultura, en la que intervendrán la soprano Arlinda Morava, el actor Claudiu Bleonț y la pianista Adriana Alexandru. En el Día de la Cultura se pueden escuchar libros, conciertos, emisiones de radio y radioteatro en las frecuencias de las emisoras de la Sociedad Rumana de Radiodifusión. Las emisoras Radio Rumanía Regional, Radio Rumanía Antena Satelor, Radio Rumanía Internacional, la Redacción de las Minorías y Radio Rumanía Radio 3Net han preparado programas especiales dedicados a esta celebración y al tema principal de este año: facilitar el acceso del público en general a la cultura.

    En noviembre de 2024, el Instituto Nacional de Investigación y Formación Cultural lanzó el «Barómetro de Consumo Cultural 2023. Comunidades de consumidores en el contexto del cambio social». Según la investigación, la frecuencia de visita a lugares de interés cultural ha aumentado a un ritmo acelerado. Así, el 67% de los encuestados visitó monumentos históricos y yacimientos arqueológicos al menos una vez al año en 2023, frente al 59% en 2022, y el 45% visitó un museo, exposición o galería de arte al menos una vez al año en 2023, frente al 30% en 2022.

     

     

     

  • El árbol de Navidad en Rumanía, magia y tradición en cada rama

    El árbol de Navidad en Rumanía, magia y tradición en cada rama

    El árbol de Navidad es, sin duda, uno de los símbolos más reconocidos de esta festividad. Aunque hoy lo encontramos en casi todas las casas del mundo, su origen se remonta a Europa, en particular a Alemania, en el siglo XVI. Se dice que las primeras decoraciones de árboles de Navidad eran simplemente manzanas, nueces y velas, colocadas en los árboles como símbolos de la vida y la luz. Con el tiempo, la tradición se fue extendiendo a otros países de Europa, y llegó incluso a las Américas. La costumbre de poner un árbol adornado en casa se convirtió en una tradición que, hoy en día, vemos en casi todos los hogares del mundo. Pero cada país le ha dado su toque único, sus propios adornos, y su forma de celebrarlo. Y en Rumania, el árbol de Navidad también tiene un significado muy especial.

    En nuestro país, la Navidad se celebra con una gran devoción, y el árbol de Navidad juega un papel central en las festividades. Como en otros países europeos, las familias rumanas decoran sus casas con un árbol. Le ponen bolas, luces brillantes y figuras de madera pintadas a mano que representan símbolos de la naturaleza y la vida campestre. En muchas zonas, también se colocan dulces, galletas y velas en el árbol, creando una atmósfera cálida y acogedora. Además, las velas o luces tienen un significado muy profundo. La luz representa la llegada del Salvador, la esperanza y el renacimiento, algo muy importante en la tradición cristiana rumana. Las luces del árbol de Navidad iluminan no solo el hogar, sino también los corazones de aquellos que celebran. La tradición también incluye colocar una estrella en la punta del árbol, que representa la estrella de Belén, guiando a los Reyes Magos hacia el niño Jesús. En las zonas rurales de Rumanía, la Navidad tiene un sabor aún más especial, y el árbol de Navidad no solo es decorado con esmero, sino que también tiene un vínculo profundo con las costumbres y creencias locales. Una de las tradiciones más interesantes es el proceso de elegir y cortar el árbol. Muchas familias rumanas aún van al bosque a cortar su propio árbol, lo que simboliza una conexión con la naturaleza y con la tierra. En algunos casos, las familias prefieren los árboles de pino o abeto, árboles que en la tradición rumana también tienen un valor simbólico como emblemas de la vida y la regeneración.

    En tiempos pasados, los rumanos esperaban al 24 de diciembre para decorar su árbol, pero en la actualidad es muy común que las familias lo hagan mucho antes. Especialmente en las ciudades, muchos rumanos colocan el árbol a principios de diciembre, a veces el 1 de diciembre, Día Nacional de Rumanía, marcando oficialmente el inicio de la temporada navideña. Esta anticipación tiene que ver con el deseo de prolongar la celebración y de llenar la casa de espíritu navideño durante todo el mes de diciembre. Aunque algunas familias mantienen la costumbre de esperar hasta Nochebuena, la decoración temprana es ahora una tendencia más común, especialmente en las ciudades. La Nochebuena, el 24 de diciembre, es el momento en que las familias rumanas suelen reunirse para cenar juntos, y es entonces cuando el árbol, lleno de luces y adornos, se convierte en el centro de la celebración, rodeado de risas, villancicos y el espíritu navideño.

    Las costumbres navideñas en Rumanía son muchas y muy diversas. Uno de los momentos más esperados es la llegada de los niños a las casas para cantar los tradicionales villancicos. Los niños van de puerta en puerta, llevando alegría y esperanza a cada hogar, mientras cantan canciones llenas de significado religioso y cultural. La  Nochebuena es tan importante que en algunas regiones, el “Moș Crăciun” (Papá Noel) llega no solo con regalos, sino también con historias y leyendas tradicionales sobre la Navidad. Aunque la tradición de Moș Crăciun ha evolucionado con el tiempo, en algunas partes de Rumanía, especialmente en las zonas más rurales, se cree que Moș Crăciun coloca los adornos en el árbol durante la noche del 24 de diciembre, antes de que los niños se despierten para encontrar los regalos.

    Sin embargo, en muchas casas urbanas, el árbol ya está completamente decorado mucho antes de la Nochebuena. En estos hogares, Moș Crăciun suele dejar los regalos bajo el árbol, en lugar de adornarlo, lo que refleja el enfoque más moderno de las festividades. Así, el árbol de Navidad en Rumanía sigue siendo un símbolo de unión, esperanza y luz, y su significado ha perdurado a lo largo de los siglos. Si bien las costumbres han evolucionado, la esencia de la Navidad rumana sigue intacta. Ya sea decorado a principios de diciembre o en la víspera de Navidad, el árbol sigue siendo un emblema de lo más querido de la temporada: la familia, la generosidad y la alegría compartida.

    Desde RRI, les deseamos una Feliz Navidad llena de paz, luz y momentos especiales. Que el espíritu del árbol de Navidad ilumine sus hogares, como ilumina el corazón de cada rumano durante estas fiestas.

  • Sabores de Navidad en Rumanía, un festín de tradiciones y delicias

    Sabores de Navidad en Rumanía, un festín de tradiciones y delicias

    La Navidad en Rumanía es un momento especial para compartir en familia, y como en muchas otras culturas, la comida juega un papel crucial en estas celebraciones. Durante estas fiestas, las mesas se llenan de platos tradicionales que reflejan la diversidad de la cocina rumana, con influencias de Europa del Este, pero también con toques únicos que hacen de cada comida una experiencia inolvidable. Los rumanos consideran la comida no solo como sustento, sino como una forma de conectarse con sus raíces y tradiciones.

