Category: De todo un poco

  • La miscelánea: Rumanía, tu pasaporte al conocimiento – becas y oportunidades de estudio para estudiantes internacionales

    La miscelánea: Rumanía, tu pasaporte al conocimiento – becas y oportunidades de estudio para estudiantes internacionales

    Rumanía no solo es famosa por sus castillos de ensueño y sus leyendas, como la de Drácula! También es un país que ofrece excelentes oportunidades educativas para jóvenes de todo el mundo. ¿Se imaginan estudiando en una universidad europea, conociendo otra cultura, y todo mientras exploran los Cárpatos o las costas del mar Negro? Rumanía, un país con una rica herencia cultural, una creciente economía y una red de universidades de calidad, ofrece una variedad de programas de intercambio y becas educativas para estudiantes y jóvenes de todo el mundo. Estos programas permiten a los participantes explorar su cultura, mejorar sus habilidades académicas y profesionales, y contribuir a proyectos en áreas diversas.

    Empecemos con el Programa Erasmus+, uno de los más conocidos. Seguro muchos de ustedes han oído hablar de él.  Erasmus+ es uno de los programas educativos más exitosos de la Unión Europea, y Rumanía ha sido parte activa desde que se incorporó a la UE en 2007. Miles de estudiantes rumanos han utilizado este programa para estudiar y realizar prácticas en el extranjero, así como para enriquecer su formación académica y cultural. El programa Erasmus+ no solo beneficia a los estudiantes rumanos que estudian en el extranjero, sino que también impacta de manera positiva a las universidades en Rumanía, que reciben cada año a miles de estudiantes extranjeros. Esto contribuye a crear un ambiente académico más internacional y diverso, lo que mejora la calidad de la educación y fomenta el intercambio cultural. Las universidades más reconocidas de Rumanía, como la Universidad de Bucarest o la Universidad Babeș-Bolyai en Cluj-Napoca participan activamente en este programa. Puedes estudiar desde ciencias exactas hasta humanidades o ingeniería. Y lo mejor: el programa cubre la matrícula, alojamiento y te da un apoyo financiero para que no tengas que preocuparte por nada. Erasmus+ es el programa de la UE para la educación, la formación, la juventud y el deporte en Europa. Con un presupuesto estimado de 26 200 millones de euros, el programa casi duplica la financiación asignada a su predecesor (2014-2020). El programa para 2021-2027 hace especial hincapié en la inclusión social, la transición ecológica y digital y el fomento de la participación de los jóvenes en la vida democrática. Apoya las prioridades y actividades definidas en el Espacio Europeo de Educación, el Plan de Acción para la Alfabetización Digital y la Agenda Europea de Capacidades. El programa también apoya el Pilar Europeo de Derechos Sociales, aplica la Estrategia de la UE para la Juventud 2019-2027 y desarrolla la dimensión europea en el deporte. La duración es de un semestre o año académico. El programa «Erasmus» fue creado originalmente por la Unión Europea en 1987. Su objetivo era fomentar una cooperación más estrecha entre universidades e instituciones de enseñanza superior de toda Europa. Se trataba de crear un sistema organizado e integrado de intercambio transfronterizo de estudiantes. Con el tiempo, el programa se ha ampliado en amplitud y profundidad y ahora se conoce como «Erasmus+». Su forma ampliada es un amplio marco general que combina los diferentes programas de la UE para la cooperación transnacional y la movilidad en la educación, la formación, la juventud y el deporte en Europa. Cada vez más, también mira más allá de Europa. Desde el inicio del programa, más de 15 millones de personas han participado en Erasmus+, gracias al entusiasta aprovechamiento de las oportunidades por parte de personal, estudiantes, jóvenes y alumnos de todas las edades. En resumen, el programa Erasmus+ ha transformado la vida de miles de estudiantes rumanos y extranjeros, dándoles acceso a una experiencia educativa internacional, que les permite desarrollarse personal y profesionalmente. Al mismo tiempo, Rumanía se ha convertido en un destino atractivo para estudiantes de toda Europa, gracias a la calidad de su educación y su vibrante vida cultural.

    Las becas concedidas por el Gobierno Rumano son una excelente oportunidad para estudiantes internacionales interesados en realizar estudios en Rumania. Estas becas están diseñadas para atraer talento extranjero y fortalecer los lazos académicos y culturales entre Rumania y otros países, en especial aquellos que no son parte de la Unión Europea. Cubren matrícula, alojamiento en residencias universitarias, ¡y hasta un estipendio mensual para gastos de vida! Esto está dirigido a aquellos que quieran hacer un grado, un máster o un doctorado en áreas como ciencias, ingeniería, humanidades o medicina. Así que, si vienes de América Latina o Asia, por ejemplo, esta puede ser tu oportunidad. Muchos estudiantes internacionales han obtenido estas becas y han destacado su experiencia de estudiar en Rumanía como algo muy positivo, tanto en el ámbito académico como en el personal. Los candidatos interesados en el Programa de Becas ofrecidas por el Gobierno rumano pueden acceder a la plataforma en línea para presentar sus solicitudes, bien directamente en https://scholarships.studyinromania.gov.ro/, bien accediendo a la página web Estudiar en Rumanía (www.studyinromania.gov.ro) o a la página web del MAE, sección Becas ofrecidas a ciudadanos extranjeros por el Estado rumano a través del MAE. Las becas del Gobierno rumano son una excelente oportunidad para estudiantes internacionales interesados en avanzar en su formación académica mientras exploran una nueva cultura en el corazón de Europa.

    Otro programa muy interesante es el CEEPUS, que facilita el intercambio de estudiantes y profesores entre universidades de Europa Central y del Este. Rumanía es un participante activo y, si eres de algún país de esta región, ¡podrías beneficiarte de este programa! CEEPUS te permitirá estudiar en áreas como ingeniería, ciencias exactas o humanidades, con todos los gastos cubiertos, ¡incluyendo el alojamiento y la comida! Una gran oportunidad para aquellos que quieren mejorar su formación académica mientras conocen otras culturas europeas. CEEPUS es una red de movilidad universitaria con una larga tradición en Europa Central y Rumanía es miembro de esta red desde 1998. Las becas CEEPUS son concedidas por el país de acogida al nivel nacional establecido por ley. El Ministerio de Educación Nacional, a través de la Oficina Nacional de CEEPUS, concede anualmente 500 meses de becas a estudiantes y profesores que acuden a universidades rumanas para realizar estancias de estudio y docencia.

    Para aquellos interesados en la investigación, la Academia Rumana ofrece becas para estudiantes internacionales que quieran llevar a cabo proyectos en áreas como ciencias naturales, humanidades o innovación tecnológica. Pero eso no es todo, los estudiantes y profesores de EE.UU. también tienen la posibilidad de aplicar a las becas Fulbright para estudiar, investigar o enseñar en Rumanía. Un programa prestigioso que te permitirá hacer contactos importantes y expandir tu carrera académica. Y si tu interés es más social, el Cuerpo Europeo de Solidaridad te permite participar en proyectos de voluntariado en Rumanía. Jóvenes de entre 18 y 30 años pueden trabajar en áreas como educación, medio ambiente o apoyo comunitario, con todos los gastos cubiertos. Tendrás alojamiento, alimentación, seguro médico y un pequeño dinero de bolsillo. Es una excelente forma de hacer amigos, conocer el país y contribuir a la sociedad rumana. Y no nos olvidemos de las escuelas de verano. Universidades como la Universidad de Bucarest y la Universidad de Iași ofrecen cursos intensivos en temas como arqueología, estudios de Europa del Este y lengua rumana. ¡Ideal para estudiantes internacionales que quieran aprender mientras disfrutan de un verano diferente en Rumanía! Además, los estudiantes de países francófonos pueden aplicar a las becas Eugen Ionescu, que cubren estudios de máster o doctorado. Otra gran opción para aquellos que quieren estudiar en francés en un entorno multicultural.

    Como pueden ver, Rumanía ofrece un sinfín de oportunidades para estudiantes y jóvenes de todo el mundo. Ya sea que estés buscando una experiencia académica, un intercambio cultural o incluso un voluntariado, ¡Rumanía es el destino ideal para ti!

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: “Hora Unirii”, himno de la Unión

    Desde Rumanía hacia el mundo: “Hora Unirii”, himno de la Unión

    El 5 de enero de 1859, Alexandru Ioan Cuza fue elegido por unanimidad Príncipe de Moldavia. En la noche del 23 al 24 de enero, los miembros del Partido Nacional se reunieron en el Hotel Concordia de Bucarest donde, por primera vez, se dijo lo que hasta entonces había sido sólo un deseo: Cuza debía ser elegido señor de ambos principados. El 24 de enero, Alexandru Ioan Cuza fue elegido por unanimidad gobernante de Valaquia y la población reunida en torno a la colina metropolitana recibió la noticia con la mayor alegría.

     

    Hora Unirii es un poema de Vasile Alecsandri, publicado por primera vez en 1856 en ‘Steaua Dunării’, la revista de Mihail Kogălniceanu, cuyo título original era Hora Unirei. Al compositor Alexandru Flechtenmacher le bastó un solo día para componer la canción que desde entonces, une a millones de personas año tras año.

    El título original del poema escrito por Vasile Alecsandri era “Hora Unirei”. Se convirtió en una canción patriótica muy conocida, cantada cada año el 24 de enero, fecha en la que Moldavia y Valaquia se unieron y Alexandru Ioan Cuza se convirtió en el gobernante de los principados unidos.

    El poeta Vasile Alecsandri fue una figura importante en la Unión de los Principados Rumanos. Participó en el movimiento unionista moldavo y fue un ferviente partidario de la idea de la unificación. Desde el exilio, el poeta escribió poemas de expresión patriótica: “Adiós a Moldavia” y “El centinela rumano”.
    El poema “Hora Unirii” se haría conocido después de que el compositor moldavo Alexandru Flechtenmacher compusiera la música y se convirtiera en un símbolo de la Unión del 24 de enero de 1859, un himno de la hermandad de todos los rumanos, cuyo prestigio creció con el tiempo, junto con el desarrollo de conciencia nacional, el espíritu nacional y cívico.

    “La rápida difusión del Himno de la Unión en todo el país y en todos los ambientes sociales transformó este poema en una auténtica ‘Marsellesa de la Unión de los Rumanos’, como lo consideraría más tarde el propio poeta.
    En 1856, tuvieron lugar las negociaciones de París, que plantearon la cuestión de la unificación de los principados, y el 14 de junio de 1856, Alecsandri publicó el poema “Horea Unirei”, hoy conocido como “Hora Unirii”, en la revista Steaua Dunării, dirigida por Mihail Kogălniceanu. Con el tiempo, el poema se convirtió en un símbolo de la idea de unión y hoy se canta y se baila cada año el 24 de enero, en la fiesta de la Unión de los Principados Rumanos. La música del himno patriotico fue compuesta por Alexandru Flechtenmacher.
    Todos conocen los versos:
    “Unámonos de la mano Aquellos con corazón rumano, ¡Cantemos el coro de la hermandad En la tierra de Rumania!”
    También para conmemorar la Unión de 1859, el escritor Ion Creangă publicó, en 1885, el cuento Mos Ion Roata si Unirea.
    En la historia de Rumanía, el 24 de enero de 1859 es el día en que tuvo lugar la Unión de los Principados Rumanos, bajo el reinado de Alexandru Ioan Cuza. Fue el primer paso importante en la formación del actual territorio rumano.
    Varios museos e instituciones culturales tendrán una programación especial gratuita el 24 de enero, declarado dia libre por el gobierno con motivo del Día de la Unión de los Principados Rumanos.

