Category: Viviendo Bucarest

La Ópera Nacional de Bucarest realmente es el nombre que recibe una de las compañías de ópera y ballet nacionales de Rumanía, pero también es el nombre del edificio histórico que la alberga y es una de las instituciones más reputadas en la escena de las artes escénicas de la capital de Rumania. Se trata de un edificio de gran belleza con una fachada en con tres arcos y tres elegantes puertas que dan acceso al vestíbulo.

Tiene todos los elementos habituales que conlleva un edificio de este tipo: impresionantes escaleras y lámparas de araña, detalles en sus paredes y techos o sus palcos y asientos que te transportan hasta la magnitud de las obras que allí se representan. Pero sin duda, lo más destacable en este caso es el público que asiste, ya que se trata de una institución muy accesible económicamente a todo el mundo, lo que se refleja en el gusto y conocimiento de los rumanos por la música.

Si quieren conocer la noche que proponemos, les invito a escuchar la edición de hoy de Viviendo Bucarest.

Esta edición de Viviendo Bucarest la dedicamos a algunas costumbres relacionadas con las tradiciones y celebraciones de Pascua: la noche del sábado al Domingo de Resurrección, los huevos de Pascua y la gastronomía típica de estas fechas.

Esta edición de Viviendo Bucarest la dedicamos a algunas costumbres relacionadas con las tradiciones y celebraciones de Pascua: la noche del sábado al Domingo de Resurrección, los huevos de Pascua y la gastronomía típica de estas fechas.

¿Se imagina un pasillo entre edificios, que sirva de atajo entre dos zonas importantes de la ciudad, con locales en los que poder tomar un té o comer un gulash húngaro? ¿Se imagina además hacerlo en el centro de Bucarest?

En Viviendo Bucarest visitamos un lugar con encanto, con mucha historia además de ser uno de los imprescindibles turísticos en la capital rumana. Les contaremos un poco su historia e intentaremos que se trasladen con la imaginación a ese interesante pasaje. El pasaje Macca Vilacrose se encuentra situado en el mismo centro de la ciudad, centrul vechi es decir, el caso antiguo bucarestino, repleto de lugares de interés durante el día y del más variado y popular ocio nocturno por la noche. Así que les invito a que escuchen el programa de hoy.

El museo de Frederic Storck y Cecilia Cutescu Storck es un museo de arte moderno inaugurado en 1951 para poder ver no sólo las obras, sobre todo esculturas y pinturas de los artistas sino también su casa, que fue construida en 1913.

Frederic Storck, fue profesor de la Escuela de Bellas Artes de Bucarest. Su esposa Cecilia Cutescu Stork era pintora, pero no solo eso, fue la primera mujer profesora en una academia de arte de Rumanía y Europa. Ella enseñó pintura y artes decorativas en la Escuela de Bellas Artes de Bucarest. Por lo tanto la colección, la colección de todos los artistas de la familia Storck que se pude ver en este museo contempla un conjunto de esculturas, pinturas y dibujos, en tinta y carboncillo, pastel o acuarelas. Además, también se puede ver una colección de medallas en bronce, platos, monedas o iconos antiguos.

El museo de Frederic Storck y Cecilia Cutescu Storck es un museo de arte moderno inaugurado en 1951 para poder ver no sólo las obras, sobre todo esculturas y pinturas de los artistas sino también su casa, que fue construida en 1913.

Frederic Storck, fue profesor de la Escuela de Bellas Artes de Bucarest. Su esposa Cecilia Cutescu Stork era pintora, pero no solo eso, fue la primera mujer profesora en una academia de arte de Rumanía y Europa. Ella enseñó pintura y artes decorativas en la Escuela de Bellas Artes de Bucarest. Por lo tanto la colección, la colección de todos los artistas de la familia Storck que se pude ver en este museo contempla un conjunto de esculturas, pinturas y dibujos, en tinta y carboncillo, pastel o acuarelas. Además, también se puede ver una colección de medallas en bronce, platos, monedas o iconos antiguos.

En esta edición de Viviendo Bucarest, visitamos una colina, el lugar en el que se encuentran el Palacio y la Catedral Patriarcal, centro de la Iglesia ortodoxa rumana y lugar de interés turístico y cultural. Situada en el mismo centro de la capital rumana, la colina metropolitana se eleva ligeramente y en ella podemos encontrar y visitar los dos mencionados anteriormente así como la torre del campanario, construida por Constantin Brancoveanu o la estatua de Alexandru Ioan Cuza.

