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  • 70 Aniversario del Servicio Español de RRI

    70 Aniversario del Servicio Español de RRI

    El 15 de marzo de 1955, a las 20.00 horas, hora local de Rumanía, se difundió la primera emisión en español, desde tierras rumanas. Hortensia Roman, la madre del ex primer ministro del gobierno Iliescu, Petre Roman – el primero tras la caída del régimen Ceausescu en 1989 – fue la iniciadora de los programas en español. Hortensia Roman era refugiada política en Bucarest, tras la Guerra Civil española.

     

    Con motivo de este aniversario, queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento a nuestros oyentes por todo el apoyo, la amistad y el cariño que nos brindan cada día. Esperamos que sigáis muchos años más con nosotros. Por nuestra parte, nos esforzaremos por ofrecerles programas de calidad y mantendremos los lazos especiales que nos unen.

     

    Varios amigos oyentes han expresado su apego e interés por los programas en español de RRI de la siguiente manera:

    CARTA ABIERTA A RRI,

    Alboraya, España

    Querida amiga RRI:

    Me ofrecen la oportunidad de charlar contigo un rato y revivir con tu grata presencia esta larga andadura que llevo contigo, primero como oyente y desde hace unos años además como colaborador de la sección cervantina.

    A lo largo de este año, tú y yo cumplimos el mismo aniversario de vida. Tú el 15 de marzo y yo no demasiado lejos, el 4 de mayo. Me ganas por mes y medio que no es nada. Habrá que ponerle siete velas, una por cada década del tiempo que llevamos juntos. Y eso ya lo dice todo.

    Allá por mi adolescencia, con 17 años, ya sentía la vocación de periodista y me gustaba oír la radio bien de cerca. Por el balcón de aquella casa de la huerta hacía de locutor a todo aquel que pasaba y repetía a viva voz los anuncios locales de aquella Radio Alboraya. Mi abuelo, que leía el periódico a diario y hacía una pequeña tertulia cada tarde con sus amigos tomando café, tenía una radio en el comedor, de aquellas grandes de madera y que funcionaba a válvulas. En su gran pantalla aparecían junto a la varilla rodante muchas emisoras de onda media fundamentalmente y otras que al parecer se accedía con otro botón delantero. Era la SW, la famosa onda corta.

    Mi abuelo me decía que por allí solo salían ruidos y, a veces, alguna voz en lenguas “raras”, que, por supuesto, no conocía. Un día le pedí permiso para acceder a ese botón y ver lo que por allí aparecía y tantas veces se lo dije que al final accedió. Tenía miedo a que le rompiera la radio, única fuente para saber algo del mundo con sus boletines y noticiarios en onda media, de noche interferidos los programas de aquellas emisoras por otras del extranjero que a veces se superponían y no dejaban escuchar apenas nada.

    Aquella aventura fue para mí un día histórico. Ruidos de todo tipo iban saliendo al mover el dial, algunas voces que como decía mi abuelo, y debido a la época y mi juventud, no se sabía qué intentaban contarnos. Una y otra noche accedí a la radio aquella voluminosa que todavía conservo en un salón de casa.

    Un buen día, de repente, salió algo que me pareció sonaba a español. Fue una pequeña ráfaga que me supo a poco y no me dio tiempo a averiguar de dónde venía. Me anoté por donde la había encontrado, más o menos. Volví al ataque y nada, así unos días que o no la encontraba o aparecía bien acompañada de ruidos, hasta que un buen día logré sintonizarla un poco claramente. Te cuento, amiga, que me alegré al saber que eras tú, sí, tú, y te llamabas Radio Bucarest, pero no tanto al tener que aguantar una y otra vez los logros de la sociedad socialista con aquella pareja, aquel matrimonio, el conducator y su esposa Elena, titulada de no sé cuántas cosas sin tener ningún estudio válido.

    Y venga comentarios y noticias de los planes quinquenales y de hazañas de aquí para allá. Hasta que un buen día audible escuché una música folklórica maravillosa que fue la que me abrió los ojos a hacer un poco dx y conocer tu país. Aquello era una especie de alto en el camino de tanta política. Recuerdo que el programa se llamaba LA ALONDRA y se emitía casi al final de cada emisión junto a una larga invitación para pertenecer al Club de oyentes y las condiciones que debían cumplirse para permanecer al mismo como el informe mensual y los diferentes tipos de diplomas que podían obtenerse.

    Así pues aquella Radio Bucarest, con aquella trompeta de sintonía de llamada, fue la primera emisora que escuché, de ahí que, entre otras cosas, por eso guardo tanto cariño a la emisora que me fue introduciendo poco a poco a conocer un poco más al país, un país que en la actualidad admiro tanto y que considero mi segunda patria.

    Por aquel entonces, todavía estábamos en la época de Franco y escribir a un país del Telón de Acero era un tanto arriesgado, pero lo hice. Las cartas tardaban un montón de tiempo entre ir y venir y a veces llegaban abiertas y con algo de contenido sustraído. La emisora solía contestar con cartas modelo, a veces un tanto ilegibles con copia de calco de aquellas máquinas de escribir. Pero mi asiduidad al escribirles sonaba ya un tanto a rasgos de amistad. A veces de vuelta venía alguna revista patriótica o sindical y curiosamente escrita en español.

    Los periódicos españoles ofrecían de cuando en vez publicidad restringida del turismo rumano en forma del Castillo de Bran y de Drácula, y cómo no, de la Doctora Aslan y su famoso Gerovital. Hablaban también de la gimnasta rumana NADIA COMANECI o del gran realizador rumano VALERIO LAZAROV, que triunfó aquí.

    Procuraba enviarles recortes de prensa de los periódicos españoles que ellos agradecían a través de los cortos correos del oyente que a veces ni eran semanales.

    Y así día tras día con aquellos transmisores tan pobres de potencia y ruidosos, un día sí y otro también, oía tus voces, amiga radio. Era un periodo en que las emisiones para España eran dos, una de media hora y otra de una hora, y luego otras dos para América Latina. Con aquella juventud que tenía, si las interferencias no me dejaban oír alguna emisión hacía vela nocturna y hasta ponía el despertador, lo que nunca era garantía de que aquella emisión pudiera escucharse.

    Había concursos de vez en cuando. En uno de ellos gané una bonita radio multibanda rumana, que aún funciona. Y llegó muy bien a pesar de las problemáticas de los correos y las aduanas de entonces ya referidos.

    Las emisiones seguían la misma tónica, política y más política, con ciertos respiros de aquella alondra musical con la que aprendí a querer y conocer la música rumana popular y folklórica del país.

    Hasta que un buen día, a finales de 1989, llegó el final de aquel terrorífico estado dictatorial y se inició la esperanza, y la democracia comenzaba a aparecen en mi querida Rumanía. Con ella las emisiones fueron cambiando de color, mientras muchos rumanos emigraban al extranjero en busca de una vida mejor, dejando a veces a sus hijos con los abuelos.

    La gente de tu redacción, la redacción española, empezaba también a salir al extranjero, entre otros lugares a España, invitados unas veces y en intercambios otras. Y tu amigo que suscribe comenzó también a encontrarse con ellos no importara el lugar donde estuvieran en la piel de toro. Conocerles en persona fue para mí un gran logro, y con ello la amistad se fue ampliando, y mis conocimientos de Rumanía aún más. El nombre de Radio Bucarest pasó a llamarse Radio Rumanía Internacional, popularmente RRI. La programación dejó aquella política monótona y aburrida, y pasó a ofrecer, como bien te acordarás, unos programas amplios y variados abarcando todas las esferas de la vida cotidiana del pueblo rumano para ir conociéndolo muy de cerca a través de sus emisiones diarias.

    Programas que se han ido transformando y cambiando, muchas veces porque los locutores se jubilaban o así lo consideraban.

    Pero tú amiga RRI, siempre te mostrabas joven, abierta y participativa de cara a la audiencia que empezaba a oír cada vez mejor las emisiones por los nuevos transmisores,  vía satélite y toda la llegada de las nuevas tecnologías e internet que ha revolucionado a medio mundo y parte del otro.

    Con esos encuentros que iba manteniendo con los ya amigos locutores de tu emisora, un buen día que estábamos en la madrileña Plaza Mayor, me ofrecieron la idea de un nuevo proyecto de colaboración. Lo acepté muy gustoso. Nacía RUMANÍA EN LA PRENSA ESPAÑOLA, un programa que iba a recoger la vida de los rumanos en la diáspora de habla española, fundamentalmente de España. El programa que, en noviembre de 2026 va a cumplir 30 años, nació con la misma ilusión que sigue teniendo ahora, hablar de Rumanía y de los rumanos con noticias diversas, siempre en los aspectos positivos, constructivos y de progreso.

    Y te digo esto, amiga RRI, porque en esos principios en la prensa aparecían muy frecuentemente noticias de robos a través de mafias organizadas rumanas y de otros países del este, y también de los gitanos cuyas mujeres pedían con sus niños en brazos por todos lados, aun estando prohibido, mientras los señores completaban las terrazas de los bares bebiendo cervezas y esperando la recaudación. Todo eso causaba un malestar en la ciudadanía española que hacía que todo lo malo que pasaba en esas esferas tuvieran la culpa los rumanos que habían venido.

    El programa que se alejaba de incluir estas noticias, siempre cumplía su promesa de que iba a defender a los rumanos que habían venido a trabajar para enviar dinero a sus familias, buscar una vida mejor, y que son personas extraordinarias, amables, hospitalarias y abiertas. Yo mismo he estado presente en cientos de actos con ellos aquí, y doy fe de ello totalmente. El programa tuvo sus dificultades también al principio con encontrar los materiales para la realización, pero amigos quiosqueros ayudaron al ir guardando los periódicos donde aparecían noticias de Rumanía. Y todo eso se ha ido superando en el día a día afortunadamente.

    Mi pasión por Rumanía, gracias siempre a ti crece a niveles extremos. Nunca podré agradecerte por completo lo que has hecho por mí al inculcarme tantos valores sobre tu tierra, tus costumbres, tu arte, tu cocina, el valor y aprecio hacia sus habitantes, tú música que siempre oigo como tus pequeñas tiendas, non stop, y más ahora que se puede oír en cualquier dispositivo.

    RRI también tuvo hasta hace bien poco concursos con importantes premios, entre ellos viajes a diversas zonas del país. No sabes la emoción que sentí cuando en aquel 1999 viajé en las Pascuas a conocer Rumanía. Era la ocasión para conocer en vivo todo aquello que me habíais enseñado durante años. Y disfruté muchísimo. Pocos días después pisaría tierras rumanas Juan Pablo II, muy querido por el pueblo rumano.

    Y qué decir también del otro viaje realizado en 2010 a la maravillosa ciudad de Brasov, gracias a la radio. Una ciudad que también me trajo los recuerdos de que una cantante valenciana, Dova, en tiempos de Ceausescu, triunfó en el famoso festival CIERVO DE ORO alcanzando casi el primer premio.

    Además del programa semanal en tu radio de BERTHELOT, también colaboro semanalmente en el CLUB DE OYENTES desde 2018. Antes, muchos años antes, lo hacía esporádicamente, cuando doña Inspiración venía a saludarme de vez en cuando animándome y dando ideas alguna noche después de cenar, mientras los gatos se pasean a sus anchas por las terrazas y la luna intenta darle brillo a los oscuros corredores de las ciudades cuando sus habitantes quieren conciliar el sueño y reponer fuerzas para rendir al día siguiente. Sin embargo, su realizadora me invitó a hacerlo semanalmente, cosa que hice y así sigo siete años después con gran ilusión y dándole a la pluma con las estampas de la vida que observo y plasmo después en los relatos semanales

    Te decía al principio, querida amiga RRI, que nacimos el mismo año tú y yo, pero aún hay alguna cosita más que añadir para estar tan unido y querer tanto a Rumania. El mismo día que yo nacía, que yo venía a este mundo, moría, desaparecía en París, el gran compositor, pedagogo, violinista, pianista y director de orquesta, rumano George Enescu. Conmemoraremos este año los 70 años de su muerte.

    Aquellos rumanos que venían a estas tierras españolas lo hicieron bastantes de ellos con el efecto llamada. Recuerdo los primeros años las tiendas rumanas, las librerías, los restaurantes, discotecas, los periódicos o los suplementos de cierta prensa local allá donde estaban que hizo que se integraran muy rápidamente entre nosotros, aprendieran el idioma sobre todo por las telenovelas que veían allá que no se doblan, solo se subtitulan. Y además, amiga RRI, se ofrecían cursos de rumano para españoles en ciudades donde había muchos rumanos viviendo como la vecina Castellón. Hoy muchas universidades españolas como la de Alicante ofrecen el rumano como una asignatura dentro de las facultades de Filología, traducción e interpretación.

    Y de todo esto, y de mucho más informa día tras día, minuto a minuto, la amplia programación de RRI a lo largo de la semana, donde cada oyente encontrará a buen seguro espacios de su gusto para ir conociendo más y mejor a este simpático y gran país, que gracias a ti, RRI, es cada vez más familiar entre los habitantes de este planeta azul.

    En tu 70 aniversario, amiga RRI, te deseo todo lo mejor, que nos sigas guiando con esa magia de la radio, de contarnos a través de esos locutores de la redacción que siempre te acompañan, la vida y la actualidad rumana del momento. Gracias a todos ellos vamos conociendo mejor a este país que tan bien representas. Y quién sabe si un día se animan a pasar y saludarte. Yo lo he hecho varias veces, y me alegro enormemente de ello. Espero que existan más ocasiones.