    Comenzamos nuestra jornada culinaria con uno de los platos más representativos: sarmale. Las sarmale son hojas de col rellenas de carne de cerdo y arroz, y a menudo se cocinan con especias como el eneldo. Este plato se sirve en grandes cantidades y, según la región, puede acompañarse de crema agria y polenta. Es un plato que se comparte en familia y se sirve durante toda la Navidad. Otro plato importante es el piftie, una especie de gelatina hecha de carne de cerdo o de res. Es muy popular en las mesas navideñas y se prepara cocinando lentamente las partes menos comunes del cerdo, como los huesos o las patas, para obtener un caldo espeso y gelatinoso. Se sirve frío y, a menudo, se adorna con ajo y hierbas. En muchos hogares rumanos, el piftie es un plato de bienvenida durante las reuniones festivas. Y cómo olvidar el lebăr: un embutido que se elabora con hígado de cerdo, arroz y especias, todo cocido en una tripa de cerdo. Aunque en algunas regiones de Rumanía se sirve durante todo el año, es especialmente popular en Navidad.

    Los acompañamientos también son esenciales en una comida navideña rumana. Uno de los favoritos es la polenta o mămăligă, una masa a base de maíz que se sirve como acompañante de la carne. Su sabor suave complementa perfectamente los platos más fuertes y se sirve tanto caliente como fría. Otro acompañante importante son las jumări, que son trozos de grasa de cerdo frita. Aunque puede sonar simple, su sabor es absolutamente delicioso y es un aperitivo que se disfruta mucho antes o después de la comida principal. Las jumări también se usan en muchos platos tradicionales rumanos, como el sarmale o en ensaladas. El caltaboș es otro embutido típico que no falta en las celebraciones. Este plato consiste en una especie de morcilla o embutido, hecho con carne de cerdo, arroz y especias, todo cocido dentro de una tripa. Se sirve como aperitivo o acompañamiento y tiene un sabor muy característico que forma parte de la identidad culinaria rumana. No podemos olvidarnos de los cârnați o chorizos, que en Rumanía se preparan de manera especial durante la Navidad. A menudo, los rumanos preparan diferentes tipos de chorizos caseros, a veces ahumados, que se cocinan en la parrilla o se sirven fritos. Los cârnați son parte de las tradiciones de Navidad y, como los demás platos, se disfrutan en grandes cantidades durante las festividades.

    Ahora pasemos a lo más dulce de la Navidad rumana: los postres. Uno de los más queridos es el cozonac, un pan dulce relleno de nueces, cacao, pasas y, a veces, frutas confitadas. Se prepara en grandes cantidades y se hornea con cariño, ya que es un plato que requiere tiempo y paciencia. El cozonac se sirve en rebanadas finas y es el acompañante perfecto para una taza de té o café. Otro dulce muy popular es el colaci, una especie de pan trenzado que se elabora con una masa similar a la del cozonac, pero con una textura más densa. Se sirve en la víspera de Navidad y es símbolo de buena suerte y prosperidad para el nuevo año. Como pueden ver, la Navidad en Rumanía no es solo una festividad religiosa, sino también un festín de sabores, texturas y aromas. Los platos tradicionales no solo nutren el cuerpo, sino también el alma, y son una forma de mantener viva la cultura y las tradiciones del país.

    Desde el piftie hasta el cozonac, cada bocado cuenta una historia y cada plato es una muestra de hospitalidad y amor familiar. Si alguna vez tienen la oportunidad de visitar Rumanía en Navidad, no olviden probar estas delicias. ¡Les aseguro que será una experiencia inolvidable! Y para aquellos que ya disfrutan de estas tradiciones, que este año la Navidad sea aún más sabrosa y llena de momentos especiales. ¡Gracias por acompañarnos en esta emisión! ¡Les deseamos una Feliz Navidad llena de alegría, amor y, por supuesto, buena comida!

     

     

     

  • Club cultura: «The Breakup», en la Galería Mobius de Bucarest

    Club cultura: «The Breakup», en la Galería Mobius de Bucarest

    La producción está realizada por un grupo de artistas europeos dirigidos por la directora Ioana Păun. Ioana Păun es una directora que centra su trabajo en el comportamiento humano en situaciones difíciles. La directora nos habló del equipo que está detrás del espectáculo:

    «El equipo inicial estaba formado por artistas de Eslovaquia y yo, un equipo muy pequeño, hicimos un piloto completamente distinto de lo que se ve ahora en Rumanía. En febrero era ultra hiper interactivo. Básicamente, dos espectadores se separaban sin conocerse, en una especie de instrucción nuestra. No me gustó cómo resultó y volví a expresiones más seguras, digamos performativas, más a mano. Quería hablar emocionalmente a un público de lo que significa para cada uno de nosotros un especial para ellos, no para mí. «La separación». … Y el equipo de Bratislava tenía un núcleo integrado por el escenógrafo Matěj Sýkora y yo. Estábamos en una especie de ping-ponging de ideas. «¿Cómo podríamos» o “cómo podría yo” representar o infundir, o desafiar al público a sentir algo lo más parecido posible a lo que les pasa cuando aman y luego se separan? Y tenía una fijación, una cosa que me interesaba era exponer al público a dos personas besándose y descubriéndose por primera vez. Una especie de primer beso que todos experimentamos y luego encontrar otras acciones similares para continuar este viaje emocional».

    «The Breakup» es una experiencia discreta e intensa, creada para generar reflexión sobre cómo hemos vivido nuestras relaciones de pareja. ¿Por qué «The Breakup»? nos cuenta Ioana Păun:

     «Era un tema que me interesaba, porque, en realidad, personalmente hablando, me resultaba difícil de gestionar. Me refiero a la salida de alguien de tu vida o de ti de la vida de otra persona, especialmente en el plano romántico, pero no sólo, el final de una relación.»

    La directora Ioana Păun y su equipo exploran un territorio en el que las fronteras entre el sentimiento y el progreso tecnológico son cada vez más difusas. Hablamos con Ioana Păun sobre el espectáculo y la acogida que tuvo entre el público:

    «No puedes saber exactamente cómo se siente cada persona, aunque hables con ella.  ¿Cómo fue recibido? Te diré cómo fue recibido. En Eslovaquia rodamos en Bratislava y ciudades más pequeñas, había gente joven, gente mayor, millennials. Los jóvenes estuvieron muy centrados y atrapados por la idea y el deseo de expresar sus propias experiencias y sondearse a sí mismos. Eso es lo que veíamos en las respuestas. Ellos, el público, interactúan dos veces. Vimos que estaban dispuestos a responder de la forma más amplia y desnuda posible, aunque fuera anónimamente. Así que en este público joven, y por joven me refiero a 18, 25, 26 años, vimos una alegría en sondear algunas búsquedas, algunas experiencias emocionales con las que tal vez se enfrentan con ultra frecuencia, en una manera, no sé culturalmente.»

    El espectáculo ofrece al público dos códigos QR a través de los cuales pueden participar e interactuar. La directora Ioana Păun nos cuenta más sobre la interacción con el público:

    «Sí, es una especie de enlace que recibes en tu teléfono móvil y al que respondes. Y tu respuesta se integra de un modo u otro en el espectáculo o se hace pública, en realidad, aunque sea anónima. El público es reducido, unas diez personas. He tenido espectáculos con cuatro personas, he tenido espectáculos con diecisiete personas. Funciona mejor con unas diez personas. Se crea una especie de comunidad, y hay varios momentos en el espectáculo en los que el público hace o complementa, o dice, o nos deja intervenir un poco. Y de una manera mínima. Así que es un espectáculo muy sencillo. Se reaccionó de manera diferente, cada espectáculo fue diferente. A veces extraordinariamente comprometido, dependiendo de su estado de ánimo o lo que está surgiendo en el momento. Las actrices perciben el pulso del público, pero no cambian su ritmo, no cambian sus acciones dependiendo de la disponibilidad o de cómo perciben que el público está interesado, comprometido o aburrido. Así que esta pregunta de ‘cómo se recibe’ siempre me resulta muy difícil de responder».

