Category: Rumanía, mi casa

  • Plantados en memoria

    Plantados en memoria

    En Israel se plantan árboles en memoria de los difuntos. En el Reino Unido, la familia puede solicitar y pagar a las municipalidades que se coloque un banco en algún sitio que el difunto gustaba.


    Recientemete, en nuestro país se ha iniciado el proyecto Plantaţi în amintire (“Plantados en memoria) del Centro comunitario “Zi de bine. Y dado que es el primer proyecto en el que ha participado desde que falleció su padre, Claudia Udrescu, del Centro “Zi de bine, nos ha contado la historia de este proyecto:


    “«Plantados en memoria» nació de la necesidad de hablar del luto en el espacio público. ¿Y cómo pasó esto? Melania Medeleanu (n.r. fundadora del Centro comunitario «Zi de bine»), en algún momento, habló con alguien que había perdido mucha gente en un terrible accidente de coche. Y entonces aquella persona estaba intentando hablar sobre las personas que ya no estaban. La única respuesta era: «va a pasar», «el tiempo lo cura todo», «sé fuerte», «no llores», pero sólo quería poder hablar, expresar su dolor, mantener cerca, un poco más, a las personas que ya no estaban, hablar de ellas. Intentó hablar muchas veces, y entonces, a su alrededor, todo se quedó en silencio. Nadie volvió a llamarla. Después nació la idea de la película «Coco», según la cual existimos hasta que la última persona nos recuerde. Y entonces nos preguntamos qué podríamos hacer para que estas personas siguieran viviendo para siempre, de alguna manera, en algún lugar. Y así nació la idea de nuestra página web, plantațiînamintire.ro, que cuenta las historias de aquellos que ya no están. Son historias extremadamente conmovedoras y lindas, en las que las palabras pesan muchísimo. Les invito con todo el alma a leerlas. Después de esta página web nació la idea del árbol, que es el símbolo de la vida, y también de la materialidad. Porque un árbol incluso se puede abrazar. Y este árbol, que sigue la idea de nuestro proyecto, cuenta la historia del ser querido, que ya no está, a través de un código QR.


    Así que, al principio del mes de noviembre, nació el primer parque con recuerdos. Claudia Udrescu:


    “Y así nació el primer parque de la añoranza creado en Rumanía, en Lugoj, parque lo abrimos el 5 de noviembre. Es un parque que, visto desde arriba, tiene la forma del infinito, y en el que 100 abedules cuentan historias de llanto, con un ginkgo biloba en el medio, el símbolo de la vida. Son prácticamente 100 abedules del amor, en Lugoj, y hay prácticamente 100 historias reunidas en el primer parque de este tipo en Rumanía. Cuando abrimos el parque en Lugoj, estuvimos muy nerviosos. Estuvimos allí junto con decenas de personas que vinieron para colocar las pequeñas placas con este código QR, que hacían la conexión entre el abedul y la historia del ser querido que ya no estaba. Como me dijo alguien: “porque he plantado este abedul, mis días de noviembre siempre serán verdes, aunque en otoño los árboles pierdan las hojas color cobre, o como nos dijo otra persona: “tengo el alma más leve porque la historia de mi madre no se queda encerrada solamente en mi alma, sino que sigue viva gracias a los abedules plantados. Y ¿qué puede tener más vida que un parque en el que las futuras generaciones amarán, por el que pasearán, en el que jugarán o buscarán refugio a la sombra de estos abedules plantados en memoria de alguien?


    Es una iniciativa a través de la cual la vida sigue delante de otra forma, según nos ha contado Claudia Udrescu:


    “A través de este parque, el dolor y el luto se convierten en vida. La gente ha venido de Brașov, de Plopeni, por ejemplo, de Craiova, de Timișoara, de Bucarest. Algunos de ellos incluso han abrazado su árbol, han sentido la necesidad de abrazar su abedul, este abedul-añoranza. Otra persona ha dicho que vendrá a regar su árbol para que crezca. Hemos hablado muchas horas sentados en los bancos que están al lado de los abedules. Se han hecho muchas llamadas por WhatsApp, porque muchos de aquellos que han plantado no viven en el país. Les invito con todo el alma a leer las historias escritas con mucho dolor, pero también con muchísimo amor, en la página plantați în amintire.ro, porque nada es más duradero, decimos nosotros, que el amor con el que se han escrito estas historias, el amor con el que se ha elegido cada una de estas palabras. Sabemos lo difícil que ha sido escribir estas historias y agradecemos la confianza. Y también quisiera decir que todo el mes de noviembre está dedicado a la memoria de aquellos que sólo viven en nuestras almas, porque queremos compartir muchos recursos que nos ayuden a asimilar este luto que todos vivimos en algún momento en la vida.


    Y ha sido solamente el primer paso de este proyecto que continuará en cuanto haya gente cuya añoranza se debe aliviar. Claudia Udrescu:


    “Agradecemos los cientos de mensajes que hemos recibido, y queremos continuar esta raíz-recuerdo en todo el país. Para nosotros es importante que un proyecto de este tipo se desarrolle en colaboración con un ayuntamiento, porque nosotros venimos y plantamos, pero es necesario que el ayuntamiento se encargue del parque, a largo plazo, debe cuidarlo, mantenerlo vivo, mantener vivos los árboles, porque no es un parque normal. Es un parque en el que cada árbol significa una persona, significa un ser querido que ya no está, en el caso de alquien que lo haya plantado. Y con mucha emoción y alegría podemos decirles que los próximos dos parques se abrirán en Bucarest y Oradea. Vendremos con todo el alma allí donde un ayuntamiento esté abierto a un proyecto de este tipo y queremos muchísimo hacer esto. Porque la gente ama en todas partes, y la gente se va en todas partes, y en todas partes la gente necesita un lugar casi sagrado, me atrevo a decir, en el que pueda susurrar su llanto, y en el que el llanto se escuche. Y me atrevería a pedirles que nos apoyen en el proyecto «Plantados en memoria».


    Estamos en otoño, pero la añoranza cobra vida.


    Versión en español: Monica Tarău

  • El barril de helado

    El barril de helado

    Recordaba con cariño el sabor del helado que su madre preparaba en casa y decidió redescubrir el sabor del helado auténtico. Empezó a viajar por las aldeas rumanas para descubrir recetas de antaño. Después decidió reorientar su carrera profesional. Así que Adrian Mengheş renunció a su profesión de ingeniero y creó su propio negocio, “el barril de helado”.



    Al principió usó máquinas, pero al ver que se perdía muchos eventos en el interior, se dio cuenta de que tenía que encontrar algo nuevo. Y entonces su madre recordó que, cuando era pequeña, alguien pasaba por su pueblo con un barril de helado. Adrian Mengheş nos cuenta la historia de la marca que creó:



    “Fue muy difícil, porque no conocía los secretos del barril de helado. Recorrimos las aldeas rumanas en busca de recetas, en busca de su historia, pero nos rechazaron. Aquellos que todavía lo preparaban de esta forma no quisieron decirnos cómo lo hacían. Llamamos a los ayuntamientos diciendo que éramos de alguna televisión para decirnos dónde podríamos encontrar eso, porque queríamos hacer reportajes. Nos ayudó el alcalde, el vicealcalde, y encontramos a Ion de Vâlcea. Él nos contó los secretos del barril de helado. Por lo demás, lo molestaba que su hijo no quería continuar la tradición y preparar este tipo de helado. Le dijo que había venido un desconocido y, como él no quería hacerlo. le iba a contar todo.”



    Al dedicarse a esto desde hace más de 11-12 años, nuestro interlocutor ha notado un cambio en los hábitos de consumo de la gente, sobre todo últimamente. Adrian Mengheş:



    “La gente ha empezado a prestar cada vez más atención a lo que come. Ha empezado a ser más educada. Siempre decimos que preparamos helado casero. Hay una gran diferencia entre el helado que se encuentra en la ciudad y el nuestro. En primer lugar, se trata de cómo lo preparamos, porque hay otra textura, otro sabor. Es mucho más denso, no tiene tanto aire como el helado industrial. Por lo tanto, esta es una gran diferencia. En segundo lugar, preparamos la materia prima. Es decir que preparamos la base del helado con leche, huevos, nata montada y yema de huevo. También preparamos los aromas.”



    Los pedidos se entregan en coches especiales de la empresa o a través de las aplicaciones de entrega a domicilio. El mayor número de clientes se registró después del confinamiento, cuando las ventas directas de la heladería alcanzaron 6.000 – 7.000 leus (1.200 – 1.400 euros) al día. En la página web hay aproximadamente 30 tipos de helado, y entre los más vendidos están el de vainilla, chocolate, mango, caramelo salado y menta, pero Adrian Mengheş nos ha contado lo siguiente:



    “Preparamos los sabores con frutas congeladas o ahora, en otoño, con calabaza al horno, manzanas al horno y canela. Preparamos solos los aromas de principio a fin. Nos gusta decir que somos verdaderos heladeros, a pesar de no habernos especializado en esto, de no haber estudiado el helado, de no haber participado en cursos. Simplemente lo preparamos para que nos guste, para que guste a la gente común. A lo largo del tiempo, hemos experimentado más de cien aromas, pero es muy difícil, porque la vainilla, el chocolate, las fresas y las frambuesas tienen la mayor demanda. Normalmente en verano, durante la temporada alta del consumo de helado, preparamos los tipos clásicos. Y ahora, en otoño, nos adaptamos a la temporada.”