    Estaría hablándote mucho tiempo más, porque te lo mereces y porque tengo mucho más que contarte. Lo dejaremos para otra ocasión, que de seguro la habrá.

    Eres el faro que con tu luz, como hacen las antenas con sus ondas, va alumbrando a las gentes el gran país del que eres portavoz. Algo tiene Rumanía que  gusta tanto. Cumples a la perfección la función primordial de una radio internacional, dar a conocer el país a todos los oyentes que se interesen por su vida y sus costumbres, fuera de exigencias y solicitudes de pedidos.

    Permíteme que me despida de ti por esta vez, dándote las gracias por tus enseñanzas y por la importante función que cumples y seguirás cumpliendo, y con esta frase que el turismo rumano tenía como lema hace unos años y que define en definitiva lo que es Rumanía y la hospitalidad del pueblo rumano.

    ¡RUMANÍA, ENTRARÁS COMO TURISTA Y SALDRÁS COMO AMIGO!

    ¡RUMANÍA TE ADORO!

    TE IUBESC R.R.I!

    Miguel Ramón Bauset, Alboraya, España

     

     

    Me encanta escuchar Radio Rumanía Internacional en español porque me ofrece una perspectiva única sobre la cultura, la historia y la vida en Rumanía y Europa del Este.

    Me gusta cómo sus programas combinan noticias, análisis políticos, entrevistas y reportajes sobre temas variados de una manera imparcial y neutral, desde la historia y la literatura hasta la música y el arte. Me parece fascinante descubrir más sobre la rica herencia cultural de Rumanía y su pueblo.

    Además, me parece muy valioso que Radio Rumanía Internacional ofrezca una visión alternativa sobre los acontecimientos internacionales,  diferente de la que se presenta en los medios de comunicación mainstream. Me ayuda a tener una visión completa y equilibrada de lo que está sucediendo en el mundo.

    En resumen escucho Radio Rumanía Internacional en español porque transmite en ONDA CORTA  y me ofrece una ventana única a la cultura y la vida en Rumanía y Europa del Este, y me permite tener una visión más amplia y diversa sobre los acontecimientos internacionales.

    Escucho Radio Rumanía Internacional desde que se llamaba Radio Bucarest en el año 1988, pero con más frecuencia y atención,  desde el año 2012.

    Javier Gonzalez Nungaray, San Miguel de Huentitan, Guadalajara, Jalisco México.

     

     

    Quisiera compartir con ustedes mi experiencia como oyente de sus programas en español desde 1980, cuando tenía 15 años.

    Mi afición por la radio siempre fue muy grande, especialmente por las emisiones en onda corta. En aquella época, la oferta de emisoras internacionales en español era muy variada, y recuerdo que me llamaba poderosamente la atención todo lo relacionado con los países del Este de Europa.

    En concreto, la programación de Radio Rumanía Internacional antes llamada Radio Bucarest me resultaba especialmente atractiva por varias razones.

    Los programas ofrecían una visión muy completa de la realidad rumana, abarcando temas como la actualidad política, económica, social y cultural.

    A pesar del contexto político de la época, la información transmitida por la emisora siempre me pareció rigurosa y contrastada. Los programas dedicados a la literatura, la música, el arte y la historia de Rumanía eran especialmente interesantes y enriquecedores.

    Como mencioné anteriormente, comencé a escuchar sus programas en 1980, cuando tenía 15 años. Desde entonces, he sido un oyente fiel y constante, aunque es cierto que con el paso del tiempo y los cambios tecnológicos, la forma de acceder a la emisora ha variado.

    En mis inicios, sintonizaba la onda corta con mi viejo radio casette multibandas SONY, buscando las frecuencias de Radio Bucarest y ajustando la antena para obtener la mejor señal posible. Era una experiencia emocionante y gratificante, ya que me permitía descubrir otras culturas y realidades.

    Con el tiempo, llegaron Internet y las nuevas tecnologías, y la forma de escuchar la radio se transformó. Ahora puedo acceder a los programas de Radio Rumanía Internacional a través de su página web o de diversas plataformas de audio en línea.

    A pesar de los cambios, mi interés por la emisora y por la cultura rumana se ha mantenido intacto a lo largo de los años. Sigo disfrutando de sus programas y aprendiendo cosas nuevas sobre Rumanía.

    Antonio Madrid Gutiérrez, Cerdanyola-Barcelona-España

     

     

    ¡Cordiales saludos desde Chile! Les escribe Danilo Alarcón, periodista y diexista desde hace muuuchos años. Por allá en los ’80, en una radio de tubos y luego en una con casetera, descubrí el maravilloso mundo de las ondas de radio extranjeras y por ahí escuchaba toda Europa y sus respectivas señales de intervalo. Por supuesto, no faltaba Radio Bucarest.

    Llegando los ’90, seguí escudriñando señales de radio pero muchas emisoras se fueron apagando, principalmente por recortes presupuestarios y factores políticos, era que no.

    En los 2000 volví a sintonizar la radio, esta vez con un receptor digital y ya podía oír más allá de lo habitual. En más de una ocasión, sintonizaba Radio Rumanía Internacional. Escuchar el idioma español, del cual soy nativo, en locutoras y locutores que han aprendido como su segunda lengua el español, le da otro aire y traspasa culturas al escuchar una radioemisora.

    Ya con la pandemia del 2020, de vuelta a tomar la radio y con la sorpresa que muchas emisoras aumentaron su presencia en internet y para escuchar on demand, más la aplicación por cada emisora, ya tengo instalada Radio Rumanía Internacional. El origen latino del español y su similitud con el rumano, hace que sea un idioma interesante, con muchas palabras que hacen llevadero el idioma. Suelo escuchar los SDR en varios países, que tiene la ventaja de oír la radio de “allá” como si estuviera “acá”… el vaivén de las ondas, la música rumana y las distintas señales que posee RRI, como Antena Satelor, Actualitati, entre otras. La diferencia horaria nos acompaña en estos meses (verano caluroso acá y acorta la hora).

    Todo eso complementa a RRI en español. Como decía en párrafos anteriores, no todas las emisoras mantienen sus servicios en onda corta y, por ende, en español, lo que considero un error, porque por más que tengamos nuestro plan de datos en el celular, la radio siempre entra sin permiso a nuestros hogares, autos, estaciones de metro, etc. Radio Rumanía Internacional se ha ganado un respeto y me encantan sus reportajes sobre el turismo en dicho país, lo que se complementa con las excelentes fotografías del sitio web.

    Cuesta sintonizarlos de repente, era que no, caprichos de la propagación. A veces, no queda más que oírlos por la web o la app, pero cuando enciendo mi Tecsun PL-330 y empieza la señal de intervalo, la dejo ahí, que suene el tiempo necesario, para escuchar la programación del día. Hace poco, envié un informe de recepción por medio de su formulario web.

    Resumiendo: los escucho porque me gusta la radio en general, los programas y aprender más sobre otros países, como Rumanía. Y con los intervalos de tiempo mencionados, ya son años junto a RRI.

    Aparte, les comentaba que soy periodista y que estoy reacondicionando mi sitio web Espacio Regional. Espero tener pronto una señal online y ver cómo puedo reproducir contenido de su sitio web en texto o en audio, no sé cómo funciona o qué se requiere para poder difundir esos contenidos.

    Sin más que agregar por ahora, reitero mis saludos a Victoria y a todo el equipo.

    ¡Cordiales ’73!

    Carlos Danilo Alarcón Astete, Villa Alemana- Región de Valparaíso-Chile.

     

     

    Supongo que mi historia con RRI comenzó el 15 de Noviembre de 1990 cuando le escribí por primera vez. Había descubierto su señal y fue una mezcla de alegría y sorpresa. Por ese entonces aún no conocía nada sobre diexismo ni sabía cómo confeccionar un informe de recepción. Eso llegaría meses más tarde, en abril del año siguiente y como prueba adjunto la tarjeta QSL que entonces me envió la emisora.

    La verdad es que la radio es mi medio favorito desde siempre y allí está el motivo por el que adopté a la estación nacional rumana como parte de mi vida.

    Lo que siguió a aquel inicial contacto es extenso, imposible de contar en pocas palabras, pero aseguro que el caudal de conocimientos de todo tipo que adquirí sobre el país y su gente es enorme y valioso para mí.

    Para mejor encontré a Rumanía justo en una etapa de cambios trascendentes, dejando atrás décadas de dominio soviético y con muchas ganas de asomar la cabeza a un nuevo mundo.

    Alguna vez, entusiasmado por mi relación afectiva con la emisora, viajé a Bucarest. Momento único e inolvidable.

    Dejo todo aquí. Cuenten conmigo siempre y bajo cualquier circunstancia. Así trato yo a mis amigos.

    Hugo Longhi, Rosario-Argentina.

     

     

    No recuerdo exactamente la fecha en que empecé a escuchar Radio Rumania Internacional, pero me inicié en la escucha de emisoras en la onda corta, cuando era un adolescente a comienzos de los `90.

    ¿Por qué escucho RRI?

    Siempre me gustó de RRI su programación tan cultural, que me ha permitido conocer las diferentes regiones del país, con sus tradiciones, economía, atracciones turísticas, etc.

    También me gusta de RRI que tiene su Rincón Diexista, y el Club de Oyentes, donde se le presta tanta atención a la correspondencia de los oyentes.

    Me gusta participar en las actividades que siempre organiza RRI, como por ejemplo, el Día del Oyente. Conservo con mucha estima los diplomas de participación en ese evento que acostumbraban a enviar. También me gusta participar siempre en la votación para elegir la Personalidad del Año. Muchas veces mi voto ha coincidido con la personalidad que ha sido elegida como ganadora.

    Además me ha gustado mucho participar en todos los concursos que se hacían, y que se interrumpieron con la llegada de la pandemia del Covid-19. A través de ellos, como por ejemplo: “Iasi-Capital histórica de Rumania”, “Contemporáneo de Brâncuşi: Constantin Antonovici”, etc me han permitido conocer más sobre el país, como así ganar muy bonitos recuerdos.

    Felicito a RRI por todo lo que le brinda a sus oyentes, y le agradezco por permanecer siempre en la Onda Corta.

    Un gran abrazo de su oyente argentino, David Iurescia, Ezpeleta, Buenos Aires, Argentina.

     

     

    Querida  RADIO RUMANIA INTERNACIONAL,

    Decirles en primer lugar que soy radioescucha de vuestra emisora desde el año 1981, específicamente cuando aún era RADIO BUCAREST. Era estudiante del primer grado de secundaria en el Colegio Estatal Francisco Irazola, allá en Satipo, Selva Central, en la región Junin-Perú.

    Cada tarde, cuando los rayos del sol se ocultaban entre las sombras de la selva, yo terminaba mis labores en el campo y regresaba ávido a casa  para  tratar de entender a los sonidos de las ondas hertzianas.

    Era una gran hazaña sintonizarlos, escucharlos desde tan lejano continente, como es Europa.

    Mis primeras misivas enviadas las remití desde el Correo Central de Huancayo y también desde la capital peruana. Recuerdo que vuestra dirección la encontré en un manual diexista que produjo la desaparecida Radio Moscú.

    Además, decirles que son muchas las razones por las que sintonizo Radio Rumania Internacional. En especial en el horario de las 00 00 Horas UTC  dirigido a Sudamérica (aquí en Perú, son las 19 00 pm).

    Me gustan mucho sus servicios informativos cotidianos, ya que permiten actualizarme y estar día a día con los avances de la humanidad. Tienen una diversidad de informaciones. Escuchar noticias diarias por RRI es como tener todo un gran periódico mundial en los oídos.

    ¡Gracias, RRI, por compartirnos tu verdad tan objetiva, veraz, crítica y analítica, producto de horas de investigación y debates!

    ¡Felicitaciones! Gracias a ustedes estoy siempre bien informado. No solamente tenemos la actualidad de Rumania y Europa, sino también mundial.

    ¡Feliz Día!  Se les quiere mucho, aquí en Latinoamérica.

    Johnny Antonio Ramírez López, Lima-Perú

     

     

    Empecé a escuchar RRI, antiguamente Radio Bucarest, y el programa Club de oyentes en el año 1985 y les estuve sintonizando hasta el año 1988 en que, por cuestiones de trabajo, casamiento e hijos lo fui dejando.

    Tras todo este tiempo, el año pasado me picó de nuevo el gusanillo al caer en mis manos un nuevo receptor con onda corta (y también por jubilarme en el trabajo) y aquí estoy.

    Tengo unos bonitos recuerdos de esos tiempos en que era una República Socialista de Rumanía aunque lanzaban demasiados panfletos políticos. Pero el Club de Oyentes era algo que nos unía a todos los amantes de la radio.

    Ahora les escucho y veo la total imparcialidad de sus emisiones y les escucho con mucho interés.

    En mis manos tengo cartas de los años 80 en las que me contestaban a preguntas y conservo un diploma que me concedieron por enviarles informes de recepción durante 12 meses, en 1986.

    Espero no dejar de sintonizarlos y así enterarme de la actual vida en Rumanía.

    Reciban un cordial saludo y muchos 73.

    Juan Ramón Fernández Calvet, Los Barrios (Cádiz) España.

     

     

    Amigos de la redacción española de Radio Rumania Internacional, desde Bogotá, Colombia reciban el saludo de un oyente que cada semana a través de la onda corta recibe sus programas.