    A mediados del siglo XIX, el destino de los principados de Moldavia y Valaquia estaba en manos de Rusia y el Imperio Otomano, que se oponían a su unión.
    La situación cambió después de la Guerra de Crimea, entre 1853 y 1856, cuando Rusia fue derrotada por las grandes potencias, formadas por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, el Imperio francés, el Reino de Cerdeña y el Imperio Otomano.
    Al año siguiente, el 5/17 de enero de 1859, se celebraron elecciones en Iași, en Moldavia, y el nuevo gobernante fue nombrado Alexandru Ioan Cuza. Una semana después, el 12/24 de enero de 1859, también se celebraron elecciones en Bucarest, y aprovechando que las Grandes Potencias no especificaron claramente que los principados rumanos no podían ser gobernados por el mismo gobernante, Alexandru Ioan Cuza fue también elegido aquí.
    Ante un hecho consumado, las grandes potencias tuvieron que enfrentarse de repente a dos principados gobernados por el mismo gobernante.
    El gran mérito de Cuza fue haber conseguido el reconocimiento internacional de la Unión de los Principados Rumanos y, mediante sus reformas en todos los campos, haber sentado las bases del Estado rumano moderno. El nuevo país comenzó a llamarse Rumania sólo después de la abdicación de Cuza en 1866, cuando se redactó la primera constitución.
    La poesía de Alecsandri es “un manifiesto” que pretende movilizar a los rumanos hacia la unidad.
    Aunque nunca llegó a ser el himno estatal de Rumanía, “Hora Unirii” tuvo varias versiones, interpretadas a lo largo del tiempo por artistas muy conocidos, siendo una de las interpretaciones más famosas la de la famosa Maria Tănase.

  • La miscelánea: ¡Despierta, rumano! Las historias detrás de los símbolos nacionales

    La miscelánea: ¡Despierta, rumano! Las historias detrás de los símbolos nacionales

    Uno de los momentos clave en la historia de Rumanía fue la Unificación de los Principados Rumanos, evento que tuvo lugar el 24 de enero de 1859. En ese día, Moldavia y Valaquia, dos regiones históricas de Rumanía, se unieron bajo el mismo príncipe, Alexandru Ioan Cuza, en un acto de valentía política que dio inicio a la construcción del moderno Estado rumano. Aunque inicialmente la unión no fue reconocida por todas las potencias europeas, fue el primer paso hacia la consolidación de Rumanía como un estado unificado. Esta unión tuvo una serie de efectos significativos que transformaron el curso de la historia rumana. Primero, la unificación permitió la consolidación del Estado rumano moderno. Segundo, la unión promovió importantes reformas sociales, políticas y económicas. Durante el reinado de Cuza, se implementaron reformas clave, como la abolición de la servidumbre en 1864, la creación de un sistema de educación nacional y una reforma agraria que otorgó tierras a los campesinos. Estas reformas mejoraron las condiciones de vida de muchas personas y ayudaron a sentar las bases del progreso social. Tercero, la unidad política permitió a Rumanía ganar más respaldo internacional en su lucha por la independencia frente a los imperios vecinos, como el Imperio Otomano y el Imperio Austrohúngaro. La unión de los principados también simbolizó la fortaleza de la nación rumana y su capacidad para avanzar hacia un futuro mejor.

    En resumen, la Unión no solo unió dos territorios, sino que también representó el nacimiento de un nuevo Estado rumano, con un claro camino hacia la independencia, el progreso y la modernización. Esta unión representó la esperanza y el deseo de libertad y justicia del pueblo rumano. Fue una unión que, además de cambiar el destino político del país, consolidó los ideales que hoy se reflejan en los símbolos nacionales, como la bandera y el himno nacional que exploraremos hoy.

    La bandera nacional de Rumanía es uno de los símbolos más representativos de la unidad de la nación y es tricolor: azul, amarillo y rojo. Cada color tiene un significado profundo relacionado con la historia del país. El azul representa la libertad, la justicia y la lealtad. El amarillo simboliza la riqueza de Rumanía, tanto en recursos naturales como en la vida de su pueblo. El rojo está relacionado con la valentía y el sacrificio de aquellos que lucharon por la independencia y la unión de los principados. La bandera fue adoptada oficialmente en 1866, durante el reinado de Carlos I, pero sus colores ya se utilizaban desde la Revolución de 1848. Es interesante que, durante la Unión de los Principados Rumanos, en 1859, la bandera tricolor se convirtió en un símbolo de la aspiración nacional a la unidad. A lo largo de los años, la bandera ha sido testigo de momentos clave, como la proclamación de la República Socialista de Rumanía en 1948, y su restauración como símbolo de libertad tras la Revolución de 1989. Pasemos ahora a otro de los símbolos fundamentales: el himno nacional de Rumanía, titulado “Deșteaptă-te, române!”, que significa “¡Despierta, rumano!”. Este himno tiene una gran importancia histórica, ya que fue adoptado oficialmente en 1990, después de la Revolución que derrocó al régimen comunista, pero su origen es mucho más antiguo. La letra fue escrita por Andrei Mureșanu en 1848, durante un periodo de agitación política, cuando Rumanía luchaba por la independencia y la justicia social. El poema se convirtió en un símbolo de la lucha por la libertad, un llamado a la unidad y a la valentía del pueblo rumano en momentos difíciles. La música del himno fue compuesta por Anton Pann, un famoso músico y compositor rumano. El himno fue interpretado por primera vez en 1848 en la ciudad de Brașov, durante las revueltas de ese año. A partir de entonces, “Deșteaptă-te, române!” se convirtió en un canto patriótico que reflejaba las aspiraciones del pueblo rumano por la independencia y la unión. A lo largo de los años, el himno ha evolucionado y ha sido adaptado a los tiempos, pero su mensaje sigue siendo el mismo: unidad, libertad y justicia. Cada vez que se escucha, resuena la lucha por un Rumanía unida y libre.

    Mientras que la bandera representaba la fraternidad y la lucha conjunta de los dos principados, el himno fue un llamado a la acción y al despertar nacional, alentando a los rumanos a mantenerse firmes ante los desafíos que enfrentaban. Ambos símbolos fueron testigos y catalizadores de la unión de los principados, ya que proporcionaron una identidad común y un sentimiento de pertenencia a un pueblo que se unía para alcanzar sus metas de independencia y desarrollo. La adopción de la bandera tricolor en 1866, combinada con el himno patriótico “Deșteaptă-te, române!”, reflejaron el deseo de independencia y unidad que motivó el movimiento de unificación.

    Para todos los pueblos, el escudo de armas -el signo heráldico supremo- tiene un significado especial. Sus imágenes evocan la historia del país, a través de la cual pervive la tradición, y su significado despierta el sentimiento nacional. El Escudo de Rumanía simboliza el Estado nacional rumano, soberano, independiente, unitario e indivisible, y está compuesto por dos escudos superpuestos: el escudo grande y el escudo pequeño. El escudo grande, de color azul, tiene un águila dorada con la cabeza hacia la derecha, el pico y las garras rojas, las alas abiertas, sosteniendo en el pico una cruz ortodoxa de oro, en la garra derecha una espada y en la izquierda una maza. En el pecho del águila está el pequeño escudo. Así, estos símbolos acompañaron al pueblo rumano en la construcción de su identidad como nación unificada y en la lucha por sus ideales. En resumen, tanto la bandera como el himno nacional de Rumanía son mucho más que simples símbolos. Son el reflejo de la lucha por la libertad, la unidad y la independencia del pueblo rumano. Estos emblemas acompañan la historia del país, desde su unificación hasta la actualidad, y continúan siendo una fuente de orgullo y pertenencia para los rumanos. El Día Nacional de Rumanía celebrado el 1 de diciembre también es considerado uno de los símbolos nacionales.

    Así, estos símbolos acompañaron al pueblo rumano en la construcción de su identidad como nación unificada y en la lucha por sus ideales. En resumen, tanto la bandera como el escudo y el himno nacional de Rumanía son mucho más que simples símbolos. Son el reflejo de la lucha por la libertad, la unidad y la independencia del pueblo rumano. Estos emblemas acompañan la historia del país, desde su unificación hasta la actualidad, y continúan siendo una fuente de orgullo y pertenencia para los rumanos.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Los grandes amores de Mihai Eminescu

    Desde Rumanía hacia el mundo: Los grandes amores de Mihai Eminescu

     