    Adrian Mengheş ha participado en esta edición del Festival Hombres en Mătăsari y ha presentado una novedad:



    “Hemos participado en las tres ediciones del Festival Hombres en Mătăsari, pero fue la primera vez que hicimos allí demostraciones. En general, veníamos con el helado ya preparado, pero el organizador nos lo propuso y estuvimos de acuerdo. Debo admitir que me recibieron muy bien en aquel festival. No esperábamos vender tanto un día de octubre.”



    El helado se prepara al poner los ingredientes en un cilindro de acero inoxidable, que también se coloca en un barril alrededor del cual se añade hielo y sal, para acelerar el proceso de congelación. Posteriormente, se inicia la rotación del cilindro de acero inoxidable, manualmente, durante aproximadamente 4 horas. Después, el helado se almacena en un lugar seguro, que cumple los criterios sanitarios y ambientales necesarios.



    Los helados más desafiantes de la oferta parecen ser los de colivă (pastel de difuntos rumano), mostaza, lavanda, albahaca, pero también probaría el helado de jengibre y pasas, de manzanas al horno y galletas o de vainilla sin azúcar.



    Versión en español: Monica Tarău

  • Rumanía, mi casa: Hombres en Matasari #3

    Rumanía, mi casa: Hombres en Matasari #3

    Los festivales urbanos siempre han sido muy apreciados, pero después de la pandemia, la gente parece aún más entusiasmada por participar en ellos. Así que, tras la décima edición del festival Mujeres en Matasari, del pasado mes de junio, ahora le toca el turno al festival Hombres en Matasari, que nos invita a la misma calle.


    De modo que, el segundo fin de semana de octubre, la zona de la calle Matasari, entre los edificios del nº 1 al nº 43, dejando libre la zona frente a la iglesia Iancu Vechi Matasari, se llenó de expositores masculinos. Hombres apasionados por el arte, la artesanía y los negocios.


    El evento cultural duró dos días y tuvo como objetivo, como siempre, promover a las personas que, a través de sus propias pasiones, hacen de su país un lugar más hermoso. Desde diseñadores de moda hasta escultores, todos los hombres creativos encontraron su lugar en esta calle llamada Matasari.


    Acudieron artistas de todo tipo, artesanos… Para ponerles un ejemplo, un señor del condado de Olt, hacía helados en un barril, con hielo y sal, en presencia de sus clientes, o helado de chocolate negro, hecho en casa, que tarda unas 2-3 horas en prepararse.


    Descubrimos su historia. Se trata de un hombre que cambió de profesión al elegir desde ya algunos años la producción de helado artesanal. Adrian Mengheș, está nuevamente en Mătăsari.



    He participado en las tres ediciones de Hombres en Mătăsari, solo que esta es la primera vez que hago demostraciones en la calle. Normalmente solíamos venir con helados ya hechos, pero a petición del organizador, que dijo que hiciéramos demostraciones de helados para mostrar que nuestro festival era diferente y que había hombres que se dedicaban a este trabajo, aceptamos hacerlo. Y tengo que admitir que fuimos muy bien recibidos en ese festival. Quiero decir que no esperábamos vender tan bien en un día de octubre.



    En la calle Mătăsari, en lugares especialmente acondicionados entre los pajares, de pie o sentados, se creó un espacio agradable para cada participante en el evento. Los visitantes dijeron que necesitaban una salida así. Tanto los jóvenes como los mayores disfrutaron de las demostraciones hechas por los expositores. Y Adrian Mengheș, quien estaba removiendo el hielo en el barril, nos contó una historia al respecto:



    De hecho, fueron los niños los que más disfrutaron. Les mostraba cómo se hacía, les contaba qué significaba hielo cocido, en términos que no habían escuchado jamás. No sé si lo entendieron bien, pero lo disfrutaron y lo apreciaron. El hielo cocido es cuando el hielo se pega a los dedos. Para poder hacer el helado lo más rápido posible, necesito hielo a la temperatura más baja posible. Y eso es lo que yo llamo hielo cocido. Es algo fascinante para ellos, cuando te pones el hielo en la mano se pega y cuando le pones sal es aún más duro, es decir, está aún más congelado. Todo el mundo espera que cuando uno echa sal al hielo se derrita. En realidad pasa lo contrario.



    Aunque haya preparado más de 100 recetas de helados a lo largo de los años, en este festival, nuestro interlocutor hizo un helado de chocolate negro, que llamó casero, porque le recuerda el sabor del helado que hacía su madre cuando él era niño.


    Adrian Mengheș nos dijo que lo que más le gustaba era el público de los festivales Mujeres en Matasari y Hombres en Matasari, ya que eran personas de calidad que entendían y apreciaban lo que hacían los expositores del festival, que venían precisamente a descubrir su artesanía.


    En el festival también había un sombrerero, que hacía sombreros a medida, adaptados a la circunferencia de la cabeza del cliente, un diseñador de moda sin prejuicios- Above the Sky, un diseñador de gafas- De ochi y muchas otras ideas que puedan parecer una locura.


    Le pregunté a Adrian Mengheș cuál de sus compañeros expositores le había llamado la atención de modo especial:



    Encontré a otro señor que estaba haciendo unos collares en los que realmente estaba trabajando físicamente. También vi a una señora que estaba haciendo algunas cosas hechas a mano para las que realmente se necesita mucha habilidad y paciencia. Otro señor tenía algunos artículos de cuero, todo tipo de pulseras de cinturones adaptados, para los jóvenes en general.


    Jóvenes de edad o de corazón, todos los asistentes a los festivales que se organizan aquí tienen algo en común. Es ese algo que Adrian Mengheș busca en todo momento: apreciar los valores de antaño:



    Lo único que deseo es que la gente, y me alegro de que lo haga, empiece a apreciar a los que intentamos hacer las cosas de forma diferente. Y siempre hemos contado con el apoyo de la gente, quiero decir que la gente lo ha apreciado y lo ha disfrutado.



    Los conciertos, el ambiente y la buena vibra se dan cita en la la calle Matasari, y estos eventos organizados allí, tanto los destinados a las mujeres, como los dedicados a los hombres, pretenden destacar sobre todo la creatividad.



    Versión en español: Valeriu Radulian





  • Rumanía, mi casa: ¡Que haya un millón de ángeles!

    Rumanía, mi casa: ¡Que haya un millón de ángeles!

    La conocí en una feria. Es soñadora e invita a los transeúntes a elegir un ángel, pintado o de yeso, para que ella decodifique su significado. Sentí curiosidad por la historia de estos ángeles y quise descubrirla. Entonces Miki Ciobotaru me contó la historia del millón de ángeles.



    Este proyecto trata de explicar algo extremadamente sencillo y que está al alcance de todos, pero que tendemos a olvidar: que podemos ser buenos a tiempo completo, todos los días, no sólo durante las fiestas religiosas, y que el amor y la aceptación son la primera forma de terapia y que no necesitamos leer estanterías de libros para poder ayudar a los niños con autismo. En este proyecto estoy creando un millón de ángeles gráficos y de cerámica como manifiesto artístico-visual contra la discriminación de estos niños y de sus familias.



    Le pregunté a la creadora cuál era el impacto de su proyecto:



    Es un proceso realmente transformador para mí y para las personas con las que entro en contacto, porque, como he dicho, se trata de cosas sencillas y naturales, de amor, de aceptación, y a menudo no nos damos cuenta de lo valiosas que son en la vida de los demás. Mis ángeles siempre están destinados a ser elegidos por las personas que realmente los necesitan y que necesitan su mensaje, su actuación. Y cada uno de estos niños viene con un determinado mensaje en nuestras vidas, ya sea una lección o una bendición. Y sólo hay que tener un poco de paciencia para escucharlo.



    ¿Cómo surgió el proyecto? Nos lo dice la misma Miki Ciobotaru.



    El proyecto del millón de ángeles llegó por etapas. Primero, en algún momento de 2019, antes de la pandemia, cuando quise regalar el día de mi cumpleaños, porque probablemente esa es también mi lección, que todavía estoy aprendiendo. Soy mucho más feliz al regalar que al recibir. Y en ese momento creé un taller de caridad, un taller en el que los que tenían el placer de asistir, en lugar de traerme un regalo de cumpleaños, hacían una donación en ese momento para crear un parque infantil para niños con necesidades especiales. Y este parque infantil se creó en el pueblo de Piscu, a unos 30 kilómetros de Bucarest. Era el primero de este tipo en todo el condado de Bucarest e Ilfov. Después, al trabajar en el mundo del voluntariado durante mucho tiempo, me relacioné con padres y niños de categorías especiales y me di cuenta de lo mucho que necesitaban ser escuchados, ser comprendidos y ser aceptados, tal y como son. Porque no hay nada malo en ellos, es sólo el descuido o la falta de información de la gente que tiende a rechazar algo que es diferente a ellos desde el principio. Y elegí este tema de los ángeles, porque en mi opinión ellos también son ángeles y nos recuerdan lo mucho que necesitamos aceptarnos los unos a los otros y encontrar un lugar bajo el sol para cada uno. Todo ocurrió después del toque de queda, de la pandemia, de un periodo de incertidumbres. Hasta ahora tengo 5284 ángeles creados y espero poder continuar en el futuro hasta haber creado un millón de ángeles para esta causa.



    Una vez creados, los ángeles se pueden comprar. No hay un precio fijo, cada uno puede hacer un donativo, en el que la mitad del dinero recibido se dona y la otra mitad contribuye a la continuación del proyecto. Miki Ciobotaru amplía detalles:



    Como impacto queremos conseguir sacar a la luz la normalidad de los niños especiales. Queremos conseguir reunir una comunidad de personas para crear un espacio donde puedan desarrollarse, para tener más centros de día, por ejemplo, donde estos niños puedan ir, donde sus padres puedan ser comprendidos y ayudados, porque desgraciadamente en Rumanía no hay mucho apoyo ni interés por estas categorías de niños con necesidades especiales. Y no hablo sólo del autismo y de todo el espectro de niños con necesidades especiales, sino de crear, cada uno de nosotros individualmente y todos juntos, una sociedad inclusiva en la que ellos también tengan su propio lugar bajo el sol y se sientan queridos y aceptados.