    Mi curiosidad juvenil, a finales de los años ochenta, me llevó a recorrer el dial de la onda corta, buscando conocer a través de la radio las diferentes culturas que habitan nuestro planeta. En ese entonces aún con la guerra fría, era para mí de mucho interés conocer sobre los países de la denominada “cortina de acero” y desde ese entonces me ha gustado la programación de Radio Rumania Internacional, que en ese entonces era Radio Bucarest. Los programas de información cultural y de difusión turística, además de la actualidad musical rumana, han hecho que sea un oyente habitual de sus transmisiones, que a través de la onda corta siempre han llegado con muy buena calidad, incluso he podido disfrutar de sus programas en Radio Digital Mundial DRM, la cual presenta unas buenas condiciones técnicas.

    Deseándoles éxitos en su labor radial, se despide su amigo y oyente en la distancia Rafael Rodríguez, Bogotá D.C.-Colombia.

     

    En el mundo de la radio, se nos invita a hablar o a escuchar. A mí me eligieron para estar al otro lado del dial, donde solo las ondas pueden llenar la imaginación y el conocimiento con palabras amigables.

    Mis experiencias como oyente de radio comenzaron en la infancia. Me fascinaba el receptor de mis padres, que ocupaba un lugar privilegiado en el salón. Guardo muchos recuerdos de aquella época, nostalgia que aún me recuerda la comunicación por radio en el antiguo hogar familiar.

    Además de esta experiencia, la onda corta me llevaba a otros lugares del mundo. Así empecé a sintonizar regularmente Radio Rumania Internacional. En 2001, cuando aún existía el servicio portugués de la emisora, recibí mi primera QSL. Le tengo mucho cariño porque forma parte de una hermosa serie dedicada a la gran obra artística de Constantin Brancusi.

    Una pregunta que encajaría en este análisis sería la siguiente: ¿cuál es la relación entre esa QSL y una emisora de radio lejana? Sin dudarlo, diría que esta relación está determinada por la cultura popular y las tradiciones.

    Me gusta mucho escuchar Radio Rumanía Internacional. Como estudiante de antropología visual, soy consciente de la importancia que tiene la emisora a la hora de proporcionarnos información que nos ayuda a comprender el imaginario de la humanidad. Sin ella, sería imposible conocer la obra de Brancusi, así como las colecciones de los museos representadas en las imágenes de las tarjetas, que confirman mi sintonía.

    Somos fruto de una herencia colectiva, expresada en las cualidades culturales e ideológicas de cada lugar. Por eso, las canciones populares siempre acompañan celebraciones, fiestas y costumbres. Nos invitan a interactuar, como si viajáramos a través de narraciones radiofónicas para disfrutar de ellas en los lugares donde se producen.
    Me impresionan los reportajes sobre las fiestas y las devociones populares de Rumanía. Las canciones populares me parecen encantadoras, sobre todo porque son propias de la onda corta.

    En el dormitorio de mi casa tengo un lugar especial para guardar el material que recibo de onda corta. Nunca imaginé que sería posible recibir recuerdos de Rumanía por correo ni oír pronunciar mi nombre en programas de radio.

    Es un privilegio poder acercarme a un país que nunca he visitado, pero que siempre está presente en mis preferencias culturales. Sintonizar Radio Rumanía Internacional es una muestra de cultura y amistad que solo el paso del tiempo puede preservar.
    Antonio Argolo Silva Neto, Jequié-Bahia-Brasil.

     

     

    Escucho RRI en español porque me gusta mucho su variada programación, en general, y el contenido sobre Rumanía y sus aspectos generales, su naturaleza, su vida, las historias de este hermoso país y su gente.

    Los escucho desde hace más de 20 años, desde que había mucha oferta de emisoras en las ondas cortas y la favorita siempre ha sido Radio Rumanía Internacional, porque es una radio fantástica. Porque es una fantástica emisora internacional que no olvida a sus oyentes.

    Eudson Monteiro de Lima, Manaus-Amazonas-Brasil.

     

     

    Llevo escuchando RRI aproximadamente 4 años, y lo hago, aparte de mi afición por la radio, porque me encanta la gente de Rumanía y la gran relación entre nuestros pueblos. Tengo dos grandes amistades rumanas en España y son gente maravillosa, por eso me gusta estar conectado a RRI y aprender de su país.

    Un fuerte saludo.

    Justo Novo, Getafe-España.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: En marzo, celebramos a las mujeres.

    Desde Rumanía hacia el mundo: En marzo, celebramos a las mujeres.

    Cada 8 de marzo, se celebra en muchos países del mundo el Día Internacional de la Mujer. En Rumanía, el mes de marzo está dedicado a las mujeres. Hasta diciembre de 1989 se hablaba del Día de la Madre, pero después de la Revolución de 1989 fue sustituido por el Día de la Mujer. Al estar asociado con la primavera, el 8 de marzo está simbólicamente vinculado a las flores. Más concretamente, la “flor” internacional de la festividad es el tulipán. Esta flor representa la primavera y la ternura, por lo que se debe regalar a las mujeres en su fiesta.

    En Rumanía, se dice que es bueno seguir usando el Martisor que recibiste como regalo el 1 de marzo, para tener suerte todo el año. ¿Qué flores se regalan el 8 de marzo? En Rumanía, tradicionalmente, el 8 de marzo se regalan flores a las mujeres, especialmente flores propias de la primavera. Las flores más populares que se regalan en el Día de la Mujer son las campanillas de invierno, los tulipanes, los narcisos o las fresias. Al estar asociado con la primavera, el 8 de marzo está simbólicamente vinculado a las flores. Al mismo tiempo, los tulipanes representan el amor sincero. Un ramo de tulipanes regalado a alguien simboliza el apego a esa persona, a menudo asociado con sentimientos de amor profundos y sinceros.

    El 28 de febrero de 1909 se organizó en Nueva York el Día de la Mujer, en memoria de una huelga sindical de mujeres en 1908. El 8 de marzo de 1908, 15.000 mujeres marcharon en Nueva York exigiendo una jornada laboral más corta, mejores salarios, el derecho a votar y el fin de la explotación laboral infantil. Su lema era “Pan y Rosas”, donde el pan simbolizaba la seguridad económica y las rosas una mejora en su calidad de vida.
    En 1910, en una reunión de organizaciones socialistas de todo el mundo, las activistas Luise Zietz y Clara Zetkin propusieron un Día Internacional de la Mujer, pero sin especificar una fecha concreta. Un año después, en marzo de 1911, se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer en Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza. Los estadounidenses continuaron celebrando el Día Nacional de la Mujer a finales de febrero. Luego, en 1913, Rusia comenzó a celebrar el Día de la Mujer el último sábado de febrero. El Día Internacional de la Mujer fue reconocido oficialmente mucho más tarde, en 1975, por las Naciones Unidas.

    En Rumanía, el 7 de marzo de 2016, se promulgó la Ley núm. 22/2016 por el que se declara el 8 de marzo como Día de la Mujer y el 19 de noviembre como Día del Hombre.
    En otros países, como Portugal, las mujeres celebran la noche del 8 de marzo en la ciudad. Las mujeres en Pakistán celebran cada año, el 8 de marzo, su lucha por los derechos de las mujeres y las pruebas culturales o religiosas por las que han pasado. En China, el 8 de marzo las mujeres tienen la tarde libre. En este día, es costumbre que los hombres regalen flores y pequeños regalos a las mujeres de su vida: esposas, novias, madres, hijas y colegas.

     

    Los narcisos son flores que generalmente simbolizan la primavera, la renovación, el optimismo y la alegría. Además, los narcisos a menudo se asocian con sentimientos de respeto y gratitud. Cuenta la leyenda que el nombre Narciso proviene de la mitología griega, del nombre del joven Narciso que se enamoró de su propia imagen reflejada en las aguas de un lago. Queriendo abrazar su bello rostro, se deslizó al agua y murió. En la orilla del lago, la flor apareció en el lugar donde estaba Narciso. El nombre popular del narciso es campanilla amarilla.

    Las fresias son flores que generalmente simbolizan pasión, entusiasmo, alegría y optimismo, inocencia, confianza, dulzura y amistad, por lo que un ramo de fresias es adecuado para regalar a principios de primavera. Esta flor es famosa por su fuerte fragancia, y cada color tiene su propio simbolismo: las fresias púrpuras significan elegancia, las blancas, amor a primera vista, las amarillas, sabiduría y paciencia.

    Un ramo de campanillas de invierno también es bien recibido en este día. Estas flores de primavera simbolizan la regeneración, la esperanza y el optimismo. Las campanillas de invierno se asocian con los comienzos, los cambios y la renovación y se consideran flores de la suerte, ya que se regalan como un regalo especial  para perseguir sus sueños y aspiraciones.

    Los jacintos son unas de las flores de primavera más queridas. De hermosos colores y muy fragantes, los maravillosos jacintos iluminan cualquier habitación. La fuerte fragancia, los colores brillantes son los rasgos característicos de los jacintos. Estas flores delicadas, coloridas y fragantes representan un símbolo de afecto, lo que las hace adecuadas para regalar a familiares o amigos. El jacinto también se asocia con la fidelidad y la constancia de los sentimientos, con la bondad, la ternura y la amabilidad. El Día Internacional de la Mujer es una oportunidad para reconocer el impacto que han tenido las mujeres en nuestro mundo. Desde activistas y líderes hasta madres y amigas, las mujeres han ayudado a construir nuestra sociedad y mejorar la vida de todos.

    En el calendario cristiano ortodoxo, el 9 de marzo se celebran los 40 Mártires de Sevastia. Los Santos Mártires eran soldados cristianos que formaban parte de la 12ª Legión Fulminata de Armenia y no sólo eran de origen romano, sino también griego y armenio. Es un día en el que se preparan las más sabrosas recetas de Mucenici, y además, la tradición más famosa del día es consumir 40 copas de vino.

  • La miscelánea: “Babele de Martie”, un ritual mágico en Rumanía para la llegada de la primavera

    La miscelánea: “Babele de Martie”, un ritual mágico en Rumanía para la llegada de la primavera

    La tradición de Babele tiene lugar en los primeros días de marzo, cuando en Rumanía se celebra una serie de días que marcan la transición entre el invierno y la primavera. Babele se refiere a un fenómeno que ocurre entre el 1 y el 9 de marzo, en el que cada día de este período se asocia con una “baba” o “anciana”, que, según la tradición, simboliza los diferentes estados del clima. De acuerdo con la leyenda, cada uno de estos días refleja un comportamiento meteorológico impredecible, y se cree que la forma en que el clima se comporta durante estos días predice el clima del resto del año. Así, por ejemplo, si un día de Babele es soleado y cálido, se espera una primavera y verano agradables. Si, por el contrario, el día es frío o lluvioso, eso podría presagiar un año de clima inestable.  En la mitología rumana, las “babe” o “ancianas” son consideradas figuras sabias, pero también impredecibles. Se cree que representan las estaciones del año, las cuales, como ellas, pueden ser tanto benévolas como severas.

    La tradición de Babele tiene sus raíces en las antiguas creencias paganas, en las que las personas veneraban las fuerzas de la naturaleza y buscaban interpretarlas como signos divinos. Los rumanos tienen una profunda conexión con la naturaleza y, a lo largo de la historia, se ha considerado que los días de Babele son una especie de prueba o advertencia para las personas. Se cree que si una persona desea conocer el clima que le espera en los próximos meses, debe observar atentamente los primeros días de marzo. Si el clima durante esos días es favorable, puede esperar un año próspero, mientras que un clima frío o tormentoso puede ser un indicio de dificultades en el futuro cercano. Además, Babele se asocian con el concepto de “renovación”. Al igual que las estaciones cambian, las personas también tienen la oportunidad de renovarse y transformarse, algo que refleja la sabiduría popular y las creencias rumanas sobre el ciclo de la vida.

    Numerosas tradiciones, supersticiones y creencias populares están vinculadas a este periodo. En estos primeros días de primavera, todas las mujeres eligen una anciana para saber cómo les irá el alma y la fortuna hasta la llegada de las ancianas del año siguiente. Se sabe desde la antigüedad que estos días de las Babe muestran el estado de ánimo de la gente a lo largo del año.  Asimismo, estos días tenían y siguen teniendo un significado especial en la formación de los valores familiares tradicionales y, además, era un «dador de esperanza» para la vida eterna. También de la tradición popular se desprende que la leyenda de Babele está asociada a Baba Dochia, responsable de la llegada del invierno, que, desde el 1 de marzo hasta el 9 del mismo mes, comienza a desprenderse de sus abrigos, señal de que el tiempo se va haciendo más cálido. Las leyendas sobre Baba Dochia son numerosas. Una de ellas la describe como una anciana que tenía una nuera, a la que acosaba siempre que tenía ocasión. Una vez, el 1 de marzo, la manda a lavar la lana, pero no una lana cualquiera, sino lana negra para hacerla blanca. Un ángel ayuda a la nuera. Le da una flor blanca y le dice que lave la lana con ella. Baba Dochia decide ir con las ovejas a las montañas, convencida de que había llegado la primavera porque había visto a su nuera con la flor en la mano. Se pone 9 abrigos de piel y se lleva a las ovejas a la montaña. Allí hace demasiado calor o demasiado frío, llueve y las ovejas se mojan. Se quita un abrigo cada vez, y cuando se queda en camisa, llega la escarcha y la congela. Dios la convirtió en una roca con las ovejas, para que la recordaran.