     
    Los grandes amores de Eminescu
    Mihai Eminescu (1850–1889) es la figura más importante de la literatura rumana del siglo XIX y el autor con mayor influencia en la creación literaria del siglo siguiente. Una personalidad que creó una época, esa época que las historias literarias y los libros de texto llaman con razón “los grandes clásicos”. Nacido el 15 de enero de 1850 en la aldea de Ipoteşti (Botoşani, en el norte de Rumanía), el futuro Eminescu fue el séptimo de once hijos de Gheorghe y Raluca Eminovici, una familia de Moldavia.
    Cada año, el 15 de enero, Mihai Eminescu, la “Estrella de la poesía rumana”, llega al corazón de quienes le rinden homenaje. Este año se cumple el 175 aniversario del nacimiento del más grande poeta rumano, quien, aunque lo pasamos por alto durante todo el año, se deja sentir a través de sus conocidos poemas.
    Eminescu tiene el poema de amor más largo, “Luceafărul- El Lucero”, y describe en verso la infancia que pasó en Botoșani e Ipotești. No hay ningún rumano que no haya aprendido en la escuela al menos un poema de Eminescu, ni ningún enamorado que no pueda elegir un poema del poeta para recitarlo a su amada.
    La fuerte influencia del poeta, a cuyo impulso comenzaron a escribir sus dos amigos, Slavici y Creangă, hizo que la literatura rumana fuera conocida, en finales del siglo XIX, su momento de clasicismo. Poco después de su muerte, y no sin conexión con los testimonios de sus contemporáneos que habían hecho del sufrimiento extremo de la vida y de la “locura del poeta” un trasfondo para la lectura de su poesía, la figura de Eminescu adquirió dimensiones míticas y su poesía se convirtió, en la mentalidad colectiva de los rumanos, en la poesía misma. Muy pronto fue reconocido como “poeta nacional” y la edición de su obra representó uno de los mayores desafíos para la filología rumana.
    Parece que el primer amor del poeta lo tuvo a los 16 años, cuando el entonces adolescente se enamoró de una chica, Elena, tres años mayor que él. Su muerte repentina y temprana inspiraría a Eminescu a escribir los versos del poema “Mortua Est”.
    A los 18 años, Eminescu se enamoró apasionadamente y en todos los sentidos, no solo platónicamente, de Eufrosina Popescu, una joven artista que cantaba en la compañía teatral dirigida por M. Pascali, en la que el poeta también trabajó durante un tiempo. La joven, de inquietante belleza, que llevaba el nombre artístico de E. Marcolini, era casi 10 años mayor que el futuro “Lucero”, pero no rechazó sus avances. Hasta su reencuentro con Verónica Micle en 1874, en la vida de Eminescu, que entretanto se había trasladado a Berlín, intentando, por segunda vez, completar sus estudios universitarios, hubo, al parecer, también un apasionado amor berlinés.
    La identidad de ese amante no fue revelada, pero se sabe que una de las amigas de Eminescu de esa época era Milly, una costurera de ojos azules. En 1875, aunque estaba enamorado de Verónica Micle, Eminescu se dejaría conquistar por los encantos de la cuñada de Titu Maiorescu, Mite Kremnitz (1852-1916), a quien dedicó el poema “Tan tierna”. Mite, aunque casada, alentó el “noviazgo” de Eminescu, sabiendo que esto también aseguraría su gloria póstuma.
    Su último gran amor conocido sería durante los años que pasó en Bucarest, entre 1877 y 1883, sorprendente para muchos: Cleopatra Poenaru, hija del pintor C. Lecca y prima de I.L. Caragiale. Esta Cleopatra era “una mujer rolliza, con dos hijos adultos”, divorciada, pero lo suficientemente encantadora, al parecer, como para conmover el corazón de Eminescu. Para ella escribió “Junto a los álamos sin par”. Sin embargo, la confesión más extraña la haría el propio Eminescu: “Aunque he estado enamorado muchas veces, para decirte la verdad, nunca he amado. Me engañaba a mí mismo al tomar como amor el deseo de amor, es decir, el deseo de arrodillarme ante una mujer hermosa, que mi imaginación y mis sentidos pintaban.
    El amor fundamental de la vida de Eminescu fue Verónica Micle (1850-1889), a quien conoció por primera vez en Viena, en 1872, cuando estaba en su primer intento de asistir a un curso de la facultad. Ambos se volverían a encontrar en 1874, en Iași, donde Eminescu fue nombrado director de la Biblioteca Central, prestando juramento ante el rector de la Universidad, nada menos que Ştefan Micle, marido de Verónica. Su relación sería complicada, llena de altibajos, incluyendo, en 1881, una terrible disputa, provocada por el descubrimiento de la traición de Verónica con el “amigo Caragiale”. De hecho, Eminescu también agredió físicamente a Caragiale durante la fiesta de Navidad, que tuvo lugar en la casa de Maiorescu. Aunque incluso coquetearon con la idea del matrimonio, Eminescu y Verónica no encontrarían la paz hasta después de la muerte de él, Micle, nacido el mismo año que él, optando, menos de dos meses después de su desaparición, por suicidarse con arsénico en el Monasterio de Văratec.
    El poeta, nacido el 15 de enero de 1850, murió el 15 de junio de 1889, mientras estaba hospitalizado en la clínica del Dr. Şuţu, en la calle Plantelor, en Bucarest. Su enfermedad mental había estallado violentamente en junio de 1883. Pero la causa de la muerte, así como la enfermedad, todavía se cierne sobre el misterio de diferentes versiones, desde la sífilis hasta la trama de un envenenamiento deliberado mediante un tratamiento con mercurio o un golpe en la cabeza recibido de otro paciente de la clínica, Petre Poenaru. El “poeta inigualable” duerme su sueño eterno en el cementerio de Bellu.
    “El Lucero” es uno de los poemas más famosos, que fue iniciado en 1873 y fue escrito y completado durante muchos años, terminando siendo publicado en 1883.En 2009, fue certificado por la Academia de Récords Mundiales como el poema de amor más largo del mundo. Es un poeta sin igual en la literatura rumana cuya obra vence al tiempo, como afirma George Călinescu. Es el mayor poeta nacional, quien mejor y más completamente expresa la espiritualidad rumana.

  • La miscelánea: Un recorrido por la diversidad musical rumana

    La miscelánea: Un recorrido por la diversidad musical rumana

    Hoy vamos a sumergirnos en los géneros más representativos de la música tradicional rumana, como el doina, el hora o el manele. También veremos cómo Rumanía, ubicada en una encrucijada de culturas, ha recibido influencias de los Balcanes, Europa Central y el Imperio Otomano, creando una mezcla única y rica que continúa inspirando a músicos contemporáneos.

    Comenzamos con uno de los géneros más emblemáticos de la música rumana: el doina. Es una música melancólica y melódica que expresa sentimientos profundos, como la tristeza, la nostalgia y el amor. Tradicionalmente, se interpreta en solitario, con instrumentos como el violín, el címbalo o la flauta, y sus letras suelen ser improvisadas, lo que da a cada interpretación un carácter único. El doina tiene sus raíces en las tradiciones pastorales de Rumanía, y se encuentra en diversas variantes en todo el país. Si bien se escucha principalmente en el campo, ha influido en muchos géneros de música rumana moderna y ha sido interpretado por artistas contemporáneos, fusionándose incluso con el jazz y la música clásica.

    Otro género fundamental de la música tradicional rumana es la hora, una danza popular que se baila en círculo, acompañada de música alegre y rítmica. Es un elemento central en las festividades y celebraciones rumanas, como bodas y fiestas de pueblo. El ritmo constante y el uso de instrumentos de percusión como el tambor y el cimbalom dan a la hora su energía inconfundible. Aunque la hora tiene una fuerte conexión con la vida rural, es también común verla en las ciudades, especialmente durante las celebraciones. Además, la hora rumana tiene muchas variaciones regionales, lo que la convierte en una de las tradiciones más diversificadas en cuanto a ritmo y estilo.

    El manele es uno de los géneros más conocidos y a veces controvertidos en Rumanía. Es una música popular moderna que surgió a fines del siglo XX, fusionando influencias tradicionales rumanas con sonidos balcánicos, turcos y árabes. Aunque a menudo se asocia con la música de fiesta, el manele tiene sus raíces en las comunidades gitanas de Rumanía y refleja su propio estilo y forma de vida. Aunque muchos lo consideran una música de celebraciones y fiestas, también tiene un trasfondo emocional, con letras que a menudo abordan temas de amor, desamor, y vida cotidiana. A pesar de las críticas que ha recibido, el manele sigue siendo muy popular en Rumanía y en la diáspora rumana.

    Rumanía, debido a su ubicación geográfica, ha sido influenciada por muchas culturas a lo largo de los siglos, y una de las más notables ha sido la de los Balcanes. La música rumana comparte muchas características con las músicas de Bulgaria, Serbia y Grecia. Los ritmos complejos y las melodías que parecen ‘fluir’ de una forma libre son una influencia directa de las músicas balcánicas. El uso de instrumentos como el címbalo, el violín y la tambura (una especie de laúd) son ejemplos de cómo las influencias balcánicas han dejado su huella en la música rumana. Además, la forma de interpretar las melodías y el uso del doina tienen paralelismos con las tradiciones musicales balcánicas.

    Otra influencia importante en la música tradicional rumana proviene del Imperio Otomano, que dominó gran parte de Rumanía durante siglos. Esta influencia se puede escuchar especialmente en la música de las regiones de Dobrogea y de las áreas cercanas al Danubio. Instrumentos como el nai (flauta turca) o el darbuka (un tipo de tambor) son muy comunes en la música tradicional rumana, y los ritmos de la música manele a menudo recuerdan a los de la música tradicional turca. La fusión de estos estilos contribuyó al desarrollo de géneros musicales rumanos como el manele. No podemos hablar de la música tradicional rumana sin mencionar la influencia de las comunidades gitanas. Los gitanos rumanos han jugado un papel crucial en la evolución de la música popular del país, especialmente en el género del manele. Su habilidad para tocar instrumentos de cuerda como el violín y la guitarra, junto con su dominio del ritmo, ha enriquecido la música rumana. La música gitana rinde homenaje a las tradiciones de la improvisación y la pasión emocional, características que podemos escuchar en muchos estilos musicales rumanos tradicionales.

    Hoy en día, muchos músicos rumanos están llevando la música tradicional a nuevos horizontes, fusionando géneros como el jazz, el rock y la música electrónica con las raíces folklóricas. Bandas como Folk Frate, o el reconocido violonchelista Mihail han encontrado formas innovadoras de combinar lo antiguo con lo moderno, creando sonidos frescos que siguen resonando con las nuevas generaciones. En los últimos años, ha habido un resurgimiento del interés por la música folclórica rumana, con muchos jóvenes que buscan reconectar con sus raíces. Grupos como Subcarpați y Zdob și Zdub han reinterpretado la música tradicional rumana, agregando elementos modernos pero manteniendo la esencia de las tradiciones. Este renacer también se refleja en festivales, como el Festival de la Música Tradicional de Rumanía, que atrae a miles de personas cada año, deseosos de experimentar la autenticidad de la música rumana.

    La música tradicional rumana es un tesoro que ha perdurado a lo largo de los siglos, abrazando influencias externas, pero manteniendo su identidad única. Desde las melodías melancólicas del doina hasta los ritmos contagiosos de la hora y el manele, la música rumana sigue siendo una poderosa expresión de la vida, las emociones y la historia del pueblo rumano.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Fiestas de Epifanía y San Juan

    Desde Rumanía hacia el mundo: Fiestas de Epifanía y San Juan

    La Epifanía o el bautismo del Señor es la segunda gran fiesta de la iglesia cristiana, después de la Navidad, cuando el niño Jesús vino al mundo. Es una celebración de alegría y luz, que brinda a muchos cristianos la oportunidad de ser testigos de ese milagro único que realiza el bautismo.
    No hay iglesia en Rumanía que no tenga al menos una cruz de hielo en la gran fiesta del bautismo del Señor. Si hace mucho frío, las cruces permanecen cerca de las iglesias hasta que se derriten.
    Celebrado el 6 de enero, el día de Boboteaza junto con el día de San Juan Bautista 7 de enero, representa el final del período de 12 días de fiestas de invierno, que comienzan en Nochebuena.
    La víspera, es decir el 5 de enero, es un día de ayuno negro, al igual que la Nochebuena o el Viernes Santo antes de Pascua. También en la víspera de Epifanía, los sacerdotes acuden a las casas de los creyentes para llevarles, rociando con agua bendita, la bendición de la Santísima Trinidad.
    Los cristianos creen que el agua de la Epifanía tiene un poder especial, porque fue santificada por una doble llamada del Espíritu Santo, y la santificación ocurre el mismo día en que el Salvador fue bautizado en las aguas del Jordán.
    El agua consagrada en la iglesia en este día y tomada por los fieles nunca se estropea. Por ´´agheazma¨ se entiende tanto el agua bendita como el servicio para su santificación.