    La creación de los ángeles es pura inspiración, pero se basa en un minucioso estudio de las particularidades de cada uno de ellos, nos dijo Miki Ciobotaru:



    Trabajo con arquetipos angélicos. Hay una ciencia que estudia a los ángeles. Se llama angelología y la estudio con gran interés y curiosidad. Y en el libro de Enoc, que en realidad son 3 volúmenes, se exponen por primera vez más de 700 ángeles, presentados con nombres y funciones. En el proceso de creación dejo que mis manos trabajen y vemos después qué ángel se materializa, de modo que incluso quienes interactúan con ellos los eligen instintivamente, con su alma. Y trato de que cada uno llegue a la persona exacta que lo necesitaba o que de alguna manera resonó con él y lo llamó a su vida.



    Un proyecto hecho con y por amor, con la esperanza de que podamos ser inclusivos, que podamos ser un poco más pacientes con nosotros mismos y con los que nos rodean cada día.



    Versión en español : Valeriu Radulian

  • Rumanía mi casa: La moda entre el espacio interior y el espacio cósmico

    Rumanía mi casa: La moda entre el espacio interior y el espacio cósmico

    Más allá de la combinación de patrones, la fantasía o la exploración, la creación de una colección de ropa puede manifestar la convicción de que al llevar ciertas prendas podemos conectarnos con valores muy elevados de nuestro espíritu. De este modo, un diseñador puede convertirse en un mago, que manifiesta la intención de que todos los que elijan llevar determinadas prendas manifiesten su forma más bella y pura.


    Nada más cierto que esto, diría yo, después de ver la última colección de la artista Sophia InLak’ech, quien nos contó la experiencia de su nueva creación:



    Es un nuevo proyecto de ropa llamado Zamolxa y tiene una primera colección que lanzamos recientemente bajo el nombre de Sexy Allien Campesina. Es un proyecto de ropa bendecida, como me gusta a mí llamarlo. Prendas confeccionadas con materiales mayoritariamente orgánicos, en su mayoría 80-90% de lino y combinando elementos de geometría sagrada, bordados a mano, en algunas partes con impresión digital, impresión digital inspirada en mis pinturas sobre el área de geometría sagrada.



    Es un tema que puede parecer que combina ideas contradictorias: sensualidad, espacio cósmico, pero también un espíritu castizo, campesino. ¿De dónde surgió la idea? Sophia InLak’ech:



    De alguna manera, todo comenzó varios años atrás, cuando dí con el lienzo de lino y sentí una conexión anímica muy fuerte. Diría que tenía una sacralidad especial que he encontrado en lo más profundo de mi alma y que, de alguna manera, la relacioné con las bellísimas experiencias que viví en la cima de la montaña y que, por supuesto, se relacionan con un conocimiento ancestral de la tierra rumana. De ahí el nombre de Zamolxa, que viene de Zamolxes, por supuesto, el dios de los dacios. Y la inspiración es daco-hiperbórea. Toda esta geometría sagrada se puede encontrar en muchos lugares del territorio rumano. Lo asocio a un conocimiento ancestral que hemos heredado y tenemos muy metido en la sangre. «Campesino» es porque hay estos patrones geométricos y los propios trajes, que se inspiran en los trajes tradicionales rumanos. De nuevo, todo está relacionado con un conocimiento que nuestros antepasados utilizaban cuando bordaban a mano ciertos símbolos en la ropa que llevaban. Tenían una protección especial. La parte de Allien proviene de un conocimiento cosmogónico, diría yo, de estos símbolos. Pensé que sería muy bonito que los dos elementos se unieran en una historia, conectando de alguna manera el cielo y la tierra y la fe y todos los valores y virtudes que como pueblo hemos heredado.



    Todos estos elementos de la tradición se reflejan en los elementos del bordado y en el color elegido para el mismo, en el lino, pero también en los elementos añadidos que sugieren el cielo, el sol, la luna, las estrellas. Y la interpretación del diseñador también es lúdica:



    Por supuesto, también hay una necesidad muy grande que siento de jugar y disfrutar, aportar nuevos elementos a nuestras vidas. Y ahí es donde entra el elemento sexy, una muchacha del campo también puede ser sexy. Y de alguna manera vestirse más adecuadamente para los tiempos en que vivimos. La colección abarca en total nueve prendas. Es un primer proyecto, ya he empezado a trabajar en el siguiente, que creo que es mucho, mucho más espectacular. Fue un primer proyecto, como un proceso iniciático para mí, y a través del cual conseguí recibir un feedback muy, muy agradable.



    La colección se puede ver en Facebook o Instagram y está creciendo, como nos dijo la creadora Sophia InLak’ech:



    Tengo que admitir que ahora estoy muy, muy ilusionada con el próximo proyecto, que calculo que lanzaré el próximo mes. También habrá ropa para hombres, no sólo para mujeres. Va a ser como una historia en la que el campesino se encuentra con la campesina y crean una historia extraterestre. Me propuse que todos los que vinieran y optaran por estas prendas, en el momento en que las llevaran, manifestaran su forma más bella y pura.



    Una invitación a la alegría vinculada a las formas, al color, a una conexión más profunda con la historia de estos lugares, pero también con la historia personal, en un espacio que nos gustaría se convirtiera en algo mejor. Un espacio del corazón, en el que nos sintamos abrazados en todo momento.



    Versión en español : Valeriu Radulian


  • Rumanía, mi casa: Adoptar un árbol

    Rumanía, mi casa: Adoptar un árbol

    Hace dieciséis años, la Asociación Viitor Plus fue creada con el propósito de contribuir de forma concreta a la protección del medio ambiente en Rumanía y al concepto de desarrollo sostenible, claro está, con participación social. Con el tiempo, la Asociación Viitor Plus se ha convertido en uno de los actores más activos en el ámbito de la protección del medio ambiente.


    Detalles sobre sus iniciativas y sobre cómo logran sensibilizar a las personas nos amplía Teia Ciulacu, presidenta de la asociación.



    Hemos desarrollado varias iniciativas a través de las cuales personas de diferentes edades pueden tomar cartas en el asunto, pueden ayudar concretamente y también hemos creado varias soluciones que sirvan como modelos a las autoridades o las empresas, que esperamos que en algún momento se desarrollen a mayor escala. En el caso de Adopta un árbol, nuestro proyecto de forestación, nos centramos en la zona sur de Rumanía, donde tenemos muchas tierras en un estado avanzado de degradación. Allí, las tierras agrícolas o los objetivos humanos necesitan protección a través de cortinas forestales, y durante 14 años hemos estado llamando la atención sobre la importancia de invertir en el área de forestación, especialmente en el contexto del cambio climático. Tenemos que adaptarnos a lo que está ocurriendo y más a lo que está por venir. Y los bosques son una solución natural muy práctica. Para que un bosque se recupere solo necesita de pocos años de cuidados por nuestra parte. Nos encargamos de todo el proceso, y el punto de partida es la identificación de los terrenos. Atraemos fondos del ámbito privado, ya sea de donantes individuales, por lo que cualquiera de ustedes que nos escucha puede donar en nuestra página web, o de empresas a través proyectos de patrocinio. Todo el dinero recaudado se convierte en árboles plantados.



    Nuestra interlocutora nos ha dicho que la gente se muestra extremadamente interesada en plantar árboles, porque les brinda la oportunidad de salir al aire libre, de estar en contacto con la naturaleza, pero también de dejar un legado. Pero para la asociación, el enfoque es muy técnico:



    Nos encargamos de los bosques a largo plazo, desde el diseño técnico, con silvicultores, la preparación del terreno, la plantación, hasta las labores del campo. Es un proceso que dura varios años seguidos. En la medida de lo posible, involucramos a voluntarios. Porque este es el aspecto educativo, el más importante del proyecto. Cuando estás sobre el terreno, cuando sales de una oficina, de modo especial después de haber pasado mucho tiempo en una oficina, y te acercas a las realidades del campo, cuando te das cuenta de lo frágiles que son esos arbolitos que plantamos, cuántos años tardan en crecer hasta convertirse en un bosque, tu manera de percibir la naturaleza cambia por completo. De alguna manera, la perspectiva cambia y percibes las cosas muy distintas que cuando estabas frente a una pantalla o en las redes sociales.



    ¿Quiénes son los voluntarios en estos proyectos de plantación? Nos lo dice también Teia Ciulacu, presidenta de Viitor Plus:



    Buscamos sobre todo voluntarios en las empresas, porque ahí todo se hace de manera más organizada. Ser voluntario no sólo significa regalar tu tiempo gratuitamente, en una plantación, un sábado. También se trata de cubrir los gastos de transporte, comidas y herramientas. Y entonces preferimos acudir a las empresas que cubren estos costes y promueven el voluntariado entre sus empleados. Al final, todos salimos ganando. Llevamos a los que deseen al lugar de plantación y los involucramos en las actividades de voluntariado para la forestación. Desde que existe el proyecto, más de 20.000 voluntarios han participado en estas actividades.



    Más allá de las acciones de plantación propiamente dichas, la asociación también ha puesto en marcha la campaña ¡Adopta un árbol!, a través de la cual puedes recibir un certificado de adopción personalizado para sorprender a tus seres queridos. Esa es también una campaña de recaudación fondos que se dirige tanto a particulares, como a empresas.