    En las familias tradicionales, cuando las personalidades femeninas se encontraban, a menudo ocurría que estas entraran en conflicto. Así, «Baba» simbolizaba no a una anciana fea y mezquina, sino a una mujer que se ganaba su propia autoridad. Dado que los primeros días de marzo siempre han presentado una mayor inestabilidad atmosférica, la asociación de cada mujer con uno de los nueve días se percibía anteriormente como una forma de empoderarla y educarla hacia el autocontrol y la conciencia de sus propios deberes dentro de la familia. Cada uno de los nueve días, en función del tiempo, revelaba el carácter, las cualidades y los defectos de cada mujer. Pero más allá de este juego que forma parte del periodo festivo de fechas fijas, del 1 al 9 de marzo, la tradición de Babele, simbolizada también por Baba Dochia, no es más que la última batalla entre el invierno y la primavera. Tras su muerte, los días comienzan a alargarse y triunfa el buen tiempo.

    La baba se elige en función del cumpleaños de la persona. Si el día está comprendido entre el 1 y el 9 de cualquier mes, la baba también será ese día, por ejemplo, si alguien nace el 6 de agosto, su baba será el 6 de marzo. Si la fecha de nacimiento se compone de dos dígitos, la elección de la fecha de nacimiento es la siguiente: si alguien nace el 28 de mayo, la fecha de nacimiento se calcula como 2+8=10, 1+0= 1 por lo que la fecha de nacimiento será el 1 de marzo. Así, los días luminosos y soleados traen la felicidad, la buena suerte y la abundancia, mientras que el tiempo frío, lluvioso y nevado significa lágrimas, penas, pobreza, insatisfacción.

    Las tradiciones relacionadas con estos días difieren de una zona a otra. Mientras que en Muntenia hay 12 viejas, y no 9 como en el resto del país, en Maramureș es costumbre llamar a las puertas en los primeros días de marzo, para que el invierno abandone la casa y deje paso a una estación con temperaturas más suaves, y en la región de Ardeal a las viejas se las llama Vântoase por el caprichoso clima.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Leyendas del Mărţişor

    Desde Rumanía hacia el mundo: Leyendas del Mărţişor

    En Rumanía, en el mes de marzo, la celebración del Martisor es una de las tradiciones más bellas y antiguas. Al ofrecer estos obsequios, nos alegramos, esperamos, damos la bienvenida y recibimos la primavera en nuestras almas. Este amuleto es considerado el símbolo de la primavera, del regreso a la vida de la naturaleza y todo lo que la rodea. Se ofrece cada año el 1 de marzo, día en el que se observan una serie de tradiciones y costumbres para tener un año de abundancia. El Martisor regalado el 1 de marzo se considera un talismán de suerte, aprecio y bienestar. Se lo dan los hombres a las damas y a las señoritas, como muestra de admiración y respeto, y lo usan durante dos semanas o todo el mes de marzo.
    La bella festividad que marca el inicio de la primavera tiene su origen, según la zona, en todo tipo de leyendas.
    Antiguamente, el Martisor se regalaba por la mañana antes del amanecer a los niños y jóvenes. Hoy en día, lo más frecuente es que los reciban mujeres y señoritas, pero todavía hay zonas, especialmente en Moldavia, donde se ofrecen a los hombres. La gente de Transilvania cuelga el Martisor en puertas, ventanas o cuernos de animales para ahuyentar a los malos espíritus. En Bihor, la gente se lava con agua de lluvia el 1 de marzo para embellecer y sanar sus cuerpos, y en el Banato, las jóvenes creen que serán amadas si se lavan con nieve el 1 de marzo. Todas estas tradiciones y costumbres tienen su origen en las hermosas leyendas de Martisor y hablan del comienzo de la festividad. Os contamos sólo algunas, las más interesantes.

     

     
    Una antigua leyenda del Martisor, que viene de Moldavia, habla de una bruja de invierno que se enojó y se negó a dejar que la primavera se estableciera en la tierra. Cuando el hada de primavera vio que no podía controlar a la bruja, finalmente recurrió a un gesto extremo. Se cortó el dedo y la sangre que brotó de la herida cayó sobre la nieve. Cuando las cálidas gotas de sangre cayeron de la herida sobre la nieve blanca, derritieron toda la nieve en el lugar. De esta manera, el invierno fue desterrado, y el blanco de la nieve y el rojo de la sangre inspiró el hilo del martisor, que simboliza el 1 de marzo, cuando, al menos desde el punto de vista del calendario, la primavera recupera sus derechos.
    Una de las hermosas leyendas de Mărțișor dice que un día, el sol tomó la forma de una bella joven para participar en la danza y descendió a la tierra. El dragón, al enterarse de esto, secuestró a la joven y la encerró en su castillo. Entonces la naturaleza murió, comenzó una noche interminable, las flores se marchitaron, los árboles perdieron sus hojas, los pájaros volaron, los niños dejaron de sonreír y jugar. Al ver lo mucho que todos extrañaban al Sol, un joven valiente y fuerte decidió buscar el castillo del dragón, enfrentarlo y liberar al sol. La búsqueda duró un verano, un otoño y un invierno. Al final de la última temporada, el joven encontró la mazmorra, y después de una dura lucha, liberó al Sol, la naturaleza empezó a cobrar vida, había llegado la primavera. Gravemente herido, el rescatador murió sobre la nieve, sobre la que caían gotas de sangre procedentes de las heridas del joven. En los lugares donde la nieve se ha derretido, han surgido los precursores de la primavera: las campanillas de invierno. Desde la muerte del valiente hombre, los jóvenes ofrecen simbólicamente, en marzo, martisoare acompañados de un cordón tejido con hilos blancos y rojos. Rojo por el amor y el coraje con el que el joven luchó para liberar al sol, símbolo de la luz, la felicidad, la belleza, y blanco, color de la nieve pero también de la campanilla de invierno, la flor que anuncia la primavera, por la pureza y la serenidad.

    Otra bonita leyenda dice que el primer día de marzo, la Dama de la Primavera vio una campanilla de invierno luchando por salir de la nieve en el borde del bosque. Queriendo ayudarla, comenzó a apartar la nieve congelada y las ramitas para darle a la campanilla el espacio que necesitaba para crecer hermosamente. La ayuda ofrecida a la campanilla de invierno enfureció a Invierno, quien envió viento y escarcha para destruir a la pequeña flor. Para protegerla de las heladas, la Primavera la resguardó bajo sus manos, lastimándose con los ventisqueros, pero no pudo salvarla, la campanilla se congeló. Pero la gota de sangre que cayó sobre los pétalos de campanilla de invierno en sus manos lo devolvió a la vida. ¡La primavera ha ganado la batalla al invierno! Los colores del hilo simbolizan precisamente esta lucha, ¡pero también el color de la sangre de la primavera sobre el blanco de las campanillas y el manto de nieve!
    Hoy en día, el martisor se usa durante todo el mes de marzo, después del cual se ata a las ramas de un árbol florido. Se cree que esto trae abundancia a los hogares. Se dice que si alguien pide un deseo mientras cuelga el martisor del árbol, se hará realidad inmediatamente. A principios de abril, en los pueblos rumanos, los árboles se decoran con martisoare.

  • La miscelánea: La conexión entre el Mărțișor y los rituales de protección en las tradiciones rumanas

    La miscelánea: La conexión entre el Mărțișor y los rituales de protección en las tradiciones rumanas

    ¿Sabían que este pequeño amuleto no solo celebra el cambio de estación, sino que también tiene una profunda relación con la protección, la buena suerte y la salud de quienes lo llevan? Antes de entrar en los rituales de protección, es importante entender el origen del Mărțișor. Esta tradición se remonta a tiempos antiguos, antes de la cristianización de la región de los Balcanes, y está relacionada con la celebración del final del invierno y la llegada de la primavera. Tradicionalmente, el Mărțișor se presenta como un hilo rojo y blanco que simboliza la dualidad de la vida: el blanco representa la pureza y la salud, mientras que el rojo está asociado con la fuerza y la vitalidad. En la antigüedad, los habitantes de la región creían que el Mărțișor, al ser llevado en la ropa o colgado en la casa, protegía contra las fuerzas malignas y atraía la suerte. Esta creencia está profundamente arraigada en la relación entre los humanos y la naturaleza, y cómo los cambios estacionales influencian la salud y el bienestar.

    En muchas comunidades rumanas, el Mărțișor no solo es un símbolo de bienvenida a la primavera, sino que también juega un papel crucial como amuleto protector. Las personas lo colocan en sus casas, en las puertas o lo llevan colgado en el pecho durante el mes de marzo, como una forma de alejar las malas energías y evitar enfermedades. Este ritual tiene raíces en la creencia de que los primeros días de marzo son particularmente poderosos para la protección contra las malas influencias. Una tradición comúnmente asociada al Mărțișor es que, al regalarlo, se desea salud, prosperidad y buena suerte para la persona a quien se le entrega. Además, durante este mes, es común realizar ciertos rituales de purificación, como el “spălarea cu apă rece” (lavarse con agua fría), que se creía que ayudaba a limpiar el cuerpo de energías negativas y revitalizaba al portador. Algunos rumanos creen que al llevar el Mărțișor colgado cerca de su cuerpo, están “invocando” la protección de fuerzas invisibles, como las de la naturaleza, las divinidades protectoras o incluso sus propios antepasados. Esta creencia tiene sus raíces en el hecho de que, en la antigüedad, los cambios de estación, como la llegada de la primavera, eran momentos de transición y vulnerabilidad, y la protección se volvía especialmente importante. Por eso, el Mărțișor no solo es un símbolo de renovación, sino también de defensa contra las adversidades. El ritual del Mărțișor es acompañado de pequeños rezos o plegarias de protección, donde se pide por la salud y el bienestar del portador durante todo el año. A menudo se dice que el poder protector del Mărțișor se extiende a todo lo que esté relacionado con el bienestar personal: las casas, las cosechas, las relaciones familiares y las comunidades en general.

    El 1 de marzo, cuando se celebra el inicio oficial de la primavera, los rumanos se encuentran con amigos y familiares para intercambiar Mărțișoare. Este acto, aunque sencillo, es profundamente simbólico: se le desea al otro salud, prosperidad y protección durante todo el año. Es común que los jóvenes regalen Mărțișoare a sus seres queridos, como una forma de honrar la tradición y fortalecer los vínculos afectivos.

    En algunas zonas de Rumanía, es habitual también que el Mărțișor se cuelgue en los árboles frutales o en las ventanas, con la esperanza de que proteja a las cosechas del mal tiempo y atraiga buena fortuna. Esta conexión entre lo personal y lo colectivo muestra la importancia de la comunidad y la naturaleza en la vida de los rumanos. La fiesta del Mărțișor es también un momento de alegría compartida. A pesar de que el clima en Rumania aún puede ser frío en marzo, la sensación de renovación, esperanza y protección llena el aire. Los rumanos, especialmente en las zonas rurales, se preparan para esta celebración con entusiasmo. La tradición se mantiene viva en la práctica cotidiana, pero también se respira un sentido de nostalgia y amor por las tradiciones ancestrales que conectan a cada persona con su tierra, sus raíces y su cultura.

    Otro aspecto interesante de esta tradición es la relación entre el Mărțișor y las figuras protectoras de la mitología rumana. En el folclore, existen numerosos personajes que son considerados protectores de la vida y de la naturaleza, como la “Baba Dochia”, seres que guardan el equilibrio entre las estaciones y cuidan del bienestar de la gente. La creencia popular sostiene que el Mărțișor ayuda a invocar la protección de estos seres míticos. Por ejemplo, la historia de Baba Dochia está vinculada a la llegada de la primavera. Según la leyenda, Baba Dochia representa el invierno, y su transformación en una figura anciana simboliza la lucha entre el frío y la calidez, el invierno y la primavera. El Mărțișor se asocia con este cambio estacional y se considera un medio para equilibrar las energías que estas figuras representan.

    Hoy en día, aunque el Mărțișor sigue siendo un símbolo de protección, su forma ha evolucionado. Si bien en el pasado se usaban hilos rojos y blancos sencillos, ahora los Mărțișoare pueden incluir pequeños adornos, charms o símbolos modernos. Sin embargo, la esencia de protección y deseo de bienestar sigue siendo la misma. En las grandes ciudades, la tradición del Mărțișor se mantiene viva, aunque se ha globalizado en ciertas formas. Ahora, muchas personas compran y venden Mărțișoare no solo como regalos, sino también como parte de la decoración en lugares públicos, lo que también cumple la función de atraer la buena suerte y mantener alejadas las energías negativas. El Mărțișor es mucho más que un simple amuleto o una tradición de bienvenida a la primavera. A través de los siglos, ha servido como un símbolo profundo de protección, esperanza y renovación, anclado en las creencias ancestrales rumanas.

    Desde las leyendas populares hasta los rituales que rodean su uso, el Mărțișor continúa siendo un ejemplo de cómo las tradiciones pueden perdurar y adaptarse, manteniendo su esencia protectora en un mundo que cambia constantemente. Así, el Mărțișor no es solo un regalo que se da o se recibe; es un símbolo cargado de energía protectora, de amor y de esperanza. Para los rumanos, es una tradición que conecta generaciones, que ofrece una forma de renovar y protegerse, y que recuerda a cada uno de nosotros la importancia de mantener viva la conexión con nuestras raíces culturales. A medida que se lleva este pequeño amuleto, los rumanos continúan la tradición de invocar la buena suerte y la protección para ellos y sus seres queridos. Aunque el mundo cambia, las tradiciones como la del Mărțișor siguen siendo una fuente de fuerza y un recordatorio del poder de la naturaleza, la comunidad y el amor.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: La historia del Tren Real de Rumanía

    Desde Rumanía hacia el mundo: La historia del Tren Real de Rumanía

    Os contamos hoy, queridos amigos, la historia del Tren Real, que fue testigo de una parte importante de la historia de Rumanía, pasando por tres formas de gobierno: la monarquía, el comunismo y la democracia. El tren fue encargado por el rey Fernando I en 1926 a las fábricas Ernesto Breda Construzioni Meccaniche de Milán, para que él y la reina María pudieran realizar visitas de Estado a los países vecinos. El tren estuvo listo un año después de la muerte del rey Fernando y permaneció en uso para su familia.