     

     
    Estamos rociados con agua y recuerdamos el milagro del bautismo que en la antigüedad se hacía sólo con agua corriente, como Juan el Bautista bautizó a Jesús.
    En otros países cristianos, se tallan ángeles e íconos en hielo, y los creyentes jóvenes y resistentes son bautizados al aire libre en las aguas heladas de un lago.
    La Epifanía tiene como objetivo recordar lo que sucedió en las aguas del Jordán, antes de que Jesús entrara en la vida pública, a la edad de 30 años. La celebración del Bautismo del Señor incluye, además de la santificación del agua, una serie de costumbres populares, entre ellas la espectacular carrera de los hombres para sacar del agua una cruz lanzada por el sacerdote, así como el ritual de las chicas, que ponen albahaca debajo de la almohada para soñar con su hombre.
    En Epifanía se santifican todas las aguas, y el sacerdote se dirige a un agua donde arrojará una cruz. Varios hombres saltan al agua para traerla de regreso, y el que logra llegar primero recibe la bendición del sacerdote y es considerado afortunado durante todo el año.
    En la antigüedad, el primero en encontrar la cruz y llevarla a la orilla también recibía regalos del gobernante del país y era muy honrado por los demás.
    El Bautismo del Señor o Epifanía del 6 de enero, junto con el día del Santo Profeta Juan Bautista y Precursor del Señor, celebrado el 7 de enero, marca el final de las vacaciones de invierno y, al mismo tiempo, de las fiestas dedicadas al nacimiento de Jesucristo.La Epifanía es una de las fiestas más importantes, tanto para los cristianos ortodoxos como para los católicos.

    Para los rumanos, el Día de la Epifanía incluye motivos específicos de las fiestas navideñas. Así, en algunas zonas se cantan villancicos, se hacen amuletos para buenasuerte, se prepara comida, se hacen previsiones sobre el nuevo año.
    En Rumanía, se dice que, en la noche de Boboteaza, las jóvenes solteras sueñan con su hombre querido. Atan un hilo de seda rojo y una ramita de albahaca en su anillo y ponen albahaca debajo de la almohada. Las niñas que caen al hielo el día de Epifanía día pueden estar seguras de casarse ese año, según la tradición popular.
    Antiguamente, en los pueblos del norte del país, las mujeres se reunían en grandes grupos en casa de alguien y llevaban comida y bebida. Después de servir la comida, cantan toda la noche. Por la mañana salían a la calle y recogían a los hombres que aparecían en el camino, los llevaban a la fuerza al río, amenazando con tirarlos al agua. En algunas regiones, la integración de las esposas jóvenes a la comunidad de mujeres casadas se realizaba regándolas con agua de un pozo o de un río.
    Se cree que, si en la mañana de la Epifanía los árboles se cargan con nieve, darán ricos frutos. También se cree que los animales del establo hablan a la medianoche sobre los lugares donde se esconden los tesoros.
    La tradición también dice que no se lava la ropa en Epifanía. En este día están prohibidas las peleas en la casa y no se da nada en préstamo.
    ……..
    El día de San Juan Bautista (7 de enero) existe otra costumbre, llamada “El Riego de los Iones”, que encontramos especialmente en Transilvania y Bucovina. En Bucovina se coloca un árbol de Navidad decorado a las puertas de todos los que llevan este nombre y se organiza una fiesta con música. Además, en Transilvania los que llevan este nombre son llevados en una gran procesión a través del pueblo hasta el río, donde son bautizados o purificados.
    San Juan Bautista (San Ion) nació en la familia del sacerdote Zacarías. Isabel, su madre, estaba emparentada con la Virgen María, la madre de Jesús. El profeta Juan comenzó a predicar delante de Jesús, teniendo la función de preparar al pueblo para la recepción del Salvador y darlo a conocer. Al bautizar a la gente en el Jordán, de hecho los estaba preparando para el verdadero bautismo, el del espíritu, que trajo Jesucristo.

    El día de San Juan, conocido popularmente como “Sânt-Ion”, representa el final de las vacaciones de invierno abiertas a San Nicolás. La celebración también se conoce como el “Precursor del Señor” o el “Concilio del Santo Profeta Juan Bautista”. Se dice que en la mañana de San Juan Bautista (San Juan) todo hombre debe rociarse con agua bendita, para estar a salvo de enfermedades durante el año.
    Según la tradición popular, se dice que después de Sf. ION se bautiza la helada, es decir, el frío suaviza y las temperaturas comienzan a subir. Es considerado el protector de los bebés. Quienes celebran la festividad esperan tener hijos sanos, sin malformaciones.
    Entre las mujeres rumanas, más de 300.000 llevan el nombre de Ioana y 140.000 llevan el nombre de Ionela. Más de 11.000 se llaman Nela y más de 6.000 llevan el nombre de Ionelia. En cuanto a los hombres, más de 400.000 llevan el nombre de Ion, más de 500.000 el nombre de Ioan y más de 320.000 se llaman Ionuţ. Hay unos 145.000 rumanos llamados Ionel y más de 26.000 llamados Nelu o Ionică.
    Se dice que este día es de alegría, y quien no se alegra en este día estará triste todo el año.

  • La miscelánea: Invierno mágico en Rumanía

    La miscelánea: Invierno mágico en Rumanía

    El invierno en Rumanía es más que solo frío y nieve, es una celebración de la cultura, las costumbres y la belleza natural. En los próximos minutos, vamos a explorar cómo se vive el invierno en distintas regiones de Rumanía, sus tradiciones más queridas y las actividades que no te puedes perder durante esta temporada. Hoy, hablaremos sobre las diferentes formas en que el invierno se manifiesta en el país, desde los valles cubiertos de nieve en los Cárpatos hasta las ciudades llenas de luces y festividades. Además, exploraremos las costumbres que marcan el inicio del año y algunas recomendaciones para disfrutar al máximo de esta estación tan especial.

    Empezamos nuestro recorrido por Muntenia, la región donde se encuentra la capital, Bucarest. Aunque Bucarest no es conocida por tener inviernos excesivamente fríos, el clima puede ser bastante severo en algunas épocas del año, con temperaturas bajo cero y días de nieve. A pesar de la escasez de nieve, la atmósfera navideña en la ciudad es realmente única. Las luces de Navidad cubren las calles, y las plazas se llenan de mercados donde puedes encontrar todo tipo de productos tradicionales, como los cozonaci (pasteles de Navidad) y el vino caliente. Sin embargo, si nos desplazamos un poco hacia las montañas de los Cárpatos, la nieve se convierte en una compañera constante. El Valle de Prahova que incluye destinos como Sinaia o Bușteni, son conocidos por sus hermosos paisajes nevados y sus instalaciones para deportes de invierno. Si nos dirigimos hacia el centro del país, llegamos a Transilvania, conocida por sus paisajes montañosos, castillos medievales y una atmósfera única durante el invierno. En esta región, el frío se siente mucho más intenso y la nieve cubre los valles y bosques, creando un ambiente mágico, casi sacado de un cuento de hadas. Las estaciones de esquí de Poiana Brașov son muy populares entre los turistas, no solo por las excelentes condiciones para practicar deportes de invierno, sino también por la belleza del lugar. Además, las ciudades medievales como Brașov y Sibiu se convierten en centros turísticos durante el invierno, con mercados de Navidad que ofrecen todo tipo de productos artesanales y comida típica. No podemos olvidar el famoso Castillo de Bran, también conocido como el Castillo de Drácula, que en invierno tiene un aire aún más misterioso. Durante esta temporada, muchas personas visitan la región no solo por las actividades al aire libre, sino también por la magia histórica que ofrece.

    En Moldavia, el invierno llega con temperaturas aún más frías y nevadas intensas. Las montañas de la región se cubren de blanco, y los paisajes se vuelven aún más impresionantes. En ciudades como Iași o Suceava, se viven tradiciones muy marcadas en la época navideña, con las calles decoradas de luces y los mercados llenos de productos tradicionales. Una de las particularidades de Moldavia es la importancia de la Navidad y las celebraciones de Año Nuevo. Las familias se reúnen para compartir una comida especial y celebrar en comunidad. Además, Moldavia es famosa por sus tradiciones de villancicos y los rituales que celebran el paso del viejo año.

    Finalmente, en la región de Dobrogea, el invierno es más suave, especialmente en la costa del Mar Negro. Aunque no hay tanta nieve como en las montañas, el clima puede ser ventoso y frío, lo que da un toque especial a la región. Las ciudades costeras como Constanza tienen una atmósfera diferente, pero igualmente acogedora durante las festividades de invierno, con mercados navideños y eventos especiales. Aunque la nieve no es tan frecuente, el invierno en Dobrogea tiene su propio encanto. Imagina pasear por la costa del Mar Negro mientras el viento frío te acaricia la cara y las luces festivas iluminan el puerto.

    Una de las tradiciones más emblemáticas del invierno en Rumanía son los villancicos, denominados en rumano ‘colinde’. Estos cantos se inician generalmente en la víspera de Navidad y continúan hasta Año Nuevo. Los grupos de niños o adultos recorren las casas para cantar villancicos, deseando salud y prosperidad a las familias. Cada región tiene sus propios villancicos, que varían en tono y estilo, pero todos comparten un mensaje de buenos deseos para el próximo año. Además de los villancicos, una de las tradiciones más queridas es el ‘plugusorul’, que se canta en la víspera de Año Nuevo, donde los jóvenes van de casa en casa deseando buena cosecha y suerte para el nuevo año. Los niños y jóvenes visitan las casas para cantar versos que piden prosperidad y buena suerte en el año venidero. Este es un rito muy antiguo que se remonta a las tradiciones agrícolas de Rumanía, donde se celebraba la fertilidad y la abundancia. Por otro lado, la ‘sorcova’ es un ritual realizado en la mañana de Año Nuevo. Los niños llevan una rama decorada, generalmente de una planta llamada sorcova, y la golpean suavemente a los familiares mientras cantan una canción especial que augura salud y éxito para el nuevo año. Por supuesto, no podemos olvidar la gastronomía de invierno en Rumanía. Durante las festividades de Navidad y Año Nuevo, la mesa se llena de platos tradicionales. Los más famosos son los sarmale, que son rollos de col rellenos de carne y arroz, acompañados de polenta. También se sirven piftie (gelatina de cerdo), cozonac (panes dulces rellenos de nueces o cacao) y, por supuesto, los deliciosos mici, unas salchichas a la parrilla muy populares durante las celebraciones. Cada comida en invierno es una oportunidad para compartir con la familia, creando recuerdos que perduran toda la vida.Si te gustan los deportes de invierno, Rumanía es un destino perfecto. Las estaciones de esquí como Poiana Brașov, Sinaia y Predeal ofrecen una amplia gama de actividades para los amantes de la nieve. Además del esquí y el snowboard, también puedes disfrutar de paseos en trineo o de excursiones a pie por la nieve. Si prefieres actividades más tranquilas, el invierno es un momento ideal para el senderismo. Las montañas rumanas ofrecen rutas únicas y espectaculares cubiertas de nieve, donde podrás disfrutar de la paz y belleza natural. Las ciudades como Sibiu, Brașov o Cluj-Napoca también son ideales para disfrutar de las luces de Navidad y de los mercados típicos de invierno.

    Y con eso terminamos nuestro recorrido por el invierno en Rumanía. Esta temporada no solo nos trae paisajes impresionantes, sino también una gran riqueza cultural que se expresa a través de nuestras tradiciones y costumbres. Y con esto llegamos al final de nuestro programa sobre el invierno en Rumanía. Espero que, a través de las historias, las tradiciones y los paisajes que hemos compartido hoy, hayan podido sentir un pedazo de la magia que envuelve este maravilloso país durante los meses fríos del año. Como hemos visto, el invierno en Rumanía no es solo un momento para disfrutar de la nieve y el frío, sino también una oportunidad para sumergirse en la calidez de sus costumbres y la generosidad de la gente. Si alguna vez deciden visitar Rumanía durante el invierno, les aseguro que cada rincón de este país les ofrecerá algo único: desde los castillos medievales de Transilvania cubiertos de nieve hasta las montañas de los Cárpatos llenas de vida y deporte. Y, por supuesto, no olviden la calidez de las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, donde las tradiciones rumanas les harán sentir como parte de una gran familia, más allá de cualquier frontera.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: ¡Celebramos la Nochevieja!