     

     

  • La miscelánea: Chocolate Saga 2024, el mayor festival de chocolate de Rumanía

    La miscelánea: Chocolate Saga 2024, el mayor festival de chocolate de Rumanía

    Desde sus orígenes hasta las deliciosas creaciones modernas, los rumanos han adoptado el chocolate en su propia tradición culinaria de formas únicas y sorprendentes. Para entender cómo el chocolate llegó a Rumanía, tenemos que retroceder en el tiempo. El cacao, originario de América, comenzó a llegar a Europa en el siglo XVI, pero no fue hasta el siglo XIX cuando empezó a ganar popularidad en los países del este de Europa. Sin embargo, en Rumanía, el acceso al cacao estuvo inicialmente limitado debido a las restricciones económicas y políticas de la época. A lo largo del siglo XX, Rumanía experimentó una serie de cambios que transformaron su industria alimentaria. En los años 50 y 60, con el establecimiento del régimen comunista, el chocolate comenzó a producirse a nivel industrial, y fue entonces cuando las primeras marcas locales comenzaron a consolidarse.

    Hoy en día, el mercado del chocolate en Rumanía está viendo una evolución interesante. Nuevas marcas y productores artesanales están apostando por chocolates de alta calidad, orgánicos o con ingredientes innovadores. Además, el interés por el cacao fino y la producción local de chocolate está creciendo, lo que ha llevado a muchos chocolateros rumanos a experimentar con sabores y técnicas que colocan a Rumanía en el mapa del chocolate gourmet. Esto está creando una combinación perfecta entre la tradición y la innovación, lo que augura un futuro prometedor para el chocolate rumano.

    Cabe precisar que el consumo de chocolate artesanal en Rumanía se ha duplicado en los dos últimos años, ya que los rumanos se han vuelto más selectivos y están dispuestos a gastar más por un chocolate mejor que el del estante, afirma Adina Istrate, organizadora del festival Chocolate Saga, que se celebra en el periodo 22-24 de noviembre de 2024 en la Sala Polivalenta de Bucarest. Los participantes tendrán la oportunidad de participar en demostraciones y degustaciones en directo en las que aprenderán más sobre el arte de hacer chocolate. Chocolate Saga es el mayor festival de chocolate de Rumanía, un lugar ideal para degustar el mejor chocolate que pueda desear. Hay una gran variedad de chocolateros artesanos, marcas famosas y tiendas de especialidades locales. Se puede probar de todo, desde chocolate negro a chocolate blanco, chocolate con leche, chocolate con todo tipo de rellenos y coberturas. Además de chocolate, habrá helados, dulces, café, té y bebidas que maridan a la perfección con el chocolate. Chocolate Saga también ofrece una gran variedad de talleres y demostraciones en directo. Podrán aprender a hacer sus propias trufas de chocolate, verter sus propias tabletas y decorarlas, construir figuritas. Chocolate Saga es un evento familiar, por lo que hay muchas actividades para que disfruten los niños. Hay una zona de talleres infantiles, pintura con chocolate e incluso una fuente de chocolate. Chocolate Saga es una visita obligatoria para cualquier amante del chocolate. Es una celebración del alimento que ha alegrado la vida de todos durante tanto tiempo, indica la página web del festival. El precio de un billete es de 15 ron, o sea 3 euros. Pueden adquirirse en el recinto, con tarjeta o en efectivo. Los niños de hasta 10 años acompañados de adultos y las personas discapacitadas tienen acceso gratuito.

    En Rumanía, el consumo medio de chocolate per cápita fue de 3,5 kg en 2021, muy por debajo del líder mundial, Suiza, con 9,7 kg, pero más de 3 veces superior a la media mundial, de sólo 0,9 kg. A la pregunta de quién compra todo este chocolate, la respuesta sencilla es todo el mundo. Pero los millennials (de 30 a 45 años) y los de la Generación X (de 45 a 65 años) representan el 71% de la demanda. Las mujeres consumen algo más de chocolate que los hombres (53% frente a 47%), pero la proporción se inclina a favor de las mujeres en el caso del chocolate fino. La mayoría de los consumidores también compran este tipo de productos en el supermercado. En el caso del chocolate premium, la demanda es elástica, lo que refleja el componente de lujo. Los meses de marzo y febrero son los más importantes en términos de ventas, ya que representan numerosas ocasiones de consumo, como el 1 de marzo, el Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), San Valentín (14 de febrero) o Dragobete (24 de febrero).

    Rumanía no es un productor de cacao, por lo que depende completamente de las importaciones de este grano, que proviene principalmente de países tropicales como Ghana, Costa de Marfil y Brasil. Esta dependencia puede ser un reto debido a las fluctuaciones de los precios internacionales del cacao, que están sujetos a condiciones climáticas, cambios en la demanda global, y cuestiones económicas. Los altos precios del cacao pueden impactar directamente en los márgenes de ganancia de las empresas chocolateras rumanas. Los principales retos a los que se enfrenta la industria chocolatera rumana son, en gran medida, los mismos a los que se enfrenta el resto del mundo. La subida exponencial de los precios del cacao en grano que comenzó en enero de 2024 tiene muchas causas. Por un lado, el cambio climático, como el fenómeno de El Niño, tiene como efecto secundario enfermedades específicas de los árboles del cacao que disminuyen la producción. Por otro, los problemas en las cadenas de suministro y la falta sistémica de inversión en infraestructuras en los países de África Occidental presionan a los productores y minoristas de chocolate de todo el mundo.

    Aunque el comercio minorista de chocolate es un sector antiguo y bien establecido en Rumanía, los datos presentados muestran que la industria del chocolate sigue ofreciendo oportunidades, tanto en términos de nuevos competidores como de innovación. Estas oportunidades se basan en el creciente poder adquisitivo de los rumanos y en el cambio de preferencias que conlleva un mayor nivel de vida.

    En Rumanía, regalar chocolate no es solo un gesto gastronómico, sino también emocional. El chocolate se asocia a momentos de compartir, de mimar a los seres queridos y de transmitir afecto, algo que se ve reflejado en el simple acto de ofrecer un bombón o una barra de chocolate como presente en una ocasión especial. Así que ya lo saben, el chocolate en Rumanía es mucho más que un simple dulce, es una tradición, un símbolo de hospitalidad y generosidad, y una parte integral de la cultura gastronómica del país. Desde sus raíces históricas hasta las modernas creaciones, el cacao sigue endulzando la vida de los rumanos y del mundo entero.