    Los vagones fueron construidos en Milán en 1928, el tren fue utilizado durante una década por la familia real para viajes no solo a Sinaia, sino también a Săvârşin, y después de la Segunda Guerra Mundial se convirtió en un tren presidencial, y en 1955 tuvieron lugar en él las conversaciones entre Gheorghiu-Dej y Khrushchev, sobre el tema de la retirada de las tropas soviéticas del país.
    Con 97 años, el Tren Real Rumano es probablemente el tren real en funcionamiento más antiguo del mundo. Desde su puesta en marcha, el Tren Real de Rumanía ha recorrido miles de kilómetros, llevando los pasos de reyes y reinas, de la Familia Real, así como de líderes políticos rumanos, europeos y estadounidenses, de 1948 a 1989. La historia de Rumania incluye muchos momentos importantes que sucedieron o están relacionados con el Tren Real.

    El tren está compuesto por el vagón restaurante, el vagón del Rey, el vagón de la Reina, el vagón de invitados y el vagón de la Casa de Su Majestad el Rey. El Vagón Comedor es donde se celebraban las cenas oficiales y consta de un comedor, donde pueden sentarse a la mesa 24 personas, y un salón con 12 plazas.
    A lo largo del tiempo, cuatro generaciones de la Familia Real han viajado en el Tren Real: la reina María, el rey Carlos II, la reina Elena, el rey Miguel y Su Majestad Margarita.
    El Tren Real que actualmente utiliza la Familia Real entró en funcionamiento en 1928 y fue diseñado como medio de transporte para el Rey Fernando el Unificador y la Reina María, en sus numerosas visitas al territorio de la Gran Rumanía. Desde la década de 1870 hasta la de 1920, el rey Carlos I y el rey Fernando utilizaron otros dos conjuntos de trenes.

    El tren fue fabricado en Italia por encargo del Estado rumano, en las fábricas Ernesto Breda – Construzioni Meccaniche Milano, entre 1926 y 1928. Fue entregado a Rumanía y entró al servicio de la Casa Real un año después del fallecimiento del rey Fernando. El actual Tren Real llevó los pasos de la reina María, la reina Madre Elena y el rey Carlos II en diversas comunidades del país y en sus viajes al exterior, con motivo de visitas de Estado. El tren trajo a la Reina Madre Elena al país en 1940, cuando regresó del exilio.

    El rey Mihai viajó mucho en el Tren Real durante los años de la Segunda Guerra Mundial. El Rey Mihai y la Reina Madre visitaron Chisinau, viajando en el Tren Real. Fue el Tren Real el que transportó a la Familia Real en el trágico camino hacia el exilio en enero de 1948.
    A partir de 2012, partiendo de la estación de tren de Baneasa, el Tren Real fue utilizado periódicamente por SAR la princesa Margarita de Rumanía y por invitados rumanos y extranjeros de la Familia Real para realizar viajes simbólicos, que gozaron de amplia popularidad y participación pública, en las paradas de las estaciones.
    Actualmente, el Tren Real reanudó sus viajes, llevando a miembros de la Familia Real a ciudades de todo el país.

    El 15 de octubre de 2012, con motivo del 90 aniversario de la Coronación, los habitantes de Alba Iulia y las autoridades locales celebraron el acontecimiento recreando fielmente, paso a paso, la presencia de la Familia Real en la Estación de Tren de Alba Iulia, en la Catedral de la Coronación y en el Gran Salón de la Unión. Fue el primer viaje de la Familia Real en el Tren Real, después de 64 años de interrupción (el tren llevó al Rey Miguel I y a la Reina Madre Elena al exilio, del 3 al 6 de enero de 1948).

    El 1 de diciembre de 2013, el segundo viaje de la Familia Real incluyó las ciudades de Sinaia, Câmpina, Ploiești y Bucarest, como homenaje rendido en el Día de la Gran Unión al Rey Fernando I y a la Reina María. Un gran número de residentes de las ciudades visitadas y autoridades locales acudieron a la estación para saludar la presencia de la Familia Real y ver el Tren Real.

    En junio de 2014, la Familia Real realizó su tercer viaje en el Tren Real en los tiempos modernos, parando durante dos días en Craiova. La Familia Real fue invitada por las autoridades de Craiova, en el cumpleaños de su ciudad.
    El tren también se exhibe en Gara de Nord Estación del Norte durante eventos como las exposiciones InfraTRANS.

  • La miscelánea: Más allá del amor, Rumanía y sus historias románticas

    La miscelánea: Más allá del amor, Rumanía y sus historias románticas

    Pero no vamos a hablar de las festividades tradicionales que todos conocemos, sino de cómo el amor ha sido vivido y celebrado a lo largo de la historia en este país, de las tradiciones románticas menos conocidas y de algunas historias que nos hablan de la pasión, la conexión y los sentimientos a través del tiempo. En Rumanía, el amor no es solo una cuestión de fechas señaladas. De hecho, si echamos un vistazo a las costumbres tradicionales de los pueblos rumanos, descubrimos que el amor ha estado siempre presente de manera significativa en la vida diaria. Por ejemplo, en las aldeas rumanas, el cortejo siempre estuvo marcado por rituales simbólicos que reflejaban el profundo respeto y la admiración. A menudo, los jóvenes se encontraban en festivales o en bailes comunitarios, donde el destino parecía jugar un papel fundamental en los encuentros amorosos. Las miradas cómplices y las canciones de amor eran una forma de cortejo popular, y los gestos románticos solían ser muy cuidadosos y llenos de simbolismo.

    El amor siempre ha estado entrelazado con las costumbres cotidianas. No solo en las grandes festividades, sino también en los pequeños gestos y rituales que reflejan el respeto mutuo y el compromiso. Por ejemplo, una de las prácticas más conocidas de las zonas rurales era el ‘Hora dragostei’ (El baile del amor), que consistía en danzas grupales durante las fiestas en las cuales los jóvenes se reunían para expresarse y, a través de las danzas y canciones, declaraban sus sentimientos. Estos bailes eran momentos de encuentro donde la comunidad se reunía para celebrar la vida, el amor y las relaciones que nacían de esa unión social.

    Uno de los elementos románticos tradicionales de Rumanía es la figura de Dragobete, que, aunque se celebra en su propia festividad (24 de febrero), también está profundamente arraigado en los mitos populares. Se dice que Dragobete era un joven apuesto que se encargaba de reunir a los enamorados en los bosques durante la primavera para que pudieran cortejarse sin ser observados. Este mito refleja la conexión especial entre el amor y la naturaleza en las tradiciones rumanas.

    Además, en varias regiones de Rumanía se cree que los enamorados deben realizar ciertos actos simbólicos para asegurar la prosperidad de su relación. Por ejemplo, en algunas zonas del país, los novios deben caminar juntos por un puente de madera o un sendero forestal, un gesto que simboliza el paso conjunto a una nueva etapa de la vida y el compromiso mutuo.

    El amor en Rumanía siempre ha estado estrechamente vinculado con la naturaleza. Las parejas rumanas a menudo se encuentran conectadas con los elementos naturales: los valles, los montes y los ríos o el mar. La vida rural ha influido profundamente en las relaciones amorosas, y la naturaleza ha sido un reflejo de los sentimientos humanos. Por ejemplo, en muchas áreas rurales, las parejas solían trabajar juntas en la agricultura, lo que fortalecía su vínculo. Estos actos de trabajo conjunto no solo eran románticos, sino que también representaban una forma de compromiso mutuo, de compartir tanto los momentos de felicidad como de esfuerzo.

    En nuestro país, como en muchas otras culturas, el amor ha sido una fuerza que desafía los límites del tiempo y el espacio, pero también ha estado marcado por obstáculos aparentemente insuperables. A lo largo de la historia, muchas parejas se han visto separadas por diferencias sociales, políticas o incluso geográficas. En la cultura rumana, el amor es algo que no solo sobrevive a través de los retos cotidianos, sino que también desafía las expectativas y las normas. Es un amor profundo que está dispuesto a cruzar cualquier frontera.

    El amor es un concepto universal que ha sido abordado en la literatura a lo largo de todos los tiempos. En la literatura clásica, el amor se describía como una fuerza poderosa que puede inspirar y destruir. En la literatura medieval, el amor se planteaba como una fuerza espiritual que puede unir a las personas con Dios. En la literatura renacentista, el amor se aborda como una fuerza humana que puede inspirar y destruir. El amor es un concepto central en la literatura rumana, ya que se aborda en las obras de Mihai Eminescu, Ion Creangă, Liviu Rebreanu, Camil Petrescu, Mircea Cărtărescu o Herta Müller.  Uno de los ejemplos más conocidos es la historia de Mihai Eminescu, considerado el poeta nacional de Rumanía. Su famosa obra ‘Luceafărul’ es una de las historias de amor más emblemáticas de la literatura rumana, una historia trágica de amor imposible entre una joven humana y el eterno Luceafăr (la estrella del mar). Este poema refleja el amor idealizado, el sacrificio y el desdén del destino, elementos que marcan el amor en la literatura rumana, como algo profundo pero a veces inalcanzable. En la misma línea, autores como Ion Creangă y Liviu Rebreanu también exploraron el amor a través de relatos que iban más allá de los clichés románticos, sumergiéndose en las complejidades de las emociones humanas. Ion Creangă, en particular, con su obra ‘Amintiri din copilărie’ (Recuerdos de la infancia), nos ofrece una visión del amor juvenil y puro, a menudo expresado a través de pequeños gestos y símbolos sencillos, pero profundamente significativos.

    Hemos explorado solo algunas de las muchas formas en que el amor se ha vivido y celebrado en Rumanía, no solo en fechas especiales como Dragobete o San Valentín, sino también en las tradiciones diarias, las historias literarias y las leyendas populares. A través de la historia, la naturaleza y la cultura, el amor en Rumanía ha sido una constante, un tema que inspira, que conecta y que desafía las barreras del tiempo y del espacio. Así que, este febrero, más allá de las celebraciones conocidas, pensemos también en el amor profundo y duradero que ha sido una parte fundamental de la identidad rumana.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: El mes Brâncuşi 2025

    Desde Rumanía hacia el mundo: El mes Brâncuşi 2025

    110 escultores rumanos, en exposiciones en Bucarest celebrando el Mes Brancusi 2025. Este 19 de febrero se cumplen 149 años del nacimiento del genio de Hobiţa.

    En Rumanía, cada 19 de febrero se celebra el Día de Constantin Brâncuși, día en que se conmemora el nacimiento del gran escultor rumano En noviembre de 2015, se promulgó la ley que declaraba el Día de Brancusi como feriado nacional.

    Constantin Brâncuși nació el 19 de febrero de 1876 en la ciudad de Hobița, distrito de Gorj, en el sur de Rumanía  y murió el 16 de marzo de 1957 en París, Francia. En 2013, su obra “La musa durmiente” se vendió por un precio récord de 57,3 millones de dólares en la casa de subastas Christie’s.

    En febrero de 2025, Rumanía celebra el legado artístico de Constantin Brâncuși a través de un importante evento dedicado a la escultura contemporánea. El “Mes Brancusi 2025” pone de relieve las creaciones de 110 escultores rumanos contemporáneos, cuyas obras de escultura y dibujo se exhibirán en tres espacios culturales: los Palacios Brâncovenești Mogoșoaia, las Galerías de Arte de la Academia Rumana y la Galería Simeza.

    El evento está organizado por la Sección de Escultura de Bucarest de la Unión de Artistas Plásticos de Rumania, del 1 al 28 de febrero, con el apoyo del Ayuntamiento de Bucarest a través de los Palacios Brancovenești y en colaboración con la Academia Rumana la Casa de los Científicos.
    En su quinta edición, el Mes Brâncuși 2025 es una invitación a redescubrir la escultura como lenguaje artístico esencial, capaz de transformar e inspirar.
    El evento reúne las obras de 110 artistas, de todas las generaciones, desde los escultores muy jóvenes, hasta la generación plenamente establecida y la de los maestros, pero también lleva a la atención del público a los maestros de los maestros, la generación de los maestros o varios artistas activos en Europa occidental que fueron modelos de creatividad: Ingo Glass y Paul Neagu, este último evocado a través de collages firmados, asumidos como obras del inventado Generative Art Trust.

    En Rumanía, en la ciudad de Targu Jiu se encuentra el Conjunto Escultórico “Sendero de los Héroes”, que incluye la Columna del Infinito, la Puerta del Beso y la Mesa del Silencio, un complejo monumental dedicado a los héroes caídos en la Primera Guerra Mundial. Se trata del conjunto escultórico más importante creado por Brancusi al aire libre y uno de los más valiosos del mundo.
    En 1926, cortó un álamo del jardín de su amigo y construyó una escultura de siete metros de altura con columnas del infinito. Éste se considera un prototipo de sus obras monumentales.
    A finales de la década de 1920, a Brâncuși se le ofreció la oportunidad de instalar obras de gran escala; Colonnes sans fin para Central Park en Nueva York y L’Oiseau dans l’espace para la villa de Charles de Noailles . Ninguno de ellos se realizó debido a problemas técnicos. En la década de 1930, el Maharajá de Indore encargó una gran estatua de forma ovalada que se cree expresaba el comienzo del mundo. Brancusi visitó la India para discutir el proyecto, pero fue en vano porque el Maharajá estaba fuera de casa. El proyecto no se llevó a cabo porque el rey de Indore perdió interés en el monumento cuando regresó.
    El único proyecto completado fue el conjunto Târgu Jiu, en la ciudad del mismo nombre, donde el artista creció cuando era niño. Brâncuși construyó las obras monumentales Columna sin fin, Puerta del beso, Mesa del silencio para conmemorar a los soldados rumanos que defendieron la ciudad de las fuerzas de las Potencias Centrales en 1916. El conjunto cristalizó la fama internacional del artista.

