Collar de monedas enlazadas por cadenitas de distintas dimensiones. Las mujeres solían llevar estos collares en las bodas, en los bautizos o en los momentos importantes del año.
En su gran mayoría estos collares rumanos auténticos desaparecieron durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, ya que los vendían para obtener dinero y poder emigrar. Después de 1945, las autoridades comunistas confiscaron los pocos collares que quedaban. Hoy en día estas joyas se pueden admirar en los museos etnográficos o en colecciones privadas.
(foto: Collección etnográfica de Marius Matei; texto: Monica Chiorpec)