  • La miscelánea: Día de los Difuntos en Rumanía – misticismo y tradiciones

    La miscelánea: Día de los Difuntos en Rumanía – misticismo y tradiciones

    Comenzamos recordando que, alrededor del mundo, muchas culturas tienen sus propias formas de rendir homenaje a los difuntos. Sin embargo, en Rumanía, estas tradiciones tienen un matiz único, una mezcla fascinante de costumbres cristianas ortodoxas y antiguos ritos precristianos. Rumanía es predominantemente ortodoxa, y la Iglesia juega un papel esencial en estas celebraciones. Una de las tradiciones más significativas es la de los “Moșii de toamnă”, o “Abuelos de otoño”. Se trata de una serie de sábados dedicados a recordar a los antepasados, donde las familias acuden a las iglesias y cementerios para realizar ofrendas y oraciones. Pero, ¿en qué consisten estas ofrendas? Las familias preparan comidas tradicionales como la colivă, un postre hecho de trigo cocido, miel y nueces, que simboliza la resurrección y la vida eterna. También ofrecen pan, vino y frutas, que son bendecidos por el sacerdote antes de ser distribuidos entre los asistentes y, simbólicamente, compartidos con los difuntos.

    En los días previos, es común ver a las familias en los mercados comprando flores y velas. La luz juega un papel fundamental en estas tradiciones. Se encienden velas en las tumbas y en las ventanas de las casas para iluminar el camino de las almas que regresan a visitar a sus seres queridos. Es una forma de guiar y honrar a aquellos que ya no están en el mundo de los vivos. Pero las tradiciones rumanas van más allá de lo visible.

    Existen numerosas leyendas y mitos que enriquecen esta celebración. Se dice que durante este período, el velo entre los mundos es más delgado, permitiendo que los espíritus transiten libremente. Aquí es donde aparecen figuras como el “vâlva”, espíritus protectores de la naturaleza y los hogares, que pueden ser benevolentes o traviesos. Y, por supuesto, no podemos hablar de Rumanía sin mencionar su conexión con las leyendas de vampiros y la figura de Drácula. Aunque el conde Drácula es una creación literaria, está inspirado en el personaje histórico de Vlad Țepeș, también conocido como Vlad el Empalador. Si bien estas historias son más propias del folclore y el turismo, reflejan ese halo de misterio que envuelve a las tradiciones rumanas sobre la vida y la muerte.

    A continuación exploraremos las tradiciones únicas del Día de los Difuntos en diferentes regiones de Rumanía. Cada zona tiene costumbres específicas que reflejan la rica herencia cultural de nuestro país. Desde los habitantes de Oltenia, en el sur del país, hasta los transilvanos del centro, cada comunidad mantiene vivas las memorias de sus seres queridos de una manera especial. En Oltenia, el Día de los Difuntos es una celebración de carácter profundamente espiritual. La gente suele ir al cementerio unos días antes del día dedicado a los muertos para limpiar las tumbas y adornarlas con flores, especialmente crisantemos, que simbolizan la memoria. En la noche anterior al Día de los Difuntos, es costumbre que las familias preparen una mesa con platos tradicionales, como sarmale, coliva y cozonaci.  Un aspecto interesante es que, en algunas localidades, se organizan procesiones en el cementerio, donde se cantan himnos religiosos y se encienden velas, creando un ambiente solemne y lleno de respeto.

    En Transilvania, las costumbres relacionadas con el Día de los Difuntos son igualmente variadas. Aquí, en algunos pueblos, existe la tradición de llenar las tumbas con heno o flores silvestres, simbolizando un lugar de descanso placentero para las almas de los fallecidos. Los transilvanos también tienen una serie de rituales específicos, como encender velas en las tumbas como símbolo de la luz que guía las almas en el más allá. Además, la coliva juega un papel importante, siendo preparada con mucho cuidado. En algunas zonas, hay la costumbre de reunir la coliva en un solo lugar, donde se lleva a cabo un pequeño servicio religioso, y luego se reparte entre los asistentes. Este acto simboliza la comunión entre los vivos y los muertos.

    En Moldavia, región ubicada en el este de Rumanía, el Día de los Difuntos se marca con una serie de costumbres que reflejan el devoto recuerdo hacia los que han partido. Los moldavos suelen recordar a los muertos organizando mesas festivas en las que se sirve coliva, vino y platos tradicionales. Estas comidas se preparan en honor a los que han pasado a la otra vida y son una ocasión para que las familias se reúnan. Otro hábito específico de Moldavia es encender velas no solo en el cementerio, sino también en casa, para crear un ambiente de tranquilidad y llamar a las almas a regresar en medio de la familia. Además, se cree que en la noche anterior al Día de los Difuntos, las almas regresan a casa, por lo que las familias preparan lugares especiales para ellas. Así, observamos que, aunque existen diferencias entre las tradiciones regionales de Rumanía, todas ellas tienen en común un profundo respeto y un amor incondicional por aquellos que nos han dejado. Ya sea en Oltenia, Transilvania o Moldavia, los rumanos mantienen vivas las memorias a través de rituales que refuerzan los lazos familiares y comunitarios.

    El Día de los Difuntos nos recuerda la fragilidad de la vida, pero también la belleza de los recuerdos que guardamos en nuestros corazones.

     

     

  • Pro Memoria: El periódico La Chispa

    Pro Memoria: El periódico La Chispa

    Una de las fuertes armas de la propaganda del régimen comunista fue la prensa. La libertad de expresión y de prensa es un derecho reconocido en el siglo XVIII, adoptado formalmente como universal en el artículo XI de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789. Pero los regímenes totalitarios, comunistas y fascistas han desfigurado este derecho convirtiéndolo en un medio de silencio.

     

    En los regímenes de los partidos comunistas en los países de Europa Central y Oriental, toda la prensa giraba en torno a la ideología. Pero los partidos también tenían sus propios periódicos, sus voces oficiales, a través de los cuales se expresaba la esencia del régimen. En la Unión Soviética había, y sigue existiendo en la Rusia de hoy, el periódico Pravda o Verdad de 1912. En la Bulgaria comunista apareció Rabotnichesko Delo o Actos de los obreros. En Checoslovaquia, el partido se expresaba a través de Rudé Právo o Justicia Roja, que apareció hasta 1995. En la antigua República Democrática Alemana, Neues Deutschland o Nueva Alemania comenzó a publicarse en 1946, y continúa hasta el día de hoy. En la antigua Yugoslavia se publicó Borba o La Lucha, imprimida hasta 2009, pero reapareció episódicamente. En Polonia, Trybuna Ludu o Tribuna del Pueblo se pudo leer entre 1948 y 1990. Y en Hungría, el mercado de la prensa estuvo dominado por Szabad Nép o Gente Libre entre 1942 y 1956, y Népszabadság o Libertad del Pueblo entre 1956 y 1956. En Rumanía, el Partido Comunista Rumano se dirigía a la sociedad a través del periódico La Chispa.