Cabe destacar del Palacio Patriarcal que fue sede de las sucesivas asambleas legislativas rumanas a lo largo del tiempo, hasta que en 1997 los parlamentarios dejaron el edificio y pasó a manos de la Iglesia ortodoxa rumana. De la Catedral, destacamos que esta está construida en estilo brancovenesc o renacentista rumano siguiendo el modelo del monasterio de Curtea de Arges.

Hay otras iglesias de gran interés en Bucarest. Si desea más información sobre ellas les remito al programa que realizó Victoria Sepciu sobre las iglesias antiguas de la capital rumana y al que pueden acceder a través de este enlace:

https://www.rri.ro/es_es/iglesias_antiguas_de_bucarest-2579485

En esta edición de Viviendo Bucarest, visitamos una colina, el lugar en el que se encuentran el Palacio y la Catedral Patriarcal, centro de la Iglesia ortodoxa rumana y lugar de interés turístico y cultural. Situada en el mismo centro de la capital rumana, la colina metropolitana se eleva ligeramente y en ella podemos encontrar y visitar los dos mencionados anteriormente así como la torre del campanario, construida por Constantin Brancoveanu o la estatua de Alexandru Ioan Cuza.

Cabe destacar del Palacio Patriarcal que fue sede de las sucesivas asambleas legislativas rumanas a lo largo del tiempo, hasta que en 1997 los parlamentarios dejaron el edificio y pasó a manos de la Iglesia ortodoxa rumana. De la Catedral, destacamos que esta está construida en estilo brancovenesc o renacentista rumano siguiendo el modelo del monasterio de Curtea de Arges.

Hay otras iglesias de gran interés en Bucarest. Si desea más información sobre ellas les remito al programa que realizó Victoria Sepciu sobre las iglesias antiguas de la capital rumana y al que pueden acceder a través de este enlace:

https://www.rri.ro/es_es/iglesias_antiguas_de_bucarest-2579485

En Viviendo Bucarest decidimos dar un paseo por la zona. Desde el edificio sede de la radio, entre las opciones que tenemos para llegar hasta Calea Victoriei, la calle Stirbei Voda es la nos hace desembocar justo en el Museo Nacional de Arte frente al Ateneo Rumano, a tan solo unos 10-15 minutos a pie, en función de nuestra curiosidad.

Esta amplia calle con algunos edificios y locales de encanto, pasaría desapercibida si no fuera porque además bordea uno de los lados del parque Cismigiu y hasta allí nos dirigimos, para contemplar el que posiblemente es uno de los edificios más bonitos de la calle, que no aparece en los circuitos habituales turísticos (posiblemente porque no se puede visitar su interior) pero para el que vale la pena una parada de contemplación y disfrute. En el número 39 de esta calle, se encuentra el Palacio Kretzulescu.

En Viviendo Bucarest decidimos dar un paseo por la zona. Desde el edificio sede de la radio, entre las opciones que tenemos para llegar hasta Calea Victoriei, la calle Stirbei Voda es la nos hace desembocar justo en el Museo Nacional de Arte frente al Ateneo Rumano, a tan solo unos 10-15 minutos a pie, en función de nuestra curiosidad.

Esta amplia calle con algunos edificios y locales de encanto, pasaría desapercibida si no fuera porque además bordea uno de los lados del parque Cismigiu y hasta allí nos dirigimos, para contemplar el que posiblemente es uno de los edificios más bonitos de la calle, que no aparece en los circuitos habituales turísticos (posiblemente porque no se puede visitar su interior) pero para el que vale la pena una parada de contemplación y disfrute. En el número 39 de esta calle, se encuentra el Palacio Kretzulescu.

Viviendo Bucarest visita uno de los museos más interesantes de la ciudad. En la Avenida Kiseleff y enclavado en el parque Herastrau se encuentra el Museo Nacional de la Aldea Dimitrie Gusti o también conocido como el Museo del Pueblo. Con una superficie de 30 hectáreas cuenta con más de 300 construcciones que recrean la atmósfera tradicional de las comunidades rurales rumanas. El museo lleva además el nombre del sociólogo Dimitrie Gusti, quien dio el impulso para la creación de este lugar cuya apertura oficial tuvo lugar en l 1936 en presencia del rey Carol II.