    Y cuando a causa de la pandemia se impuso la distancia social, surgió otra idea. Vuelve con detalles Teia Ciulacu:



    Desde que empezó la pandemia, creamos un nuevo concepto de siembra a distancia, porque no podíamos reunir a tantas personas en el campo. Nos preguntábamos cómo podíamos llevar el bosque directamente a la gente que lo quería. Empezamos a enviar especies forestales típicas de Rumanía a diferentes zonas geográficas, de llanura, de colina, de montaña, arbolitos bien empaquetados de forma que pudieran aguantar el transporte por correo. Los enviamos a casa de las personas, sobre todo, a alumnos y a escuelas. En primavera organizamos una gran campaña en la que más de 100 escuelas plantaron 6.000 árboles, de modo especial en los patios de las escuelas. Y fue una actividad muy apreciada y deseada por todos.



    También nos enteramos que en Bucarest existía el programa Recicleta, por el que los residuos se recogían por separado entre varios grupos meta, pero eso no era todo, luego se transportaban de forma no contaminante: en bicicleta eléctrica o en coche eléctrico.



    Versión en español: Valeriu Radulian

  • ¡Tenemos un río, creamos una historia!

    ¡Tenemos un río, creamos una historia!

    Hoy les contamos la historia del río Dâmbovița, como arteria verde de Bucarest, un espacio público vibrante donde la gente puede disfrutar del agua, la fauna, la flora y la comunidad. Éste fue el punto de partida de un proyecto para valorar el río como elemento de unión entre barrios, entre personas, entre ideas.



    Hemos invitado a Valentin Talabă, gerente de comunicación en Nod Makerspace, la asociación organizadora del evento, para que nos cuente de dónde surgió la idea del evento Dâmboviţa Delivery:



    Si miramos las grandes ciudades de Europa como Berlín que tiene el río Esprea, París que tiene el Sena y el Canal Saint Martin, Londres con el Támesis, también Bucarest tiene un río, pero el potencial del río no se utiliza. Muchos bucarestinos ni siquiera se dan cuenta de que tenemos un río en la ciudad. Y entonces se nos ocurrió la idea de conectar los dos sectores entre los que pasa, el sector tres con el sector cuatro y aprovechar esta oportunidad que nos brinda el agua, unir comunidades y crear algunas actividades culturales educativas para los más pequeños y para los adultos y reunirnos todos en un lugar muy fresco y muy agradable.



    ¿Qué pasó en Dâmboviţa Delivery? Valentín Talaba nos responde:



    “Tuvimos más de 30 actividades, desde talleres para niños hasta actividades culturales, charlas sobre literatura y conciertos de música o eventos de food-court (patio de comidas). Sin embargo, lo más importante fue el paseo en barco desde la Plaza de la Unión, desde la Biblioteca Nacional, hasta Mihai Bravu porque mostramos lo importante que es que un río sea navegable en una ciudad, con esas represas que existen y de las cuales creamos unos pontones que la gente pueda cruzar de un lado del río al otro. Además, también tuvimos actividades de arte colaborativo, a través de las cuales las personas trabajaron con los presentes, crearon un arcoíris de hilo que está arriba del río. Reconstruimos el puente de Abatorului y también trabajamos en la cuenca del río para darle más color, más frescura. Creo que lo más importante es que la gente haya entendido que también puede disfrutar de la ciudad de una manera diferente, puede disfrutarla de una manera en la que no necesariamente tiene que gastar dinero, sino simplemente participando en actividades, reconectándose consigo mismos o con las comunidades a las que pertenecen.



    Si tienes una idea de proyecto que pueda transformar Dâmbovița, ¡cuéntanosla! Buscamos intervenciones artísticas, iniciativas cívicas, proyectos educativos y talleres interactivos que le den vida al espacio alrededor del río, decía el anuncio del evento, a través del cual se invitaba a los interesados ​​a registrar los proyectos participantes.



    Alina Tofan, eco-performer, estuvo presente con la instalación Plastic Womb, de la que nos comentó lo siguiente:



    Nosotros, el colectivo de Plastic Art Performance, es decir yo y Georgiana Vlahbei, hemos participado en la edición de este año de Dâmbovița Delivery con una instalación eco-performativa y con objetos con los que quisimos llamar la atención sobre la contaminación plástica de las aguas corrientes y sobre los efectos que el plástico tiene sobre los ecosistemas fluviales. La reacción fue muy buena, sobre todo por parte de los organizadores, porque nos dieron la oportunidad de presentar este trabajo. La gente tuvo curiosidad, tuvimos un código QR a través del cual pudo escuchar la historia de nuestra instalación. Fue un trabajo realizado por el diseñador Teo Rădulescu. Nuestra instalación se llamó “Plastic Womb, es decir matriz de plástico, porque lamentablemente esa es la imagen que los ecosistemas fluviales dejan en nuestra mente. Así que nuestro trabajo fue un manifiesto y un intento de llamar la atención y la participación de la sociedad civil.



    ¿Qué otros planes hay para fortalecer la relación entre la gente de la ciudad y el río que la atraviesa? Nuevamente en declaraciones para RRI, Valentin Talabă:



    Seguiremos organizando el evento Dâmboviţa Delivery en el futuro y, al mismo tiempo, también estamos iniciando un debate sobre la calidad del río y sobre la dirección que puede tomar una ciudad utilizando este importante recurso.



    Se apuntaron tanto soluciones temporales – activar el área a través de espectáculos, debates, exposiciones e intervenciones artísticas, como permanentes – propuestas de reconfiguración del espacio, que pueden ser presentadas a las autoridades. Seguimos buscando proyectos de activación urbana, es decir, proyectos de reconversión o rehabilitación de mobiliario urbano, proyectos de intervención artística, que reviven el espacio público alrededor del río o proyectos de alcance comunitario, proyectos sociales que apoyan a las comunidades y construyen puentes entre las personas. Todo con la idea de una mayor concienciación de que tener un río que cruza la ciudad es un privilegio para sus habitantes.

  • Un día de hub cultural en la Ópera Nacional de Bucarest

    Un día de hub cultural en la Ópera Nacional de Bucarest

    La Ópera Nacional de Bucarest (ONB) tiene la misión de promover los valores culturales de la Ópera a un público lo más amplio y joven posible. Así, al final del verano, se celebró el tradicional evento Promenada Operei, este año en su 12.ª edición. Un hub cultural que ofreció a aquellos que se acercaron a la explanada una serie de actividades al aire libre que se llevaron a cabo a lo largo de doce horas. Es el resultado de una fructífera colaboración entre la ONB y la Universidad Nacional de Teatro y Cine I. L. Caragiale (UNATC).



    Daniel Jinga, director general de la Ópera Nacional de Bucarest, declaró:



    «Promenada Operei es un evento lleno de tradición para la ONB. Todo empezó con un espectáculo al aire libre llamado Promenada Operei, el cual ya ha llegado a su duodécima edición. Funcionó incluso durante la pandemia, porque, como saben, al aire libre las restricciones eran más fáciles de respetar y podíamos llevar a cabo nuestra actividad incluso en esas condiciones. Desde hace algún tiempo, aprovechamos el evento Promenada Operei para transformar la explanada que hay frente al edificio de la Ópera Nacional de Bucarest en un hub cultural, un lugar en el que poder atraer a nuevas categorías de público, un lugar en el que poder mostrar que la Ópera Nacional de Bucarest no es pretenciosa y que este hecho cultural no es inaccesible. No nos hemos encerrado en una torre de marfil a esperar que el público venga a disfrutar de un género musical y un género cultural que tiene muchas etapas de comprensión, como ocurre con una cebolla, que tiene muchas capas. Así, podemos venir a la ópera y entender, para empezar, la belleza de la música, las arias de ópera o las oberturas. A continuación, podemos entender el mensaje y, finalmente, tenemos categorías de público que es la centésima decimoquinta vez que vienen a ver el mismo título, La traviata o Nabucco, para ver diferentes interpretaciones o acceder a significados distintos de la misma música.»



    Liviu Lucaci, rector de la Universidad Nacional de Arte Teatral y Cinematográfica de Bucarest, añadió:



    «Hoy trabajamos, desde la Universidad Nacional de Teatro y Cinematografía I. L. Caragiale de Bucarest, codo a codo con la Ópera Nacional. Y así será cada vez que se nos necesite y organicemos juntos este tipo de eventos para el público de Bucarest y otros lugares. Como pueden ver aquí, se trata de un despliegue de fuerzas increíble. Hemos montado un recinto, que lleva varios días funcionando, para ofrecer a los visitantes las una experiencia cultural y artística magnífica en las mejores condiciones, junto con personas de varios departamentos de interpretación, marionetas, dirección teatral, dirección de cine y multimedia. Hoy en día es muy importante la parte multimedia. Contamos con un escenario móvil y hemos contribuido a construir este enorme escenario de 400 metros cuadrados. Disponemos de grabación de vídeo, cámara desde el suelo, y drones y globos con cámara. Nos hemos propuesto realizar una grabación de 360 grados desde el centro de la orquesta y emitir en directo, proyectar imágenes en los edificios, pero lo más importante es el factor humano, de jóvenes que quieren participar en este tipo de eventos y construir junto a la Ópera Nacional un camino largo, interesante y atractivo para todos los públicos.»



    El público presente en el evento pudo disfrutar de la Gala Extraordinaria, con la participación de la orquesta, el coro y el conjunto de la Ópera Nacional de Bucarest dirigida por Tiberiu Soare.