     

    Fundado en 1931, cuando el PCR era un partido ilegal en Rumanía porque luchaba por el desmembramiento del país, La Chispa apareció de vez en cuando hasta 1940. Había tomado su nombre de Iskra o La Chispa, el periódico de Lenin en el exilio, publicado entre 1900 y 1905. La Chispa aparece legalmente por primera vez el 21 de septiembre de 1944, después de que el Ejército Rojo ocupara Bucarest el 30 de agosto e impusiera el régimen comunista en toda Rumanía hasta 1947. El Centro de Historia Oral de la Radiodifusión Rumana lo entrevistó al crítico de arte Radu Bogdan en 1995. Nacido en 1920, el joven Bogdan era simpatizante comunista y había tenido encuentros esporádicos con los miembros del Partido Comunista Rumano durante los años de la guerra. Se volvió activo inmediatamente después de la invasión soviética y en 1995 recordó frente al micrófono cómo había participado en el restablecimiento del periódico del partido.

     

    «¿Cómo empezó La Chispa? Fueron cinco los encargados por el partido de poner en marcha la primera edición. Matei Socor estaba a la cabeza de los cinco: estaban Pavel Chirtoacă, el ingeniero Salomón, Radu Mănescu y Iosif Ardelean, que más tarde trabajaría en la censura. Así que con estos cinco empezamos, el ingeniero Salomón teniendo tareas administrativas. En ese momento, en mi cabeza rondaba la idea de que quería ser periodista, pero no sabía cómo empezar. Al enterarme de que Radu Mănescu iba a fundar un periódico, me presenté y le pregunté si podía unirme, porque quería hacer periodismo. Así que me invitaron a sentarme y hacer trabajo voluntario. Era el llamado período romántico, el de los ideales. Les puedo decir que hice una corrección. Mirel Ilieşiu era un compañero mío y además director. Así que puse un pie allí desde la primera edición del periódico La Chispa».

     

    En las páginas de los periódicos, los intelectuales comunistas idealistas, los oportunistas más antiguos o los más nuevos, se expresaban con extrema violencia contra la democracia. Uno de ellos, Silviu Brucan, que sobrevivió a toda la historia del régimen y también tuvo carrera pública después de 1989, fue uno de los más activos. Radu Bogdan recordó la actividad alerta que tenía la prensa en aquellos años, especialmente la de La Chispa dirigida por el sociólogo Miron Constantinescu.

     

    «Matei Socor estuvo al mando de La Chispa solo un día. Después de eso, Matei fue trasladado a Radio y se convirtió en gerente general. Pocos días después de las primeras ediciones de La Chispa llegó Miron Constantinescu que acabó de salir de la cárcel. A menudo trabajábamos por la noche en La Chispa. Dormí con él los primeros días en el mismo colchón, en el suelo, allí no había camas. La primera redacción del periódico La Chispa funcionaba en el edificio del antiguo periódico La Luz de Pamfil Şeicaru. Yo también era el guardaespaldas de Miron Constantinescu en ese momento, como esos espantapájaros en el campo que no son reales porque yo no iba armado. Pero él iba todos los días a la Confederación General del Trabajo y no quería parecer que caminaba solo por la calle y entonces siempre me llevaba para que le acompañara. Me veía así, bastante fuerte, era alto. No tuve que enfrentarme a ningún ataque. Pero durante unos meses fui como su sombra».

     

    Durante los siguientes 40 años, La Chispa fue lo que fueron sus hermanas, una simple oficina de propaganda que ocultaba las carencias materiales y las violaciones brutales de derechos a las que se enfrentaban los rumanos. A lo largo de los años, importantes nombres de la ciencia y de la cultura rumana han publicado en el periódico, la lista de colaboradores siendo una larga. Para la posteridad, el caso de La Chispa es un ejemplo de cómo la prensa no debe serlo.

    Versión en español: Mihaela Stoian

  • Club cultura: La exposición «Tintes naturales» en el Museo Nacional de Historia de Rumanía

    Club cultura: La exposición «Tintes naturales» en el Museo Nacional de Historia de Rumanía

    La exposición pretende valorar los resultados de la investigación científica y poner de relieve los colorantes naturales como recurso en el arte contemporáneo, crear una conexión entre los textiles contemporáneos y tradicionales a través de los colorantes y valorar los resultados de la investigación interdisciplinaria poniendo la información a disposición del público en general.

    Hablamos con la co-curadora Irina Petroviciu, investigadora química, sobre el concepto de la exposición:

    «A través de los tintes naturales intentamos conectar, por un lado, piezas textiles de museo, patrimonio de museo, digamos, con textiles tradicionales y textiles contemporáneos, poniendo de alguna manera los resultados de la investigación científica a disposición del gran público. Los tintes naturales son la pieza central, el concepto principal de la exposición. Todo gira en torno a ellos. A través de mis inquietudes como investigadora química, intento estudiar el patrimonio textil rumano desde la perspectiva del análisis de los tintes. Estos estudios se basan en el hecho de que todas las piezas textiles que vemos en los museos hasta finales del siglo XIX, cuando empezaron a estar disponibles los tintes sintéticos, se teñían con tintes naturales. Los tintes naturales, que pueden extraerse de plantas, insectos, hongos, moluscos o líquenes, se utilizaron al principio, cada uno sólo a nivel local. Más tarde, algunos de ellos empezaron a comercializarse, vinculándose el inicio de la comercialización a acontecimientos históricos o descubrimientos geográficos». 

    ¿Qué propone la exposición desde el punto de vista de la investigación de los tintes naturales?

    «Con las técnicas analíticas disponibles hoy en día, podemos identificar los tintes naturales y la fuente biológica a la que pertenecen, y podemos ayudar a situar piezas históricas en un contexto determinado basándonos en el análisis de los tintes. En la exposición, por un lado, presentamos tintes naturales, caracterizándolos desde diferentes perspectivas, por un lado desde el punto de vista de la estructura, la metodología de teñido, obviamente esto está relacionado con la estructura. Algunos tintes son más estables a la acción de los factores ambientales, otros menos estables en los textiles de museo. Obviamente, encontraremos los más estables. También podrán ver materiales textiles teñidos con tintes naturales. Además de la historia de los tintes procedentes de textiles históricos, también encontrarán información sobre tintes procedentes de plantas que encontramos en nuestra vida cotidiana y que posiblemente podrían utilizarse para teñir. Se trata de plantas invasoras. Son simplemente plantas que tenemos, por ejemplo en el jardín, que al utilizarlas, cosecharlas y usarlas como tintes podríamos tener básicamente un jardín más bonito y al mismo tiempo unos tejidos coloreados de forma natural. También hay tintes que tenemos en las sobras que obtenemos de las actividades domésticas. Se trata de los huesos de aguacate, bayas, tintes de cáscaras de granada, las cáscaras de cebolla son muy populares y muchos otros».

    Irina Petroviciu nos cuenta lo que los visitantes pueden ver en la exposición «Tintes naturales» del MNHR:

    «En una primera parte tenemos piezas textiles litúrgicas de la colección del Museo Nacional de Historia de Rumanía, el Museo Nacional de Arte de Rumanía y el Monasterio de Putna, caracterizadas principalmente desde la perspectiva de los tintes naturales. Otra zona de la exposición está dedicada a los textiles tradicionales. Hemos querido ver, a través de estudios realizados sobre piezas textiles de colecciones de museos rumanos, hasta qué punto se seguían utilizando tintes a finales del siglo XIX. El itinerario de la exposición continúa con la descripción de varios proyectos recientes dedicados a los tintes naturales, que también hacen la transición al arte contemporáneo. Los tintes naturales están presentes en el mundo contemporáneo, por un lado en los nuevos tejidos tradicionales, pero también en las creaciones de artistas contemporáneos. Tenemos ejemplos de obras en la exposición. Así que realmente hay que ver la exposición, porque es muy difícil de describir. Hay obras de artistas consagrados, algunos de ellos acostumbrados a trabajar con tintes naturales, otros que se lo toman como un reto. Y también hay obras de artistas jóvenes que empiezan a utilizar tintes naturales».