    El Museo Nacional de Arte de Rumanía en Bucarest alberga varias obras importantes del artista, como La sabiduría de la tierra, El sueño y la oración, junto con dibujos y documentos relacionados con su obra.

     
    En Bucarest, el “Mes Brancusi 2025”
    El Mes Brancusi comenzó el sábado 1 de febrero, con la inauguración de la exposición en la Galería de la Academia en la Casa de los Científicos, Calea Rahovei no. 176, donde exponen los artistas: Roberto Apati, Catalin Badarau, Ioan Bolborea, Mihaela Boeru, Alin Carpen, Alin Caracas, Panaite Chifu, Dumitru Cojocaru. En los Palacios Brancovenesti de Mogosoaia (Sala Planta Baja), del 1 al 27 de febrero de 2025, tendrá lugar la exposición de esculturas con obras de la colección Centro Cultural de los Palacios Brancovenești).
    La exposición incluye obras de colecciones privadas y escultores invitados, firmadas por Arina Ailincai, George Apostu, Geta Caragiu, Titi Ceara, Florin Codre, Sorin Dumitrescu, Darie Dup, Alexandru Gheorghita, Vasile Gorduz, Ingo Glass, Peter Jecza, Ioan Marton, Bata Marianov, Ovidiu Maitec, Laurentiu Mogosanu, I. L Murnu, Paul Neagu, Silvia Radu Oprea, Neculai Paduraru, Adrian Pirvu, Alexandru Pasat, Constantin Popovici, Vladimir Predescu, Liviu Russu, Virgil Scripcariu, Alexandru Siminic, Nicolae Stoica, Lucian Taran, Napoleon Tiron, Paul Vasilescu, Aurel Vlad, Ion Vlasiu, Marian Zidaru, Victoria Zidaru y Gheorghe Zarnescu.

    La tercera exposición tendrá lugar en la Galería Simeza, entre el 1 y el 28 de febrero con la exposición Dibujos de Escultores, donde el viernes 28 de febrero de 2025 también se realizará la Ceremonia de Clausura del Mes Brancusi 2025.

    Brâncuși creó múltiples obras con el tema de las aves, comenzando con La doncella y El pájaro dorado. Su obra posterior, El pájaro en el espacio (L’Oiseau dans l’espace, 1923-1940), se centró en la noción del vuelo en sí más que en la apariencia realista de un pájaro en particular. La luz reflejada en la superficie pulida se comprime en líneas verticales a lo largo de la forma delgada, lo que da una sensación de impulso y velocidad.

    El año 1938 trae una de las historias de amor más fascinantes, vivida por Maria Tănase y Constantin Brâncuși. Como casi todos sus amores, Maria Tănase era mucho más joven que el maestro: él tenía 62 años, y ella… 25. Él ya era un artista total, y ella se había convertido en una de las mejores voces de Rumanía. Ambos se conocieron en París en una exposición de arte popular organizada por Dimitrie Gusti. Invitó a Maria Tănase a visitar juntas el estudio del escultor, pero el propósito artístico del encuentro se abandonaría repentinamente en el momento en que los dos grandes artistas rumanos se conocieron y se enamoraron locamente el uno del otro en el acto.
    El 16 de marzo de 1957, Constantin Brâncuși falleció a las 2 de la mañana y el 19 de marzo fue enterrado en el cementerio de Montparnasse de París.
    En su obra reflejó la manera de pensar del campesino rumano sobre el mundo. A través de sus orígenes campesinos, encontró las raíces profundas de su trabajo en las tradiciones, mitos y funciones mágicas del arte popular rumano.

  • La miscelánea: El camino hacia la canonización. El Padre Arsenie Boca y el Monasterio de Prislop

    La miscelánea: El camino hacia la canonización. El Padre Arsenie Boca y el Monasterio de Prislop

    Arsenie Boca nació en 1910 en Vata de Jos, Rumanía, y desde joven mostró una gran vocación religiosa. Ingresó al monasterio y se ordenó monje, siendo conocido por su profunda espiritualidad y su devoción inquebrantable. Estudió en el Seminario Teológico de Sibiu y tuvo la oportunidad de formarse en diversos lugares sagrados. Sin embargo, su vida religiosa no estuvo exenta de pruebas. Durante el régimen comunista, fue encarcelado por sus creencias y su oposición a la persecución religiosa de la época. A pesar de las dificultades, Arsenie Boca continuó su labor como sacerdote, orientando a los fieles con sus enseñanzas y siendo reconocido por su capacidad de sanación y por los milagros que se le atribuían. Durante su tiempo en la prisión y los años posteriores, Arsenie Boca no dejó de ser un pilar espiritual. A lo largo de su vida, muchas personas testificaron sobre sus consejos acertados, su habilidad para interpretar la fe de manera profunda, y los milagros que ocurrían a su alrededor. Hoy, su canonización como santo en el calendario ortodoxo de Rumanía, en 2025, viene a reconocer su dedicación y las huellas profundas que dejó en la vida religiosa y social.

    Uno de los lugares más sagrados para los seguidores de Arsenie Boca es el Monasterio de Prislop, ubicado en las montañas de los Cárpatos, en el noroeste de Rumanía. Este monasterio es no solo un centro de oración, sino también el lugar donde Arsenie Boca vivió sus últimos años de vida. Desde su llegada a Prislop, en la década de 1940, hasta su muerte en 1989, Arsenie se dedicó a la formación espiritual de los monjes y los fieles que acudían a él. Muchos lo consideraban un auténtico guía espiritual, capaz de interpretar la voluntad divina y transmitirla de manera clara. En el Monasterio de Prislop, Arsenie Boca no solo dejó un legado de palabras, sino también de milagros. Se dice que muchas personas sanaron, encontraron consuelo en su presencia o recibieron consejos espirituales que cambiaron sus vidas. Tras su muerte, su tumba en el monasterio se convirtió en un lugar de peregrinaje, donde se le atribuyen numerosas curaciones y otros milagros.

    El legado de Arsenie Boca no se limita al Monasterio de Prislop. A lo largo de los años, su influencia ha crecido, y muchos lo consideran un santo popular, a pesar de que su canonización se ha dado de manera oficial en tiempos recientes. Sus escritos, especialmente sus reflexiones sobre la fe ortodoxa, continúan siendo estudiados y seguidos por miles de creyentes. Su manera de vivir la fe, basada en la oración constante, la humildad y la dedicación a los demás, se ha convertido en un modelo para muchos. A través de su ejemplo, Arsenie Boca nos enseñó la importancia de la espiritualidad profunda en un mundo cada vez más materialista. En sus sermones y libros, alentó a los cristianos a buscar la verdadera paz interior y a mantener la fe, incluso en los momentos más difíciles. La devoción a Arsenie Boca se ha mantenido viva a lo largo de los años, con miles de personas que visitan el Monasterio de Prislop buscando consuelo y ayuda espiritual. Son muchos los testimonios que narran cómo las oraciones a Arsenie Boca han traído milagros: sanaciones físicas, reconciliaciones familiares y hasta respuestas a preguntas profundas sobre la vida.

    Es importante señalar que, más allá de los milagros, lo que los devotos destacan de Arsenie Boca es su capacidad de conectar con lo divino de manera sencilla y accesible. Su mensaje de fe y esperanza sigue resonando en el corazón de los creyentes, especialmente en tiempos de adversidad. Muchos testimonios sobre Arsenie Boca hablan también de las curaciones milagrosas del Padre. Todo esto se puede encontrar en varios libros escritos por monjes que hablan humildemente de su trabajo. Uno de los libros más elocuentes que habla de los milagros realizados por Arsenie Boca es «Otros Testimonios sobre el Padre Arsenie Boca». En esta obra se habla de muchos de los milagros que se dice que realizó el Padre. Uno de ellos es la curación de un ciego que recuperó la vista tras conocer a su confesor. Los testigos cuentan que primero confesó al hombre, luego le dio la comunión. Y cuando terminó con los santos sacramentos, le dijo que saliera de la iglesia. Varias personas de la iglesia acudieron en ayuda del ciego. Sólo que él los apartó y les dijo: «Bueno, hermanos, ya veo». Y a partir de ese momento el hombre recuperó la vista. Otro testimonio muestra cómo un hombre paralítico acudió al padre Arsenie Boca. Lo llevaron en un carro a la iglesia donde servía. El Padre le dijo que se bajara del carro y el hombre consiguió hacerlo con sus propias fuerzas. Desde ese momento pudo caminar. De hecho, también se decía del Padre que era capaz de ahuyentar la sequía. Sucedió en una aldea de Sâmbăta de Sus, donde hacía mucho tiempo que no llovía. Rezó con otros sacerdotes y luego caminó hasta el monasterio. Habría llovido por donde pasó el Padre. Y un año más rico que ése nunca lo habrían disfrutado los habitantes de esta zona.

    En el calendario, se lo mencionará con el nombre de “Sfântul Cuvios Mărturisitor Arsenie de la Prislop”, con la fecha de conmemoración el 28 de noviembre, día de su tránsito a la vida eterna.

    En resumen, Arsenie Boca es mucho más que una figura histórica o religiosa; es un símbolo de la resistencia espiritual, de la esperanza en medio de las pruebas y del poder de la fe. A través de su vida y su legado, el Monasterio de Prislop continúa siendo un faro de luz para todos los que buscan consuelo y orientación. Hoy, como santo en el calendario ortodoxo, su mensaje sigue vivo, invitándonos a acercarnos a la espiritualidad y a vivir de acuerdo con los principios que él predicó.

    Conviene precisar que el pasado 4 de febrero, se celebró la ‘Proclamación Festiva’ de la Canonización de los 16 Santos Mártires y Ascetas Rumanos Contemporáneos, con motivo del centenario de la Fundación del Patriarcado Rumano.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Escapadas románticas

    Desde Rumanía hacia el mundo: Escapadas románticas

    Aunque el amor debe celebrarse todos los días, estamos en una época en la que casi todas las semanas te ofrecen la oportunidad de demostrar tu amor a tu pareja. El día de San Valentín, el Dragobete, el Martişor y el Día de la Mujer, son excelentes “excusas” para vivir momentos inolvidables juntos.
    Rumanía es un país lleno de lugares mágicos por descubrir, cada uno de ellos ofrece un escenario único para pasar momentos inolvidables.

     

     
    El día de San Valentín no se trata sólo de regalos, flores y cenas románticas, sino también de pasar tiempo de calidad juntos, explorando nuevos lugares o redescubriendo el encanto de destinos familiares. Desde íntimas pensiones escondidas en el corazón de las montañas, donde la tranquilidad y los paisajes quitan el aliento, hasta hoteles de lujo en grandes ciudades, donde el romance está en casa, las opciones son variadas y adaptables a la personalidad de cada pareja.

    Si quieres impresionar a tu ser querido, este es el lugar perfecto. En el corazón de las montañas Fagaras se encuentra el Hotel de Hielo, un hotel construido íntegramente con nieve y bloques de hielo extraídos del lago glaciar Bâlea. Dormirás sobre un lecho de hielo y recibirás mantas térmicas, además de las de piel de reno.
    Para las parejas amantes de la naturaleza y la tranquilidad, el Valle de Prahova es uno de los destinos más románticos de Rumanía, perfecto para una escapada en 2025. Esta zona, famosa por sus pintorescos centros turísticos de montaña y sus espectaculares paisajes, ofrece el escenario ideal para celebrar San Valentín lejos del bullicio de las ciudades. Puedes optar por una estancia en un íntimo chalet con chimenea, en complejos turísticos como Sinaia, Bușteni o Predeal, donde las tardes se convierten en momentos mágicos, pasados junto al calor del fuego, con una taza de vino caliente en la mano. Sinaia, también conocida como la “Perla de los Cárpatos”, añade un toque de elegancia a su escapada: aquí, los castillos Peleș y Pelișor ofrecen un entorno impresionante para un paseo romántico.

    La ciudad medieval de Sighişoara está incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO. El ambiente en las estrechas calles adoquinadas es muy romántico, perfecto para fotos de parejas bohemias. Si nunca has estado en Sighisoara, el día de San Valentín es una oportunidad ideal para una primera visita. No te pierdas la Iglesia de la Colina desde donde podrás contemplar toda la ciudad y no dejes de probar las delicias tradicionales que ofrece la única ciudad medieval habitada de Europa.
    La Gran Plaza de Sibiu fue declarada monumento arquitectónico por la UNESCO y destino turístico del año en 2024. Además de su arquitectura especial, el ambiente es perfecto para una cena romántica. Podrás elegir entre muchos restaurantes elegantes con diferentes especialidades, incluidas las tradicionales rumanas. Después de cenar, pasee por las calles bordeadas de edificios barrocos y renacentistas. Si tienes tiempo, visita el Palacio Brukenthal antes de que acabe la noche.

    ¿Qué podría ser más romántico que unas vacaciones junto al mar? La costa rumana ha inspirado innumerables poemas y canciones de amor, y cuando visites este lugar con la persona que amas, entenderás por qué.
    También en la categoría de balnearios descubrirás el complejo Baile Felix. en el resort de 5 estrellas Lotus Therm Spa & Luxury, donde podrás disfrutar de un parque acuático, centro de spa con sauna, salas de masajes y muchos otros tratamientos ideales para una pareja.