    Daniel Magdal, subdirector de la ONB, nos lo aseguró:



    «Hemos preparado un programa de una belleza extraordinaria, con arias y escenas de óperas de las representaciones que estamos preparando, estrenos de la temporada que acaba de comenzar y, por supuesto, algunas más conocidas.» Nos alegramos de estar junto al público cada vez que podemos. Es importantísimo y estamos muy agradecidos de que la gente esté a nuestro lado. Todo el colectivo de la Ópera participa en el evento de esta noche, que para nosotros es prácticamente la apertura de la temporada.



    Alexandru Nagy, director del evento, añadió:



    «Estoy muy contento de que la duodécima edición, la edición de este año de Promenada Operei, logre aportar un aire joven, para garantizar así la regeneración de nuestro público espectador, sobre el cual se suele decir que está formado por una generación a la que llamamos, con cariño, tercera edad. Este año presentamos una serie de actividades que incluyen a todo el personal de la ópera. El personal de la ópera, los artistas, los técnicos que hay delante y detrás del escenario: están todos aquí, en Promenada Operei, en diferentes talleres. Hay un taller de ballet, “Primeros pasos de ballet”. Nos hemos propuesto que los niños que se acerquen hasta aquí tengan dos horas o dos horas y media para explorar la oportunidad de dar sus primeros pasos de ballet, bajo la dirección de una bailarina profesional, en nuestro caso, Mihaela Soare. Con respecto al taller de piano, “Primera vez al piano”, también pensamos que habría niños a los que les gustaría esta idea, la de poder tomar contacto con un instrumento. Y, quién sabe, tal vez podamos inducir esa emoción excepcional que se produce en este tipo de encuentros cuando se es un niño. Eso es lo que nos proponemos este año, estimular el contacto del público con el escenario, con los artistas de la ópera, delante y detrás del escenario, como se suele decir, ya que también tenemos talleres de diseño de vestuario, un taller a cargo de nuestras compañeras de sastrería y escenografía, y es que todos los departamentos se han implicado.»



    El taller de pintura y diseño de vestuario atrajo a unos 70 participantes, en su mayoría niños. Más de 650 personas entraron por primera vez en el edificio de la Ópera, durante las visitas guiadas. El taller de desarrollo personal fue el punto de interés de 90 personas, mientras que el taller “Trabajos del futuro” levantó la curiosidad de más de 150 personas. Cientos de participantes eligieron el taller de creación de marionetas, y más de 50 niños dieron “Primeros pasos de ballet” con la prima ballerina Mihaela Soare, número similar al que registró el taller “Primera vez al piano” con el pianista Mădălin Voicu Jr. El teatro de marionetas atrajo a más de 300 espectadores, mientras que la representación teatral Wasted de Kae Tempest la siguieron con interés más de 200 espectadores. Por último, la atracción más singular del festival, el globo aerostático, elevó por los aires a varias decenas de metros de altura, a unos 50 aficionados a sensaciones visuales inusuales.



    Versión en español: Víctor Peña Irles

  • Vinos accesibles para personas con discapacidad visual

    Vinos accesibles para personas con discapacidad visual

    Hoy les hablamos de vino, de vino e inclusión. En concreto, les hablamos sobre un proyecto que aúna el trabajo de dos personas apasionadas por lo que hacen, pero también interesadas en satisfacer las necesidades de su gente. Hablamos con Tudor Paul Scripor, inventor del alfabeto de los colores, y con Ioana Bidian Micu, experta en vinos. Gracias a su colaboración se han creado etiquetas inclusivas que permiten a los discapacitados visuales acceder al color del vino.



    Ioana Bidian Micu, experta en vinos, nos ha hablado sobre los inicios del proyecto:



    «Todo surgió a partir de un encuentro con Tudor Scripor, inventor del alfabeto de colores, y me pareció que era una idea extraordinaria poder crear, para aquellas personas con discapacidad visual, una conexión entre el color, el olor y el sabor del vino. Además de la parte del etiquetado del vino con colores estandarizados para el blanco, el rosado y el tinto, hemos desarrollado muchísimas otras aplicaciones de este alfabeto de colores, de modo que las personas con discapacidad también las pueden emplear en casa. Así, con unas pegatinas muy sencillas pegadas en las copas, pueden saber exactamente de qué tipo es el vino que contiene. También hemos desarrollado unos soportes especiales para las copas, de modo que puedan identificar el color del vino, e incluso hemos elaborado la primera guía de cata de vinos escrita en braille y en el alfabeto de colores Scripor, con una miniguía, para que las personas con discapacidad visual puedan hacer la conexión entre el color del vino, los aromas, el sabor y puedan identificarlos.»



    Ioana Bidian Micu, experta en vinos, nos ha contado la experiencia vivida en una cata en la feria WineUp de Transilvania, celebrada en primavera:



    «Organizamos una clase magistral, una cata convencional a la que asistieron tanto personas con discapacidad visual como personas con la vista perfectamente desarrollada, a quienes privamos de este sentido, de tal forma que tomaran conciencia del impacto de la pérdida del sentido de la vista en la apreciación de un vino.»



    Tudor Paul Scripor, inventor del alfabeto táctil de colores, ha compartido lo siguiente:



    «Todo comenzó en 2012, cuando durante un taller de pintura que impartí, un alumno ciego se me quejó de que no llegaba a entender los colores y no reconocía cromáticamente lo que había en un cuadro. Por aquel entonces yo no sabía que los invidentes no disponen de una estandarización de los colores. Es cierto que, si queremos escribir los nombres de los colores, lo podemos hacer muy fácilmente utilizando el alfabeto braille, que es una combinación de puntos. Si queremos escribir rojo, debemos componer dicha palabra a partir de las letras respectivas. He ampliado el alfabeto braille, a partir de una celda de este alfabeto, a una estandarización cromática universal. Así, mediante un solo símbolo se puede representar un color y mediante dos símbolos, se pueden representar los tonos oscuros y claros de los colores. Este fue el comienzo. Ahora que hemos llegado a etiquetar las botellas de vino, aplicamos este alfabeto para describir el color del vino a los discapacitados visuales.»



    Nuestro interlocutor nos ha contado que, a propuesta de personas con discapacidad visual, han aparecido otras aplicaciones semejantes. Un ejemplo sería el etiquetado de los cinturones de artes marciales para los deportistas que las practican, de modo que ahora pueden elegir el cinturón de manera autónoma por grado y color.



    Tudor Paul Scripor también nos ha hablado sobre el éxito que tuvieron las etiquetas accesibles en la feria Wine Up de Transilvania:



    «La respuesta fue sorprendente, porque abre una nueva puerta a la inclusión. Ahora los invidentes pueden elegir la botella de vino de un estante de una tienda según el color que deseen. Hasta ahora esto era imposible. Además, la etiqueta y el tapón pueden brindar información adicional a la hora de elegir el vino.»



    De este modo, se invita a las personas con discapacidad visual a que propongan todos los ámbitos en los que sea necesaria aumentar la accesibilidad. ¡Nuestros interlocutores están listos para ponerse manos a la obra!



    Versión en español: Víctor Peña Irles

  • Videoblogueros, música y promoción de Rumanía en el extranjero

    Videoblogueros, música y promoción de Rumanía en el extranjero

    En noviembre del año pasado, uno de los videoblogueros franceses más vistos, Squeezie, tuvo un gran éxito con una canción en la que empleaba algunas palabras en rumano. Se trata de la canción «Time Time», una parodia de la música de los años 2000, interpretada por la banda Trei Degete, integrada por Squeezie y dos amigos. El vídeo registró en YouTube más de 9 millones de visualizaciones en cinco días desde su lanzamiento, y se vendieron casi 40 000 copias del sencillo en las primeras 48 horas.



    Squeezie, de 25 años, cuyo nombre real es Lucas Hauchard, tiene más de 16 millones de suscriptores en su canal de YouTube. Se ha hecho famoso con su propuesta de vídeos humorísticos, materiales en que reacciona a varios temas de actualidad, así como videoclips musicales compuestos con varios amigos.



    He hablado con el sociólogo Bogdan Voicu, investigador del Instituto de Investigación sobre la Calidad de Vida de la Academia Rumana, sobre la influencia que puede ejercer una canción en la imagen de Rumanía:



    «Se trata de un idioma poco conocido fuera de Rumanía, que suena raro, con palabras bien escogidas, siguiendo el ejemplo de los de O-Zone, ya que en realidad de ahí surgió todo, con un hit que gustó entre el público. Además, en aquel momento se benefició de la polaridad de las discotecas de España e Italia, donde es cierto que no era tan populares los O-Zone sino Haiducii, y donde había toda una generación de rumanos emigrantes que bailaban a ese ritmo. Esto conllevó una muy buena penetración y fue una propaganda muy buena para la lengua rumana.»



    Y ahora Occidente puede decir con facilidad «sunt fericit că mănânc un pepene fără sâmburi», es decir, «estoy feliz de comer una sandía sin pepitas». Bogdan Voicu ha completado:



    «Todas las otras palabras casi que tampoco tienen sentido. Es casi dadaísta el texto que nos propone el videobloguero francés, quien en realidad imita lo que hicieron los O-Zone, manteniendo ese mismo ritmo que sigue vendiendo hoy en día. De hecho, tenemos una confirmación impecable de que la parte melódica de la canción de O-Zone era sólida, de modo que ha dado vida a una nueva generación de oyentes y los ha hecho bailar.»