    Al final, Irina Petroviciu nos cuenta cuándo se podrá visitar la exposición y qué otras actividades propone el MNHR:

     «Se ha anunciado hasta finales de octubre, pero seguramente se prolongará hasta finales de noviembre. Estamos preparando eventos asociados a la exposición y probablemente durante noviembre organizaremos talleres de pintura».

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Patrimonio cultural de Rumanía, premiado

    Desde Rumanía hacia el mundo: Patrimonio cultural de Rumanía, premiado

     

    ¡Hola, amigos oyentes, bienvenidos a la edición de hoy que dedicamos a los valores premiados de patrimonio de Rumanía, parte del gran patrimonio cultural europeo!

    Este mes de octubre, la capital de Rumanía, Bucarest, acogió un evento de alto perfil celebrado en el emblemático edificio del Ateneo Rumano. La ceremonia de los Premios del Patrimonio de este año, presidida por Iliana Ivanova, comisaria europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, y el prof. Dr. Hermann Parzinger, presidente ejecutivo de la organización Europa Nostra.

    Según Radio Rumanía, Iliana Ivanova, comisaria europea de Innovación, Investigación, Cultura, Educación y Juventud, afirmó: “El patrimonio cultural es la base de la identidad y la diversidad de Europa. Felicitaciones cordiales a los ganadores de los Premios del Patrimonio Europeo/Premios Europa Nostra 2024 por sus extraordinarios logros. Son un testimonio del poder del patrimonio para inspirar la innovación, promover la participación comunitaria y apoyar el desarrollo sostenible en nuestro continente. Estos proyectos resaltan la importancia de proteger nuestro patrimonio cultural compartido y al mismo tiempo adaptarlo a los desafíos del futuro en beneficio de las generaciones futuras”.

    La cumbre reunió a unos 800 profesionales del patrimonio, voluntarios, entusiastas y simpatizantes de toda Europa. Entre los invitados de honor el Prof. Dr. Sergiu Nistor, consejero presidencial; Raluca Turcan, ministra de Cultura de Rumanía; y Nicușor Dan, alcalde general de la capital.

    La ceremonia de entrega de premios fue el evento más importante de la Cumbre Europea del Patrimonio Cultural 2024, que tuvo lugar en Bucarest entre el 6 y el 8 de octubre, organizada por Europa Nostra y cofinanciada por el Programa Europa Creativa de la Unión Europea, bajo el alto patrocinio del presidente de Rumanía, Su Excelencia Klaus Iohannis.

     

    Los Premios del Patrimonio Europeo Europa Nostra fueron lanzados por la Comisión Europea en 2002 y desde entonces han sido gestionados por esta organización. Los premios cuentan con el apoyo del programa Europa Creativa de la Unión Europea. Durante 22 años, los premios han destacado y difundido la excelencia y las mejores prácticas en materia de patrimonio en toda Europa, fomentando el intercambio transfronterizo de conocimientos y conectando a las partes interesadas en el patrimonio dentro de redes más amplias. Los premios aportaron importantes beneficios a los ganadores, como una mayor exposición (inter)nacional, financiación adicional y un mayor número de visitantes. Además, los Premios promovieron un mayor cuidado de nuestro patrimonio común entre los ciudadanos europeos. Por tanto, los premios han sido una herramienta clave para reconocer y promover los múltiples valores del patrimonio para la sociedad, la economía y el medio ambiente de Europa.

    Los cinco galardonados del Gran Premio de 2024 son:

    Mina histórica de Ignacy, Rybnik, POLONIA, Ganador del Gran Premio de la categoría Conservación y Reutilización Adaptativa.

    un proyecto de renovación único en el emplazamiento de una antigua mina de carbón, una de las más antiguas de Polonia, fundada en 1792 y en funcionamiento desde hace más de 200 años. Gracias a los esfuerzos de los antiguos mineros, la ciudad de Rybnik, el Estado polaco y fondos de la UE, el complejo fue salvado y adaptado para nuevos propósitos como centro cultural y recreativo.

    Iglesia sajona en Alma Vii, RUMANIA

    Ganador del Gran Premio de la categoría Conservación y Reutilización Adaptativa

    Este proyecto restauró un hito cultural que representa siglos de historia y artesanía en la pintoresca ciudad de Alma Vii en Transilvania. La restauración integral no sólo preservó la integridad arquitectónica e histórica de la iglesia, sino que también fortaleció a la comunidad local y promovió el desarrollo del turismo sostenible. El proyecto, apoyado por el Fondo de Embajadores de Estados Unidos para la Conservación Cultural y subvenciones de la EEA, fue coordinado por la Fundación Mihai Eminescu.

    Edificios agrícolas tradicionales, IRLANDA el Gran Premio de la categoría Educación, Formación y Habilidades.

    El principal objetivo de este proyecto nacional es ayudar a los agricultores a preservar el valor cultural de las construcciones agrícolas tradicionales. Desde que se creó el proyecto en 2008, se han reparado más de 1.000 edificios. Fue iniciado por el Consejo del Patrimonio en asociación con el Departamento de Agricultura, Alimentación y Medio Marino del Gobierno irlandés, y está cofinanciado por el Gobierno y la Unión Europea a través del Programa de Desarrollo Rural de Irlanda.

    Rehabilitación de la fortaleza de Tsiskarauli por parte de ciudadanos, Akhieli, GEORGIA. Gran Premio de la categoría Implicación y Sensibilización Ciudadana

    A lo largo de tres años, 46 ciudadanos georgianos e internacionales trabajaron junto con expertos técnicos y artesanos tradicionales para restaurar la Fortaleza Tsiskarauli. El proyecto aumentó el nivel de conciencia sobre el valor del patrimonio georgiano dentro del patrimonio europeo. La Organización Internacional de Fondos Nacionales (INTO) fue el socio principal, trabajando en estrecha colaboración con la Organización de Fondos Nacionales de Georgia, (Francia) y la Fundación Castillo de Chudow (Polonia).

    Sociedad de Amigos de las Antigüedades en Dubrovnik, CROACIA . Ganador del Gran Premio de la categoría Heritage Champions

    Esta asociación de la sociedad civil ha financiado y completado proyectos de investigación y conservación de los monumentos de Dubrovnik, incluidas las murallas de la ciudad, desde 1952. La sociedad participó activamente en la inclusión del casco antiguo de Dubrovnik en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1979. Desde entonces, ha desempeñó un papel clave para garantizar la protección y valorización de este lugar excepcional.

     

    La destacada rehabilitación de la Iglesia Sajona en Alma Vii, RUMANIA, es la gran ganadora de 2024: recibió tanto el Gran Premio como el Premio del Público 2024. Esta impresionante iniciativa recibió el mayor número de votos, emitidos en una encuesta en línea en la que participaron aproximadamente 10.000 ciudadanos. Participaron personas de toda Europa.