    Desde Rumanía hacia el mundo: ¡Celebramos la Nochevieja!

    Celebramos la Nochevieja y cada zona de nuestro país tiene platos específicos para la mesa festiva, pero la carne de cerdo es el elemento común de las tradicionales mesas rumanas. De hecho, en Rumanía, matar el cerdo es un ritual que se mantiene desde la antigüedad y se transmite de generación en generación.
    Las tradiciones culinarias rumanas son un elemento esencial del patrimonio cultural del país, estando estrechamente vinculadas a su historia, valores y creencias. Durante las Fiestas de invierno, todas las familias se reúnen alrededor de la mesa para disfrutar de platos tradicionales, que no sólo son deliciosos sino también llenos de simbolismo. La mayoría de los rumanos respetan estas tradiciones, lo que demuestra lo profundamente arraigadas que están en la cultura rumana.
    Las delicias tradicionales rumanas que enriquecen la mesa de Navidad y Año Nuevo son muy diversas. Cada plato tiene su propia historia, que refleja las costumbres y tradiciones locales.
    Los platos más importantes presentes en las mesas de fiesta de los rumanos son: aperitivos, sarmale, embutidos (piftia), ensalada boeuf, salchichas caseras y postres.

     

     

    Con diferencia, el plato tradicional más famoso en la mesa navideña y de Año Nuevo es el sarmale en todas las zonas del país. Al mismo tiempo, con motivo de la Natividad de Dios, en las mesas de los rumanos se pueden encontrar cerdo asado, salchichas y ensalada boeuf.
    Como en todas partes del país, en Moldavia los sarmales también ocupan un lugar de honor en la mesa navideña. También son indispensables en esta zona la piftia (frialdad), los embutidos de cerdo, las carnes ahumadas, los caltabos y el vino tinto. Algo más específico de la zona son los prjoales, una especie de albóndigas que los moldavos sirven con orgullo a sus invitados en Navidad.

    Entre todos los postres modernos, el cozonac sigue siendo una tradición en las mesas navideñas rumanas. Este postre tradicional es una especie de pan dulce con nueces, cacao, pasas o delicia turca, que se prepara en los hogares rumanos con mucho cariño y paciencia. El cozonac se puede acompañar con una copa de vino caliente, creando así una combinación perfecta de sabores. ¡Ni hablar del inconfundible aroma del bollo recién salido del horno!
    Una de las supersticiones más famosas dice que la primera persona que cruce el umbral de la casa el primer día del Año Nuevo influirá en el año que acaba de comenzar. Se dice que si la primera persona en entrar a la casa es un hombre, entonces tendrás un año de suerte, pero si la mujer entra primero a la casa, el Año Nuevo será de mala suerte. Otra superstición de Nochevieja es que tanto el último día del año como el primer día del Año Nuevo es recomendable no gastar ni tirar nada fuera de casa, ni siquiera la basura, porque con ella tirarás lejos tu y suerte en la casa. Se dice que en Año Nuevo no es bueno tener deudas. De lo contrario, seguirás endeudado durante todo el año. La superstición de Año Nuevo dice que en Nochevieja es bueno tener dinero en el bolsillo, así atraerás la suerte a tu lado. La superstición dice que quien duerme la noche de Año Nuevo tendrá sueño todo el año. Otra superstición de Nochevieja es que no es bueno comer aves de corral en Nochevieja, ya que trae mala suerte. El primer día del Año Nuevo no lave ni barra, porque estas cosas pueden empobrecer la casa.
    El 2025 nos espera con nuevos comienzos y nuevas oportunidades.
    No hay nada más valioso que la amistad. ¡Os deseamos un 2025 lleno de nuevas experiencias, amor y éxito!

  • La miscelánea: Fiestas y tradiciones de Navidad y Año Nuevo en Rumanía

    La miscelánea: Fiestas y tradiciones de Navidad y Año Nuevo en Rumanía

    En Rumanía, la Navidad tiene un fuerte componente religioso, ya que la mayoría de la población sigue el cristianismo ortodoxo. La Nochebuena se celebra con una profunda solemnidad, marcada por la misa de medianoche. Las iglesias ortodoxas se llenan de fieles que asisten a los servicios especiales para conmemorar el nacimiento de Jesucristo. Una de las costumbres que podemos destacar es que en la víspera de Navidad, las familias rumanas suelen ayunar. El 24 de diciembre, el ayuno se rompe con una cena tradicional que incluye una variedad de platos sabrosos, como sarmale (hojas de repollo rellenas de carne y arroz) y cozonac (un pastel tradicional con nueces y cacao). En algunas zonas rurales de Rumanía, la Nochebuena no solo es una celebración religiosa, sino también un momento para honrar a los ancestros. Algunas personas creen que en esta noche, los espíritus de los seres queridos ya fallecidos regresan para visitar a sus familias.

    Una de las tradiciones más queridas durante la Navidad es el canto de villancicos, conocidos como “colinde” en rumano. Desde temprano en la mañana del 24 de diciembre, los niños y jóvenes salen de casa en casa, cantando canciones tradicionales que celebran el nacimiento de Cristo. A cambio, reciben dulces, dinero o incluso pequeños regalos. Esta tradición simboliza la llegada de la luz y la alegría en la oscuridad del invierno. Los cantantes de villancicos no solo cantan, sino que también llevan consigo farolitos y en algunos casos, estrellas hechas a mano, que representan el estrella de Belén. En muchas familias rumanas, la Nochebuena es una ocasión para compartir una cena que varía según la región, pero siempre tiene ciertos ingredientes comunes. Platos como el sarmale, la polenta (mămăligă), y salchichas caseras son populares. Además, no puede faltar el cozonac, un pastel tradicional que se prepara con una masa suave rellena de nueces, pasas y cacao. La preparación de la comida en Rumanía no es solo una cuestión culinaria, sino también un acto simbólico. Las familias se reúnen para compartir y celebrar la unidad familiar. Una tradición rumanas muy única es el sacrificio del cerdo, conocido como el “Ignat”. Este evento ocurre generalmente el 20 de diciembre, antes de la Navidad. Aunque este acto ya no es tan común en las ciudades, en las zonas rurales sigue siendo una tradición importante. El cerdo se utiliza para hacer diversos productos típicos, como embutidos y carnes curadas, que se consumirán en la celebración de la Navidad.

    Como en muchos otros países, en Rumanía existen leyendas y personajes mitológicos que enriquecen la celebración de la Navidad. Uno de los más conocidos es Moș Crăciun, que es muy similar a Santa Claus en otros países. Moș Crăciun o Papa Noel trae regalos a los niños, pero se dice que llega en un carruaje tirado por renos. Sin embargo, en algunas regiones de Rumanía, se cree que Moș Crăciun es acompañado por otros personajes, como Moș Nicolae, que llega el 6 de diciembre para dejar regalos a los niños que se han comportado bien durante el año. Moș Nicolae trae pequeños regalos a los niños y deja dulces en los zapatos de los niños bien comportados, mientras que los que no lo están reciben un palo de madera como recordatorio.

    En cuanto a las decoraciones, los rumanos solemos tener un árbol de Navidad en casa, como en muchas otras partes del mundo. Sin embargo, lo que lo hace especial en Rumanía es que muchas familias optan por adornos hechos a mano, como figuras de madera tallada, tejidos tradicionales y bordados que reflejan el arte popular rumano. Además, las iglesias y los hogares se llenan de velas que simbolizan la luz que trae el nacimiento de Cristo.

    El 25 de diciembre, día de Navidad, es una fiesta tranquila y familiar. La gente va a misa, comparte con su familia y disfruta de las comidas preparadas con antelación. Una costumbre muy especial en algunas regiones es el desfile de los “ursi”: personas disfrazadas de osos que salen a las calles para espantar los malos espíritus y traer buena suerte para el año que comienza. También es típico que el 28 de diciembre se celebren los Días de los Inocentes, una tradición que recuerda el sufrimiento de los niños durante el reinado de Herodes. En algunas regiones, las familias realizan juegos y actividades especiales.

    El Año Nuevo en Rumanía es tan importante como la Navidad, con una serie de costumbres que celebran el fin de un ciclo y el comienzo de uno nuevo. Aunque el 31 de diciembre se marca con fiestas, bailes y celebraciones, también hay muchas tradiciones que varían según la región. Una de las tradiciones más populares es la de “Plugușorul”, que es un canto tradicional de Año Nuevo. Los niños, al igual que en Navidad, van de casa en casa cantando canciones, pero en este caso, los villancicos de Año Nuevo son más alegres y festivos, pidiendo buena suerte y prosperidad para el año venidero.

    En las grandes ciudades, como Bucarest, el 31 de diciembre se celebra con grandes fuegos artificiales y eventos públicos. Las personas se reúnen en plazas y parques, disfrutando de conciertos, música y celebraciones hasta la medianoche, cuando brindan con champán para recibir el nuevo año. La gente canta, baila y celebra con alegría, deseando a los demás salud, felicidad y prosperidad para el nuevo ciclo. En algunas zonas rurales, la gente tiene la costumbre de romper platos en la puerta de la casa para alejar los malos espíritus y comenzar el año con buena suerte. También se realizan rituales de limpieza del hogar, que simbolizan dejar atrás lo viejo y dar la bienvenida a lo nuevo. Como hemos visto, la Navidad y el Año Nuevo en Rumanía son una mezcla fascinante de tradiciones religiosas y populares. Las celebraciones rumanas están llenas de rituales que unen a las familias, las comunidades y los pueblos. Desde el canto de los villancicos hasta las festividades de Año Nuevo, Rumanía celebra estas fechas con un espíritu cálido y alegre.

    ¡Les deseo a todos un Año Nuevo lleno de bendiciones y buena suerte!

     

  • Víspera de Navidad: villancicos y Papá Noel

    Víspera de Navidad: villancicos y Papá Noel

    En Rumanía, cuando decimos vacaciones de invierno, pensamos que todo se va a poner blanco como la nieve y los villancicos complementarán el ambiente de alegría y emoción que uno no puede esperar para oír y recibir.
    Estas canciones muy hermosas, los villancicos, tienen el propósito de anunciar el Nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo .

    Desde la víspera de Navidad hasta la Epifanía, en las calles resuena la voz de los cantantes de villancicos vestidos con trajes tradicionales propios de cada región del país.

    Las Fiestas y costumbres populares, agrupadas en torno al solsticio de invierno (diciembre 20 a enero 7), se denominan genéricamente vacaciones de invierno. Costumbres populares y días festivos que ocurren dentro de un día o de varios días, durante el día o la noche, dedicados a las divinidades, seres humanos, animales, aves, plantas terrestres y fenómenos cósmicos son conocidos y respetados, en algunas zonas etnográficas hasta hoy en día. Prestadas y asimiladas de la cultura greco-romana y los pueblos orientales, creaciones ancestrales y míticas componen un panteón original rumano.