    Le he preguntado a Bogdan Voicu si es esto es bueno o malo, o si no importa que se dé este tipo de promoción:



    «Para O-Zone es muy bueno. Para Rumanía, es buenísimo y es, a la vez, un gran jarro de agua fría para los sucesivos gobiernos rumanos, que no han sabido aprovechar estas pequeñas cosas para promocionarlas como tales y fomentar el interés por este país. Es decir, habríamos podido promocionar una canción como esta. O cuarenta canciones como esta, lo que hubiera sido mucho más barato. Si alguna de ellas hubiese entrado en las listas como lo hizo la de O-Zone, que ahora han retomado y versionado los Trei Degete, habría sido fantástico. Del mismo modo, el interés que suscitó todo este asunto el pasado mes de noviembre culminó con la entrada de esta canción en las listas de éxitos de varios países europeos. Y no solo por eso. También por la popularidad del videobloguero que la lanzó. Y porque se comentó y volvió a comentar, se reutilizó en otros vídeos que están disponibles en YouTube, TikTok y otras redes similares. Esto que significa que, de hecho, se trata de una especie de multiplicación, en que se pone la lengua rumana en primer plano. El hecho de que el rumano se ponga en primer plano lleva implícita la promoción de nuestro país.»



    Bogdan Voicu ha vivido muchos años en Occidente, así que le he preguntado si ha habido veces en que se haya sentido avergonzado al decir que es de Rumanía:



    «Bueno, depende de dónde estés. Recuerdo que en los años 90 estaba en Estados Unidos y cuando me preguntaba de dónde era decía que era de Rumanía. Los estadounidenses, por regla general, es decir, los estudiantes con los que interactuaba, decían que Rumanía era igual a Europa. “Europe is different. Y eso era todo. Quiero decir que daba igual si eras de Rumanía o Francia, era lo mismo. Así, creo que, desde este punto de vista, el hecho de que tu interlocutor no supiera diferenciar si eras de Rumanía o Francia, era un favor. Por otra parte, también estuve en Francia en aquella época, y recuerdo que me encontraba en una parada de tranvía de Estrasburgo y una mujer de la ciudad me preguntó adónde iba el autobús. Le dije que no lo sabía porque no era de allí y me preguntó de dónde era. Le dije que era de Rumania, a lo que me respondió: “eso es la antigua Yugoslavia. ¡Aquello ya no era algo bueno! Ahora no creo que sea importante que se sepa sobre Rumanía y las hazañas de Esteban el Grande, al fin y al cabo. Creo que es más importante que el país vaya bien, que atraiga a los turistas y que tenga una imagen positiva. Así, quieres que haya una propaganda positiva. Con ese tipo canciones obtenemos una propaganda positiva. Me pasó que un periodista alemán me dijo que un comisario europeo rumano era muy bueno y que el mismo periodista alemán me dijera que otro era un desastre. Aunque estas cosas son normales. Es decir, pasan en todas partes. Cualquier clase de político, actor, personalidad de cualquier tipo, en cualquier país, puede tener una imagen buena o mala, y puede afectar más o menos a la imagen del país. A nosotros nos afecta un poco más porque somos más desconocidos. Cuando se nos conozca más, no importará lo que haga uno u otro, porque seremos conocidos como nación.»



    Actualmente, parece que más allá del famoso los famosos Ceaușescu, Nadia Comăneci está presente en la conciencia de los occidentales, así como O-Zone, con «Vrei să pleci, dar nu mă nu mă iei». Ahora, los Trei Degete enseñan rumano sin necesidad de profesor, así que repitan: «Este grozav să te plimbi prin oraș!»; «Sunt fericit că mănânc un pepene fără sâmburi»; «Dansăm în time, time»; «Plecăm, suntem gata să călătorim în Time, time»; «Preistorie»; «Antichitate»; «Egiptul antic»; «Vestul sălbatic»; «Așa că Bye-bye…». El videoclip también nos dice: «Viitorul e grozav!», así que ya saben, ¡el futuro es genial!




    Versión en español: Víctor Peña Irles

  • Los recepcionistas digitales ganan terreno

    Los recepcionistas digitales ganan terreno

    «¡Hola! Soy Lara, su recepcionista. ¡Les doy la bienvenida a Brașov, la ciudad a los pies del Tâmpa!»: así es como recibe a los huéspedes la aplicación de un hotel, donde se está probando. Después de que el turista diga que desea alojarse, mediante la fórmula «check in», Lara le comunica qué documentos tiene que presentar y cómo escanearlos. Lo mismo ocurre a la salida o al realizar el pago. En llevar a cabo estas operaciones de alojamiento se tarda unos 40 segundos. Debido a que el sector hotelero ha perdido gran parte de su plantilla desde que estallara la pandemia, la cual se ha visto obligada a migrar a otras profesiones, la digitalización puede ser de gran ayuda para los agentes turísticos, quienes tienen que arreglárselas tan bien como antes, pero con menos gente.


    Christian Macedonschi, presidente de la asociación Smart City, nos ha hablado sobre el robot Lara:


    «Es la primera recepcionista digital, pero también es conserje, puesto que Lara no solo ofrece servicios de recepción, registro y salida automatizados, sino que también escanea códigos QR, certificados verdes, billetes, pasaportes, ofrece la posibilidad de pagar con tarjeta, dispensa la tarjeta de la habitación y, en el futuro, podrá convertir el móvil en una tarjeta de habitación, mediante una aplicación. Además, brinda servicios turísticos importantes, por eso digo que también es el conserje de aquellos que cruzan el umbral de nuestra puerta. Así, ofrece entradas al castillo de Bran, a los parques acuáticos, de aventura, de dinosaurios, al teleférico, y es que justo enfrente del alojamiento se encuentra la montaña Tâmpa. Para subirse en esa cabina tan hermosa, hay colas muy largas, pero los turistas pueden comprar las entradas a través de Lara y tener prioridad. También ofrece servicios de alquiler de bicicletas, alquiler de coches, reserva de guías para realizar rutas turísticas, multitud de servicios turísticos, de modo que Brașov se convierta en la primera ciudad turística inteligente de Rumanía. Además, confieso que nos hemos fijado un objetivo importante para Brașov: solicitar el título de Capital Europea del Turismo Inteligente.»


    Del mismo modo que ya existen robots que cortan carne en establecimientos de doner kebab o, como ocurre en Occidente, ya hay robots que sirven en restaurantes, los padres de Lara tienen grandes planes para ella. Además, he descubierto que Lara es una aplicación desarrollada por una empresa informática de Brașov, con capital mixto, rumano y suizo. Christian Macedonschi, me ha contado qué planes tiene para desarrollar los servicios que ofrece Lara:


    «Hemos desarrollado Lara juntamente con Advanced Robotics, no para sustituir al recepcionista humano, sino para echarle una mano. Trabajan codo a codo de manera excelente. Ahora mismo, Lara está aprendiendo idiomas extranjeros. Actualmente, habla inglés, rumano y alemán, pero podrá hablar francés, italiano, español, hebreo, japonés, ruso y chino, en un proceso de aprendizaje continuo. El siguiente paso es colocar junto a Lara un robot automatizado de preparación de café, de modo que Lara podrá ofrecer un café a los turistas, y podrá transmitir la señal para que este se produzca.»


    Durante estos dos primeros meses, Lara se encuentra en proceso de aprendizaje. Cristian Macedonschi nos lo ha explicado:


    «Lara es básicamente una conserje del establecimiento turístico, de modo que el proceso de aprendizaje tendrá que ajustarse a los contratos firmados con los socios, proveedores de servicios, tintorerías, servicios de masaje o de deportes, y este es un proceso largo. Además, también trabajamos en la parte lingüística, en los idiomas que debe aprender Lara, y aprendemos del mercado qué otras cosas esperan los turistas exactamente. Todos los turistas que vienen interactúan con ella y les preguntamos qué otros servicios les gustaría que ofreciera Lara. Necesitamos llevar a cabo este proceso de aprendizaje piloto de dos meses. Las reacciones son extraordinarias y las exigencias son muy altas. Lara no estará a la venta, en principio se podrá alquilar, de modo que los hoteleros podrán ahorrarse, por ejemplo, contratar a un recepcionista nocturno, o a un segundo o tercer recepcionista. Ya no se trata tan solo de una cuestión económica, sino de que ya no es posible encontrar personal de recepción entregado y bien formado. El sector de la hostelería ha perdido alrededor del 30 % de sus empleados durante la pandemia. Nosotros esperamos este año volver a poner en marcha los motores del turismo y, al no encontrar el personal necesario, Lara acude al rescate.»


    Lara es la primera conserje y recepcionista de hotel digital de Europa y pronto terminará su período de prueba. Estará lista para conquistar no solo Rumanía en su totalidad, sino toda Europa, tal y como esperan sus creadores. Hasta ahora se ha observado que los turistas se quedan gratamente sorprendidos al utilizar servicios digitales en la hostelería, ya que están acostumbrados a usarlos en otros sectores.


    Versión en español: Víctor Peña Irles


  • Talleres creativos para jóvenes con pérdida auditiva

    Talleres creativos para jóvenes con pérdida auditiva

    La asociación VAR (Value at Risk, «valor en riesgo» en español) es una organización no gubernamental, sin ánimo de lucro, democrática, sin afiliación política ni religiosa, que se fundó en marzo de 2019. Constituye un mecanismo de reacción a los problemas y necesidades de la comunidad, a través de la creación y promoción de proyectos educativos, sociales y culturales en las artes escénicas, el cine, la música, la danza y el teatro. Aunque a principios de este año la asociación se dio a conocer por sus proyectos artísticos en el metro bajo la denominación Orașul M, —Ciudad M, en español—, en el mes de febrero se lanzó un nuevo proyecto: Wave for me.