    Alma Vii, un pueblo tradicional sajón de Transilvania, es conocido por su iglesia fortificada, testimonio de siglos de historia y artesanía. La iglesia y sus alrededores estaban en un estado de deterioro, lo que hacía que su conservación fuera una preocupación apremiante. La mampostería, compuesta tanto de piedras del siglo XIV como de ladrillos hechos a mano del siglo XVI, no era homogénea, lo que daba lugar a debilidades estructurales y grietas visiblemente pronunciadas, grandes fisuras de intervenciones pasadas, dislocaciones y juntas comprometidas. Los revoques de las fachadas estaban deteriorados, especialmente en el lado norte, lo que provocaba problemas en el interior.

    La conservación de la Iglesia Sajona en Alma Vii es un claro ejemplo para las iglesias fortificadas y para el patrimonio religioso que ya no tiene una comunidad original circundante que lo cuide.

    Europa Creativa es el programa de la UE que apoya a los sectores cultural y creativo, permitiéndoles aumentar su contribución a la sociedad, la economía y el entorno de vida de Europa. Con un presupuesto de 2.400 millones de euros para el período 2021-2027, apoya a organizaciones en los ámbitos del patrimonio, las artes escénicas, las bellas artes, las artes interdisciplinares, la edición, el cine, la televisión, la música y los videojuegos, así como a decenas de miles de artistas, profesionales de la cultura y el audiovisual.

  • La miscelánea: De la migración a la integración: la evolución de los rumanos en España

    La miscelánea: De la migración a la integración: la evolución de los rumanos en España

    Los rumanos han desarrollado un afecto especial por España por varias razones, la mayoría relacionadas con experiencias personales y condiciones socioculturales. Desde la década de 1990, muchos rumanos han emigrado a España en busca de mejores oportunidades laborales. España ha ofrecido puestos de trabajo en la agricultura, la construcción, los servicios y otros campos, y los rumanos han sido a menudo bien recibidos por su mano de obra. Esta experiencia económica positiva ha reforzado el sentimiento de afecto por el país. El clima cálido de España y sus hermosas playas son otra de las razones por las que los rumanos adoran el país. Muchos rumanos que viven allí disfrutan del generoso sol y de los paisajes mediterráneos, que contrastan con los inviernos más fríos de Rumanía. Los españoles son conocidos por su carácter cálido y abierto, lo que ha ayudado a muchos rumanos a sentirse bienvenidos e integrados en la sociedad. Existe una similitud cultural entre ambos pueblos en cuanto a valores tradicionales como la importancia de la familia y la hospitalidad. Tanto el rumano como el español pertenecen a la familia de las lenguas romances, lo que facilita el aprendizaje del español a muchos rumanos. Esta proximidad lingüística y cultural ayuda a crear una sensación de familiaridad y cercanía. Los rumanos en España forman una de las mayores comunidades de inmigrantes del país y su integración ha sido relativamente fácil. En muchas ciudades, los rumanos han conseguido crear comunidades sólidas con sus propias iglesias, escuelas y negocios, lo que les hace la vida en España más cómoda y agradable. Integrarse en la sociedad española no siempre ha sido fácil. Muchos rumanos se enfrentaron a la discriminación, las dificultades burocráticas o los retos que plantea el reconocimiento de títulos y cualificaciones profesionales.

    Tras la caída del comunismo en 1989, muchos rumanos empezaron a emigrar de Rumanía en busca de una vida mejor debido a los problemas económicos y la inestabilidad política. Al principio, España era un destino relativamente nuevo para los rumanos, que empezaron a venir sobre todo para trabajos estacionales en la agricultura y la construcción. Las primeras oleadas de rumanos eran principalmente hombres, que más tarde trajeron a sus familias. Durante este periodo, los rumanos se integraron gradualmente en la sociedad española, principalmente en sectores económicos con gran demanda de mano de obra, como la construcción y la agricultura. Muchos rumanos trabajaban inicialmente indocumentados o con contratos temporales.

    Un momento clave para la evolución de la comunidad rumana en España fue 2007, cuando Rumanía ingresó en la Unión Europea. Sin embargo, España impuso una serie de restricciones a los ciudadanos rumanos en el mercado laboral hasta 2011. Hasta entonces, muchos rumanos estaban en España legalmente, pero las restricciones económicas y el acceso limitado al mercado laboral complicaron el proceso de integración. Desde 2002, el número de rumanos en España ha crecido exponencialmente. Mientras que en 1998 había unos 6.000 rumanos en España, en 2006 este número había superado los 400.000. El crecimiento continuó después de 2007, llegando a más de 900.000 rumanos en 2011, según datos oficiales. En la década de 2000, la pujante economía española atrajo a un gran número de inmigrantes, entre ellos rumanos. La mayoría de ellos trabajaron en la construcción, el turismo, los servicios asistenciales y la agricultura, contribuyendo significativamente a la economía española. El periodo de crecimiento económico facilitó la integración de los rumanos, muchos de los cuales consiguieron traer a sus familias y establecerse de forma permanente.

    La crisis financiera golpeó duramente a España y el sector de la construcción, en el que trabajaban muchos rumanos. Durante este periodo, algunos rumanos se vieron obligados a volver a casa o emigrar a otros países europeos, pero la mayoría se quedó en España, adaptándose a las nuevas y difíciles condiciones económicas. Después de 2011, cuando la economía española empezó a recuperarse, la comunidad rumana reforzó su presencia. Los rumanos se adaptaron a diferentes sectores económicos y consiguieron establecer pequeños negocios, así como invertir en la educación de sus hijos, que asisten a colegios españoles. Después de 2011, se levantaron las restricciones del mercado laboral para los ciudadanos rumanos, lo que permitió a los rumanos acceder más fácilmente a empleos legales y estables, contribuyendo a una integración social más rápida y a la mejora de las condiciones económicas de sus familias.

    Según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística de España, el número de rumanos residentes en el país ha aumentado de forma constante. Este crecimiento fue más marcado entre 2014-2018, cuando el número de rumanos en España aumentó más del 50%. En los últimos años, el crecimiento ha sido más moderado, pero el número de rumanos en España ha seguido aumentando. Los rumanos son actualmente la segunda comunidad extranjera en España, después de los marroquíes. La mayor concentración de rumanos se da en las comunidades de Madrid, Cataluña y Valencia. Las zonas con mayor concentración de rumanos son Madrid (276.000 rumanos, el 42,5% de todos los rumanos de España), Cataluña, (124.000 rumanos) y la Comunidad Valenciana (104.000 rumanos). Estas regiones han atraído a los inmigrantes por las oportunidades económicas, así como por las comunidades establecidas que ofrecen apoyo y redes de ayuda a los recién llegados.

    Además de su contribución económica, desempeñan un papel activo en la promoción de la cultura y las tradiciones rumanas. Se están organizado eventos culturales, como festivales, conciertos y exposiciones, que no sólo proporcionan un espacio para que los rumanos se expresen, sino que también contribuyen a la diversidad cultural de España. Estos actos son oportunidades para celebrar el patrimonio rumano, pero también para tender puentes entre las comunidades rumana y española. En muchas regiones de España, especialmente en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia y Sevilla, se han abierto escuelas y clases de lengua rumana para los hijos de los emigrantes, dándoles la oportunidad de aprender y preservar su lengua materna y su cultura.