     

     
    En Rumanía, la fiesta más importante de invierno, la Navidad, trae consigo numerosas tradiciones de una belleza extraordinaria y solemne, entre las cuales – los villancicos.
    Todo el mundo recuerda en este período las vacaciones de invierno, cuando el tiempo se dedica a los seres queridos, las costumbres están en la casa y traen toda alegría y sonrisas en los rostros de todos.
    La Navidad también es llamada la fiesta familiar, siendo la ocasión en que abuelos, padres, hermanos, hijos y nietos se reúnen, se hacen regalos, disfrutan de los momentos pasados juntos alrededor de la mesa festiva, con la convicción de que honrando esta festividad tendrán una año más rico y feliz.

    En nuestro país, el primer árbol de Navidad decorado se encontraba en el palacio de Carlos I, gobernante (10 de mayo de 1866 – 10 de mayo de 1881) y rey (10 de mayo de 1881 – 27 de septiembre de 1914) de Rumanía. En el Palacio Real ubicado en Calea Victoriei, la noche de Navidad, los ilustres invitados que llegaron al palacio decoraron el árbol mientras cantaban villancicos. Actualmente, decorar el árbol de Navidad se ha convertido en una de las tradiciones más queridas tanto en el ámbito urbano como en las zonas rurales.
    El Ignat es la deidad solar que tomó el nombre y la fecha de celebración de San Ignacio Teofanía (20 de diciembre) en el calendario ortodoxo, – amanecer de Ignacio de cerdo para la Navidad. El animal es sacrificado en este día que muere y renace dios. En la antigüedad, el cerdo era un símbolo de la vegetación, primavera, y trasladado sacrificio de invierno.

    A través de los Villancicos enviamos los votos de felicidad, salud, abundancia, el cumplimiento de deseos en el Nuevo año. El villancico es una antigua tradición rumana. Cuando las personas no reciben a los cantantes de villancicos, cierran las puertas y no ofrecen regalos, los efectos mágicos son opuestos, violan las reglas de esta costumbre.

    Se cree que Navidad es un dios solar de origen indoeuropeo de territorios habitados por Geto-dacios, identificado con el dios romano Saturno y el dios de Irán Mitra. Durante más de un milenio, los cristianos celebraban su año nuevo el día de Navidad. Acerca de Mos Craciun o Santa Claus hay muchas leyendas. Las tradiciones contemporáneas de la “Santa” Navidad, sobre Papá Noel “generoso y amable”, “cargado con muchos regalos” son influencias librescas que han impregnado la cultura popular de oeste a este y de ciudad a la aldea.
    El abeto o árbol de Navidad decorado, adorado en el puesto de sustituto del dios que muere y renace a finales de año, cerca del solsticio de invierno, es sinónimo de Navidad. Adornar el árbol y esperar a Mos Craciun o Papá Noel, que en el sureste de Europa, la Navidad viene con muchos regalos, es una tradición que data de la segunda mitad del siglo XIX.
    Estrella
    Desde la Navidad hasta la Epifanía, los niños caminan con la estrella, una vieja costumbre que reúne a todos los pueblos cristianos.
    esto para recordar la estrella que anunció el Nacimiento de Jesús y guió a los Reyes Magos.

    Las canciones sobre estrellas proceden de diferentes fuentes: algunas de la literatura ortodoxa bizantina, otras de la literatura medieval en latín de la Iglesia católica, parte de la literatura calvina y muchas de ellas, incluso de las tradiciones locales. Los niños entran en las casas en víspera de Craciun, cantando versos religiosos sobre el Nacimiento de Jesús.
    Dios se hizo hombre por nosotros para no vernos caídos en el mal y la desgracia, para la salvación de nuestros pecados. La Navidad de Jesucristo es la celebración más grande de la cristianidad.
    Las costumbres rumanas tienen múltiples significados. En la Nochebuena, cantan en primer lugar los niños, símbolo de la pureza, de la limpieza física y moral. Los trajes tienen el mismo propósito – para protegerse de las fuerzas del mal.
    La Navidad se caracteriza por una rica comida. Todo esto está sobre la mesa y es una referencia clara a la comunidad rumana tradicional.
    Lo que más gusta sobre la Navidad en Rumanía es el espíritu navideño que se siente en el aire. Antes de todo se prepara el cozonac, que es un pan dulce con relleno de nueces, pasas o chocolate. Después preparan la comida, que ha de ser especial, ya que toda la familia se reúne de Navidad en las casas. El conocido plato llamado sarmale y los preparados específicos de carne de cerdo, que se mata una semana antes de Navidad, en un ritual muy antiguo, son tradiciones que se han guardado durante siglos en Rumanía.
    La Navidad es un momento de alegría, paz y generosidad.

  • La miscelánea: Rumanía entre 1989 y el presente

    La miscelánea: Rumanía entre 1989 y el presente

    La Revolución rumana de 1989 comenzó en una ciudad industrial del oeste de Rumanía: Timișoara. Era el 16 de diciembre, y la chispa que encendió la protesta fue el intento del régimen de Ceaușescu de desalojar a los manifestantes húngaros que apoyaban al pastor László Tőkés, un líder religioso reformista que había sido expulsado de su parroquia por sus opiniones contra el régimen. La represión violenta contra Tőkés desató una protesta masiva. Sin embargo, no fue solo la lucha por los derechos religiosos lo que motivó a las personas en Timișoara. Era la pobreza, el control absoluto del Estado, y la brutalidad del régimen de Ceaușescu.  En cuestión de días, la ola de protestas se extendió por todo el país, desde el oeste en Timișoara hasta la capital, Bucarest. Una de las escenas más impactantes se dio en Bucarest, el 21 de diciembre, cuando Ceaușescu apareció en el balcón del Palacio del Pueblo, buscando reafirmar su poder. El dictador, rodeado de cientos de miles de personas que supuestamente lo aclamaban, pronunció un discurso que fue interrumpido por los abucheos de la multitud. Fue el momento en que la farsa del régimen comunista quedó expuesta ante los ojos del mundo. Y algo increíble ocurrió: los asistentes comenzaron a gritar “¡Nosotros queremos libertad!” y “¡Abajo Ceaușescu!” en una rebelión que Ceaușescu no pudo controlar.

    En la noche del 21 al 22 de diciembre, Ceaușescu huyó con su esposa, Elena, en un helicóptero desde Bucarest, pero no llegaron lejos. El pueblo rumano, ya enardecido, tomó las calles. La noticia de su huida se expandió rápidamente, y el ejército, que antes había sido leal al régimen, se unió a los manifestantes. Al final de esa jornada, Ceaușescu y su esposa fueron capturados por las fuerzas revolucionaria. El 25 de diciembre de 1989, apenas unos días después de la caída de Ceaușescu, ambos fueron ejecutados por un pelotón de fusilamiento. En ese momento, Rumanía rompía definitivamente con décadas de dictadura comunista. Pero la historia no acaba ahí. A pesar de la caída del dictador, el país seguía enfrentando una transformación profunda, marcada por la transición hacia un sistema democrático, que sería igualmente complejo y conflictivo.

    Hoy, Rumanía es una nación que mira hacia el futuro, pero siempre recuerda esos días de diciembre de 1989, que marcaron el final de una era. Las calles de Timișoara, Bucarest y otras ciudades rumanas siguen siendo testigos de ese valor, ese coraje de un pueblo que finalmente dijo “basta”. Y aunque los ecos de la Revolución de 1989 resuenan hasta hoy, con todo lo que ocurrió en aquellos días, debemos recordar que no fue solo un cambio de liderazgo, sino un cambio profundo de sistema, de mentalidad y de esperanza. Un capítulo fundamental en la historia de Europa, que nos recuerda la importancia de la libertad, la dignidad y la lucha contra la opresión.

    Tras la Revolución de 1989, Rumanía experimentó una serie de transformaciones profundas en varios aspectos: políticos, económicos y sociales. Tras la caída de Ceaușescu, Rumanía abandonó el régimen comunista y comenzó su transición hacia una democracia. El país adoptó un sistema multipartidista y celebró sus primeras elecciones libres en mayo de 1990, que fueron ganadas por el Frente de Salvación Nacional (FSN), liderado por Ion Iliescu, quien fue presidente hasta 1996. A lo largo de la década de 1990, Rumanía luchó por establecer un sistema político estable y una nueva cultura democrática, pero la transición fue difícil debido a la corrupción y a las tensiones entre antiguos comunistas y nuevos líderes.

    Uno de los cambios más significativos fue la integración de Rumanía a organizaciones internacionales clave. En 2004, Rumanía se unió a la OTAN, lo que marcó un paso importante en su alineamiento con el mundo occidental. Sin embargo, el logro más significativo llegó en 2007, cuando Rumanía se unió a la Unión Europea (UE). Esto representó un cambio radical, ya que el país pasó de estar aislado bajo el régimen comunista a ser parte de una de las principales organizaciones políticas y económicas del mundo. La adhesión a la UE trajo consigo reformas significativas en el sistema legal, el mercado laboral y las infraestructuras, además de importantes inversiones extranjeras.

    Durante la década de 1990 y principios de 2000, Rumanía enfrentó grandes desafíos económicos. El sistema comunista había dejado al país con una economía centralizada y en ruinas, con grandes deudas externas y una infraestructura deteriorada. Las privatizaciones, la liberalización del mercado y las reformas fiscales fueron necesarias para modernizar la economía. Aunque hubo un crecimiento económico sostenido después de la adhesión a la UE, el país también experimentó una gran desigualdad y una brecha entre las áreas urbanas y rurales. A pesar de los avances, la corrupción ha sido un obstáculo importante para el desarrollo económico. La educación y la salud también experimentaron cambios, con un enfoque en modernizar y acercarse a los estándares europeos, aunque los sistemas públicos de salud y educación aún enfrentan dificultades. Hoy en día, Rumanía es un país moderno y miembro de la Unión Europea que continúa luchando con los legados del pasado, pero también aprovechando sus logros. El crecimiento económico ha sido sólido en los últimos años, con un sector tecnológico emergente, un turismo en auge y una creciente clase media. Sin embargo, las tensiones políticas internas, los retos económicos y las preocupaciones sobre la corrupción siguen siendo temas importantes.

    En resumen, después de la Revolución de 1989, Rumanía ha transitado de ser un estado comunista cerrado a una nación democrática y miembro de la UE. Aunque ha experimentado avances importantes, todavía enfrenta desafíos en términos de corrupción, desigualdad y la necesidad de reformar diversas instituciones para asegurar su futuro económico y político.

    Las revoluciones no son solo una cuestión de poder, son también un recordatorio de lo que somos capaces de hacer cuando nos unimos por la justicia.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Deportes de invierno más populares en Rumanía.

    Desde Rumanía hacia el mundo: Deportes de invierno más populares en Rumanía.

     

     

    El invierno tiene un encanto especial en Rumanía. Las temperaturas específicas del invierno en nuestro país son ideales para practicar deportes como el esquí, el snowboard o el trineo.
    Desde fiestas hasta paseos por pueblos auténticos y platos tradicionales, Rumanía ofrece un paisaje turístico diverso y hermoso para aquellos que quieran explorar la belleza de este período mágico.
    Los deportes de invierno más populares incluyen el esquí alpino, el snowboard, el patinaje, el hockey sobre hielo, el esquí de fondo y el trineo.