    Braşov es una de las ciudades más bellas de Rumania y un destino ideal para parejas que quieran combinar el romance con la historia y el encanto urbano. Ubicada al pie del monte Tampa, esta ciudad medieval es un lugar lleno de historias y paisajes encantadores, lo que la convierte en una opción perfecta para el Día de San Valentín o una escapada romántica en 2025.
    La Plaza Sfatului, con sus coloridos edificios y su ambiente vibrante, es el lugar ideal para comenzar a explorar. Un paseo de la mano por el casco antiguo, por las calles adoquinadas, es suficiente para enamorarse de nuevo, tanto el uno del otro como de la ciudad. No olvides hacer una parada en la Iglesia Negra, símbolo de Brașov, que impresiona por su arquitectura gótica y sus anécdotas históricas.
    Para vivir una experiencia verdaderamente romántica, suban juntos a Tâmpa, la montaña que vigila la ciudad. Ya sea que elija caminar por los senderos bien marcados o tomar el teleférico, la vista panorámica de Brașov le dejará sin aliento. Por la noche, cuando la ciudad se ilumina, este lugar se vuelve aún más especial.
    Además, Braşov alberga numerosos restaurantes y cafeterías que exudan un aire íntimo y elegante. Elija una cena romántica en un restaurante ubicado en un edificio histórico
    Si busca un destino romántico que le aleje del bullicio diario y le conecte con la belleza de la auténtica vida rural, Maramureş es la elección ideal. Esta región única en el norte de Rumania es famosa por sus paisajes pintorescos, sus tradiciones bien conservadas y su atmósfera cálida que parece abrazar a cada visitante. Durante el día, exploren juntos los senderos naturales de la zona o visiten las iglesias de madera incluidas en el patrimonio de la UNESCO, como la de Bârsana o Desești, que impresionan por su sencillez y atmósfera espiritual. Cada lugar desprende un romanticismo único, gracias a su historia y profunda conexión con la naturaleza.
    Un paseo en el mocănița (tren de vapor) por el valle de Vaser, un tren de vapor que atraviesa magníficos paisajes montañosos, es una experiencia inolvidable. Nada es más romántico que disfrutar de los paisajes boscosos, sentir el olor de la madera quemada y saborear momentos de paz con tu ser amado. Por la noche, disfrute de una cena tradicional con platos locales, como sopa de champiñones, sarmale con polenta o tartas de queso. El ambiente rústico, complementado con la hospitalidad de los anfitriones, crea el escenario perfecto para una velada memorable. Si tienes suerte, incluso podrás asistir a una velada de música tradicional de Maramures..

  • La miscelánea: El hospital Colțea, la primera unidad médica de Bucarest

    La miscelánea: El hospital Colțea, la primera unidad médica de Bucarest

    La mayoría de los hospitales de Rumanía funcionan en edificios construidos entre 1900 y 1970, y 68 hospitales tienen edificios anteriores a 1900. En el centro de Bucarest se encuentra un espectacular palacio que oculta un hospital entre sus magníficos muros. Desde hace 320 años. Es el Hospital Colțea, el primer y más espectacular centro médico de Rumanía y no solo  con una historia única e impresionante detrás. Es el primer hospital del país, es el más bonito y está en el centro de la capital. Es un edificio realmente único en el paisaje urbano. De hecho, la historia del hospital está entrelazada con la historia de Bucarest, que creció y se desarrolló alrededor de este edificio único ubicado en la avenida I.C. Brătianu, número 1. El Hospital Colțea es obra de Mihail Cantacuzino, un hombre de cultura que contribuyó al crecimiento y desarrollo de Bucarest. No es de extrañar que en el patio del hospital, justo enfrente, haya una estatua suya, hecha de mármol de Carrara. Entonces, ¿por qué el hospital no se llama Cantacuzino sino Colțea? La explicación es sencilla: el terreno en el que Mihail Cantacuzino construyó el hospital fue donado por Vornicul Colțea. Como muestra de gratitud por este esfuerzo, el patrocinador decidió llamar al hospital Colțea, según informa infoanunt.ro. En primer lugar, hay que decir que el término hospital en el siglo XVIII no significaba lo mismo que hoy. En aquella época, el hospital era una institución social, destinada a curar y ayudar a los necesitados. Se les daba comida y ropa, y el hospital ayudaba a las jóvenes en situación de pobreza a prepararse para el matrimonio. Más concretamente, el objetivo del hospital era ayudar a los menos afortunados con la ayuda de los ricos, que lo veían como una forma de expiar sus pecados. Al principio, el hospital tenía su sede en el monasterio de Colțea, siguiendo el modelo del «Santo Lazzaro e Medicanti» de Venecia, una farmacia «con varias curas y hierbas curativas». Aunque pequeño, con sólo 24 camas, el hospital de Colțea era uno de los más avanzados de Europa cuando se inauguró en diciembre de 1704, junto con el Guy’s Hospital de Londres y el Charite de Berlín. El complejo de Colțea comprendía la gran iglesia del centro (que aún existe hoy en día), tres capillas dispuestas simétricamente en los lados este, norte y sur de la iglesia, el hospital de Colțea, inaugurado el 14 de diciembre de 1704, la farmacia, la casa del cirujano, la casa del arcipreste, la casa del arcipreste extranjero y varios anexos. De estas 24 camas, 12 eran para mujeres y 12 para hombres. Las mujeres y los hombres eran atendidos en pabellones diferentes, y sólo las enfermeras trabajaban en el pabellón femenino y los enfermeros en el pabellón donde estaban hospitalizados los hombres.  El hospital estaba gestionado por ocho obispos, cuatro primarios y cuatro secundarios.

    El hospital del complejo del monasterio de Colțea funcionó tal y como fue construido por Mihail Cantacuzino hasta 1739, cuando un incendio calcinó todo el edificio. El hospital se reconstruyó pronto con la ayuda de Constantin Mavrocordat, gobernante de Valaquia en aquel momento, que se dio cuenta de la importancia de un asentamiento de este tipo en Bucarest. Esta forma del hospital se amplió con el paso de los años, construyéndose nuevos edificios para que el Hospital Colțea tuviera el mayor número posible de salas. El hospital fue reconstruido en 1836 según los planos de los arquitectos Conrad Schwick y Faiser, ya que el edificio había resultado gravemente dañado por el «Gran Terremoto» de 1802 y el descuido de la administración de la época.  En 1887, el hospital fue demolido por última vez y el edificio fue sustituido por el que aún vemos hoy en el centro de la capital. Obviamente, a lo largo de los años, el número de camas del hospital aumentó. Si al principio sólo había 24 camas, en 1848 el número aumentó a casi 100, en 1888, con la inauguración del nuevo edificio, había 210 camas disponibles, y en 1980 había 502 camas a disposición de los pacientes. Un aspecto interesante relacionado con el Hospital Colțea es que hasta 1833 sólo trabajaban aquí médicos traídos del extranjero, lo que cambió con la llegada del doctor Ioan Serafim. Este momento también marcó el inicio de la realización de muchas personalidades emblemáticas en la historia de la medicina rumana, encabezadas por Nicolae Crețulescu. En 1842, Nicolae Crețulescu creó la primera escuela de medicina de Valaquia -la «escuela de cirugía menor»- en el Hospital Colțea. También sentó las bases de la publicación «Manual de cirujía menor », lanzada en 1844. En las salas y laboratorios del hospital trabajaron grandes nombres de la historia de la medicina rumana como Amza Jianu, Victor Babes y Carol Davila, todos los cuales se esforzaron por innovar las prácticas médicas y elevar el nivel del país al de Occidente. Por ejemplo, Carol Davila creó la primera escuela de enfermeras en Colțea en 1877.

    Hoy en día, la estatua del fundador del hospital, Mihail Cantacuzino, se encuentra justo a la entrada del hospital y es obra del escultor Karl Storck, que la realizó en 1869. La estatua es de mármol blanco de Carrara, obra del italiano Ippolito Lepri, y lleva con orgullo el título de primer monumento de Bucarest. La obra costó 82.000 leus, una suma impresionante para la época, y fue el resultado de un proceso de dos años. Esta obra fue el primer encargo hecho a un escultor rumano para un monumento representativo. Inicialmente, el monumento se colocó frente a la iglesia Colțea, tras lo cual se trasladó al lugar donde se encuentra hoy, en el centro del patio del hospital. Dado que el espacio abierto parece encoger los volúmenes, la estatua se dimensionó más grande que la altura natural de la figura y, como resultado, denota equilibrio, lo que demuestra inequívocamente que su autor, Karl Storck, había alcanzado la madurez artística. Karl Storck sólo realizó el modelo, la ejecución y transposición en mármol corrió a cargo de su hijo Carol Storck. Hasta 1888, la entrada al patio del hospital y el monasterio Colțea se hacía bajo el edificio más alto de Bucarest, la Torre Colții. Con sus 50 metros de altura, la torre sobresalía por encima de los demás edificios de la ciudad e impresionaba a transeúntes y lugareños cada vez que pasaban junto a ella o bajo sus pies. Desgraciadamente, un terremoto en 1802 provocó el derrumbe parcial de la torre, que fue finalmente demolida por completo en 1888.

  • Desde Rumanía hacia el mundo: El kilómetro 0 de Bucarest

    Desde Rumanía hacia el mundo: El kilómetro 0 de Bucarest

    El lugar desde el que se miden todas las carreteras de Rumanía está representado por un monumento situado cerca de la Iglesia de San Jorge el Nuevo de Bucarest. Este tipo de monumento es una característica común en muchas capitales europeas, simbolizando el centro o “corazón” de la nación.
    Os contamos hoy su historia.

    La Plaza de San Jorge, el auténtico “kilómetro cero” de Bucarest, (en rumano Sf. Gheorghe) era un punto de referencia en el antiguo distrito comercial de la capital y el lugar donde los comerciantes ansiaban abrir una tienda. Una fotografía de 1931 muestra el mercado en una forma muy diferente a la de hoy.

    El monumento fue creado por el escultor Constantin Baraschi en 1937, quien también contribuyó a las decoraciones del Arco del Triunfo. La escultura fue creada por Baraschi, siendo el proyecto concebido por los arquitectos Horia Creangă y Ștefan Niculescu. El monumento se llamaría “Piedra Militar” y estaría compuesto por una cuenca circular con una rosa de los vientos en la que estaban inscritos los nombres y escudos de las provincias rumanas.
    El diseño del monumento es simbólico y algunos le han dado interpretaciones esotéricas. El monumento consta de una pila circular, una rosa de los vientos y una esfera de metal en la que se encuentran los signos del zodíaco. En la plataforma circular están escritas las principales regiones de Rumanía: Transilvania, Banato, Besarabia, Bucovina, Dobrogea, Moldavia, Valaquia (Muntenia) y Oltenia. En los lados de piedra están grabados los nombres de las principales ciudades y la distancia a ellas. Entre las ciudades cuyos nombres están grabados figuran Chisináu, Orhei y Tighina, que actualmente se encuentran en la República de Moldavia, así como Silistra y Bazargic, hoy Dobrich en Bulgaria, ciudades que formaban parte de la Gran Rumanía.

    En el centro de esta construcción se situaría una estatua que representaría a San Jorge matando al dragón. El Patriarcado rumano rechazó el proyecto por considerar que violaría el segundo mandamiento: “No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté en el cielo, ni en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra”. Incluso el Príncipe Azul fue expulsado del “Kilómetro 0”. El escultor Constantin Baraschi propuso entonces colocar una estatua del Príncipe Azul en lugar de la estatua de San Jorge. Esta idea tampoco fue aceptada, pasó el tiempo y comenzó la guerra.

    En las tradiciones esotéricas, la idea de un punto central como el Kilómetro Cero tiene un profundo significado místico. Representa el Axis Mundi (eje del mundo, eje cósmico, pilar o centro del mundo) siendo un símbolo mitológico de la conexión entre el cielo y la tierra o entre los reinos superiores e inferiores. Se cree que dicho punto conecta los mundos material y espiritual, sirviendo como eje cósmico o portal secreto entre los diferentes planos de existencia. Los que creen en esta teoría, sostienen que el monumento es más que un marcador geográfico, es una puerta espiritual, un punto de convergencia entre mundos.

    Algunas teorías sugieren que el Kilómetro Cero de Bucarest, situado cerca de una iglesia, fue ubicado intencionalmente sobre una línea o punto de alta energía geomagnética, atrayendo las fuerzas naturales de la tierra.
    Aunque el Patriarcado de Rumania dio inicialmente su aprobación, más tarde revirtió su decisión y se opuso a la creación del monumento. Como resultado, la estatua de San Jorge fue colocada en el parque Carlos II, el actual Parque Herastrau, y el escultor Baraschi propuso que la estatua del Príncipe Azul matando al dragón se erigiera sobre la esfera de mármol negro. El monumento tampoco fue aceptado en esta forma y antes de que se pudiera tomar ninguna decisión, comenzó la Segunda Guerra Mundial. Después del final de la guerra, comenzó el período comunista y los escudos de armas y los nombres de Besarabia y Bucovina ya no pudieron aparecer en el monumento. En 1952 se desmontó la esfera y se cubrió con tierra la cuenca circular.
    Después de 1989, el monumento fue restaurado según la situación descubierta in situ y fue inaugurado el 9 de junio de 1998, en Bucarest. En lugar de la esfera de mármol negro, se creó un globo esquemático de bronce, obra del escultor Ioan Bolborea.
    Las obras conocidas del escultor Ioan Bolborea, ubicadas en Bucarest, son el grupo escultórico “Carruaje con marionetas” (2005), inaugurado el 19 de diciembre de 2010, la Fuente del violín roto, instalada en el parque Colțea, pero también los trabajos para la estatua del emperador Trajano, obra de Vasile Gorduz, ubicada en la escalinata del Museo Nacional de Historia de Rumanía.