    Estas iniciativas son esenciales para mantener los vínculos con Rumanía y garantizar la transmisión de las tradiciones y la identidad cultural rumanas a las nuevas generaciones. La Embajada de Rumanía en España y los consulados en las principales ciudades apoyan activamente a la comunidad rumana, facilitando la integración y prestando apoyo jurídico y administrativo. También existen numerosas asociaciones y organizaciones de rumanos que contribuyen a la preservación de la identidad cultural y a la integración en la sociedad española. Las relaciones entre Rumanía y España se han reforzado a través de intercambios culturales, económicos y políticos, que también benefician a la comunidad rumana. Rumanía y España han firmado numerosos acuerdos bilaterales en diversos ámbitos, como el mercado laboral y la educación.

    La comunidad rumana en España es un ejemplo de éxito de integración en el contexto de un país europeo que ha ofrecido importantes oportunidades económicas y sociales. Además del impacto económico, los rumanos contribuyen a la diversidad cultural y social de España, formando un sólido puente entre ambos países.

     

  • Noticias del día

    Noticias del día

    Titulares:

    – El diputado liberal Nelu Tătaru, médico y ex ministro de Sanidad, ha sido acusado por la fiscalía de la DNA de soborno.

    – La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, visitó el jueves la República de Moldavia en señal de apoyo ante las elecciones presidenciales del 20 de octubre y el referéndum sobre la adhesión del país a la UE.

     

    SOBORNO – El diputado liberal Nelu Tătaru, médico y antiguo ministro de Sanidad, fue imputado el jueves por los fiscales de la Agencia Nacional Anticorrupción (DNA) en un caso en el que se le acusa de haber recibido sobornos como médico, sumas de dinero que oscilan entre los 100 y los 500 leus (entre 20 y 100 €). Según los fiscales, habría recibido sobornos en relación con el cumplimiento de sus funciones como médico especialista, es decir, cirugía, consulta de pacientes o emisión de recetas. En el caso también están procesados otros 27 sospechosos por el delito de soborno, informa DNA.

    Según la legislación rumana, los parlamentarios pueden ser investigados, acusados y procesados por infringir la ley, pero la inmunidad parlamentaria impide a los investigadores registrarlos o detenerlos sin una orden de su cámara. Nelu Tataru fue ministro de Sanidad de marzo a diciembre de 2020, el primer año de la pandemia de COVID 19. Tras la investigación del DNA, el líder liberal Nicolae Ciucă anunció que Nelu Tătaru ha sido destituido de la dirección de la rama del distrito de Vaslui del PNL y de la dirección de la Comisión de Sanidad de la Cámara de Diputados

     

    VISITA MOLDAVIA – La República de Moldavia se beneficiará en los próximos tres años de un paquete de ayuda financiera de 1800 millones de euros, según anunció el jueves en Chisináu la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

    El plan de crecimiento económico para la República de Moldavia, centrado en las reformas, la inversión y el acceso al mercado de la UE, permitirá al país duplicar su crecimiento económico en la próxima década, declaró la presidenta de la Comisión Europea. Las inversiones en escuelas y hospitales, el desarrollo de las infraestructuras y las interconexiones energéticas con Rumanía y la UE, un acceso más fácil al mercado único europeo y el apoyo a las reformas son los elementos clave del plan, explicó Ursula von der Leyen.

    Por su parte, la presidenta Maia Sandu agradeció a la UE su apoyo a Moldavia en los últimos años en momentos complicados, como la crisis de la pandemia o la subida de la factura energética tras la crisis provocada por la guerra de agresión rusa en Ucrania. «El plan no es solo un programa de inversión, sino también un símbolo de la confianza de la UE en nuestro potencial de transformación y desarrollo, que nos ayudará a construir una economía fuerte», subrayó Maia Sandu.

    Actualmente, el 65% de las exportaciones moldavas se destinan al mercado de la UE, y como resultado del mantenimiento del régimen preferencial, el año pasado Moldavia se convirtió en el principal exportador de ciruelas a la UE, añadió la presidenta de Moldavia.

     

    UNIÓN EUROPEA – La comisaria europea designada para Rumanía, Roxana Mînzatu, va a ser escuchada el 12 de noviembre por las comisiones del Parlamento Europeo, con diputados de la Comisión de Empleo y Asuntos Sociales y de la Comisión de Cultura y Educación. Otras dos comisiones, la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género y la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, tendrán la condición de invitadas y tendrán derecho a formular una pregunta escrita a la Comisaria rumana designada. Roxana Mînzatu ha sido nombrada vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea y podría ocupar la cartera de Empleo, Derechos Sociales y Educación durante los próximos cinco años.

     

    NOBEL LITERATURA – El Premio Nobel de Literatura ha sido concedido a la escritora surcoreana Han Kang. El presidente del Comité Nobel, Anders Olson, declaró que la obra de Kang es una combinación de distintos géneros, «cruzando las fronteras de las formas artísticas, su trabajo se refleja claramente en su escritura». Su mayor éxito internacional fue la novela El vegetariano, un retrato duro pero poético de las violentas consecuencias de la negativa de su protagonista a comer carne.

    El año pasado, el escritor noruego Jon Fosse recibió el máximo galardón por sus innovadoras obras de teatro y prosa que dan voz a lo no dicho. El Premio Nobel de Literatura honra las obras más valiosas de todos los géneros o especies literarias, desde poesía, novelas y novelas cortas hasta obras de teatro, ensayos y discursos. En 2009, el Premio Nobel de Literatura fue concedido a Herta Müller, escritora rumana nacida en Alemania, por la densidad de su poesía y la honestidad de su prosa, que retrata vívidamente el mundo de los desposeídos.

     

    ECONOMÍA – El déficit comercial registrado por Rumanía en los ocho primeros meses de este año aumentó un 14,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior, totalizando 20.919 millones de euros, según los datos publicados el jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INS).

    Conforme a la fuente, solo en el mes de agosto las exportaciones totalizaron 6549 millones de euros, mientras que las importaciones alcanzaron los 9429 millones de euros, lo que se tradujo en un déficit de 2880 millones de euros. Los datos del INS revelan que los grupos de productos con mayor peso en la estructura de las exportaciones e importaciones son la maquinaria y el material de transporte y otros productos manufacturados.

     

    DEMOGRAFÍA – La población de Rumanía descendió en más de 6000 personas en agosto, según informa el Instituto Nacional de Estadística (INS). En el mismo periodo de 2023, el descenso fue de unas 5500 personas. El INS también muestra que, en agosto de este año, más de 10 000 personas murieron en las zonas urbanas, una cifra comparable al número de fallecimientos en las zonas rurales. En comparación con el año pasado, el número de fallecimientos aumentó un 3,1% en las ciudades y un 8,7% en los pueblos. En cuanto a los matrimonios, el número descendió un 1,4% en agosto de 2024, mientras que aumentó el número de divorcios.