    Wave for me es un proyecto internacional especial, tal como nos ha contado Vero Nica, gerente de proyectos de VAR:


    «Wave for me es un proyecto internacional dedicado a promover el potencial creativo de los jóvenes con discapacidad auditiva, aquellos que usan un implante coclear o audífonos. Básicamente, se trata de dar continuación al esfuerzo de la asociación por acompañar a jóvenes con pérdida auditiva, un grupo que se ha visto sumamente afectado desde el comienzo de la pandemia, ya que la comunicación con los que los rodean se ha visto afectada, y necesitan mucho apoyo y proyectos que los satisfagan. Es un proyecto extenso que se propone desarrollar una galería de arte virtual y que tiene la particularidad de involucrar a las comunidades internacionales. Así, vamos a lanzar una convocatoria abierta a partir del 1 de abril, de modo que podrán apuntarse jóvenes de todas partes, jóvenes apasionados por las artes visuales, quienes podrán enviarnos sus obras, pinturas, fotografía, esculturas, en formato fotográfico, obviamente, para completar esta galería de arte virtual. La plataforma Wave for me en su totalidad pretende convertirse en un canal de comunicación simple y pensado especialmente para ellos, para jóvenes que tienen dificultades para comunicarse con los demás.»


    En la primera fase, el grupo de trabajo interdisciplinario se propuso realizar tres talleres de cinco encuentros cada uno (artes visuales, oratoria y percusión), de los que se beneficiarán gratuitamente 24 adolescentes con dificultades auditivas de Rumanía, de entre 14 y 18 años. Vero Nica, gestora de proyectos de la asociación VAR Cultural, nos ha dado detalles al respecto:


    «Todo comenzó en febrero, con una serie de talleres de artes visuales, percusión y oratoria. Los talleres están destinados a jóvenes de Rumanía. Se han inscrito 24 adolescentes, que están muy ilusionados y son muy creativos. En la siguiente fase se lanzará la galería de arte virtual, tras lo cual algunas de las obras presentes en esta galería se exhibirán en exposiciones itinerantes, en Sibiu, Timisoara, Iași y, finalmente, en Bucarest, en una exposición que será el colofón y que abarcará todas las etapas del proyecto. Actualmente, participan 24 jóvenes de Rumania y ya estamos manteniendo conversaciones con organizaciones internacionales. Nos alegramos de tener la oportunidad, gracias a la cofinanciación obtenida del Fondo Cultural Nacional, de desarrollar este canal creativo.»


    Al mismo tiempo, la asociación se ha propuesto poner los cimientos de la plataforma que albergará la galería de arte virtual, un espacio de exposiciones dedicado a preadolescentes y adolescentes con pérdida de audición de Rumanía y del extranjero. La exposición incluirá tanto aquellas contribuciones creadas durante el taller de artes visuales como las recibidas en una convocatoria abierta a escala nacional e internacional.


    Lo cuenta Vero Nica:


    «La galería virtual está destinada a jóvenes de entre 12 y 18 años de edad. Así, tenemos una serie de pódcast, en que participan jóvenes ya activos en el ámbito cultural, con un primer pódcast realizado por Glinkor Gora, que ya está publicado en la página del proyecto. El grupo meta son los jóvenes de 12 a 18 años, pero estamos convencidos de que nos seguirán personas de hasta 30 años. Ese sería el público objetivo.»


    La creación y transmisión de una serie de seis pódcast con invitados de Rumanía y el extranjero —adultos con discapacidad auditiva que trabajan en el campo artístico y cultural— es el tercer constituyente del proyecto. A través de estos vídeos, los organizadores pretenden reunir a personas de diferentes orígenes geográficos con experiencias, intereses y necesidades similares, de modo que brinden a los adolescentes con discapacidad auditiva la oportunidad de descubrir exactamente el tipo de influentes que necesitan.


    La exposición itinerante, pensada como colofón del proyecto, está prevista para julio. La evolución de todo el proyecto puede seguirse en la página de Facebook de WaveforMe y en Instagram, con el nombre de usuario waveforme.var.


    Versión en español: Víctor Peña Irles

  • La peonía, flor nacional de Rumanía

    La peonía, flor nacional de Rumanía

    El 15 de mayo, la Comunidad de la Peonía Rumana celebra cada año el Día de la Peonía Rumana. Los especialistas aportan argumentos de peso para que la peonía, símbolo de los veteranos del Ejército rumano, se convierta en la flor nacional. Desde 2013 existe una propuesta con este fin, realizada por parte de un grupo de profesores e investigadores de la Facultad de Horticultura de la Universidad de Ciencias Agrarias y Medicina Veterinaria (USAMV) de Bucarest, tal y como nos ha contado el Prof. Dr. Florin Stănică, profesor de la Facultad de Horticultura de la Universidad de Bucarest, vicerrector de la Universidad de Ciencias Agrarias y Medicina Veterinaria, y miembro correspondiente de la Academia Rumana:



    «Ya en 2013, nuestro compañero, el profesor Florin Toma, titular de la asignatura de Floricultura, propuso que la peonía se convirtiera en la flor nacional de Rumanía en un evento llamado Días de la Horticultura en Bucarest, que tradicionalmente celebramos cada mes de mayo. Nuestro compañero presentó unos diez motivos de peso por los que esta maravillosa flor podría convertirse en flor nacional. Una de ellas es el hecho de que en Rumanía encontramos cinco especies autóctonas de peonía, es decir, cinco especies de peonía que crecen de forma natural en nuestros bosques o en nuestras tierras, y estas especies se extienden desde la costa del mar Negro, en Dobrogea, hasta el Banat, pasando por Oltenia, en el sur de Moldavia, así como por Transilvania, e incluso la provincia de Bihor. Florecen en la segunda quincena de mayo y son muy bonitas, conforman prados enteros, como ocurre en Zau de Câmpie, donde se encuentra la peonía de estepa, aunque también aparece en bosques donde prácticamente la peonía florece en toda su superficie. Incluso hay celebraciones o festivales locales dedicados a esta maravillosa flor.»



    También nos ha contado que las peonías tienen una reserva natural especializada en el bosque de Troianul, situado en la provincia de Teleorman, un espacio natural protegido de interés nacional, cuyo objetivo es conservar la flora silvestre y proteger esta especie de peonía rumana. Además, en Transilvania, la peonía está protegida en la Reserva Zau de Câmpie, en la provincia de Mureș.


    El Prof. Dr. Florin Stănică también ha presentado argumentos de tipo sentimental para sostener esta idea:



    «Además, no existe prácticamente ningún jardín, ningún hogar, que no tenga al menos una peonía junto a las demás plantas destinadas a embellecer nuestras vidas. Más de 100 000 rumanos se llaman Bujor (peonía en rumano), ya sea como nombre de pila o como apellido y, por supuesto, la peonía aparece en la tradición de nuestro folclore, la encontramos en todo tipo de expresiones, como ești roșu ca un bujor (estás rojo como una peonía), “ești îmbujorat (te has sonrojado) o, por ejemplo, existía la tradición de bañar a los recién nacidos en agua en la que se colocaban flores de peonía para fortalecerlos y protegerlos del mal. Por lo tanto, hay numerosos motivos de este tipo que consideramos extremadamente importantes. Cabe señalar que Rumanía no cuenta con una flor nacional, como sí que ocurre en otros países. Si ponemos algunos ejemplos, Bulgaria tiene la rosa, Turquía y los Países Bajos tienen el tulipán o Japón tiene el crisantemo. Así, sería muy importante para nuestro país contar con un símbolo tan representativo.»



    Casi diez años después del lanzamiento de esta propuesta, le he preguntado al Prof. Dr. Florin Stănică en qué fase se encuentra este proyecto:



    «Básicamente, después de la iniciativa de 2013, comenzamos a recolectar firmas y apoyos, y este año queremos intensificar esta actividad, para poder, seguidamente, proponer una iniciativa parlamentaria que se someta a voto. Hasta ahora hemos reunido unas 5000 firmas, pero dadas las nuevas posibilidades, entre ellas la de conseguir apoyos en línea, crearemos una plataforma para ello y nos organizaremos junto con otros compañeros de las facultades de horticultura del país, así como con otros organismos o instituciones, sobre todo en aquellas zonas donde existen peonías de forma natural, de modo que realicemos esta recolección de firmas y apoyos al proyecto.»



    El Prof. Dr. Florin Stanica ha especificado:



    «Hay algo que es destacable y que nos alegra mucho: en los últimos años, gracias a una iniciativa del Ejército, se utiliza la peonía como flor para honrar la memoria de los héroes de la nación. Sabemos, por ejemplo, que en el Reino Unido se usan las amapolas. Desde hace varios años, desde 2015, el Ejército utiliza la peonía como flor para honrar la memoria de los soldados rumanos muertos en los campos de batalla.»



    Asimismo, desde 2015 existe la Comunidad de la Peonía Rumana (Comunitatea Bujorul Românesc en rumano), fundada por Cristina Turnagiu Dragna y Andreea Tănăsescu (creadora del proyecto «La Blouse Roumaine»), que apoya la propuesta de los especialistas. Además, por iniciativa de la comunidad, el Día de la Peonía Rumana se celebra cada año mediante una campaña de promoción de la flor como elemento representativo de la cultura y la tradición rumanas. La peonía rumana fue adoptada por la asociación Camarazii como símbolo en los eventos que conmemoran los actos heroicos de los soldados del Ejército rumano. En este sentido, la organización registró la flor como marca figurativa en la Oficina Estatal de Invenciones y Marcas, con la esperanza de que más y más personas lo lleven en sus solapas como símbolo de respeto hacia los soldados rumanos de todos los tiempos.