    Algunos nacionalistas esotéricos creen que el Kilómetro Cero representa un lugar simbólico para la reunificación de todos los territorios rumanos, incluidos aquellos perdidos después de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, como partes de Besarabia (ahora en Moldavia y Ucrania). El monumento simboliza la esperanza y el destino, envuelto en un aura de significado oculto, que apunta a un evento futuro, una posible reunificación de Rumanía.
    En los círculos esotéricos corren rumores de que aquí se celebran ceremonias o rituales secretos. Aunque no hay evidencia sólida que respalde esto, algunos creen que grupos ocultistas en Rumanía ven el monumento como un poderoso punto de energía, realizando rituales para invocar espíritus de la tierra o del cielo o incluso espíritus de aquellos que han muerto.

  • La miscelánea: Descubriendo el ecoturismo invernal en Rumanía

    La miscelánea: Descubriendo el ecoturismo invernal en Rumanía

    Empezamos nuestro recorrido en el Delta del Danubio, un lugar que siempre ha sido considerado uno de los destinos más importantes para el ecoturismo. Este increíble ecosistema, que es uno de los más grandes y mejor conservados de Europa, es ideal para aquellos que buscan una experiencia tranquila, rodeados por una naturaleza virgen. En invierno, el delta se cubre con una capa de nieve, transformando el paisaje en una maravilla invernal. Aunque parece una estación tranquila, el invierno en el delta es el momento perfecto para observar aves migratorias y disfrutar de la paz que ofrece este increíble lugar. Ahora nos dirigimos hacia los Cárpatos, una de las regiones montañosas más imponentes de Rumanía. Este lugar es perfecto para el ecoturismo invernal, con sus bosques cubiertos de nieve y sus impresionantes paisajes montañosos. En el Parque Natural Apuseni, por ejemplo, puedes disfrutar de rutas de senderismo de invierno, explorar cuevas misteriosas o ver cascadas congeladas. Lo interesante es que, en los últimos años, se ha fomentado el ecoturismo aquí de forma que los turistas puedan disfrutar de la naturaleza sin causar daño a los ecosistemas frágiles. Los esfuerzos de conservación en esta región están ayudando a mantener intacto este paraíso natural. No podemos olvidarnos de Transilvania, una región famosa no solo por sus castillos y leyendas, sino también por su impresionante naturaleza. Además de ser el hogar de los famosos bosques de los Cárpatos, Transilvania alberga pequeños pueblos donde el ecoturismo es una forma de vida. Aquí, puedes disfrutar de experiencias auténticas, como alojarte en casas rurales sostenibles, aprender sobre la vida tradicional rumana o participar en actividades ecológicas como paseos en bicicleta y senderismo.

    El ecoturismo en Rumanía no solo se trata de disfrutar de paisajes impresionantes, sino también de contribuir a la conservación de estos lugares. El país está implementando una serie de iniciativas para proteger sus recursos naturales y garantizar que el turismo no dañe el medio ambiente. Muchos de los destinos mencionados, como los Cárpatos y el Delta del Danubio, son gestionados de manera responsable, con prácticas ecológicas que minimizan el impacto ambiental. Esto incluye el uso de energías renovables en alojamientos, el reciclaje de residuos y el desarrollo de infraestructuras turísticas que respetan el entorno. Además, existen proyectos que fomentan la educación ecológica entre los turistas, ayudándolos a comprender la importancia de la conservación. Desde guías locales que promueven el turismo respetuoso hasta actividades que permiten a los visitantes participar activamente en la protección de la fauna y flora, el ecoturismo en Rumanía se está convirtiendo cada vez más en una experiencia de aprendizaje sobre cómo convivir con la naturaleza sin dañarla.

    Si estás pensando en viajar a Rumanía para disfrutar de su naturaleza en invierno, aquí tienes algunos consejos para hacerlo de manera responsable. Primero, elige operadores turísticos que estén comprometidos con el ecoturismo y trabajen con las comunidades locales. Esto asegura que el dinero que gastes beneficie a las personas que viven en esas áreas y que se respete el medio ambiente. Además, recuerda siempre respetar las normas de los parques naturales y no dejar residuos. En el ecoturismo, cada pequeño gesto cuenta. También es importante reducir nuestra huella de carbono durante el viaje. Opta por el transporte público o vehículos eléctricos, y si puedes, haz turismo en zonas cercanas para evitar largos trayectos en avión. En cuanto a las actividades, siempre es preferible caminar, andar en bicicleta o utilizar transporte no motorizado, de forma que puedas disfrutar de la naturaleza sin dañarla.

    Ahora, es interesante saber qué opinan los propios rumanos sobre el ecoturismo. En general, los rumanos valoran profundamente su naturaleza, y muchos ven el ecoturismo como una oportunidad de preservar sus paisajes y su biodiversidad, mientras fomentan el desarrollo económico en las zonas rurales. En regiones como Transilvania o el Delta del Danubio, el ecoturismo se ha convertido en una fuente importante de ingresos para las comunidades locales. Sin embargo, también existen preocupaciones sobre los posibles efectos negativos del ecoturismo si no se gestiona adecuadamente. Los rumanos temen que el aumento del turismo pueda poner en peligro los ecosistemas frágiles, como los bosques vírgenes o las especies de fauna autóctona. Por esta razón, muchos abogan por un ecoturismo responsable que no solo preserve la belleza natural del país, sino que también beneficie a las comunidades locales sin comprometer su bienestar. Además, las nuevas generaciones de rumanos están cada vez más interesadas en el ecoturismo como una forma de viajar que respete el medio ambiente. Conscientes de los problemas ambientales globales, como el cambio climático, los jóvenes buscan opciones de turismo que tengan un impacto mínimo en el entorno y que promuevan un desarrollo sostenible.

    El concepto de ecoturismo surgió en los años 80, cuando la gente comenzó a tomar conciencia de los efectos negativos del turismo masivo sobre el medio ambiente. El término fue acuñado por el ecólogo Héctor Ceballos-Lascuráin en 1983. La idea central del ecoturismo es promover una forma de turismo que sea responsable, sostenible y que fomente la conservación de los recursos naturales, respetando las culturas locales y beneficiando a las comunidades receptoras. Este concepto se fue consolidando durante las décadas siguientes, con un énfasis creciente en el equilibrio entre la actividad turística y la preservación ambiental. Hoy en día, el ecoturismo es una de las formas más populares y aceptadas de viajar de manera sostenible. En Rumanía, el ecoturismo ha ganado mucha relevancia en los últimos años, y existen varias asociaciones y organizaciones dedicadas a promover esta forma de turismo. Rumanía está emergiendo como un destino clave para el ecoturismo en Europa, gracias a su biodiversidad y sus áreas naturales protegidas. Con el apoyo de diversas asociaciones y proyectos de conservación, el ecoturismo en el país está creciendo de manera responsable, promoviendo el turismo sostenible y contribuyendo a la conservación del medio ambiente. Estos proyectos no solo están ayudando a preservar la naturaleza, sino que también brindan beneficios económicos a las comunidades locales, creando un modelo de turismo que respeta tanto a la naturaleza como a las personas.

    En resumen, el ecoturismo en Rumanía es una excelente forma de disfrutar de sus paisajes impresionantes mientras se contribuye a la conservación de la naturaleza. Desde el Delta del Danubio hasta los Cárpatos, cada rincón del país ofrece una experiencia única, donde el respeto por el medio ambiente es clave. Si estás buscando una manera de viajar de forma más sostenible, Rumanía te espera con los brazos abiertos para vivir aventuras inolvidables y responsables.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Rumanía en el Taste Atlas 2024-2025

    Desde Rumanía hacia el mundo: Rumanía en el Taste Atlas 2024-2025

    Hoy os invito a descubrir nuevas cosas sobre la gastronomía rumana. En la clasificación 2024-2025, compilada por TasteAtlas (la popular guía de alimentos y viajes que tiene como objetivo resaltar las diversas y ricas tradiciones culinarias de diferentes rincones del mundo), Rumanía ocupó el puesto 24, desde el puesto 29 anterior.
    La valoración obtenida por la cocina rumana es de 4,28, frente al 4,60 que obtuvo el ganador del ranking. Con una puntuación de 4,5, el mujdei y la ciorba rădăuțeană siguen siendo considerados, por Taste Atlas, los mejores platos rumanos, seguidos por el sarmale, el magiun de ciruelas de Topoloveni y el salami de Babic, cada uno con una puntuación de 4,4.
    Se trata de una enciclopedia de sabores, platos tradicionales, ingredientes locales y restaurantes auténticos. En este catálogo virtual trabajan más de 50.000 expertos en alimentación. Cada año, basándose en las opiniones de los especialistas y de los clientes nacionales, pero también de los turistas, se construye un top mundial del sabor.
    Taste Atlas situó a Rumanía en el puesto 24 en el ranking 2024/2025, subiendo desde el puesto 29 anterior, debido a sus deliciosos platos culinarios. La clasificación se basó en 477.287 calificaciones válidas para aproximadamente 15.500 alimentos de la vasta base de datos de la plataforma global dedicada a promover y descubrir la gastronomía tradicional de todo el mundo.
    La cocina rumana ha vuelto a ganar reconocimiento mundial y ha conseguido un lugar honorable, prácticamente en el primer cuarto, en la prestigiosa lista de las 100 mejores cocinas del mundo.

     

     
    En la clasificación Atlas del Sabor 2024/2025, las judías batidas en rumano fasole batuta se clasificó en el puesto 21 en el Top 100 de las mejores mantequillas y cremas para untar, las salchichas Pleșcoi ocuparon el puesto 16 en el Top 100 de las mejores salchichas del mundo, la ensalada de pimientos al horno (puesto 20) en el Top 100 de las mejores ensaladas del mundo y ciorba radăuțeană en el puesto 21 del Top de las mejores 100 sopas del mundo.
    La comida griega encabeza la lista, seguida de la cocina italiana y mexicana. Le siguieron en el Top 10 platos de España, Portugal, Turquía, Indonesia, Francia, Japón y China. Una vez más, la ciorba radăuțeană, las judías batidas, la ensalada de pimientos al horno y las salchichas Pleșcoi estuvieron entre los mejores platos culinarios del mundo.
    Entre las comidas más populares en Rumanía, encontramos platos como: mici, cozonac, bors, polenta de maíz o mamaliga, pasca, albóndigas, caldo de judías, sopa de tripa y amandine. Entre los platos más apreciados figura la sopa de Rădăuțeană.
    Taste Atlas destaca que “Ciorba Rădăuțeană es una sopa tradicional rumana. (…) En Rumanía es especialmente apreciada porque tiene propiedades curativas; se utiliza a menudo como remedio para los síntomas del resfriado común”.
    Además, el sarmale, el magiun de ciruelas Topoloveni y el salami Babic impresionaron con una calificación de 4,4. Otros platos rumanos notables incluyen las judías rebozadas, que ocuparon el puesto 21 en la categoría de mejores mantequillas y untables, las salchichas Pleșcoi, que ocuparon el puesto 16 en la categoría de mejores salchichas del mundo, y la ensalada de pimientos al horno, que ocupó el puesto 20 en la categoría de mejores ensaladas.
    Grecia encabeza la lista de las mejores cocinas del mundo, seguida de Italia y México. En el top 10 también figuran España, Portugal, Turquía, Indonesia, Francia, Japón y China. Entre los platos griegos más destacados se incluyen los gyros, la musaca, el souvlaki y la ensalada griega.
    En cuanto al mejor plato del mundo, la lechona, un plato tradicional colombiano que consiste en un cerdo asado relleno con cebolla, guisantes y especias, fue nombrado ganador. El segundo lugar lo ocupó la pizza napolitana, símbolo de la cocina italiana.

    Los mejores platos rumanos siguen siendo considerados, según Taste Atlas, el mujdei y la ciorba radăuțeană, ambos con una puntuación de 4,5, seguidos del sarmale, el magiun de ciruelas Topoloveni y el salami Babic, cada uno con una puntuación de 4,4.
    Sin embargo, en el Top 100 de platos tradicionales, la ciorba rădăuțeană bajó del puesto 33 del año pasado al 58, siendo el único producto rumano presente en este ranking.
    Al mismo tiempo, el Taste Atlas Top también menciona a los mejores productores rumanos, dos de los cuales operan en el sector del vino y uno en la producción de chocolate artesanal, así como los restaurantes tradicionales más emblemáticos, ubicados en Cluj-Napoca, Bucarest y Brașov. En ambas categorías entre los ganadores se encuentran nombres ya consagrados.

    A pesar de la honorable posición de los platos rumanos, no tenemos ningún representante en el Top 100 de las mejores regiones culinarias/gastronómicas ni en el Top 100 de las mejores ciudades con mejor gastronomía. Una posible razón podría ser la falta de promoción de estas zonas. Rumanía no aparece en el Top 100 de los mejores alimentos por categoría ni en la lista de los restaurantes más legendarios del mundo.
    Aun así, estamos presentes en el Top 100 de los libros de cocina más legendarios del mundo gracias a “Carpathia: Food from the Heart of Romania”, de Irina Georgescu, publicado por primera vez en 2020.
    La cocina tradicional rumana es rica y abundante en comidas sencillas pero deliciosas.