“Nelson Mandela…a hona ya tshwanang le ena” (no hay nadie como Nelson Mandela) es la letra de una de las canciones que ha sonado en toda Sudáfrica a lo largo del maratónico funeral de diez días, informa una de las crónicas de Efe desde Johannesburgo.
Imágenes del impresionante funeral de Nelson Mandela han dado la vuelta al mundo. Líderes de todas las latidudes asistieron al entierro. Periodistas, historiadores, personalidades de toda índole elogiaron los extraordinarios logros del primer líder negro de Sudáfrica en la abolición del apertheid.
Sin embargo, apenas dos días después del entierro, el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, premio Nobel de la Paz y antiguo amigo de Mandela, emitió un comunicado en el que señala que Mandela se habría “sentido consternado” de haber visto que la Iglesia Reformada Holandesa, protestante y de mayoría blanca, fue excluida del funeral. También lamentó que el afrikaans, la lengua de la minoría blanca, se usó muy poco en los discursos. Esta declaración disonante con el tono general fue recogida por la prensa internacional, pero tiene poca relevancia en Sudáfrica, asegura Marcel Gascón Barberá, corresponsal de la agencia Efe en Johannesburgo.
¿Como han vivido los sudafricanos la despedida de Mandela? ¿Es su legado de reconciliación racial lo suficientemente fuerte para perdurar en el tiempo incluso después de su muerte? ¿Hay riesgos de nuevas olas de violencia entre blancos y negros?
Sobre todo esto hemos hablado en Radio Abierta con el periodista español Marcel Gascón Barberá.