    Versión en español: Víctor Peña Irles


  • El festival Femei pe Mătăsari cumple diez años

    El festival Femei pe Mătăsari cumple diez años

    Se celebra cada verano, en Bucarest, en la calle Mătăsari, desde hace ya muchos años. Con una historia controvertida, la calle del Sector 2 de la capital ha vuelto a llenarse de vida durante el último fin de semana de mayo, gracias a aquellos curiosos, con ganas de disfrutar de un festival urbano, que este año alcanza su décima edición: Femei pe Mătăsari (mujeres en Mătăsari, en español). También en esta ocasión, los invitados disfrutaron de música y comida, tal como se venía haciendo en los últimos años, aunque con el evidente parón que conllevó la pandemia de COVID-19. Se trata de un festival que pretende, entre otros, dar a las mujeres la oportunidad de expresarse de distintas formas. He vuelto a invitar a Iulian Văcărean, presidente de la asociación Beneva, organizadora del festival, a que nos cuente en qué consiste:


    «Podríamos decir que la décima edición de Femei pe Mătăsari ha sido un verdadero éxito y un fenómeno que ha hecho la ciudad más bonita, puesto que junto a las 20 000 personas que han participado en el festival, hemos contado con diversas actividades relacionadas con el arte. Ha habido cantos muy bonitos, bailes, teatro, cine, proyecciones, exposiciones y artesanos. ¿Qué decir? Hemos vivido un fin semana efervescente, en Bucarest, en la calle Mătăsari.»


    Tras atraernos con los artistas que han actuado en el escenario del festival, Iulian Văcărean ha mencionado otros atractivos del mismo:


    «La calle Mătăsari, desde hace años, da comienzo al verano, por así decirlo, para hacer la ciudad más bonita, y no solo. Y es que este festival también aporta belleza a nuestro espíritu. Y es que tenemos que admitir que, tras dos años de pandemia, volvemos con la décima edición, y es un milagro que podamos volver a organizar esta edición. En cuanto a las actuaciones musicales, hemos contado, digamos, con artistas de un ámbito más juvenil, aunque en combinación, asimismo, con artistas que siempre han participado en el festival. Aunque también hemos tenido actuaciones teatrales muy bonitas. En cuanto a los participantes con talleres o puestos, he elegido personalmente a gente que realmente ponen toda su pasión en los objetos que elaboran, por así decirlo. Así que contamos con casi ochenta fabricantes a los que los asistentes en el festival han podido comprar objetos bonitos para recordar el festival.»


    Nuestro interlocutor nos ha contado que han sido tres días extraordinarios, y es que el festival comenzó el viernes por la noche, de 19 a 23 horas, y siguió el sábado y el domingo, de 10 a 23 horas. Durante este tiempo, los participantes han podido disfrutar de todas las actividades de la calle Mătăsari. Iulian Văcărean nos ha enumerado varios atractivos. Aparte de los ochenta artesanos llenos de creatividad, la sección de comida callejera estuvo muy bien y con una representación variada. Zumos naturales, vinos, champán frío, tortitas, gofres, así como platos orientales o rumanos han sido la tentación de los visitantes. De entre las actividades recuperadas más espectaculares, Iulian Văcărean ha mencionado la siguiente:


    «Es muy importante que este año hayamos vuelto a hacer la carrera de tacones: 250 metros sobre tacones en forma de carrera solidaria. Tanto hombres como mujeres pueden subirse a sus tacones y correr por la asociación. También hay una asociación muy bonita, que se ha unido a nosotros este año, llamada Pe Stop, que ayuda a mujeres en situaciones difíciles. Así que ha habido una carrera de 250 metros en tres categorías de longitud de tacones, por así decirlo. Y ha sido espectacular. Ha sido una carrera divertida, pero al mismo tiempo con un mensaje bastante fuerte. Se transmitió que lo que hacer que te vuelvas a levantar es siempre la actitud.»


    Femei pe Mătăsar es un festival en el que nos llevamos experiencia, nos llevamos alegrías y nos podemos llevar algunos premios. ¿Qué más podríamos decir? Iulian Văcărean:


    «Podríamos añadir que este festival de la calle Mătăsari, Femei pe Mătăsari, se ha convertido ya en un emblema de Bucarest. El festival ya es una marca, un festival que, al introducir la cultura y la vida social, ha conseguido transformar un barrio y, por qué no, una calle y, por qué no, toda la ciudad.»


    Acostumbrados a reescribir la historia nocturna de la calle, los participantes en Femei pe Mătăsari pueden unirse a una causa social, ayudar a animales, comprar objetos de decoración, ropa, terrarios y mucho más, y en definitiva sentir el ambiente de la ciudad.



    Versión en español: Víctor Peña Irles

  • Un jardín lleno de arte

    Un jardín lleno de arte

    Durante el primer fin de semana de mayo se estrenó la serie de eventos Weekend Sessions en el Jardín Botánico de Bucarest. Este oasis de vegetación, ubicado en el barrio de Cotroceni de la capital, tiene una superficie de 18,2 hectáreas y cuenta con más de 10 000 especies vegetales. El Jardín Botánico Dimitrie Brândză, denominado así en honor a su fundador, está estructurado en secciones específicas al aire libre, tales como: plantas decorativas, plantas raras, flora de la región de Dobrogea, rosarium, iridarium, botánica taxonómica, flora de Asia y plantas útiles. También cuenta con secciones de interior, como los invernaderos, el herbario, la biblioteca y un centro de educación ecológica. En los últimos años se han desarrollado nuevas secciones: el huerto de la abuela: un huerto rural tradicional, el jardín de niños y el jardín de los libros. Las colecciones de plantas vivas del Jardín Botánico D. Brandza cuentan con unos 3000 taxones, mientras que el Herbario General alberga más de 300 000 ejemplares. El Museo Botánico también dispone de varias colecciones: más de 1500 acuarelas que representan plantas espontáneas y cultivadas en Rumanía, productos vegetales y objetos realizados a partir de plantas, colecciones de semillas y frutos, colecciones de hongos, objetos de valor histórico y dioramas.


    Y desde mayo hasta el otoño, el Jardín Botánico da la bienvenida a sus visitantes, invitándolos a disfrutar de música, poesía, danza y productos tradicionales.



    Suzana Roșca, directora de marca de Weekend Sessions, nos ha hablado de esta segunda edición:


    «Éste es el segundo año. Empezamos el año pasado con una serie de pícnics culturales, en los que tratamos de restablecer las conexiones entre las personas y, sobre todo, las conexiones con la naturaleza, ya que nos encontramos en el Jardín Botánico de la Universidad de Bucarest. Y cada fin de semana de este año, durante 15 fines de semana, a partir del 7 de mayo, pasaremos cuatro horas con artistas independientes, empresarios locales y, esperemos, con muchos visitantes»



    Suzana Roșca, directora de marca de Weekend Sessions, nos ha contado de dónde surgió la idea del proyecto:


    «El evento partió de la necesidad de volver a ver a nuestros amigos en un entorno que fuese al aire libre y en un ambiente relajado y festivo. Y ahora hemos incluido más actividades, en concreto, para el bienestar del alma y la mente. Tendremos una serie de talleres, con secciones de yoga y danza, y una carpa terapéutica donde la gente podrá acudir a conversar con terapeutas. Y, al ser un festival muy compatible con las familias, también tendremos talleres para niños, así como un claro entre la vegetación donde podrán jugar libremente.»



    He preguntado a nuestra interlocutora qué reacciones recibió tras las jornadas del año pasado:


    «La respuesta fue muy buena, la gente disfrutó descubriendo el Jardín Botánico, disfrutó de la relajación de los pícnics junto a la familia y los amigos, y de las selecciones de música clásica, jazz, indie o pop-rock que se podían escuchar con los pies en el césped. Es como un oasis en medio de una ciudad abarrotada, donde acudimos a la frescura de los árboles, a disfrutar de buena comida, buena música a un volumen razonable, a conversar y a estar con otras personas.»



    Ahora sabemos que todos los fines de semana, sábados y domingos, de 16 a 21 horas, podemos acudir al Jardín Botánico, comprando la entrada en la página web weekendsessions.ro. ¿Qué pueden hacer los visitantes? Lo cuenta Suzana Roşca:



    «Pueden sentarse en un rincón y disfrutar de la música, pueden asistir a un taller de yoga o acercarse al recinto de terapia. Este año, en los 30 días de festival, esperamos la asistencia de unas 30 000 personas. Eso es el doble que el año pasado. Este año no tenemos restricciones, aunque el número está limitado por los más de 6000 metros cuadrados de superficie. No queremos que esté abarrotado. Invitamos a los visitantes a que vengan a descubrir a pequeños productores locales, emprendedores que cuidan mucho los productos que ofrecen, que son de una calidad excepcional. Y queremos que prueben sus productos y conozcan a estos pequeños productores que no pueden entrar en las grandes superficies. Queremos promocionarlos. Además, el pícnic lo proporcionan ellos. Los visitantes pueden traer mantas, cojines, tumbonas, todo lo que quieran para sentarse y disfrutar de las actividades. Tendremos un pequeño cine, “Weekend sessions bajo los árboles. Contaremos con una selección realizada por nuestros invitados especiales, del Instituto Francés, y habrá documentales, películas de comedia para todas las edades, listas para su disfrute en el césped del Jardín Botánico.



    Los eventos son gratuitos, y los visitantes solo pagan por el acceso al Jardín Botánico. Así, la entrada es gratuita para los niños menores de 12 años, mientras que la entrada para adultos es de 10 leus (unos 2 euros) y de 5 leus para estudiantes. Encontrarán más información sobre los artistas e invitados especiales en www.weekendsessions.ro, y tras reservar su plaza en línea, recibirá una confirmación en función de las plazas disponibles en el momento de enviar la solicitud.



    Acabamos de mostrarles una forma de disfrutar de un ambiente de vacaciones antes de que estas empiecen.



    Versión en español: Víctor Peña Irles