    El esquí alpino es sin duda uno de los deportes de invierno más queridos. Cuando bajas a toda velocidad por las laderas nevadas, sientes una libertad que pocas otras actividades te brindan. Cada giro que das, cada decisión rápida pone a prueba tu equilibrio y control. Si no has probado este deporte antes, ¡este invierno es el momento de hacerlo!
    ¿Por qué es tan popular el esquí en Rumanía? Además de la adrenalina, el deporte desarrolla la resistencia física y la coordinación. Es una de las mejores opciones si quieres mantenerte activo y disfrutar del aire fresco de la montaña. Además, las pistas de Rumanía ofrecen senderos para todos los niveles de experiencia, desde principiantes hasta avanzados. ¡Vístete apropiadamente, elige los esquís adecuados y disfruta de uno de los deportes de invierno más populares.

    En nuestro país el grado de dificultad está regulado de forma diferente a las estaciones de Alemania o Austria:azul para principiantes, roja: pista de dificultad media y negra: pista con dificultad alta.
    Las pistas más famosas de nuestro país son las de Valea Prahovei y Poiana Brașov.
    Poiana Brașov, situada a 14 km de Brașov, es la estación de esquí más moderna y visitada de Rumanía.En Poiana Brașov hay 12 pistas de esquí con un total de 22,4 km.
    Los que no quieran esquiar les esperan en la pista de tubing o en el tobogán. Y aquellos que prefieran admirar el paisaje montañoso desde lo alto pueden montar en telesilla.
    Sinaia es el segundo centro turístico de montaña más grande de Rumanía, cuya zona de esquí incluye 22 km de pistas.

    El trineo es una actividad física que podemos practicar con los niños, si no tenemos experiencia con los esquís o el snowboard. Este deporte permite mantener una postura correcta y entrena mucho los músculos situados en la espalda.Se puede considerar un deporte de equipo cuando el trineo que se utiliza incluye dos o incluso tres asientos. Así, el trineo ofrece bonitos momentos en familia, pero también beneficios para el cuerpo.
    Si tienes pensado salir a montar en trineo con tus hijos este invierno, es importante que sepas que esta actividad sólo está permitida en determinadas pistas de Rumanía:hay pistas para trineos de Valea Prahovei. Las estaciones de Azuga, Bușteni, Sinaia y Predeal están repletas de pistas donde se puede practicar el trineo con total seguridad, para que los más pequeños puedan disfrutar tranquilamente de sus vacaciones de invierno.
    La estación de esquí Transalpina mide unos 80 km de pistas, que también incluyen zonas para trineo o baby ski. Transalpina Ski Resort es un área inaugurada en 2012 y cuenta con las más modernas instalaciones para la práctica de deportes de invierno del país.
    El complejo Straja es un destino de vacaciones ideal para familias con niños pequeños. La pista de esquí para bebés ofrece instalaciones de primer nivel, incluido un carril de escalada de 60 m.

    El snowboard no es sólo un deporte, sino también una forma de vida para quienes aman combinar diversión con desafíos. Si te gustan las actividades que requieren equilibrio y agilidad, te encantará la sensación de un rápido descenso sobre la tabla. El proceso de aprendizaje puede ser un poco más difícil, pero una vez que lo domines, ¡descubrirás el verdadero encanto de este deporte!
    ¿Qué hace que el snowboard sea tan emocionante? La capacidad de personalizar su experiencia. Podrás realizar saltos espectaculares, trucos o bajar tranquilamente por pistas bien acondicionadas. No importa el estilo que elijas, sentirás que la naturaleza se convierte en tu aliada en todo momento. Todo lo que necesitas es una tabla adecuada, botas cómodas y un casco. Por supuesto, tampoco debe faltar ropa gruesa e impermeable.

    Con el tiempo, podrás formar parte de una comunidad amigable donde todos comparten la pasión por las montañas y la nieve.
    Quienes optan por hacer deporte en los meses de invierno también obtienen diversos beneficios tanto a nivel mental como físico.
    He aquí por qué es bueno hacer deporte en invierno:
    La exposición a la luz natural mejora el estado de ánimo. En invierno, existe un mayor riesgo de sufrir los síntomas de la depresión estacional, debido a la falta de vitamina D.
    Mantener un peso óptimo. El esfuerzo físico sostenido durante este tiempo permite quemar mucho más fácilmente las calorías.
    Garantizando un excelente tono muscular. Los deportes de invierno requieren más de ti, en comparación con las actividades físicas que realizas en la estación cálida.
    Estimulación del sistema cardiovascular. No sólo el sistema muscular se beneficia del esfuerzo, sino también el sistema venoso y arterial del cuerpo. Los deportes de invierno son actividades físicas anaeróbicas, que facilitan el transporte óptimo de oxígeno en la sangre,
    Pasar hermosos momentos con los seres queridos. Los deportes de invierno también tienen un importante componente social, ya que te permiten estar con tus familiares, o amigos cercanos, en un entorno ideal para los momentos de vacaciones invernales.

  • La miscelánea: Ayuno de Navidad, un viaje espiritual rumano

    La miscelánea: Ayuno de Navidad, un viaje espiritual rumano

    En Rumanía, el ayuno de Navidad, conocido como “Postul Crăciunului”, es una tradición profundamente enraizada en la religión ortodoxa. Este ayuno comienza el 15 de noviembre y se extiende hasta la víspera de Navidad, el 24 de diciembre. Durante este tiempo, los fieles se abstienen de consumir alimentos de origen animal, como carne, lácteos y huevos, pero también evitan otras indulgencias, como el alcohol o los dulces. La comida que se consume está basada en vegetales, legumbres, pan, frutos secos y aceites vegetales. Este ayuno no es solo una cuestión de dieta. Es, ante todo, una forma de purificación espiritual. A través de esta práctica, los rumanos buscan acercarse a Dios, reforzar su fe y prepararse para la venida del Niño Jesús. Es un acto de reflexión y penitencia, pero también de comunidad, ya que durante este tiempo se comparten comidas sencillas en familia y se participa en rituales religiosos que refuerzan los lazos sociales y familiares. Más allá del aspecto físico, el ayuno tiene un significado muy profundo en la espiritualidad ortodoxa rumana. Es considerado como una forma de arrepentimiento y purificación. Durante este tiempo, las iglesias están llenas de fieles que participan en las misas rezando, buscando reconciliación y fortaleza espiritual. En las comunidades rurales, el ayuno es también una forma de mantener vivas las tradiciones de los antepasados. Las abuelas, por ejemplo, tienen un papel muy importante en enseñar a los más jóvenes cómo respetar las reglas del ayuno, pero también les transmiten historias y leyendas que giran en torno a esta costumbre. En algunas zonas de Rumanía, el ayuno está tan arraigado que se asocia con la preparación para la Navidad no solo en el plano religioso, sino también en el ámbito social. Es el momento de fortalecer los lazos familiares y comunitarios, de ayudar a los más necesitados y de vivir el verdadero espíritu de la Navidad.

    El 24 de diciembre, en la víspera de Navidad, se rompe el ayuno, y la cena es un evento esperado con ansias por todos los miembros de la familia. La mesa de Navidad está llena de manjares tradicionales, como el “sarmale” (rollitos de repollo rellenos), “cozonac” (pan dulce relleno), y los famosos platos con carne que se habían evitado durante las semanas anteriores. Pero no se trata solo de la comida. Es una celebración de la unión familiar y la alegría por el nacimiento de Jesús. En muchos hogares rumanos, después de la misa de Nochebuena, se celebra la “Colinda”, una tradición de villancicos, donde los niños y jóvenes van de casa en casa cantando himnos navideños y recibiendo dulces o dinero a cambio. Es un momento especial para compartir con los demás, para mostrar generosidad y fortalecer el sentido de comunidad, que, como sabemos, es uno de los valores más importantes en la tradición rumana.

    En las grandes ciudades, aunque la tradición del ayuno sigue siendo muy fuerte, se han adaptado nuevas formas de vivir esta práctica. Los jóvenes de las ciudades, por ejemplo, suelen realizar un ayuno más flexible, adaptado a los tiempos modernos. Sin embargo, el ayuno sigue siendo una forma de conexión espiritual y cultural, especialmente para quienes buscan mantener un lazo con su herencia religiosa y cultural. Además, en tiempos recientes, ha habido un creciente interés por las dietas vegetarianas y veganas en todo el mundo, y el ayuno de Navidad en Rumanía coincide con esta tendencia. Esto ha dado lugar a una “revitalización” del ayuno, en el que no solo se ve como una obligación religiosa, sino como una forma de llevar un estilo de vida más saludable y consciente.

    El ayuno de Navidad en Rumanía es mucho más que una simple restricción alimentaria. Es una profunda práctica de purificación espiritual, un acto de solidaridad con los más necesitados, y una tradición que refuerza los lazos familiares y comunitarios. Al final, el verdadero significado del ayuno radica en prepararnos para celebrar con un corazón limpio y dispuesto el nacimiento de Jesús, el centro de la Navidad. Y como en muchas otras partes del mundo, este tiempo es una oportunidad para reflexionar, compartir y disfrutar de la belleza de las tradiciones que nos unen.

    El ayuno es una práctica espiritual y cultural presente en muchas partes del mundo, y cada región o comunidad lo vive de manera única, influenciada por tradiciones religiosas, costumbres sociales y la relación con la comida. Esta práctica sirve como un medio de purificación, reflexión, acercamiento a lo divino y un esfuerzo por encontrar el equilibrio entre el cuerpo y la mente. Aunque las reglas y las tradiciones varían según la religión y la región, la idea central de sacrificio y reflexión está presente en muchas culturas a lo largo del mundo.

     

  • Desde Rumanía hacia el mundo: Tradiciones navideñas en el Museo de la Aldea

    Desde Rumanía hacia el mundo: Tradiciones navideñas en el Museo de la Aldea

    La cultura rumana se caracteriza por la autenticidad de las tradiciones y costumbres propias de cada zona geográfica. Especialmente en los pueblos, estas tradiciones se conservan y se respetan, representando la fuente de nuestra riqueza espiritual.
    De hecho, en Rumanía, las fiestas de invierno comienzan con el Día de San Andrés, el 30 de noviembre, considerado el protector de la nación rumana.
    San Andrés desempeñó un papel decisivo en la cristianización del pueblo rumano los geto-dacios y terminó en la cruz crucificado en forma de X.
    Otras fiestas notables de este período incluyen San Nicolás el 6 de diciembre, Nochebuena el 24 de diciembre, Navidad el 25 de diciembre, Año Nuevo el 31 de diciembre, San Basilio el 1 de enero, Epifanía el 6 de enero y San Juan Bautista el 7 de enero.
    Las tradiciones y costumbres invernales rumanas incluyen dar regalos a los niños la noche de San Nicolás y Mos Craciun, Papá Noel, matar el cerdo el 20 de diciembre, decorar el árbol de Navidad, cantar villancicos en Nochebuena, y muchas otras costumbres bonitas.
    “Con siglos de antigüedad, los villancicos representan los sentimientos profundos del pueblo, pasando la prueba del tiempo y conmoviendo el alma de quienes los escuchan. Los villancicos traen esperanza para el próximo año, cuyo período culmina con el Nacimiento del Salvador Jesucristo, a través del cual la alegría entró en el mundo.