Una de las características más importantes de este museo es que para que las viviendas pudiesen exponerse fueron deshechas por partes y trasladadas a esta ubicación desde diferentes lugares de Rumanía. La vivienda más antigua data del siglo XVII, de Zapodeni, en la provincia de Vaslui y las más recientes son del siglo XX.

El museo es un lugar ideal para pasar un día con la familia y descubrir de una manera diferente, al aire libre, algo más de Rumanía. Si quieren conocer algo más de este interesante lugar, visita obligada en Bucarest, les invito a escuchar el programa de hoy.

Viviendo Bucarest visita uno de los museos más interesantes de la ciudad. En la Avenida Kiseleff y enclavado en el parque Herastrau se encuentra el Museo Nacional de la Aldea Dimitrie Gusti o también conocido como el Museo del Pueblo. Con una superficie de 30 hectáreas cuenta con más de 300 construcciones que recrean la atmósfera tradicional de las comunidades rurales rumanas. El museo lleva además el nombre del sociólogo Dimitrie Gusti, quien dio el impulso para la creación de este lugar cuya apertura oficial tuvo lugar en l 1936 en presencia del rey Carol II.

Una de las características más importantes de este museo es que para que las viviendas pudiesen exponerse fueron deshechas por partes y trasladadas a esta ubicación desde diferentes lugares de Rumanía. La vivienda más antigua data del siglo XVII, de Zapodeni, en la provincia de Vaslui y las más recientes son del siglo XX.

El museo es un lugar ideal para pasar un día con la familia y descubrir de una manera diferente, al aire libre, algo más de Rumanía. Si quieren conocer algo más de este interesante lugar, visita obligada en Bucarest, les invito a escuchar el programa de hoy.

El Hotel Cismigiu es uno de los edificios más emblemáticos del centro de Bucarest, que conserva todo su esplendor y que nos traslada hasta esa época dorada de un Bucarest que no nos cuesta imaginar gracias a construcciones como esta. Situado a escasos metros del parque que lleva el mismo nombre, se trata de un edificio lleno de historia que mantiene toda su belleza gracias a la renovación realizada en el año 2004 por parte de la empresa española Hercesa. En ese momento Alejandro Solano, director general de Hercesa Internacional, llega a la ciudad y comienza su aventura bucarestina. En nuestro programa, Viviendo Bucarest, nos ha contado su experiencia, su percepción de los cambios que ha experimentado la capital rumana y su apego a una ciudad a la que vuelve habitualmente. Sobre las anécdotas vinculadas al hotel y su lugar preferido de Bucarest nos ha hablado en la siguiente entrevista.

En Viviendo Bucarest no podía faltar una de las tradiciones más populares de Rumanía. No en vano, se trata del anuncio de la primavera, la llegada del buen tiempo y con todo, la vuelta al despertar de las calles. Bucarest se llena de mercados en los que poder adquirir los tradicionales martisoare, un adorno que viene siempre acompañado de un cordón con doble hilo: el blanco, por el invierno y el rojo, por la primavera. En definitiva, esa es la combinación de colores que materializa el significado de esta celebración.

En el programa hablamos de la historia, las costumbres, los objetos que se regalan y el arraigo de esta celebración a la que cada vez más visitantes, bucarestinos de paso, aquellos que vivimos Bucarest, nos unimos para compartir, durante aproximadamente una semana esta simbólica fiesta.

En Viviendo Bucarest no podía faltar una de las tradiciones más populares de Rumanía. No en vano, se trata del anuncio de la primavera, la llegada del buen tiempo y con todo, la vuelta al despertar de las calles. Bucarest se llena de mercados en los que poder adquirir los tradicionales martisoare, un adorno que viene siempre acompañado de un cordón con doble hilo: el blanco, por el invierno y el rojo, por la primavera. En definitiva, esa es la combinación de colores que materializa el significado de esta celebración.

En el programa hablamos de la historia, las costumbres, los objetos que se regalan y el arraigo de esta celebración a la que cada vez más visitantes, bucarestinos de paso, aquellos que vivimos Bucarest, nos unimos para compartir, durante aproximadamente una semana esta simbólica fiesta.