El 265 Papa de la historia de la Iglesia Romano-Católica, Benedicto XVI, ha anunciado su renuncia al Pontificado. Es una decisión sin precedente en la época moderna. El Papa ha dado a conocer su insólita decisión en un discurso en latín durante un acto interno de canonización y ha alegado como principales motivos su “edad avanzada” y “la falta de fuerzas”. Escuchemos al Papa Benedicto XVI:
“He llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente la misión del Vaticano. Soy consciente de que esta misión espiritual debe llevarse a cabo no sólo con hechos y palabras sino también con sufrimiento y oraciones. Queridos hermanos, les agradezco de corazón el amor y el apoyo que me han ofrecido durante mi misión y les pido perdón por todos mis defectos.”
Benedicto XVI fue elegido, en 2005, como Sumo Pontífice de la Iglesia Católica por cardenales que votaron en el Cónclave, sucediédole al Papa Juan Pablo II. Ahora, la renuncia del Papa al cargo sorprendió mucho al mundo católico y no sólo.
El padre Adrian Danca, jefe del departamento rumano de la Radio Vaticano, aprecia en una entrevista concedida a nuestra emisora que, tras el gesto del Papa, habrá que modificarse las leyes de la Iglesia para aclararse el estatuto de un Papa que renuncia al Pontificado :
“Su gesto tomó por sorpresa la legislación de la Iglesia porque la actual ley no contempla esta posibilidad. Pero, Benedicto XVI ya había anunciado en un libro de entrevistas “La luz del mundo” del 2010 que el Papa también tiene derecho a dimitir. Su estatuto creará un precedente sumamente importante para el futuro de la Iglesia”.
Adrian Danca también habló del período importante en el que Benedicto XVI estuvo al frente de la Iglesia Católica :
“Es un pontificado muy importante porque, por vez primera, el Papa asumió su plena libertad de ser él mismo, de lanzar una señal a los que integran la Iglesia Católica. Es una gran persona, un gran teólogo y un buen pastor. Desde el punto de vista social, podemos decir que, sin duda alguna, su papel ha sido decisivo en muchas cosas, incluso a nivel de la sociedad civil en Europa. Durante sus viajes apostólicos, el Papa quiso conocer a los representantes del mundo político, de la cultura para transmitirlos mensajes de confianza. Desde el punto de vista político, el Santo Padre ha intentado transmitir a los medios políticos aquellos valores fundamentales en las que se basa una democracia moderna y, repetidas veces ha afirmado que un estado liberal y democrático se alimenta de valores que proceden de las raíces judeo-cristianas de la cultura europea y del estado moderno”.
La decisión del Papa corresponde a los canones de la Iglesia Católica. Según dichos canones, un Pontífice puede dimitir si lo hace por buena voluntad. El profesor de teología Radu Preda piensa que la decisión del actual Papa, de finalizar de este modo el Pontificado, mejorará la imagen de la Iglesia Católica que últimamente está implicada en muchos escándalos. Radu Preda :
“Por un lado es un gesto digno que demuestra a todos que nadie es insustituible. Pero, por otro lado, los pastores así como los líderes políticos deben estar permanentemente en busca del equilibrio entre el interés personal y el interés común. Desde este punto de vista, Benedicto ha optado por un camino propio en vez de optar por el modelo de su predecesor, el carismático Juan Pablo II, es decir morir en el cargo a pesar de su avanzada edad, la enfermedad o la incapacidad. Pero, conociéndose mejor que nadie, ha decidido seguir otro camino y retirarse antes de que sea demasiado tarde. Por eso creo que merece nuestro respeto.”
Benedicto XVI dirigió la Iglesia Católica en un período sumamente difícil cuando el mundo, en contínuo cambio, se ha enfrentado a numerosos retos. A lo largo de su Pontificado, ha transmitido una multitud de mensajes y oraciones por paz y diálogo entre las religiones, pero también ha pronunciado numerosos discursos a favor de los derechos humanos, la protección del medio ambiente, la lucha contra la pobreza, etc. Ahora el Vaticano se pregunta quién lo reemplazará. El sucesor de Benedicto XVI se verá obligado a responder a los retos antiguos y nuevos a los que se enfrenta la Iglesia Católica, es decir el conflicto entre reformistas y tradicionalistas o los escándalos sexuales y la corrupción.