    Este año, los días 14 y 15 de diciembre tendrá lugar la fiesta de tradiciones y costumbres “Florile Dalbe”, evento anual organizado en el Museo Nacional de la Aldea “Dimitrie Gusti” con el objetivo de presentar las tradiciones navideñas y de Año Nuevo.
    El Museo de la Aldea “Dimitrie Gusti” es la atracción turística más visitada de Bucarest y la tercera del país, después de los castillos de Peleş y Bran.
    “Tendrán la oportunidad de admirar a los grupos de villancicos que recorrerán las callejuelas del museo en un desfile que saldrá desde la entrada de Kiseleff nº 28”, informó la institución museística.
    El museo de la aldea es un “viaje en el tiempo”, un alegato por la autenticidad de la cultura y la civilización del pueblo rumano, del modo de vida tradicional, del sentido artístico y del espíritu inventivo del campesino rumano, pero, igualmente, es uno de los centros más activos y fascinantes de investigación, restauración y conservación del patrimonio cultural nacional.
    Durante los dos días del evento también se realizará una feria de artesanos populares con objetos elaborados por ellos, productos sabrosos y aromáticos de la gastronomía tradicional, así como productos orgánicos. “Se pueden degustar mermeladas y sorbetes, pan de jengibre y pasteles, vino, miel y cozonac”, dijo la fuente citada.

    La magia de las fiestas de invierno comienza con San Nicolás.
    El 6 de diciembre, los rumanos celebran la llegada de Mos Nicolae, una tradición de siglos. Esta festividad representa, cada año, un momento mágico en el que el espíritu de las vacaciones de invierno realmente hace sentir su presencia. Los niños lustran las botas con la esperanza de que, de la noche a la mañana, San Nicolás les traiga dulces y regalos. Los más traviesos encuentran un palo, símbolo de la promesa de ser más obedientes.
    Cuenta la leyenda que San Nicolás ayudó una vez a un grupo de niños pobres llenándoles los zapatos de dulces mediante un milagro. Como muestra de gratitud, la gente entregan regalos y bienes a los menos afortunados durante este período.
    Los preparativos para las fiestas continúa con la decoración del árbol en Nochebuena, una actividad que reúne a toda la familia. El brillo de los globos y el olor del abeto combinan perfectamente con los sabores de los platos tradicionales: sarmale, ensalada boeuf, cozonac y otras delicias típicas para la época de fiesta.
    El 25 de diciembre celebramos el nacimiento de Jesucristo. Los pueblos y las casas de la gente se preparan para las fiestas. Las luces están encendidas y en todas partes se puede sentir el espíritu navideño. En este día, toda la familia, pero especialmente los niños, abren los regalos recibidos de Papá Noel, que se encuentra debajo del árbol bellamente decorado.
    Después de Navidad, los niños continúan la tradición de caminar con la Estrella, cantando villancicos que recuerdan el viaje de los Reyes Magos guiados por la Estrella de Belén. En algunos pueblos, la danza de la cabra y el oso aporta un toque de alegría, ya que es un legado de ceremonias arcaicas.

    Durante los villancicos, se presenta la tradición de los Irozii, jóvenes vestidos de una manera específica que representan una obra popular de tema religioso. La compañía estaba formada por tres príncipes, un ángel y un portero, todos vestidos con trajes nacionales. Los caballeros, con espadas y vainas de madera al cinto, simulan un duelo con Herodes a la entrada de las casas fortificadas.

    A su vez, el arado rumano, tan querido en la infancia, pero cada vez menos visto en la atmósfera urbana de Año Nuevo, tiene profundas raíces en las tradiciones agrarias. Grupos de villancicos tocan campanas y lanzan deseos mágicos de abundancia y fecundidad para el próximo año.
    En los últimos años, tras campañas de investigación y adquisición, el patrimonio del museo de la aldea ha crecido considerablemente; actualmente, la exposición permanente llega a más de 123 complejos distintos, con un total de 363 monumentos, con un patrimonio móvil de más de 50.000 objetos.
    Las fiestas de invierno son más que una época del año; representan un tiempo de reflexión, alegría y conexión emocional con los seres queridos. Desde tradiciones milenarias hasta costumbres contemporáneas, el invierno trae consigo una amplia gama de prácticas culturales que enriquecen nuestra experiencia y nos recuerdan la esencia de la generosidad, la compasión y la esperanza. No importa en qué parte del mundo nos encontremos, las fiestas de invierno nos unen en un espíritu de comunión y bondad, aportando luz y calidez a esta época del año.

  • La miscelánea: Therme, el paraíso de bienestar que atrae a miles de turistas internacionales a Bucarest

    La miscelánea: Therme, el paraíso de bienestar que atrae a miles de turistas internacionales a Bucarest

    Si eres de los que buscan relajarse, rejuvenecer y vivir una experiencia única, entonces necesitas conocer Therme. Y si ya lo conoces, hoy te cuento cómo este complejo ha logrado convertirse en una de las principales atracciones turísticas no solo de Bucarest, sino de toda Europa. Therme es un lugar que ha captado la atención de miles de personas, tanto rumanos como turistas internacionales. En 2024, durante la sexta edición del Sauna Fest, evento celebrado en octubre, más de 40.000 personas pasaron por sus puertas, ¡y lo más sorprendente es que uno de cada tres visitantes fue extranjero! Esto nos da una idea clara de la magnitud de Therme como destino turístico de clase mundial. La cifra es impresionante. Y es que este evento, el Sauna Fest 2024, no solo fue una celebración del bienestar y la relajación, sino también un escaparate de lo que Therme ofrece a sus visitantes. Durante el festival, los asistentes tuvieron la oportunidad de disfrutar de saunas de todo tipo, participar en talleres, aprender sobre la cultura de la sauna y, por supuesto, experimentar la magia de las aguas termales de Therme.

    El Sauna Fest es solo uno de los eventos que Therme organiza anualmente, pero, sin lugar a dudas, es uno de los más esperados. Este tipo de festivales atraen tanto a los turistas como a los locales que desean sumergirse en la cultura de la relajación. Es una oportunidad única para descubrir todo lo que ofrece este increíble complejo. Pero hablemos un poco más sobre qué hace a Therme tan especial. Therme no es solo un spa o un centro de bienestar. Es un mundo de sensaciones, un lugar donde los visitantes pueden escapar del estrés diario y sumergirse en una experiencia que involucra todos los sentidos. Con más de 30 piscinas de agua termal, saunas, jacuzzis y zonas dedicadas al entretenimiento, Therme ofrece algo para todos: desde relajación total hasta diversión para toda la familia. Y no solo eso, sino que el diseño del complejo es impresionante. Estamos hablando de una arquitectura futurista, inspirada en la naturaleza, que te hace sentir como si estuvieras en una especie de selva tropical, pero con un toque de lujo. Los jardines tropicales, las cascadas, las zonas de bienestar… ¡todo en Therme está diseñado para ayudarte a desconectar y sentirte en armonía con tu entorno! ¡Y no olvidemos las temperaturas agradables de las aguas! Therme cuenta con agua termal proveniente de una fuente natural subterránea, lo que permite a los visitantes disfrutar de piscinas cálidas durante todo el año. Así que, si estás buscando una forma natural de relajarte y cuidar tu cuerpo, Therme es el lugar ideal. Desde piscinas para nadar hasta jacuzzis relajantes, pasando por los famosos “toboganes termales”, hay muchas formas de disfrutar del agua y sus beneficios. Y si eres un amante de la gastronomía, Therme también tiene mucho que ofrecer. Además, dentro del complejo, puedes encontrar una gran variedad de restaurantes que sirven desde platos tradicionales rumanos hasta opciones internacionales. Si te gusta la comida saludable, también encontrarás menús con opciones vegetarianas y orgánicas, perfectas para complementar tu experiencia de bienestar.

    Para quienes buscan una experiencia más lujosa, Therme ofrece zonas VIP y acceso exclusivo a áreas de bienestar premium. Imagina disfrutar de un spa privado, rodeado de tranquilidad, en el corazón de un entorno tropical… ¡es como estar en otro mundo! Pero Therme no es solo para los adultos que buscan relajarse. Las familias con niños también pueden disfrutar de una experiencia increíble. Therme tiene áreas diseñadas específicamente para los más pequeños, como piscinas con juegos interactivos, zonas de splash y toboganes. Es el lugar perfecto para pasar un día completo en familia. Y esa versatilidad es una de las razones por las que Therme se ha convertido en un destino tan popular. Ya sea para una escapada romántica, un día de relax con amigos o una salida familiar, Therme tiene algo que ofrecer a todos. Además, sus amplias instalaciones permiten que incluso en días muy concurridos, los visitantes puedan disfrutar de su espacio con comodidad. Y por supuesto, hay que hablar de los beneficios para la salud. Las aguas termales de Therme tienen propiedades terapéuticas conocidas desde la antigüedad. Se cree que las aguas ricas en minerales tienen efectos positivos sobre la piel, la circulación sanguínea y el sistema respiratorio. Así que, además de relajarte, estás cuidando tu salud. ¡Una combinación perfecta! Y si eres amante de la cultura del bienestar, este es el lugar ideal para aprender sobre prácticas como la sauna finlandesa, el baño de vapor y otras tradiciones que promueven la salud física y mental. Durante eventos como el Sauna Fest, se realizan talleres y actividades donde puedes conocer más sobre cómo cuidar tu cuerpo y tu mente a través de estas prácticas. Hablando de lo internacional, algo que también destaca de Therme es su capacidad para atraer turistas de todo el mundo. A lo largo de los años, el complejo ha crecido en popularidad, y en los últimos tiempos, se ha convertido en un destino turístico clave para quienes visitan Bucarest. Gracias a su cercanía con el aeropuerto y su acceso fácil desde el centro de la ciudad, es una opción muy conveniente para aquellos que buscan una experiencia completa de bienestar. Así que, si eres turista en Bucarest, o si vives aquí y aún no has tenido la oportunidad de visitar Therme, ¡no dudes en hacerlo! Y si no sabes por dónde empezar, este tipo de eventos como el Sauna Fest son perfectos para iniciarte en la experiencia. Con actividades especiales, descuentos y muchas sorpresas, es la ocasión perfecta para vivir todo lo que ofrece este complejo. Sin duda, este complejo es uno de los grandes orgullos de Bucarest y un verdadero ejemplo de cómo se puede combinar el turismo, el bienestar y la innovación de manera perfecta.

    Therme es un lugar que sigue creciendo. Si ya has estado allí, seguro que querrás regresar. Y si no lo has hecho aún, no hay mejor momento que ahora para disfrutar de esta experiencia única. Therme ha logrado crear una mezcla perfecta de lujo, bienestar, diversión y accesibilidad. Definitivamente, un destino para todos. Para terminar, recordemos que Bucarest, más allá de sus monumentos históricos y su vibrante vida nocturna, también tiene esta joya del bienestar. Así que, si buscas una escapatoria del ajetreo de la ciudad, o si simplemente necesitas un descanso, Therme es el lugar perfecto para relajarte y recargar energías.